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miércoles, 11 de enero de 2017

Mr.Popular #TalentoAwards

Mr.Popular #TalentoAwards


Capitulo 1 Dejadme explicaros...

Yo era una niña de 7 años, feliz, alocada, aventurera. Hasta aquel día, en el cual mi papá nos dejo por culpa de la enfermedad que lo había consumido por completo.

Mi padre siempre había sido una parte esencial en mi vida y en mi familia. Él había sido mi guía en mi corta infancia feliz y yo, era su niñita de ojos saltones y sonrisa dulce.

Mi madre, en cambio, siempre me decía que le quería con toda su alma, que no le gustaría estar con nadie más que no fuera él, lo normal, un amor platónico. Pero, para una niña de 7 años aquello era algo surrealista, por lo que solo asentía y le sonreía en algunos casos.

Ahora, siendo una adolescente, entiendo todas esas palabras que mis padres se dedicaban, y comprendo que fue difícil para ella olvidar todo aquello. 

Tardo un poco en recuperarse, pero aun así, tiene una cicatriz en el corazón, la cual, tardaría en curar, como me dijo ella. 

Yo siempre la animé desde que papá no estuvo y aun hoy lo sigo haciendo. O eso intento...

Bueno, dejemos por un momento la tristeza a un lado. Os presentaré a mi desesperante hermano mayor, ese animal adicto al sexo, mujeriego, idiota, popular y por desgracia jodidamente se-sexy (casi me dan arcadas intentando decir esa palabra).

Creo que todo empezó cuando se volvió popular, idiota orangután, pobres orangutanes porque mi hermano se parece a ellos, siento lastima, la verdad. 

Mi hermano John no tiene otra cosa

en mente que chicas y más chicas. Nunca entenderé a los hombres, específicamente a John.

Tengo la gran suerte de tener un gran amigo, mi socio, el cual es un popular, pero ¿los polos apuestos se atraen, no? 

Jack, ese chico alto, sexy, musculoso, vamos el chico 10, y ¿cómo el líder de los populares puede ser mi amigo?, por una única razón: porque nos conocemos desde niños.

Ese niño inocente creció y se convirtió en Mr. Popular. Lo malo, es que los demás populares no quieren que él ande conmigo. Como si él dejaría de ser popular por andar conmigo.

Respecto a mí, no tengo mucho que contar. Lo único que os puede llegar a interesar, es el hecho de que siempre fui una chica normal. No estoy en ningún extremo de la cuerda, por decirlo así. No soy popular, pero gracias a Jack mucha gente me conoce, pero tampoco soy una nerd, ya que no me encanta estudiar, estudio porque no me queda otra.

Lo gracioso de todo esto es ese día en el cual mi querido amigo quiso meterme en el grupo de los populares. El chico me salió listo, pero se le olvido un detalle: que yo odiaba y odio ser como ellos. No soy así, puedo ser mala, pero no hasta ese punto. Los populares van a su bola y si te metes con uno de ellos te destrozan la vida. Por eso nunca seré como ellos.

Creo que Jack aun no se ha dado cuenta del tipo de personas que son, aun que gracias al cielo, él es diferente.

Aunque no me extraña, él tiene un lado amable, bondadoso, es el único de los populares que se comporta así. Me fastidia que él siga queriendo unirme a ellos. Yo no encajo, pero tampoco me extraña, ya que somos amigos desde hace ya tiempo.

Os estaréis preguntando, ¿cómo llego Jack a ese puesto? Fácil, él es un atleta, atrae las miradas de todo el campo femenino. La popularidad más bien es eso, atraer las miradas de todos, tener una buena figura, y esas cosas estúpidas.

Pero la verdadera pregunta sería, ¿cómo impedir entrar en ese grupo?, ¿y si entro cambiará algo mi vida?

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Capitulo 2 Orangután

Abro mis ojos, creyendo que por fin tengo una mañana en paz, cuando una persona me demuestra lo contrario.
-Despierta, marmota -dice una voz masculina desde la esquina de mi cama. "Ya tiene que joder mi despertar. Maldito estúpido." pienso en segundos.-¿No me has oído? -pregunta irritablemente, aún en su sitio.-
Justo cuando me doy la vuelta para decirle que se vaya y me deje dormir, siento como el agua fría recorre mi cuerpo, a la vez que en la cara del idiota se instala una sonrisa malévola.
-¡Completo imbécil! Está fría, ¡te voy a matar! -le grito incorporándome de golpe.-
Me despego de la almohada y le doy una patada por debajo de las sábanas. Veo como cae al suelo y rápidamente suelto carcajadas que lo hacen enfadar.
-¡Ay! Ten cuidado, que estás haciéndole daño a un popular -se queja levantándose del suelo e inflando el pecho.-
-Uh, que miedo -digo sarcástica, temblando por el agua.-
-Deberías tenerlo -su sonrisa se vuelve burlona, lo que hace que me moleste aún más.-
-Fuera. De. Aquí. ¡Ahora! -suelto con el ceño fruncido, señalando la puerta de la habitación.-
Se aleja con lentitud, sin quitar esa boba expresión de su rostro. Cuando me aseguro de que no está, me voy al baño de mi cuarto. "Maldito orangután." pienso rapidamente.

Me ducho despacio. Cuando termino, ya no estoy mojada ni tampoco enfadada... Bueno, quizás un poco sí. "Te lo voy a hacer pagar caro. Muy caro" pienso de nuevo para mis adentros. Una sonrisa malvada sale de mi boca cuando las ideas

me vienen a la cabeza.
Salgo del baño envuelta en una toalla, y me dirijo al otro extremo del cuarto. 

Me quedo mirando mi armario, intentando decidir qué me pondré hoy. Finalmente me decido por una camisa y unos pantalones cortos. Antes la camisa me habría tapado el pantalón, pero desde que mamá le hizo unos arreglos, ya no hace ese efecto. 

Salí directamente a la cocina a tomarme mi desayuno. Al llegar me encuentro con mamá y John.
Miro a John con los ojos envenenados, sin embargo, me responde sonriendo. Como detesto esa forma de ser. ¿No puede ser un hermano normal? No, debe que ser así. Qué vida tengo. ¡Por Dios!
-Emma, ¿quieres una tostada? -pregunta mi madre. Asiento, a la vez que me acerco a la silla junto a John.-
-Gracias - respondo. Siempre he sido una niña buena con ella, pero también me ha visto de los nervios por culpa de John-. ¿Qué tal estás, mamá?
-Bien hija, un poco mejor que ayer -comenta, evitando mis ojos, a la vez que untaba con mantequilla la tostada.-
Ayer estuvimos recogiendo las cosas de papá y guardándolas en cajas hasta la medianoche, ¿Por qué tan tarde? Pues, porque mamá no pudo aceptar que papá se fue hasta ahora.
 Ayer casi tuve que recogerlo todo yo, ya que ella se ponía triste y melancólica con cada cosa que tocaba de él. Al final vio la habitación medio vacía y su tristeza llego a su límite. Empezó a llorar desconsoladamente. Intente calmarla, pero no pude. No soy muy buena en esas cosas. Pero John sí, porque a ella, John le recuerda a papá. 

Son

bastante parecidos: ojos verdes, pelo rubio y estructura fuerte, y, según me dijo, mismo carácter. Ella siempre se siente mejor con John a su lado. Eso en parte está bien, pero estaría mejor si él no fuera un adicto al sexo. Pero bueno, algo es algo.
-Me alegro -digo sonriendo amablemente.-
-¿Hoy vendrá Jack a buscarte? -pregunta John, lo cual me extraña.-
-Sí, siempre vamos juntos al instituto-respondo, mirándolo con los ojos entrecerrados.-
-¿Me podríáis llevar? Es que mi coche no tiene gasolina y ayer se me olvidó echarle -dice él, intentando sonar todo lo tranquilo que puede.-
-A mí no me tienes que preguntar, el coche es de Jack -le digo encogiéndome de hombros.-
-Vale. -y con eso parece haber terminado la conversación.-
Al salir de casa, acompañada de John, me detengo un instante al acordarme de que no tengo el móvil conmigo. Vuelvo a casa y lo cojo todo lo rápido que puedo.
Cuando vuelvo a salir me doy cuenta que John está en el asiento del copiloto, al lado de Jack. "Ese es mi sitio, orangután."pienso con el ceño fruncido. Entro en el coche, detrás de Jack. Al fin podría hablar con alguien normal.
-Hola, Mr.Popular -saludo con una sonrisa amplia en mi cara.-
-Hola, linda -dice, su sonrisa también es amplia. Me mira por el espejo retrovisor.-
-¿Cómo va todo?-
-Genial. Oye ¿sabes algo? -me dice rápidamente, poniendo el coche en marcha.-
-No, dime -le digo. Acto seguido, empieza a conducir.-
-Melisa. Se fue del grupo, ahora tienes más oportunidades para entrar -comenta feliz mirándome por el

espejo antes de volver su vista a la carretera.-
Melisa era una de las populares. Creo que ella no era tan rastrera como los demás, pero aun así, no me fiaba de ella. ¿Por qué se habrá ido?
-Jack, sabes que no pienso entrar -suelto rodando los ojos. Se lo había dicho muchas veces y de muchas maneras. La única forma que no había usado era decírselo tranquilamente.-
-Venga, hazlo por mí -suplica, a la vez que pone ojos de cachorro.-
-Sabes que no soy así, no soy como ellos -me cruzo de brazos con el ceño levemente fruncido. John se da vuelta y me mira mal.-
-¿Qué quieres decir con eso? -entrecierra sus ojos, y en su tono de voz noto algo de reproche.-
-Pues, que paso de ser como vosotros. ¿Cómo decirlo con sutileza? Ah sí, una rata -admito sacandole importancia. Veo que mi hermano está molesto, pero mi amigo sonríe.-Menos tú, Jack, que eres el único que se salva -John se enfada más y estalla.-
-Al menos no soy un tío malhumorado y sin amigos - ¿En serio? ¿Eso es lo único que se le ocurre?-
-Mira, John, no pienso decir nada, porque está Jack delante y no tengo ganas de romperte esa carita que tanto aprecias -digo con una sonrisa burlona. Veo como Jack se ríe desde su asiento. En segundos para el coche y nos quedamos delante de la entrada del instituto.-
-Hemos llegado -dice abriendo la puerta, para salir. Pero lo detengo desde atrás.-
John baja del coche enfadado y yo sonrió satisfecha. Me muevo rápidamente hasta el asiento del copiloto, Jack me mira divertido y yo le devuelvo la sonrisa.
-Deberíamos bajar, Emma -me dice casi con la mano en la puerta.-
-Espera -lo detengo. Me mira confuso y yo le devuelvo la mirada con maldad en los ojos- Quiero vengarme de ese idiota y necesito tu ayuda -
Asiente y me mira con malicia, se ve tan guapo con esa sonrisa. "¿Cómo no? Con esa camiseta negra con la que se le notan todos su estructura fuerte, no me extraña que todas babeen por él." pienso en segundos.

 No me doy cuenta de que le estaba mirando, chasquea los dedos delante de mis ojos y me despierto. Veo como una sonrisa divertida aparece en su cara.
-Te has quedado pasmada, ¿Me ves bien? -pregunta sonriendo, a la vez que me sonrojo y aparto la mirada.-
-Yo... -intento hablar, sin saber en verdad qué decir.-
Él ríe suavemente.
-Tranquila, no es la primera vez que se me quedan pasmadas -dice. Su mano levanta mi mentón y hace que lo mire a los ojos. Son hermosos.-
-Yo... lo siento -digo, su sonrisa desaparece y se acerca a mí. Sin pensarlo aparto mi mirada nuevamente.- Tengo que irme, adiós -y a continuación, salgo del coche como una bala.-
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John en la multimedia.



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Capitulo 3 Dime que no me a visto...

Mi mirada está en la ventada que tengo a mi lado derecho.
 El profesor de Lengua no se da cuenta de mi indiferencia, así que sigo haciéndolo sin atención alguna. Apoyo mi cara en mi mano izquierda, mis pensamientos empiezan intentando buscar un plan para darle una lección a John, pero acaban con los ojos de Jack. 
Esos hermosos ojos azules cristalinos...me pierdo en ellos. Nunca me había fijado antes, sólo sabía que eran azules y ya está, pero cuando se acercó a mí, se los vi más hermosos de lo que ya son.
Noto como mis mejillas arden al recordar esos ojos, me separo de mi apoyo y dejo de mirar por la ventana. Por primera vez en toda la clase atiendo al profesor. A los pocos minutos toca el timbre y me voy corriendo al baño a ver si aun tengo las mejillas rojas.
Cuando llego a mi destino, abrir la puerta y dar dos insignificantes pasos me encuentro con la líder de las chicas populares, Beatrice. Esa tía me cae peor que John, que ya es mucho decir. 

En cuanto me paro delante suya me examina con la mirada, como si fuese un robot entrenado para criticar sin piedad. Ríe levemente cuando me mira varias veces.

Sin darle mucha importancia me acerco al gran espejo que decora el baño y me miro en el espejo buscando algun signo de verguenza, para mi tranquilidad, no tengo las mejillas rojas. En un rapido movimiento de ojos observo, mediante el espejo, como el grupo de criticonas chillonas me miran con algo de asco y diversión. Me giro completamente hacia ellas y levanto una ceja.
-¿Qué os pasa? -pregunto cansada de que siempre me miren de esa

forma.-
-Nada, pero veo que a ti, sí. -las miro extrañada. ¿Qué les pasa ahora?-
-Explícate. -suelto cortante.-
-Nosotras ya pensábamos que vestías mal y esto nos da la razón. -me miran con una sonrisa malévola en la cara.-
-¿Y? -digo, algo irritada.-
-Y que así pareces... ¿Cómo decirlo con delicadeza? Mmm... ya sé, una perra. - Me quedo sorprendida, pero, hasta las narices de ellas.-
-Lo dice la recatadita, un santo que nunca ha roto un plato. -suelto con una leve sonrisa. Noto como se enfada. Tengo ganas de romperle esa cara, pero me controlo. La necesita para ser alguién.-
Como veo que no responde me escabullo entre el grupo de chillonas y salgo de allí todo lo tranquila y orgullosa que puedo. 

"Esas idiotas no son nadie para decir aquello, tendrían que fijarse más cuando se ven en el espejo." pienso con algo de ira

Camino hasta la próxima clase, Matemáticas.
Otra vez me siento junto a la ventana, pero, para mi sorpresa, hoy están entrenando en el campo de fuera el equipo de futbol de Jack, y como no, allí estaba él. Una gran sensacion de curiosidad se apodera de mi y al final, me apoyo en mi mano izquierda y contemplo al equipo entrando, o mejor dicho, observo como Jack corre detras de una pelota. Me parece algo peculiar que les guste ir detras de una pelota para solo marcarla en una porteria, pero bueno, cada loco con su tema, no? 

Lo bueno de estas vistas no es la gran variedad de atletas y populares que hay, si no el solo hecho de que Jack está sin camiseta corriendo

por el campo. Se ve tan bien desde aquí. Es como ver un modelo de Calvin Klein. 

"Solo que él no va en calzoncillos, pena." pienso con una leve sonrisa ladeada
"¡Emma!"grita mi mente en signo de reproche
No me extraña nada que todo el campo femenino suspire por él, tiene buen cuerpo y eso hay que admitirlo. Sin darme cuenta suspiro.
Cuando me doy cuenta ya es tarde. Me resbalé de mi apoyo y me di contra el cristal de la ventana. Dolor en toda la frente, eso es en lo único que puedo pensar ahora.

Levanto un poco mi mirada y para mi suerte, nadie de la clase se dio cuenta. Pero él sí. En el momento en que vuelvo a mirar la ventana, noto como me saluda. Abro los ojos como platos y me agacho automáticamente.
"Mierda, ¿Y si me vio darme contra la ventana? ¿Y si me a visto contemplándole? Qué vergüenza." Murmuro para mis adentros
Me vuelvo a levantar despacio. Miro hacia todos lados, pero no encuentro a nadie. Se habían ido.
 "Uff, pensé que me iba a dar algo. Espera, hoy es el segundo viernes del mes, segunda hora... ¡Oh no! Eso significaba compartir clase con los del equipo de fútbol. O sea que Jack estará en la misma clase que yo. Mierda, mierda y más mierda. " pienso dandome una bofetada mentalmente

Casi tengo la misma edad que Jack, lo salvan unos meses.
Me intento esconder en cuanto entra en clase, pero es demasiado tarde. Ya está caminando hacia mí, con esa sonrisa amplia y radiante. Cuando se sienta a mi lado, intento no parecer nerviosa.
Por ahora va

bien, pero mis manos en apenas segundos empiezan a temblar como la su fuesen gelatina. 

"¿Por qué tengo tantos nervios? " pienso intentando recordar 

De pronto olvido qué me tiene tan nerviosa, a la vez que siento sudor en mi cuello. ¿Qué me está...?
-¿Me estabas mirando desde la ventana, Emma? -me saca de mis pensamientos su voz, interrogándome.-
-Creo que te confundes, yo acabo de llegar hace cinco minutos. -miento apartando a vista, eso me acaba de delatar. Mierda.-
-¿Segura? -me pregunta. Vuelvo mi vista hacia él, y lo veo con una sonrisa en su rostro.-
-¿De qué? -hago como si en realidad no supiera sobre qué está hablando, mientras oculto mis temblorosas manos bajo la mesa.-
-De que no me estabas mirando por la ventana.-
-Segura -admito, fingiendo estar concentrada en el pizarra, aunque está en blanco.-
 De pronto lo siento muy cerca mío. Mi corazón da un vuelco, y comienzo a temblar más.

-Pensaba que había sido una chica, como tú, alta, con camisa, ojos verdes y pelo castaño, pero me habré confundido. -confiesa en mi oído, para después alejarse sonriendo.-
Me quedo sin palabras.

La clase se me pasa lenta, me pongo nerviosa cada vez que recuerdo el cuerpo de Jack, me sonrojo y cada vez que lo hago, él se ríe por lo bajo.
Cuando por fin termina la hora, me siento aliviada. Recojo mis libros y me voy en dirección a mi taquilla, todo lo rápido que puedo. No quiero tener otra conversación embarazosa con Jack.
Al llegar, me encuentro con una foto mía y de Jack en la parte de atrás de la taquilla. Ambos tenemos la misma expresion: lengua fuera y los ojos mirando la nariz. 

Me hace sonreir al momento y olvidarme de la conversación tan embarazaso. Tambien, me recuerda que somos amigos. Sólo eso. Soy inmune a él. Sacudo la cabeza y la frase se me queda grabada en la cabeza. "Solo amigos, soy inmune a él."
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Capitulo 4 ¿Tropiezos casuales? 1

Las clases de la tarde han terminado, ahora, con paso tranquilo pero rapido a la vez me voy en dirección a mi taquilla. 
Llego y con un torpe movimiento de manos la abro.
"Sujetar toda una columna de libros en la otra mano no es muy recomendable, a caso que te guste vivir el momento y llevarte un gran golpe por parte de tus amados libros." pienso con la mirada en el interior de mi taquilla. 
Mientras que voy dejando los libros con gran maestria veo de reojo como los populares y algunos chico más van en dirección al campo para sus dos horas de entrenamiento matutino. "Y eso que tuvieron una hora por la mañana." pienso negando con la cabeza. 
Entre ellos están Jack y John. Los dos corpulentos del grupo, los demás son puros estreroides. "Gran idioted la suya."
Mientras que pasaban por el pasillo, entre sus habituales griterios por parte del campo femenino, tuve la gran suerte de que John me tapaba a mi amigo con su cuerpo. Hoy ha sido un día de muchas sensaciones nuevas, ya tengo el cerebro demasiado cansado y eso que estamos a comienzos de semana. Pero, por mucho cansancio que tenga no me he olvidado de la venganza de John. 
Me giron para dejar de lado todo ese griterio y sigo con mis cosas. Cuando termino me voy andando a casa.
Tardo unos 20 minutos en llegar. Cuando entro en casa oigo a mamá, la cual está en la cocina limpiando los platos. Me acerco hasta donde está ella, me paro unos segundos a observar su rostro.
Se nota que está cansada. Camino de nuevohacia ella. Me pongo a su lado y apoyo mi mano en su

brazo. Se gira y le sonrió. Veo como ella me devuelve la sonrisa.
- Hola hija.- me dice con tono cansado.-
- Hola mamá, puedes irte a descansar, sigo yo con esto.- le digo cogiendo por un extremo el plato. Ella se aleja y empiezo a limpiarlo.-
- No hace falta que lo laves todo, Emma.- me dice mamá intentando sacarme trabajo.-
- Tranquila, no puedo dejar las cosas a medio hacer.- le digo con una sonrisa. Me sonríe y se va.-
Después de un tiempo termino y me pongo a ver la televisión. No hay nada interesante así que me pongo una película. Me gustan las películas de humor. Me entretienen más que cualquier otra.
Pasa una hora hasta que oigo como unos nuevos pasos entran en casa. Me río por la escena, la protagonista acaba de caerse a un barnizal.
Me giro sobre el sofá cuando me tranquilizo y me encuentro con un John sudado y como no, cansado. Me mira e intenta sonreír, pero ya casi ni me da mirado.
Giro de nuevo sobre mi cuerpo y observo la televisión unos segundos más hasta que John interrumpe ese siléncio.
-Emma, me ha dicho Jack que quería hablar contigo.- dijo. Vuelvo a girarme sobre mi posición y le miro extrañada.- Me dijo que tú querías hablar con él sobre no se qué.-
Sonrió al acordarme de mi venganza contra John. "Te la tengo pendiente orangután" pienso al acordarme. Asiento y por cuarta vez en menos de 5 minutos me vuelvo a girar sobre el sofá.
- Iré cuando termine con la película.- le digo cuando él ya estaba subiendo las escaleras. No oigo respuesta.-
Después de media hora John baja

por las escaleras y se sienta a mi lado. Justo en ese momento la película termina y me levanto.
- Voy a donde Jack, ya llevo las llaves.- le digo casi en la puerta. No le oigo decir nada así que salgo y cierro la puerta tras mía.-
Doy unos cuantos pasos y llego a su casa. Cruzo el cuidado jardín delantero y trás dejar atras unos enanitos de arcilla con una sonrisa diabolica, toco la puerta. A los pocos segundos una mujer de unos treinta y pico años, me abre. Tiene el pelo rubio oscuro, aun que de vez en cuando tiene algún reflejo rubio, sus ojos verdes me miran con atención, pero su sonrisa se delata sola, está feliz de verme por aquí. 
 La madre de Jack siempre ha sido una mujer bella, simpática y muy amable. Cuando mis padres no estaban en casa ella me cuidaba, pero esas ocasiones pocas veces pasaban. La considero como una segunda madre.
- Hola Emma.- Le sonrió, ya que su sonrisa siempre se me contagia. ¿Cómo demonios lo hará?. Se hace a un lado para que pueda pasar y cierra la puerta.-
- ¿Sabe donde esta Jack?- le digo con tono serio.-
- Esta en su cuarto, puedes ir. Dentro de un poco os llevare algo para tomar.- me dice sonriente y se va hacia la cocina.-
Miro fugazmente la gran entrada que tiene está casa, igual a la nuestra, pero en está casa todo se ve más amplio, no se porque. 
Empiezo a subir las escaleras. Me agarro al pasamano, por miedo a caer de nuevo. Una vez me resbale por culpa de estas escaleras, me lleve una buena leche, por eso mismo evitó volver a tropezar con la misma piedra dos veces.
Sacudo la cabeza para sacar ese pensamiento.

Lo consigo. Llego a la segunda planta y al fondo, a la derecha se encuentra la habitación de Jack.
La puerta está cerrada, toco y en segundos oigo su voz desde dentro pidiendome que pase. Paso y me encuentro de lleno en la habitación azul oscuro, que casi parece negro, de Jack. Los recuerdos me invaden mi mente. Jack y yo pasamos mucho tiempo aquí igual que él en mi habitación. Siempre creamos nuevos recuerdos que adornan con entusiasmo nuestras pintorescas habitaciones.
Cierro la puerta al entrar, me encuentro con un Jack ampliamente sonriente, sentado en el borde de su cama azul oscuro, por supuesto. "Creo que el día que se vista de azul no lo encontrare en esta habitación." pienso. Me fijo en su pelo, el cual está medio mojado de la ducha, se ve muy guapo así...
- Hola.- le digo sonriente. Me mira y me señala una silla delante de su cama. Voy hacia ella y me siento quedándonos a pocos metros de distancia.- 
Sus ojos se vuelven a ver hermosos desde esta distancia, pero su cuerpo no está tan marcado, ya que lleva una camiseta floja. Mi mente se decepciona al no poder ver tal cosa.
Me he vuelto a quedar pasmada hacia él, ya que sin darme cuenta Jack me levanta el mentón con una mano, para que pueda mirarlo a los ojos. Me sonríe y sin notarlo yo hago lo mismo.
-Pensaba que con esta camiseta no se me iba a notar tanto.- me dice distrayéndome de sus ojos. Me aparto de su mano y me pongo tensa. Mi sonrisa se esfuma y lo miro seria.-
-¿Que querías decirme? Me dijo John que querías hablar conmigo.- cambio de conversación rápidamente. No pienso responderle

a eso. Es que no puedo, más bien. Si sabe que me encanta todo de él creerá que estoy enamorada de él y no quiero darle esa impresión.-
-Me habías dicho que pretendías vengarte de John. ¿No es así?- le miro y él a mí. Al ver que no respondo luego de unos minutos levanta una ceja y separa su mirada de la mía.- ¿Emma? ¿Estás bien?
Mis pensamientos me contradicen. No sé qué me pasa, me siento rara. Él me hace sentirme así, pero ¿Por qué?
Siempre hemos sido amigos. Nos hemos contado cosas, pasamos malos ratos juntos, nos apoyamos, pero no entiendo porque ahora soy incapaz de decirle algo o incluso de mirarlo. Despierto de mi trance cuando sus preguntas llegan a mi cabeza. 
- Emm...si, si. Es que estaba pensando en una venganza.- le digo. Aparto la mirada y me fijo en un cartel que tenía en la pared.-
- Entiendo...- se hace un silencio.-
Tengo que romperlo. Por mi cabeza se me pasa una alocada idea y le miro con una sonrisa malvada, él me mira sorprendido.
- Ya sé que hacer.- le digo.- Ven a casa a las 11:00, a esa hora John está dormido.-
- Vale, ¿pero no me vas a contar el plan?- una sonrisa malévola sale de mi boca y él pone morritos.-
- No, ya verás.- en ese momento la madre de Jack entra. Deja una bandeja con unas galletitas y unos refrescos en la mesa de estudio.-
- Jack, me voy a trabajar volveré tarde. No te acuestes tarde.- su madre le habla mientras deja todo en la mesa y se va hacia la puerta. Jack asiente y ella se va.-
- Bueno, ahora tenemos la casa para nosotros solos. ¿Quieres ver una película?- me dice después

de unos minutos de silencio. Yo le miro seria mientras que de su boca sale una sonrisa.-
- Claro, por que no.- me levanto y lo ayudo a bajar las cosas que su madre trajo en su momento.-
Intento no caerme por las escaleras. Me dan un poco de pánico, estas escaleras son traicioneras. 
Cuando llegamos al salón lo dejamos todo en la mesita de madera que hay delante del sofá blanco. Me siento en el sofá mientras que Jack mira qué película ver. Debe de tener bastantes ya que tarda un buen rato.
Cuando por fin Jack se levanta yo miro hacia abajo, lo veo por el rabillo del ojo. Me mira extrañado, pero con una sonrisa picara en la boca. Se sienta a mi lado y enciende la televisión. Empieza la película. Me dejo caer hacia atrás en el sofá, dejando mi espalda apoyada en el. De momento es de misterio, está bien. La escena cambia y aparece una escena triste. Nunca he dejado que nadie me viese llorar.
Noto como un brazo de Jack pasa por detrás de mí, no está apoyado en mis hombros si no en el sofá, le miro de reojo y veo que esta serio. Vuelvo la mirada a la película, la escena empeora, de esta vez una lágrima corre por mi mejilla, la noto. 
Me siento triste, vuelvo a mirar de reojo a Jack y veo que tiene el ceño fruncido, "¿Intentara no llorar?" pienso, ya que nunca lo he visto llorar, "¿Debería abrazarlo?" pienso, "¿Y si siente incomodo dándome un abrazo?" vuelvo a pensar, pero aun así me apoyo en su pecho. Noto como me mira, en segundos su brazo baja hasta que su mano toca mi barriga. Es tan cariñoso. Me acomodo. Dejo una de mis manos apoyadas en su pecho, cerca de su corazón. Noto como sus latidos aceleran, sigo viendo la película y veo que es una escena de acción. Sera por eso que su corazón va rápido.
No me despego de él hasta que termina la película, me gusta tenerlo cerca, aun que no lo parezca.
La pantalla queda en negro y nos quedamos un poco juntos hasta que Jack se levanta para poner la película en su sitio. Ahora siento un frío por mi cuerpo, miro la ventana que tiene en el salón y veo que es de noche. Miro el reloj y ya son las 11:23. Sigo mirando la ventana hasta que Jack me despierta.
- Estuvo bien la película.- le miro y veo como tiene una mano tras el cuello. Mira sonriente a otro lado. Me vuelve luego de unos segundos a mirar.- ¿Tienes frío?- Su respuesta me sorprende. Me miro y veo que tengo los brazos apretados contra mi pecho. Levanto mi mirada y observo como rápidamente cambia su mirada a mis ojos. ¿Por qué ese repentino cambio?-
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Emma en multimedia.



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Capitulo 5 ¿Tropiezos casuales? 2

- Si, un poco si.- digo sin pensar.-
 Jack me mira y se acerca a mí rápidamente. Casi ni lo he visto. Se arrodilla delante de mí y susurra algo que no logro descifrar, aun asi, al estar tan cerca mía puedo sentir su respiración en mi cuello. Eso hace que me sonroje levemente, por suerte él no lo nota.
- Espera aquí, voy a por una chaqueta.- se levanta del suelo y sube igual de rápido por las escaleras.-
 Mis mejillas van volviendo a la normalidad con el paso de los segundos, pero aun así estar tan cerca de él hace que un escalofrio pase por toda mi anatomia, un escalofrio casi mortal. Cuando baja lo veo con una chaqueta y me la entrega cuando llega hasta mi posición.

- Gracias.- la cojo y le sonrió levemente. Me la pongo.-
 Como me suponía era azul, pero no oscura, si no un azul más claro, es calentita, su tacto es tan suave. Huele a Jack, a su fragancia. Siempre se echa medio litro de colonia en la ropa, pero eso nunca me ha importado, al contrario su aroma es dulce y te dan ganas de comerle a besos. Con esta chaqueta siento como si me estuviese dando un abrazo. Me queda un poco grande, pero me da igual.
- Creo que ya son las 11. ¿Quieres ir o lo dejamos para otro día?- me dice mientras me mira como me pongo la chaqueta.-
 Su mirada hace que mi cuerpo se quede sin respiración. Ver esos ojos te dejan sin aliento, hipnotizada. "Emma cálmate, vamos, es Jack." me repito, pero no doy apartado los ojos de su mirada. "Emma tu misma dijiste que solo era tu amigo, ¿Lo recuerdas?" me dice esa voz en mi cabeza. Por desgracia

tiene razón así que aparto la mirada de él.
- No, quiero que se entere. Vamos.- le digo.-
Me levanto y voy hacia él. Me detengo delante de suyo y miro su amplia sonrisa. Eso hace que en mi boca aparezca una.
 Él siempre ha sido feliz, siempre ha tenido una sonrisa en la boca. Es un chico muy risueño.
 Voy detrás de él hacia la puerta cuando dejo de pensar.
....
 Cuando llegamos a casa cierro la puerta con cuidado. Vamos a la cocina con sumo cuidado para no despertar a nadie, en especial a John.
Mientras que Jack coge la mantequilla, yo voy hacia un estante donde hay una cuerda. No alcanzo el estante por lo que intento saltar, pero Jack me coje por sorpresa y me acaba levantando.
 Al principio me estremezco un poco, pero logro mantener el equilibrio y coger lo que estaba buscando. Me deja en el suelo y le sonrió como forma de agradecimiento. Creo que me he sonrojado ya que noto mis mejillas arder, lo bueno es que está un poco a oscuras y no me ve bien. Antes de subir busco en unas viejas cajas amontonadas en una esquina de la cocina, una peluca rosa. La use una vez para una obra de teatro.
La encuentro y acto seguido subimos con cuidado hasta mi habitación, cogemos mi pinta labios y un pinta uñas. Se los doy a Jack y me mira confuso.
- Tranquilo, va a quedar bien guapo.- le sonrió y él hace lo mismo. Nos movemos con cuidado, abrimos la puerta de la habitación de John y lo encontramos durmiendo en ropa interior. Me tapo los ojos y vuelvo a cerrar la puerta. De esta vez sí que me ha visto sonrojarme ya que necesitábamos luz para

subir las escaleras.- No pienso entrar ahí.- le digo a Jack aun con los ojos tapados, oigo como se ríe y destapo mis ojos.-
- Ja ja ja, por lo menos tiene algo puesto.- me dice susurrándome, me sonrojo más y vuelvo a taparme los ojos.-
- ¿Por qué no podéis dormir con ropa?- le digo sin mirarlo.-
- Eso es difícil de explicar.- me dice serio. Aparto mi mano de los ojos otra vez y le miro con el ceño fruncido.- Tranquila, si quieres voy yo y me esperas aquí.- esa idea era tentadora, pero no quería que John le hiciese algo si se despertase.-
- No, voy contigo. No voy a dejarte solo ante el peligro.- le digo con una sonrisa.-
- ¿Segura? Estaré bien.- me asegura. Niego con la cabeza. Doy un paso hacia él y me tropiezo con mi propio pie. Jack me coge, pero las cosas que tenía en la mano se le caen. Hacen ruido, pero no logran despiertar a John.
- Mierda, ¿porque siempre soy tan torpe en el peor momento?- le digo. Tengo el cuerpo de Jack muy cerca mío. Intento mirarlo a los ojos, pero aun tengo los pies cruzados para ponerme bien.-
- Ja ja ja, no te eches la culpa. Tu hermano siempre duerme profundo, no se despertara.- me susurra en el oído, un escalofrio vuelve a recorrerme el cuerpo. Intento ponerme recta, Jack me ayuda sujetandome por la cintura. Pongo mis manos en su pecho para apoyarme, me sonrojo al tocarlo. Es como si una electricidad pasase de mi cuerpo al suyo cuando lo toco. Me suelta y me mira. Cuando estoy recta lo miro, tiene una sonrisa divertida en su cara.- Ya puedes soltarme, Emma.- me dice. Me extraño y me miro las manos.

