
10 Días
by lrrhuertas
Diario de un hombre encerrado en una habitación sin salida posible y sin recuerdos recientes.
¿Un secuestro? ¿Un juego? ¿Una broma de mal gusto?
Día 1
Día 1
12:33
Escribo para no volverme loco.
Mi situación es la siguiente:
Estoy encerrado en una habitación. No sé qué hago aquí ni como he llegado a este sitio. He despertado hace unas horas en una cama mullida. Estaba sudando y me he incorporado nervioso y sobresaltado. La confusión inicial ha dado paso a la incredulidad y más tarde al miedo y la desesperación.
Los últimos recuerdos que tengo son borrosos: estaba cenando con mi mujer y 2 hijos. En la tele ponían un episodio de Bob Esponja. Todo lo ocurrido anteriormente lo recuerdo con normalidad. Lo que viene después son sólo retazos borrosos en mi mente y sin ningún sentido.
La habitación es amplia, calculo que de unos 5 metros de largo por 4 de ancho. La cama es cómoda y está decentemente vestida. Está ubicada de forma perpendicular al centro de una de las paredes, y a ambos lados tiene mesitas de noche bajas de madera, estilo IKEA.
La pared de la izquierda no tiene mobiliario, sólo dos puertas, ambas de las mismas dimensiones y aspecto metálico. Parecen correderas pero no hay forma de abrirlas. En la pared de la derecha hay una mesa empotrada y una silla con ruedas giratorias. También hay un recuadro de aproximadamente un metro cuadrado, a media altura, que parece ser una ventana sellada con una especie de persiana de aluminio. Tampoco he encontrado la forma de abrirla.
La pared que está frente a la cama tiene incrustada muy cerca del techo una pantalla de unas 40 pulgadas que muestra información que no consigo descifrar ni entender
por el momento. Bajo la pantalla hay una rejilla de un tamaño similar a la ventana y a la derecha la tercera puerta de la habitación, casi en el rincón. Ésta es la única puerta que se puede abrir, de hecho es la única que tiene pomo, y da acceso a un cuarto de aseo modesto, con un lavabo, un water, una placa de ducha y un espejo.
Ya lo he usado varias veces. La cisterna es automática. Se activa por alejamiento.
Sobre la mesa he encontrado varios objetos. Uno de ellos es una tableta de 10 pulgadas, que es sobre la que escribo estas palabras. Cualquier rastro de la marca o el fabricante del dispositivo ha sido eliminado. Por el aspecto de las pantallas sí podría arriesgarme a afirmar que funciona con android, muy capado, eso sí. Paso a describir las posibilidades que ofrece:
La pantalla inicial muestra 4 iconos muy grandes, cada uno con su leyenda: diario, tienda, info y un signo de interrogación. Esta última opción, por mucho que lo he intentado no tiene ninguna funcionalidad. La sección de diario me permite escribir lo que me dé la gana. Tiene una pantalla inicial donde en apariencia se muestra un listado. Digo esto porque sólo hay una entrada: "Día 1". Supongo que mañana se habilitará el día 2. He pulsado en "Día 1" y me he puesto a escribir. Si escribo a intervalos aparece de forma automática la hora en la que comienzo a teclear, sin posibilidad de editarla.
Anteriormente he examinado las otras dos secciones. La tienda ofrece un catálogo de productos. Me jode porque he hecho uso de ella y mi parte lúdica por un momento ha estado combatiendo
con mi estado de desesperación y me ha hecho sentir muy raro. El planteamiento es muy sencillo:
He notado que en un extremo de la pantalla se muestra en todo momento un número seguido del símbolo de una moneda. Inicialmente disponía de 1000 monedas. Me he puesto a navegar por el catálogo, que tiene sus productos correctamente categorizados como si se tratara de una tienda online, y le he dado a comprar lo más barato que he visto, sólo por probar: un rollo de papel higiénico, por el módico precio de 1 monedita.
El sistema ha ofrecido información abundante de la compra: pedido realizado con éxito, en stock 99, nuevo estado de su cuenta 999 monedas, la entrega se efectuará en 5 minutos, y más detalles vacíos que no viene a cuento detallar.
En una especie de reloj de pulsera que tengo adherido a la piel de mi muñeca izquierda he comprobado ansiosamente el transcurso de los minutos a la espera de saber como coño me iban a hacer entrega de mi recién adquirido cilindro de papel. Entretanto, no he parado de desviar la vista a las dos puertas de la pared "izquierda". Estaba equivocado en mis suposiciones, ya que lo que se ha abierto es la trampilla que está bajo la pantalla de 40 pulgadas. Es más, en la pantalla ha aparecido un mensaje indicándome la recepción del objeto:
Rollo de Papel Higiénico entregado. Retire el producto.
Lo he retirado, y lo he lanzado por la puerta del aseo con rabia, enfadado con la situación y sintiéndome víctima de una broma pesada. A los dos minutos se ha activado sóla la cisterna inteligente de los cojones.
No sabía si reirme o llorar, o ambas cosas al mismo tiempo.
Me siento el personaje de un macabro juego, me siento un monigote encerrado en una casa de muñecas, me siento ratón de laboratorio, me siento timado, secuestrado, estafado, ultrajado, jodido, asqueado, deprimido, desesperado... Me gustaría tener delante al cabrón responsable de todo esto para poder desahogarme.
12:59
Me faltaba por hablar de otra sección, la pantalla de "Info". Muestra mi puntuación, 0 puntos por cierto. Hay que joderse, me gustaría saber cuántas vidas tengo. También muestra los pasos que he dado (en el momento de escribir estas líneas parece ser que he dado 232 pasos por la habitación). He pensado como cojones detectan esto. He descartado que haya un podómetro en el tablet, porque no he dado todos mis pasos cargando con él. Las opciones lógicas son que haya una cámara grabándome y de forma automática, (aunque lo veo improbable), o manual, (en este caso tendrían a un chino contando) se vaya registrando este dato. Pero cuando he comprobado el resto de opciones tengo que reconocer que sí me he quedado algo desconcertado, ya que muestra alguna de mis constantes vitales. Escribo las que tengo en el momento de descubrirlas:
Tensión Arterial: 15/8 (un poco alta la alta)
Pulso: 120 (no hace falta explicar por qué el subidón)
Glucemia: 105 (flipante que también midan esto)
Además estos datos se refrescan en tiempo rigurosamente real, o casi, porque lo hace cada 10 segundos.
¿Cómo hay que sentirse al ver esto?
He repasado la lista
de objetos de la tienda y efectivamente hay productos con la categoría de "medicamentos", pero no he visto ningún ansiolítico, aunque el catálogo es extenso y el sistema no expone ningún buscador, que yo haya podido comprobar.
Voy a tratar de relajarme en la cama un rato.
13:15
No lo he conseguido por más ejercicios de autorrelajación que he realizado. A los 10 minutos seguía igual de nervioso y he empezado a rayarme con los focos del techo de la habitación. He pensado que si me mantengo activo y sigo curioseando (en definitiva si sigo el juego) puede que el hecho de mantenerme ocupado ayude a calmarme. El pulso se me ha estabilizado en torno a las 90 pulsaciones y la tensión no está mal. Con bueno han dado, soy un hipocondriaco sin remedio.
Tengo un poco de hambre y he repasado la lista de alimentos disponibles. He encontrado un menú por 2 monedas consistente en un sandwich de pollo con mahonesa y lechuga, un vaso de zumo y un yogourt. Mientras transcurrían los 5 minutos de rigor he comprobado mi puntuación y sigue estando en cero cartón. Me propongo intentar averiguar como va esto de los puntos después de comer. He tenido suerte que los nervios no me hayan cerrado el estómago, sino todo lo contrario.
14:02
El sandwich estaba recién hecho, lo cual añade un poco más de intriga al asunto. El zumo era de naranja natural, servido en un vaso de 300 ml., estaba fresquito y yo diría que recién exprimido. El yogurt era de coco, y no tenía marca, pero sabe como los del Carrefour.
Cuando he terminado,
un mensaje sonoro proveniente de la pantalla sobre la trampilla me ha hecho dar un respingo y obviamente centrar mi atención en ella. Se me solicitaba que devolviese la bandeja a la trampilla. He pensado dos cosas:
1) Debe haber cámaras sí o sí, porque el mensaje ha sido instantáneo, justo al terminarme el yogurt y soltarlo en la bandeja. O eso, o mucha casualidad. El caso es que por mucho que miro no descubro ningún indicio de dónde pueden estar colocadas.
2) ¿Qué ocurriría si no devuelvo la bandeja a la trampilla? De momento no me ha apetecido averiguarlo
Ha estado bien porque justo al depositarla en la trampilla y ésta cerrarse, otro mensaje sonoro de la pantalla y otro mensaje: un "+1" haciendo scroll de izquierda a derecha.
He corrido hacia la mesa y me he metido en la sección "Info" de la tableta. Que bien, ya tengo un punto. No quepo en mí de gozo, Dios.
16:11
En las últimas 2 horas han pasado varias cosas.
Se me ha pedido a través de la dichosa pantalla que cogiera el cargador del tablet del cajón de una de las mesitas de noche y lo pusiera a cargar en el enchufe de la mesa. No lo he hecho básicamente porque no me ha salido de los cojones, aunque también quería comprobar qué iba a suceder en respuesta a mi negativa. A los 5 minutos a aparecido un "-1" haciendo scroll por la pantalla. He pasado. Al minuto otro -1. He pasado. Así 4 veces hasta que he decidido obedecer y el derrame de puntos ha terminado. De hecho me han otorgado el +1 de rigor, y en ese momento mi total lucía un hermoso "-2".
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Mientras cargaba el gadget he estado bicheando en la tienda y he encontrado una sección multimedia. Hay muchas cosas sorprendentes e interesantes: puedes alquilar películas, poner música, incluso puedes cargar libros en la tableta. Me he gastado 2 monedas en poner el disco "Hosianna Mantra" de Popol Vuh, que ha empezado a sonar por hilo musical a los 5 minutos.
Me he echado en la cama y al poco rato me he quedado frito, esto sí que es un buen ansiolítico. Me he despertado a las 14:59. Tanto en la sección "Info" de la tableta como en la pantalla grande se muestra la temperatura ambiente de la habitación. 26 grados en ese momento. Para la ropa que llevo no tengo calor pero me he despertado sudando. Debe ser por las pesadillas.
He ido a mear y me he sentado a la mesa. El tablet aún no había cargado, de modo que me he puesto a bichear de nuevo por la tienda desde allí.
Y he hecho el que yo creo que es el mayor descubrimiento desde que soy protagonista de esta pesadilla. He encontrado una etiqueta denominada "controles" y he encontrado 3 objetos en ella. Dos de ellos tienen una descripción extraña que no me dicen nada, pero el tercero lucía con el título: "Mando de control de la Ventana". Son 10 moneditas pero no he dudado en hacerme con él.
Ha resultado ser un mando con un sólo botón, muy parecido a los mandos que se usan para abrir las cancelas de acceso a los vehículos en urbanizaciones privadas. Intrigado, he pulsado el botón y la celda de 1x1 de la pared donde está el escritorio ha empezado a abrirse lentamente acompañada de un leve zumbido.
Seguro que si hubiera mirado en ese momento las pulsaciones en la tableta habría visto 130 mínimo.
La celdilla ha dejado entrar la luz del exterior. Estamos a primeros de Julio (al menos en mis últimos recuerdos corría esa fecha) y el sol ha penetrado en el habitáculo con fuerza. De casualidad he comprobado que de forma automática se han apagado los dos focos del techo.
Al asomarme lo que he visto no me ha dejado indiferente.
Debo estar en un tercer piso como mínimo de un edificio cuadrangular inmenso con un patio interior. El patio debe tener el tamaño de un campo de fútbol, está ajardinado, tiene glorietas, senderos y pequeñas zonas edificadas. La fachada interna del edificio que tengo enfrente me ha permitido contar el número de plantas del mismo: 10. Está demasiado lejos para distinguir a nadie asomado, pero sí se adivinan algunas ventanas abiertas por el color y el brillo de los gruesos cristales, muy distinto al de la chapa de la persiana. Supongo que cada cuadradito que veo enfrente, (y con algo más de dificultad debido al ángulo en las fachadas laterales), son ventanas como la mía que ocultan una habitación similar con otro habitante tan desconcertado como yo. No distingo a nadie caminando por el patio central, y eso que me he tirado casi media hora asomado. He probado a abrir y cerrar varias veces la celdilla y he comprobado definitivamente que la luz del techo se enciende cuando la ventana está cerrada.
16:34
Hay una cosa que me llama la atención, la habitación está totalmente insonorizada. Diría que herméticamente cerrada.
Hay unas rejillas respiradero en el techo junto a las aristas de las paredes en las que no había reparado hasta ahora. Me he puesto de puntillas y he estirado el brazo, y, en efecto, está puesto el aire acondicionado, de ahí la temperatura tan agradable. Bueno, ahora ha subido a 27º.
Se me ha ocurrido gritar a ver si álguien me responde, ahora que sé, o casi estoy seguro de que tengo vecinos a ambos lados. Justo cuando lo estaba haciendo me sorprendido a mí mismo pensando en el hecho de que lo normal, dado mi estado de ansiedad es que me hubiera puesto a chillar histéricamente y a intentar salir del habitáculo pidiendo ayuda desde prácticamente el primer instante después de despertar, pero no fué así. He mantenido cierta calma, dentro del nivel de estrés generado por la situación.
Por cierto, nadie ha respondido a mis llamadas. No voy a intentarlo mas, no quiero quedarme ronco ni perder el tiempo. También he dado golpes en la pared de la cama y el muro parece bastante sólido. No se ha producido la más mínima vibración ni ha sonado a hueco.
17:13
En los cajones de las mesitas de noche tengo varias mudas de ropa interior y pijamas. De ropa de calle lo único que tengo es lo que llevo puesto, una camiseta de mangas cortas con el rostro difuminado de GunBall y unos vaqueros desgastados. He intentado hacer memoria e intentar recordar si era la ropa que llevaba puesta en la cena con mi familia pero no consigo evocarlo. De lo que sí estoy seguro es de que esta ropa es mía. La de la mesita de noche no.
18:01
He
ido a ducharme y no salía agua. Más tarde he comprobado que cada 5 minutos de agua de ducha cuesta una monedita en la tienda. Voy a tener que empezar a planificar las necesidades por muy perdido que me sienta, pero parece que el presupuesto que tengo es limitado y si tardo en averiguar como salgo de aquí podría hasta tener problemas para alimentarme. Qué pesimista sí, pero hay que verse en este brete. Menos mal que los cisternazos no hay que comprarlos que sino vaya derroche. El agua del lavabo también es gratis, y en un alarde de gentileza por parte de los secuestradores hay un par de toallas en el baño que no he tenido que comprar.
