Chat - Aaron Carpenter (#Book 1)

Chat - Aaron Carpenter (#Book 1)

by DrewDirksen

Aaron Carpenter es un famoso escritor, con una vida soñada y miles de éxitosvendidos por el mundo. Vive sólo, en una gran casa cerca de la playa. Su vida no podría ser más pacífica. 

HASTA QUE UNA FAN DE ÉL CONSIGUE SU NÚMERO. 

Entonces, su vida se volverá un caos. Los mensajes no lo dejan dormir, no dejan de llegar, no para de sonar elmaldito rington, no puedo si quiera concentrase en su próxima novela. ¿Quién le envía mensajes todo el tiempo? ¡se está volviendo loco! 

Esta decidido a terminar con esto.

¿Podrá lograrlo?

(DÉJAME EN PAZ) Leído 07:12

                                                                                                             Leído 07:13 (¡NO!)

[Adaptada]

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Sinopsis

Aaron Carpenter es un famoso escritor, con una vida soñada y miles de éxitosvendidos por el mundo. Vive sólo, en una gran casa cerca de la playa. Su vida no podría ser más pacífica. 

HASTA QUE UNA FAN DE ÉL CONSIGUE SU NÚMERO. 

Entonces, su vida se volverá un caos. Los mensajes no lo dejan dormir, no dejan de llegar, no para de sonar elmaldito rington, no puedo si quiera concentrase en su próxima novela. ¿Quién le envía mensajes todo el tiempo? ¡se está volviendo loco! Esta decidido a terminar con esto. 

¿Podrá lograrlo? 

(DÉJAME EN PAZ) Leído 07:12 

 Leído 07:13 (¡NO!) 

[Adaptada]

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Capitulo 1

Capitulo 1.

Una copa de vino descansaba en la mesa del living, esperando a ser tomada. El repiqueteo de las teclas resonaba en el pequeño cuarto, que tenía dos grandes sillones, la mesa ratona, la biblioteca y el escritorio donde trabajaba Aaron. Era su segunda página de la nueva novela y las teclas de la máquina de escribir, golpeaban la superficie de la hoja, llenándola de magia. El escritor extendió el brazo y tomó la copa de vino luego, tragó un sorbo y la dejó en la mesa, volviendo a su arduo trabajo. Solo si el teléfono dejaría de sonar, podría concentrarse. Pero no, seguía sonando el sonido. Aaron tenía una ley: Cuando escribía, escribía. No hacía nada más. Golpeo el escritorio con su puño y tomo el teléfono.

Un mensaje brillaba en la página:

Eva: Hola

Aaron desbloqueo su teléfono y escribió rápidamente:

Aaron: ¿Quien eres?

Eva: ¿Qué importa? ¡No puedo creer estar hablando con usted! Me parece una locura. ¡Mi corazón va a explotar!

¿Quién rayos era Eva y cómo mierda había conseguido su número?

Escribió una respuesta rápidamente:

Aaron: Mira no sé quién eres, así que adiós. Estoy trabajando.

La respuesta llego al instante:

Eva: Usted no me conoce, claro que no. Pero yo a usted lo conozco como a nadie más, siento que estamos unidos por alguna razón, por sus libros.

Aaron: ¿Así que eres una fan? ¿Cómo rayos conseguiste este número?

Eva: No soy solo una simple fan, soy su fan número uno. ¿Cómo podría usted saberlo? Claro.

Aaron: No has respondido mi segunda pregunta.

Eva: ¡Maldición estoy hablando con Aaron Carpenter!, alguien deme un puñado de calmantes.

Aaron: Mira, me alegro que te gusten mis libros, pero no hablo con mis fans. Y si me disculpas, estoy bastante ocupado.

La máquina de escribir parecía rogarle que teclee. Pero Aaron no pudo hacerlo, porque el torbellino de mensajes llego demasiado rápido como para apagar su teléfono.

Eva: Pero ya se lo dije, no soy una simple fan.

Eva: Maldición, creo que moriré.

Eva: ¿Está escribiendo un nuevo libro?

Eva: ¡No puedo creerlo, tengo una primicia para mi Blog!

Aaron se tomo la cabeza entre las manos. No quería que nadie supiera de su nuevo libro. Era su segunda regla: No contar nada del libro hasta haber hecho medio trabajo y estar convencido de mandárselo a su representante... Pero ahora todo el mundo lo sabría debido a esa mujer que consiguió su número.