Aun las tengo en su pecho, me aparto rápidamente. Mis mejillas arden y para que no lo note me agacho a coger las cosas. Jack también se agacha.-
Dispuesta a coger el pinta uñas, Jack también lo hace y nuestras manos se tocan. Su mano es suave, grande, pero delicada. Aparto rápido mi mano y cojo el pinta uñas. Me levanto y le miro, esta serio. Frunzo el ceño ante su cambio repentino. No le doy importancia y me giro hacia la habitación de John. 

Entramos y cerramos la puerta para que no le moleste la luz del pasillo al oranguntán dormido.

Intento no cerrar los ojos, ya que esta imagen me da entre miedo y asco. Me acerco a mi hermano y empiezo a pintarle los labios y las uñas, mientras Jack le ata los pies y se los llena de mantequilla. 

Por último le pongo la peluca rosa. Parece una princesa. Nos echamos hacia atrás para mirar nuestra obra de arte. Una sonrisa sale de mi boca. Miro a Jack que esta sacándole una foto y en ese momento vemos como John se mueve. Nos agachamos automáticamente. 

Miro a Jack y le señalo la puerta. Él asiente y me sigue a gatas por el suelo. Cuando llegamos al pasillo me apoyo en la pared mientras que Jack cierra la puerta de la habitación. Se pone a mi lado cuando termina.

- A estado bien.- le digo cansada.-
- Si.- me mira y me sonríe. Yo le devuelvo el gesto.-
- Tenemos que volverlo a hacer.- me dice un poco más cerca mía. Siento otra vez su respiración en mi cuello. Me giro y lo veo casi con las mejillas rojas al igual que un tomate.-
- Emm...si- le digo rápidamente mientras que aparto mi mirada de la suya.-
- Es divertido hacer rabiar a John.- me dice después de unos segundos.-
 Mi mirada se mueve y se detiene en las escaleras. Jack se levanta del suelo y me extiende la mano para levantarme. 

Agarro su mano y me levanta con fuerza, vuelvo a caer en su pecho " Dios que torpe estoy hoy" pienso rápido girando los ojos velozmente.

Me mira y para mi sorpresa suelta mi mano para poder abrazarme. Sus manos acaban posadas en el final de mi espalda, "Me está abrazando" pienso sorprendida. Parpadeo varias veces para saber si lo que esta pasando es cierto y por lo que veo es verdad, no es ningún sueño.
 Esta sensación me gusta. Me acomodo acercándome más a él. Su cabeza descansa encima de la mía, mis ojos se cierran y una sonrisa sale de mi boca. No quiero separme de él y menos dejar de sentir esta sensación.

Después de estar un poco abrazados me separo y le planto un beso en la mejilla. No sé porque lo hice, pero siento la necesidad de agradecerle por no dejarme caer antes. 

Me mira y yo a él. Sus ojos son tan hermosos que me entran ganas de acercarme más para verlos mejor, pero no lo hago. 

A los pocos segundos una sonrisa se asoma por su boca y me sonrojo de nuevo. Me vuelvo a abrazar a él con el fin de que no me vea sonrojarme. Unos segundos después me duermo en sus abrazos y no me entero de nada más...
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Capitulo 6 Pensamientos contradictorios 1

Narra Jack:
Cuando llego de entrenar me doy una ducha rapida para luego esperar a Emma. Le dije a John que quería hablar con ella, por el tema de la broma que queria hacerle a su hermano.
 Ahora que me pongo a pensarlo, hoy estuvo un poco rara, puede que sean por los examenes, no estoy seguro. Pero eso si, su mirada me ponía nervioso.

Nunca pensé que ella me pudiese poner nervioso, ya que te acabas acostumbrando al hecho de que seas el centro de atención, pero ella es diferente y no puedo compararlo. Por eso quiero que este conmigo y con los populares. Pero ella siempre se niega. 

Me acuerdo la primera vez que se lo dije, casi me mata. Me amenazo con dejarme sin herencia, pero a mí no me intimida. Ya son muchos años con esa cosita loca a mi lado. Oyendo sus disparates y sus amenazas inofensivas. Nunca cambiara, "Aun que me gusta como es..."
 "Vaya Jack, no pensaba que te gustase alguien" dice mi conciencia.
 "Si. Ella es diferente." Le digo. No responde.

Salgo de mis pensamientos cuando oigo a mi madre hablar con alguien. Me supongo que será ella.
Voy hacia mi armario en busca de una camiseta, no quiero que me encuentre así, sin nada. Escojo la primera que encuentro. Me siento en el borde de la cama, el asiento más cerca que tengo.
Tocan a mi puerta y decido que pase. Sonrió al ver su perfecta figura asomarse por esa puerta. 

-Hola.- dice con una sonrisa.-
 Le señalo una silla para que se siente. Se mueve rápido hasta quedar delante mia.

Sus ojos están distraídos. Voy en su

dirección y veo que se ha vuelto a quedar embobada con mi anatomia. Me siento un poco nervioso, pero al mismo tiempo feliz. Por que, por lo menos sé que mi trabajo entrenándome por fin a dado sus frutos. 

Le cojo el mentón y la obligo a mirarme. Sus ojos verdes son hermosos, no puedo dejar de mirarlos. Sonrío con más amplitud inconscientemente y ella reacciona igual.
- Pensaba que con esta camiseta no se me iban a notar tanto.- le digo, veo como se sorprende y se aleja de mi agarre.-
- ¿Que querías decirme? Me dijo John que querías hablar conmigo.- me cambia de conversación. También admito que la presiono un poco, pero quiero saber qué piensa de mi. Sé que suena algo estupido, pero su opinión me importa.-
- Me habías dicho que pretendidas vengarte de John. ¿No es así?- le miro, ella hace lo mismo. No dice nada, ¿que le pasara?, me está preocupando.- ¿Emma? ¿Estás bien?
- Emm...si, si. Es que estaba pensando en una venganza.- me dice rápidamente. Aparta la mirada y se fija en un cartel que tengo.-
- Entiendo...- se hace un silencio incomodo. Tengo que romperlo, pero no sé como.-
- Ya sé que hacer.- me dice pillándome desprevenido.- Ven a casa a las 11:00, a esa hora John está dormido.
- Vale. ¿No me vas a contar el plan?- una sonrisa malvada sale de su boca y pongo morritos. Odio que se haga la dura conmigo.-
- No, ya verás.- en ese momento mi madre entra con una bandeja llena de galletitas y unos refrescos.-
- Jack, me voy a trabajar volveré tarde. No te acuestes tarde.- me habla mientras lo deja todo en

la mesa. Cuando termina se va hacia la puerta. Asiento y ella se va.-
- Bueno, ahora tenemos la casa para nosotros solos. ¿Quieres ver una película?- le digo. Quiero pasar un poco más de tiempo con ella. Me mira seria. Vuelvo a sonreir para ver si reacciona.-
- Claro, por que no.- se levanta y me ayuda a llevar la cosas a abajo.-
La sigo escaleras abajo, espero que de esta vez no se caiga por las escaleras, aquel día me hizo gracia su caída.

Me acuerdo de ello como se fuese ayer. 

Teníamos unos diez años, bueno yo tenía uno más que ella. Ese día se había quedado en casa con nosotros porque su madre tenía que ir a por unas cosas. 

No estaba John, porque había ido al cumpleaños de Jake. Un compañero de entrenamiento, amigo de John y popular. Un mujeriego que todo le resbala, menos lo que le interesa.
 Bueno, eso es otra historia. Lo que estaba diciendo, ella estaba bajando por las escaleras rapidamente mientras que yo la perseguia por el pasillo. 

En el último momento ella se tropezó con su propio pie y se cayó de morros contra el suelo. Sentía dolor en ese momento.... Esto que quede entre nosotros, la verdad es que verla en el suelo hizo que una lágrima saliese de mis ojos. No me gustaba verla lastimada. 

Para disimular mi dolor me reí un poco para que no le pareciese raro. Por eso ahora tengo una sensación rara cada vez que baja estas escaleras. ¿Sera que la protejo mucho? No creo.

Cuando llegamos al salón lo dejamos todo en la mesita. Mientras que ella se sienta, yo intento buscar

una película. Aquí solo hay telenovelas, las de mi madre.
Al final encuentro en una esquina. Una película de misterio, la pongo y me levanto. Veo como Emma mira hacia abajo, una sonrisa sale de mi boca. Se ve tan bien con esa carita de niña buena. 

Me siento a su lado y enciendo la televisión. La película trascurre bien, pongo un brazo encima del respaldo del sofá, detrás de ella. No quiero que se sienta incomoda, si lo apoyo en sus hombros de repente.
A las pocas escenas aparece una escena llena de tristeza. Me pongo serio, no quiero llorar. La miro de reojo y veo que llora, me gustaría abrazarla. Tengo ese instinto de protección, pero no es el mismo afecto que siente un hermano por su hermana, esto es distinto.

Dejo de mirarla y frunzo el ceño. A los pocos minutos noto como su cuerpo se acomoda en mi pecho. La miro y automáticamente mi mano viaja hasta llegar a su estomago. Mi corazón empieza a latir rápido ante su repentino movimiento. Nunca pensé en la posibilidad de que ella fuese así de cariñosa conmigo, pero veo que si había una posibilidad.

La película termina y nos quedamos unos minutos juntos hasta que me levanto a dejar la película en su sitio. No quería levantarme, porque ahora siento un poco de frío. Se siente bien cuando alguien te abraza.
Cuando termino me giro y observo como Emma se abraza a si misma, tiene frío.
- Estuvo bien la película.- le digo y me mira. Pongo una de mis manos en el cuello, me siento incomodo cuando me mira de esa manera tan dulce. Miro a otro lado con una sonrisa.- ¿Tienes frío?- le pregunto por fin, veo como se sorprende. Se mira los brazos y yo hago lo mismo. Me vuelve a mirar y yo a ella. No quiero que piense que le estuve mirando el escote.-
- Si, un poco si.- me dice. Me muevo hacia a ella con la intención de abrazarla, pero me paro en el camino. Me arrodillo y la miro.-

- Espera aquí, voy a por una chaqueta.- le susurro cerca de su oido. Me levanto y voy a por la chaqueta. Cuando la tengo bajo rápido y se la doy.-

- Gracias.- me dice. Me quedo mirando como mi chaqueta entra en su cuerpo. Le queda grande, pero me gusta como le queda...se ve hermosa.-
- Creo que ya son las 11. ¿Quieres ir o lo dejamos para otro día?- le digo mientras se pone la chaqueta.-
- No, quiero que se entere. Vamos.- me dice, se levanta decidida. Se detiene delante mía. Por mi cabeza vuelve la idea de abrazarla, pero no sé si es buena idea, así que le sonrió sin más. Me muevo rápido y ella me sigue hasta la puerta.-
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Capitulo 7 Pensamientos contradictorios 2

Narra Jack:
Cuando llegamos a su casa, nos encontramos con un silencio terrible. No soy un gran fan del silencio. Siempre intento no quedarme mucho tiempo en silencio. Eso fue culpa de una película de terror que vi cuando era más pequeño y adivinen la culpable de ello. Fue mi querida niña loca, Emma. 

Siempre le han gustado las películas de miedo. Yo en esos casos intentaba no parecer muy asustado o también me ponía a escuchar música disimuladamente mientras que me dormía en el asiento del cine. Por eso Emma, me considera una marmota, porque cada vez que vamos al cine y vemos una película de miedo me acaba descubriendo. Siempre me hago el dormido o me quedo dormido. Cosas peculiares, pero ciertas.
Nos dirigimos a la cocina. Mientras que yo cojo la mantequilla Emma intenta coger una cuerda que está en un estante bastante alto para ella. No le alcanza por lo que la cojo por la cintura para elevarla. 

Al principio se estremece, pero mantiene el equilibrio y logra coger la cuerda. La dejo de nuevo en el suelo. 

Se mueve con cautela hasta llegar a unas cajas. De repente, saca una peluca rosa. No es muy llamativa, aun así, tiene un tono de rosa muy fuerte para mi gusto. 

Subimos por las escaleras con cuidado hasta llegar a su habitación. Cuando llegamos, ella coge su pinta labios y un pinta uñas. Me los da y me quedo mirándolos con confunsión. 

- Tranquilo, va a quedar bien guapo.- me sonríe y yo hago lo mismo. Nos movemos con cuidado por el pasillo para no despertar a nadie. Abrimos la puerta de la habitación

de John. Esta durmiendo en ropa interior. Lo normal en un chico. Veo que ella se tapa los ojos y vuelve a cerrar la puerta. Se sonroja y me entra la risa.- No pienso entrar ahí.- me dice aun con los ojos tapados. Me rio un poco más fuerte y eso causa que ella destape sus ojos.-
- Ja ja ja, por lo menos tiene algo puesto.- le digo susurrándole. Se sonroja aun más y vuelve a taparse los ojos.-
- ¿Por qué no podéis dormir con ropa?- me dice sin mirarme. Me sorprende su pregunta. No pienso decirle lo que pienso ya que si no, se asustaría.-
- Eso es difícil de explicar.- le digo serio. No se me ocurre nada más. Aparta la mano de los ojos y me mira con el ceño fruncido.- Tranquila, si quieres voy yo y me esperas aquí.-
- No, voy contigo. No voy a dejarte solo ante el peligro.-me dice con una sonrisa. Es raro que se preocupe por mí, pero se siente bien.-
- ¿Segura? Estaré bien.- le aseguro. Niega con la cabeza. Da un paso hacia mí, pero tropieza con su propio pie y se cae. Tiro las cosas que tengo en las manos para poder cogerla. La consigo coger a tiempo. Mis manos tocan su delicada cintura y me aferro más a su cuerpo.-
- Mierda, ¿porque siempre soy tan torpe en el peor momento?- me dice. Intenta mirarme, pero no lo logra, tiene los pies cruzados.-
- Ja ja ja, no te eches la culpa. Tu hermano siempre duerme profundo, no se despertara.-le aseguro susurrándole en el oído. Noto como se sonroja. Me sonrojo yo también, es dificil verme sonrojado, pero ella consigue siempre que las pequeñas cosas se hagan grandes. La aprecio mucho. Ella vuelve a intentar ponerse

recta. Sus manos se apoyan en mi pecho. Esa sensación vuelve a cruzarme el cuerpo. Me encanta. La miro con una sonrisa y se sonroja más. Al final logra ponerse de pie.- Ya puedes soltarme Emma.- le digo. Ella se mira. Se separa rápido y deja frío mi pecho, donde unos momentos antes estaban sus manos.-
 Se agacha a por las cosas. Hago el mismo movimiento. Voy a coger el pinta uñas y mi mano toca la suya. Siento la necesidad de atraparle la mano, pero la aparta rápido. Me pongo de pie con el semblante serio. 

¿Esta nerviosa? ¿Hice algo mal? No lo sé. 

Cuando teminamos entramos en la habitación con cuidado. Cierro un poco la puerta para que la luz del pasillo no despierte a John.

Empezamos con la venganza. Yo le ato los pies y se los lleno de mantequilla. Mientras que ella se dedica a dejarlo bien guapo. 

Cuando terminamos los dos nos alejamos. Una sonrisa sale de nuestras bocas. "Parece una princesa. Tengo que sacarle una foto." pienso riéndome mientras que hago la foto.

En segundos John se mueve hacia un lado y automáticamente nos agachamos. Emma me señala la puerta y asiento, vamos a gatas, yo detrás de ella. "Tiene buen culo" pienso, eso me sorprende hasta a mí mismo, pero es la verdad. 

Cuando llegamos al pasillo cierro la puerta de la habitación y me pongo al lado de ella. Apoyado en la pared.
 - A estado bien.- me dice. La noto cansada, yo también lo estoy.-
- Si.- le miro y sonrió. Ella hace lo mismo.-
- Tenemos que volver a hacerlo.- le digo acercándome a

ella en busca de un poco de compañía, ya que el pasillo está un poco a oscuras.-
 Me mira un poco sorprendida, pero aun así me acerco más para no ver el pasillo tan a oscuras. Otra de las cosas que Emma me dejo con mal sabor de boca por haber visto esas condenadas películas. Me detengo justo cuando tengo su cuello delante de mí y eso hace que una sonrisa salga de mi boca. Ella se sonroja y deja de mirarme para volver su mirada a las escaleras.
- Emm...si.- sus mejillas se ven tan lindas sonrojadas. Parece un pastel de navidad el cual solo quieres comertelo a besos.-

- Es divertido hacer rabiar a John.-le digo mientras que me levanto.-
 Extiendo una mano para ayudarla a levantarse. No cuento con que no hace fuerza y acaba otra vez en mis brazos. "Dios como me encanta esta sensación, creo que me estoy haciendo adicto a ella." pienso. 

Suelto su mano de mi agarre y mis brazos la abrazan por la cintura. Ella se acomoda y se junta más a mí. Nunca la había abrazado tantas veces en un mismo día. Seguramente, porque ella no es muy cariñosa siempre. Apoyo mi cabeza en la suya y veo de reojo como sonríe y cierra sus ojos poco a poco.
Después de estar un poco abrazados ella se separa y me planta un beso en la mejilla. La miro sorprendido, pero satisfecho. Me mira y me quedo sin palabras. 

Se sonroja y me vuelve a abrazar para ocultar su cara en mi cuerpo. Unos segundos después se duerme en mis abrazos. AL notarlo la cojo en brazos y la llevo a su habitación.
La tumbo en su cama. Observo con detención donde puedse haber una manta para que no tenga frío, me fijo en el sofá cercano a su baño.
 Me muevo rápido y trás cogerla se la pongo por encima. Se ve tan bien dormida. Me gustaría quedarme toda la noche con ella abrazándola, pero sé que mañana se daría un buen susto. Así que decido irme.
 Antes de abrir la puerta le doy un beso en la frente. Ella se mueve y sonríe con los ojos un poco abiertos. Noto como sus labios se mueve diciendo "Quédate". Me quedo sorprendido pero feliz. Así que, me tumbo en el sofá que tiene en la habitación y me duermo a los pocos minutos.
....

Mi mente se despierta a las pocas horas. 

Hace frío, pero ella sigue durmiendo. Está un poco destapada. 

Me levanto como puedo y la tapo de nuevo. Mis dedos tocan su delicada piel y eso hace que un gran calor me invada el cuerpo. 

 La miro y aun tiene una sonrisa en la cara. Eso hace que salga una de mi boca. Puede que al final esa sensación que siento hacia ella sea real. Nunca me había enamorado de alguien. Aun que, hay una primera vez para todo. 

La necesidad de volver a sentir su cuerpo cerca del mío aumenta, pero en vez de eso mis labios se mueven rápido y susurran "Te quiero pequeña." Acto seguido planto un dulce beso en su frente. Me cuesta separarme de ella, pero tengo que hacerlo. Lo hago despacio, saboreando ese beso y su cálida piel. Me vuelvo hacia el sofá con una amplia sonrisa. 

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Capitulo 8 Un espía en casa, ¿Desde cuando?

Narra Emma:
Es sábado por la mañana y mis ojos se abren cuando un sonido fuerte suena en toda mi habitación. Frunzo el ceño y me giro en dirección a ese sonido.
"¡¡Es Jack!! ¿Qué hace en mi sofá?" pienso, me sorprende verlo allí. 
Su rostro... mejor dicho su perfecto rostro. Está apoyado en sus brazos...en sus fuertes brazos y su cuerpo...bueno, ya os imaginareis lo que diré de su cuerpo, se aferra a sí mismo.
"Debe de tener frío, ¿Por qué no habrá cogido la manta que deje ahí?" pienso. En ese momento tiro de lo que me parece a mí que son las mantas de mi cama, pero en realidad es la manta que había en el sofá. La miro y después a Jack. Una sonrisa sale de mi boca y acto seguido susurro un "Gracias".
En ese momento Jack se mueve. Yo también me muevo, hasta quedarme sentada en la cama. Espero con impaciencia a que se despierte. Observo como los ojos de Jack están sellados por el sueño, es adorable cuando está dormido, se le nota más tranquilo que de costumbre.
Jack siempre ha tenido sueño profundo, pero algunas veces con una sola palabra lo puedes despertar, probado científicamente. 
Me acuerdo de una situación que había pasado cuando éramos pequeños. Me había quedado en casa de Jack a dormir. Ese día, fue cuando me caí escaleras abajo, otra historia. 
Bueno, la cuestión es que me quede a dormir en su casa. Jack dormía en su cama y yo en la habitación de invitados. Como casi siempre la usaba yo era de color rosa, pero no hace mucho la cambiaron a un morado más oscuro. Ahora por fin puedo admitir

que odiaba ese color.
Recuerdo que esa noche no podía dormir, había tomado mucho azúcar y tenía el sueño ligero, por lo que se me ocurrió ir a despertar a Jack. Y así lo hice, me levante y me fui a su habitación. Pero lo malo del asunto es que en cuanto abrí la puerta me tropecé contra algo y me hice daño por segunda vez en el día.
Jack se despertó en penas segundos. Le mire rápido y él me miro a mi. Todo estaba a oscuras, pero aun así podía ver sus hermosos ojos cristalinos mirándome. En ese momento creo que me había sonrojado, ya que notaba mis mejillas arder. Para que no me viese salí corriendo de la habitación todo lo rápido que me dejaba mi pie herido. 
Volví a mi cama y me dormí en cuanto toque la almohada, puede que solo necesitase saber si Jack estaba ahí para dormirme. 
Frunzo el ceño ante esa revelación, seguramente pudo ser por eso que no dormí aquella noche y no por el azúcar. No sé, hace demasiado tiempo de aquello y éramos pequeños, pudo ser cualquier cosa.
Un pequeño movimiento de Jack hace que mire en su dirección y con los ojos puestos en él miro como se despierta lentamente. Me mira mientras que parpadea varias veces, sonrío ante su despertar. Me sonríe de vuelta. Se levanta dejando su cuerpo sentado en el sofá mientras que con una de sus manos coloca algo su cabello alborotado.
- ¿Por qué has dormido en el sofá?- le digo intrigada.- Si sabes que tenemos una habitación de invitados justo al lado de mi habitación.- le miro divertida. Deja de colocarse el cabello y me mira con sorpresa. Me hace gracia

su expresión.-
- ¿Enserio?- me dice. Me río y él se vuelve a tumbarse en el sofá exhausto.- ¿Desde cuándo lleva esa habitación ahí?
- Hace años.- le digo con una sonrisa en la boca.-
- Creo que vas a tener que darme un plano de tu casa, para saber donde esta cada cosa.- me dice. Se gira sobre sí mismo y me mira sonriente.-
- Creo que tengo uno por ahí.- le digo pensativa. Me levanto de mi cama y voy en dirección a una estantería cercana al sofá.-
- ¡¿Enserio?! Lo decía de coña, he.- me dice sorprendido. Me río por el camino. Cuando llego, cojo la caja más alta del primer estante. Es rosa. Tiene muchos corazones de colores dibujados en los lados de la caja. Me muevo hasta el sofá y Jack se sienta para dejarme sitio a su lado.- ¿Qué es?
- Por si no te has dado cuenta es una caja.- le digo medio seria, pero no resulta ya que tengo una sonrisa en la cara.- Es una caja de cuando era pequeña.
-¿Y que tiene?- me dice intrigado intentando abrir la caja, pero la aparto un poco para que no pueda cogerla.-
- No me acuerdo, pero creo que dibujos.- le digo abriendo la caja. Me encuentro con un montón de dibujos hechos por una niña pequeña y una libreta rosa.-
- ¿Qué es esto?- me dice Jack cogiendo la libreta. No respondo ya que yo sigo buscando ese plano. Jack el candado y empieza a leer cualquier página, en voz alta.- Yo, la princesa fresita por la presente declaro a ser osito amoroso mi caballero...- Jack sigue leyendo y riendo a la vez. Al principio no le hago caso, pero en un momento me acuerdo de la siguiente página.-...7

de mayo, hoy he estado con Carolina y Lois. Hemos pasado toda la tarde en el parque. Mamá trajo un pastel de chocolate. Era enorme, pero sin querer me tropecé y me caí encima de él...- me gire rápidamente y le saque la libreta a Jack de las manos. Ríe ante mi caída. Noto mi cara roja de vergüenza. Le doy un codazo en su barriga y deja de reír al momento.- Ai...
- Te está bien, por estar leyendo cosas que no son tuyas.- digo enfadada. Él sigue riéndose por lo bajo.-
- Dime una cosa, ¿Por qué te caíste encima de la tarta? ¿Y quienes con Carolina y Lois?- me dice serio.-
- Eran mis amigos de la infancia. Eran hijos de algunos amigos de mi papá...- me quedo callada sin darme cuenta. Sigo luego de unos segundos.-...después de que papá se fuese no volví a hablar más con ellos.- comento por fin.-
Jack me mira con los ojos llenos de preocupación. Su sonrisa a desaparecido. 
Me giro hacia él y le miro. Sus labios forman una línea. En seguida, al notar mi reacción pasa uno de sus brazos por mis hombros y me atrae hacia él. Al principio me quedo quieta, pero a los segundos lo abrazo con fuerza. No quiero que me vea llorar. Las saladas lagrimas correr por mis mejillas hasta acabar en la camiseta de Jack. Cierro los ojos con fuerza y me aferro más a él, sin dejar de sentir como todo en mi cabeza se vuelve un laberinto lleno de puertas sin cerraduras, no puedo salir de esta melancolía. Nunca pude.
Jack sabe toda la historia sobre mi padre, el gran afecto que le tenía y como sigo echándolo de menos. No debería sentirme triste, ya que Jack siempre ha estado

ahí para protegerme y para impedir que me derrumbe, pero nunca logro entender porque lo hace.
- Lo-Lo siento, no debí de leer la libreta.- me dice. Abro los ojos ante su respuesta, me aparto de su lado y con un lado de la chaqueta limpio mis lágrimas. Miro mis manos intentando distraerme y no pensar en todo ese sufrimiento.-
- Lo de la tarta fue porque mamá la había dejado en el suelo y yo iba corriendo hacia ella. Me tropecé con una piedra y me caí encima de ella.- le digo. Una sonrisa sale de mi boca al recordar cómo estaba en ese momento. Noto como Jack me sonríe.-
- Entonces es normal que te llamases princesa fresita.- me dice. Le miro extrañada.-
- Lo de princesa fresita fue cuando tenía 5 años, tonto.- le digo ampliando mi sonrisa. Le golpeo levemente, Jack hace que se cae al sofá por mi golpe. Sinceramente no tengo mucha fuerza. Pero él me trataba como si fuera más fuerte que él. Sabe hacer sentir bien a una chica, la verdad.-
- Bueno y dime ¿Que estas buscando a todo esto?- me dice volviendo a su sitio.-
- Tu mapa de mi casa. Había hecho uno cuando era pequeña.- le digo buscando de nuevo entre los dibujos.-
- ¿Cuando eras la princesa fresita?- me dice con una sonrisa divertida. Le miro mal.-
- Si.- vuelvo otra vez mi mirada a la caja y lo encuentro.- Toma.- me mira extrañado. Lo abre y sonríe.-
- Me gusta, es propio de ti.- me dice.-
Me asomo para verlo. Apoyo mi cabeza en su hombro y miro mi pequeño dibujo; en una esquina del papel hay una cocina, con una personal mal dibujada, debe ser mamá. En otra esquina

hay una habitación de color rosa, debe ser mi habitación, junto con otra persona mal dibujada (creo que era yo), llevo una corona en la cabeza. En la siguiente esquina, otra habitación, la de John, en azul y con un dragón mal dibujado. En la última esquina hay un salón. Todo está unido por unas escaleras raras y mal hechas. Una sonrisa se asoma en mi boca, me hace gracia ver esto.
- Dibujaba bien, ¿no crees?- le digo mirándolo. Lo tengo muy cerca de mí. Gira su cabeza y me mira con una sonrisa.-
- Si.- le miro sus labios y él los míos. Me entran ganas de acercarme más a él, pero en vez de eso me separo y guardo la libreta en la caja.- ¿Entonces me dejas este mapa de momento?- me dice divertido con una ceja levantada.-
- No sé yo. Creo que te voy a dejar sin él para que te pierdas.- le digo con una sonrisa amplia. Se cruza de brazos y pone morritos.-
- Te vas a preocupar si no aparezco.- me dice. Me sorprende al momento. Me detengo en seco, pensando en que sería de mí si Jack no estuviese. Volvería a estar sola. Despierto dejando de pensar en esa posibilidad, me giro hacia él. Le miro con el ceño fruncido.-
- Oye, a todo esto, ¿Por qué has dormido en mi habitación teniendo tu casa al lado?- le cambio de conversación. Veo que se sorprende y desvía su mirada de la mía.-
- Bueno...- me dice. En ese momento oigo la puerta de mi habitación abrirse, es mamá. Entra en la habitación y con una cálida sonrisa nos saluda.-
- Buenos días, chicos.- nos dice. Me sorprende que no le extrañe que este Jack aquí sin su permiso.- Venid a desayunar,

vamos.-
- Vamos ahora.- le digo un poco extraña mientras guardo el dibujo en la caja y la dejo en la estantería.-
Camino rápido para alcanzar a Jack bajando las escaleras. Me pongo a su lado y bajamos juntos. 
Llegamos a la cocina y vemos a John sentado en una de las sillas de madera. Se gira sobre su silla y nos mira mal. 
Me fijo en él; no lleva ni la peluca, ni los pies atados, pero aun así me río por lo bajo junto a Jack por sus uñas pintas de rosa. También, se le nota un poco el pinta labios color roso carmesí en los labios. Nos sentamos lejos de John para contemplar nuestra obra de arte. Intento no reírme ya que John es capaz de matarme con la mirada.
- Hola.- dice sin más. Noto como en su simple saludo hay ira. Me hace verlo hablar con ese aspecto.-
- John te veo un poco rosa.- le digo entre risas. Jack me acompaña.-
- Si.- me dice clavando sus ojos en Jack.- ¿Que hace él aquí?
- ¡John! Él es Jack.- le regaña mamá antes de que pueda decir algo.- A dormido aquí.-
Me quedo sorprendida cuando dice eso. Mis ojos se abren dejando ver mi sorpresa. Miro con miedo a mamá por lo siguiente que pueda decir. 
Miro de reojo a Jack, esta igual de sorprendido que yo. Mamá nos ha visto en la misma habitación. No quiero saber su opinión de eso,"¡Tierra tragame!" pienso rápido.
- Espera, ¿Que Jack a dormido con Emma? ¿Y no les dices nada? ¿Porque cuando yo traigo a alguien a casa mi regañas?- la respuesta de John me saca de mi trance y me hace reír.-
- Porque te oigo querido.- "Vale, ¿Me estás diciendo que mamá oye lo que hace John en su habitación? ¿Es una broma, no? Qué asco." pienso con una mueca de asco en mi rostro. John la mira con miedo y vergüenza.- En el caso de Emma no he oído nada.
Me he quedado sorprendida con mamá. Cuando tenga novio, si es que lo tengo, me pienso mudar. Esta situación empieza a darme miedo. La miro intentando darle una explicación, pero no se me ocurre nada. Me ha dejado sin palabras. Aun así, yo y Jack no hemos hecho nada, solo dormimos como personas normales.
- ¿Me das una tostada mamá?- le digo intentando romper el silencio incomodo. Miro a Jack y lo veo sonrojado, ¿Por qué será? Le doy un codazo y se despierta de su trance.-
- A mi otra por favor señora Ramírez.- le dice tímido, casi sin voz. Mamá nos mira y nos da las tostadas con una amplia sonrisa.-
- Por favor Jack, puedes llamarme Samanta.- le dice. La miro y ella me giña el ojo. Aquí están pasando cosas muy raras y yo siempre soy la última en enterarme. Frunzo el ceño mientras que miro mi tostada.-
Después del incomodo desayuno. Jack se va y yo me quedo el resto del día en la habitación pensando. "¿Desde cuándo mamá nos espía? ¿Porque me habrá giñado un ojo? ¿Y si ayer oyó mis tropiezos, la venganza de John, nuestras conversaciones...? Creo...creo que debería vigilar más a mamá." susurro con los ojos bien abiertos.
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Capitulo 9 ¿Miedo?

