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Atrapada © [TERMINADA]
by xrociy
Hay gente que piensa que la vida es un juego.
¿Quién soy yo para decir que no?
La cosa es que también hay personas que juegan con otras.
Y conmigo jugaron.
En esta vida todo se maneja con dinero; la vida, la muerte, la felicidad.
Yo solo quería vivir mi vida como mi madre me enseñó.
Hasta que para ayudar a personas, jugaron con mi vida.
Y todo por un nombre.
Alex Kranevitter
Fue mi alegría, pero también mi perdición.
Mi mundo dió un gran cambio.
Engaños,lágrimas pero sobretodo mentiras.
¿Realmente esto es lo que merezco?
.
▪Contiene escenas muy violentas
✖✖✖✖✖✖✖✖
#5 en Acción {14/04}
#3 en Acción {23/04}
Portada hecha por Cxld-Soul ❣
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Atrapada
Hay gente que piensa que la vida es un juego.
¿Quién soy yo para decir que no?
La cosa es que también hay personas que juegan con otras.
Y conmigo jugaron.
En esta vida todo se maneja con dinero; la vida, la muerte, la felicidad.
Yo solo quería vivir mi vida como mi madre me enseñó
Hasta que para ayudar a personas jugaron con mi vida.
Y todo por un nombre
Alex Kranevitter
Fue mi alegría, pero también mi perdición.
Mi mundo dió un gran cambio.
Engaños,lágrimas pero sobretodo mentiras.
¿Realmente es lo que merezco?
▪Contiene lenguaje obsceno.
▪Contiene escenas muy violentas.
Al principio apenas hay acción, tengo que reconocerlo.
Pero a partir del capítulo diez la cosa cambia totalmente.
¡Si realmente estás preparada para pasarla mal, bienvenida seas!
Espero que os guste♥
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PERSONAJES.
Para la comodidad de todos, decidí poner fotos de los personajes que para mí parecer son los mas importantes.
Algunos no salen hasta casi la mitad de la historia, solo era para haceros una idea.
Alexandro Kranevitter
Y
Addeline Westh
Aquí podemos ver a
Dan Pots
Y
Angie Whost
Chris Brown
Y
Leonor Latter
Y por último
Mike Wells
I.La subasta
Addeline
-¡Buenos días Addeline! Pensé que ya no llegabas.
-Buenos días Thali. Eso pensé yo también.
Trabajo en una asociación de personas con una enfermedad llamada neurofibromatosis. No es nada conocida, pero estamos trabajando para que enfermedad como esta sea conocida y así se investigue. Las neurofibromatosis son trastornos genéticos del sistema nervioso que afectan principalmente al desarrollo y crecimiento de los tejidos de las células neurales (nerviosas).
Estos trastornos ocasionan tumores que crecen en los nervios y producen otras anormalidades tales como cambios en la piel y deformidades en los huesos. Las neurofibromatosis ocurren en ambos sexos y en todos los grupos étnicos.
Al ser una enfermedad poco conocida, no hay mucha gente que apoye la investigación. Por eso, cada año hacemos una fiesta benéfica donde están invitados todos los famosos del momento, aparte de que se hace una pequeña subasta con personas que trabajan en la asociación.
Con la subasta hacemos que la enfermedad sea un poco más conocida,además de que algún que otro famoso se compromete a pasar dinero cada mes para apoyar esta causa.
Y eso conlleva a que en pocas horas sea la gran noche.
Todavía hay que hacer muchos preparativos tanto de catering, como de decoración.
La fiesta benéfica está ubicada en el hotel más prestigioso de la ciudad,ya que mi padre es el dueño.
Me pasé toda la tarde acabando con los últimos preparativos de la fiesta. Thali es mi compañera desde que empecé a trabajar aquí. Es una mujer de 39 años más o menos,es morena con el pelo corto
y algo rechoncha. Cuando empecé este trabajo,fue muy amable conmigo y se ofreció a ser mi compañera. Es un cielo de mujer.
Y así llevo 1 año,sin descansar.