Aaron: Por favor no lo hagas, es algo muy nuevo aún.

Eva: Si, siga dándome información. La publicación ya tiene noventa comentarios ¿no es genial?

Aaron: ¿Publicación? Solo te lo he dicho hace un minuto.

Eva: Ya le dije, usted no me conoce.

Aaron: Maldición.

Eva: ¡Me dijo maldición! Alguien traiga un chaleco de fuerzas, porque voy a enloquecer.

Aaron: No, yo enloqueceré. ¿Alguien más tiene mi número?

Eva: ¡Claro que no! Lo quiero sólo para mí.

Aaron tragó el vino que quedaba.

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Capitulo 2

Capitulo 2.

Eva: Hola

¿Estás?

Vamos, respóndeme.

Aaron: ¿?

Eva: ¡Al fín!

Sabia que me respondería.

Sabes, estoy escribiendo un fanfiction.

Eva: ¿De mis libros?

Eva: No, no de tus libros tontuelo. De ti.

Aaron: ¿De mi?

Eva: si ¿Quiere saber como se llama?

Aaron: ¿como?

Eva: 50 sombras de grey.

Aaron: ¿Como el libro erótico?

Eva: Claro, y sabe quien es su Anastasia?

Aaron: Ni me lo digas.

Eva: No sea cruel con su Anastasia! O tendré que poner los ojos en blanco.

Aaron: Yo no te azotaré.

Eva: Así que ha leido el libro, pervertido.

Aaron: -.-

Eva: :p

¿en serio no me azotará? *ojos en blanco*

Aaron: ¡No! *Ojos en blanco*

Eva: Ohhh, tendré que azotarlo.

Aaron: adiós.

Eva: ¿a dónde va?

Aaron: a dormir, ¡son las tres de la madrugada!

Eva: ¿Tan tarde?

Aaron: Si, ¿no tienes clases mañana?

Eva: ....

Aaron: Bueno, adiós.

Eva: Que tenga dulces sueños, con Evas aladas volando alrededor de su cabeza.

Aaron: ...

Eva: *Suspiro*

Aaron: *Suspiro*

*Aaron está desconectado*

*Eva está desconectada*

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Capitulo 3

Capitulo 3.

El celular de Aaron comenzó a sonar. Pensando que era algo importante, salió envuelto en una toalla de la ducha y se encontró con el torbellino de mensajes de Eva ¿Cuándo terminaría este calvario? ¿Acaso nunca se aburriría de hablarle? Habían pasado dos semanas desde que ella había conseguido su número y todos los días le mandaba mensajes. Desbloqueó el teléfono y leyó:

Eva: ¡Aaron Carpenter! ¿No piensas contestarme nunca?

Sé que lees estos mensajes, veo el visto.

Aaron: ¿Y ahora qué?

Eva: ¿Cómo que ahora qué? ¿No lo recuerdas?

Aaron: ¿Qué cosa?

Eva: Te había pedido un favor.

Y era cierto, dos días antes le había pedido ayuda con una entrevista que debía hacer para el colegio. Él, apresurado a sacársela de encima, le contesto que sí.

Aaron: Claro, pero ahora no puedo, estoy ocupado.

Bloqueó el celular y se dirigió a su cuarto, para vestirse. Cundo volvió del cuarto, se preparó un café y se sentó frente a la máquina de escribir. Su trabajo aún seguía allí, en pocas páginas. Y todo era culpa de Eva, parecía que sabía cuando el escritor se sentaba a escribir... no lo dejaba escribir ni una página por todos los mensajes que le mandaba, obligándolo a apagar el celular.

Ese día no fue la excepción.

Tulún, tulún, tulún, tulún.

Eva: Aaron, ¡Me lo habias prometido! Y las promesas no se rompen.

No sabes lo mal que estás quedando en este momento.

¿Qué no te lo enseñaron? Las promesas son irrompibles.

¿Ya has apagado el celular o solo me ignoras?

Aaron: Está bien, está bien, solo deja de enviar tantos mensajes a la vez.

Eva: ¡Sabía que no me defraudarías!

Aaron: Hazme las preguntas y terminemos con esto.

Eva: ¡Que gruñón!

Aaron: ...

Eva: Bueno, empecemos.

Pregunta #1: ¿Cómo empezó a escribir y a qué edad?