Vuelve a ser lunes. Me levanto sin incidentes causados por agua. Todo un alivio para mí. 

Me preparo y bajo a desayunar con John. Hay un silencio atroz. No hacemos ni un solo movimiento por miedo a romper este silencio incomodo. Bueno, por lo menos es lo que pienso yo. 

Noto como hay tensión el aire y solo hay una explicación para eso. Aun estamos impresionados con la aclaración de mamá el sábado. Cuando mamá se dispone a decir la verdad te puede dejar traumatizado como nos ha pasado a nosotros.
¿Me pregunto qué hará ahora John con sus víctimas de una noche? Debe sentirse avergonzado por la declaración de mamá. Además de que lo dijo delante de unos de sus amigos, compañero de equipo y del rey de los popular. Pero, mamá no sabe aun que Jack es el que manda en el grupo de los populares y dudo que lo sepa. Ademas, Jack no es tan mezquino para ir por ahí contando ese tipo de temas por todo el instituto, él nunca haría eso, lo conozco.
Ahora que me acuerdo el sábado John no fue en busca de una noche loca, ¿Mamá lo ha asustado tanto? Impresionante, tiene que enseñarme a hacer eso. Seria un buen comienzo de todas esas cosas que aun tengo que aprender de ella.

Salgo de casa para ir hacia la casa de Jack. John hoy va en su coche, así que vuelvo a tener el asiento del copiloto libre. Voy en su dirección, cuando me lo encuentro saliendo por la puerta hacia el garaje. Voy corriendo y lo alcanzo. Nos saludamos ambos levantando la mano y con una sonrisa amplia. Entramos con rapidez en el coche. Jack lo pone en marcha y el silencio vuelve

a aparecer.
Ninguno de los dos habla. Es incomodo pensar en lo que ha pasado el sabado, asi que mejor no recordarlo, ni hablar de ello.

 Extiendo mi mano hasta la radio y la enciendo para cambiar el ambiente. Empieza a sonar en la radio, "Addicted to you" de Avicii. Me encanta su música y esta es una de las canciones que más amo del mundo.
I don't know just how it happened, 
I let down my guard, 
Swore I'd never fall in love again but I fell hard. 
Guess I should have seen it coming, 
caught me by suprise, 
I wasnt looking where i was going, 
I fell into your eyes. 
You came into my crazy world like a cool and cleansing grace, 
Before I knew what hit me baby you were flowing though my vains.
En mi mente solo oígo la melodía de la canción, no puedo dejar de repetir esa gran alegría que me produce oírla. En ese momento algo me hace cambiar de opinion. Miro a Jack. Sonríe ampliamente mientras que mira con atención la carretera. No entiendo el porque hasta que la canción llega al estribillo.
I'm addicted to you, 
Hooked on your love, 
Like a powerful drug 
I can't get enough of, 
Lost in your eyes, 
Drowning in blue Outta control, 
What can I do, 
I'm addicted to you. 
Esa última frase me hace darme cuenta que la canción tiene algo que ver con nuestra situación, Jack y yo.
I'm addicted to you.....I'm addicted to you.....
Mierda, yo soy adicta a Jack. Como se me ha podido olvidar de que iba esta canción. Miro de reojo a Jack. Su sonrisa

sigue intacta en sus labios. Me mira también de reojo y en eso siento como sus ojos hacen que un gran escalofrió pase por mi cuerpo. Me sonrojo al momento, "Debo parecer un semáforo." pienso para mis adentros.
Apago rápidamente la radio y me vuelvo a mirar por la ventana del copiloto, "¿Que me está pasando?" vuelvo a pensar mientras que miro todo lo que pasa por la carretera. 

Oigo como Jack suelta una risa. No le hago caso, sigo con lo mío, "¿Me habrá afectado lo que dijo mamá el sábado o será la canción?" pienso, pero esa voz mandona no habla en mi cabeza.
 "Ese giño... ¿Lo habrá echo por mi y Jack?" pienso con el ceño fruncido. Dejo de mirar la ventana y me recuesto en el asiento. Resoplo y veo como Jack me mira confundido, aun que, con una leve sonrisa.
- ¿Te pasa algo Emma?- me dice haciendo una rapida mirada hacia mi y de nuevo hacia la carretera. Sus manos juegan con el volante. Me pone nerviosa cuando hace eso. "¿Me pone nerviosa eso o él?" pienso y al momento me arrepiento.-
- No lo sé.- le digo rendida volviendo mi mirada al frente.-
- ¿Es por lo que dijo tu madre el sábado?- me dice rápido. Lo miro y veo se sorprende por su pregunta. Aun que, prefiero que me pregunte por eso a que me pregunte porque apague la radio.-
- Puede ser. Es que, mamá me dejo sin palabras cuando dijo eso sobre John.- me sonrojo cuando recuerdo aquello. Oigo como Jack se ríe y le miro mal.- ¿De qué te ríes?
- De la cara que tenía John. Estaba asustado por la contestación de tu madre.- me

dice con una sonrisa. Cuando lo recuerdo a mí también me sale una sonrisa. Además, era más gracioso ver su expresión con los labios rojos del pintalabios.-
- Si, tenía una cara.- le digo sonriente.- Siempre sabes que decir Jack.- le digo mirándolo.-
- ¿Que quieres decir?- me mira extrañado. Mis ojos se vuelven al frente en cuanto lo observo por unos segundos.-
- Me refiero a que siempre sabes que decir para sacarme una sonrisa.- le digo sonriente. Lo miro de reojo y veo que sonríe satisfecho. Algún día tendrá que contarme el secreto para hacerme sonreír.-
- Siempre te hare reír, pequeña.- me dice. Le doy un codazo y se mueve un poco.- Ai...cuidado. Que soy Mr. Popular.- me dice con el pecho inflado.-
- O lo siento, mi excelencia.- le digo sonriente. Gira sus ojos y se encuentran con los míos. Sonríe enseñando una dulce sornisa.-
- De esta vez te perdonare, pero la siguiente ya será distinto.- me dice divertido.-
- ¿Y porque será distinto?- le pregunto. Para el coche en frente del instituto y me mira con una sonrisa malvada.-
- Porque sufrirás el peor castigo de todos.- me dice. Le miro extrañada, pero a la vez feliz. Me encanta cuando pretende hacerse el malo. Se le da un poco mal, la verdad.-
- ¿Cual?- le digo intrigada.-
- Las cosquillas.- me dice y acto seguido se abalanza sobre mí para hacerme cosquillas en la barriga. Me ha cogido de imprevisto.-
 No paro de reír por culpa de las cosquillas. Salen lágrimas de mis ojos por la risa. Por lo menos se le da muy bien hacerme cosquillas, pero yo también se jugar

a eso.
- Pa-para...por favor...-le digo. Suelta una risa malvada un poco rara. Parece más una carcajada que una risa malvada. Ai...Jack cuanto tienes que aprender.- No sabes reírte malvadamente ton-tonto...- le digo, aun riéndome por las cosquillas.-
- Ahora sí que no te pienso soltar.- me dice. En ese momento mi brazo se extiende por sus hombros hasta su espalda y empiezo a recorrerla con un dedo despacio. Él se estremece y para.-
- ¿Que pensabas? ¿Que no se tu punto débil o qué?- le digo intentando calmarme de tanta cosquilla.-
Aun sigue encima de mí dejandome observarle desde muy cerca. Llego a su cuello y me detengo.
 Le miro a los ojos. Esos ojos azules que me están mirando desde una pequeña distancia. Me sonrojo cuando nuestros ojos coinciden. Aparto la mirada para no conseguir que mis mejillas se vuelvan rojas. 

Recorro su espalda otra vez. De esta vez no lo hago con mala intención, solo que por alguna extraña sensación quiero seguir recorriendo su espalda con mi mano. 

Sin darme cuenta mi mano esta dentro de su camiseta. Su contacto con mi piel hace que se me cruce una gran electricidad por mi espalda. Me mira sorprendido y yo a él. Saco mi mano de su espalda y me quedo quieta.
- Vale. Eso no tenía que pasar. Lo siento.- le digo más sonrojada que antes.-
- No pasa nada. Estoy acostumbrado...- le corto.-
- ¿A qué? ¿A qué te toquen otras chicas la espalda?- le digo fríamente. Lo empujo dejándolo de nuevo en su asiento. Mis mejillas vuelven a la normalidad.-
- No...- me dice. No puedo dar crédito a lo que

me ha dicho, así que antes de enfadarme más con él abro la puerta. Cuando estoy dispuesta a salir me coge del brazo y me vuelve a meter dentro del coche.- Ni en broma dejaría que cualquiera encontrara mi punto débil y menos que anduviese tocando.- su respuesta me sorprende. Me mira serio y con el ceño fruncido. Sus ojos expresan sinceridad y eso hace que mi ira se vaya escapando sola.-
- Me das miedo.- le digo sin pensar. Su cara cambia a mirarme extrañado. Sinceramente eso me sorprende, pero es la verdad. Nunca lo había visto de esa manera.-
- ¿Por qué?- me dice curioso. Me sonríe levemente.-
- Porque...- le digo, pero no me salen las palabras. De la nada no me acuerdo que queria decirle.-
 Se acerca a mí. Una de sus manos se posa en mi mejilla. Me sonrojo y noto como su mano radia calor. Intento no mirarlo. Pero me es difícil, casi imposible.
- ¿Por qué, Emma?- me dice rápidamente.- Sabes que no te hare daño.- me dice preocupado.-
- Lo sé.- le miro.-
 Se acerca más a mí. Mi corazón late fuerte. Parece que quiere salir de mi pecho solo. La electricidad vuelve a pasar por mi cuerpo. Esta sensación es tan fuerte que me es difícil controlarla. Pero debo hacerlo. Antes de que pueda tocar mis labios lo aparto de mí alejandolo con una mano en su pecho. Me mira divertido cuando esta lo suficiente lejos para mi gusto.

-¿Qué pasa?- me dice cuando lo miro medio enfadada.- ¿Te pongo nerviosa?- me dice. Sigo sonrojada. Aparto la mano de su pecho, la cual aun nos unia por un pequeño cable de electricidad.-
- Nunca.- le digo sin mirarlo. "Mierda, ¿Por qué he dicho eso si es mentira?" pienso rápidamente.-
- ¿Entonces, porque estas sonrojada?- me dice volviendo a acercase a mi.-
- Por que hace calor. No te acerques.- le digo mirándolo intentando parecer seria, mientras que pongo otra vez la mano en su pecho.-
- Vale, pero solo déjame decirte algo al oído ¿Puedo?- me dice divertido. No lo pienso, solo contesto.-
- Dilo en alto.- le exijo.-
- No quiero que nadie me oiga. Venga.- me dice acercándose a mí. -
Su mano vuelve a posarse en mi mejilla, cerca de mi cuello. Le dejo y espero su respuesta, pero no llega ya que en vez de eso me da un leve beso en la mejilla. Se separa un poco de mi mejilla, para mirar mi reacción con detenimiento. Sonrie mordiendose el labio inferior, algo que lo hace más atractivo de lo que ya es.

- Tengo que irme.- digo rapidamente, despertando de ese trance.-
 Esa electricidad quiere me quede, pero mi conciencia hace que me mueva. Salgo del coche rápidamente sintiendo un frío atroz. Toco con una mano la mejilla donde me beso y una sonrisa sale de mi boca sola.
"Condenado Jack. Me hace sentirme rara." susurro, pero no lo puedo evitar ya que otra sonrisa sale de mi boca.
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Capitulo 10 La segunda oportunidad para el orangutan

"Siempre había pensado que Jack tenía un lado coqueto y mujeriego, pero nunca antes lo había visto. Tengo que tener cuidado con él. Sé como es un mujeriego ya que vivo con uno, pero no sé cómo impedir que toque mi corazón" pienso cuando entro en el instituto.
"Aun que tengo que admitir que me encanta él, su forma de ser, de abrazarme..." sigo pensando casi con la mandíbula en el suelo y dejando que mi mente recuerde cada tramo de su hermoso rostro casi angelical. "¡Ei Emma!¡Despierta!" dice esa voz en mi cabeza y dejo de imaginar. Me enderezo, trago y camino hasta mi clase.
Hoy me toca Lengua. Por desgracia llego tarde y no hay sitio al lado de la ventana. Examino con la mirada toda la habitación hasta que me decido ir a una mesa cercana a la puerta. En ella esta una chica leyendo un libro. Debe de ser de poesía o algo así, ya que su portada solo tiene una mano con una rosa roja. Hago una escaneo de la chica y observo que viste elegante, es alta, de pelo moreno y ondulado. La miro a la cara y veo que tiene unos ojos verdes parecidos a los míos.
Se gira y me mira. Tiene una leve sonrisa, la cual transmite confianza y tranquilidad. Yo le sonrió de vuelta y me siento a su lado. En cuanto me siento ella vuelve a su libro. Yo en cambio, busco en mi mochila, (la cual he dejado en el suelo), entre todos mis libros, el de Lengua. Mientras lo busco la miro de reojo. Ella se me hace conocida, pero no se de que puede ser.

- Hola.- me dice de nuevo con una sonrisa. Me sorprendo y mi cabeza se golpea contra la mesa. Au...La miro

con una mueca de dolor y ella se extraña al verme con una mano en mi cabeza.- ¿Estás bien?
- Si, si. Soy muy patosa.- le digo intentando darle una sonrisa convincente para que sepa que estoy bien, pero me es difícil.-
- Soy Melisa.- me dice, mientras que yo estoy asimilando lo ocurrido con una mueca de dolor.- ¿Tú debes ser Emma, no?- sus respuestas me hacen sorprenderme más y de esta vez se me nota, más que el propio dolor. La miro perpleja e intento decirle algo. Aparto mi mano de la cabeza para pensar.-
- ¿Tu eres Melisa?- digo sin más. "Bien Emma, ¿Es lo único que sale de esa boca?"Pienso arrepentida de mi pregunta. Ella me mira extrañada, pero aun con una leve sonrisa.-
- Si. Entiendo que te extrañes. No me reconoces por que ya no estoy con las populares. Tampoco por que no llevo maquillaje en excesivo, ni nada de eso.- me dice. La miro y bajo la cabeza de vergüenza. "¿Por qué seré tan bocazas?" pienso en segundos. Me estuvo bien el golpe contra la mesa.-
- Lo siento. Es que me sorprendió verte...normal, por decirlo así.- le digo. Ella se ríe y yo levanto mi cabeza para ver el porqué. Pero en vez de eso, una sonrisa sale de mi boca inconscientemente. Se me contagia rápido las sonrisas.-
- No pasa nada.- me dice. Yo asiento y la miro curiosa. No entiendo el porqué de haberse ido del lado de los populares, todo el mundo quiere eso. Bueno, menos yo, claro. En un movimiento rápido pregunto.-
- ¿Porque ya no estás con las populares? ¿Es porque superaste a Beatrice en belleza o algo?- le digo, queriendo saber.-
- Ja ja ja, no. Solo

me echaron. Así estoy mejor. Odiaba aquello. Mandar no era lo mío.- me dice. La miro extrañada. "¿Como que mandar?"Pienso para volver a preguntar.-
- Espera, ¿tú eras la líder de las populares?- le pregunto confusa. Pensaba que solo era una seguidora más. Ya que Beatrice siempre gana en todo y dudo mucho que el mando no fuera lo suyo.-
- Si, me sacaron del mando.- me dice mirando hacia delante. -
Me extraña su forma de responderme. Puede que solo intente evitar el tema o puede que haya algo más. Sigo su mirada y veo que tenemos delante un chico moreno, alto, sonrisa radiante y ojos caramelo. Admito que es bastante atractivo. Su cuerpo hace ese triangulo al revés, su estructura es fuerte, al igual que Jack. La vuelvo a mirar mientras que ella mira seria al chico bombón. ¿Qué? Así le pienso llamar hasta que no sepa su nombre.
- ¿Quien te saco del mando?- le digo sacándola de su trance. Me mira con pena en los ojos. Sé el nombre de quien la saco del mando, pero quiero oírlo de su propia voz.-
- Beatrice.- dice aun mirando de vez en cuando a aquel chico.- Ella deseaba el poder.- Dentro de mí una gran ira aumenta. Esta chica es igual a Jack. Beatrice no tenía ningún derecho a hacer eso. Ya la empiezo a odiarla más de lo normal.-
- ¿Por qué?- le digo intentando que no se me note la ira que crece en mí a cada segundo.-
- Por que yo era distinta. No era mala, como lo es ella. Era buena con todos y eso a ella no le hacía gracia. Así que me empezó a arruinarme la vida. Me quito lo que más me importaba. Así que decidí irme.- me dice

mirando al suelo. Mi mirada se queda fija en ella. Después de unos segundos vuelvo a mirar al chico y creo que él tiene algo relacionado.-
- Entiendo.- le digo. Aparto la vista de él y miro mi libro. Entonces Beatrice saco a Melisa del grupo, arruino su vida y si yo me uniese a los populares ella me arruinaría la vida también. La vuelvo a mirar con el ceño fruncido.- Dime, ¿Beatrice se quito a él?- ella levanta la mirada y asiente despacio. Dejando ver la tristeza que llena su alma y sus ojos. Vaya, ya parezco poeta y todo. "Que te desvias del tema, Emma" dice esa voz y reacciono.-
- Él era también un popular, pero no era como los demás. Digamos que aun no tuvo una noche loca. Yo lo consideraba diferente. Siempre estabamos juntos. Pero todo se termino cuando Beatrice se ocupo de que él tuviese su noche de gloria. Desde entonces él se volvió como los demás populares. No volvio a ser el mismo. Le queria, pero nunca se lo dije.- me dice entristecida. Extendiendo mi mano hasta su hombro. Me mira con esperanza.-
- Si él fuera distinto entonces no tendría que haber cambiado.- le digo enfadada. Es ilogico que Beatrice haga eso para llegar al mando.-
- Puede ser.- sonríe levemente. Le devuelvo el gesto. "Ella no se merecía esto." vuelvo a pensar con ira en mis pensamientos.-
- Estoy convencida que hay otro chicos por ahí que de verdad valgan la pena.- le digo. Ella se endereza en la silla y me mira ilusionada.- ¿Quieres ir a tomar algo después de las clases?- le digo sonriente. Ella asiente.-
No pienso dejar que ese recuerdo la mate de

tristeza.
......

La clase pasa rápido y con ella las siguientes. Hoy he pasado el día con Melisa, no quería tener otra conversación rara con Jack. También, por que tenía que aclarar las cosas en mi cabeza.
Melisa es una chica dulce, divertida y también tiene un lado perverso. Me cae bien. 

Salimos del instituto luego de acabar con la última clase del día. Caminamos un poco hasta llegar a mi cafetería favorita, Lend. Cuando éramos un poco más pequeños yo y Jack veniamos muchas veces aquí. Tenían maquinas para jugar y una parte solo para helados. Siempre que veniamos nos llenábamos de helados y jugábamos en las maquinas hasta cansarnos. Era divertido. 

Os estaréis preguntando cómo demonios podíamos comer tanto helado. Pues sinceramente no lo sé, pero os puedo asegurar que me hice adicta al helado.
Jack y yo éramos clientes habituales así que ayudábamos algo. Yo siempre tomaba helados aun que fuese en invierno, aun hoy no me canso de ellos. Ademas, era una ventaja, aquí tenían de todos los sabores. 

El dueño, Ed, siempre me preguntaba si me gustaba ese sabor de helado y yo siempre respondía lo mismo: "Podría estar mejor". Era una niña y eso de dar críticas aun no se me daba muy bien.
Pasaron unos años y eso desapareció, no había mucha gente que quería helado en pleno invierno. Según ellos, era antinatural. Eso es una tonteria, yo siempre tomaba y tomo helando en invierno y mira que bien estoy, como un roble. Bueno, un roble que le da mucha pereza cualquier cosa. 

También hay

que admitir que sacaron aquello porque ya no frecuentabamos la cafeteria tanto.

Aun me acuerdo de los ratos que pasamos ahí, las veces que ganaba a Jack, las veces en que nos dolía el estomago por tomar demasiado helado. Bueno, en realidad ese era Jack, pero yo hacía que me dolía la barriga para que su madre no le echase la culpa a él solo. Eran otros tiempos. Eran viejos recuerdos que te hacen viajar en el tiempo. Un tiempo hermoso, me gustaria repetir todo eso de nuevo con Jack.

Melisa me quita de mis pensamientos tocándome en el hombro cuando llegamos al establecimiento. Entramos y nos sentamos en una mesa cercana a una de los grandes ventanales.
Cuando yo y Jack ya teníamos más edad nos sentábamos justo aquí, para tomar el helado o un zumo. Yo siempre estaba lo más cerca de la ventana, me encanta mirar el paisaje que me rodea. Además de que nunca deje que Jack se sentase ahí, era mi sitio especial. 

Los sillones siempre han sido muy cómodos, hasta una vez pensé en llevármelos a casa, pero no pudo ser, por desgracia Jack me detuvo. Malo.
El camarero llega y me vuelvo a despertar de mis pensamientos. Pido un zumo de frutas por los viejos tiempos, en cambio Melisa pide un agua. Le explico que aquí los zumos saben muy bien, son deliciosos y muy dulces. Ella, en cambio, me dice que había algunas frutas a las que es alérgica, así que no quiere arriesgarse a encontrarse con una.
La tarde paso entre risas y conversaciones normales en una adolescente: chicos, ropa, películas... Después de una hora y media decidimos ir a ver una película

en mi casa, ya que ella nunca había visto la película "Niños Grandes" Es una de mis películas favoritas, no se como nunca pudo ver esa pelicula, es buenisima.

Tardamos media hora en llegar. Por culpa de que mi casa queda bastante lejos desde la cafeteria. Cuando estamos delante de la puerta de casa saco las llaves y introduzco la correcta. Al entrar en casa observamoscomo John está en el salón. Mamá esta aun trabajando, seguramente vuelve a llegar tarde hoy también.
Da la casualidad que al entrar en el salón nos encontramos a John en el sofá viendo una película romántica. No puedo resistirme a reírme, pero me contengo. 

Me acerco al sofá en silencio, me apoyo en él dejando mi cuerpo en él y miro a John. Esta acostado en el sofá, tiene un pañuelo en la mano y en el suelo había una caja de bombones. Le toco el estomago y en segundos da un sobresalto, llevandose un susto. Casi se cae encima de los bombones.
- Ja ja ja Cuidado John no quiero que te pierdas la parte del beso.- me rio a carcajadas. Mientras él se levanta del sofá y se sacude los pantalones. Me mira mal cuando termino de reirme.-
- No, esa parte ya paso.- me dice entre dientes. Le miro con una sonrisa malvada en la cara. Me doy la vuelta para decirle a Melisa que pase con un movimiento de mano. John la mira y se queda sorprendido.-
-¿Quién es?- me dice. Le miro y lo veo embobado hacia ella. No tiene ninguna sonrisa estúpida de mujeriego en la cara, debe de hacerle mal el chocolate o algo así.-
- ¿John estas bien?- le pregunto. Le paso una mano por la cara y ni se mueve.-
- Soy Melisa.- dice ella cuando está a mi lado.Se miran embobados, cada uno mirando al otro con curiosidad. " Bien, ahora estoy en una escena romántica. Romeo y Julieta" pienso cruzándome de brazos. Les miro perpleja. No me imagino a John siendo un caballero.-
- Bonito nombre.- dice John. De esta vez con una sonrisa. Melisa le devuelve el gesto. Está un poco sonrojada. Yo en cambio ruedo los ojos ante el momento que me toca vivir.-
- Tierra llamando a John.- le digo, dándole un puñetazo en el hombro. Se estremece y me mira mal.-
- ¿Qué pasa?- me dice. Le miro con el ceño fruncido y él sonríe divertidamente.- ¿Que pasa hermanita, te celas porque no te hago caso?- me dice. Le miro sorprendida, " ¿Es broma, no?" me pregunto a mí misma. Como ve que no le respondo vuelve su vista a Melisa por segunda vez en menos de 3 minutos.-
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Capitulo 11 Un regalo especial

Deben de haber pasado como unos 5 minutos. Y seguimos en la misma posición los tres. Parece que estamos posando para un cuadro.
No digo nada ya que observo la cara de John, es gracioso. 

La situación empieza a hacerse incomoda por lo que de vez en cuando miro hacia otro lado.

En una de esas veces contemplo un cuadro que no sabía que estaba colgado, es espantoso. Por algo está en la pared de detrás de la puerta. Pongo una mueca de espanto.
El cuadro esta compuesto por varias figuras las cuales tienen de otras figuras más amplias a su alrededor. No tiene sentido. Ladeo la cabeza intentando buscarle la forma y se la encuentro; es una casa torcida. Vuelvo a poner otra mueca de espanto.

Después de unos segundos alguien toca el timbre. Me despierto de mi trance y me muevo lo más rápido que puedo para abrir la puerta.
 "¡Dios, me has salvado! Te debo una." Pienso aliviada. 

Antes de abrir la puerta hecho una última mirada hacia John, para seguir observando su cara de orangutan.

Si intenta hacer algo que no debe, entonces se las vera conmigo. Melisa es diferente a él, pero si el destino quiso que se encontrasen entonces seria por algo.

Abro la puerta concentrada en mis pensamientos. Al momento que levanto la mirada para ver quien es contemplo una fuerte y alta figura apoyada en el marco de la puerta, con una mano. Me sobresalto dando un paso hacia atrás. Jack me mira divertido.

-Mierda Jack, deja de darme esos sustos.- le digo intentando sonar todo lo ofendida que puedo. Me sonríe y deja su soporte

para enderezar su cuerpo.-
 "¿Porque me es tan difícil esquivarlo?" pienso velozmente.

-Pensaba que te alegrabas de verme.- me dice levantando una de sus cejas. Sonrio.-

-Pasa tonto.- le digo apartándome hacia un lado.-
 Se mueve con pasos veloces hasta que está dentro. Camina esta el salón y al momento se detiene al ver a John y Melisa sentados en el sofá conversando. 

Cierro la puerta y sigo con mi mirada lo que contempla él. Cuando veo a mi hermano y a mi nueva amiga juntos casi se me cae la mandíbula al suelo de madera. 

-¿Tú ves lo mismo que yo, Emma?- me pregunta mi querido amigo mirándome de reojo. Le miro e intento buscar una respuesta razonable. Pero, por desgracia no hay ninguna.-
-¿Que ves tú, exactamente?- le digo vacilante, mientras que mi expresión se va relajando un poco. Me mira a los ojos y su expresión me lo dice todo, pero sus palabras salen antes.-
-Veo a tu hermano intentando ligar con Melisa o ¿solo están hablando? No sé, me siento confundido.- me dice volviendo a girar su mirada, mientras que pone una mano en su cuello.-
Al momento un impulso hace que me quede mirando a mi amigo. "Quien me diera ser su brazo ahora..." pienso sin aparatar la mirada de él. "¡Emma, contrólate, mujer!" me grita mi cabeza y me enderezo. Me estaba cayendo hacia un lado. 

Aparto la mirada de él y vuelvo a observar la espeluznante imagen de hace unos segundos.

-Nunca he visto a mi hermano ligar o lo que haga él. Pero, como intente llevarse a Melisa a algún lado,

lo mato.- digo susurrando. En ese momento un John sonriente se gira y me mira divertido. Lo miro con mi peor mirada de asesina.- ¿Qué piensas que haces, John?- le digo intentando sonar todo lo tranquila que puedo. Pero, en algún momento estallare y le daré una buena bofetada. Así somos demostramos el amor en nuestra familia, mejor dicho, solo lo demostramos asi yo y John.-
-Hablar con esta precio...con Melisa.- se corrige.-
 Puede parecer raro, pero mis ansias de darle una buena bofetada se están esfumando. Maldita sea, con las ganas que le tenía. 

-No le ha llamado nena, ni muñeca, ni nada de eso.- me dice Jack acercándose a mi oido.-
 Le miro de reojo, tiene la mandíbula casi en el suelo y los ojos clavados en John. "Que mono esta" pienso otra vez. "¡Emma, las cursiladas después!" dice esa voz. Vuelvo a reaccionar de mala manera.
-Claro, que pensabas Jack.- dice mi hermano a modo de defensa. Le vuelvo a mira mal. John me mira serio.- ¿Os importa iros a otro lado? Queremos ver una película.- me dice.-
 En ese momento voy hacia Melisa con la ira en los ojos y la cojo del brazo arrastrándola hasta la cocina. Ella me sigue, no le queda otra.
-Ai...me duele.- me dice cuando le suelto. Lleva su otra mano a su brazo dolorido y me mira con preocupación.-
-Melisa. No me fio de mi hermano. Tu sabes que es un mujeriego y no quiero que haga algo estupido.- le digo seria. Parezco mi mamá. Ella se sorprende y sonríe levemente.-

-Lo sé, pero creo que es un buen chico.- me dice girando su vista a John. Le sonríe enseñando

su dulce sonrisa. Vuelve a mirarme luego de unos segundos.-

-Melisa yo sé cómo es John y no es precisamente un buen chico.- le digo con los brazos cruzados. Ella tarda en responder.-
-Emma, tranquila. Si me hace algo impropio te avisare para que te quedes más tranquila.- me dice. No estoy segura de dejarla sola, pero aun así tengo que hacerlo.-

-Vale.- le digo por fin. Después de unos segundos de meditación vuelvo a decir.- Si necesitas algo grita. Voy a estar en mi habitación.-
-Vale.- me dice feliz.-
 Volvemos al salón y miro una última vez a John con cara de pocos amigos.

Me muevo con rapidez hasta Jack. Le miro, seguido de un movimiento de cabeza. Empezamos a subir las escaleras los dos, para dejarlos solos. 

Mientras que subo por las escaleras miro como John posa una de sus brazos en el sofá, "Maldito orangután. Como la toques más de lo que debes, te mato" susurro. Miro a Jack que está delante de mí y me mira sorprendido. Bajo la vista sonrojada.

Seguimos subiendo en completo silencio. Cuando llegamos dejo un poco abierta la puerta por seas caso. Segun mamá dijo: En esta casa se oye todo. Lo voy a comprobar.

Me siento en la cama junto a un Jack pensativo. Seguimos en silencio y efectivamente se oye la conversación, pero muy bajo. Miro a Jack y él me mira con el ceño fruncido mientras que esta de brazos cruzados. No entiendo el porqué de su postura.
-¿Qué haces, Emma?- me pregunta serio.-
 No tengo respuestas para ello. Así que contesto lo primero que se me pasa por la cabeza.
-Escuchar

la conversación.- le digo seria.-
Creo que acabo de entrar en un pozo sin fondo. A Jack se le da muy bien prohibirme cosas y esta va a ser una de ellas.
-¿No pensaste en que puede que quieran tener intimidad?- me dice aun serio. Esa pregunta me hace pensar. Medito y le contesto rápido.-
-Si le dejamos intimidad, mi hermano aprovechara para hacer de las suyas.- le digo a Jack mientras que giro mi cabeza para mirar la puerta.-
Sus ojos siempre me hacen sentirme culpable y no pienso dejar que me vuelva a producir esa sensación.
-No tiene porque ser así.- 

Eso hace que me gire hacia él y lo mire. Sus ojos azules están posados en los míos. 