Después de un año, al fin podré estar por primera vez en una fiesta benéfica donde yo ayudé.
Cogí un taxi para así poder ir a mi apartamento a cambiarme. Y como no, se me hace tarde.
Me pongo un vestido largo y negro. Con pequeñas lentejuelas por el abdomen. Detrás tiene una abertura que deja mi espalda al aire. Por último unos tacones negros.
Me dejo el pelo suelto y me maquillo dándole a mis ojos mucha más atención.
Cuando bajo de mi apartamento, encuentro una limusina blanca donde espera mi padre con una gran sonrisa.
-Addeline, que hermosa estás, ven vamos adentro.
Después de un viaje algo tenso por los nervios llegamos.
El chofer nos deja en la puerta del hotel, y nos adentramos a la sala donde es la fiesta.
La decoración es hermosa. Hay muchas mesas redondas con manteles de color turquesa con gente sentada en las sillas, enfrente un escenario donde sólo hay un micrófono. Una música suena de fondo -Yiruma-
Mi padre tira de mi hasta quedarnos enfrente de unas personas que saludan con una sonrisa a mi acompañante.
Cuando por fin mi acompañante se queda satisfecho de saludar a la gente, nos sentamos en la mesa principal.
-Addeline, me gustaría que esta noche tú dieras el discurso.
-¿Perdón? No hablamos de eso Alice...
-No es una pregunta,es una orden. Por favor ve al escenario.
Algo nerviosa,
me levanto y camino hasta el escenario. El equipo de luces, hacen que me iluminen a mi y que a las personas restantes apenas se puedan ver.
-Buenas noches. -empiezo con un susurro sin saber que decir- No me había preparado nada, para que engañar... Así que diré más o menos lo que se me venga a la mente,y espero que puedan comprender mi nerviosismo.
-¡A ti te perdonamos todo,guapa! -se escucha una voz que no puedo reconocer-
La gente empieza a reír gracias al hombre que hizo el chiste, y mis nervios quedaron en el olvido.
-Bueno, continuaré...No soy experta en hacer discursos, es más, creo que es el primero -Sueltan una pequeña risa- Cuando comencé a trabajar en esta asociación, fue cuando mi vida cambió. Vi como niños de 8 años eran felices mientras que yo con los exámenes de la universidad me deprimía tanto que me pasaba los domingos comiendo chocolate -Se escucharon risas más sonoras- Y por eso señores, por esa felicidad, por esos niños os pido que replanteen su vida. Son mujeres y hombres que trabajan y dicen que son felices, pero, ¿realmente lo son? Diré como yo soy feliz. Yo soy feliz viendo a los niños de 12 años sonriendo sólo porque su enfermedad no avanzó. Soy feliz al ver que hago algo, al ver que soy útil en algo y es haciendo feliz a los demás. Eso es lo único que necesito para ser feliz. Por eso, señoras y señores, les doy las gracias por haber venido, por haberme escuchado y por contribuir a que esta asociación sea día a día más grande. Os doy las gracias, por hacerme feliz.
Gente se levantan de su asiento aplaudiendo a no poder más. Unas cuantas señoras tenían lágrimas en los ojos, y mi padre, también.
Me bajo del escenario siendo observada por miles de ojos. Alguien me abraza y reconozco a Alice.
-Acabas de salvarle el culo a la asociación, gracias Addeline.
Pasamos toda la noche en risas. No paraban de venir personas a felicitarme por ese 'maravilloso' discurso. Tuvimos la cena en paz sin ningún incidente.
-Addeline llegó la hora -escuche que decía Alice-
Alice se levanta con elegancia y va hasta el escenario. Con una sonrisa hace que la gente deje de charlar.
-Como cada año, hacemos una subasta. Lo explicaré brevemente. Trabajadores de la asociación se venden, y no con el mal sentido de la palabra - risas se escucharon- por dinero para así aportar a esta causa. Diré 5 nombres, los cinco elegidos de este año. Si ganáis, podéis llevaros a los elegidos una semana, aparte de que podrán tenerla en Ibiza con los gastos pagados.