Actualmente dispongo de 978 monedas.
La ducha ha sido reconfortante y me ha relajado un poco. Podría haber puesto algo de música de fondo pero me ha dado la vena ahorradora.
Me he puesto un pijama celeste, (joder, como se parecen a los de los hospitales), y he caído en que la ropa sucia no hay forma de lavarla. Anda que no. Obviamente he encontrado el servicio de lavandería en la tienda. Pones la ropa sucia del día en la trampilla, y a las 24 horas te la devuelven limpia. Esto cuesta otra monedita. He metido la toalla usada y la ropa que me he quitado.
Luego he vuelto al escritorio. El tablet ya ha cargado. Me voy a tumbar en la cama a hacer un listado del presupuesto mínimo diario para mis necesidades básicas.
18:49
Presupuesto diario:
- Alimentación
-- Desayuno Básico: 2 monedas
-- Menú Básico: 2 monedas
-- Merienda/Tentenpié: 1 moneda
-- Cena Básica: 2 monedas
/>- Aseo
-- Lavandería: 1 moneda
-- Ducha: 1 moneda
Cada 2 días:
- Aseo
-- Papel Higiénico: 1 moneda
De momento no se me ocurre nada más que no sea de primera necesidad, pero en mi estado actual seguro que no discurro con normalidad e iré cayendo en la cuenta de otras necesidades.
Esto implica un gasto de 67 monedas a la semana. Vamos, que podría sobrevivir bastante tiempo encerrado a ese ritmo de gasto. Psicológicamente lo dudo, pero fisiológicamente sí. Ya veremos.
19:11
Me he asomado un rato a la ventana y no he descubierto nada nuevo. Me está dando un bajón anímico importante.
19:23
He comprado un maldito cepillo de dientes y pasta detrífica. Me han clavado 4 monedas.
Estoy amargado.
Tensión Arterial: 14/7
Pulso: 84
Glucemia: 93
Voy a pedirme la merienda.
19:55
He merendado café con galletas. El café era de muy alta calidad.
22:23
Estaba deseando que llegara la noche por el único motivo de asomarme a la ventana y comprobar lo que me ofrecía la vista nocturna.
Para empezar, como esperaba, al abrir la celdilla de la ventana y no haber luz exterior que iluminara la habitación se han activado los focos. Esto me ha permitido mirar las 3 fachadas posibles que se me abren desde mi perspectiva y comprobar el número de habitáculos con la ventana abierta y luz encendida. Un auténtico mosaico en blanco y negro.
He calculado que un tercio de las ventanas están abiertas, y en muchas de ellas
se asoma álguien de vez en cuando. Está demasiado lejos para distinguir facciones, pero se adivinan las cabecitas pegadas al grueso cristal, curioseando desesperadamente, supongo, que es lo que yo hago.
22:40
He cenado puré de patatas con picatoste y un vaso de leche. Me ha sentado bien.
Me he comprado un paquete de ducados rubio por 10 monedas, no he podido resistirme.
22:50
Capullo de mi. Acabo de recoger de la trampilla un mechero clipper por el que me han robado 5 monedacas.
Del cenicero ya paso, la ceniza al suelo, que es de una especie de terrazo, y las colillas al water.
La limpieza de la habitación no sé en qué problema se puede convertir si sigo encerrado mucho tiempo aquí.
Mientras me fumo el segundo pitillo (consecutivo) he observado que algunas personas de la fachada de enfrente hacen señas, al menos eso creo. La vista no es uno de mis sentidos mejor dotados. Yo también he hecho señas pero me he sentido como un imbécil, total, no voy a distinguir si álguien me responde a mi en la lejanía, ni que podemos ganar con ello en todo caso.
Echo de menos a mis niños y a mi mujer. Espero dormirme pronto y despertar mañana junto a ella, y que todo haya sido un sueño. Un carajo de goma para mi, claro, pero pensar tengo que pensarlo. Sin embargo ya no me encuentro tan deprimido. Este constante estado de descubrimiento de las reglas de este extraño juego me mantiene nervioso pero con la mente ocupada. Estoy más excitado que triste, aunque esto no implica que el grado del segundo sentimiento no sea elevado.
23:11
He cerrado la trampilla. Lo que no sé es como apagar las luces. En la tienda no encuentro un mando para ello. Quiero intentar dormirme. Normalmente suelo hacerlo leyendo en mi kindle. Voy a echar un vistado a la oferta que me dan estos cabrones.
23:19
Hecho. Comprado "Los Viajes de Tuff" de G.G. Martin, por 6 moneditas. Es un libro que llevaba tiempo queriéndome leer. Nunca imagine que me lo iba a empezar en estas condiciones.
A ello voy, a ver si me duermo pronto.
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Día 2
Día 2
02:23
Pues me quedé frito pronto.
Acabo de despertarme y la luz de la habitación está apagada. Debería haber aguantado un poco más para saber a que hora la desactivan.
Me había dejado abierta la ventana de la trampilla. Me he asomado. Negrura total. La he cerrado porque quiero averiguar a que hora encienden la luz, si puedo, y no quiero que la luz solar me impida resolver esta pesquisa.
He meado, me he lavado los dientes (no lo hice tras la cena), y a la cama de nuevo, a seguir leyendo a Tuff. Me leí unas 15 páginas antes de dormirme, pero no me podía concentrar y no me he enterado de mucho. Al menos me sirve como rutina ficticia y continuísta de mi vida "normal". Un efectivo relajante, vaya que sí.
El texto del día 1 ya no es editable. Hasta mañana cabrones.
08:23
No sé cuanto llevan encendidos, pero al despertarme los focos del techo me han deslumbrado.
Me he levantado de un salto. La verdad es que pensaba que iba a tener pesadillas o iba a dormir inquieto pero no ha sido así. El sueño ha sido bastante reparador y me encuentro físicamente bien.
Después de cagar y lavarme la cara he comprado un paquete de toallitas húmedas por 2 monedas del Mario Bros. Sin bidé no hay suavidad...
Luego he abierto la ventana y he revisado la situación del exterior. En el patio sigo sin detectar señal alguna de movimiento y en las fachadas visibles la situación es igual que ayer por la tarde, sólo distingo alguna que otra ventana abierta, pero no las figuras de sus
habitantes. Acabo de caer en la cuenta de que no se ve ninguna salida al patio desde mi perspectiva. La única posibilidad que veo es que la salida se encuentre en mi fachada.
Voy a pedirme el desayuno. Para estar secuestrado la comida y las condiciones aquí dentro no se puede decir que sean malas. Espero no estar empezando a sufrir el síndrome de Estocolmo, porque estaría batiendo records.
08:54
Tostada con aceite y café. Ricos, ricos.
11:44
¡Novedades! Definitivamente puedo confirmar (o casi) que estoy secuestrado. No sé con qué objetivo, pero dentro de este sinsentido lo hay, y en forma de juego, como la cacharrería digital me hizo sospechar desde las primeras horas aquí.
El primer descubrimiento que he hecho es que uno de los libros disponibles en la tableta para comprar se titulaba "Bienvenido". Me ha rayado el título y lo he comprado, aunque su precio es desorbitado: 10 monedas.
El libreto consta de apenas 20 páginas del tablet. Hago mi propio resumen aquí de lo más sustancial, aunque su lectura íntegra ha sido un momento de tensión brutal, ya que cada línea me confirma que esta situación ridícula en la que me veo es real y tengo que empezar a concienciarme seriamente de ello.
La primera frase es impactante, siendo tan simple y trivial.
"Hola Ferrán, bienvenido, siéntete libre de hacer lo que desees, pero estas son las reglas."
Toma ya.
En fin, voy al resumen:
Resulta que, si bien abiertamente ni se habla de juego, ni como he dicho antes en el manual se menciona
ningún objetivo, (al menos definitivo), sí que se definen unas reglas, algunas más o menos deducidas ayer, y otras realmente sorprendentes:
- El sistema de puntuación es sencillo, cada acción u orden emitida en la pantalla de la habitación, tableta o reloj tiene asignada una puntuación. Si cumples te dan los puntos y si no te los restan, así de fácil.
- Cada ciertas cantidades (no especificadas) o barreras de puntuación, el sistema te otorga un premio o beneficio (tampoco se especifica).
- No hay mención alguna sobre las implicaciones de una puntuación negativa, es decir, no se habla de castigo al rebasar una barrera negativa de puntos.
- En cuanto a las monedas virtuales de marras, en el manual les llaman UM (supongo que unidades monetarias), y la asignación inicial de 1000 UM la identifican como un "regalo" de bienvenida. Que cachondos. Regaladme la libertad, hijos de puta. Voy a revisar al alza el presupuesto semanal que hice para cosas básicas ya que hay una asignación semanal de 500 UM de forma automática.
- Hay más premisas destacables: 1) Si puedes escapar, hazlo. 2) Si puedes hackear el sistema, hazlo. 3) Usa tu inteligencia. 4) Todo está permitido, aunque tenga un coste. 5) Tu mejor arma es saber que todo vale pero hay unas reglas, y asociadas a ellas, castigos.
12:49
Estoy de bajona. La excitación del primer día estaba camuflando los síntomas de mi desesperación. Os quiero Pablo, Claudia, Nuria.
He llorado por primera vez desde el encierro.
13:22
Al final lo
encontré, aunque no me ha hecho efecto, y sé que debo andar con cuidado:
Bromazepam 3mg. 30 cápsulas: 100 UM
Me siento obligado a escribir varias consideraciones sobre esta adquisición:
- Esta historia va en serio, es peligrosa, y el ideólogo del juego es un cabrón de cuidado. He visto más medicamentos que normalmente se dispensan con receta médica y que son potencialmente drogas. Aquí lo tenemos a nuestra entera disposición, cual caramelos de la marca pez.
- En cualquier caso, no es la primera vez que me automedico de esta forma. Padezco de estrés crónico y digamos que, mi padre que tiene depresión congénita desde los 15 años me hace de camello y me suele pasar los restos del exceso de medicación que consigue de la seguridad social.
Dicho queda, a esperar actúen las pirulas. Seguiremos informando.
16:02
Y tanto que han actuado. Debería haber comprado el de 1.5mg. Me quedé sopa a las 13:30.
La tablet canta los resultados:
Tensión Arterial: 11/6
Pulso: 71
Glucemia: 91
Es tarde, voy a pedir el almuerzo. Acabo de asomarme a la ventana. No hay novedad en el frente.
17:10
Las lentejas estaban sosas y con demasiados trozos flotantes de cebolla para mi gusto.
He recibido en la trampilla la ropa limpia que envié a lavar ayer. Luego me la pondré cuando me duche. No quiero tirarme en pijama todo el rato. Supongo que así me crearé la ilusión de que me visto para "salir".
18:43
¡Otro bombazo!
Al coger
el tablet para solicitar el agua para ducharme me ha llamado la atención algo en la pantalla principal. Algún detalle debía haber cambiado pero he tardado un minuto en darme cuenta de lo que me trastornaba. Al final lo he descubierto, y es que el icono inservible de la interrogación había cambiado y ahora lucía una especie de dibujo ilustrando un bocadillo como el de los comics.
El subidón ha sido monumental pero está claro que no iba a meterme en la sección info para ver a cuanto se me había disparado el pulso. Mi dedo se ha independizado y el solito se ha lanzado a la pantalla táctil y ha cargado el contenido de la nueva sección.
A ver como resumo todo lo ocurrido desde entonces hasta ahora, porque en el momento de escribir esto en el diario, tengo esperando a otra persona en la nueva sección con la que estoy manteniendo una sesión de chat. Le he dicho que estoy dejando constancia de todo lo que me ocurre.
Resulta que al entrar en la nueva sección se me ha mostrado un listado con la no despreciable cantidad de 1000 nombres de personas ordenadas por orden alfabético. Obviamente no me he parado a contarlas, pero cada una de ellas tenía una numeración antecediendo a sus datos.
Lo primero que he hecho, antes de leer las indicaciones que se me daban tanto en la tableta como en la pantalla de la pared es buscarme en la lista.
Y me encontrado. Tengo asignado el número 214. Una cifra fría, vacía y sin significado, pero para mi lo tiene: soy un puto número, como el de un preso en una cárcel o el de un concursante de un reality macabro. No sé si preferiría
lo primero o lo segundo, la verdad.
Después de esta concesión a mi impulsividad he leído las instrucciones en la pantalla grande y luego he comprobado que en la tableta las indicaciones eran literalmente idénticas:
"Elige un número o pulsa la opción aleatorio"
Mi número aparecía en gris y no era elegible, de modo que he optado por la aleatoriedad.
Acto seguido se ha visto un efecto de transición en la pantalla y las diferentes líneas con los nombres se han ido iluminando de forma desordenada hasta que se ha parado en uno de ellos. En este caso ella: 786: Clara Serna Carvajal
Después de esto se ha cargado una pantalla con una caja de texto ocupando aproximadamente el 80% y otra en la parte inferior que te permitía escribir. Vamos, lo que toda la vida de Dios se ha venido a llamar un "chat". Y la persona al otro lado parecía haber estado más despierta que yo, pues en la parte superior ya se podía leer lo siguiente:
Clara: hola?
Superando la emoción inicial por el vuelco de la situación que esto implicaba devolví el saludo, y desde estonces hasta ahora hemos estado intercambiando nuestra experiencia en las horas de encierro que llevamos.
Se confirman varias cosas.
Estamos en el mismo edificio. Hemos tomado como referencia un chopo especialmente alto situado en el patio en la zona de mi derecha y ella me ha indicado que lo tiene ligeramente a su izquierda. Por su posición ella calcula que está en un séptimo piso pero a base de comparar la lejana fachada de enfrente no termina de estar segura. Yo lo tengo más fácil
al estar a menos altura y puedo casi asegurar que estoy en un tercero.
Clara también lleva aquí desde ayer, era algo que había dado por supuesto pero quería confirmarlo. Tampoco recuerda mucho de los momentos anteriores a su "despertar", y sus primeras evocaciones se refieren a un relajante día en la playa tomando el sol con su pareja.
Le he preguntado por sus inquietudes. Se siente de forma parecida a mi, pero parece una persona emocionalmente más fuerte y más pragmática, así que la sensación que me da es que lo lleva algo mejor que yo.
Me ha preguntado por algo que me ha causado verdadero estupor y ha aportado otra pizca más al cúmulo de inquietud (y miedo) que ya siento. Resulta que en la tienda de su tableta aparece un producto con la impactante etiqueta de "Kit de suicidio". He tardado segundos en consultar en la mia. Como ya dije no hay buscador, pero no lo encuentro por ningún lado. Da igual, no tiene importancia que los objetos de la tienda estén personalizados para cada persona. La mera posibilidad de su existencia tiene implicaciones terribles.