-Explícate.- le digo intentando no quedarme en silencio.-
-¿Y si tu hermano ya ha aprendido la lección que le dio tu madre el otro día y ahora quiere pasar página?- me dice.-
Eso me hace pensar y puede que hasta tenga razón. Este chico tiene que ir para el tribunal supremo.

-Puede ser.- le digo seria. Algunas veces odio que tenga razón.- ¿Y si no es así?
- Si no es así, te doy permiso para bajar y matar a tu hermano.- me dice con una sonrisa maliciosa.-
 Sigue sin saber como sonreír maliciosamente. Sonrio por su idea.

-Trato hecho.- le digo extendiéndole la mano para sellar el trato. Jack extiende la suya y hace fuerza.-
 "Su mano es tan suave..." pienso. Sacudo la cabeza para retirar ese pensamiento y aparto mi mano sin levantar sospechas.
-¿Y dime qué quieres hacer?- me dice después de sellar nuestro trato. Le miro pensativa y no se me

ocurre nada. Así que responde por mi.- ¿Qué tal si jugamos a algo?- Asiento, mientras que una sonrisa picara se le hace más grande con el paso de los segundos.-
...
-¡Te gane!- dije con una amplia sonrisa y gritando a los cuatro vientos.-
Jack me miraba desde el suelo con expresión de fastidio, pero todos sabemos que debajo de ello tiene una amplia sonrisa.
Después de un rato por fin le gano a Jack al parchís. Si, al parchís. En este juego soy un poco mala. Nunca tengo la suerte de mi parte. Jack siempre tiene buena suerte.
La tarde ha pasado rápido y no he oído ningún sonido raro, ni fuera de lo común como diría mi mamá. 

Bajo para ver, junto a Jack que me acompaña de cerca. Nos encontramos a John y Melisa abrazados.
Ella descansa su cuerpo en el pecho de mi hermano y él descansa su cabeza en la de Melisa. Eso me recuerda a mí y a Jack aquel día. Fue tan mágico, la verdad. ¿Él habrá sentido lo mismo? No sé, pero me encantaría averiguarlo.
En ese momento subo rápido y silenciosamente a mi habitación con Jack a mi lado. Voy al armario y saco de un montón de ropa la chaqueta de Jack. Su chaqueta azul oscura. Algún día tendría que devolvérsela.
Jack me mira sorprendido y yo miro la chaqueta intentando buscar buenos recuerdos en ella. Él se acerca a mí y me mira sonriente. 

Le miro y me sonrojo un poco al acordarme de su abrazo. De sus fuertes brazos aferrandome a su cuerpo. Seguido de mí veloz beso.
-Toma es tuya.- le digo extendiendo la mano para dársela.-
 Él la coge con cuidado y un poco sorprendido. Bajo mi miradaal suelo, no quiero que me vea sonrojarme más de lo que estoy. 

En ese momento noto como algo se posa en mis hombros. Llevo mi mano a ella y lo toco. Noto que vuelve a ser la chaqueta de Jack. Su tacto es tan suave que me encanta. 

Le miro sorprendida mientras que él me regala una amplia sonrisa.

-Para ti. Te queda mejor.- me dice.-
Eso hace que me sonroje hasta quedar como un tomate. Introduzco con delicadeza y cuidado los brazos por las mangas, reviviendo aquel día.
Él me mira como me pongo dicha chaqueta. Me queda un poco más abajo de la cintura. Pero aun así es perfecta. Ambos nos miramos cuando termino
- Te queda de maravilla.- me dice de nuevo.-
 Definitivamente soy un tomate. Elevo mi mano y pongo un mechón de mi pelo rebelde detrás de la oreja, mientras que miro el suelo. 

Noto como sus manos se posan a cada lado de mi cara. Para, asi levantar y hacer que mis ojos se queden mirando los suyos.
"No tienes escapatoria" dice mi mente. Él se acerca hasta que casi nuestros labios quedan a escasos metros. Mi corazón empieza a latir con fuerza. En un impulso cierro los ojos dejandome llevar por la situación.

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Capitulo 12 Te he echado de menos

Narra Jack:
Sentí como su respiración chocaba contra mis labios. Su cuerpo se tensa ante mi contacto. Cierro los ojos casi al mismo momento que lo hace ella. Quería sentirla cerca mía, muy cerca, pero un paso en falso hizo que no pudiese tenerla todo lo cerca que quería.
La puerta se abrió dejando ver a John. Estaba serio, lanzandonos cuchillos para que nos separasemos rapidamente.

-¿Emma, Jack? ¿Se puede saber que hacéis?- me separe de Emma, pero no demasiado.-
Sus ojos se abrieron con rapidez dejándome ver sus ojos verdes. Que me observaban con asombro. Le sonreí con picardía y ella me la devolvió con el mismo gesto. Eso significaba una cosa y sabía que tenía que hacer.
-Ayudar a Emma a ponerse el jersey.- le dije a John mientras que seguía mirando a la hermosa y malvada criatura que me tenia enamorado desde hace tiempo.-
No podía dejar de mirarla, desde sus finos y rosados labios hasta sus ojos verdes. Aquella chica era hermosa desde donde la mirases, no tenia comparación alguna. Bueno, desde mi punto de vista, claro. 

Me gire y mire a John. Aun con una sonrisa en mis labios. Él en cambio tenía cara de pocos amigos.
-Es que se me había manchado el jersey y me lo cambie por otro.- entro Emma en la conversación y mi sonrisa se amplio más. Me encanta hacer rabiar a John.-
-¿Y no podías hacerlo sin él delante?- dijo disimulando la gran ira que dentro de poco explotaría. Mire a Emma de reojo y ella me giño el ojo. O si...esto se va a poner interesante.-
-Tranquilo John, no he visto nada. No me hace falta

mirar nada, ya que toda la hermosura la tenía delante de mis ojos.- le dije mientras que le giñaba el ojo a Emma.-
 Ella se sonrojo y no me extraña, porque lo último lo dije sin pensar.

-Jack....- dijo con su dulce voz que hacía que mi nombre sonase mejor.-
 Se empezó a acercar a mí, hasta tener sus brazos detrás de mi cuello. Volvía a sentir eses escalofríos y con ellos volvía a tener los labios de ella muy cerca mía. "¿Cuanto duraras sin besarla Jack?" dijo mi mente y no le respondí. Estaba concentrado en los ojos de ella. Me empecé a acercar a sus labios y ella solo esperaba el momento de llegada.
-¡Jack! ¡No te acerques a ella!- dijo John enfadado. Pero, era demasiado tarde no podía parar. Tenía casi sus labios pegados cuando ella se separo.-
- Jajajajaja, me encanta hacer rabiar a John.- dijo ella mientras se separaba de mí y dejaba mi cuerpo a medias.-
"¿Por qué no la besaste Jack?" dijo mi mente, "¡Cállate!" le dije. En otra ocasión será. Pronto, lo presiento. Tampoco puedo resistirme mucho más tiempo.
-Em...si, jajajaja-le dije recordando la cara de John. Aun que, dentro de mi quería que ese beso llegase.- ¿Y a donde se fue?- le pregunte cuando recobre el sentido.-
-No sé, pero ha estado muy bien. Tienes que ser actor, Jack.- me dice mientras que una sonrisa ilumina su rostro. Inconscientemente sonrio ante su gesto.-
-Si jajajaja- le digo rápidamente mientras que miraba el móvil. Ya era tarde y tendría que irme a casa.- Emma, me voy. Te veo mañana.- le dije y le bese rapidamente la mejilla

izquierda. "Mierda Jack" me dije y abrí los ojos ante mi gesto. La mire y ella tenía la misma expresión que yo.- Em...me voy. Chao.- dije y desaparecí por la puerta de su habitación.-
Camine con rapidez hasta la puerta de entrada y me fui.
Llegue a casa. Aun no había nadie. Mi mamá aun está trabajando. 

Voy a la cocina y cojo una manzana para luego ir a mi habitación. Me tumbo en la cama y me pongo a pensar.
¿Qué demonios ha pasado? Estuve a punto de besarla dos veces, pero ninguna se dio la ocasión. ¿Y si ella no siente lo mismo? ¿Y si ha sido un error enamorarme de ella? Pero, no puedo dejar de estar enamorado de ella. La quiero como nunca he querido a nadie. 

No entiendo nada, ¿Por qué no puedo decirle mis sentimientos y acabar con este sufrimiento? No lo sé, pero mi corazón mi dice que siga enamorándola y queriéndola. ¿Sera una señal? ¿El momento de saber que pasa por su cabeza y decirle todo, se está acercando? 

Con tantas preguntas en mi cabeza me dormí a los pocos minutos.
...

Narra Emma:
La semana ha sido tranquila. Melisa y yo nos estamos haciendo más amigas con el tiempo. De vez en cuando estoy con Jack. No estoy mucho con él porque tiene partido este viernes. El entrenador es muy duro con ellos, pero después da buen resultado.
Aun así, mi cabeza no deja de preguntarse cómo hemos estado a punto de besarnos y no lo hicimos. En aquel momento cuando tenía a Jack cogió del cuello, sentia que no podía dejar las cosas a medio hacer. Necesitaba saber cómo eran sus labios. Pero algo me bloqueo. John

era una de ella y también, porque no sabía que sentía hacia Jack o ¿si?
Las clases las pasamos pegadas en la ventana; Melisa mira a mi hermano, que por cierto aun me sorprende bastante que ella se haya enamorado del idiota que tengo por hermano. Pero, así es la vida. 

Y yo mientras contemplo como Jack entrena. Sigue sin camiseta, ¿Lo hará porque le miro? Aun así, ya no es la primera vez que me doy contra el cristal de la ventana y él me saluda desde fuera. Puede que se haya vuelvo una rutina, pero por lo menos te entretiene.
Hoy es jueves. Segunda hora de la tarde. Mientras el profesor de matemáticas explica fracciones, nosotras hablamos por lo bajo.

-¿Y dime que tal con mi odioso hermano?- le digo con una sonrisa. Ella me mira seria. Me hace gracia verla así.-
-No es odioso. Es un buen chico. Solo que él no te lo demuestra.- me dice girándose y apuntando los ejercicios en la libreta.-
Melisa ya sabe como es mi hermano desde mi punto de vista. Ella cree que es distinto, pero yo sigo fiándome de mi instinto. Siempre estoy alerta.
-Tú piensas de una manera y yo de otra.- le digo. La miro de reojo y veo que tiene una leve sonrisa dibujada en su cara.-
-Es distinto tenerlo de hermano, que ser algo más.- me dice.-

-Explícame eso.- le digo con una sonrisa.-

-Pues el martes él me invito a cenar. Después fuimos a dar una vuelta por el parque.- me dice mientras sigue apuntando ejercicios.-
-Me sorprende ese cambio en mi hermano. Él nunca tuvo novia, ni hizo ese tipo de cosas.- le digo también dispuesta a apuntar los ejercicios.

Se hace un silencio hasta que Melisa lo rompe.-
-Me dijo que él nunca había tenido una relación, pero que quería intentarlo conmigo.- me dijo. La miro cuando termino y ella me mira a mí con una sonrisa en la cara.-
-Espero que sea así. Ya sabes que si te hace algo se queda sin la más preciado que tiene.- le digo riéndome. Ella sonríe y asiente.-
-Lo sé. ¿Y dime que tal con Jack?- esa pregunta me cogió desprevenida. La miro seria porque no tengo respuesta a esa pregunta.-

-¿A qué te refieres exactamente?- le digo intentando sonar lo más tranquila posible. Cada vez que oía su nombre aparecía en mi mente una imagen suya dedicandome una sonrisa.-

-Me refiero a que relación tenéis.- me dice.-
 Me giro sobre mi asiento y me quedo mirando la ventana. Jack está entrenando. Le miro y una sonrisa sale de mi boca. Me doy cuenta de que me está saludando. Le devuelvo el gesto. Me quedo pensativa mirándolo. Nunca he pensado en lo que significa para mí sus abrazos, sus besos...
-No sé qué decirte.- le digo sin pensar. Me giro hacia ella y me mira sonriente.-

-Yo creo que tenéis algo.- me dice después de unos minutos mirando la pizarra.-

-¿Tú crees?- le digo intrigada.-

-Si. Él es muy atento contigo. Esos gestos que tiene contigo son por algo.- me dice.-

En ese momento el timbre suena.
...
Llegamos a las taquillas después de 10 minutos. Tardamos mucho en recoger las cosas e irnos de clase. 

Mientras yo dejo los libros que no necesito en la taquilla, Melisa se miraba en un pequeño espejo.

La miro y ruedo los ojos. Nunca dejara esa costumbre suya de mirarse para ver si esta guapa. Aun que, yo creo que es un auto reflejó.
Antes de que me diera cuenta Jack y John venían hacia nosotras. Tenían aun un poco mojado el pelo de la ducha. Venían despacio. Con su andar que deja a cualquier chica babeando por ellos. 

Me quede mirando a Jack un poco hasta que casi me caigo. Su forma de andar con tanta seguridad, esa media sonrisa que le dedica a cada chica, ese movimiento que hace con el pelo cuando le pasa la mano. "¡Dios! ¡Pero qué bueno esta!" pienso y me sonrojo. 

En ese momento empiezo otra vez a dejar los libros y a coger los que necesito. Así no me vería sonrojada. Cuando cerré la taquilla tenia a Jack al lado. Sonriente como siempre. Le devolví el gesto.
- Oye, nosotros nos vamos.- oímos unas voces detrás nuestra. John y Melisa nos hablaban.- Emma si vas a casa tienes que irte, por desgracia, con Jack. No quiero que te vayas sola.- me dice ese lado protector de mi hermano.-
 Antes de irse vuelve a mirar una última vez a Jack, su mirada no es simpática. Aun tiene presente lo que paso el otro día en mi habitación.

-Vale mi sargento.- le digo mientras que levanto una mano para ponerla delante de mi frente. Acompañado de mi cuerpo recto y tenso. Jack se rie por lo bajo.-
-Chao Emma, nos vemos mañana.- me dice Melisa después de soltar una carcajada. Sonrió y asiento, dejando atrás mi pose. Antes de irse Melisa se acerca a mi oído y me dice.- Intenta ser más cariñosa con él. Puede que así sepas que sientes.-

me dice.-
 Cuando se separa me giña el ojo para luego irse de la mano con mi hermano. Jack me mira con esos azulados ojos, los cuales estan más claros. Sonrio insconcientemente.
Con un pequeño movimiento de cabeza me indica que vayamos hacia su coche, cierro la taquilla y lo sigo en silencio. 

Al llegar entramos al coche, cerramos las puertas y mientras que él empieza a conducir yo acomo el cinturon a mi cuerpo.
-Te he visto desde el campo, ¿Estás bien? No se te veía muy buena cara.- me pregunta después de unos minutos. Le miro rapidamente, su rostro expresa preocupación.-

-Estoy bien. Solo era porque me quede un poco embobada.- le digo.-
Él gira su mirada hacia mi con una leve sonrisa ladeada. En ese momento me doy cuenta de lo que acabo de decir. Me sonrojo mientras que bajo la mirada hacia mis piernas. "Mierda Emma, siempre tienes que meter la pata" dijo mi mente, "¡Cállate!" le solté.
-Entonces estas bien.- me dice.-

-¿Que tal tu día?- le digo queriendo sacar toda esa tensión del ambiente.-
-Mal.- me dice. Le miro extrañada.-
-¿Por qué? Hoy el entrenador no os presiono tanto.- le digo vacilante.-

-No es por eso.- me dice sonriente, hasta que su sonrisa desaparece. Baja la cabeza mientras que estamos parados en un atasco.-
-¿Entonces? No me dejes con la intriga. Sabes que no me gusta que te hagas el misterioso conmigo.- le digo sonriente. Me mira y sonríe de nuevo.-
Vuelve a conducir cuando varios coches se mueven.

-Es que no te he visto nada esta semana.- me dice. Eso hace que mis mejillas se vuelvan dos tomates y que mi corazón golpe con fuerza mi pecho.- Te he echado de menos.- me quedo sin palabras, pero unas pocas salen de mi boca rápidamente.-
-Yo también te he echado de menos.- le digo por fin.-
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Capitulo 13  Un simple gracias, me vale

Narra Emma:
Estoy en casa. Aun intento calmarme, por lo ocurrido hace unos minutos. La verdad, estoy algoconfundida no sé si todas esas demostraciones de afecto son solo para demostrarme que me aprecia como una amiga o que siente lo mismo que yo. 

Lo bueno es que me siento más libre por la confesión que le he dicho, nunca le habria dicho tal cosa, pero eso es lo que produce él en mi.
Miro a mí alrededor, me encuentro en el recibir de casa, junto al espantoso cuadro. Noto como mis pies me piden que me siente, debo de llevar un buen rato pensando.
 Me separo de la puerta y empiezo a caminar hacia las escaleras. Las subo y llego a la habitación. Cuando casi cierro la puerta, la voz de John recorre toda la casa hasta llegar a mis oídos. Abro la puerta con el ceño fruncido en busca de esa voz. No oigo nada por unos segundos hasta que me vuelve a llamar, de esta vez más fuerte. 

"¿No se suponía que estaba con Melisa?" pienso en apenas segundos. Salgo de la habitación y empiezo a bajar las escaleras para dirigirme hacia él.
Sigo mi instinto y llego a la cocina. Antes de poder abrir la puerta un pensamiento me recorre el cuerpo. "¿Y si le ha hecho algo a Melisa? ¿Y si ha roto con ella?" pienso con temor. Mi ceño se frunce y mis manos se hacen puños. "Como le haya hecho algo le pienso dejar sin sonrisa y sin pelotas." me digo a mi misma antes de entrar en la cocina y encontrarme con un John apoyado en la encimera blanca. 

Su rostro mira al suelo pensativo. Sus brazos descansan cruzados sobre su pecho y una

de sus piernas se apoya en lo bajo de la encimera para mantener el equilibrio del cuerpo. Le sigo mirando con ganas de estrangularlo, pero me contengo. En segundos me mira y su ceño se relaja un poco. Yo en cambio sigo con mi mismo rostro.
-¿Qué pasa?- le pregunto desde la puerta. Él me sigue mirando hasta que me señala con la cabeza que pase. Dejo atrás la puerta para estar frente a él.-
-Necesito un consejo tuyo.- me dice serio. Al oír esas palabras una sonrisa divertida sale de mi boca, dejando atrás cualquier deseo de estrangularlo-

-Vaya, el gran mujeriego me pide consejo. Esto no se ve todos los días.- digo divertida cruzando mis brazos sobre mi pecho. Mi cuerpo se echa hacia atrás, manteniendo la misma postura que él, pero en mi caso yo estoy apoyada en la mesa de madera.-
- Bo. Lo digo enserio. ¿Podrías darme un consejo o se lo pido a Jack?- me dice. Su rostro cambia rápido para dejarme ver su mirada divertida. Mi expresión cambia cuando suena su nombre. Ese nombre que tantas veces me hizo estremecerme. Lo miro mal, ya que él sabe que, Jack influye algo en mí.-
-Idiota.- le digo entre dientes.-
-¿Que decías?- me dice aun con esa estúpida sonrisa suya. Le miro e intento no partirle la cara. "Contrólate Emma. Deja que hable." Dice mi mente y de mala gana asiento.-
-¿En qué quieres que te ayude?- le digo rápido clavando aun mi mirada en él durante unos segundos. Miro a otro lado para que no me entren ganas de partirle la boca.-
-Es Melisa. Quiero impresionarla.- me dice.-
Me giro rápido y mi cuello estalla. Me llevo

una mano al cuello, pero aun así lo miro sorprendida. "Siempre te matas en el último momento, Emma" dice mi mente, no contesto ya que el cuello me sigue doliendo.
-Ai... ¿Y cómo quieres impresionarla?- le digo antes de hacer una mueca de dolor. Él me sigue mirando divertido.-
-Pues, no sé. Tú me dirás.- me dice mirando hacia el suelo.-
-A ver, Melisa últimamente me ha preguntado si quería ir al circo con ella. ¿Por qué no la llevas a verlo?- le digo.-
 En ese momento levanta la mirada y una amplia sonrisa ilumina su cara. Nunca lo había visto así, con la ilusión de hacer feliz a una chica, a su chica. Y esa es otra de las cosas que también me parece extraño en él. Tiene novia. Pero la gente cambia con el tiempo y él ya a dado ese paso.
-Si, estaría bien.- John sonríe feliz y yo hago lo mismo.- ¿Y después?
-Pues, después... La podrías llevar a comer a un restaurante o hacer un picnic en el parque.- le digo. Se queda pensativo y asiente.-
-Creo que optare por el picnic.- me dice después de unos minutos.- Pero necesito tu ayuda con la comida.
-Vale.- le digo. Los dos nos movemos de nuestros apoyos y empezamos a preparar la comida para su picnic. Mientras que hago los bocadillos veo como John busca por toda la cocina la cesta. Aun así, está feliz y se le nota a kilómetros.- Se te nota que estas enamorado, idiota.- le digo sonriente.-
-¿Se nota mucho?- me dice sorprendido.-
 Le miro y me rio ya que su cara me hace gracia. Tiene en la cara dibujada, con rotulador permanente la gran frase; me he enamorado.

Es algo que nunca me imagine en él.
-Tú no te pongas nervioso y ya está.- le digo volviéndome para seguir con los bocadillos. Noto como me mira y a los pocos segundos vuelve su mirada a la cesta.-
-Para ti es fácil decirlo. No te pones nerviosa cuando ves sus ojos, o su sonrisa que deja petrificado a cualquiera.- dice.-
En ese momento me paró en seco y empiezo a recordar los ojos de Jack, su sonrisa, sus besos, sus abrazos...
Noto como me sonrojo y sacudo la cabeza para tranquilizarme. No sé como un chico puede hacerme sentir mariposas en el estomago, sonrojarme o simplemente hacer que un escalofrió recorra mi cuerpo. Pero también tengo que admitir que el chico es Jack. El dulce, amable y divertido Jack. Ese chico que no deja que una lagrima recorra tu cara.
-Yo...Son dos cosas distintas, John.- le digo sin pensar.-
 Él se gira y me mira confuso. Noto como mira mis mejillas sonrojadas e intento esconderlas entre mi largo pelo.
-Explícate, tomate.- me giro hacia él con brusquedad y le pongo mala cara.-
Mi cara deja de estar roja y vuelve a la normalidad. Él sabe cómo hacer que mi rostro cambie rapidamente de aspecto.
-No soy un tomate... Quiero decir que tu eres un chico y casi nunca os sonrojáis... Y esas cosas. En cambio nosotras nos ponemos nerviosas con cualquier movimiento.- le digo seria intentando terminar el bocadillo que antes empecé. No le miro ya que no tengo ganas de verle su cara de diversión.-
-Ya, pero también puede haber algún chico que se sonroje, solo por el mero hecho de ver una sonrisa de esa persona.- me quedo sorprendida con la voz en que lo dijo.-
Le miro obsesrvando su leve sonrisa y sus sonrojadas mejillas. Cada día me sorprende más.
-Entiendo, tomate.- le digo divertida. Me mira mal, pero a los pocos segundos sonríe satisfecho.-
-No me llames así.- me dice aun con una sonrisa.- Oye, gracias. Por todo.- eso hace que me gire y sonría. Asiento con la cabeza y seguimos con los nuestro.-
Después de nuestra conversación seguimos con la preparación del picnic. Unos bocadillos, una macedonia, unos refrescos y una manta. Mientras que John busca las entradas en internet y las imprime. Yo meto todas las cosas en la cesta.
Terminamos en menos de lo que pensábamos. John se despide y se va en dirección a la casa de Melisa mucho antes de lo previsto. Su función empezaba a las 7:30 y aun era las 6:34 de la tarde.
 Yo en cambio me siento en el sofá a ver un poco la televisión. Hoy había sido un día lleno de muchas emociones y mi mente estaba un poco cansada. Me quede dormida a los pocos minutos de encender la televisión.
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Capitulo 14 Buenos recuerdos

Narra Jack:
Conducir con alguien que te pone nervioso y que además esta a tu lado...
No tengo respuestas para deciros que sentía en aquel momento. Pero ahora estoy en casa y tan perplejo, como no. Miro el techo blanco de mi habitación, ya que es lo único blanco que hay en mi habitación. Mi mente vuela recordando todo y acaba preguntándose tantas cosas para las que no tengo respuesta.
No pensaba que Emma algún día me diría que me echaba de menos. En parte tiene su lógica, ya que no hablamos mucho esta semana. Pero por otro lado es raro, porque nunca he oído a Emma pronunciar esas palabras y menos dirigírmelas a mí.
Desde que entro Melisa en nuestro grupo de "aburridosperfectamentevagos" Tengo que dejar claro que el nombre fue idea de Emma. No sé cómo ni porque, pero le puso un nombre a un grupo de cuatro personas. No si, Emma tiene cada ocurrencia. "Pero te encanta así, Jack" dice esa parte de mi cabeza. Me dejo un poco perplejo oír eso, ya que tenía razón. "Cállate, quieres. Odio que tengas razón." Mi mente no respondí, pero sabía que tenía una sonrisa.
A parte del "Te echo de menos" de ella. Hay algo que me llamo mucho la atención. Emma se muestra más cariñosa o puede que me lo esté imaginando y sigua siendo la de siempre.
Esto de estar enamorado confunde, pero es una sensación hermosa. Nunca pensé que me iba a enamorar. Y menos de Emma.
Ella es distinta, su forma de ser, sus ojos, su sonrisa o mejor dicho sus múltiples sonrisas. Con una sola sonrisa sé cómo se siente. Y es bueno saberlo, porque si no esquivaría sus golpes. Algunas veces

su bipolaridad aparece y digamos que no es muy bonita presenciarla. Tranquilos, sus golpes son como caricias para mí. Algo raro, pero si.
Es alucinante lo que te hace estar enamorado. Te hace darte cuenta de cosas a las que antes no les prestabas mucha atención. Esa mirada que te dedica cuando solo quiere verte sonreír. Su sonrisa llena de felicidad y sabes que esa sonrisa es por ti.
Me despierto de mi trance cuando mama me llama desde el salón. Me levanto dejando atrás mi pose pensativa. Salgo de la habitación con pasos lentos y bajo por las escaleras. Llego a donde esta ella.
- Dime mama.- le digo feliz. Con un movimiento rápido se gira de su posición y me mira sonriente al ver mi rostro feliz. Su sonrisa hace que se te contagie a ti también.-
- Quería que me cogiese una caja rosa que está en la cocina. En una estantería bastante alta para mi.- asiento ante su petición y voy en dirección a la cocina. La cocina es grande, pero diviso la caja que mama quiere con facilidad. Me acerco e intento alcanzar la caja. Me pongo de puntillas. Aun que mida 1' 80 esto esta mas alto. Cuando logro coger la caja, una extraña sensación hace que mira la caja como en busca de algo. Y me acuerdo al instante. Cuando cogí a la pequeña Emma por la cintura para elevarla. Buenos recuerdos. Dejo de pensar y me voy derecho hacia donde esta mi mama. Entro en el salón y la diviso. Esta haciendo ganchillo, así que me supongo que habrá lana en la caja. Dejo la caja a su lado.-
- Toma.- le digo. Su mirada sigue en (creo que es una bufanda), por unos segundos. Me mira y sonríe al darse cuenta

de donde está la caja. Esto de hacer ganchillo siempre la tranquiliza cuando está nerviosa. Y en ese momento quiero saber porque está nerviosa. Me siento a su lado en el sofá.- ¿Mama, te encuentras bien?- con ella siempre procuro hablar bien, ya que ella me educo así. Su mirada para en mí y ella deja su sonrisa a un lado. Sabía que había algo que no iba bien.-
- Es que. No se si tu padre volverá algún día. Hace ya bastante tiempo que se fue y no volví a recibir ninguna carta suya desde hace un mes.- vuelve otra vez su mirada a lo que está haciendo. Yo también bajo la cabeza, ya que ese tema para mi también es muy delicado. Mi papa se marcho hace como unos tres meses de viaje de negocios. Tuvo que recorrer varios países. Mi mama odiaba la idea de que se fuese, pero no le quedo otra que asentir y sonreír por la oportunidad que tenía mi papa de viajar. Cada semana nos mandaba una carta desde diferentes lugares y como dijo mi mama hace un mes que no sabemos nada de él. Intento no pensar en él o hablar de él. Ya que mi papa siempre a sido alguien importante en mi vida.-
- Entiendo, pero hay que tener paciencia, mama. Seguramente estará ocupado o aun estará escribiendo una carta.- le digo intentando convencerla. Ella me mira. Le sonrió levemente para que se tranquilice. Sonríe, pero aun tiene preocupación en sus ojos.- Tranquila. Ya verás como todo sale bien.- le digo. Me levanto y me acerco a abrazarla. Abrazarla siempre la tranquiliza. Pero, nunca del todo.-
Subo las escaleras con pasos rápidos y decididos. Entro en la habitación y la cierro dejando que

todo el color azul oscuro me inunde. Me relaja bastante ese color, por eso lo uso bastante. Camino hasta la cama y me siento en ella. Mi mente vuelve a viajar por ese lado de mi cerebro preocupado y con buenos recuerdos guardados. Giro mi cabeza y contemplo la silla donde una vez se sentó Emma, la misma noche en que tantas cosas ocurrieron. Donde sus delicados brazos protegidos por mi chaqueta me abrazaban y sus hermosos labios rosados me besaban mi piel en segundos.
Me acuerdo de la mirada que tenía cuando estuvo aquí, en mi habitación, aquella noche. Tenía la misma cara de preocupación que mi mama. Sus ojos eran profundos. Cada vez que me miraba sentía como una corriente de aire frio recorría mi espalda. Esa misma sensación la volví a sentir cuando casi estuve a punto de besarla el otro día en el coche. Es algo que nunca olvidas. Giro mi cabeza y me quedo mirando el suelo. La vista se me nubla y todo empieza a estar borroso. Mierda, estoy llorando.
Con un movimiento rápido saco esas lágrimas de mis ojos. El porqué de mis lagrimas no es por Emma, si no por mi papa. Él es el hombre más cariñoso, amable y simpático que a conocido este mundo. A mi mama la enamoro con un hermoso poema y una rosa roja. Me acuerdo con la leyó cuando era más pequeño, a los 8 años o por ahí. Me acuerdo que le había preguntado cómo podía enamorar a una chica y él me leyó el poema para que me inspirara a escribirle una. Pero, no dio resultado. La chica se fue, se mudo y me corazón rompió. La quería, era como mi hermana, antes de conocer a Emma. Desde aquella no volví a querer. Pero,

ahora me he vuelto a enamorar y me alegro de sentir este sentimiento tan hermoso. Mi papa me había enseñado a querer a una chica, a cuidarla. Por eso yo demuestro mi amor solo a mi mama. Ella necesita que este ahí para que no se sienta sola. Me levante, me cambie y me metí en cama. Quedándome dormido.
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Es viernes por la mañana. Día del partido. Espero que ganemos.
Me levanto rápido de la cama y me voy al baño a ducharme. Cuando salgo siento como mi cuerpo está despierto, con energías. Escojo entre mis camisetas una negra, ajustada. Puede que de esta vez sepa la verdad sobre que piensa Emma de mi cuerpo. ¿Me ha dejado intrigado o es que solo quiero saber su opinión? No sé.
Dejo de soñar y me voy a la cocina. Me encuentro con mama. Esta tomándose un café mientras mira el periódico. Eso antes lo hacía papa. Nos comentaba las noticias mientras que leía el periódico, era una rutina suya.
Me siento de frente a ella, tomo una tostada y le pongo mermelada por encima. Soy un goloso en el fondo. Mientras que devoro mi tostada mama me cuenta las noticias y yo escucho con atención. Otra rutina que hacíamos con papa.
Termino más rápido que ayer y me voy fuera a esperar a Emma. Saco el coche que me regalo papa antes de irse de viaje, del garaje. Lo a parco delante de la casa de Emma. Salgo de él, dejando ver mi figura apoyada, no del todo, en el capo.
Tengo que ser un caballero y abrirle la puerta del copiloto para que entre. Así me educo papa y quiero que se sienta orgulloso de su hijo.