Aaron: Bueno comencé de muy chico, con cuentos para mis hermanos menores y con el tiempo me fui perfeccionando.

Eva: Bien, Pregunta #2: ¿Cuál ha sido su mayor obstáculo a la hora de escribir?

Eva, pensó Aaron.

Aaron: La falta de inspiración a veces me aterra.

Eva: Sigamos. Pregunta #3: ¿De qué color es su ropa interior?

Aaron: ¿¡QUÉ!?

Eva: ¡Solo conteste las preguntas!

Aaron: No contestaré eso.

Eva: ¿Qué dijimos de romper promesas?

Aaron se tomó la cabeza entre las manos, ¿Qué rayos pasaba con Eva?

Aaron: Solo responderé preguntas profesionales, nada privado o de mi intimidad.

Eva: Está bien, gruñón. ¿Al menos está usando ropa interior, no?

Aaron está deconectado.

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Capitulo 4

Capitulo 4.

Aaron tomaba su desayuno en la barra de la cocina. Su café se encontraba junto a su Notebook. Estaba inspirado, era la decimo tercer hoja que escribía desde la mañana. Su historia había ido engordando de a poco y ya llegaba a las páginas finales de la primer parte. Hacía una semana que Eva no aparecía en la vida del escritor y nada podría alegrarlo más...

¿Dónde se habrá metido Eva? ¡que no le hable en una semana es preocupante!

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Capitulo 5

Eva: ¡CARPENTER! Al fin salgo de ese horrible lugar. Tuve que ausentarme una semana por razones ... personales.

Pero ya estoy bien c:

¿No me extrañó?

Aaron: Ya era raro que no me hablaras...

Eva: Discúlpeme :(

Aaron: Está bien, no es para tanto. ¿Qué te ha pasado?

Eva: Ya le he dicho... unos problemillas personales que no importan.

Aaron: Bueno.

Eva: Me imagino que ya ha escrito algo más de su libro, ¿No quiere mostrarme nada?

¡Y que quede claro que hablo del libro!

Aaron se frotó la frente con las manos. ¡ADIÓS PAZ! Eva había vuelto y parecía que peor que nunca con sus ironías.

Aaron: Sabes que no puedo hacerlo, es por contrato.

Eva: ¿Aunque sea un pequeño adelanto?

Una cosa de nada, ¡hombre!

¿Una pequeña mini sinopsis?

Aaron: Aún no puedo revelar nada.

Eva: Está bien...

Sabe, hoy en el colegio me sancionaron por usted.

Aaron: ¿Por mí?

Eva: Bueno lo que pasó es que se me escapó Aaron... se me escapó que tengo tu número.

¡Maldición! Ahora un puñado de adolescentes con hormonas alborotadas le enviarían mensajes a todas horas y su vida profesional ¡se iría a la misma mierda!

Aaron: ¿Cómo? ¡Me lo habías prometido!

Eva: Lo sé, pero tranquilo. No rompí mi promesa... en cuanto me pidieron que los pase me negué rotundamente. Ya le dije que lo quiero solo para mí, no para esas Shooters que leen sus libros por pura moda, no señor.

Aaron: ¿Shooters?

Eva: Claro, así les llamamos a las chicas (y chicos) que sólo leen sus libros porque está de moda. En cambio, Las Carpenters somos sus devotas y matamos por uno de sus libros.

Aaron: No mataras literalmente, ¿No?

Eva: Claro que no tontuelo.

Aaron:Me quedo más tranquilo... ¿Y qué paso para que te sancionaran?

Eva: Solo las insulte, no era para tanto :(

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Capitulo 6

Capitulo 6.

Eva: ¡Bendito seaaaa! Me enteré del notición.

Aaron: ¿Qué sucede?

Eva: ¿No lo sabe?

Aaron: ¿Qué cosa?

Eva: ¡asistirá a una firma de libros en mi ciudad!

Aaron: ¿Así? No sabía que era tu ciudad.

Eva: Si, cuando lo vi casi muero. Lo juro, esto es mucho para mi humilde corazón.

¡Lo conoceré! ¡Al fin!

No puedo creerlo.

¿A caso su representante estaba loco? ¿Cómo iba a programar una firma de libros en la ciudad de esa loca? ¡Cuando lo vea! Aaron se tomó la cabeza con las manos, gesto que ya repetía muy seguido.