Superado el impacto, (visita al WC y lavado de cara de por medio), hemos seguido conversando sobre más cuestiones.
Voy a pedirme la merienda y dar cuenta de ella mientras sigo chateando. Luego sigo informando, odiado diario.
23:15
A las 23:00 el chat se ha desactivado. Tengo los ojos rojos y comienza a dolerme el tarro. Me voy a tener que gastar 20 UM en parazetamol.
No he podido despedirme de Clara, porque ninguno de los dos esperabamos este corte. De alguna manera habíamos asumido que esta "línea directa" de comunicación iba a mantenerse, pero parece haber sido sólo una concesión, seguramente minuciosamente planificada y estudiada por los organizadores de la fiesta.
Sí nos ha dado tiempo a localizarnos exactamente en el edificio. Sobre las 10 y media, cuando se ha ido la luz, le he dicho que abra la rejilla de su ventana y apague y encienda 5 veces las luces de su habitación. Yo en respuesta haría lo mismo. No ha sido fácil. Es evidente que el resto de secuestrados, o gran parte de ellos habían tenido la misma idea, y en cuanto se ha puesto el sol, el patio del edificio se ha convertido en algo muy parecido a la fachada del Corte Inglés en la semana de Cortilandia. Finalmente, hemos esperado a que pasara el episodio casi epiléptico de luces intermitentes y hemos podido confirmarnos mútuamente nuestra ubicación. Ella se encuentra en un octavo piso, en la fachada de enfrente, aproximadamente 5 habitaciones a mi derecha. Yo estoy, en efecto, en un tercero.
En el momento en que nuestra particular sesión de Whatsapp se ha ido al carajo estábamos hablando de la ausencia absoluta de sonidos.
Lo último que he podido leer de ella ha sido:
- Sí, hasta esta mañana. Mientras me duchaba he escuchado una e...
Vamos, que ni Hitchcock hubiera cortado la puta frase en mejor momento.
23:55
Me he duchado y he cenado. No paro de darle vueltas a todo lo ocurrido. Tengo demasiada información que procesar.
La ventana de Clara está apagada.
Ahora Parazetamol, Bromazepam, Popol Vuh y a planchar la oreja, que mañana Gran Cabrón dirá.
Por cierto, la cena de hoy, una mierda.
Buenas noches.
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Día 3
Día 3
7:54
Estaba soñando que empujaba el viejo coche de mi padre mientras él trataba de arrancarlo con una marcha puesta. Y ha arrancado, ya lo creo. Me ha despertado el sonido de una explosión o de un disparo, no sabría decirlo, pero no es el run-run de la tartana de mi viejo. En cualquier caso, el nivel de decibelios ha debido ser bastante elevado ya que se ha escuchado amortiguado, y si ha superado el potente sistema de aislamiento e insonorización del que parece que disponen los habitáculos ha tenido que ser la hostia.
El sobresalto del despertar me ha subido el pulso y supongo que la tensión. Es una mierda para álguien como yo disponer de estos datos porque no me puedo resistir a consultarlos cada vez que intuyo que pueden verse alterados.
El dolor de cabeza se me ha pasado, así que no seguiré tomando el Parazetamol, lo haré bajo demanda. El ansiolítico tampoco lo tomaré hasta el mediodía, voy a seguir la pauta de 0-1-1
Voy a pedirme una ducha y con eso bastará, y luego a desayunar.
Mi intención es desprenderme de la tormenta de pensamientos que intentan encontrar una explicación sobre qué ha podido sacarme de mi sueño de forma tan violenta, aunque tengo pocas esperanzas sobre ello.
8:53
Después de ducharme he dado buena cuenta de un paquete de galletas María de las clásicas y un vaso de leche caliente.
La tableta vuelve a mostrar el icono con la interrogación en el lugar donde ayer estaba disponible el "chat" que me permitió hablar con Clara.
He abierto la ventana,
y he comprobado que aún tiene cerrada la suya. Debo tener las pupilas dilatadas porque me ha costado trabajo distinguir los recuadros abiertos de los cerrados en la lejanía. También he efectuado el habitual y minucioso examen del patio en busca de alguna novedad, pero todo sigue como la última vez que miré, como si se tratara de una fotografía inmortalizada en el tiempo.
9:22
He hecho un pequeño descubrimiento, si se le puede otorgar esa categoría. En la pantalla que cuelga de la pared hay un número en la esquina inferior derecha que no recuerdo haber visto anteriormente. La cifra que indica es 999 pero ignoro su significado y no se ofrece información sobre ello.
10:00
Todo lo que voy a escribir ahora sobre la información que ofrece la pantalla de la habitación, el reloj adosado a la muñeca y la seccción "Info" de la tableta lo he extraído de otro manual que he adquirido en la tienda. Puedo confirmar que antes no estaba disponible y por tanto es interesante echarle un vistazo más a menudo ya que parece ser que los objetos y servicios disponibles no sólo varían según la persona a la que van dirijidas si no que también lo hacen en el tiempo.
Pantalla Habitación:
Ofrece información general sobre el "ala" del edificio en la que te encuentras ubicado.
También ofrece información relativa a las misiones que se solicitan y a los cambios de puntuación.
Reloj:
Ofrece información personal. hasta el momento sólo había consultado la hora, pero siguiendo las instrucciones del manual y realizando
determinados gestos táctiles a uno y otro lado de la muñeca la pantalla se actualiza con datos, que si bien se muestran también en la sección Info de la tableta son más accesibles en un momento dado desde esta especie de pulsera de última tecnología adherida a la piel.
El propio reloj sirve como "mando" de control para acceder a otras secciones de información de la pantalla de la habitación.
Esto tengo que probarlo, necesito saber cosas sobre mi entorno inmediato.
Sobre la tableta, solo he encontrado una novedad respecto a lo que ya había descubierto: Indican que lo que ellos llaman la sección "Variable" (la que tiene el icono de la interrogación) se activa cada tarde ofreciendo nuevas funcionalidades.
Esto último ha disparado mi inquietud y ansiedad porque avancen las horas y comprobar qué nueva sorpresa vespertina nos deparan estos señores, por llamarlos de alguna manera.
Al mismo nivel que este sobresalto, ha estado el descubrir en el manual que el número que antes he localizado en la pantalla se corresponde con el número de personas que habitan el edificio. Si ayer en el chat había 1000 disponibles quiere decir que desde entonces hasta ahora uno de ellos ha abandonado el lugar. No sé hasta que punto puedo fiarme de este puto juego, pero siento que sus reglas y dosificación de la información me están atrapando y poco a poco me siento más partícipe del mismo, con mayor o menor voluntariedad empleada en ello.
11:23
He comprado un manual de "morse". Quiero intentar esta noche comunicarme con Clara, o con cualquiera que
vea mis señales.
Me ha resultado llamativa la presencia del manual en la tienda. Debe estar ahí por algo, está claro. Siento que mis acciones están de alguna manera provocadas y "dirigidas". Supongo que dejarán al "azar" las reacciones propias del estado de ánimo y del nivel intelectual de cada individuo. Es otro componente del juego. Son listos.
12:02
Éste es un resumen de las acciones que me han llevado a la cifra actual de 44 puntos en mi casillero.
- Cargar la tableta. Un punto extra cada vez que la cargo. Suele durarle la batería unas 6 horas al ritmo que la uso, o sea que son unos 3 puntos al día.
- Limpieza de la habitación (escoba y recogedor plegables, cubo pequeño, estropajos y detergente gratis) y baño.
- Escritura activa en el diario
- Gasto superior a la media. Otorgan al día en puntos tantas UM como hayas gastado por encima de la media. En caso contrarió aplican una resta. De momento los 3 días he estado por encima de la media, ahora que puedo ver este desglose en un apartado de la "Info" de la tableta que también he descubierto gracias al manual.
12:42
Seré gilipollas. Estaba escrito en el manual, pero desde el primer momento lo vi en la tienda online y no le hice ni puto caso.
En un rato aclaro esto.
13:01
Ya está, he hecho una macro-compra del copón. Básicamente me he aprovisionado de alimentos no perecederos y objetos que considero indispensables previendo una larga estancia en este nicho. Algunos estaban a punto de agotarse, incluso
me he tenido que privar de algún producto importante. Hay gentecilla más lista o viva que yo por estos lares que han tenido en cuenta a la primera lo del stock, y es que en el manual lo pone bien clarito: ciertos productos de la tienda tienen un stockaje cerrado, y cuando se gasten no volverán a reponerse. Otros, en cambio, sí que se reponen: Algunos casi al mismo tiempo que son gastados, pero otros a un ritmo menor, lo que implica que una demanda excesiva puede dejar desabastecido el mercado.
Contrariamente a lo que se podría suponer -si es que aplicar la lógica en estas condiciones es la forma más coherente de enfocar las cosas- los productos de primera necesidad se reponen de forma muy lenta, especialmente los alimentos, y sobre todo la comida "caliente", los menús.
Vamos no me jodais más. Es una cuestión de putear pura y llanamente.
He dejado en 452 UM el saldo de mi cuenta corriente pero mis puntos han ascendido a una cifra redonda: 80, debido al gasto considerable que acabo de realizar. Numeritos. Hasta los huevos de todo esto.
Voy a poner la lista de lo que me he comprado, que por cierto tengo que organizar y ordenar para no agobiarme más de lo que estoy.
He tratado de quitarme de la cabeza el round robin diabólico que ha poseído mi mente desde que desperté:
999; explosión; 999; explosión; 999; explosión; 999
Pero nada, ahí sigue, martilleante, programado, dando por culo. Dentro de un rato la pirula dirá. A ver quién puede más.
13:10
He ido a refrescarme. Ahora sí, la lista:
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- Guisantes enlatados: 5 packs. Un total de 30 latas
- Ternera enlatada: 7 latas
- 1Kg. de azúcar
- 5 paquetes de leche en polvo
- 5 bolsas de barritas energéticas. Total: 20 barritas
- Me fustigo por esto, pero he acabado con las provisiones de tabaco. 12 paquetes de ducados rubio
- Bromaze
14:03
Mierda, otra explosión. Esta ha sonado más cerca. Por mucho que la de esta mañana me despertara y puede que por esta razón no la escuchara en todo su esplendor, puedo asegurar que este sonido ha sido más potente. Ha ocurrido mientras escribía el listado de mi kit de supervivencia.
Mi primera reacción, después de un respingo que ha estado a punto de hacerme caer de la cama, ha sido asomarme a la ventana, aunque con pocas expectativas de descubrir nada con ello pues el puto cristal blindado no me deja asomarme y estoy seguro que el petardazo ha ocurrido en mi propia fachada. En cualquier caso, de forma inconsciente he hecho un repaso exhaustivo del paisaje del patio interior intuyendo algún cambio.
Nada.
Pero justo en el momento en que me iba a retirar he percibido un movimiento fugaz a mi derecha, cerca de la fachada oeste, entre dos naranjos que flanquean un pequeño edificio de paredes blancas con aspecto de cuarto de almacenaje. No puedo asegurar qué ha ocurrido, pero sí he podido confirmar una prueba estática de que no me han engañado mis sentidos. La puerta del pequeño "almacén" no está completamente cerrada y en los exámenes rutinarios que suelo realizar siempre lo ha estado.
Me ha tenido
más ocupado este detalle que la propia explosión. Según veo en la entrada horaria automática del diario me he podido tirar unos tres cuartos de hora pegado a la ventana.
14:15
La pantalla de la pared ha hablado: 998
¡Pirulas ya!
15:05
Un par de latas de guisantes y el bromazepan comienzan a hacer su efecto y me siento más calmado.
Necesito llevar a cabo trivialidades para acompañar la disminución del estrés con un vaciado de las ideas desordenadas que acribillan mi cerebro.
Y si las escribo, mejor.
17:23
He estado cacharreando con el juguetito que rodea mi muñeca y he aprendido algunas funciones interesantes, incluso útiles.
Resulta que si acercas el simpático relojito a ciertos objetos te ofrece datos sobre ellos sobreimpresionados en la flipante pantalla que tiene.
Entre de forma casual y alguna pista que daba el manual que adquirí, lo he acercado a una de las latas cuyo contenido ya descansa en mi estómago y ha mostrado la siguiente información:
- Lata de guisantes en conserva
- Adquirido día 3 a las 12:57 por 214
- Acción sobre saldo: -1 UM
- Acción sobre puntaje: +0 P
Estos son los 4 datos que ofrece sobre cada uno de los objetos que he adquirido en la tienda.
Lo que más me ha sorprendido es que la información que me ha ofrecido sobre la escoba plegable añadían un quinto valor:
- Adquirido anteriormente por: 835
Asumiendo que 835 es el número asignado
de una de las personas "secuestradas", como yo ¿Esto quiere decir que se pueden devolver objetos? ¿Revenderlos? Tengo que releer el manual más tarde.
Otro dato curioso: El acercamiento del artilugio no ofrece datos acerca de objetos no adquiridos. Lo he aproximado a prácticamente todo lo que se me ha ocurrido en un ridículo baile en el que mi mano derecha llevaba el ritmo. Hay un par de excepciones, una de ellas jugosa y la otra, a priori, irrelevante.
La información ofrecida sobre las dos puertas ubicadas a la izquierda de la cama (creo que he recorrido los dos metros cuadrados milímetro a milímetro de cada una de ellas hasta dar con el punto de detección del cacharrito) es la que expongo a continuación:
Puerta más cercana a la cama:
- Acceso a intercambiador de objetos voluminosos
Eso es todo, ni más ni menos. Parece ser que los caprichitos que no quepan en la trampilla de debajo de la pantalla los sirven por aquí.
La otra puerta:
- Acceso a hall D fachada Sur
- Activación: 1000 P
- Activación por compra: 1.000.000 UM
¡Vaya! Es la primera vez desde que estoy aquí que dispongo de algo de información sobre cómo poder salir de este agujero miserable, al menos desde una perspectiva "oficial".
Así que estoy en la fachada sur. Admito mi completa inutilidad para orientarme, pues basándome en la posición del sol y la época del año en que estamos había calculado que estaba en la parte norte del edificio. Bravo Ferrán.
¿Qué coño será el hall que hay al otro lado
de la puerta? ¿Cómo se supone que voy a amasar la incalculable fortuna de un millón de moneditas virtuales? Lo de los 1.000 puntos lo veo más asequible pero aún falta mucho por descubrir para ver en qué tiempo es alcanzable esa cantidad.
¿Habrá ya gente fuera de sus habitaciones?
¿Qué hay al otro lado?
Se rompió la magia del entretenimiento, ya empiezo a darle vueltas de nuevo a demasiadas cosas, y por asociación vuelvo a pensar en las explosiones. Está claro que Clara anoche se refería a una explosión en su frase inacabada. Esto suman tres, y puede que haya alguna más que yo no haya escuchado.