Aun que en realidad somos muy parecidos, según me dijo mama. Fuertes, románticos, simpáticos y cariñosos, muy cariñosos. Vale, si. Soy cariñoso, pero no tengo por qué avergonzarme. Me gusta ser así. También nos parecemos en los ojos azules. En cambio yo heredo el pelo rubio oscuro de mama. El de papa es castaño oscuro, así que ahí no coincidimos. Mama casi siempre me dice que soy un clon de papa, pero más joven. Que cuando papa era joven era igual a mí ahora. Y bueno, no me molesta. Ya que papa podría haber sido el Romeo de su tiempo.
Siempre enamoraba a todas las chicas, pero que mi mama era su elegida y amada. Ella pasaba de él, pero en un momento dado el universo quiso que estas dos personas se uniesen. Ese día llovía y mi mama no tenia paraguas para irse a casa. Así que mi papa se ofreció a llevarla. Hablaron y hablaron. Los días pasaban y un amor creía en el corazón de mi mama. Y así es como después de unos meses se confesaron su amor. Después de unos años recorriendo mundo, volvieron hasta aquí, se casaron y me tuvieron. Mi papa me contaba esta historia una y otra vez. Y yo nunca me cansaba de oírla. Era hermoso oír a mi papa, enamorado aun de mi mama hasta la medula. Y ahora siento que estoy creando una historia parecida con Emma, la cual les contare a mis hijos en algún momento. Bueno, si Emma no es la madre no se lo contare, claramente.
Pasan los minutos y casi me duermo de pie, últimamente no duermo mucho. El entrenador nos hace jornadas intensas de las narices. Oigo un portazo procedente de mi derecha. Me giro y contemplo la hermosa figura

de Emma, pero un poco mosca. Tengo que estar atento a su bipolaridad. Me acerco a ella y le abro la puerta del coche para que entre.
- Hola, princesa.- le digo con una sonrisa. Me mira y sonríe levemente. Entra en el coche rápidamente y cierro su puerta. Voy a mi asiento y enciendo el motor de mi coche.-
- ¿Y esa novedad de abrirme la puerta?- me dice con una sonrisa divertida. La miro y le sonrió, ya que no tengo respuestas.-
- Digamos que hoy me sentía caballeroso.- le digo. Al momento me arrepiento de lo que digo porque suena estúpido. Ella me mira sorprendida, pero aun con su sonrisa divertida.-
- Tú siempre eres un caballero.- me dice. Me giro sorprendido y la miro con una leve sonrisa. Ella se sonroja y vuelvo a mirar la carretera. Me encanta ver sus mejillas sonrojadas. Se ve tan dulce e inocente. Mi mente no reacciona. Y suelto lo primero que se me ocurre.-
- Y-yo...No sabía que pensabas eso de mi.- le digo intentando calmarme, ya que aparece otra vez esa sensación que solo me produce ella.-
- Bueno...Solo digo la verdad.- me dice a modo de defensa. La miro. Sus mejillas ya no están sonrojadas.-
- ¿Olle tú crees que me queda bien el color negro?- le digo divertido. Ella me mira y se ríe. No me extraña sueno como un marica. Vuelvo otra vez la vista a la carretera esperando su respuesta. Noto como me mira el torso. Se ha quedado otra vez pasmada. Pasan unos minutos hasta que aparco el coche delante del instituto. Paro el motor y me giro a verla. Levanto una ceja y le levanto el mentón con una mano. Estoy bastante acostumbrado a hacerlo últimamente. Rutina, por decirlo así. Ella mi mira y se sonroja de nuevo.- ¿Entonces es un sí?
- Bueno...yo...no sé qué decirte.- me dice saliéndose de mi agarre al que también estoy acostumbrado.-
- Entonces, dime.- le digo curioso, acercándome un poco a ella. Quiero ver sus ojos desde más cerca. Sus hermosos ojos que me hacer acércame como un iman a ella.-
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Capitulo 15 Decidida, pero con problemas

Narra Emma:
"Dios sus ojos están muy cerca. Apártate por favor, no quiero hacer una estupidez o ¿Si?" pienso mirando a otro lado con el ceño fruncido, " Yo sé que quieres besarlo, Emma" dice esa voz en mi cabeza.
Sigo mirando a otro lado para no encontrarme con los ojos de Jack, sus hermosos ojos..." ¿Porque pienso así?" pienso preocupada, " Porque sientes algo por él, admítelo." sigue esa voz insistiendo en mi cabeza. Después de unos segundos me pongo seria y miro a Jack, " Intenta no ponerte nerviosa, Emma" pienso dándome una orden.
- Creo, que te quedaría mejor el blanco.- le digo rápidamente. Él se separa un poco, " Por fin" pienso aliviada. Le miro. Esta extrañado por mi respuesta.-
- Entiendo.- me mira y después mira hacia delante, " Me siento una estúpida. Ahora pensara que no lo veo bien con esa camiseta, que es todo lo contrario" pienso mirando hacia el suelo. Porque demonios soy tan bipolar. No entiendo. Unas veces lo quiero, se que siento cosas hacia él. Pero, en otras solo pienso en que él no es para mí. Que no le merezco. "¿Por qué?" me pregunto esperando una respuesta de mi mente. Que a los pocos minutos llega. "Porque no quieres arruinar tu amistad con él. Pero tampoco soportas verlo con otra chica. Así que elige Emma, porque él no estará siempre esperando a que te decidas." La respuesta que me da mi mente me hace ver que tiene razón. Tengo que decidirme ya.-
En ese momento un ruido hace que salga de mi mente. La puerta de Jack se abre haciendo que con un movimiento rápido lo coja del brazo para impedir que se vaya. "No dejare

que te vayas tan rápido, Jack." Piensa mi mente. Jack se gira en mi dirección y me mira con sorpresa, pero con tristeza en sus ojos. Mi boca suelta unas pocas palabras, aun teniendo su brazo entre mi mano.
- L-Lo siento Jack. No quería decir eso. Te veo bien con cualquier camiseta.- le digo. En ese momento miro a otro lado con las mejillas rojas. Suelto mi agarre. Él vuelve a entrar y me gira la cara con una mano para que pueda verlo, rutina. Le miro un poco avergonzada.-
- Tranquila. Yo tampoco digo que me encante el negro.- me dice y sonríe. Yo le devuelvo el gesto y nos quedamos un poco en silencio, mirándonos a los ojos. Su agarre sigue firme, solo que de esta vez pasa su mano con cuidado por mi mejilla. Me sonrojo mas, al notar el tacto de su piel chocar con la mía. Él se acerca y me da un beso en la otra mejilla. Acto seguido pone su frente contra la mía. Me pongo nerviosa, pero aun así su movimiento me hace sentirme protegida, nunca me separaría de él, pero lo hago. En un movimiento rápido le doy un beso en la frente. Salgo de su agarre y del coche. Cuando estoy fuera, le miro a los ojos y le sonrió. Nunca dejaría de sonreírle.-
- Que tengas un buen día, Mr. Popular.- le digo. Él sonríe de vuelta y me giña un ojo. Antes de que pueda cerrar la puerta me dice de vuelta.
- ¿Vendrás al partido?- me quedo pensando. Le miro sonriente y asiento.- Que tengas un buen día, linda.-Y cierro la puerta del coche. Con una sonrisa dibujada en la cara.-
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Entro en el instituto y voy hacia mi taquilla. Allí me

encuentro con Melisa, que también busca algo en su taquilla. Somos compañeras de clase y de taquilla, todo ventajas. Ella se gira cuando ve que estoy a su lado y me sonríe. La miro y veo que está muy emocionada y le devuelvo el gesto. Hace poco que somos amigas, pero es como si la conociese de toda la vida. Sé que tiene algo bueno que contarme.
- Dime. Se te nota en la cara que te paso algo interesante.- le digo después de coger unos libros. La miro con la misma expresión que tiene ella en el rostro. "¡Lo sabia! Soy un genio." Pienso antes de que ella llegue a contestar.-
- Si, adivinaste, ¿Como lo sabías?- me dice intrigada. Yo me rio.-
- Instinto, supongo.- le digo sonriente. Ella se aclara la garganta y me dice.-
- Pues el caso es que John el otro día me llevo al circo. Estuvo muy emocionante. Me ofrecí voluntaria para ir con los payasos, pero cogieron a John y digamos que no se enteraba de mucho.- me dice riendo. Yo también estallo en carcajadas imaginándome a John con los payasos. Aun me acuerdo de aquella vez que fuimos al circo, cuando éramos pequeños y los payasos llenaron la cara de John con tarta. Que recuerdos.-
- Dios. Tenias que grabarlo, debía de ser buenísimo.- le digo cuando me calmo un poco. Ella también se calma un poco, pero su sonrisa no desaparece.-
- Estaba concentrada en ver a John.- me dijo sonriente.- Pero estaría bien tenerlo en video.
- Si, eso sí.- le digo. Cuando terminamos de coger las cosas nos vamos a clase de historia. A Melisa le gusta esa clase, así que no hablamos. Ella atiende y yo sigo a lo mío. Que es

básicamente vaguear.-
Mientras hago garabatos en la libreta, me paro a pensar en el beso tan dulce de Jack. Sus labios tocando mi piel. Es raro no ver a Jack con una chica a su lado, pero como me dijo él una vez " Yo nunca seré un mujeriego. Yo quiero tener a alguien siempre a mi lado.", esas palabras son muy bonitas, pero en Jack son normales.
Siempre ha sido un caballero. Así como su padre. Cada vez que los veías a los dos se notaba que eran padre e hijo. El timbre suena y me despierto de mis pensamientos. Cuando salgo de mi cabeza veo que he dibujado unos ojos en el papel de mi libreta. Me supongo que serán los de Jack. Tampoco dibujo perfecto para que se pueda distinguir de un garabato. Cierro la libreta y me levanto.
- ¿Melisa, voy yendo, vale? Tengo que volver a pasar por la taquilla.- le digo. Ella asiente feliz y me voy. Camino en silencio y a unos pocos metros de mi posición, oigo unas voces. Son masculinas. Me pego a la pared para oír.-
- Tenemos que sacar a "Mr. Popular" del grupo.- dice una voz que me suena conocida. Miro y en efecto es Jake. Un amigo de mi hermano. A su lado esta Kevin, otro popular. Están de brazos cruzados y serios. Creo que intentan pensar. Me hacen gracia sus caras de concentración. Me vuelvo a pegar a la pared y sigo escuchando. Mientras que intento no estallar en carcajadas.-
- Si, el Don Perfecto y anti mujeriegos, no nos deja ligar. Tenemos que sacarlo rápido. Hace unas dos semanas que no he tenido una noche loca.- dice Kevin preocupado y casi gritando. "Esto cada vez se pone mejor. Jack, es todo un genio. Está

aprendiendo. ¡Me encanta!" pienso intentando que una carcajada no salga de mi garganta.-
-¿Y eso te parece mucho? ¡Yo hace un mes!- dicen preocupados. Me rio porque Jack no les deja ligarse a ninguna. Me va a dar algo. "Tranquilízate, Emma. No pueden saber que estas aquí." Grita mi mente y en segundos me calmo.-
- Ese idiota no nos deja acercarnos a ninguna, ya que las tiene todas para él solo.- dice Jake. Eso hace que mi rostro se frunza. Siento ira dentro de mí. "Vaya, ya vas aclarándote ideas, Emma." Dice mi mente. "Cállate, ahora no estoy para esas cosas." Le digo mentalmente y se calla.-
- Ya. Lo peor es que rechaza a todas esas chicas. ¡Dios como lo odio!- dice otra vez Kevin. Me alivio al oírlo decir eso. Sabía que Jack no era como ellos. "Ala, ya puedes quedarte más tranquila, Emma." Dice mi mente y no le hago caso. En ese momento oigo como unos tacones golpean el suelo y una voz femenina suena alterada.-
- Díganme que ya tiene algo para destronar al idiota de Jack.- dice esa voz que al darme cuenta, es Beatrice.-
- No aun no, pero me estoy poniendo de los nervios.- dice Jake. Ella da un golpe en el suelo con el tacón y suena en alto. Me va a dejar sorda. ¿¡Como no nadie ha oído eso!? Impresionante.-
- ¡Hay que sacarlo ya! No lo soporto.- dice ella. Creo que se ha cruzado de brazos ya que dice esas últimas palabras en un tono más bajo y tranquilo.- Lo peor es que si no lo hacemos algo rápido, meterá a la petarda de Emma en el grupo.- dice ella. Eso hizo que mis ganas de golpearlas aumentaran dentro de mí. Le pienso dejar la cara

bien morada, así no le hará falta ponerse colorete ni nada. Toda belleza natural, con mi ayuda, claro.-
- Yo, a eso no le veo lo malo.- dice Kevin riéndose de ella.- Puede que con ella, si pueda tener algo de fiesta. Ella es fácil.- dice. Cierro el puño y tengo unas ganas locas de golpearlo, mejor dicho a los tres. Belleza natural para todo el mundo.-
- Que dices. La conseguiría yo primero. Mírame a mí y mírate a ti.- dice Jake, riéndose.-
- ¿Y qué? Puedo tener más oportunidades. Tú no sabes jugar con una chica que solo quiere a alguien cariñoso.- dice Kevin. ¿Enserio, están discutiendo por eso? tengo ganas de gritarle y decirle que antes me tiro por un puente que acercarme a ellos.-
- ¿Estáis tontos o qué? ¿No sabes que Jack la defendería y os mandaría un golpe si os viese cerca de ella?- ellos se quedan callados y yo me quedo sin palabras, "¿Jack haría eso por mi?" pienso sonriente. Mis mejillas se vuelven rojas. ¿Aquí hace calor o soy yo? Va, que mas da.-
- Eso es verdad.- dice Kevin después de pensarlo un poco.-
- ¿Y si lo pillamos de sorpresa?- dice Jake, rápido y como si nada. ¿A que se referirá?-
- ¿Que quieres decir?- pregunta ella curiosa.-
- Le daremos una lección y así no volverá a querer ser "Mr. Popular" Mejor dicho no podrá ni levantarse.- dice Jake sonriente. Esto no me da buena espina. Tengo que avisar a Jack. No quiero que le hagan daño. Ellos están fuertes y son dos. Pueden dejar a Jack en el suelo con dos golpes. No lo permitiré. Mis pies se mueven veloces, dejando atrás la conversación que acabo de escuchar. En mi mente solo pienso en una cosa: Jack, mi Jack. Dañado. Nunca. "¿Te has decidido, Emma?" dice esa voz en mi cabeza, a la que le llamare Frend, si, es un nombre raro. Como ella, que no deja de darme la vara. "Si, me he decidido." Le digo mientras que bajo la velocidad de mis pies, para poder entrar en clase. "¿Y cuál es el veredito?" pregunta. "Que le quiero." Respondo y entro en clase.-
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Capitulo 16 Advertencia

Narra Emma:
En cuanto suena el timbre mi cuerpo sale veloz por el marco de la puerta de clase. Melisa, aun quedaba apuntando unas cosas. Así que tardara un poco en encontrarme. Tampoco le he contado nada, ya que no quiero que se preocupe o que se lo cuente a John.
John es muy impulsivo y sé que cuando tiene algo en mente no es fácil sacárselo. Doblo la esquina y entro en la cafetería jadeante. "Joder, ¿Desde cuando los pasillos son tan largos?" piensa mi mente. Me incorporo y busco con la mirada al chico de ojos azules. "¡Lo encontré!" grita mi mente y salgo disparada hacia él. Se dirige feliz a la mesa de los populares. No pienso dejarle ir.
 Lo cojo del brazo y tiro de él hacia una de las últimas mesas de fondo. "¿De dónde sacaste tanta fuerza?" piensa Frend. "Ni idea." Le respondo feliz de mi triunfo.
Me siento en el banco y pongo a Jack a mi lado, también sentado. Le miro con preocupación en el rostro. Él en cambio me mira extrañado y un poco sorprendido.
- ¿Qué demonios te pasa, Emma?- me dice de los brazos cruzados. Esta tan guapo con esa pose... ¡No! Tengo que decirle que puede tener problemas. "Venga, ¿No puedes dejar un poco ese tema? Se ve tan hermoso con esa pose." Dice Frend. Ignoro su pregunta y yo le hecho una mirada asesina mentalmente. Me decido responder a Jack.-
- Jack. Por favor no te acerques a los populares. Sal del grupo rápido. No quiero que te hagan daño.- le digo tan rápido que ni me entero yo. Jack me mira confuso. Me coge de los hombros con velocidad. "Entiendo que es para tranquilizarme. Pues mucho

no funciona." Dice mi mente en apenas segundos.-
- Espera. Más despacio correcaminos.- una sonrisa asoma por su boca, pero yo aun sigo un poco nerviosa. Solo pienso en una cosa: no quiero que le hagan daño. No me lo perdonaría si algo así pasase. Le quiero, pero también es mi mejor amigo.-
- Jack. Por favor no te acerques a ellos.- le dijo otra vez rápido, pero con un poco de calma. Mi brazo se levanta solo y señala a la mesa de los populares. Él mira donde señalo y después a mí. Baja mi brazo con rapidez, pero no con brusquedad. Si no, dulcemente. "Este chico sí que sabe tratar a una bipolar nerviosa." Dice Frend "Estas mejor callada." Le digo a modo de defensa. Hoy está más pesada de lo normal.-
- Esta mal señalar.- me dice Jack interrumpiendo la conversación de Frend y mía. Aun así, mis nervios empiezan a crecer, hasta llegar al punto de desesperación. "¡¿Me va a dar algo .Porque no me escuchar?!" grito internamente. "Creo que le dado miedo a Frend, ya que está muy callada. Raro." Vuelvo a decir antes de volver a mirar, a Jack.-
- Jack. ¡Dios escúchame!- le digo. Haciendo que todos los nervios saliesen en forma de palabras. Salgo de su agarre. Que aun estaba presente. Y le cojo por los hombros. Me mira incluso más confuso que antes.-
- Vale, vale. No hace falta que hagas fuerza.- me extraña su respuesta, pero, en efecto estoy haciendo fuerza contra su hombro. Me separo rápidamente y miro al suelo avergonzada. "Siempre haciendo el tonto. No sé qué hare contigo, Emma." Dice Frend después de estar 5 minutos callada. "Hombre, el loro parlante.

Ya decía yo que me faltaba algo." Le digo a modo de respuesta. No responde. Perfecto. Mi vista sube un poco hacia el cuerpo de Jack, hasta llegar a su rostro y mirarlo a los ojos. Sus ojos azules, ahora están manchados de un azul más oscuro. Que hace a Jack más guapo de lo normal. Eso, lo pensaría cualquier chica, pero, yo se que eses toques son de seriedad, de preocupación y de nervios. Se le nota que esta tenso y eso lo provoco yo. Me siento estúpida muchas veces por provocarle eso. No quiero que se preocupe por mí. Ya tiene muchos problemas, como para que yo lo empeore todo. Unas débiles palabras salen de mi boca, en vez de las lágrimas que retengo en los ojos.-
- Lo siento.- le digo. Y vuelvo a mirar al suelo. Si se me cae una lágrima no quiero que la vea.-
- No pasa nada. Ahora dime, ¿Qué es eso que tenias que decirme?- le miro, levantando mi mirada rápidamente. Sus ojos siguen teniendo eses toques oscuros, pero ya casi no se les nota. Me mira sonriente. Y eso provoca que las lágrimas no salgan. Su sonrisa siempre provoca que mi bipolaridad se controle. Aun así, los nervios aparecen de nuevo y le respondo rápido, pero tranquila. A la tercera va la vencida, ¿No? -
- Jack. Escúchame bien. No te acerques a los populares.- su rostro se convierte de nuevo en preocupación. Pero, aun así, a los pocos segundos su sonrisa envuelve su rostro con felicidad y diversión. "¿Qué le ve de gracioso? No lo entiendo." Me pregunto mentalmente.- No es una broma. Les he estado escuchando y...- me interrumpe de tal manera que me asusto.-
- ¡¿Que, qué?! ¿Has estado escuchando

su conversación? Emma, sabes que eso no se hace.- me dice. Parece mi papa. Solo que él ya no está aquí..."Ahora no recuerdes eso, Emma. Concéntrate en Jack. A él si puedes salvarlo." Dice mi mente y asiento de mala manera. No tengo ganas de recordar todo eso y Jack no me ayuda interrumpiendo.-
- ¡¡Jack!!- digo gritando para que me atienda. Lo peor de haber gritado, es que muchos alumnos me miraron con una cara de miedo. Mire a alguno de reojo y contemple su cara de espanto. Si ahora mismo no estuviera enfadada y a punto de perder toda la capacidad de controlar mi bipolaridad, estaría en el suelo riéndome como una loca. Pero, bueno, eso en otro momento. Ahora, a intentar explicarle las cosas a este pitufo. Y si, es un pitufo. Cuando me enfado le llamo alguna vez, pitufo. Ojos azules, ropa azul, habitación azul. Mas azul y se convertirá en un pitufo de verdad. "Concéntrate, Emma. Que te vas del tema." Dice mi mente y asiento de mala gana, de nuevo.- No me interrumpas que no término en la vida.- me mira y asiente. "Por fin." Digo para mis adentros. Suspiro satisfecha y me tranquilizo un poco para seguir hablando. Le explico la conversación de Jake, Kevin y Beatrice. Por unos segundos no dice nada. Al no responder me estreso y respondo yo, por él.- Aléjate de ellos. No quiero que te hagan nada, por favor.
- Tranquila. Hablare con ellos después de clase, para ver que pasa.- me dice tranquilo. Me sobre salto de un segundo al otro. Al oír semejante burrada.-
- ¡¡No, no!! De ninguna manera. Es lo que esperan, que estés solo e ir a por ti. No lo hagas.- le suplico.

Él me mira sonriente. "¡¿Donde coño le ve lo divertido a esto?! Que me lo explique." Grita mi mente.-
- No me harán nada, Emma. Tranquila.- me dice con confianza y seguridad. Le miro por unos minutos y unas imágenes de él herido y golpeado aparecen en mi cabeza. No quiero dejarlo ir. Mis lágrimas se asoman en mis ojos y lo abrazo con fuerza. Él al principio no hace nada, pero después me abraza con delicadeza y seguridad. Su cuerpo me hace sentirme segura, tranquila. Pero, aun así, mis lagrimas demuestran lo insegura que estoy. No podría perdonarme tan atrocidad si lo veo golpeado o herido.-
- Por favor...no lo hagas...no quiero que te hagan algo...por favor...Jack.- le digo intentando que no se me note las lagrimas. Pero, no lo consigo con éxito y él me abraza con más fuerza. Repito su mismo movimiento y me quedo callada. Si sigo hablando hare que todo empeore. Entierro mi cabeza en el hueco de su hombro y cabeza. Huelo su aroma dulce y mi mente se va quedando muda. Un gran escalofrió recorre mi cuerpo, pero no le hago mucho caso. Sigo sintiendo como su corazón late tranquilo y hace que el mío se relaje en minutos. Nadie produce estas sensaciones en mí. Y él siempre ha sido el primero en ello.-
- Tranquila. Si te sientes así, no lo hare.- me dice dulcemente al oído. Sus palabras llenan mi mente y se queda marcada con su voz. La cual no despego ni con alcohol. Sigue acariciándome el pelo con movimientos lentos y seguidos. Mi cuerpo acaba entrando en una paz total y deja todo los nervios e inquietudes atrás. Para solo concentrarse en Jack. En sus caricias y en su cuerpo tranquilo. Cuando las lagrimas cesaron, me separo un poco. Le miro a los ojos y su azul intenso volvió a invadir sus ojos. Le sonrió. Él sonríe ante mi movimiento. Mi cuerpo empieza a tener frio, necesita de nuevo el cuerpo de Jack para no morir de frio. Me vuelvo a acercar a él y lo envuelvo en un abrazo dulce y tranquilo. Pero lleno de desesperación por tener otra vez su aroma envolviendo mi nariz. Me siento muy bien en sus brazos. La seguridad me invade y me mente no despierta del trance en el que esta. Con el paso de los minutos una dulce voz entra en mis oídos feliz.- ¿Me dejaras ir al partido por lo menos, no?
- Ya veremos.- le digo en su cuello dulcemente. Aun que es más una advertencia, que una opción. No quiero separarme de su cuerpo. Ni por un millón de años. Se está muy bien aquí. Nunca me habían abrazado y tranquilizado al mismo tiempo. Es una nueva sensación que me hace querer más.-
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Capitulo 17 Dolor irremediable

Narra Jack:
Su cuerpo me sigue abrazando con miedo, que al poco tiempo se transforma en tranquilidad y paz. Es tan pequeña en comparación conmigo.
Su cuerpo no tan moreno como el mío, hace que en mi interior crezca un sentimiento de necesidad. Emma me da confianza, aun que parezca raro en un hombre, ella me da seguridad, pero también siento esa necesidad irremediable de protegerla, amarla y tenerla entre mis brazos. Sin ella no soy nada. Ella hizo que ese niño inocente y tímido, creciese fuerte y seguro de si mismo, al igual que de sus actos. Emma, ha sido para mí una hermana y una pequeña mama. Pero, lo que siento por ella hace que todo tenga sentido. Y no quiero que todos esos sentimientos se apaguen. Que dejen de dar luz a mi solitario corazón.
Todos encontramos a nuestra media naranja en algún lugar. Lejos de ti o más cerca de lo que piensas. Y está ahí, esperando a encontrarte, para que así su corazón se sienta completo. Emma es mi media naranja y yo quiero ser la suya.
Mi vida a sido muy solitaria cuando ella no estaba, pero desde que apareció, todo es una montaña rusa de emociones. Y no quiero que todo eso se acabe. La amo y no hay cosa que mas dese en este mundo que seguir abrazándola y decirle que todo está bien, que yo la protegeré de todo mal. Y así hare...
Sigo abrazándola. Creo que llevo sumido en mis pensamientos un buen rato. Ya que Emma empieza a cerrar sus delicados ojos para descansar sobre mi pecho. Es tan hermosa cuando duerme. Su rostro descansa y no tiene ninguna expresión escrita en la cara.
Aun así, su miedo

a que me hagan daño es irremediable. Siento que debería despertarla, coger su rostro en mis manos y besar sus delicados labios, para que así se dé cuenta que la amo y que estaré bien. Pero, en mi corazón algo me dice que aun no es el momento. Que debo esperar un poco más para besarla y decirle cuando la amo. Espero que ese momento llegue pronto, ya que mis ansias de besarla crecen cada vez que la miro.
Al poco tiempo, giro mi vista a las demás mesas del comedor. Desde mi posición veo como Kevin, Jake y Beatrice hablan animadamente. Aun que algo me dice que no están hablando precisamente de los exámenes. Una sonrisa malvada se postra en la cara de Beatrice y gira la vista hacia donde estoy yo. Su mirada hace que un gran escalofrió me cruce la espalda. Esto no me da buena espina. La sigo mirando con la vista fija en sus ojos verdes oscuros. Al principio los tenia claros cuando me iba a sentar a su lado. Pero, después de que Emma me trajese aquí y me contase lo ocurrido hace que desconfié. ¿Y si tiene razón? ¿Y si quieren atacarme y golpearme sin compasión? No lo entiendo. ¿Porque iban a hacer algo así?
Salgo de mis pensamientos cuando una Emma aun dormida se remueve en mi pecho en busca de más comodidad. "Vaya con que le parezco un cojín. Perfecto." Dice mi mente irónicamente. No le hago caso, si no, sigo mirando como la Emma dormida se acomoda y vuelve a caer en el sueño profundo. Pero, algo la despierta. Y ese algo es mis ganas de comer. Mi estomago ruge y Emma despierta al instante.
Sus ojos parpadean bastantes veces hasta tener una clara imagen de mi. Aun tiene

el blanco de los ojos tintado en rojo. Nunca me a gustado que llore. Me duele cuando lo hace. Mi pecho se contrae y mis brazos se agarran a ella para abrazarla con fuerza.
Ahora no la abrazo, ya que mi estomago quiere comer. Sonrío ante su despertar repentino y ella me lanza una leve sonrisa. Me levanto con rapidez y me dirijo hacia la cola para coger la comida.
Tardo unos 2 minutos, ya que había bastantes alumnos que repetían o simplemente quería comer algo. Cuando llega mi turno cojo dos platos de sopa para los dos, una manzana para mí y un plato de tarta de chocolate para la Emma dormida. No le vendrá nada mal un poco de azúcar. Salgo de la cola y camino decidido hacia la mesa donde una vez deje a Emma.
Me siento y dejo su comida delante de ella. Me sonríe satisfecha y empieza a comer. Yo en cambio me quedo un poco mirándola hasta que mi estomago vuelve a rugir. Me decido a coger la cuchara, pero un rápido movimiento hace que coja la mano de Emma. Tiembla. Y por ello la tranquilizo pasando mi dedo por su palma de la mano. Al poco tiempo deja de temblar, pero no separo mi mano de la suya.
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Cuando termino las clases me voy en dirección a la taquilla de Emma. Que está un poco más adelante que la mía y la de John. Me la encuentro concentrada en sus cosas.
En pocas palabras le digo que tengo un entrenamiento antes del partido y que hoy tendrá que ir andando. Ella asiente con el rostro un poco entristecido y me besa mi mejilla derecha con dulzura. Sus labios se despegan muy rápido y siento

un frio irremediable en todo mi cuerpo. Adoro su tacto, al chocar contra mi piel.
Veo como se aleja de mí con paso firme. No quería dejarla sola, pero tengo que hacerlo por el entrenamiento y porque tengo que hablar con ellos sobre todo esto.
Me voy hacia al campo. Veo como casi todos están en la pista entrenando. Paso por al lado de mis compañeros de equipo y entre ellos encuentro a Kevin y Jake, que están hablando con John. Ellos se giran y me miran. John extiende su mano pasa saludar, pero yo solo mando miradas furtivas a Jake y Kevin.
En las gradas me encuentro a Beatrice que me sonríe sensualmente. Otro escalofrió pasa por toda mi espalda. Yo le sonrió como puedo, ya que ella en sí, nunca me ha agradado mucho. Sus amigas mientras miran a los demás como entrenan. Al verlas a las tres juntas, notas como están desesperadas. Solo tienen puesto un falda o como le quieras llamar, porque eso no cubre nada y un jersey que parece más bien un sujetador. Cosas de mujeres me supongo. Sacudo la cabeza y entro en el vestuario con rapidez, para no tener que ver ese espectáculo. Busco mi chándal con tranquilidad en mi taquilla. Que es de las últimas de todo el vestuario. En esta parte, las bombillas no funcionan muy bien, así que no hay mucha luz. No oigo nada. Todo está en silencio. Y eso me parece extraño. Cuando por fin encuentro el chándal me giro y acto seguido veo un puño aterrizar en mi cara.
Negro...Negro...Dolor...
Llevo mis manos al estomago del dolor que tengo. No me puedo mover, me duele todo. Intento con todas mis fuerzas gritar "ayuda", pero no sale

ni una palabra de mi boca. Solo un leve gemido de dolor sale de mi garganta dolorida. Oigo como alguien abre la puerta del vestuario y noto sus pasos dirigirse hacia donde estoy yo. Solo consigo gemir de dolor de nuevo. No soporto el dolor que recorre todo mi cuerpo a mil por hora. Cierro y vuelvo a abrir los ojos como puedo. Noto en mi boca el sabor a sangre, ese sabor al que solo le gusta a los vampiros. Yo en mi caso no estoy como para volver uno. Aun así debo tener el labio cortado o algo. Ya que el sabor a sangre aumenta por minutos.
Los pasos aumentan y espero mi fin. "Abran vuelto a por mas." Pienso y mi mente no responde a la evidencia. Pero en vez de eso veo una sombra, grande, fuerte y sorprendida. Vuelvo a cerrar los ojos del dolor.
- ¡¡Jack!!¿¿¡¡Que te ha pasado!!??- dice esa voz. Es John, por fin que es él. No quería mas palizas.- Vamos te ayudare a levantarte.- me levanta con cuidado y gimo otra vez del dolor que me produce esto.-
- John...- es lo único que digo. No oigo respuesta. Caminamos hasta que noto como mis piernas se relajan, porque estoy sentando. Abro los ojos y veo que es el coche de John.- ¿A dónde me llevas?- consigo decir con un hilo de voz bajo. Lo miro. Esta serio. Aprieta el volante con ambas manos. Mis ojos se cierran y vuelven a abrirse con rapidez, pero con dolor al mismo tiempo.-
- A mi casa.- eso hace que abra los ojos de una forma devastadora, para mi estado. No puedo dejar que Emma me vea así, se preocupara. Me muevo en el asiento para intentar salir del coche, pero el dolor me vuelve a paralizar. "Mierda." Dice mi mente. Me rindo

y dejo mi cuerpo de nuevo apoyado en el asiento. Cierro los ojos, cojo aire y suelto mi primera frase sin poner ninguna mueca que me impida seguir hablando.-
- ¿Por qué? Hoy hay partido, puedes dejarme en el hospital e irte.- abro los ojos y contemplo como me mira con la expresión fija en ira. No dice nada, solo se dedica a conducir y tener la vista puesta en la carretera. Sube un poco la velocidad del motor. No digo nada, solo espero a que no haga esa tontería. Me duele todo el cuerpo, pero no es necesario que me lleve a su casa. Con tal de dejarme en el hospital basta. Además, como Emma me vea así se derrumbara. Y no puedo permitirme verla así.-
- Porque mi madre es doctora. Además, el partido no es tan importante. Tú me importas más que un estúpido partido.- dice a los poco segundos, sacando de mis pensamientos. Me ha dejado sin palabras. Este tío siempre sabe que decir en los peores momentos. Aun que tampoco sabía que su madre era doctora. A los pocos minutos el motor del coche para delante de su casa. Me ayuda a salir como puede. Abre la puerta de casa y entramos casi tropezando por el escalón. Ya que mis piernas no están en su mejor momento.-
- ¿O dios mío, que te a pasado, Jack?- dice su madre. La miro y veo que tiene cara de asombro. Vuelvo a cerrar los ojos y no digo nada. Mi mirada cerrada, sumida en la oscuridad se posa en el suelo y deja que todo el dolor recorra mi cuerpo con rapidez.- John súbelo a la habitación de invitados y túmbalo en la cama.- dice rápidamente. Al oír esas palabras mi mirada sube hacia ella y mis ojos se abren de repente. Dejando

el ojos incrustado en mi rostro.-
- Pero...no quiero manchar nada...- John camina y yo con él. "¿Por qué estaré tan débil en este preciso instante?" mi mente se regaña.-
- Tonterías. Necesitas tumbarte. No te preocupes por eso.- dice ella. Subimos las escaleras, mientras su madre va a por algo. Cuando llegamos me tumbo y hago una mueca de dolor al notar mi espalda dolorida tumbarse en algo suave. Llevo mi brazo a mi estomago. Me duele. Nunca pensé que tendría un dolor tan intenso en todo mi cuerpo. Pero, algo me dice que no será la última vez que sienta este dolor.-
- ¿Que pasa aquí?- pregunta una voz dulce desde la entrada de la habitación. Abro los ojos y veo que es Emma. Ella se queda sin palabras.- ¡¡Jack!!- intenta entrar en la habitación rápidamente, pero John la para en seco y se la lleva lejos. Su madre entra y cierra la puerta. Oigo a Emma desde el otro lado de la puerta gritar. Está asustada.- ¡¡Jack!! ¡¡Jack!!...- siento que se ha derrumbado. Y yo con ella. Nunca ha soportado verme mal. Y esta situación la destroza. A mí en cambio, me destroza mas verla tan preocupada por alguien que seguramente acabe peor de lo que ya esta.-
- Jack, tienes que sacarte la camiseta.- me pide la madre de Emma. Hago lo que me dice cómo puedo. Ella me ayuda y vuelvo a quedar tumbado. Noto como su mano toca mi estomago. Duele al tacto.-
- Ai...- hago una mueca, pero ella sigue con su trabajo. De esta vez con cuidado.- ¿Donde está Emma?- pregunto. No e oído su voz desde hace unos minutos. Me preocupa que haya hecho alguna estupidez o algo así.-
- Tranquilo, esta con John. Ella se pone muy nerviosa en este tipo de situaciones. No soporta ver sangre.- dice su madre con la preocupación pintada en sus ojos marrones claros. La miro y después al techo. No puedo moverme. Todo mi cuerpo me duele. Es un dolor irremediable. Algo que solo quieres sacarte de encima. Pero no puedes. Muevo mi brazo para cambiarlo de postura. Aun así, duele. Lo único que no golpearon fueron mi brazo derecho y mis partes. Las cuales estaban protegidas por mi brazo izquierdo. Al que si golpearon bien.- Estate quieto. Voy a limpiarte las heridas de la cara.- asiento y cierro los ojos. En mi cabeza aparece la imagen de Emma, asustada. Me imagino a una Emma con lágrimas atravesar rápido su delicada piel. Sus ojos verdes llenos de dolor y yo no estoy ahí para abrazarla. Quiero moverme, salir de aquí y abrazarla, pero estoy con un dolor enorme en mi cuerpo. No puedo hacer nada. Emma...mi preciosa Emma...no llores por mí... Y sus ojos salen de nuevo en mi mente, haciendo que me duerma al instante al recordarlos.-
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Capitulo 18 Adicta a ti