Subió el volumen a la radio y comenzó a escribir.

Tulún, tulún, tulún, tulún.

Suspiró y tomó el celular, con ganas de tirarlo por la ventana.

Eva: ¡Ya decidí como ir!

¿Sabe?

¿Quiere saber cómo?

¿Le digo?

Aaron: ¿Cómo? 

Eva: ¡iré vestida de Darsie Clarke!

¡Como su protagonista!

¿No es genial?

Aaron: Si, pero ahora estoy haciendo algo importante, ¿Puedes dejar de mandarme tantos mensajes juntos?

Eva: lo siento.

¿Me disculpa?

¿Si no me contesta es que ya me disculpó?

¿Sigues ahí?

A veces pienso que no me soporta y me ignora...

Aaron: ¡No estoy enojado!¡Solo quiero terminar de escribir la mitad de mi nueva novela y enviársela a mi representante!

Y no puedo hacerlo si el teléfono suena cada un segundo, por tus malditos mensajes

Eva: Está bien, lo veo el viernes.

Pero prométame una cosa.

Aaron: ¿Qué?

Eva:cuando me vea... nada, déjelo.

Aaron:No me dejes con la duda...

Eva está desconectada.

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Capitulo 7

Capitulo 7.

Eva: No puedo creerlo, estoy muy decepcionada.

Llegue con toda la ilusión de verlo, de abrazarlo y besarlo...

Y cuando llegó al lugar, me notifican que la firma se canceló, que usted pidió que cambien el lugar.

¿Sabe como he tenido que discutir con mi mamá y mi hermana, para que me dejen ir?

¿Sabe cómo me moje con la lluvia?

Aún no puedo creerlo, ¿Qué le pasó?

Nunca imagine que iba a decir esto, pero no tengo otras palabras, usted es un idiota...

No quiero hablar más con usted.

Eva está desconectada.

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Capitulo 8

Capitulo 8.

Aaron: discúlpame, pero no podes echarme nada en cara. Yo tuve algunos problemas, por eso no pude ir. No creo que me merezca tus insultos.

Eva: ¡Hasta que se digno a contestar!

¡Que me parta un rayo si miento!

¡Usted falto porque iría yo!

Aaron quería revolear el teléfono bien lejos y olvidarse de Eva para siempre. Cuando leyó los mensajes que le había enviado se puso furioso, ¿Por qué se había enojado tanto ella? Y lo peor de todo, lo había llamado idiota. ¿Cuándo su vida había comenzado a volverse tan caótica? Normalmente él disfrutaba del silencio de su casa para escribir y hacer sus cosas. Pero últimamente su vida estaba volviéndose desastrosa y todo por culpa de Eva, quien le mandaba mensajes a las tres de la mañana o a cualquier hora del día para contarle cosas sin sentido. Y ahora le mandaba mensajes insultándolo. Ya era el colmo de los colmos.

Aaron: ¡Yo no te tengo que dar explicaciones de nada a vos! ¿Qué parte no entendes?

Eva: ¡Me hubiese avisado que no iría!

Me ilusione como una tonta.

Tenía tanta esperanza de encontrarlo, de saber cómo era tenerlo en frente.

Poder tocarlo.

Pero todo fue en vano, todas mis ilusiones se fueron a la mierda y usted partió mi corazón.

Aaron: No puedo creer que me estés haciendo este planteo.

Eva: Tengo todo el derecho del mundo, porque usted ya no tiene más mi respeto.

Lo perdió.

Aaron:¡Entonces deja de enviarme mensajes!

Eva: ¡Nunca!

¡Usted aprenderá a quererme!

Aaron: ¡Déjame en paz!

Eva: ¡No!

Aaron: Deja de hablarme.

Eva: ¡Nunca!

¿Qué acaso no entiende lo importante que es para mí?

No puedo decirle lo mucho que sus libros me inspiran.

Maldición, ¿Por qué todo tiene que ser tan difícil, Aaron?

Aaron: No lo sé, Eva, no lo sé.

Pero me encantaría averiguarlo.

Eva: A mí también, si tuviera tiempo.

Aaron: Por favor, no peleemos.

Eva: Está bien, pero no me ignore.

Aaron: No te ignoraré más, pero también tengo que trabajar.

Yo vivo de lo que escribo...

Y tus mensajes me distraen.