Clara, distinta Clara, extraña entre su gente, mirada ausente... ¡Como le gustaba este tema de Humet a mi mujer! Y que ironía que me venga a la memoria parte de la siguiente estrofa, esa que siempre me invento y nunca recuerdo: No tuvo suerte al encontrar la puerta de salida...
Venga, a la mierda, voy a merendar o peto de demencia antes que de hambre.
18:00
Una triste barrita energética. Me cago en el stock, en la tienda online, en la tableta y en el cabrón del guionista de este experimento macabro.
23:05
Intentaré no dejarme atrás muchos detalles importantes sobre lo sucedido en las últimas horas.
A las 18:30 se ha activado de nuevo una sección "sorpresa" en el icono de la interrogación. La hora creo que coincide con la de ayer, cuando activaron el chat, y confirma lo que he leído antes en el manual.
En esta ocasión la propuesta es bien distinta,
y las cosas como son, se lo han currado.
El nuevo apartado vuelve a mostrar una pantalla de bienvenida con un texto que transcribo, el cual no puede ser más directo, escueto y tocapelotas:
Pregunta algo y álguien te responderá.
Toma que toma, pastillas de goma.
He pulsado un botón que me ha dibujado la siguiente pantalla, la cual, por el texto anterior, por descontado que no me ha resultado ninguna sorpresa: una cajita de texto y un botón con la etiqueta "Enviar". Dispone de un limitador de caracteres al estilo twitter, solo que estos son algo menos estirados y te dejan meter hasta 500 letras, todo un regalazo para poder explayarte.
Me he quedado en babia durante un rato pensando no sólo qué iba a preguntar sino si realmente tenía ganas de seguir el maldito jueguecito. ¿Por qué no acostarme, hartarme de llorar y fumar, pasar de todo y esperar a que ocurra lo que tenga que ocurrir? Superada la crisis he decidido continuar saltando y haciendo piruetas para atravesar el aro.
Es evidente que finalmente he lanzado una pregunta, pero más por la intriga de que me provoca el no saber a dónde quieren llegar estos tipos con esto que por esperar una respuesta certera, aclaratoria, sincera o veraz.
Después de apurar un pitillo y poner música de Kitaro, me he encendido otro y entre calada y calada he redactado mi pregunta, si se le puede llamar así:
Muy señores míos:
Con referencia a su anuncio realizado hace escasos minutos a mi persona en particular y a toda la comunidad en general les
remito mi reflexión así como la pregunta solicitada:
Maldigo mil veces este edificio, la habitación, la tableta de los cojones, las UM, el sistema de puntuación, los chats, la cisterna inteligente, el economato sin almacén, los manuales, la pulsera pegajosa y ya de paso vuestra miserable existencia y la escabrosidad de vuestras putas mentes enfermas.
Y atendiendo a su amable petición lanzo en forma de interrogante la duda que corroe mis entrañas: ¿Os queda algún kit de suicidio por vender?
A la espera de sus noticias se despide atentamente: un número de 3 dígitos
He tardado un par de minutos en arrapentirme por haber malgastado el cartucho en un ataque impulsivo de rabia, aunque han sido suficiente otros dos para volver a recuperar la certeza de que este pequeño desahogo me iba a traer más beneficio a mi sistema nervioso que al futuro informativo basado en el supuesto provecho de la respuesta otorgada a una pregunta inteligentemente formulada.
Tras una meada y un cigarro mientras miraba por la ventana he vuelto a la tableta y he visto como se iba ofreciendo un listado con las preguntas formuladas por mis compañeros de calvario. El listado se presenta en el mismo formato que el que ofrecía la selección de compañero de chateo en el día de ayer. He podido hacer un rápido scroll por la pantalla para comprobar que a esas alturas más del 80% de la peña había lanzado su duda existencial a sus dioses carceleros. He sentido por un momento ganas de contar el número de entradas en el listado, ya
que sólo aparecen los nombres y el número que tienen asignado pero no un dígito de ordenación que me permitiese cómodamente dirigirme al final de la lista para conocer el total de individuos, sin embargo, ya sea por desidia, por pereza o por aburrimiento emocional no me he tomado la molestia de realizar el coñazo de tarea de contar casi 1000 entradas para relizar la confirmación.
Luego ha aparecido otro mensajito que ha provocado en mi una inexplicable sensación de verguenza ajena mezclada con odio:
A continuación los propios huespedes responderán las dudas formuladas entre ellos.
Sólo una respuesta por pregunta
Un huesped podrá responder un número ilimitado de preguntas
Tócate los cojones. He visualizado claramente lo que habría ocurrido si me hubiera tomado la cosa en serio en el momento de hacer la preguntita de marras pero mi imaginación no es tan poderosa como para poder dibujar con claridad en mi mente una tableta táctil destrozada después de haber sido estampada contra un cristal de unos 3 dedos de grosor.
Aún así, picado por la curiosidad, he de reconocer que he seguido enganchado y me he puesto a leer las preguntas y respuestas de mis compañeros de batalla. Y es que lo consiguen, debería haber abandonado, pero no lo he hecho.
Ahí van algunas preguntas y respuestas, las que más me han llamado la atención. No las transcribo, las reproduzco según mi memoria alzanza, aunque algunas son literales, porque tienen su miga (los número los pongo al azar porque evidentemente esto sí
que no lo he retenido):
Pregunta de <089> ¿Cuántos puntos hacen falta para que se abra la puerta de la habitación?
Respuesta de <324>: A mi me ocurre exactamente lo mismo, ignoro el precio en puntaje que tiene la apertura. Suerte.
Qué pena que no sea posible dar más de una respuesta, con mi agresividad actual me hubiera despachado a gusto con el gilipollas 324 por anular la posibilidad de una respuesta útil.
Pregunta de <543> He gastado todo mi presupuesto y no tengo para comer ¿Me vais a dejar morir de hambre?
Esta es brutal, y nadie ha respondido. Iba a hacerlo yo pero no he sabido qué decirle. ¿Lo siento mucho por ti? ¿Haré lo que esté en mi mano? ¿Voy a hackear la red y te voy a meter 10 millones en tu cuenta?
Pregunta de <867> Hijos de puta
Respuesta de <566> Son unos hijos de la grandísima. Por favor, traspásame saldo que me he quedado en 5 y voy a tener problemas de sustento.
Pregunta de <456> Hola soy Gaby, la persiana de mi ventana no funciona ¿Cómo he de solicitar su arreglo?
Respuesta de <765> Intenta romperla a cabezazos. O lo consigues o te ahorras lo que cuesta el kit de suicidio. Win-Win
!Qué cabrón!
Y por fin, una interesante, pero desgraciadamente respondida por otro imbécil:
Pregunta de <401> Estoy fuera, en el hall ¿Puedo ayudar de alguna forma a mis compañeros a salir y comenzar la fase 2?
Respuesta de <965>
¡Estás fuera! ¿Cómo lo has logrado? ¿Puedes describirnos qué eso del hall y la fase 2?
Los Grandísimos deben estar partiéndose sus miserables culos desde sus puestos de control. En fin...
Dejo para el final la pregunta de Clara:
Pregunta de <786> ¿Es necesario acabar con mis cuatro compañeros para abandonar el hall? No soy ninguna asesina, y 3 de ellos tampoco, pero ya ha habido una muerte. ¿Qué vais a hacer con el cuerpo? ¿Vais a dejar que Glutien siga actuando con violencia?
Y por supuesto, ha sido Glutien quien ha respondido:
Respuesta de <788> Clarita, tarde o temprano tendrás que salir de tu refugio. Tu y las 3 nenazas que te quedan de compañeros. O a lo mejor encuentro la forma de entrar en vuestros nidos, aunque tenga que amputarme la mano o desollarme la muñeca. ¿ok, muñeca?
Después de esto he decidido cortar, aterrado y alterado, y he engullido a palo seco doble ración de Bromazepan.
Esto es un experimento social sin escrúpulos diseñado por una jauría de dementes.
Supongo que a las 23:00 cortarán la sesión "social" de hoy, de todas formas lo he dejado a las 22:54
23:48
Hace un rato volví a mirar, ya algo afectado por la sobredosis de tranquilizante, y en efecto, el icono de la interrogación vuelve a estar.
No tenía ganas de cenar, el sopor inducido por la droga me invadía lentamente y me costaba concentrarme. Era momento de practicar el arte del decúbito supino, aunque no le haría ascos al prono.
Sin embargo, la intensidad de los acontecimientos no podían aflojar en este punto. Faltaba la guinda, la traca final: Hace como unos 10 minutos ha vibrado mi pulsera-piel y me ha ofrecido exactamente la misma información que la pantalla y la tableta.
Has recibido un regalo de <786>
Reacción inmediata de mi organismo: pulso disparado a 127
Reacción inmediata de mi consciencia: Comprar un paquete de café soluble y prepararme 2 seguidos. El objetivo es anular a toda costa los efectos de la sobredosis de ansiolíticos.
Así que un regalo... A ver si va a haber un culebrón de manuales por fascículos en la tienda y yo no me he enterado, pero ya llevo 2 comprados y de regalos no he leído nada.
A los 5 minutos exactos se ha abierto la trampilla y he podido comprobar, aunque me he acercado con cierto temor y recelo, con qué he sido obsequiado: Ni más ni menos que con otra tableta, idéntica a la mía, de igual tamaño, color y aspecto.
Aún no la he tocado, he diluído la leche en polvo en un vaso de agua y luego el café. Y... mierda puta y reputa, al ir a echar el café me he preguntado si estaba pensando calentarlo con los huevos. En fin, que me he tomado dos tazas asquerosas de café frío con leche mal disuelta en agua, pero espero que hagan efecto pronto.
Voy a hacer una triste-cena (ahora sí me ruge el estómago) y os sigo contando, amiguitos imaginarios.
Presiento que esta noche voy a dormir muy poco. 786 es el identificador de Clara.
Distinta Clara.
=================
Día 4
Día 4
00:32
La tableta de Clara es exactamente igual que la mía y dispone de las mismas secciones principales. No hay nada que no me permita usarla. Puedo acceder a la tienda, a la sección de información general, saber su tensión arterial, los pasos que lleva caminados, el crédito en UM que tiene, los puntos. Todo.
¿Por qué me ha enviado como regalo su tableta? Me ha quedado claro cuando he abierto su sección "diario". Ésta es la transcripción exacta de lo que pone en las últimas líneas del día 3:
«23:22
Para Ferrán:
Imagino que te preguntarás tanto la razón de que te envíe mi dispositivo como el por qué de que te elija a ti como destinatario. No escribo habitualmente en esta sección. Me dijiste que tú si lo haces y anotas todo lo que te va sucediendo. Yo lo uso para otras cosas. Échale un vistazo, algún detalle te puede interesar, pero te suplico que leas urgentemente y con atención el resumen de mi situación para que puedas valorar si puedes ofrecerme la ayuda que necesito de forma imperiosa.
Con mis compañeros de "Hall" no puedo contar: uno de ellos está muerto, otro quiere matarnos al resto, y los otros dos están en la misma situación desesperada que yo. Tú eres mi única referencia en el resto del edificio. Por lo que hablamos ayer a través del chat me parecio que eres un tipo con el que se puede contar y aunque -francamente- tampoco es que eso sea mucho, esta impresión tiene el
peso suficiente para plantearme que eres la mejor opción que tengo. Desconozco si tu situación también es angustiosa o si la charla de ayer me dio una imagen equivocada. Puede ser que esto que te cuente te vaya a importar un bledo. También puede ocurrir que te quedes con mi pantalla a sabiendas de que sería fatal para mí... O cualquier otra cosa, pero tenía que hacer algo y lo he hecho. También cabe la posibilidad de que no se pueda enviar este objeto como regalo. En ese caso me avisarán o lo perderé. Tengo que asumir el riesgo.
Nuestra situación es la siguiente:
He conseguido abrir la puerta de la habitación y acceder a un recinto al que dan 4 habitaciones además de la mía. No sé si tú ya habrás hecho lo mismo y ya conoces el "hall". Tampoco sé si las reglas son las mismas en todos los casos. En el mío, esta sala tiene una única puerta de salida y sólo puede ser abierta cuando el contador de habitantes del hall se reduzca a 1.
Hay un tipo llamado Glutien que se ha tomado al pie de la letra el asunto y quiere salir al exterior por la vía rápida. Ha comprado los kits de suicidio "avanzado" y "básico". Uno de ellos consiste en una simple soga y el otro se trata de un arma de fuego con silenciador. Ha matado a Israel de un disparo a bocajarro a las primeras de cambio. Así, sin más. Imagina el pánico que ha provocado esto en el resto de compañeros. Puede ser que ya conozcas todo esto, pero te lo cuento de igual forma por si no es así. Una vez abiertas las puertas de las habitaciones no podemos cerrarlas. Esto sólo
ocurre de forma automática de 23:00 a 7:00 momento en las que se vuelven a abrir. Sin embargo hay una pequeña barrera. Parece que el aparato que llevamos adherido al brazo dispone de un sensor que sólo nos permite entrar en nuestras habitaciones. Tinoco recibió un calambrazo tratando de acompañarme a mi habitación de tal intensidad que le hizo perder la conciencia durante unos minutos, así que el resto hemos quedado absolutamente convencidos de ni siquiera intentarlo, incluído Glutien.
Debido a esta traba se pasea a todas horas por el hall pistola en mano y nos obliga a permanecer escondidos. Se pasa gran parte del tiempo sentado en un sillón desde el cual domina visualmente el interior de las tres habitaciones, que justo son las del centro. Sólo podemos permanecer con relativa tranquilidad en el interior del cuarto de aseo o en el único lugar desde donde no tiene ángulo de disparo. Sabes que en el rincón de la puerta de recepción de objetos grandes hay un pequeño saliente en la pared. Ahí aprovechamos para agazaparnos la mayor parte de nuestro tiempo desde el momento del asesinato (esta mañana, aproximadamente a las 11 AM. Es arriesgado hasta comprar cosas, porque acercarse a la ventanilla de servicio supone convertirse en un blanco fácil.
En el momento de escribirte estas líneas dispongo de relativa tranquilidad en comparación con unos minutos atrás ya que desde las 23:00, al cerrarse las puertas, disfruto de un descanso físico, pero sobre todo psicológico que no he conocido en todo el día. Además, ha resultado una sorpresa, pues la organización no ha avisado -lo ha hecho a través de la pantalla del hall- hasta el momento
justo en que las puertas se cerraban. Por supuesto, esto ha supuesto un evidente alivio para Berto, Tinoco y yo, y un auténtico mazazo para Glutien. A nosotros, obviamente nos ha cogido dentro, y a Glutien fuera. Desde mi posición he escuchado sus maldiciones y los pasos de su carrera hacia su puerta. Parece que se ha dejado la tableta dentro.