Narra Emma:
Siento como mi corazón golpea mi pecho con fuerza y determinación, sus latidos son rápidos y constantes. Aun así, tengo miedo a que mi corazón deje de latir. Ver el estado de Jack hace que se vuelva más pequeño.
Mis manos tiemblan al recordar su hermoso rostro marcado y manchado con un color violeta fuerte. Mis ojos se llenan de lágrimas en apenas segundos. No aguanto esta situación. Solo quiero salir corriendo hacia algún lugar lejano para poder llorar en silencio. Pero no hare tal cosa. Jack me necesita aquí y aquí estaré.
El dolor y el miedo pueden acabar con una persona, pero no destrozarla del todo. Y yo no me permitiré caer en un abismo de dolor y miedo. Jack necesita que le abrace, que le diga que todo está bien. Además, yo necesito a Jack. Somos como dos piezas de un puzle sin terminar, que necesitan estar juntas para completar el puzle. Para completar nuestros corazones.
Mi rostro está protegido entre los brazos de John. Siento como si de nuevo Jack me abrazase. Pero, no es lo mismo. Jack me protege con ternura y dulzura. John no. Mi cuerpo ya está acostumbrado a esos abrazos llenos de amor y cariño. Abrazos que ahora mismo me encantaría sentir, pero no puedo. Ya que el cuerpo de Jack esta golpeado y ni él mismo puede aguantar ese dolor.
Quiero levantarme e irme directa hacia él. Lanzarme a su cuerpo y aferrarme a él. No quiero soltar su cuerpo. Su débil cuerpo. Aun así, me siento inútil. Como si mi cuerpo quisiese que sufriese quedándome aquí. Ni yo misma tengo palabras o lagrimas para expresar el dolor que sentí al verlo

así.
El temor a perderlo o incluso la loca idea de ir a donde él y darle una bofetada por no hacerme caso. Pero, no soy así. Puedo ser bipolar, pero no tanto.
Cuando veo sufrir a alguien sé que no debo acercarme. A parte de por la sangre, por el miedo a hacerle más daño o no protegerlo en ese mismo instante. Por ello, siempre me alejo. Pero, en el momento que vi a Jack así, solo sentí un terrible dolor que hizo que mi corazón rompiese y que mi alma cayese al suelo. Sentí que debía ir junto a él y no dejar de le hiciesen más daño.
Todos esos sentimientos que antes guardaba, ahora salen por medio de lágrimas. El dolor a perder a mi padre, el dolor de saber que soy incapaz de consolar a mi madre y el terrible dolor de ver a Jack dañado. Escondo mi cara en el cuerpo de mi hermano, en busca de algún lugar de paz. Pero no lo encuentro.
Odio que me vea llorar. Pero, ahora no puedo escapar de esta realidad. Tengo que afrontar el hecho de que ahora debo tranquilizarme y pensar que todo saldrá bien. O intentar pensarlo.
Mi mente no deja de repetirme la misma frase una y otra vez, "Tenía que haberme quedado con él." Y tiene razón. Si no le hubiese dejado solo, ahora no estaría en este estado. Odio verlo así, sufriendo...
Los minutos pasan y aun no sé nada de Jack. Espero que no esté sufriendo más de lo que ya ha sufrido. Cuando lo mire, sus ojos me observaban con miedo y temor. No podía permitirme verle así. Es algo que nunca quise y quiero que pase.
Suelto un sollozo al recordarlo. Me siento mal, como si me hubiesen golpeado a mí en vez

de a él.
- Tranquila. Todo se arreglara.- la voz de John invade mi cabeza y ese silencio que me impide pensar. Levanto mi rostro para poder mirarlo. Esta serio, pero tiene ira en los ojos. Sé que solo tiene en mente algo: Quiere venganza. "¿Debería decirle la conversación contra Jack?" pensé. No estoy segura si después de contársela él irá en busca de ellos y los dejaría en el mismo estado que Jack o peor. A los pocos segundos mi mente formula unas pocas palabras y las suelta rapido.-
- John...- le digo. Sus ojos se posan en los míos. Me mira curioso. Pero, aun así, su ira sigue presente.- ¿Podrías ir a ver qué tal esta Jack? Quiero verlo, por favor.- le pregunto casi con la voz rota. Aun así, él entiende mi petición y asiente. Se levanta de mi lado, dejando que mi cuerpo se vuelva frio. Espero unos minutos que se me hacen eternos, hasta que siento como unos pasos se dirigen hacia abajo. Giro mi cabeza y lo miro con curiosidad.- ¿Y bien?- le pregunto rápidamente. Sin perder tiempo. Él asiente y salgo corriendo escaleras arriba.-
Me daba igual caerme o lo que me pasase. Solo tenía en mente abrazarlo. Protegerlo y decirle lo mucho que lo necesito aquí, conmigo. Llego a la puerta en apenas 5 pasos. Dudo un poco antes de abrir, pero lo hago decidida. La abro con cuidado, por seas caso Jack está durmiendo o mama sigue curándolo. Oigo silencio, hasta que mama sale de la habitación y me sonríe ampliamente. Yo la miro seria, pero no respondo a su sonrisa. Sigo concentrada en Jack.
- Esta bien, tranquila.- me dice mama antes de cerrar la puerta detrás de ella.

Un frio recorre mi espalda, por miedo a lo que me encontrare. Pero un suspiro sale de mis pulmones al oírle pronunciar esas palabras. "Está bien." Repite mi mente unas cuantas veces antes de empezar a andar hacia él.-
(Poner la canción)

Me acerco con cuidado a donde se encuentra. Al asomarme lo veo sentado, con una amplia sonrisa. Sus ojos siguen teniendo ese color azul intenso y claro que tanto me encantan. Expresan felicidad y tranquilidad. Y eso hace que mi cuerpo se tranquilice y una amplia sonrisa también aparezca en mi rostro.
Le observo con una rápida mirada. Esta sin camiseta, lo que me permite ver sus múltiples golpes. Aun que una sonrisa este en mi boca, me llevo la mano a la boca al ver su cuerpo golpeado. Intento no soltar un sollozo y retener mis lágrimas. Le vuelvo a mirar a los ojos. Sigue sonriendo, pese a como esta.
Me tranquiliza saber que no duele tanto, ya que si no, no estaría sonriendo. Me muevo con pasos decididos hasta quedar a su lado en la cama. Me siento y lo miro a los ojos. Él me coge la mano y la entrelaza con la mía. Siento como un gran escalofrió me recorre el cuerpo. Me sorprendo al sentir su piel tocar con la mía. Miro nuestras manos unos segundos hasta que vuelvo la vista de nuevo a sus ojos.
- Me as hecho pasar miedo.- le digo intentando no estallar en lagrimas. Noto como se sorprende y como va bajando la mirada poco a poco. Bajo mi mirada a sus labios. Lo tiene cortado, pero en estos momentos me da igual. Mientras que yo sigo mirándole, él suelta unas pocas palabras llenas de tristeza. -
- Lo siento,

yo no- y le paro.-
Mi cuerpo se mueve rápido hasta que mis labios tocan los suyos. Al momento se sorprende, pero después me sigue. Con la otra mano toca mi mejilla con cariño. Sus labios son finos y dulces. Noto donde tiene el tiene corte, así que tengo cuidado. Mis labios se mueve con cuidado y él me sigue.
Un sentimiento más potente hace que muerda su labio inferior para que así hacer más profundo el beso. Abre la boca soltando un gemido, que me hace sonrojar. Su lengua pasa hasta estar pegada a la mía. Siento como la electricidad pasa por todo mi cuerpo a toda velocidad una y otra vez. Es una sensación adictiva. No quiero separarme de él. Nunca.
Paso mi mano por detrás de su cuello y lo pego más a mí. El beso pasa de ser rápido a ir más lento. A los pocos segundos me separo un poco, por culpa de que nos falta aire. Pero, al momento él vuelve a juntas nuestros labios. Mi mano viaja hacia llegar a su mejilla. La suya en cambio para en mi cuello. No puedo dejar de besarlo. Sus labios son adictivos.
Aun así, me vuelvo a separar un poco. Abro los ojos y me encuentro con los suyos. Que ahora brillan con intensidad. Sonrió al verle y le beso la frente con dulzura. Me separo del todo de él. Se tumba y yo apoyo con cuidado mis manos en su pecho. Él pasa su brazo por detrás mía para atraerme hacia él. Le miro y él a mí. Pasan unos segundos hasta que consigo hablar.
- Yo...No tengo palabras.- digo intentando romper el silencio. Una sonrisa blanca se asoma por sus labios y yo me sonrojo. Siempre provocándome el mismo efecto.-
- Yo tampoco, pero solo puedo decir

que me encantas.- me dice. Seguimos mirándonos, embobados, sonriendo. Hasta que sus labios se mueven hasta estar otra vez conectados a los míos. Sonrió un poco, pero sigo con el beso. Su mano se posa en mi espalda para atraerme más a él. En ese momento la puerta se abre y nos separamos con rapidez. Yo sigo aun en la cama tumbada, con su brazo a mí alrededor. Pero no me importa.-
- Jack... ¿O perdón e interrumpido algo?- dice John con una sonrisa divertida. Me sonrojo aun más. Miro a Jack de reojo y veo que también esta sonrojado. Me levanto de su lado para quedarme sentada en la cama.-
- Ahora que estas aquí ayúdame a levántame.- le dice Jack a mi hermano con una sonrisa. John asiente y le ayuda. Cuando esta de nuevo sentado, intenta no poner muecas. Paso mi brazo por detrás de él impidiendo que se cayese hacia atrás.-
- Bueno como te decía, ¿Tienes alguna idea de quién te hizo esto?- dice John serio. Jack esquiva su mirada y me mira de reojo. Se a lo que se refiere. Y entiendo que no quiera decirlo, pero mira como lo han dejado. Es normal que John quiera venganza. Y ¿por qué no? Yo también quiero dejarlos estériles. Hay que hacer las cosas bien.- Jack es mejor que me lo digas.- exige.-
- No los vi muy bien.- dice Jack casi sin voz. Mira al suelo, esquivando la mirada de mi hermano.-
- ¿Tienes idea de quien podía haberlo hecho?- dice John. Como un policia interrogando a un sospechoso.-
- Si.- dice. Yo sigo inmóvil mirando y escuchando su conversación.-
- Dime nombres.- dice John con ira. Le observo y veo como cierra los puños con fuerza,

hasta quedar sus nudillos blancos.-
- ¿Que vas a hacer, John?- pregunta su amigo serio. Jack por fin levanta la mirada y le mira. Veo que John no tiene ninguna buena intención.-
- Digamos que hacerle un bonito regalo.- dice John con una media sonrisa. Jack lo sigue mirando. Hasta que después vuelve a bajar la mirada, rendido.-
- Kevin y Jake. Me cogieron desprevenido.- mi hermano se queda sorprendido, pero con mas ira de la que ya tenía antes.- No tienes porque hacerlo. De todos modos iba a renunciar.
-¡No! Deben tener su merecido.- dice John. Sale de la habitación hecho una furia. Yo lo sigo con rapidez. Voy hacia él y lo paró en seco. Me mira. Su cara expresa dolor e ira. No me gusta verlo así.-
- John no lo hagas. No quiero que acabes como Jack.- le digo seria. Él gira su mirada hacia las escaleras. Tarda en responder.-
- Yo estaré atento y golpeare primero. No permitiere que le hagan esto a mi amigo.- y con eso se suelta de mi agarre y empieza a bajar las escaleras con rapidez.-
- Ten cuidado, por favor.- le digo cuando no le queda nada para que cierre la puerta. Se para y piensa una respuesta.-
- Lo tendré.- me dice y cierra la puerta. Mi mente se queda un poco pensativa hasta que decide volver adentro de la habitación, con Jack. Camino en silencio hasta él. Me siento a su lado y le miro. Sigue con la mirada bajada. Esta tenso. Sus ojos no se separan de lo que este mirando. Yo también bajo la mirada al no saber que decir o hacer.-
- Me siento inútil.- me dice después de un poco. Le miro sorprendida. Poso mi mano en la suya y las entrelazo con ternura. Paso mi dedo con dulzura por su palma de la mano.-
- No tienes porque sentirte así. Te cogieron desprevenido. Si no lo hubiesen hecho ahora mismo ellos estarían en tu situación.- le digo sonriente. Él me mira y sonríe. Me acerco y lo beso. Es un beso más dulce y relajado. Hace tiempo que no siento sus labios. Al poco me separo y veo como sus labios forman palabras.-
- John les dará un lección por mí. Aun que le tendré que devolver el favor después.- me dice sonriente. Yo asiento y vuelvo a pegarme a él, " Soy adicta a Jack" pienso. Sus manos cogen mi cintura y me atraen hacia él. Yo poso mis brazos en sus hombros y ando en su pelo con las manos. Lo atraigo más hasta que no puedo pegarlo más a mí. Nuestros labios se mueven a un ritmo seguido e igual. Sus besos son adictos.-
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Capitulo 19 Con la misma moneda

Narra John:
Cerre la puerta detras mia y mi mirada se dirijio a mi coche, el cual estaba a punto de llevar la maldita grua. Mis ojos se abriendo con rapidez y empece a correr hacia el hombre que estaba dispuesto a llevar mi preciado y unico coche.
-¡Disculpe!- le dije gritando, pero sin perder mis modales. Si, tengo modales. Desde que Melisa esta en mi vida he cambiado. Ya no soy ese chico superficial y adicto al sexo como lo era antes. Bueno, dejemonos de tonterias. Me acerque al hombre jadeante y puse una mano en su hombro. El hombre se giro sobre si mismo y me miro con cara de pocos amigos. Es un hombre musculoso mires por donde lo mires, sus ojos oscuros me miraban desafiantes y su ceño funcido me indicaba que en algun momento estaria dispuesto a golpearme si fuese necesario o no. Asi que me aparte de el con rapidez. Me puse recto, ya que estaba un poco curvado del cansacion, por correr tanto de repente. Ya se que es raro en un deportista cansarse tan rapido, pero con tantos sustos hoy. Mi cabeza y mi cuerpo no dan para mas. Le mire con su misma expresion en el rostro. Ninguno de los dos nos moviamos hasta que el hombre comenzo a hablar.- 
-Que quiere.- dice duramente. Mi expresion se vuelve mas fria y giro mi mirada a mi coche. Él hace el mismo movimiento y sigue hablando.- Estaba aparcado en una zona de invalidos y no veo que usted sea un invalido.- dice levantando una de sus gruesas cejas. No aparto la vista del coche, hasta que mi mente me recuerda el porque de mi salida de casa.-
-No soy un invalido. Pero, en estos momentos necesito el coche con urgencia.- le digo

calmando mi expresion y mirando hacia el suelo. El dolor que debe de sentir Jack en estes momentos debe de ser vengado. Aprieto mis puños a cada lado de mi cuerpo hasta que mis nudillos quedan blancos. Mi mirada vuelve a subir y parece que el hombre lo a entendido.-
-¿Que asunto es ese?- me dice con rapidez. No me esperaba tal pregunta, pero no tiene importancia si lo sabe.-
-Golpearon a mi amigo a traicion y yo ahora voy a devolversela con el mismo golpe.- dije aun aprentando mis manos. El hombre me miraba con la expresion fija en mi. Empezaba a sentirme incomodo con tanto silencio.-
-Esta bien. Le dejare el coche. Pero, que no se vuelva a repetir, ¿entendido?- dice girandose sobre el mismo para bajar mi coche de la grua. Mi expresion se vuelve de sorpresa.-
-Gracias.- le digo mientras que dejo de apretar mis manos y me dirijo a mi coche, que esta de nuevo en el suelo. Entro en él y lo enciendo haciendo que el motor rugiese con potencia. Mi mirada vuelve al hombre y una curiosidad entra por mis venas.- ¿Porque me a dejado el coche y no se lo ha llevado?- pregunto rapido, haciendo que el hombre me mire y una pekeña sonrisa dejase ver sus dientes.-
-Digamos, que entiendo tu situacion.-dice y acto seguido entra en la grua y se va. Mi sorpresa sigue presente, pero ahora tengo cosas mas importantes que resolver. Piso el acelerador y hago que el coche camine con rapidez.-
Llego al instituto de nuevo, tras pasar 10 minutos. Dejo el coche apartado, en un lugar que no sea de invalidos y me encamino hacia el campo de futbol. No se cuando he tardado en llebar a Jack a mi casa y volver, pero el

partido esta a punto de terminar. Nuestro instituto va ganando por dos puntos, pero eso no me llena de alegria. Al contrario, me da asco. Porque se que estan ganando gracias al dejar fuera a unos de los mejores jugadores del equipo.
Mi mirada viaja hasta encontrarse con Kevin y Jake en el campo, jugando. Mi expresion se vuelve dura y mis manos vuelve a querer tornarse de ese blanco causado por la fuerza que hacen. Les miro con desprecio, ya que yo confiaba en ellos. Creia y confiaba en que ellos no serian esos superficiales como el que yo una vez fui. Pero, me equivocaba. Ellos son igual de idiotas que en un principio fui yo. Amantes del sexo, de ser populares y del dinero. Siempre crei que ellos eran unos niños pijos, pero me di cuenta que yo mismo fui uno de ellos. No entiendo la razon, por la cual, Jack, es mi amigo desde en el momento en que yo era como Kevin y Jake. Podria haber pasado de mi, como lo hacen todos los demas, por miedo. Pero, él no lo hizo. Y eso para mi, significa mucho. Por ello, hare que Kevin y Jake tengan su propio dolor de muelas.
El sonido del fin del partido hizo que me despertase de mis pensamientos. Mi mirada sube hasta donde mis supuestos amigos. Los veo caminar hacia el vestuario de ultimos. Perfecto. Camino con rapidez hasta ellos. Mi expresion es tranquila y sanadora. Quiero sorprenderlos al igual que ellos hicieron con Jack. Llego hasta ellos y apoyo cada una de mis manos en el hombro de cada uno. Ambos se giran sorprendidos. Yo les miro con una amplia sonrisa triunfadora.
-Enohabuena chicos. Por fin hemos ganado a esa pandilla de tarados.- le digo

refiriendome al equipo contrario. Ambos sonrien amplianmente. Mis ganas de golpearles empiezan a aumentar peligrosamente.
-Si y ¿Donde estuviste todo este tiempo, John?- pregunta Kevin con rapidez.-Tuve que ir a donde Emma, necesitaba mi ayuda.- digo con rapidez y sacandole importancia. Paramos en seco y hago mas fuerte mi agarre en ellos.- ¿Y saben donde esta Jack?- les dije sin apartar la mirada de ellos mismos. Ambos se miraron de reojo y volvieron su vista hacia mi.- Emma pregunta por él y necesito saber donde esta.- vuelvo a insistir. 
-No se, creo que se fue a casa. Nos dijo que se encontraba mal.- dijo Jake con su amplia sonrisa de lado. Mi furia empieza a querer salir, pero dejare que todo se concentre y rompa.-
-No. He ido a su casa y no estaba. Ni su madre sabe donde esta.- digo y mi sonrisa se vuelve en tristeza. Miro al suelo imitando la preocupacion.-
-Pues no se.- dice Jake. Ambos intenta zafarse de mi agarre, pero yo apreto con mas fuerza. Los paro en seco de nuevo. Levanto mi mirada hacia ellos y una sonrisa aparece en mi rostro. Ambos se sorprenden y yo solo hago que mi agarre les duela mas. Mis manos hacen que ambos se empiecen a arrodillar ante mi. Ya que los tengo cogidos casi por el cuello. Los miro son una sonrisa inoncente y ellos me miran con miedo.-
-¿Nunca os han dicho que yo he tomado clases de karate?- les pregunto aun con una sonrisa. Me sigue mirando con dolor. En un momento me dio pena hacerles esto, pero recorde el dolor que le causaron a Jack y mi ira empiezo a crecer.- Se lo que le hicisteis a Jack. Y ahora pagareis con la misma moneda.- le digo mientras que suelto mi agarre de sus cuellos. Ambos me miran con miedo. Al principio no hago nada. Hasta que mi puño viaja a la mejilla de Jake. Jake cae desplomado en el suelo, no se levanta. Toca su mejilla golpeada con ambas manos, mientras que escupe la sangre de su labio cortado por el golpe. Giro hacia Kevin y este intenta levantarse con rapidez, pero mi pie es mas rapido y aterriza en su estomago. Lo tira al suelo, retorciendose de dolor. Kevin se mueve con cuidado hasta quedarse de rodillas en el suelo. La cara de dolor que ambos tienen hace que mi ira se vaya. Les miro por ultima vez y suelto unas pocas palabras antes de empezar a andar de nuevo.- No le volvais a tocar o si no, sere yo quien os golpe de nuevo.
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Capitulo 20 Besos y Golpes

Narra Emma:
Los rayos de sol entran por la ventana. Nunca te das cuenta lo rápido que pasa el tiempo cuando duermes al lado de la persona que mas amas en este mundo. Y así llevo yo, media hora, observando a un Jack dormido. Pensando, mientras que mi cabeza descansa en su pecho.
Noto como su corazón late arriba y abajo, en un movimiento lento, pero rápido al mismo tiempo. Sus brazos agarran con firmeza mi cuerpo, pegándolo al suyo. Sus ojos siguen cerrados, sumidos en el mundo de los sueños. La expresión de Jack es tranquila, sanadora. Como siempre, aun que nunca antes me había fijado en lo hermoso que es, cuando está dormido.
Uno se siente protegido, a salvo, dentro de los brazos de esa persona especial para uno mismo. Y así me siento yo, a salvo. Con la certeza que nada malo me pasara, ni ocurrirá, mientras que este en los brazos de Jack. No quiero despertarlo, ya que debe de estar cansado por lo ocurrido ayer.
Ayer, se quedo muy rápidamente dormido. Habíamos bajado para cenar y ver una película. La cual no terminamos de ver, ya que Jack empezó a roncar. Lo extraño del asunto es que Jack no ronca cuando duerme en la cama, pero si cuando está sentado en cualquier lugar. Nunca he averiguado el porqué. Ya que Jack sigue pensando que no ronca. Casi lo grabo ayer, pero digamos que su cuerpo estaba apoyado en mí y tampoco sabía dónde estaba la grabadora. A parte de que el móvil lo deje en la habitación. Si, toda una desgracia. Pero que se le va hacer. Jack ronca y eso solo lo sé yo. Bueno, y los duendes que duermen debajo de su cama. Sí, estoy segura de que

esos duendes que habitan debajo de su cama completamente azul oscuro existen. Lo sé porque una vez los vi. Y no, no estaba borracha y tome nada de lo anormal.
Era pequeña y cuando uno es inocente puede ocurrir de todo. Mi mama siempre me decía y dice que tengo una imaginación bastante sorprendente. Ya que, creer aun en los duendes es todo un logro. En mi mente aun habita un poco de imaginación e inocencia (en una pequeña parte de mi cerebro, contra el final). Bueno, en resumidas. Que los duendes que habitan debajo de la cama de Jack saben cosas que el mundo prefiere no saber. Como que Jack ronca. Algún día ese misterio seria descubierto y el mundo vivirá en paz.
Después de mi pequeño prologo con ida de olla tengo que decir algo importante... ¡Necesito moverme un poco! Empiezo a notar como todo se hace más pequeño. Tengo miedo a los espacios pequeños. Y la situación en la que estoy, no me es de gran ayuda.
Muevo un poco mis brazos para así dejar libre una de mis manos. Ya que ambas manos, están en el pecho de Jack. Muevo con cuidado y delicadeza el brazo de Jack, para así no despertarlo. Pero, por desgracia, Jack nota el movimiento y hace más fuerte su agarre.
Suspiro frustrada. Lo único que me queda es esperar a que se despierte o despertarlo saliendo de su agarre rápidamente. La primera opción no estaría mal, si no contamos con que esté atrapada contra Jack. La segunda opción sería más eficaz, pero Jack necesita dormir y no quiero despertarlo. Medito unos segundos hasta que por mi mente aparece una idea que tiene un poco de las dos opciones anteriores.
Alargo

mi brazo hasta la espalda de Jack y empiezo a recorrerla lentamente con los dedos. A los pocos segundos Jack, se empieza a mover en su sitio. Le miro y veo como frunce el ceño en signo de enfado o de molestia. Sonrió ante su movimiento. "Que mono esta" digo en mi mente. "Emma, ahora no estamos para cosas monas y adorables. ¡Sal de ahí!" grita mi hermosa y perfecta mente. Frend es muy pesada. Algún día me divorciare de ella. Y sí, estoy casada con Frend. Malos tiempos en mi juventud. "Emma, quieres dejar de decir idioteces y salir de ahí" me dice de nuevo Frend. Frunzo el ceño y ruedo los ojos. Odio que tenga razón.
A los pocos segundos, noto como Jack se gira completamente. Dejándome sitio para escapar de su agarre. Pero, por desgracia algo falla. Mi mano queda atrapada debajo del cuerpo de Jack. Intento moverla. Pero no consigo sacarla. No sé si es porque Jack está despierto y hace fuerza para que mi mano no salga o porque yo no tengo fuerza suficiente para moverla.
Empiezo a sentirme incomoda en mi posición. Así que me subo un poco al cuerpo de Jack para así poder intentar sacar la mano. Lo intento y no lo logro. Subo un poco más y sigo sin conseguirlo. Al final me coloco encima de Jack entera. Después de unos intentos la mano sale. Tuve que usar un poco la fuerza y por ello, Jack se despierta.
Sus ojos se abren lentamente mientras que estira los brazos hacia arriba. Sigo en mi posición, inmóvil y sorprendida de que aun no notase donde estoy. Cuando los abre de todo me mira sorprendido. Mis mejillas se tiñen de rojo y por alguna

razón perdí el habla. "Emma, háblale." Me dice Frend de nuevo. "Cállate" suelto mentalmente. Con el paso de los segundos Jack sonríe ampliamente mientras que con una de sus manos acaricia mi mejilla ahora teñida de rojo.
- ¿Emma, no crees que vas demasiado rápido?- me dice con su voz, aun muy dormida. Me sorprendo ante su pregunta y rápidamente mi rostro cambia a enfado.-
- Intentaba salir de tu abrazo de oso sin despertarte.- le digo rápidamente. Me mira un poco extrañado.-
- ¿Y necesitabas ponerte encima mía para ello?- me pregunta rápidamente. Sonríe ante mi respuesta y no entiendo el porqué.-
- Si...espera, no...Bueno... algo así.- le respondo confusa. "Este chico siempre confundiéndome" digo en mi mente. Le miro de nuevo sonrojada. Él en cambio sonríe más hasta dejar ver sus dientes blancos.-
- ¿Entonces, si?- me pregunta de nuevo. Le miro extrañada. Ya que ni yo se la respuesta a la pregunta.-
- Jack, no me hagas pensar a primera hora de la mañana.- digo lo primero que se me pasa por la cabeza. Me mira divertido y segundos después me acerca a él para así, luego, unir nuestros labios rápido.-
Al principio no cojo el ritmo del beso, ya que Jack va más rápido que yo. Mi mano acaba en la parte de atrás de su cuello, para acercarlo a mí e intentar seguirle el ritmo. Nuestros labios conectan y los siguientes movimientos son mecánicos. Jack tira de mí hacia un lado para que yo quedase debajo de su cuerpo. No me resisto, si no que sigo agarrada a su cuello para acercarlo más a mí. Jack a los pocos segundos

deja de unir nuestros labios y baja hasta mi cuello. Mis manos acarician su pelo, mientras que el besa todo mi cuello. Tiro de él para volver a unir nuestros labios. Jack sonríe contra mi boca y yo sigo con el beso. Muero su labio inferior y él mismo suelta un gruñido. Nuestras lenguas se unen y el beso se hace cada vez más profundo. Empiezo a notar como una las manos de Jack entra en mi jersey y quieren subir. Pero en ese preciso instante la puerta se abre. Dejando ver a un John enfadado. Me separo rápido de Jack. Ya que John lo coge y lo aleja de mí.
- ¡John!- grito alarmada. John lo tiene cogido por la camiseta. Jack me mira preocupado por lo que le pueda suceder. Miro a mi hermano con odio. Él me mira serio y enfadado al mismo tiempo.-
- ¿Que creíais que hacíais?- pregunta en alto. Aun que ambos sabemos que la pregunta va más bien hacia Jack. Quien se suelta de su agarre y se levanta de la cama. Quedando así, en frente a John. Ambos se miran enfadados y con los puños apretados. Reacciono rápido. Me levanto y me pongo entre ambos.-
- ¡John! ¡Jack! ¡Quietos!- digo poniendo una de mis manos en el pecho de cada uno. Ambos hacen fuerza para acercarse, pero yo lo impido con mi cuerpo.- ¡Como no os estéis quietos habrá heridos!- grito de esta vez con enfado. Y como siguen haciendo fuerza. Yo actuó. Golpeo con el puño el estomago de John y empujo con ambas manos el pecho de Jack. Jack lleva menos golpe, porque él ya esta golpeado de ayer. Además, él no empezó todo esto. John se separa agarrando su estomago y Jack pierde el equilibrio, hasta caer de culo al suelo. "¿Tanta fuerza tengo?" pienso. Ambos me miran. Ambos sorprendidos, al igual que yo, por mi fuerza, que creía inexistente.- ¡Ya está bien los dos!
Los dos asienten y se levantan de su golpe. Se miran por una última vez, antes de que John se vaya de la habitación y Jack entre en el baño de mi habitación. Me quedo perpleja ante tal reacción. "¿Desde cuándo John es tan protector? ¿Por qué Jack no lo tranquilizo, ni a él mismo?" pienso confundida.
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Capitulo 21 Sonrisas amargas

Narra Jack:
Me miro en el espejo una última vez, antes de salir del baño. Mi enfado ya por fin ceso, pero aun sigo sin entender porque John nos separo de tal manera. Aun no pretendía hacerlo con Emma. También tengo que admitir que me acerque demasiado. Aun que también todo tiene su lógica. Emma, estaba hermosa y un poco confundida del porque estaba encima mía. Y quería aprovechar un poco que estaba despierta.
Aun así, tuvimos suerte que Emma se encontraba allí con nosotros. Porque si no, ambos habríamos hecho una estupidez. Sé que John solo quiere proteger a su hermana de chicos mujeriegos, egoístas y manipuladores. Pero, ¿Él me considera así, como para no dejarme acercarme a Emma? No lo sé y por ello lo pienso averiguar.
Salgo del baño con rapidez. Me encuentro, sentada en la cama, a Emma. Quien tiene su mirada incrustada en el suelo. Me acerco a ella con tranquilidad y cuidado. Ya que, no quiero que me golpee de nuevo. Me agacho delante de ella y levanto su mentón, para así, dejarme ver sus hermosos ojos verdes. Ella me observa con tristeza en su mirada y entiendo todo a la perfección.
- ¿Emma, estas bien?- pregunto, aun que ya se la respuesta. No me contesta. Sigue mirándome con tristeza en sus ojos.- Emma, por favor, respóndeme.- le pido con preocupación en mi voz. Sigue inmóvil, en su misma posición. Noto como sus ojos verdes se llenan de agua y como empieza a caer por su rostro. Dejando un rio de lágrimas a su paso. La situación me sorprende y mi corazón duele. Ya que, prometí no hacerle sufrir y no lo he conseguido. Suelto mi agarre y la abrazo.