Una mujer de unos 40 años se acerca a Alice con un sobre donde están los cinco elegidos.
-Esteban Tuñez
Mujeres apuestan por el. Es un hombre de unos 25 años, cuerpo fornido,alto y con unos hermosos ojos azules.
Al final acaba ganando una mujer de 26 años, que pagó tres mil euros por él.
Y así pasa el tiempo, hasta que llega el último elegido. Llevamos recaudados nueve mil quinientos euros.
-Addeline Wetsh.
Me levanto del asiendo de un salto y me dirijo hasta el escenario donde están ya subastando por mi.
El primero en subastar fue mi padre, después se añadieron al menos cincuenta hombres.
El dinero estaba por cinco mil euros.
-Yo doy diez mil euros.
Una voz sonó a lo lejos, y como si todo hubiera estado pactado, la gente le hizo un pasillo a aquel hombre.
Tenía el pelo moreno,era alto y por lo que llego a ver con los ojos marrones, tiene el cuerpo fornido pero tampoco tanto. Lleva un esmoquin negro con una pajarita.
Las mujeres de la sala se quedaron babeando por aquel hombre.
-Diganos quien es el afortunado -Le preguntó Alice-
-Alexandro Kranevitter, bella dama.
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II.Conociendo a mi comprador.
Después del espectáculo que dió ' Alexandro Kranevitter' todo el mundo siguió tan feliz disfrutando de la barra libre de alcohol.
Yo me encontraba alejada de todo el mundo, en una pequeña terraza con una mesa de té. Alrededor habían unas vallas pequeñas que separaban la parte de la piscina con la terraza.
Y aquí estoy yo, con mi copa de champagne medio vacío.
-Te veo muy sola -escuché una voz a mis espaldas-
-Y quiero estar sola. -Contesté de mala gana-
-Pues temo decirte hermosa, que vas a estar una semana conmigo,te queda mucho por aguantar. -Susurró a mis espaldas, apoyándose en la mesa de té-
-Eso me temo yo ... -me quedé callada pensando - ¿Por qué pujaste por mi? -Solté sin quererlo-
-Me pareciste interesante, sólo eso. -Dijo con cansancio- Mañana te irán a recoger a tu casa temprano para coger el avión.
-¿Perdona?
- Nos vamos a Italia,bella signora[*].
-Estas loco si piensas que voy a ir a Italia, señor Kranevitter.
-No le queda mas remedio, principessa[*] -Se inclinó y me dió un beso en la mejilla- A presto il mio amore{*}
Me parece muy bien que quiera ayudar a todos esos niños que lo están pasando mal.Pero...¿¡Se está riendo de mi!?
-Hermosa, es hora de irnos -Escuché decir a mis espaldas a mi padre-
-Esta bien papá, ahora mismo voy.
Miro una vez mas el hermoso paisaje que tengo enfrente. En la piscina se refleja la luna, y a lo lejos la playa tranquila. Me doy la vuelta y me doy cuenta
de que en la mesa del té,la copa de Kranevitter sigue ahí, intacta.
Comencé a andar para ir al salón principal donde ya el baile estaba terminando. Los camareros iban lentamente recogiendo las copas que quedaron en el olvido en las mesas. Hay como quince camareros, vestidos de blanco y de negro con unas pajaritas muy graciosas rojas.
Paso lentamente el salón haciendo una breve inclinación a las personas de despedida.
Entro en el coche donde mi padre ya esta preparado para iniciar el trayecto hasta mi casa.
-Richard a casa de mi hija, por favor.
Mantenemos unos cuantos minutos de silencio.
Veo como las calles pasan rápido por la ventana, aveces también se refleja mi rostro. Se nota que estoy cansada.
-Addeline, el hombre que ganó la subasta...
-Alexandro Kranevitter.-Hablé interrumpiéndolo-
-Si bueno ese... Lamento mucho que tengas que ir con él -Lamentó mi padre-
-No te preocupes,te llamaré todos los días.