Supongo que lo único que tiene es su pistola y algo de comida pues le escuché picar algo parecido a chips en algún momento del día, y una de las veces que entró en su habitación aproveché para asomarme: conté al menos 6 latas de cerveza en la mesita del hall. El sistema de insonorización evita que se escuche ningún sonido del exterior, salvo cuando ha aporreado mi puerta. Seguramente estaría diciéndome algo, quizá insultándome, pero sólo he notado los golpes de una forma muy amortiguada. Pero es una confirmación. Está fuera, y esto durará hasta las 7 AM.
Esta es la exposición de los hechos. Ahora me toca describir la ayuda que necesito. El favor que te pido es que me transfieras 635UM. Berto y Tinoco ya me han transferido todo su dinero "virtual" con lo que actualmente cuento con 1865UM. En el momento de leer estas líneas podrás comprobarlo. El Kit de suicidio intermedio cuesta 2500. Es lo único que he encontrado que nos pueda dar ciertas garantías de poder al menos enfrentarnos a este demente en igualdad de condiciones. Espero que dispongas de esa cantidad, confíes en mi, no me tomes por loca y comprendas que necesitamos una forma de defendernos.
Entenderé si no puedes o no quieres ayudarnos, pues de igual forma tu situación puede ser tanto o más desesperada o difícil que la mia. Valóralo. Lo único que te ruego es que me devuelvas mi dispositivo de vuelta sea cual sea tu decisión.
Clara. »
¡Buff! Vaya marrón. Le he echado un vistazo al resto de días de su diario y sólo tiene escritas trivialidades, exceptuando un listado de suposiciones y conclusiones que anotó esta mañana a las 9, algunas coincidentes con mis ideas y otras no.
He comprobado que en su saldo hay exactamente la cantidad que ella dice. Yo dispongo de 438UM, algo menos de lo que necesita. No se me ocurre forma de recaudar 197UM extra. ¿Qué hago? ¿Uso mi tableta con el mismo ingenio que Clara para enviar un mensaje de ayuda a través del diario a otra persona? ¿Y a quién, si es precisamente ella el único contacto que he tenido en estos 4 días con el resto del edificio?
Me parece que voy a tener que darle algo más al coco.
00:48
La ventana de la habitación de Clara está abierta y la luz encendida, pero ella no está asomada. Las ventanas a su izquierda y derecha también están abiertas y encendidas y las de los extremos cerradas. Una de ellas será la de Glutien y la opuesta debe ser la del pobre al que se cargó. ¿Qué habrán hecho con su cuerpo?
Madre mia, esta aventura está tomando cada vez unos tintes más chungos. Estoy empezando a acojonarme de verdad. Si ya estaba rayado con el tema de las explosiones y el numerito de la pantalla, ahora con la confirmación de un asesinato estoy aterrado.
01:22
/>
Clara se ha asomado a su ventana. Ha debido verme y me ha hecho señas. Espero que haya sabido interpretar mi respuesta. He intentado transmitirle que haré todo lo posible por ayudarles, pero estamos demasiado lejos y me ha parecido un acto de absoluta gilipollez. También he podido ver fugazmente a alguien en la habitación de su derecha, Berto o Tinoco, claro está.
Podría hacer uso del manual de morse que adquirí para comunicarme con ellos pero se me antoja una pérdida de tiempo. No hay muchas probabilidades de que Clara o sus compañeros entiendan ese sistema de signos, ni siquiera que interpreten que quiero comunicarme con ellos de esta forma.
Lo que está claro es que tengo que actuar rápido -antes de las 7:00 como muy tarde-, aclarar mi mente y empezar a imaginar soluciones. Para empezar, tengo que averiguar cómo demonios fuciona el sistema de regalos y la forma de realizar una transferencia de monedas de un cacharro a otro. Si no consigo descubrir esto último, siempre puedo enviarle a Clara las dos tabletas, indicándole que ella realice el traspaso y luego me devuelva mi "dispositivo", como parece que a ella le gusta llamar. Pero la primera acción es ineludible. Por tanto, ya puedo ocuparme en algo. Tengo que aprender a "regalar".
02:01
Me cago en la leche. Casi una hora me ha llevado descubrirlo. Ya podría haberme dado las instrucciones ella y nos habríamos ahorrado un tiempo precioso. Está claro que asume que era algo evidente y que yo soy algo más despierto de lo que la cruda realidad indica, perjudicando tanto mi ego como sus intereses.
/> El dato estaba en el primero de los manuales que adquirí, el de "bienvenida". Creía haberlo leído de forma exhaustiva, pero es evidente que de ninguna manera fue así. Incluso recuerdo haber hecho un pequeño resumen de lo más significativo en este diario. Me parece lo suficientemente llamativo el tema de los regalos como para haberlo omitido en el resumen, así que debí saltarme el párrafo en que lo explicaban en algún momento de enajenación.
La cosa de regalar en este cruel universo de encierros y juegos digitales funciona como sigue, de forma similar para la trampilla ubicada bajo la pantalla y para la puerta del rincón destinada a transferir objetos grandes:
1. Pasar el dorso de la pulsera por la trampilla de servicio, esto es, donde se reciben los objetos del exterior, ya sean compras o donaciones.
2. En la pantalla sobreimpresionada de la pulsera se mostrará la opción de "enviar objeto", además de información extra acerca de la utilidad de la trampilla. Si no dispones de un objeto "enviable" no se mostrará la opción. Esto explica que cuando estuve investigando y descubrí cómo obtener información sobre la puerta de servicio no se me ofreció la posibilidad de enviar nada, ya que no dispongo de ningún artículo susceptible de ello por esta vía. Deduzco que tendré que haber comprado o recibido como regalo alguno de dimensiones suficientemente grandes como para que sea imposible su entrega por la trampilla pequeña, y a partir de ahí, podré al menos enviar ese mismo artículo.
3. Se muestra un teclado numérico que debe ser usado para escribir el
identificador del destinatario.
4. Acto seguido se abrirá la trampilla y hay que introducir el objeto.
5. Pulsar "Enviar".
6. Se cierra la trampilla.
Más fácil, mear de pie.
La única complicación que encuentro es conocer el identificador del destinatario. Afortunadamente, el hecho de mantaner este diario y haberme tomado la molestia de transcribir mis experiencias tanto del chat como el jueguecito de preguntas y respuestas me permite disponer de algunos identificadores anotados. Y el que me hace falta de todas formas me lo sé de memoria.
Ahora tengo que darle al tarro para transferirle UM a la cuenta de Clarita. Me doy media hora de tiempo. Si no, me arriesgo y le envío las dos tabletas. En este caso, al recibirlas, ella tendría que tomar el riesgo de hacer lo mismo con otro habitante para que le ponga lo que le falta, y esperar a que sea tan parecido a una Hermanita de la Caridad como yo.
Me pregunto por qué hago esto y cual es el beneficio que obtengo, pero sólo lo hago por verbalizar -en este caso escribir- la respuesta que ya conozco. Tengo víveres suficientes para sobrevivir mínimo 15 días, y la situación de Clara, por orden de importancia: me ha conmovido, preocupado, me da la oportunidad de mantener viva mi psique pensando en soluciones y apartando fantasmas y, desde el punto de vista más egoísta, si la cosa sale bien, me estoy ganando un aliado dentro de este macabro escenario del que no sé cómo voy a escapar ni por qué derroteros me va a hacer transitar.
02:27
La desesperación unida al cansancio
a veces produce pensamientos desordenados que pueden convertirse en ideas brillantes por pura combinatoria de los mismos. Básicamente, tengo un plan prácticamente cerrado que poco tiene que ver con el original.
Espero no arrepentirme de lo que voy a hacer. Tiene sus riesgos y puede ser un auténtico disparate, o todo lo contrario. Conozco, intuyo o temo algunos de los peligros que conlleva, pero no todos. También he evaluado los beneficios si la cosa sale bien. Por otra parte, es la única opción y mejor opción que mi mente ha vomitado, dado que no consigo encontrar las instrucciones para transferir mis UM a la tableta de Clara.
03:59
Maldita sea. La situación no pinta del todo bien.
Estoy temblando de nervios y miedo al mismo tiempo. Llevo aproximadamente media hora encerrado en el interior de esta mierda de "montacargas" al que daba acceso la puerta de servicio de entrega o recepción de objetos grandes.
Necesito escribir para desestresar. Me falta el aire de puro agobio y claustrofia. El habitáculo se mueve a ratos, sintiendo que sube y vuelve a bajar, siempre chirriando. A veces se desplaza en lateral, lo noto por la inercia, y en ocasiones -durante minutos interminables- se detiene. Es entonces cuando hiperventilo de pura ansiedad, porque espero haber llegado a mi destino y me preparo para que la puerta se abra en cualquier momento, descubriéndome mi esperado lugar de destino, o quién sabe, algún punto intermedio en el cual álguien se encargue de transportar el "paquete" de forma manual a otro punto de distribución. Sea como sea, siento que
voy a petar de nervios en cualquier momento.
Si no fuera por la luz que emite la tableta estaría totalmente a oscuras, ésta es la segunda ventaja de tenerlo encendido.
Me agradezco a mi mismo haberlo cargado casi al 100% antes de montarme en la cabina del terror.
Llevo conmigo una mochila -comprada justo antes de iniciar esta locura- llena de latas de conserva, una botella de medio litro de agua, la tableta de Clara, 3 botes de desodorante, 2 paquetes de tabaco, el mechero y algunas cosas más.
Tengo un acompañante silencioso en mi extraño periplo por las entrañas del edificio. Se trata de un escobón no plegable -ojo, esto es importante-, que es lo más barato que encontré en la tienda cuyas dimensiones obligaban a ser entregado por la puerta de servicio.
He vivido un momento muy intenso cuando me he metido mochila al hombro y escobón en mano dentro del receptáculo como "regalo adicional".
Supongo que esto es saltarse las reglas, o no, quién sabe. En los manuales no pone nada, si es que mis lagunas mentales no me han hecho saltarme otro fragmento como ya ocurriera con el sistema de donaciones. En cualquier caso, lo que sí especificaban los listados de reglas es que podías saltártelas, y en tu habilidad estaba el hacerlo y asumir el correspondiente castigo.
Veremos...
04:22
La puerta se ha abierto hace un rato.
Superado el subidón de adrenalina inicial (pulso a 167) me he dispuesto a comprobar que las dos principales dificultades que prevía encontrarme no existían.
En primer lugar me he asomado, tomando la precaución
de lo sacar ni un milímetro de mi cuerpo del habitáculo, y he comprobado que la habitación está vacía, al menos en las xonas que me son visibles desde mi posición. No hay ángulo para comprobar que la puerta está cerrada. Sí veo el baño, cuya puerta está cerrada. Espero que no esté ocupado, y no precisamente porque me esté meando, en el sentido literal de la palabra, ya que de miedo sí que lo hago.
A continuación he reunido todo el valor que he conseguido, que a decir verdad no era mucho, y he sacado la mano derecha. Prefería un calambrazo ahí que no en una expremidad inferior. Prefiero poder caminar o correr que quedarme manco, dada la incertidumbre que tengo acerca de los acontecimientos venideros.
Nada ha sucedido. Temía que el efecto descarga se activase por presencia en una habitación extraña, pero no es así. Me arriesgo a concluir, ya sin muchas posibilidades de error, que la activación de la descarga se produce al atravesar el umbral principal de la habitación, y yo estoy utilizando una puerta trasera.
Por asegurarme aún más, he sacado la mano izquierda -la de la pulsera-, por si es la que tiene el sensor que produce el latigazo, pero tampoco me ha ocurrido nada.
He salido del asfixiante nicho que me ha traído hasta aquí y ya he comprobado con la completa fidelidad que me otorgan mis cinco sentidos que la puerta principal de la habitación se encuentra cerrada, en concordancia con la información de los horarios de cierre que me proporcionó Clara. He experimentado otro momento de tensión al abrir la puerta del baño, pero el pulso me ha vuelto a bajar
a los dos minutos. Nadie.
La trampilla de la ventana está abierta y las luces encendidas. Ha sido una suerte, porque he cometido errores al trazar mi plan que estoy descubriendo a posteriori. ¿Se habrán encendido los focos al activarse la entrega del regalo? Me he asomado a la ventana movido más por la curiosidad que por lo práctico del acto y he intentado localizar mi habitación en la fachada opuesta. Creo tenerla ubicada. Dejé la trampilla abierta. O los focos de mi habitación también permanecen encendidos, o se trata del del algún "vecino".
No me queda mucho tiempo. Estoy muy cansado debido al estrés y la falta de sueño.
Voy a llevar a cabo la segunda parte del guión.
La tableta de Glutien está encima de su desecha cama.
16:22
Tengo un dolor de cabeza que no se lo desearía ni a mis peores enemigos. Mentira, a mis secuestradores sí, y cosas peores.
Estoy tumbado en la cama de la habitación de Glutien. Le he pedido a Clara que me acerque mi tableta para comprobar mis constantes vitales y de paso he escrito estas líneas.
Lo dejo por ahora, me encuentro fatal.
22:12
Estoy bastante mejor.
Voy a resumir como se sucedieron los acontecimientos, que ahora me parecen tan lejanos en el tiempo, uniendo los que recuerdo en primera persona con los que Clara me ha relatado una vez que perdí el conocimiento.
Lo primero que hice en cuanto tomé la tableta de Glutien fue mirar su saldo: 402UM.
Esto era más que suficiente para que, unido a mi saldo, Clara pudiera
hacerse con el kit, que yo prefiero desde ahora llamar de "defensa personal".
Incluso sobraría algo para ir tirando el resto de días que nos queden por aquí.
A continuación envié a Clara desde la trampilla de servicio de la habitación de Glutien, su tableta, la del mamón éste y la mía. Previamente, cuando aún estaba en mi habitación maquinando, había escrito en el diario de Clara instrucciones detalladas sobre lo que esperaba que ella y sus compañeros hicieran, para llegado el momento de la acción no perder mucho tiempo en ello.
Éste fue otro momento crítico. Desconocía si iba a poder realizar un envío con mi pulsera desde una habitación que no fuera la mía. Tal vez esto estuviese controlado y en tal caso hubiera tenido que esperar a las 7:00 a que se abriera la puerta y enfrentarme al malo de Glutien con un simple escobón como arma, y tal vez 3 botes de desodorante con alcohol aderezados con la llama de mi mechero Clipper.
No había más plan B que esa simpleza. Sin embargo, pude realizar el envío sin problemas, y esto contabiliza mi tercer punto de suerte en la estrategia. En algún momento sé que la balanza de la fortuna se inclinará hacia el otro lado, pero espero que sea más tarde que pronto.
Una vez Clara recibió mi preciado presente, pasó de mis instrucciones de la forma más olímpica y rebuscada. Esto sucedía sobre las 4:50.