Dejando así su cuerpo protegido en el mío. Emma no se mueve, sigue siendo un cuerpo dormido por la tristeza. La abrazo con más fuerza y entonces noto como su rostro se esconde entre mi cuello y mi pecho. Suelta un sollozo y sigo abrazándola. Así pasan los segundos. Luego los minutos. Ya no oigo a Emma llorar, así que me separo de ella con cuidado. Sus ojos rojos me confirman que estuvieron llorando. Una leve sonrisa sale de sus labios y en mi todo rompe. Deje que la persona que más amo en este mundo, llorase de nuevo.- Emma, yo- digo, pero ella me caya uniendo nuestros labios. Me sorprendo al principio, ya que no entiendo el porqué del beso. Me separo lentamente de ella, para así explicarle que yo no me merezco ese dulce y tierno beso suyo.-
- ¿Jack?- me pregunta aun con la voz entre cortada. Le sonrió levemente y ella hace lo mismo. Ambos sabemos que no es una sonrisa real, pero aun así intentamos expresar esa felicidad que nos llena a ambos, o eso creo.-
- Emma, no merezco que me beses. Te he hecho llorar de nuevo...y yo no puedo permitirme hacerte llorar. Me prometí hacerte feliz y que nunca jamás ibas ha llorar. No he cumplido con mi palabra.- digo lo último bajando mi mirada al suelo avergonzado. Ella en pocos segundos coge mi rostro con ambas manos y lo levanta. Nos quedamos mirando los ojos del otro, hasta que ella habla.-
- Jack, no he llorado porque me hayas hecho daño. No. He llorado porque recordé a mi padre. Él y mi madre dormían juntos. Y pensar que ahora no está a su lado, ni al nuestro. Me destroza.- dice de nuevo. La sonrisa que tenía en sus labios se esfuma para volver dejar ver esa tristeza, que aun nubla su corazón. La abrazo de nuevo y ella a mí. Sus brazos se agarran a mí con fuerza. Siento como toda esa tristeza sale y como intenta no volver a hacer daño. Mi cuerpo se levanta y con él, la levanto a ella. Emma pesa poco así que me es fácil levantarla. Dejo que su cuerpo se acostumbre a estar de pie y la suelto. Beso su frente con dulzura y dejo que nuestros ojos vuelvan a conectar.-
- No permitiré que todo eso te atormente. Yo estoy aquí para protegerme y eso hare siempre. Te quiero.- suelto lentamente las palabras. Emma se sonroja por mis palabras. Eso hace que sonría y que mis labios pidan de nuevo esa unión con los suyos. Me acerco lentamente y la beso. De esta vez sin presiones, ni rapidez. Solo quiero notar sus labios. Ella hace lo mismo y en pocos minutos se separa de mí para soltar unas pequeñas palabras.-
- Te quiero.- dice y eso hace que una gran sonrisa aparezca en mi rostro. Emma sonríe también. Todo en mi corazón vuelve a estar bien. La beso una última vez y dejo que vaya al baño. La suelto de mi agarre y ella camina rápido. Una vez que cierra la puerta, puedo oír como abre la ducha. Y eso me deja tiempo para ir a hablar con John de lo ocurrido.-
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Capitulo 22 Un antes y un después

Narra John:
Me adentro en la cocina con el mal humor a flor de piel. ¿Como podían hacerlo justo después de confesarse que se quieren? No lo entiendo. Esa rapidez por crecer de Emma no es muy normal. Y eso me preocupa. Ando con rapidez de un lado a otro. Mis pensamientos no dan crédito a todo lo ocurrido y no saben cómo reaccionar antes esto. Solo un año más y Emma podrá ser libre para hacer lo que quiera. Pero mientras, estoy yo aquí para guiarla de alguna manera. Ya que, yo no soy mujer y sobre esos temas no sé. Aun así, la ayudare a ver la realidad. Ya que no puede sufrir de nuevo. Papa fue muy importante en su vida y en el momento que la vi destrozada por el fallecimiento de papa...comprendí que era hora de que fuese feliz y que nada pudiese romper su felicidad.
Aun todo lo ocurrido, no entiendo como Jack decidió dar ese paso tan pronto. No entiende que puede crear otro problema. Como la última vez....
Sigo inverso en mis pensamientos cuando oigo unos pasos bajar por las escaleras y dirigirse hacia donde me encuentro. Levanto la mirada del suelo. Mi expresión cambia en segundos al ver a Jack.
Mis ganas de golpearlo aumentan, pero me controlo. No debo hacer cosas precipitadas, ya que Jack es mi amigo y está herido. No necesita más golpes.
Veo como Jack para en seco. Quedándose inmóvil. A la espera de una respuesta. Su mirada sube hasta estar enfrente la mía. Sus ojos ahora oscuros me miran intranquilo, mientras que yo me mantengo firme. Pero, puede que algún momento un ataque de ira aparezca por mi mente. Ambos quedamos así unos segundos hasta que

decide hablar.
-¿Por qué entraste en la habitación de repente?- me dijo con el ceño fruncido. Su expresión era fría. Pero, yo también se jugar a esto.-
-Por miedo a que le ocurriese lo mismo que a ella.- dije con rapidez. Mi cuerpo se tenso, dejándose caer en una posición fría. Brazos cruzados y ceño fruncido.-
-Lo que paso con ella, ya pasó. No tiene porque enterarse.- dijo rápidamente. Su cuerpo tomo mi misma postura. Ambos éramos testarudos y sabíamos que ninguno iba a ceder.-
-Solo quiero lo mejor para Emma y empiezo a pensar que tu no lo eres.- dije con ira en mis palabras. Mis manos empezaban a hacerse puños y sabía que esto no iba a acabar bien. Él sigue mirándome con frialdad. Me controlo cuando un ataque de ira intenta salir de mi mente. Jack sabe que Emma, es muy importante para mí y que debo de protegerla de tios que solo quieren usarla.-
-Yo no soy así.- dijo entre dientes. Sabía con certeza que Jack acabaría dando el primer golpe. Decía las palabras con ira y eso me hacia adivinar por donde atacaría. A la cara.-
-Demuéstralo.- dije después de unos pocos segundos. No me importaba que me golpease. La prioridad aquí es Emma y debo protegerla. Mi mirada seguía incrustada en sus ojos. Ninguno de los dos se movía. Ambos queríamos terminar con esto de una vez por todas, pero tampoco queríamos crear un problema aun más grande. Así que el silencio reino en la cocina por un momento, hasta que él rompió esa paz.-
-Amo a Emma y lo que hagamos o dejemos de hacer es nuestro asunto.- dijo cortante. Mi expresión cambio a sorpresa,

pero la ira aun no se había esfumado. Jack, salió de su posición para luego girarse e irse por donde vino. Me moví de mi posición y le seguí. Caminaba rápido, pero logre cogerle con fuerza de su brazo. Parándolo en seco al instante.-
-Claro que es mi asunto. No quiero que Emma acabe así.- dije rápidamente. Jack miraba al suelo. Sus manos se hacían puños y su ira tensaba su cuerpo. Sabía que debía apartarme, pero no lo iba a hacer.-
Jack se soltó de mi agarre y se giro. Su cuerpo seguía tenso y eso hizo que el mío se tensara también. Debía de estar preparado para el siguiente movimiento. Me miro unos segundos antes de levantar el puño. Mis brazos se cruzaron sobre mi cara a modo de defensa. Esperaba a que el golpe de mi amigo llegase, pero el puño nunca llego. Pero si una voz femenina que proviene de las escaleras. Me sorprendí al reconocer esa voz. Mis brazos se alejaron de mi cara y observe como Emma nos miraba preocupada. Aun que el enfadado también estaba.
-¿Cómo quieres que no acabe, John?...
Narra Emma:
Mis ojos dejaron de llorar en el pecho de Jack. Me separe del él para ir al baño. Entre. Tenía que despejar mi propia mente. A los pocos minutos el chorro de agua caliente cayó encima de mí dejando mi cuerpo relajado. La tristeza que me producía no tener a mi padre aquí, era enorme. Pero, ahora he visto que mama está mejor, que empieza a superarlo o eso creo. Yo en cambio intento distraer mi mente para no pensar en ello. No quiero llorar de nuevo. Ya que Jack está conmigo y dolió verle triste por mi culpa.
Las gotas de agua cesaron y salí.

Cogí una toalla rápidamente y me la coloque alrededor del cuerpo. Y como final coloque otra en mi pelo. Pase unos minutos en el baño preparándome para salir. Ya que, Jack podía estar en el otro lado esperándome.
Salí y no me encontré con nadie. Eso me preocupo. Me vestí con rapidez. Seque un poco el pelo con la toalla, para que no me mojase la espalda. Salí de la habitación con la preocupación en mi cuerpo. Tenía miedo de que Jack haya podido hacer una tontería. Y en ese caso John entrase también.
Empecé a bajar las escaleras cuando de repente oi como Jack y John discutían. No entendí mucho su conversación al principio, pero si lo necesario.
-Amo a Emma y lo que hagamos o dejemos de hacer es nuestro asunto.- dijo Jack rápido. "Yo también te amo Jack." dijo mi mente al igual de rápido.-
-Claro que es mi asunto. No quiero que Emma acabe así.- dijo mi hermano después de unos segundos. Mi mente se asusto por un momento y me preocupe aun más.-
El silencio reino en la casa y el miedo se apodero de mí. Baje un poco más las escaleras y me di cuenta de la imagen que apareció ante ojos. Jack intentaba golpear a mi hermano. Y John se protegía con ambos brazos. Pregunte preocupada y enfadada. Ya que no me gustaba que se golpeasen por tonterías.
-¿Cómo quieres que no acabe, John?- pregunte. Baje el resto de las escaleras y me plante delante de ellos. De brazos cruzados y con la expresión fría. Lo había aprendido de John.-
-Yo...- contesto John sin creerse que sucedía. Mire a Jack, quien tenía la cabeza bajada y la mirada clavabada

en el suelo. Volví hacia John, quien seguía sin darme una respuesta coherente.-
-Emma, tengo que contarte algo.- dijo Jack levantando la mirada. Sus ojos expresaban dolor y tristeza. ¿Qué está pasando aquí?-
-Jack, John, como sea una broma o una tontería, ambos tendréis un par de golpes. Dados por mi.- amanece con ira. No me gusta que me tomen el pelo, ya que ambos lo hacían bastante. Se miraron entre si antes de empezar a hablar.-
-Antes de ti, Emma. Había una chica. Era popular. Me enamore de ella en cuanto entre en la popularidad...-empezó a decir Jack aun con la mirada llena de tristeza.- Ella...ella y yo nos enamoramos. Los dos éramos distintos a los demás. Estábamos en el grupo por obligación de otra persona. Así que, empezamos a salir a escondidas. No contamos lo nuestro a nadie, si no, nos impidieran estar juntos...- continúo. Mi mente entendía algunas palabras, pero mi corazón no. Siempre me dijo que nunca había amado a otra persona. ¿Por qué mentirme?-
-Yo si lo sabía, los descubrí un día que me iba a casa. Ese día, justamente te habías quedado en la biblioteca a estudiar. Llegaste a casa unas horas después.- explico mi hermano, también con la mirada llena de tristeza. Pero, reinaba más la ira en su mirada.-
-Si.- dijo Jack. Empezaba a perderme en este tema. "Esto parece una de esas novelas románticas, donde el chico tiene un oscuro pasado" me dije a mi misma.-
-¿Y porque me lo cuentas, Jack?- dije aun un poco enfadada. Dolía saber que Jack estuvo con otra, antes que yo. Pero, que no lo supiese. Que era su mejor amiga y casi hermana. Dolía más.-
-Porque cometí un error, del que aun hoy me arrepiento.- dijo levantando la mirada y fijándola en mis ojos. Asentí, dejando que continuase hablando y así hizo.- Un día, ambos estábamos en mi casa. No había nadie. Y ocurrió lo que ocurrió. Nos dejamos llevar. Y por ello se me olvido algo importante...- dijo tragando saliva. La mitad de mi mente se pregunto el que. Pero, una mitad, sabia a que se refería.-
-La protección.- dijo John. Les mire aun confundida. "¿Que tiene que ver eso con nosotros?" me pregunte a mi misma. Y justamente Frend no estaba en ese momento para responderme.-
-¿Y?- dije rápido. Ambos me miraron sorprendidos. Como si fuese tan evidente.-
-Que la deje embarazada, Emma.- dijo Jack cortante. Mis ojos se abrieron de par en par. Por eso tenía miedo John. Por eso nos separo. Mi mano se dirigió a mi boca. Pensar que casi podía haberme pasado a mí, es algo que te deja sin palabras.-
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Capitulo 23 Vivir con dolor

Narra Emma:

Sigo en mi mundo de dolor y tristeza. ¿Por qué? ¿Por qué no puedo salir de él? Quería ser libre y olvidarme de todo el dolor sufrido antes. Pero, parece que el mundo tiene otros planes para mí. Quería que yo sufriese. Que fuese fría. Y que nunca pudiese confiar, ni amar a nadie. Es algo que intenté impedir, pero en realidad, siempre fui así.
Cuando ves algo que es evidente siempre intentas pensar que eso no es así o que no ocurrirá. Pero la verdadera razón por la cual quieres olvidarte de todo, es porque no afrontas esa realidad. E intentas escapar de ella. Mi vida, al fin y al cabo, está llena de esas mentiras que yo misma me creo. Creo en que algún día podre cambiar, que mi mundo dejara de crearme problemas y que todo, al fin se solucionara. Aun que no estoy segura de ello.
Mi mente no daba crédito a lo que Jack me acababa de confesar. Creía en la posibilidad de tener algo con Jack, ¿Pero, y si sigue amando a esa chica? Me creaba una mentira en mi mente, una realidad en donde creyese que Jack no seguía amando a esa chica. Podía creerme que sería posible, pero todo tiene su punto débil.
John me miraba con preocupación. Odio ver a mi hermano así. Sé que la muerte de papa le afecto. Por ello odio que se preocupe por mí.
Yo he sobrevivido más o menos al hecho de que papa no está, pero aun sigo preguntándome porque se fue tan pronto.
Jack me observaba con tristeza. También odiaba el hecho de que Jack estuviese así. Sé que me ama, pero esto es diferente. Puede seguir amando a esa chica y ahora esta fingiendo

su tristeza. O puede estar triste de verdad. He estado mucho tiempo con él y creo con casi toda certeza que no miente.
Mi mente está en una espiral de confusión y preocupación. No sabe que responder. Debía de pensar mucho antes de decidir decir algo.
Salí de mi posición fría y me fui alejando de ellos hasta empezar a correr escaleras arriba. Mi cabeza empezaba a doler con cada paso y eso hacía que unas cuantas lagrimas se fuesen resbalando por mi cara.
No me importaba caerme. No me importaba que me viesen llorar. No me importaba nada. Solo pensaba en encerrarme en mi habitación. Meterme en la cama y dormir para toda la eternidad. Yo siempre he solucionado los problemas durmiendo. Ya que, no soy capaz a enfrentarme a ellos.
Llegue a mi habitación. Cerré con fuerza la puerta y me deje caer en el suelo de espaldas a la puerta. Mi cuerpo empezó a sentirse débil. Me agarre las piernas y acune mi cara entre ellas. No sabía nada. No entendía nada. Y aun menos quería hablar con ellos. En su momento lo haría, pero ahora no soy capaz. Al poco tiempo mis ojos empezaron a cerrarse lentamente. Dejando que mi mente descanse de todo....
Ya debió de pasar una o dos horas. Nadie apareció en este tiempo, por mi habitación. Saben que necesito pensar mucho en ello. Y así hice.
Ahora mismo me encuentro tumbada en la cama, mirando el techo. Todo mi cuerpo está agotado. No he desayunado y por culpa de algunas lágrimas mi cuerpo se quedo sin fuerzas. Levante mi mano con dificultad para coger de mi mesita, el móvil. El cual parpadeaba por culpa de los mensajes. Encendí

el móvil y leí los mensajes:
De: Mami
Emma. Hoy vendrá, sobre las 14:30 el cartero. Trae un paquete importante. Por favor cógelo por mí. Gracias, te quiero. Besos.
De: Melisa
¡¡¿¿Emma??!! ¡¡¿¿Como esta Jack??!! Me ha contado John que estaba herido. Espero que se recupere. Con una enfermera como tú, seguro que se recupera ;-P
Ese mensaje me hizo sacar una sonrisa de mis labios. Melisa siempre me hace sonreír cuando nadie lo hace. Por eso la considero mi mejor amiga. Nunca he tenido una mejor amiga. Jack siempre ocupo ese lugar.
Mire el último mensaje que me quedaba. Que era de hace unos minutos.
De: Jack
Siento haberte dicho esa noticia. Pero, debía hacerlo. No estaría tranquilo si no lo hubiese hecho. Yo...yo no quería hacerlo en aquel momento. Simplemente quería besarte, sé que me sobrepase un poco y entiendo que John nos separase. Pero, no quería. Enserio, yo...yo tengo miedo a hacerte daño y cometer el mismo error. Y por ello, si me perdonas. Esperare hasta que estés preparada.
Su mensaje hizo que algunos hilos que antes estaban sueltos se uniesen en mi mente. Ahora entendía algunas cosas. Pero, no entiendo que paso con aquella chica. ¿Quién era? Debía averiguarlo. Soy muy curiosa cuando me lo propongo.
Conteste en un breve mensaje a Melisa. Pidiéndole que viniese a casa. Necesitaba hablar y tomar una decisión sobre todo esto. De momento no conteste a Jack, ya que no sabía qué hacer.
Mire el reloj del móvil y eran las 14:03. Dentro de poco vendría el cartero y tendría que ordenar un poco esto. Me levante. Fui al baño

y lave mi cara. Todo signo de tristeza se había ido. Volví a la habitación.
(Poner Canción)
Encendí un poco la radio que se encontraba en la estantería. El sonido de la guitarra y de una voz cantante lleno mis oídos. Mi mente empezó a llenarse de alegría. Mi cuerpo me pidió a gritos que cantase y bailase. Mientras que la canción de Paramore "Ain't it fun" sonaba, yo me movía con el ritmo.
I don't mind
Letting you down easy, but just give it time
If it don't hurt now, then just wait, just wait a while
You're not the big fish in the pond, no more
You are what they're feeding on
So what are you gonna do
When the world don't orbit around you?

La canción avanzaba y mis ganas de bailar aumentaban. Empecé a saltar, dejando toda preocupación atrás. Me encantaba bailar con canciones llenas de alegría, ya que también me alegraban a mí.
Mientras que ordenaba la habitación la canción seguía su curso. Amontone los libros en una esquina de la mesa. Puse todos los zapatos que había tirados por toda la habitación en el armario. Y como ultimo abrí la ventana para dejar que el sol entrase en la habitación. Me moví hacia el centro de la habitación y mis pies empezaron a bailar solos. Yo tarareaba la canción siguiendo el ritmo. Mis manos se posaban al lado de mi cuerpo como si tuviese una guitarra rodeándome el cuerpo. Saltaba de alegría y eso me alegraba aun mas.
Ain't it fun living in the real world?
Ain't it good being all alone?
Where

you're from?
You might be the one who's running things
Well, you could ring anybody's bell and get what you want
You see it's easy to ignore a trouble
When you're living in a bubble

Mi cuerpo seguía moviéndose sin sentido. Pare cuando no podía mas. Me tire en la cama y caí provocando que de mi saliese un risa incontrolable. Me gire y empecé a mover mis pies y manos en el aire. Cada vez me reía mas y todo lo causaba la canción.
A los pocos minutos paro de sonar y a mi mente vino la idea de desayunar o comer. Me levante de la cama. Camine hacia la radio y la apague. De nuevo camine con decisión y rapidez hacia la cocina. Seguía tarareando la canción. Baje las escaleras dando pequeños saltos. Pero, también intentando que no me cayese al suelo. Termine las escaleras y camine hasta la cocina.
Al llegar a la puerta de la cocina me encontré con un John apoyado en la mesa, pensativo. No me había acordado que John seguía en la casa. Mi felicidad fue menguando hasta quedarme quieta sin bailar de alguna manera.
Trague rápidamente y me adentre en la cocina. Mi mirada se clavo en el suelo, mientras que mi mente evitaba preguntarle algo a mi hermano. Aun que él se percato de mi entrada y hablo primero.
-¿Emma?- dijo con la voz quebrada y débil. Pare en seco y algo me hizo girar la cabeza. Puede que la curiosidad o la preocupación por el estado de mi hermano. Me miraba confundido y preocupado. Mis ojos se quedaron clavados en su mirada unos segundos, antes de que la desviase y la clavase en una cesta

de fruta cercana. Mi mente pensaba en responderle o no. Y al final me deje llevar por un impulso. Ya que John es mi hermano. No debía hacerle el vacio de aquella manera y menos cuando se sentía así.-
-¿Si?- pregunto rápidamente y con un hilo de voz bajo. Saque la vista de la cesta de fruta y volví a mirar a John. Él me seguía mirando con tristeza. Sus ojos se cerraron unos segundos antes de responder a mi pregunta.-
-¿Como estas?- me pregunto lentamente, dejando que sus palabras saliesen de su boca con cuidado. Observe su expresión y sentía que cada palabra que decía lo destrozaba aun mas. Deje de mirarlo, ya que si no acabaría yo también destrozada. Aun más de lo que internamente estaba.-
-Bien.- respondí girándome de nuevo hacia la nevera. Abrí la puerta y saque de su interior una botella de zumo. Cerré la puerta y me encamine hacia la lacena, en busca de vaso. Notaba la mirada de John con cada paso que daba. Me sentía culpable por dejarle en ese estado. Cuando tuve un vaso en mi mano fui hacia la mesa donde se encontraba él y pregunte.- ¿Como estas tú, John?- mis palabras salían con ira, pero con miedo al mismo tiempo. Aun no entendía el porqué de habérmelo ocultado. Pero, lo que menos entiendo es que Jack no me lo hubiese contado. Le mire de reojo. Él miraba la nada y algo empezó a preocuparme. Me moví hasta quedar delante de él. Su mirada estaba llena de dolor y sabia que eso no era por nuestra conversación de antes. Puse una mano encima de la suya y la apreté para que reaccionase. Levanto la mirada y pude admirar como una lágrima salía de su ojo. Mi corazón

dolió y en segundos lo abrace con fuerza contra mí. Su cuerpo era gelatina, no conseguía hacer que se sintiese mejor. Seguía absorto en su tristeza. Me separe un poco de él. Iba a decir algo cuando él mismo me leyó la mente.-
-Hace dos días que Melisa no me habla.- dice con pena en su voz. Mi mente quedo en blanco y todo en mi se preocupo. "¿Por qué iba a hacer eso Melisa?" me pregunte.-
-¿Sabes el porqué, John?- le pregunte llamándolo por su nombre. Ya que se había vuelto a quedar mirando la nada. Reacciono y me miro de nuevo. Sus ojos estaban rojos, pero no soltaban lágrimas. Solo estaban apenados.-
-No.- me dice lentamente. Como si le fuese difícil hablar y mucho mas mirarme. Fruncí el ceño en signo de enfado. Pensaba que John seria quien le hiciese daño a Melisa, pero por lo que veo, me confundí.-
-Quédate aquí, pienso hablar con ella. Esto no tiene sentido.- dije enfadada. Mi cuerpo empezó a moverse hacia fuera de la cocina. Pero John me paro con su voz.-
-Emma, no vayas. No vale la pena. Si no quiere hablarme es porque algo malo hice.- dice. Me giro sobre mis talones para mirarlo. Mis manos se hacen puños y mi mente habla.-
-No has hecho nada mal. Y creo que esto no va por ti.- dije. Salí hacia el pasillo. Antes de dirigirme hacia la puerta volví sobre mis pies. Entre de nuevo a la cocina. John me miro sorprendido. Le mire con la ira en mi expresión y solté algo que me atormentaba desde hace unos minutos.- ¿Le has dicho a Melisa que Jack fue herido?- John me miro extrañado. No entendía porque le preguntaba algo así.-
-No.- dice rápidamente. Mi mente se quedo en blanco ante su respuesta. "¿Por qué Melisa lo sabe? ¿Quién se lo dijo? ¿Y si lo sabe porque me pregunta como esta? No entiendo nada. Aquí está pasando algo. Pero, pienso averiguarlo." Me digo a mi misma. Miro a John un momento. Asiento y salgo de nuevo hacia la puerta. Cojo una chaqueta. Me la coloco y justo cuando ya iba a salir por la puerta, una sombra grande y fuerte me hace parar en seco.-
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Os recomiendo:
"Alas de Sangre" de @Rouben772


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Capitulo 24 El desconocido

Narra Emma:

Algunas veces sientes como el mundo saca de tu vida a esas personas que te importan e incorpora a otras que simplemente no conoces hasta que logran enseñarte que se quedaran.
Y en estos momentos no conocía a la sombra fuerte y grande que se encontraba delante de mía. Mis ojos, llenos de ira, miraron los suyos. Los cuales estaban tranquilos.
Examine su rostro rápidamente: Ojos marrones como el chocolate. Sonrisa perfecta. Unos pequeños hoyuelos que se formaban a cada lado de sus labios cada vez que sonría. Pelo rubio oscuro, corto y un poco desordenado. Cuerpo fuerte y ejercitado. 
Pero no os confundáis. El chico no era joven. Aparentaba unos cuantos años. Cerca de los 40 o eso creo. Y justamente por ahí andaba la edad de mi madre. Puede que todo fuese una coincidencia o una corazonada.
Mi mente reacciono después de observar bien al hombre, unos segundos más. Mis ojos se dirigieron al objeto que tenía en ambas manos. Era un paquete.
De repente, me acorde del mensaje de mama. Este hombre era el cartero y venia a entregarnos tal paquete. Pero, no entendí porque mamá decía que este paquete era importante. Además, el hombre no tenía ninguna vestimenta que informase de ser cartero. Y por ello, me atreví a preguntar. No tenía el día para más misterios.
-¿Si?- dije intentando sonar todo lo educadamente que podía. Mi ira no salía de mi cuerpo, ya que tampoco quería ser grosera con un hombre que aun no conocía.-
-Vengo a traer este paquete. Para...- miro la etiqueta del paquete antes de seguir hablando. "Trae

un paquete y ni se acuerda para quién es." digo en mi mente rápidamente. "Emma, tranquila. Seguro que se a olvido para quién era el paquete." dice Frend rápidamente. Hace tiempo que no oía sus quejas. Aun así, le hice caso y espere a que el hombre terminase de hablar.-....para la familia Torres.- dice con una sonrisa y levanta la mirada hacia mí. Asiento y espero a que me dé el paquete o que simplemente me diga algo.- ¿Es usted de la familia Torres?- pregunta. Vuelvo a asentir y a continuación estira los brazos para entregarme el paquete.-
-Gracias.- digo rápidamente, con una sonrisa un poco fingida. El hombre me vuelve a sonreír. La curiosidad me lleva a preguntarme quien es este hombre. Ya que debería haberse ido en cuento me dio el paquete, pero no es así.- ¿Puedo hacerle una pregunta?- le digo. Él asiente sonriente y sigo hablando.- ¿Conoce a mi madre? Se llama, Samanta Torres Packet.- dije curiosa. El hombre sonrió ampliamente. Pude adivinar su respuesta, pero no me lo creía.-
-Sí, la conozco.- me dice después de unos segundos. Mi mente quedó sorprendida. Creía que me mentía. Y por ello lo puse a prueba.-
-Dime, si sabes quién es, entonces sabrás cuantos años tiene.- le dije cruzándome de brazos. Una pequeña y ladeada sonrisa salió de mi boca. En signo de victoria.-
-Si sé. Tiene 39, cumple los 40 el 12 de Marzo.- en ese momento todo mi ego cayó al suelo. Aquel hombre me dejo sin habla. Sabía la edad y su cumpleaños. Algo que su propia hija debería de recordar. Seguía sin creérmelo, y por ello volví

a preguntar algo más difícil.-
-Comida favorita de ella.- dije rápidamente. No creia que lo adivinase, pero, ¿Y si me equivoco?-
-Le gusta la lasaña, pero prefiere un plato con salmón y ensalada.- me dice tan tranquilo. Vale, esto ya me esta preocupando. Él sabe mas de mi madre, que su propia hija.-Pequeña, conozco a tu madre.- me dice sin más. Reaccione en cuanto me nombro "pequeña" No soy pequeña y menos si lo dice este hombre,al que apenas conozco.-
-Si tanto sabes de ella y la conoces. Entonces, te puedo preguntar algo más complicado.- le dije. Él sonrío de lado y asintió convincente. Pense unos segundos una pregunta máscomplicada. De repente apareció en mi mente la pregunta estrella. La que adivinaría si en verdad conocía a mi madre.- Dime. ¿Mi madre alguna vez se tinto el pelo? ¿De que color?- le pregunte. "Vale, no es una pregunta muy común. Pero es una pregunta normal." dije para mi mente. No oi respuesta alguna. Aun asi, quería comprobar su afirmación. El hombre se rió un poco y contesto rápidamente.-
-Sí, se lo tinto de rosa. En su adolescencia.Tuvo que tintarlo para una obra de teatro. Le gusto y se lo dejo.- me dijo todo convencido. Mi mente quedo en blanco, ya que el hombre tenia razón en todo y eso empezó a preocuparme.-
-¿Eres un acosador o un vidente o algo?- le pregunte atónita. Él empezó a reír. Yo no entendía el porque. Es una pregunta muy normal "En mi es normal" dije para mi misma.-
-No, no lo soy.- me dijo después de haber dejado de reírse. Me preguntéquién

era este hombre y porqué sabia cosas de mi madre.-
-Si te digo la verdad no se quién eres.- le digo directamente. No sabíaquién era y que supiese esas cosas de mi madre me hacía preguntarme si este hombre era alguien importante para ella.-
-Soy...- empieza a decir, pero en ese momento el coche de mi madre se para delante de nuestra casa. Ambos quedamos mirando como mi madre baja del coche y coge unas cosas del maletero. No se da cuenta que estamos observándola.- Cuando termina de cerrar el coche camina hacia nosotros y se da cuenta de que la observamos. Ella se sorprende al momento, pero sonríe al ver al hombre que tengo delante mia. Él camina hacia mi madre y la ayuda a llevar las cosas a dentro de casa. Ahora ambos caminan hacia donde estoy y me hago a un lado para dejar que ellos pasen. Entran y cierro la puerta con preocupación y sorpresa. Miro a mi madre esperando una respuesta a todo esto. No consigo nada, ya que solo me mira con una pequeña e inocente sonrisa. Dejo el paquete en las escaleras y me dirijo hacia la cocina. Donde esta John y ellos.
Al entrar me encuentro con un John en la misma postura. Cabizbajo y perdido en sus pensamientos. No hace caso de nada. Hasta que mi madre le llama por su nombre. John levanta la cabeza. Su expresión sigue siendo pensativa. Pero cambia cuando seencuentra con ese hombre.
-¿Quién es?- pregunta levantándose de su posición. Me acerco a él y le cojo del brazo, para que no haga ninguna tonteria. Miro también a mamá y al desconocido con la misma expresión de John. Se nota que somos hermanos. Nuestras miradas se quedan clavadas en mi madre. Ella sonríe. De esta vez, nerviosa y comprendo que le cuesta explicarse.-
-Soy Erick.- dice el hombre con una pequeña sonrisa en su boca.-
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Capitulo 25 Papá...