Estoy tan acostumbrado a estar solo...

¿Lo entendes?

Eva: Creo que lo entiendo.

Pero ya no está más solo.

Ahora yo soy parte de su vida

Quiera o no.

Aaron: Y me gusta que así se, pero, por favor déjame trabajar en mis escritos.

Eva: Está bien, fijaremos una hora para hablar.

¿Le parece bien?

Aaron: Perfecto.

Eva: Pero a cambio de algo...

Aaron suspiró y puso los ojos en blanco.

Aaron: ¿Qué cosa?

Por cierto, puse los ojos en blanco jajaja c:

Eva: Que me cuente de qué trata su nuevo libro, aunque sea una porcioncita.

Por favor, para mi Blog.

Aaron: Está bien.

Se trata acerca de un escritor... y su fan alocada que no lo deja vivir.

Eva: ¡No bromee conmigo!

Aaron: Está bien, lo siento. No puedo decirte nada...

Creo que ya lo sabes.

Eva: ¡Oiga! No es mala historia la del escritor y la del fan.

Aaron: Creo que no...

Eva: Debería escribirla...

Aaron: Podría...

Eva: debería.

¿Siempre me llevará la contraria?

Aaron: Hay cosas que nunca cambian...

Eva: Bueno, adiós.

Aaron: Chau, cuídate.

Eva está desconectada.

Aaron está desconectado.

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Capitulo 9

Capitulo 9.

Aaron: Hola c:

Eva: Lloverá toda la noche y el mundo se caerá a pedazos

No puedo creerlo, me hablo usted por primera vez.

¿Acaso planea acabar con el mundo o qué?

Aaron:Claro que no, pero ya son las siete y hace dos semanas habíamos pactado hablar a este horario.

¿Recuerdas que una vez me dijiste que las promesas no se rompen?

Como no me has hablado, he decidido hacerlo yo :p

Eva: Es raro que usted inicie la conversación.

Aaron: ¿Tanto escándalo por eso?

Eva: SI, encima me pone caritas en el medio.

¿Está seguro que no planea destruir el universo completamente?

Aaron: Claro, segurísimo.

Eva: Ahora yo podría ignorarlo y decirle que estoy ocupada.

PD: Realmente lo estoy, tengo que terminar este trabajo para mañana.

Es sobre usted, ¿No es eso genial?

Aaron: ¿Un trabajo acerca de mí?

Eva: Si.

Teníamos que escribir un informe a cerca de alguien a quien admiremos.

Pero no se me agrande, Señor Carpenter.

Aaron: Qué bien, pero ¿de donde sacas toda la información?

Hay muchas cosas dando vuelta por internet...

Eva: Bueno... yo... he impreso algunos mensajes de aquí, pero no se enoje.

Nadie más lo sabrá, solamente la profesora.

Aaron: No me enojo, pero no quiero que tu profesora vea nuestras conversaciones.

Creo que es algo privado, ¿No lo crees?

¿Y qué paso con eso de que solo me querés para ti?

Eva: Tranquilo saltamontes, ya le dije que solo lo verá la profesora.

¿Le da vergüenza que mi profesora vea que le escribí idiota?

Ja, Ja, Ja.

Aaron: ¡No puedes imprimir nuestra discusión!

No me gustaría que la profesora tenga una mala imagen mía.

Eva: Está bien, lo sacaré...

¿Siempre fue así de gruñón o es solo conmigo?

Aaron: ¿Te cuento un secretin?

Eva: Si, seria todo un honor...

Aaron: Estás comenzando a agradarme.

Me gusta hablar contigo...

A veces siento que estoy tan solo...

Y llegas vos, loca, y me encanta tanto...

Eva: No se ponga sentimental, que me va a hacer llorar.

Ya estoy llorando, gracias.

Aaron: Lo siento.

Eva: No, me gusta que me diga esto.

Lloro de alegría.

Es un llanto de emoción.

Aaron: ...

Eva: ...

Aaron: Ya casi termino la novela, ¿sabes?

Eva: ¿En serio?

¡Es impresionante!

Ese día hablaron hasta muy tarde, Aaron le adelanto algunos detalles de la nueva novela y le hizo varios chistes a cerca de los enamoramientos de Darsie, su protagonista. Cuando Aaron se dio cuenta de que ya era tarde, miró el reloj y vio que pasaban de las tres de la mañana.