No hizo la transferencia de UM desde mi tableta y la de Glutien a la suya, y por tanto no compró el kit de autodefensa.
Pensó por ella misma, y aprovechó parte de mis ideas -de probado éxito- para
mejorar el plan e incluso resolver las lagunas que tenía.
A toro pasado, pienso que debería habérselo contado todo desde el principio, cuando estaba gestando la solución en mi habitación. Pero también es cierto que una estrategia perfecta desde el principio no garantiza el éxito, y la improvisación en el momento oportuno puede dar más posibilidades de triunfo en un momento concreto.
Clara compró otro escobón desde su habitación, y con él se "teletransportó" a la de Berto para explicarle su plan C, démosle ese nombre.
El bueno de Berto -un hombre de edad avanzada pero fornido y aspecto saludable- aceptó el envite sin dudarlo.
Ambos, junto a la escoba-salvoconducto de Clara, se presentaron en la habitación de Tinoco. Pero éste es un cagado, me voy a permitir calificarlo de esta forma, ya que prefirió no arriesgar su vida en un intento que tildó de locura absoluta.
De manera que sobre las 5:45 se presentaron Berto y Clara en la habitación del asesino, en la que yo les esperaba fumando como un carretero y batiendo records capaces de la darle la vuelta al marcador de pasos de la info de la tableta. La mesa estaba llena de ceniza y colillas apagadas sobre la madera.
Clara es morena, aparentemente ronda la treintena, y su principal atractivo radica en su sonrisa, que acompaña a un aparente natural estado de tranquilidad contagioso absolutamente independiente del entorno circunstancial que la rodee.
Al comprobar mi sorpresa, sus primeras palabras fueron (transcripción literal):
- El factor sorpresa va a ser suficiente. Era
un gasto innecesario comprar el kit.
Pensé que iba a ser un infierno la espera hasta la apertura, pero la hora restante se me pasó volando. Ya he comentado que Clara transmitía sosiego, pero Berto contagiaba seguridad. Me alegró el haberme agenciado de golpe a dos compañeros tan aparentemente valiosos, tras tres días de soledad en este entorno tan hostil desde el punto de vista psicológico.
Los intercambios de impresiones, las comprobaciones y el repaso al plan de ataque de Clara hicieron el resto para activar el fenómeno de aceleración temporal.
La puerta se abrió puntualmente a la hora prevista. Todos mirabamos nuestra pulsera en modo reloj desde minutos antes.
Como no podía ser de otra manera, Glutien estaba esperando tras el umbral y entró como una bala en la habitación, pero de forma confiada.
El efecto sorpresa de Clara, por tanto, funcionó.
Berto y yo, que esperabamos agazapados a uno y otro lado de la puerta, nos lanzamos sobre él y lo derribamos. Ya me habían advertido que Glutien era de complexión delgada pero engañosamente fuerte, así que por mi parte empleé todo el impulso que pude, y Berto, con más físico que yo, lo hizo aún más. Aún así, sólo conseguimos inmovilizarlo durante segundos. Sí que tiene fuerza el muy cabrón. Clara aprovechó para golpearle con la punta del escobón en la base de los huevos un par de veces y a continuación hacer lo propio en la boca del estómago.
Fue suficiente para dejarlo KO, pero consiguió revolverse y retorcerse en un par de impulsos que me desplazaron. Escuché un disparo, noté un terrible
dolor en la nuca y los hombros y ya no recuerdo más.
El resto me lo ha contado Clara.
22:32
He cenado con Clara. Un par de latas de atún y una lata de Cocacola Zero cada uno.
Continúo escribiendo mientras ella habla con Tinoco "Blanca Gallina" en el hall.
El disparo que escuché le dio de lleno en el pecho a Berto, matándolo casi en el acto. Clara aún llora al recordar la escena, y a mi me causa una pesadumbre indescriptible. Su cuerpo sin vida y desangrado continúa cerca de la entrada en la habitación de Glutien.
Al comprender que no podía hacer nada por el bueno de Berto, y estando Glutien totalmente fuera de combate, recogió el arma, que yacía a pocos centímetros de su mano derecha inmóvil y se ocupó de mi. Yacía medio cuerpo fuera de la habitación, inconsciente y recibiendo aún latigazos eléctricos. Me cogió por los pies y me arrastró hacia dentro, cerca de la cama. Comprobó mis constantes vitales, primero de forma manual y luego mirando en mi tableta y consideró que no había más que preocuparse más allá de lo doloroso y la recuperación que iba a necesitar. Al menos, en cuanto a lo que estaba en sus manos para juzgar mi estado, decidió que sobreviviría: pulso y tensión bajos, pero respiración pausada y aparentemente normal.
Entonces se ocupó de Glutien. Dice que que estuvo varios minutos intentando dispararle pero no fue capaz. Ante esta tesitura la prioridad era inmovilizarle o dejarle en peor estado del que estaba. Utilizó la soga que el propio Glutien había adquirido como kit básico
de suicidio (supongo que el nombre vendrá por la posibilidad de ahorcarse con ella, por que tiene tela la denominación) y lo inmovilizó lo mejor que pudo, siempre alerta por si recuperaba la consciencia. A continuación, pensando y actuando una vez más de forma brillante, lo arrastró hasta la puerta de entregas y se traslado junto a él hasta su habitación.
Una vez allí lo arrastró hasta la puerta y lo empujó de forma que sobresaliese su cabeza. Dice que le dejó unos cinco minutos recibiendo la descarga de rigor. Cuando lo consideró suficiente y dado que no quería convertirse en una asesina, lo arrastró de nuevo al interior y volvió a por mí.
Tapó con las sábanas de la cama de Glutien el cuerpo inerte de Berto y me trajo de vuelta a su habitación.
Con bastante dificultad me consiguió subir a su cama y ponerme en posición de primeros auxilios, tumbado de de forma lateral con la pierna derecha flexionada hacia un lado.
El canijo asesino hizo amagos de recuperar la conciencia dos veces antes de que yo recuperara la mía.
Desde que estoy despierto ya lo ha hecho dos veces más, pero cada vez que esto ocurre, Clara, en constante alerta, se ocupa de empujarlo nuevamente hacia el exterior para que reciba una nueva dosis de su particular jarabe.
Ya ha vuelto de hablar con Tinoco. Tenemos muchas cosas pendientes de decidir y nuevos planes que trazar. Además, yo ya lo he hecho, aunque haya sido de forma forzada, pero ella lleva más de 24 horas sin descanso. Le voy a decir que se tome un respiro.
23:45
El número que se muestra en la esquina superior de la pantalla grande de la habitación de Clara marca 907.
Qué mal rollo. Qué mal rollo.
Clara duerme, no diría que de forma apacible, pues se revuelve con frecuencia, pero al menos descansa. Yo vigilo a Glutien mientras inspecciono el estado de mis cuentas el la tableta, fumo, y me llueven ideas para afrontar el futuro aparentemente disparatadas.
Tinoco quiere hablar conmigo. Clara no me ha contado todos los detalles de su conversación anterior. Estaba rendida.
Las puertas ya están cerradas. Nos planteamos dejar a Glutien fuera para no tener que estar en constante guardia, pero concluímos que es una idea horrorosa. Podríamos encontrarnos alguna desagradable sorpresa al salir, dada su fortaleza y capacidad de recuperación.
Me voy a la habitación del cagón junto con el cuerpo de Glutien. Es un riesgo dejarlo a solas con Clara mientras hablo con el capullo este, que sigue negándose a usar nuestro maravilloso nuevo medio de transporte.
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Día 5
Día 5
06:05
Estoy en mi habitación con Tinoco. Me costó Dios y ayuda convencerle para usar nuestro particular medio de transporte.
Glutien murió poco antes de que Clara despertara de su descanso, sobre las 2AM.
Estaba revisando su tableta cuando de repente se cerró la sección de la tienda y la aplicación me devolvió a la pantalla principal, en la cual sólo se mostraba el icono de información, ilustrando los mismo datos que Clara ya me había comentado sobre las tabletas de Berto y Pinel.
Pulso: null
Tensión Arterial: null
Glucemia: null
En ese momento me agobié al mismo nivel por la muerte de Glutien que por no haber experimentado apenas sentimiento de culpa. Comprobé físicamente si tenía pulso y, en efecto, era ya cadáver. La realidad es que los impedimentos morales tanto de Clara como mios eran paralelos a nuestra desconfianza y a la imposibilidad de fraguar una solución apropiada para deshacernos de él. También es real que lo hemos matado nosotros, sin vuelta de hoja.
A Clara le ha afectado mucho más que a mí.
Me teletransporté a la habitación de Pinel con su cuerpo envuelto en las sábanas de la cama de Clara y lo dejé dentro del baño lejos del cadáver de la que fue su primera víctima, que pronto empezaría desprender el olor propio de la descomposición. Ayer, Clara ya se había tomado la molestia de taparlo. Yacía en su lecho ensangrentado. Glutien debía habérselo cargado disparándole desde fuera mientras él dormía o despertaba.
Luego
me fui a hacerle una visita a Tinoco para darle la noticia y terminar de cuadrar los planes que habíamos esbozado en nuestra primera conversación. Con las puertas de las habitaciones cerradas desde las 23AM sólo había dos formas de reunirlo con Clara, y yo quería empezar a meterlo "en vereda" y acostumbrarlo a la agradable compañía del escobón, así que conseguí -casi teniendo que llegar a usar la fuerza- llevármelo a nuestro centro de "operaciones".
Tinoco insistía en lo que ya había discutido con Clara y conmigo por separado. Debíamos usar la magia del teletransporte para dejar a un sólo habitante en el Hall, que pudiese comprobar que las puertas que daban acceso a la nueva zona se abrían. No estaba claro si mi presencia afectaría a esto o no, pero el contador que mostraba la pantalla central del hall me tenía en cuenta. Ahora que Glutien había palmado, si bien no podía comprobarse hasta las 7AM, intuíamos que la cifra que debía estar mostrando era 3.
Convencimos a Tinoco de que fuese Clara la que se quedase para comprobar qué había al "otro lado". Ella aprovechó hábilmente la probada cobardía del joven regordete y de mirada esquiva usando argumentos del tipo "no sabemos si ahí fuera la situación estará mucho mejor que aquí" o "puede haber muchos Glutien sueltos, es cuestión de probabilidades" para convecerle de forma mucho más eficaz que yo de que fuera él quien me acompañara de vuelta a mi habitáculo.
Acordamos y ejecutamos los preparativos para el "viaje". Compramos dos mochilas más grandes para cada uno, incluída Clara. Nos hemos repartido
las tabletas de los "caídos", que aunque aparente inservibles, nunca se sabe si en algún momento pueden dar algún tipo de utilidad. Clara se ha quedado con la de Berto, Tinoco con la de Pinel y yo con la del asesino. Nos abastecimos con todo lo que consideramos esencial que no estuviese agotado en el mercado y se ajustase a nuestro presupuesto. Repartimos entre los 3 el disponible sobrante.
Clara se ha quedado con el arma de Glutien. En principio es quién más puede necesitarla, aunque dentro de un rato -si es que se abre la puerta de mi habitación- puede ser que eche en falta algún artilugio para defenderme con mayores garantías que las que me da el palo del escobón. Ella insiste en que no va a atreverse a usarla en ningún momento, pero el llevarla consigo puede resultar intimidatorio y lo aceptó. Lógicamente la mantendrá oculta y dependiendo del desarrollo de los acontecimientos decidirá en qué momento puede o debe hacer ostentación de ella.
Seguíamos escuchando explosiones, que no hacían más que incrementar nuestro nerviosismo y miedo, así como el tono blanquecino del rostro de Tinoco. Explosiones... ¿O han sido siempre disparos? ¿También hay armas sin silenciador? Bien que hemos buscado en el "mercado" pero ninguno de los tres las hemos encontrado.
La pantalla de mi habitación ya marca 865. Qué sangría, qué horror.
Para intentar ocupar nuestra mente en cosas prácticas e intentar disminuir la tensión yo no paraba de hacer preguntas, consiguiendo de forma colateral rellenar huecos vacíos que aún tenía sobre el desarrollo de los acontecimientos
recientes.
¿Cómo consiguieron Clara y sus compañeros que se abriesen tan pronto las puertas de su habitación, siendo el coste oficial supuestamente tan elevado?
Clara sólo sabe que se abrieron las cinco a la vez. Glutien salió casi al instante de la suya con el arma y liquidó a Pinel. El resto huyó rápidamente a sus habitáculos y ahí comenzó su pesadilla de ayer. Tinoco no llegó ni a salir. No sé porque no me sorprendo...
Estoy de acuerdo con ellos en que es razonable pensar que las puertas de las cinco habitaciones del hall se abren al mismo tiempo cuando uno de los habitantes consigue activar la apertura de la suya, y seguramente fue Glutien el que lo consiguió. Dicen que no fueron ni ella, ni Berto, ni Tinoco, y todo parece indicar que Pinel fue sorprendido en su propia cama tanto por la apertura de la puerta como por el disparo que acabó con su vida.
También hablamos del jueguecito de las 18:30, el que a diario sustituye al signo de interrogación y que me perdí mientras dormía recuperándome de mis secuelas de la lucha con Glutien.
Clara había estado ocupada vigilando a Glutien y pendiente de mi estado de salud. Lo vio pero pasó de tomar partida.
Tinoco, que el hombre había estado al parecer más ocioso y encerrado en su mundo de miedos sí había "jugado".
La organización había propuesto asociar tres identificadores con tres horas del día siguiente. Sin más explicación.
Ni el ojo verá, ni el oído oirá, lo que estos cabrones nos tienen preparado en el reino de su perversidad.
Otro dato interesante que me han
proporcionado es la información que obtuvo Clara cuando se le ocurrió pasar el reloj por la puerta del hall:
- Acceso a Sala común de planta 7 - Fachada Norte
- Activación: Contador de display superior = 1
Esto incita a hacer cálculos y no supone hacer volar demasiado alto la imaginación escribir las siguientes notas, que no quiero perder de vista:
- 1.000 "habitantes" distribuídos en 4 "fachadas", esto es, 250 almas cada una.
- 10 plantas por fachada, me arriesgo a dividir y somos 25 por planta.
- Las plantas tienen "Halls", que son la antesala de 5 habitaciones cada uno: 5 halls por planta.
El Hall de Clara y Tinoco tiene la letra B, lo que cuadra con la ubicación en el edificio. Hubiera sido más ventajoso tener la letra A o E, pero quién sabe si nuestros anfitriones no están jugando también al despiste con estos datos.
Puedo seguir, y de hecho lo hago a cada instante, imaginando el "más allá" de la "Sala común" y visualizar la mecánica del puto juego. Pero como estoy intentando quitármelo de la chorla paso de escribirlo.