Narra Emma:

Aun me acuerdo cuando era pequeña y corría por el campo con John a mi lado, mientras que mi padre nos perseguía. 
Al final nos acababa cogiendo entre sus brazos y haciéndonos cosquillas. 
Sonriamos sin poderlo evitarlo. Eramos felices. 
Pero, ahora ya todo es distinto. Mi padre no esta, esa felicidad que había antes, ahora ya no esta. 
Todos intentamos buscar un refugio a ese dolor que nos dejo la muerte de mi padre. Un dolor por no poder ayudarlo a sobrevivir. Un dolor por no haberle dicho que le quería. O simplemente, un dolor por no tenerlo a nuestro lado.
Me habría gustado seguir con mi padre. Poder abrazarlo y correr por toda la casa para impedirle que me hiciese cosquillas. Seguiríamos siendo felices y mi sonrisa seguiría estando más presente. 
Aun sonrió, pero no es lo mismo. No siento lo mismo. Y ahora con este hombre que tiene un parecido a mi padre. Me hace pensar que mi propia madre estuvo buscando a alguien que se pareciese a él. Oque también se enamoro de este hombre sin buscarle un porque. 
Cambien pienso, que dentro de poco, tendré que llamarle "Papa"
Pero, ¿Y si vuelve a pasar? ¿Y si él también se va cuando ya tengamos un cierto cariño hacia él? ¿Que pasara entonces? No quiero sufrir de nuevo. No quiero ver de nuevo así a mi madre. Aun que, ¿Que opción me queda?
Nunca pensé en volver a tener un padre. Me acostumbré a la idea de ser tres en casa. De ser felices a nuestra manera. De intentar comenzar de nuevo, pero el dolor que nos causo la muerte de nuestro padre fue devastadora. 
Ya

que, nosotros lo vimos morir poco a poco. El cáncer mato a nuestro padre con dolor y sin remedio. 
Empezó a sentir dolor en el estomago. Donde luego le paralizo la espalda. Mi madre pensaba que solo era el dolor por cargar cosas. Pero, no fue así. 
Mi padre no se pudo mover desde aquella y las piernas fueron su siguiente paso. Mi madre preocupada, lo llevo al hospital. Ella solo es enfermera, no sabe tanto, como un doctor. 
Al llegar al hospital los doctores le informaron a mi madre lo que sucedía y creían que podían arreglarlo. Pero, nunca pudieron hacerlo. 
Mi padre estuvo un mes en el hospital. Luego volvió a casa, pero de esta vez no podía andar, solo movía los brazos y muy poco la espalda. 
Mi madre no sabia que a mi padre le quedaba unos días de vida. Ya que, mi padre prefiero no contárselo. No quería que sufriese más. 
Los días pasaban y nosotros veíamos como él empeoraba con cada hora. Veía como mi propio padre iba desapareciendo de este cruel mundo con cada paso que yo daba. Observaba como sus ojos verdes se volvían oscuros por su tristeza que intentaba tapar con una leve sonrisa. Notaba como poco a poco sus palabras eran de despedida, que no habría un buenos días cada vez que me levantase. No podía impedir aquello, no tenia la capacidad para afrontar que se iba a ir dentro de poco. No podía.
Aun recuerdo aquel día. El día en que fui a su habitación para despertarlo, como cada mañana desde que volvió a casa. Esperaba oír de su voz un buenos días o un hola, como cada día. 
Al abrir la puerta me encontré con mi madre,

destrozada. Llorando sin control encima del cuerpo de mi padre. Aquella imagen hizo que mi corazón rompiese. Que mi sonrisa quebrase. Y que todo en mi quedase sin fuerzas. 
Me acerque a mi madre. Ella me miro y sonrió amargamente. Comprendí a la perfección aquello y lagrimas salieron de mis pequeños ojos. 
Cogí la mano de mi padre. Aquel cuerpo ya frió, era quien me ayudaba a dibujar, quien me dio de comer y quien me hizo sonreír. Ahora esta en aquel lugar al que llamamos, un lugar mejor. Y aun lo sigo creyendo. Mi padre esta sonriendo desde la lejanía al ver a mi madre empezar con alguien. Para que vuelva a ser feliz. 
Nosotros, en cambio, aun intentamos saber si deberíamos alégranos o simplemente sonreír fingidamente, como lo hizo mi madre aquel día. 
Pero, mi madre fue quien me enseño a creer que cuando alguien a quien amas se va, deja paso a otra persona, la cual te amara y se quedara. 
Y por ello, yo misma decido alégrame por mi madre. Por haber encontrado a alguien que la haga feliz. 
Aun recuerdo una de las pocas frases que papa logro decirme antes de irse: No te entristezcas por algo que debió pasar, solo recuerda que tu sonrisa es aquella que te sacara de esa tristeza. Nunca dejes de sonreír, Emma.


Una salada y rápida lagrima sale de mis verdosos ojos para encontrarme con un recuerdo que sale en forma de lagrima. Levanto la mirada del suelo al notar como John hace fuerza para salir de mi agarre, pero yo lo impido haciendo más fuerte mi agarre. Mi mano paraliza el recorrido de la rápida lagrima.
Guio mi

mirada hacia su rostro, el cual esta fruncido, pero con inquietud a la vez. John nunca a sido alguien que demostrase sentimientos con rapidez, siempre a sea guardado todo, como yo.
Miro sus ojos y en seguida veo que significa aquella mirada, no le gusta encontrarse con aquel desconocido de repente y menos cuando se trata de alguien que supuestamente esta tan unido a nuestra madre. 
Miro a mi madre en busca de una explicación a todo esto. Ella sonríe por un momento y empieza a hablar.
-Vamos al salón.- nos dice con un gesto de mano. Ellos se mueven rápidamente. Dejándonos a nosotros dos en la cocina. Suelto el agarre de John y este mismo empieza a caminar de un lado a otro nervioso. Le miro con curiosidad. Aun que, al mismo tiempo entiendo su estado. No se cree el hecho de que mi madre haya substituido a nuestro padre.-
-John, cálmate.- le digo con un hilo de voz débil. Le miro esperando una respuesta. Solo recibo silencio, mientras que John sigue caminando inquieto por toda la cocina. Me muevo hasta quedar delante de él y le miro. Él me observa por unos segundos, con ira. Luego aparta la mirada para poder tranquilizase.- Entiendo que esta noticia te haya cogido de sorpresa.- le digo firme. Me mira de nuevo y sus ojos me expresan todo lo que por su boca no sale. Aun asi, habla.-
-¿Lo sabias?- me pregunta entre dientes. Niego con la cabeza, firme. Empieza de nuevo a moverse. Sus pies no paran de moverse por toda la cocina y eso hace que mis nervios aumenten.-
He empezado el día con la revelación de Jack. Seguida con John. No entiendo porque Melisa

no le habla y aun tengo que solucionar ese problema. Y ahora, tengo delante de mi un nuevo problema. No se como enfrentarme a todo. 
Todo en mi cabeza da vueltas y las ganas de hacer algo se me están esfumando con cada segundo que pasa. Pero, como una vez me dijo papa: Aun que todo tu mundo se vaya desmoronando, siempre hay una solución para todo.
Doy un pequeño golpe en mi frente para aclarar mis ideas. Levanto la mirada y hago que John se detenga y me mire curioso. Quedo así unos segundos, pensando en terminar todos estés problemas y así poder dormir tranquila. 
-Vamos a hablar con ellos. No podemos seguir anclados en el pasado. Papa se fue, siempre estará con nosotros. Mama le dejo ir y nosotros debemos hacer lo mismo. Así que ahora tenemos que alegrarnos por la nueva relación de mama.- le dije firmemente. John me miraba sorprendido, pero aun así asintió firme.-
Ambos nos encaminamos al salón. Observamos como mama y el hombre, al que le pertenece el nombre, Erick. Nos miraban sonrientes.
Nos sentamos, cada uno en un sillón distinto, pero los dos al lado del otro. Mire a mama con una expresión tranquila y asentí para que nos explicase todo con detalle.
 -Como ya sabéis, él es Erick. Trabaja en correos y bueno, me conoce. Por decirlo de alguna manera.- dice mi madre nerviosa. Erick agarra la mano de mi madre para que se tranquilice. Ella reacciona a su tacto y se calma. Nos mira y respira hondo. John y yo sabemos que no es fácil para ella explicarnos todo esto.-
-Lo he notado mama.- dije con una sonrisa en mis labios. Sabia que mama no se calmaría

hasta que nosotros demostremos que estamos felices por su relación. Y así ocurrió. Mama sonrió ampliamente al verme hablar con esa expresión en la cara.-
A los pocos segundos me gire a ver a John, quien aun seguía serio. Miraba la mesita del salón. Su mirada seguía perdida y comprendí que tanta revelación le estaba pasando factura.
-Si. Bueno, nuestra historia comenzó hace unos meses atrás.- dice mi madre recordando el momento exacto. Levantó la mirada hacia Erick y después la dirigió hacia nosotros para volver a hablar.- Tenia que enviar unas cosas por correo. No se si te acuerdas de la tía Amanda, pues tenia que enviarle unas cosas. Y justo aquel día entre allí y por desgracia me resbale. El suelo estaba mojado y caí. Ser patoso nos viene de familia, ¿No es así, Emma?- me dice sonriente. Asiento recordando mis caídas matutinas." Aun que, ahora que me doí cuenta, hoy no me he caído. " Pensaba y en ese momento mama volvió a hablar.- En ese momento, un hombre se acerco y me ayudo a levantarme. Mire sus ojos y por desgracia me quede observándolos un poco.- decía mi madre con una amplia sonrisa. Erick también sonreía con amplitud ante el recuerdo.- Aun así, le di las gracias por ayudarme y me acerque al mostrador para informarle a la persona que estaba allí que enviase el paquete a casa de tu tía. Dio la casualidad que en ese momento Erick estaba atrás recogiendo y apilando cartas. Mientras que el hombre que me atendía me hablaba. Erick lo imitaba. Me reía sin control y el hombre se pregunto el porque. Miro hacia atrás y le dijo a Erick que se fuese a repartir. Desde aquella su nombre se quedo grabado, al igual que sus ojos. Nos fuimos viendo mas días y de ahí salio el amor.- finalizo mi madre. Observo de nuevo a Erick y le dedico una tierna sonrisa. Hacia bastante tiempo que no veía a mi madre tan feliz. Y eso me alegraba a mi.-
-Es una historia muy tierna, mama.- le dije después de unos segundos. Mi madre me miro y asintió. Golpee a John en el brazo para que hable. Solo reacciono y observo la situación. Me acerque a él un poco y le susurre.- Di algo.- John pensó un poco y asintió.-
-Me alegra que ahora otro hombre te haga feliz.- dice aun un poco serio. Bajó los ojos al suelo y siguió diciendo.- Si me disculpáis tengo que ir ha hacer deberes.- dice. Se levanta rápidamente y se encamina hacia su habitación. Mi expresión lo dice todo. Me dejo helada con esa ultima frase. "¿Desde cuando John hace deberes?" me dije a mi misma. Sabia que algo lo preocupaba y no fui la única que lo noto. Después de un poco mama me llamo. La mire curiosa y ella hablo.-
-Emma, ¿que le ocurre a John?- me dijo preocupada. Le mire unos segundos, pensando en que decir. Tenia miedo a decir algo en falso. Y más cuando se trata de estos temas. Observe a la pareja que tenia delante. Me miraban preocupados. Erick me miraba esperando una respuesta. Puede que él no se tan mal hombre como John puede pensar. Baje la mirada hacia el suelo. Cerre los ojos. Pense en ello unos segundos. Los volvi a abrir. Sabia que decir.-
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Capitulo 26 Escaleras

Narra Emma:

Tenia mi mente confusa, pero a la vez estaba decidida a dar ese paso, que me podría llevar hacia una muerte segura o a una confusión mayor.
Observaba con atención a esas dos personas que me miraban preocupados y llenos de esa pequeña curiosidad que los mataba por dentro. Llenos de ese deseo de querer saber que le había ocurrido a esa cuarta persona. John se había ido demasiado pronto y eso hasta me preocupaba a mi.
Respire cogiendo una gran bocada de aire. Mi mente quería que soltase esa pequeña oración, formada por unas simples frases.
Miré a mamá. Ella me entendió a la primera. Por ello, asintió y dejó que un gran peso escape, dejando de presionarme el pecho. 
Me levante del sillón lentamente. Observando cada mirada de las dos personas que tenia delante. 
Erick me miraba preocupado, pero también notaba ese miedo en sus ojos. Como si creyese que algo iba mal. Y en parte tenia razón. 
John aun no había aceptado la partida de mi padre. Él lo notó. Notó que alguien sobraba en esa familia y era él. Pero no tenia porque ser así. De esta forma tan preocupante para él.
Antes de irme hacia donde se encontraba John, me paré. Me quede observando el suelo. Algo me impedía seguir. Algo quería salir de mi boca. En mi cabeza tenia que atar algunos cabos sueltos y uno de ellos iba a unirlo ahora. 
Mire al hombre asustado por sus propias conclusiones y dije sin miedo alguno.
- John no quiere hacerte sentir mal. Aun no logra superar que nuestro padre se haya ido. Y no le culpo por ello. Pero, él no te desprecia.

Solo intenta aclarar sus ideas antes de deciros algo.- y con eso me moví rápidamente. Camine hacia las escaleras, dejando un solitario silencio detrás de mi.-
Subí con rapidez las escaleras. Al final, tropecé en una de ellas. Caí de rodillas al suelo. No sentí dolor. 
Gire mi cuerpo sentándolo en el frió suelo. Lleve mis manos a ambas rodillas. Mire las escaleras desde aquella perspectiva y me abrace a mis rodillas con mas fuerza. 
Mi cabeza se escondió tras ellas. Mis ojos se cerraron y dejaron que una pequeña lagrima saliese de mis ojos y la noté caer. Me hacia cosquillas en una de mis mejillas. 
"¿Porque soy tan débil?" me pregunté. "Siempre que tengo un bache en el camino derramo una lagrima." seguí diciendo. Freud no decía nada. "Me siento estúpida." termine de decir con los ojos cerrados. 
"No es de estúpidos llorar, Emma." decía mi conciencia. "Es una manera de expresar sentimientos sin palabras. No te sientas mal." me seguía diciendo. No le hice caso por un momento. Tampoco tenia la intención de hacerle caso. 
Levante la vista. Observe como todo lo que me rodeaba estaba borroso. Vi como mis manos hacían fuerza por abrazar mis piernas. Y entendí que yo tampoco había superado la partida de papá. Echaba de menos sus abrazos, por ello hacia cada vez más fuerza para abrazar mis piernas.
Deje que una última lagrima cayese de mis ojos de nuevo cerrados. Levante la cabeza hacia el techo. Respire ondo y abrí los ojos. 
Al principio vi una sombra. Luego mi vista se volvió de nuevo estable y reconocí el rostro de mi hermano.

Me miraba preocupado. No dije nada. Solo me levante rápido, dejando ver que en algún momento un pequeño moratón se formaría en cada una de mis rodillas.
John me seguía observando con preocupación. Fije mi vista en sus ojos, hasta que un pequeño recuerdo cruzo mi mente y toco mi corazón. 
John tenia esa misma profundidad en los ojos que papá. Mis ojos volvieron a dejarme una vista borrosa y entonces cerré los ojos. Me abrace a mi misma. 
Deje que mis pensamientos saliesen en forma de lagrimas saladas. Mi cuerpo se sentía frió, necesitaba eses abrazos cálidos de papá. Entonces los noté. 
John me abrazaba con fuerza contra él. Al principio me resistí a su abrazo, quede rígida. Pero, mi cuerpo ya no estaba para tantas vueltas y se dejo caer en los brazos de mi hermano. 
Escondí mi rostro en su pecho. Varias lagrimas llenas de sentimientos y pensamientos encerrados en mi interior salieron. John se aferraba más a mi. Yo no me resistía y entonces note como mis piernas se caían. Se hacían gelatina y ya no tenia fuerza para sujetarlas. Abrí los ojos para ver a mi hermano, pero al momento se cerraron solos. Había caído en los brazos de mi hermano, perdida en mis pensamientos.
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Sentía mi cuerpo débil. No fui capaz de moverme. Mi cabeza daba vueltas. Mis ojos cerrados intentaban abrirse para ver más de aquella oscuridad que me producía el sueño. 
Noté como algo resonaba en mis oídos. Un sonido agudo y seguido. Me concentre en el sonido y entonces percibí como era un continuo pi-pi-pi-pi...
Me asuste ante tal sonido. Abrí los ojos de una manera brusca, eso hizo que me doliesen al percibir la claridad de la luz.
Los volví a cerrar varias veces, hasta que mi vista se torno clara. Observe el techo blanco, una luz deslumbrante me iluminaba. 
Mire un poco mas abajo, vi más blanco. Un armario grande y blanco. Una mesa con extraños y desconocidos utensilios para mi, también blanca. 
Mire a ambos lados. Una ventana cerrada por una persiana blanca descansaba en mi lado derecho. En el lado izquierdo encontré dos puertas. Una cerrada y otra medio abierta. Veía luz en el interior. Me asuste, sabia perfectamente donde estaba y eso me asusto aun más. 
Intenté mover ambas manos, pero no respondían a mi orden. 
El pánico se apoderó de mi. Me temía lo peor y eso hizo que mi pulso aumentase. Que ese pi-pi-pi constante fuese subiendo de ritmo. 
Me asuste. No sabia como parar ese doloroso ruido en mis oídos. No sabia como salir de allí y eso me ponía aun mas nerviosa. Ya que tengo claustrofobia.
En ese momento unos pasos se oyeron dentro de la pequeña habitación, la puerta medio abierta. 
Al momento dejé de intentar librarme de aquel encierro. La habitación quedó en total silencio. Volví a oír los pasos de nuevo. Salían de la habitación. Se dirigían hacia mi. 
El pánico me asusto. Tenía miedo y toda aquella situación me asustó aun más. Vi una sombra salir de la puerta. No dije nada, solo observe a aquella persona.
-¿Como te encuentras?- dijo con la voz ronca.-
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Capitulo 27 Ojos oscuros

Narra Emma:
-¿Cómo te encuentras?- dijo con la voz ronca.-
Mi mente no reaccionaba ante aquella sombra. La cual había dejado que todo me doliese y ahora, en un último momento de debilidad volvía. ¿Pretendía hacerme más daño, a caso? Tenia ganas de salir de allí, creer que todo estaba bien y no volver a verle. Eran demasiadas cosas juntas en un solo día y eso empezaba a romperme la cabeza.
Sus ojos oscuros me miraban. Los notaba apagados, sin vida. Pero, lo que me impresiono fueron unas pequeñas ojeras que descansaban debajo de sus ojos marrones oscuros. Al verlo así pensé en la posibilidad de que me estuviese esperando para por fin verme despierta. Aun que, otro lado me decía que solo vino a verme por puro interés.
Tenía el pelo desordenado. Noté como sus labios habían pasado frio, ya que en algún lateral de los mismos, estaban cortados. Por último me fijé en algo morado que estaba impreso en su mejilla derecha. Al momento todo en mi se preocupo. Tenía ese temor por perder a una de las pocas personas que me habían importado en la vida y que ahora había regresado a ella con un aspecto preocupante. ¿Pero, me importaba de verdad o solo me importaba por el merito hecho de estar en ese estado?
Mire fijamente sus ojos antes de volver a su mejilla morada. No dijo nada. Solo bajo la cabeza y espero a oír mi voz. 
No respondí. Tampoco exprese ese sentimiento de preocupación por él. Solo esperé a que se diese de cuenta de mi expresión y me explicase cada una de las cosas que interrumpían el transcurso de mis pensamientos con normalidad.
Me

miró. 
Mi vista se volvió a dejar caer en la oscuridad. No tenía ganas ni de recordar, ni de pensar. Solo quería volver a tener una vida tranquila y todo aquello me estaba impidiendo hacerlo. 
Respire hondo, cerré los ojos. Sabía que no se marcharía sin mi respuesta. Ni yo lo dejaría marchar sin sus explicaciones. 
Abrí los ojos y lo observe fijamente. Deje que su mirada conectase con la mía y entonces dejarle ver que necesitaba oír algo. Entendió mi expresión y hablo rápidamente.
- Necesitaba ver como estabas.- dijo aun con la voz ronca. Seguí con mi misma expresión. Mi mente gritaba un "¿Por qué?" Pero no respondí. Pestañee y él lo volvió a entender.- Me contaron lo que te había ocurrido y necesitaba comprobar por mi mismo como estabas.- dijo. Un silencio cayó en la habitación. Nuestras miradas seguían conectadas.- 
Hace tanto tiempo que no observaba tan detenidamente esos ojos marrones oscuros, los cuales, en un triste recuerdo mío, habían sido de un marrón mas claro. Aun así, ese triste recuerdo me hizo darme de cuenta, que aun lo extrañaba.
En mi interior había algo que me pedía preguntarle muchas cosas. Pero, en aquel momento sus ojos me dejaron en un profundo sueño de tranquilidad y esperanza de encontrarme a salvo algún día.
- ¿Porque tienes esa mejilla así?- le pregunté. Su rostro cambio a sorpresa cuando me oyó hablar. No cambie mi expresión y espere su respuesta. No llegaba y eso me preocupaba. Subí una de mis cejas y espere a que él aclarase sus ideas. Seguía sin contestar. Sus ojos oscuros me miraban con sorpresa

y emoción. No entendía el porqué. Así que gire mi vista a la ventana, la cual aun seguía cerrada. Me gire de nuevo hacia él. Aun seguía mirándome y eso me incomodaba. Por lo que pregunté algo más fácil.- ¿Qué hora es?-tardo en coger la pregunta y responder.-
- Las 5.23 de la mañana.- dijo sacando el móvil de bolsillo y mirando la hora. Lo volvió a dejar dentro del bolsillo con maestría. Como siempre había hecho. Otro triste cruzaba mi mente y eso en mi interior me hacía sentirme bien.-
Lo mire una última vez antes de aclarar mi garganta y decidirme a mover mi brazo izquierdo. Pero al momento noté que no podía. Me pesaba, como si aquel movimiento tuviese que hacerse con mucha maestría. No podía.
Seguía intentándolo con más fuerza en mis órdenes. Me empecé a sentir nerviosa al tercer intento. "¿Por qué no puedo moverlo?" me pregunté.
Mire a ambos lados, nerviosa, con la poca seguridad de que todo estaba bien. Entonces en un último momento sentí como un dolor atroz pasaba por todo mi brazo inmovilizado. 
Mire al causante de aquello y era el chico de los ojos marrones. Lo seguí observando, sintiendo como ese dolor que me recorría el brazo era por su culpa.
Baje la mirada hacía mi brazo y me encontré con que estaba sacando de mi propio brazo una débil, y puntiaguda aguja. Observe mi brazo con ojos inyectados en dolor hasta que paro aquel dolor.
Le mire de nuevo, sus ojos estaban atentos a su única función, mirar que mi brazo, ahora con una pequeña gota de sangre en un punto justo, se moviese.
Se movió hasta un carrito

con utensilios médicos. Lo vi acercarse con un pequeño bote y unas gasas. Hecho un poco de aquel liquido en una de esas gasas. Levanto su mirada oscura hacia mí y movió su brazo hacia el mío. En un rápido movimiento de mi otro brazo, paré el suyo en seco.
-¿Qué crees que haces, Adam?- le dije con el ceño fruncido. Mi brazo seguía inmóvil paralizando el brazo de Adam.-
-Limpiarte esa herida, Emma.- me dice en un tono frio y serio. Mi movimiento seguía presente ya que, seguía sin confiar en él.-
-No eres medico, Adam.- le dije con rapidez. Me miro aun con seriedad. Sus ojos no se apartaban de los míos y eso me hacia descubrir una cierta diversión que había olvidado. Sonreí ante nuestra indiferencia. Él en cambio se sorprendió por mi bipolaridad.-
-Sigues siendo tan bipolar como siempre, Emma.- me dice con una leve sonrisa en sus labios. Adoraba verlo feliz, sentía que todo estaba bien. Y ahora, todo estaba bien.-
-Siempre seré así.- le dije aun con mi sonrisa presente. La suya tampoco se había esfumado.-
-Si no fueses así, nunca te habría conocido, Emma.- me dice. Se movió hacia el carrito para dejar la gasa en su sitio, hacia que mi agarre se esfumase. Vuelve sobre sí mismo y me mira de nuevo, de esta vez con una leve sonrisa ladeada. Hace tanto tiempo que no le veo sonreír que casi pensé que era un amargado.-
-Lo sé. ¿Y dime, como te has enterado de que estaba aquí?- le dije con curiosidad. Pensó unos minutos y hablo luego de un tiempo.-
-Me lo dijo tu madre.- me responde como si nada. "Sorprendente." me digo para mí misma. "¿Por qué ha hecho eso mi madre? No entendiendo nada." me vuelvo a decir.-
-¿Y eso?- le pregunto aun más curiosa.-
-Sigues siendo igual de curiosa como siempre, Emma.- me dice sonriendo más ampliamente.-
-Curiosa y de mal humor. Así que, por tu propio bien dímelo o te juro que te comes la maldita maquina de medir el pulso.- le digo con enfado en mis palabras. Se sorprende ante mi respuesta." ¿Que quería que le dijese? Tanto misterio me pone de mal humor." Pienso rápido.-
-Vale fiera. ¿Sabes quién es Erick, no?- me pregunta como si nada. Yo sorprendida asiento despacio, sin creer lo que me pregunta. "¿Soy yo o este tiene que ver con Erick?" dice Freud.-Pues es mi tío.- me dice tan tranquilo. Mis ojos se abren con tanta rapidez que en mi cabeza se produce un dolor agudo.-
-Au....-digo frunciendo el ceño de repente. Adam lo nota y se acerca a mí con rapidez.-
-¿Que te duele?- me pregunta rápidamente. Le miro y la seriedad esta clavada en su mirada.-
-Adam, que no eres medico.- le dije de nuevo con el ceño aun más fruncido.-
-Joder Emma.- dijo rápidamente.- 
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Agradecimientos

Un año...llevo un Wattpad un año, al igual que "Mr.Popular". 

Sigo sin creerme que esta peculiar obra haya llegado tan alto como lo ha hecho, sobre todo con las enormes faltas de ortografia que tenia al principio....que verguenza.
Ahora, si puedo aseguraros que parte de mi exito en esta obra es gracias a vosotros. Sí, esas personitas que estan detrás de sus pantallas, tanto como de ordenadores o telefonos, sois ese apoyo que siempre he necesitado para seguir escribiendo e imaginando la intrigante vida de estos personajes.
Sé que nunca es lo mismo una vez que comienzas una segunda parte de una historia, sobre todo si la segunda parte integra a nuevos personajes, a los cuales aun no conoceis, pero pronto lo hareis.
Podría estar dandoos las gracias por todo, absolutamente por todo lo que había conseguido con vuestros votos, comentarios y vistos, pero entonces no me llegaria un capitulo para explicarlo todo.
Es verdad, tambien, que los agradecimientos o esas peculiares notas que ponemos después de los capitulos son....son bastante...aburridos y pesados. Por eso intentare no dormiros con estos agredecimientos.
Desde mi pequeña experiencia con mi primer obra, "Irrompible" pensaba que el mundo de Wattpad no era para mi ni en broma, pero luego de una madrugada llena de insonmio e imaginacion cree lo que ahora conoceis como "Mr.Popular" 

Al principio pensaba que no gustaria este tipo de historia, ya que era algo empalagosa (menos que Irrompible), pero luego pense: ¿Y porque no publicarla y ver lo que pasa? No pasa nada por intentarlo. 

Y si funciono,

de hecho, funciono más de lo que pensaba.
Por lo que os animo a quedaros una madrugada pensando y crear una gran obra de arte, un romance imposible o una mision de agentes secretos. Todo puede suceder en una madrugada.
Mi consejo ante esto sería que nunca os rindais por muy dificil, complicado o imposible que parezcan las cosas, pero todo tiene su lado bueno y su recompensa. Si no arriesgais nunca consiguireis saber que habría pasado si...


Y por último quiero dar las gracias invidualmente, ya que cada persona me ha ayudado a su manera:
LucieEverdeen 

Tú me has ayudado desde un principio, con todo el tema de las ortografias, redacción e incluso apoyandome. Para mi has sido, desde un principio, esa mano que me ha ayudado a dar el gran salto y sin ti no podría haber consigo todo esto. Por eso, quiero que sepas lo mucho que has influido en esto. Muchas gracias.
Rouben772
A ti debo darte las gracias por estar ahi, por no dejar que tirase la toalla en ningun momento y sobre todo por decirme que es una tonteria parar ahora. Quiero que sepas que eres esa persona a la admiro por su orgullo y seguridad en si mismo, y espero tener siempre algun comentario tuyo sobre cualquier cosa que me mate de los nervios. Gracias por estar ahi.
Raqueel73752
Podría darte las gracias por muchas cosas, pero sobre todo por creer que podia conseguir algo con esta historia, te debo la confianza y el apoyo sobre este proyecto. Aun que, tambien te debo otras cosas, como haberme hecho más fuerte, sin darte de cuenta. Por eso, quiero que sepas que has hecho mucho. Muchas gracias por aguantarme.
Y ahora quiero darlos las gracias en nombre de todo mi ser.
Gracias por estar ahi, por creer que esto saldria bien y sobre todo, gracias por leer esta humilde obra. 

Muchas gracias.
Un gran abrazo a todos y que tengais un maravilloso día.










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Seguimos creando

Hola a tod@s los amantes de esta humilde obra.

Hoy, como último informativo, os traigo el adelanto de la segunda parte de "Mr. Popular", a la cual titularé "Mr. Ángel"

......

El destino de Emma junto a Jack, se ve interrumpido por un gran secreto revelado inesperadamente, provocando que Emma caiga en una red de mentiras, preguntas y engaños.
Todo su mundo se empieza a derrumbar al saber que Jack podría haberle mentido en cualquier otra cosa y asi, estar usandola solo para un tipo de juego.

Por ese motivo John, se convierte en el hermano protector y curioso que Emma temia que fuese. Pero, sus razones son obvias; a sido engañado por dos personas a las que creia importantes y que ahora, solo muestran su lado rastrero.

Ahora, Emma se encuentra atada a un maquina que produce un tetrico ruido, el cual le hace despertar de su trance y darse de cuenta que no esta sola en esa habitación totalmente blanca, si no que alguien más esta junto a ella, esperando a que se despierte para poder decirle el porque de su regreso.

Ese chico es, Adam, el cual podria haber sido esa clase de personas que se van para nunca volver, pero siempre a tenido ese sentimiento de culpa por haber dejado a Emma sola.

Ahora, pasados unos años, Adam se introduce de manera inesperada en el destino de Emma, provocando que ambos vuelvan a tener una gran conexión.

Jack luchara para recuperar la confianza de Emma y Adam luchara para que nadie le haga daño. Ambos tienen algo en común; el amor de Emma

........

Y por último quería informaros de que el blog que siempre aparece al final de cada capitulo (vintagewhiteandblack.tumblr.com), es para que tengáis al día los nuevos capítulos, estrenos y mucho más sobre este perfil y sus obras.

Muchísimas gracias y hasta pronto.

Un gran abrazo. 

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