Quizás su vida, antes de que apareciera Eva, era tranquila... pero en esos momentos, no la cambiaría por nada.

Eva: ¿Se dio cuenta que son las tres de la madrugada?

Aaron: Si, ¡QUÉ LOCURA!

Eva: Lo tengo que dejar.

Mañana voy al colegio.

Es tarde.

Adiós.

Aaron: Adiós...

Eva está desconectada.

Aaron está desconectado.

Antes de acostarse a dormir, Aaron vio que su celular sonaba. Lo tomó y vio que se trataba de un mensaje de voz, seguramente de su representante para arreglar los asuntos de la nueva novela y la firma con la editorial. Lo escucharía al otro día. 

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Capitulo 10

Capitulo 10.

Aaron: Hola

Hace dos días que no tengo ningún mensaje tuyo...

¿Debería preocuparme?

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Capitulo 11

Capitulo 11.

Aaron: Estoy comenzando a preocuparme, no contestas mis mensajes.

...

¿Está todo bien?

...

Hace más de una semana que no recibo nada tuyo.

...

Te extraño :c

...

Ya había pasado tiempo desde que Aaron no recibía noticias de Eva, ¿Qué le habría pasado? Era extraño que ella no lo llenara de mensajes todos los días...

Aaron: Sabes, tengo un sueño recurrente contigo.

...

Estoy en la playa, lejos de mi casa, y a la distancia aparece una figura borrosa.

Cada vez se va haciendo más nítida, me grita, corre hacia mí.

Pero nunca soy capaz de verte la cara.

Sé que eres tu.

Deberíamos conocernos... algún día.

...

Aaron: Extraño no poder trabajar por culpa de tus mensajes.

...

¿A dónde estás Eva?

...

Aaron: Si no me contestas, deberé llamarte a este número.

...

Está bien, lo haré.

...

Estaba preocupado y no había otra alternativa. Marcó el número de Eva y esperó.

Un llamado.

Dos llamados.

Al tercer llamado, alguien tomó el teléfono.

- ¿Hola? -Lo saludó una voz de nariz tapada.

Aaron se quedó callado, ¿Acaso Eva estaba llorando?

- ¿Hola? - repitió la voz.

- Hola, disculpa, ¿Eva? - Preguntó el escritor, mordisqueando

una lapicera. Estaba tan nervioso...

- No ella... no está.

- ¿Le ha pasado algo?

- Perdón pero, ¿Quién habla? - Inquirió la voz, medio llorando, medio sonándose la nariz.

- Un amigo de ella... - Respondió solamente.

No hubo respuesta... al rato se escucho una especie de llanto y la voz volvió a hablar.

- Ella... estaba enferma... Desde pequeña los doctores le habían diagnosticado una enfermedad muy rara en el corazón. No funcionaba bien. - Más llanto y angustia en la voz -. Siempre sufría desmayos a causa de ello, era horrible cuando sucedía, estaba tan bien y al instante la veía tirada en el piso... sabíamos que... el doctor nos había dicho que... que una vez no despertaría del desmayo. 

- ¿Cómo...?

Fue todo lo que pudo decir, antes de que la respuesta le cayera como una bomba:

- Ella ha muerto hace una semana... lo lamento tanto, tanto...

Literalmente, el teléfono se le cayó de las manos y fue a parar al piso, donde se rompió toda la pantalla. Se tomó la cabeza con las manos, se rascó el cabello y, lo más increíble de todo, sus ojos se humedecieron. ¿Cómo que había muerto? No podía haber muerto. Esto era una broma, una cruel broma de alguna persona cruel, muy cruel.

No podía aceptar el hecho de que Eva ya no estuviera...

- Siento tener que decirle todo esto. - Escuchó que le decía una voz desde el suelo. Se agachó y tomó el aparato destruido -. ¿Ustedes se conocían hace mucho?

- No, hace solo un mes, pero... ella era muy importante para mi vida, muy importante... - No podía siquiera terminar una frase.

- Lo lamento tanto.

- Yo también.

Y cortó.

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Capitulo 12

Capitulo 12.

El viaje de regreso no fue tan largo, la ciudad donde vivía Eva era pequeña pero bonita.

 Lástima que Aaron debió ir a la parte oeste, el cementerio. Había comprado unas flores blancas con el centro amarillo y las había colocado con delicadeza sobre la lápida con el nombre de ella.