Los estruendos de las explosiones seguían sonando y a partir de cierto momento la cadencia aumentó.
Decidí que había que pirarse ya. Le recordé a Clara cómo tenía que informarme de lo que descubriera, le di una leve colleja a Tinoco para espabilarlo y que la molestia compensara su pánico y nos dispusimos a irnos, no sin antes echar un último vistazo por la ventana y comprobar con terror que sin duda, los sonidos, al menos algunos, son de explosiones. En las tres
fachadas visibles había ventanas abiertas con la luz encendida, y en ciertos casos esto permitía entrever de forma semiiluminada ventanas cercanas reventadas y con la zona de la fachada de alrededor ennegrecida. Una de ellas, y esto hizo aumentar mi pánico a niveles "Tinoco" estoy en condiciones de asegurar que no es la mia, pues ya me encuentro aquí, pero debe ser la de alguno de mis vecinos cercanos de planta, o incluso de mi mismo hall.
Me callé la puta boca con dificultad y apremié a Tinoco. Se llega a enterar de esto y no lo meto en el montacargas ni a patadas.
Nos fuímos sobre las 4 y no llegamos a nuestro destino hasta las 5 y pico. Por el camino seguimos escuchando explosiones. Resultó tan agustioso o más que mi primer viaje inter-fachada. En cada parada Tinoco sollozaba. El muy gilipollas tampoco quería tomar una de mis pastillas milagrosas. En cada zurriagazo, dependiendo de su proximidad, el cacharro que nos transportaba se movía y vibraba.
Cuando llegamos, Cocoguagua se fue directo al baño. Yo lo primero que hice fue comprobar que la puerta estaba cerrada y el conjunto de la habitación intacto.
Tinoco salió del baño acompañado del sonido de la cisterna inteligente y un olor nauseabundo. Le dije que cerrara la puerta mientras miraba por la ventana para ubicar la de Clara y comprobar el estado de su fachada, cuyo aspecto lucía un reguero de signos de explosiones similar al que había comprobado en la mia poco antes de salir de allí.
Y aquí estamos, esperando que den las 7 para descubrir qué nos tiene preparado el destino tanto aquí
como en el mundo de Clara.
Falta menos de una hora y no sé que coño hacer para evitar la tentación de meterle una sobredosis de Bromazepan a Tinoco, o en su defecto a mi.
06:50
Me cago en Tinoco.
Mientras terminaba de colocar el colchón de mi cama de pie, ocultando la puerta, hemos escuchado una explosión lejana. Me he asomado a la ventana y si no es la de Clara, una de las habitaciones contiguas ha estallado.
En esta ocasión Tinoco también se ha asomado.
¡Oh Dios, oh Dios!, ha exclamado con pavor, es la habitación de Berto, su identificador lo asocié con las 6:45
Le he preguntado, temiéndome el peor de los escenarios, qué otros identificadores usó y con que horas los asoció.
Bien, pues a mi me toca a las 18:30 y a Clara a las 13:00.
El juego, por lo visto, no permitía la "autoinmolación" en este engaño.
Tampoco permitía elegir identificadores ya elegidos por otros habitantes, pues según Tinoco la lista disponible iba disminuyendo mientras pensaba qué hacer.
Al menos sé la hora exacta en la mi habitación va a meter un petardazo.
Tenemos tiempo pero esto no le resta gravedad al asunto.
07:20
Me duele el pecho de tanto fumar. Fuera ya ha amanecido y está empezando a lloviznar. Las luces de las ventanas se han apagado. La señal de Clara aún no ha llegado y la puerta de mi habitación se ha abierto a las 7 en punto, aunque con el colchón todavía
colocado ocultando por completo el umbral.
El número de explosiones sigue aumentando, al mismo ritmo que la cifra fatal que muestra la pantalla, que ahora es de 730.
El baño vuelve a estar ocupado. Estoy por decirle que no se moleste en salir. De hecho creo que no hará falta esta indicación.
No quiero salir al hall aún. De momento nadie lo ha hecho, aunque ya escucho movimientos de pasos y ruídos de personas en habitaciones contíguas.
Sentado y abriendo una rendija entre el colchón y el quicio de la puerta tengo una buena perspectiva de la estancia. La ubicación de mi habitación en este sentido es perfecta, situada en el extremo izquierdo.
El contador de habitantes es de 4. O sea, dos de mis vecinos ya no están. Aquí ya ha habido gresca.
08:02
Los otros dos habitantes están conversando de forma pacífica, aunque en tono temeroso, en el extremo opuesto del hall. No tengo ángulo para verlos. Hablan bajo y no distingo bien lo que dicen. Una de las voces juraría que es la de un niño o niña de no más de 12 años.
09:30
Avisé a Tinoco para que saliera de una puta vez del baño y quedara pendiente de la señal de Clara, aparté el colchón, que los dos de fuera no habían visto, y salí, justo cuando las voces de mis vecinos se alarmaron al ver que el contador de la pantalla estaba en 4. Había tenido el tiempo suficiente como para decidir que en principio no me iba a topar con ningún Glutien.
Su alarma se incrementó al verme salir y uno de ellos, en efecto un niño, se ocultó parcialmente
detrás de la figura del otro, un hombre rondando los cuarenta, aunque con la espesa barba y el escaso pelo plagado de canas.
Me acerqué a ellos con paso confiado y presentándome con una sonrisa tranquilizadora, al tiempo que preguntaba en forma y gesto lo más inocente que pude el motivo de su preocupación por mi presencia, intentando hacer caso omiso a la habitación reventada que iba dejando a mi derecha mientras avanzaba.
El hombre casi me recriminó que ayer no estuviera en mi habitación, que si había estado todo el puto día escondido en el baño o de donde coño había salido. No hubo de momento mucha amabilidad en sus preguntas.
Decidí que no había porque ocultarle la verdad, y les expliqué de forma resumida mis peripecias, dando a entender que esperaría que a cambio ellos me pusieran al día sobre todo lo sucedido en mi ausencia.
Quedaron muy sorprendidos con el relato. Ponce, que así se llama el chaval, yo diría que estaba fascinado.
Entre él y Loren me han contado su historia, la que me he perdido.
Fue el niño quien consiguió activar el mecanismo de apertura de las puertas. Había llegado a los 100 puntos y descubrió que tras esto, el mando que servía para abrir la trampilla de la ventana también podía usarse para desbloquear la puerta. Dado que esto ocurrió sobre las 17, es decir, en horario de "puertas abiertas", se abrieron todas a la vez en ese mismo instante.
Todos los habitantes menos yo salieron poco a poco y temerosos. Tras un rato de intercambio de impresiones, paranoias y conjeturas varias echaron en falta la
presencia del "quinto elemento". Uno de ellos, curioso e intrigado porque no respondía a los reclamos, se dispuso a entrar en mi habitación, recibiendo la correspondiente descarga. El hombre debía de ser de corazón débil. Loren cree que murió casi en el acto de un paro cardíaco. Él mismo recibió un pequeño calambrazo en la mano al arrastrarlo hacia fuera y aún tiene dolores. Intentaron reanimarlo entre espasmos pero fue imposible. Dejaron el cuerpo en uno de los divanes del hall y hoy ya no está. Al parecer el hall es zona reservada para la "organización" de 23 a 7. Hora de limpieza.
La otra habitante era una chavala de veintitantos, pero esta mañana han descubierto que la terrible explosión que han escuchado durante la noche se había producido en su habitación.
En este punto, con un vuelco al corazón y apartándolos de la zona de sus habitaciones hacia la mia, - para la que sé una fecha segura de caducidad -, les he explicado lo que hemos descubierto Tinoco y yo esta mañana acerca del juego de las 18:30 de ayer.
Loren ha cambiado el gesto, supongo que consternado al saberse causante de la muerte de la chica. Coincide la hora de la explosión que escucharon con la que el asignó a su identificador. Estoy seguro de que los organizadores han hecho un estudio psicológico y sabrían que este juego iba a producir más matanzas entre vecinos que entre extraños.
Los otros dos identificadores que eligió Loren eran aleatorios pues ya estaban elegidos los del resto de habitaciones del hall, incluída la mia.
Ponce había elegido también a dos al azar pues
el único disponible cuando él jugo era el de Loren, reconoció con gesto de estar a punto de romper a llorar. Le asignó las 14:55. Esto deja la situación como sigue:
- Habitación de Ponce, ubicada en el extremo opuesto a la mia: Va a estallar con total seguridad y desconocemos en qué momento puede producirse.
- Habitación de Loren, contigua a la del niño: Va a crujir a las 14:55
- La siguiente habitación es la de la chica, ya inutilizada
- El habitáculo del hombre que se electrocutó a la entrada de mi habitación, parece lógico pensar que no vaya a reventar, debido a que el hecho de no estar disponible se puede deber a haber causado baja en "el concurso".
- Y la mia, cuya fecha de caducidad la estableció Tinoco a las 18:30, que Loren confirma como hora máxima que ofrecía el juego como elección.
Esto hace que la única zona medianamente segura sea el extremo del hall correspondiente a mi habitación, y como máximo hasta las 18:30.
10:11
¡Me cago en su puta madre! ¡Tinoco no está!
Mientras Ponce se arriesgaba a entrar en su habitaciones, a pesar de que hemos intentado retenerle, a recoger como mínimo su tableta y lo más imprescindible, y Loren hacía lo propio, aunque con menos riesgo en su caso, me he ido a ver qué hacía Tinoco. Me extrañaba que ni siquiera se hubiera asomado, aunque para éste el radio de seguridad anticalambrazo podría ser perfectamente de unos 4 metros, y porque la habitación no da para más.
Cuando he entrado y no le he visto en la ventana, he pensado que estaba otra vez
cagando, aunque hasta esto me resulta imperdonable. Preferiría que se cagara encima pero la señal de Clara había que monitorizarla. Sin embargo, al entrar en el baño el único rastro que he encontrado del inútil éste es el olor a podrido.
He salido al hall, he visto el "3" en la pantalla, me he vuelto a acordar de toda su familia, y al volver a entrar en la habitación -como esperaba y temía- he confirmado la ausencia del segundo objeto más preciado que tengo después de la tableta. La brujita Tinoco ha salido volando en mi escobón.
Habrá ido a ver como le va a Clara y salvarla de las garras del enemigo.
Por los cojones y un palito. Lo único seguro es que estará llenando de mierda el montacargas. Esta por ver qué le mata antes, el olor o su miedo.
Fuera sigue lloviendo, ahora con mucha fuerza. En el patio se ven grandes charcos y las zonas de tierra embarradas. La habitación de Clara no se distingue con este tiempo.
No tengo dinero para otro escobón. Ahora hablaré con mis vecinos.
10:32
El niño es un puto crack.
Con dos cojones, ha estado un rato en su habitación haciendo la compra. Ha cogido mi idea de la mochila grande y se ha agenciado una. Ha introducido todos los objetos en ella y ha intentando enviarla a mi habitación desde la trampilla, a sabiendas de que cargada hasta las trancas no cabía. Al ejercer presión para intentar encajonarla, el sistema le ha avisado de que el objeto no es posible enviarlo desde ahí y de forma instantánea se le ha habilitado la puerta del envío de paquetes grandes. Se ha colado
junto a la mochila y se ha plantado en mi habitación.
Antes, mientras descubría la desagradable huída de Tinoco, le había escuchado hablar a voces con Loren, cada uno en su habitación encargándose de la compra. Lo que estaba haciendo era transmitirle su idea, pues al poco tiempo el hombre se ha presentado en mi estancia usando el mismo truco.
Hemos desayunado mientras les contaba lo ocurrido con Tinoco y hemos empezado a trazar planes, pues la situación se presenta cada vez más difícil.
Hay varias priorid
12:11
Este es el quinto de día de encierro y ya he pasado por dificultades y momentos de tensión, pero la última hora que he vivido se lleva la palma.
Estoy en la habitación de la chica junto con Ponce, que por el momento sigue en estado de shock. Ver volar por los aires destrozado a su compañero Loren ha sido horrible para mi, pero a él, por su edad, le va a dejar marcado para toda su vida. A mi también, qué cojones, aunque igual tampoco nos queda tanto y el trauma es cuestión de horas, o quizá minutos.
Ha sido horroroso, brutal. Ahora no tengo ganas de escribir. Si salgo de ésta lo haré. Si he escrito estas líneas ha sido por puro desahogo o terapia.
13:15 [From: 786] ¿Ferrán, me lees? Soy Clara. Tinoco ha descubierto la forma de escribir en otros diarios. Estamos los dos en mi habitación. La cosa está complicada en la sala común pero aquí nos encontramos relativamente a salvo. Mi habitación no ha saltado por los aires. Tinoco vino a advertirme y esperamos
refugiados en el otro extremo del hall. A las 13:00 he recibido una notificación en mi tableta y reloj indicando que como resultado de la actividad de la tarde pasada se me había puesto el contador de UM a 0. Ese es mi castigo en este caso. No es para confiarse pero al menos sabemos que no en todos los casos el resultado del juego es una explosión. Para responderme escribe en un tu diario entre corchetes mi identificador y la línea que escribas a continuación aparecerá al instante en el mio.
13:56 [From: 786] Ferrán, estamos preocupados por ti. Sé que si me leyeras me responderías al instante. Voy a hacerte algunas advertencias que pueden serte útiles para que estés al tanto en cuanto puedas leer esto.
13:57 [From: 786] El funcionamiento de la "Sala común" es parecido al de los "Halls". Hay una pantalla de grandes dimensiones en el centro y en los extremos de la planta. Muestran, entre otras cosas, una cifra que se corresponde con el número de habitantes de la planta, aunque en este caso la puerta de salida se activa cuando el número es menor o igual a 2. Hemos llegado a ver este contador en 8, lo cual implica que hay más gente que está usando el envío de objetos voluminosos como medio de transporte. La sala ocupa todo el largo de la fachada, así que es inmensa. Existe una limitación para acceder a ella, ten cuidado. No puede haber más de 3 personas al mismo tiempo en la sala. Si las hay, quien intente salir recibirá una descarga similar a la de
las puertas de las habitaciones. De la misma forma cualquier persona ajena al hall recibe una descarga si intenta entrar en él.
13:58 [From: 786] He estado usando el sistema de Tinoco con una chica del hall contiguo al mio, el que está ubicado en la esquina del edificio, a mi izquierda. Ella ha sido quien ha descubierto el sistema de activación al tener el arrojo de acercarse y pasar su muñequera por la puerta de salida de la sala común y me ha advertido sobre algo que estoy empezando a comprobar en el mercado y luego he podido visualizar en la propia sala de mi planta. Ya han muerto dos personas acribilladas a balazos desde uno de los halls, no sé cual de ellos. También me ha comentado que ha visto estallar en el otro extremo de la sala ¡una granada de mano! Yo la escuché, creí que era otra de las explosiones, aunque esta vez muy cerca, pero parece que álguien lanzó la granada desde la puerta de uno de los halls. En el mercado cada vez hay menos alimentos disponibles. Tengo la sensación de que ya no los reponen y empiezan a aparecer armas de todo tipo a precios asequibles.
14:00 [From: 786] ¡Y cuidado! Las puertas de los halls no se abren todas a la vez. Lo hacen cuando el último habitante del hall la activa. Mucho ojo si lo logras, pues puedes encontrate con que álguien lo haya hecho antes que tú y te espere con malas intenciones o recibas la descarga por la limitación de 3 individuos al mismo tiempo.
14:01 [From: 786]
Tinoco, aunque le ha costado, ha sacado la mano en un momento en que no había nadie en la sala y no ha recibido descarga. Hemos hecho la misma prueba los dos a la vez y tampoco. Así que la limitación de una persona es sólo a efectos de activación de apertura. Una vez abierta cualquier habitante del hall y cualquier número de ellos puede atravesarla, independientemente del resto de nuevas reglas que te apuntado antes.
15:45 [From: 786] Voy a por ti, y me parece que he esperado demasiado tiempo.
15:50 [From: 786] Sé que aún vives, de lo contrario no podría enviarte estos mensajes. Tinoco ha probado a enviar uno usando el identificador de Glutien y el sistema lo rechaza. Sin embargo el sistema de envíos no nos permite el viaje hacia tu habitación. ¿Qué ocurre, por Dios?
16:16 [To: 786] Hola Clara. Mi habitación está destrozada. Recibimos un "regalo" que resultó ser un explosivo, no sé si una de esas granadas de mano que has mencionado. Uno de mis "vecinos" murió al acercarse a la puerta. Álguien que usa el mismo sistema de transporte que descubrimos ayer se presentó esta mañana en una de las habitaciones, la de otro de mis compañeros, que ayer murió a causa de una de las descargas. El muy cabrón venía sobrado y ha mandado "regalitos" al resto de habitaciones. Así que están todas destrozadas menos la suya. Junto a mi otro acompañante en el trágico suceso, un chaval de apenas 12 años, conseguimos salir con vida de mi habitación. Los destrozos han inutilizado el sistema de descargas eléctricas, con lo que pudo
salir sin problemas y ambos nos pudimos refugiar en la habitación contigua, que había sido reventada anteriormente fruto del puto jueguecito de ayer. Creímos que podríamos estar medianamente a salvo allí. Las llamas se habían extinguido durante la noche por un sistema automático antiincendio, de la misma forma que pude comprobar que ocurría en mi habitación mientras huiamos. Estos cabrones quieren sangre pero no que arda el edificio entero. El "visitante" no podía enviarnos otro patardo de los suyos a nuestro nuevo refugio al no funcionar el sistema de envíos debido a la explosión anterior. Tampoco podría salir de la habitación que había usurpado ya que recibiría la correspondiente descarga. Sin embargo, también hemos tenido que huir de allí.
16:17 [To: 786] Te seguiré contando. Ponce y yo estamos escondidos en los túneles por los que circulan las cabinas de transporte del sistema de objetos grandes. Este tipo ha conseguido salir después de soportar 3 latigazos de descargas. O es una especie de superhombre o ha descubierto alguna forma de eludir o mitigar el efecto de las descargas. Hemos escuchado sus gritos de dolor, tratando de soportarlas. De no ser por Ponce, que ya había visto que la puerta de envío de objetos grandes de la habitación donde nos refugiabamos estaba parcialmente descolgada y existía un hueco suficiente en la parte superior por el cual colarse, nos habría aniquilado. Ahora el cabrón sigue rayado y le escuchamos dar vueltas por las habitaciones y el hall, maldiciendo. No
entiende, si no estamos, cómo el contador sigue luciendo un 3. Aunque supongo que no tardará en descubrir nuestro precario escondite.
16:18 [To: 786] Clara, ¡no vengas! He releído tus mensajes. Te conozco y sé que vas a intentar deducir el identificador de la única habitación hábil de mi hall, por aquello de que son correlativos. Este tipo es muy peligroso, si vienes hay muchas posibilidades de que acabe contigo. Ahora tengo que apagar la tableta para ahorrar batería.
16:20
Escribo en privado esto, una copia de mis pensamientos, para mis niños, para mi mujer. Pablo, Claudia, Nuria, os quiero.
16:40 [From: 786] He podido confirmar el funcionamiento del juego de ayer. La primera asociación, una explosión. La segunda pone el contador de UM a 0. Con la tercera, el destinatario recibe un kit de armamento de auténtico infarto. Tal vez sea el caso del tipo que os acosa. Tinoco se ha hecho con un par de explosivos de activación remota. Pero aunque lo hemos sopesado, no me parece buena idea enviar uno de ellos a la habitación hábil de tu hall pues esto no garantiza que acabemos con el usurpador y además eliminaría tu única posible vía de escape. También me preocupa que si estáis dentro del sistema interno de las cabinas de transporte podáis resultar dañados si enviamos algo allí. Aguantad, algo haremos.
16:41 [From: 786] Cuando enciendas la tableta infórmame de tu situación aunque sea de forma telegráfica.
18:15: [To: 209]
Ponce, El identificador de Clara es <786>. He sobrevivido a la caída. ¿Tú estás bien?
18:16 [From: 209] stoi ok. cifra d hall = 1. pta abierta. jaleo fuera. me refugio. hablare con clara. se dnd has caido. apaga!
18:16 [To: 786] Clara, ha habido cambios. El hijo de puta se ha largado del hall. La cabina se trasladó hasta nuestra zona del túnel. Ponce logró correr hasta el agujero por donde nos colamos y le he visto lanzarse dentro antes de que yo me haya tenido que dejar caer por uno de los túneles en vertical para no ser arrollado. La luz de la tableta no me da para saber dónde me encuentro. No es un espacio amplio. La caída ha durado lo suficiente como para pensar que estoy al nivel del suelo. Estoy sangrando por la sien y me duelen las piernas y la columna, pero creo que no tengo nada roto y no voy a morir, al menos de la caída. 2% de batería. Ponce, el chaval, va a ponerse en contacto contigo. Apago.
22:12
Mi situación ha mejorado algo, al menos tengo luz y estoy cargando la tableta. La mala noticia es que no puedo comunicarme con Clara y Ponce. Escribo los mensajes en el diario en el formato que me explicó Clara pero no quedan reflejados y el reloj vibra con un mensaje que indica que no están disponibles. También lo he intentado con Tinoco, y lo mismo. Me temo lo peor.
22:21
Estoy en un cuarto de mantenimiento o algo por el estilo. Sé que los organizadores de esto pueden leer mi diario, pero ciertamente me la suda. No se me ocurre
qué castigo pueden asignarme más del que ya estamos recibiendo todos por el hecho de estar metidos en este infierno. Además, estoy plenamente convencido de que mi situación no resulta un imprevisto para ellos y otras como la mia han sido seguramente dirigidas o provocadas y forman parte del experimento.
He andado a ciegas durante horas por los túneles. A veces he desesperado, he llorado, gritado y maldecido.
He perdido la cuenta de ocasiones en las que he tenido que correr al escuchar como una "cabina" de transporte se acercaba a mi por sus grasientos railes. Por lo menos, debido a que estoy en el nivel inferior, lo único que he tenido que hacer es correr en dirección contraria pegado a una de las paredes hasta encontrar una encruijada y meterme por ella, pero sin miedo a que hubiera más túneles en "vertical" que provocaran que cayera de nuevo como lo hice hace unas horas.
Mi principal objetivo era alcanzar algún punto del entramado del edificio en el que las cabinas cambién de circuíto. La lógica me hacía pensar que el circuíto de transporte hacia las habitaciones debe estar comunicado con otro externo en el que se produzca la "carga" de objetos cuando estos son adquiridos en el mercado.
No es esto exactamente lo que he encontrado.
En una de las ocasiones en las que tuve que esquivar uno de los montacargas, lo seguí todo lo rápido que me permitieron mis castigadas piernas con la simple idea de orientarme o tener la suerte de que me llevara a uno de los "enlaces" que pienso que deben existir. Me fue imposible. Conforme iba aumentando la
distancia que me separaba yo iba aflojando la carrera. Y en un momento determinado me he metido una hostia del quince con una pared. Parece que he llegado a una de las esquinas del entramado, supongo que en paralelo a la esquina correspondiente del edificio. Al no ver un carajo no he notado como la vagoneta del castillo del terror giraba hacia la izquierda. Mi boca y nariz sí.
Mientras me limpiaba la sangre con la camiseta y comprobaba que el dolor era mayor que la hemorragia, me he sentado en el suelo de espaldas a la fría pared y he notado una pequeña diferencia. Al levantarme, darme la vuelta y tantear la superficie me he dado cuenta que lo que tenía ante mi no era una pared fría de hormigon. Se trataba de una puerta, con su marco, sus quicios, aunque sin pomo.
Me ha llevado una media hora abrirla. He intentado usar maña, fuerza y una combinación de ambas. Se me ha ocurrido hasta pasar el reloj de la muñeca por si daba alguna información o activaba su apertura. He cargado contra ella, la he pateado, escupido e insultado. Y estúpido de mi, con el sobresalto al escuchar que se aproximaba un nuevo cacharrito, me he dispuesto a huir, pegándome de nuevo a la pared, y en ese gesto la puerta se ha movido ligeramente hacia la izquierda.
Corredera, Ferrán, era corredera. Y además sin historias de activación ni pajas electrónicas. Una puta puerta corredera sin pomo.
Segundos antes de que una nueva cabina de transporte pasase, la he abierto, me he colado, la he cerrado, y a los 5 segundos la oscuridad reinante se ha convertido en un molesto parpadeo de luz blanca
y poco después he tenido que cerrar los ojos pues todo ha sido inundado de una luminosidad hiriente para mis ojos acostumbrados durante tantas horas a la negrura. Parado en la entrada, la he examinado, entre incrédulo, alerta por si aparecía álguien y excitado por el descubrimiento.
La estancia tiene unos 10 metros cuadrados. Enfrente hay otra puerta. A mi derecha una pared completamente cubierta por una estantería plagada de extraños utensilios, al parecer, herramientas de mantenimiento. A mi izquierda un modesto escritorio con una silla. Sobre él reposaba un pequeño portátil con la tapa abierta. Más allá un frigorífico de estos pequeños y unas cuantas bolsas de plástico en el suelo junto a otra puertecilla que luego comprobé que daba acceso a un maloliente cuarto de aseo con un simple y sucio WC. El olor a cerrado y el polvo sobre el portátil indicaba claramente que hace algún tiempo que la habitación no es visitada.
Me lancé al mayor regalo que podía ofrecerme la Providencia, como diría Robinson, abrí el frigorífico y encontré, entre eufórico y decepcionado dos latas de cocacola, una botella de agua de 1 litro y un pack de 6 latas de cerveza. Nada de comida, de la que ando escaso, pero sí líquido (creo que hace unas 10 horas que no bebía), así que di cuenta de forma controlada de una de las latas de cocacola, pues tampoco me venía mal un buen chute de azúcar.
El portátil estaba descargado. He encontrado el cargador en una de las bolsas junto a una tarrina de DVDs. En la otra hay ropa limpia, calzoncillos,
calcetines y un mono de trabajo de un color verde terroso. He decidido que luego cargaré el portátil. de momento he usado el enchufe libre para ir dando vida a mi tableta. Podría usar el del frigo para el portátil, pero no tengo especial prisa por hacer esto último.
22:40
He pasado el reloj por toda la superficie de la puerta de la pared opuesta a la que me ha dado acceso a la estancia. Nada.
He intentado abrirla, con algo más de calma que la puerta del tunel, pero sin éxito.
Puedo considerar esta habitación como un pequeño regalo, un respiro en mi calvario, pero poco más que eso. Mi situación en general no mejora demasiado. Ha disminuído mi angustia y estrés. No es lo mismo estar aquí que agobiado en los túneles o con la presión del puto juego de las explosiones. Pero esto no cambia la dura realidad. Sigo secuestrado y encerrado, alejado de mi familia y de mi realidad. Sigo jodido y con los ánimos por los suelos, y ahora lo único que tengo es más tiempo para pensar en el futuro más allá del próximo minuto. No sé hasta que punto esto último puede considerarse algo positivo.
23:05
He pasado unos minutos -mientras daba cuenta de un par de barritas energéticas- echándole un vistazo al mercado y es terrible, pues parece haberse convertido en un mercadillo exclusivo de armas, como ya me advirtió Clara.
Sigo intentando enviarles mensajes a ella, Tinoco y Ponce. Nada. Voy a tener que ir asimilando sus pérdidas.
Por asociación de ideas mi mente me fustiga con escenas del brutal destrozo del cuerpo de
Berto, el shock que le ha supuesto a Ponce y más allá de eso, la bajura moral de estos dementes por tener la ocurrencia de introducir a un menor en este juego despiadado.
Como hago habitualmente cuando psicologicamente empiezo a entrar en barrena, intento ocupar mi mente en trivialidades. Aunque en este caso lo he hecho con torpeza. Estaban a punto de dar las 23 y he mirado el "entretenimiento" sustitutivo del signo de interrogación propuesto para hoy.
He llegado a tiempo de ver que ya había finalizado y no he conseguido información sobre cuál era la macabra propuesta del día. Sólo he podido ver en pantalla una especie de cuadro resumen con el censo de "habitantes" que no ha hecho mejorar mucho mi estado de ánimo e inquietud:
Total: 606
Fachada Sur: 160
Fachada Norte: 172
Fachada Este: 101
Fachada Oeste: 173
23:34
He puesto a cargar el portátil y lo he encendido. El sistema operativo que tiene instalado es una distribución de Linux basada en Debian. Ahora mismo el cursor parpadea junto a la palabra "Password. En "User" he introducido "root", más que nada porque es el único que tengo la seguridad de que existe, y puestos a adivinar cadenas de texto, mejor una que dos.
No va a pasar como en las putas películas, así que escribo contraseñas que se me ocurren al azar, por mero ejercicio de evasión mental.
23:59
Uno de los DVD de la tarrina que encontré en una de las bolsas es un disco de arranque. Lo he introducido en el portátil, he arrancado en modo "Live", he abierto un terminal y he accedido a la unidad de disco principal.
Uno de los directorios a los que he accedido contiene una serie de documentos relacionados con el sistema de mantenimiento de intercomunicación, otros contienen ficheros sobre los que no tengo permiso ni de ejecución ni de lectura.
El gran descubrimiento ha sido el listado de ficheros de un directorio llamado "cmd project":
.
..
rooms
halls
preambles
facades
building
people
staff
Voy a beberme toda esta información. Otra noche sin dormir. Peor aún, se me está acabando el tabaco.
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