Eva Green.

Amada hija y hermana.

1998-2015.

Pensar que el cuerpo de Eva yacía tranquilamente bajo ese pedazo de roca le partió el corazón. Solo tenía dieciséis años, era una pequeña. Se le humedeció la vista, a causa de las lágrimas.

Había ido luego a la casa de ella, pero no tenía forma de saber cual era, así que decidió volver a su casa, cerca de la playa.

Ya bañado y cambiado del viaje, se sentó frente a su máquina de escribir, pero fue incapaz de escribir algo.

Agotado y sin muchas ganas de hacer algo, se tiró en su gruesa cama. Algo debajo de él le estaba molestando la espalda, metió el brazo por debajo y sacó el celular con la pantalla rota. Aún así vio que el mensaje de voz seguía apareciendo en la barra de menú. Desganado, apretó el botón y llamó al correo de voz.

Usted tiene un correo de voz sin leer - Le comunicó la voz de la recepcionista -. Si desea escuchar el mensaje, marque uno. Si desea eliminar el mensaje, marque dos. Si desea escuchar

nuevamente todo, marque tres.

Si era su representante, debería escucharlo, estría como loco por su ausencia. No podía olvidar su trabajo para siempre.

Uno.

- Hola. - Era la voz de una chica joven,medio risueña, medio dormida -. Sé que acabamos de hablar... mejor dicho, de chatear, pero quería alguna vez dejarle mi voz. ¿Está escuchando, no? No quiero que me ignore hasta en los mensajes de voz, jajaja, es broma. No sé qué decirle... creo que debería explicarle una cosa: Cómo conseguí su número. Pero para eso debo explicarle dos cosas: La primera, como decirlo, llame a su representante y le conté mi historia... le dije que no me quedaba mucho tiempo. Y esa es la segunda cosa que debo contarle, estoy enferma, siempre lo he estado. Problemas del corazón, dicen. En fin, sabía que algún día iba a morir. El día que me dijeron que me quedaban pocas semanas de vida, llame su representante. Es súper amable, por cierto. Como ya le había dicho, le conté... esto. Se conmovió, le di lástima, creo. La gente, cuando se entera de que en cualquier momento voy a morir, me suele tener lástima. Pero yo no quería su lástima, quería su número, así que accedió a dármelo. Por favor no lo odie. Ha hecho la cosa más maravillosa que nadie ha hecho por mí. Me dio algo hermoso, pude conocerlo, conocer su carácter, saber cómo era. Cumplió mi sueño, pero lo más increíble de todo es que usted hoy me dice que le agrado... no sé, estoy un poco emocionada, no me gustaba estar enojada con usted. Ya lo olvide. Quiero agradecerle por estos días, estas horas, las madrugadas... por todas las veces que me ignoró también, jajaja. Pero, ¿Cómo agradecerle que mis últimos días fueran tan perfectos? Está bien, no sé si son los últimos, pero las semanas siguen pasando y la hora final se acerca. Sabe, no le temo a la muerte. Todos creen que morir es horrible. Pero para mí, la muerte no es tan dramática... cuando me muera todos me recordarán por las cosas buenas, ¿No es eso genial? Bueno, yo lo creo. Además, desde pequeña he vivido sabiendo esto... Ya está, es lo que me toco... creo que esto se está volviendo muy largo. Así que se lo diré: gracias. Gracias por hacerme reír, por hacerme enojar, por hacer que mi tiempo acá valga la pena, porque sus libros me han ayudado cuando estaba más débil, porque sus mensajes me han reconfortado siempre. 

Solo le pido una cosa, nunca me olvide, porque yo nunca lo haré.

FIN

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AHHHHH LLOREEEEEÉ

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Letras a Ella - Aaron Carpenter (#Book 2)

Luego de la trágica muerte de Eva, Aaron está seco: No puede escribir ni una sola palabra. Su novela ha quedado trabada justo en el momento más importante y los de la Editorial no lo dejan en paz, lo apuran e insisten para que la termine. pero él no puede, está triste. Una noche se levanta, se sienta frente a la maquina de escribir y le escribe a ella, a Eva. Rápidamente eso se vuelve un hábito, necesita escribirle todos los días y contarle lo que ha ocurrido en su día. Letras a Ella es la secuela de Chat, la historia entre un escritor y su alocada fan. 

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#Nota

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