-¿Dónde vas a ir con él? Creí que te quedarías en la ciudad.
-Iré a Italia papá,no tengo remedio.
-No puede ser, yo hablo con quien sea para que no vaya. -Intente interrumpirle- NO Addeline. No vas a ir.
-Papá no puede hacer nada. Lo siento mucho.
Aproveché que habíamos llegado a mi casa para bajarme rápido.
-Adiós papá,te quiero.
Baje del coche como si mi vida dependiera de ello. Subí al ascensor y escuché como el motor
del coche de mi padre se perdía por las calles.
Cuando llego a mi casa lo primero que hago es darle al botón del contestador.
-Tiene un mensaje.
Pulso otro botón para que se escuche y una voz salió de aquel aparato.
-Buonanotte amore mio[*] -hizo un breve silencio- Creo que ya sabes quien soy. Sólo te llamó para decirte que mañana a las ocho pasaré a por ti. Haz una gran maleta bella.
Me voy a mi cuarto y saco la única maleta que tengo. Comienzo a meter cosas.
Cansada de meter ropa, me levanto y me miro al espejo.
Me voy, y me voy con un desconocido y no puedo evitarlo.
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Me levanto sobresaltada, sudando y casi llorando.
Unos ojos negros me miraban en mi sueño.
La adrenalina hacía que mi corazón latiera a mil por segundo.
Me levanté y me dirigí al baño, me duche y me vestí. Son las ocho menos cuarto de la mañana, en menos de una hora estaré viajando a Italia...
Aun sigo sin comprender porqué fui yo. Se subastaron muchísimas chicas, y me tuvo que elegir a mi. Sé que todas esas chicas se habrían ido sin ningún problema pero yo no puedo. Me niego a irme con una persona que apenas conozco.
El móvil empezó a sonar, y rápidamente me acerqué para contestar.
- Principessa, siete pronti? [*]
- ¿Perdón?
- Que si estas lista. Estoy abajo.
Corto la llamada
y me pongo unos zapatos con rapidez. Mientras estoy corriendo como una loca cojo mi maleta y salgo. Cierro la puerta de un portazo y me subo al ascensor.
Los segundos parecen minutos. Cuando se abren las puertas del ascensor salgo como una loca.
-¿Addeline? -un hombre que dejé atrás habló-
-Si, soy yo -me paré y me puse enfrente de él-
-El señor Alexandro Kranevitter le esta esperando en el coche -Señaló un coche que estaba en la esquina- Si me permite...
Coge mi maleta sin que yo le diga nada y comienza a andar,y como no, le sigo.
Mete mi maleta en el maletero y me abre la puerta. Le agradezco y me subo sin rechistar en el coche.
-Principessa, ¿como estás?
-Mal ¿Puedes dejarme en mi casa?
-No hermosa, no te queda de otra que venir conmigo.
No abro más mi boca y me quedo así.
Me parece impresionante que vaya a viajar a Italia sin yo quererlo..
Me paso el viaje viendo el paisaje o más bien viendo la ventana.
Cuando llegamos al aeropuerto,Alexandro abre la puerta rápido y me la abre a mi.
Quien diría que es así de caballeroso.
Ya en el avión, después de estar media hora pasando nuestras maletas por máquinas, nos sentamos al fin.
-Addeline no estés así. -Empezó hablando Alexandro-
-No estoy de ninguna manera...
-Solo dejame conocerte -Me suplicó -
-Esta bien...
Me acomodo en el asiento para intentar dormir algo. Sé que estamos en la clase alta, y que prácticamente sólo éramos Alex y yo. Pero como en mi cama en ningún sitio.
-Perdone señor ¿desea algo? -Le hizo ojitos a Alexandro-
-Addeline ¿quieres algo? -me preguntó Alexandro-
La azafata sigue mirando a Alexandro como si yo no existiera, en realidad me estoy cabreando porque Alexandro está conmigo,respetalo zorra.
-No gracias estoy bien...-Respondí tímida -
-Que hermosa su prima, señor -Sonrió la azafata-
-Se equivoca, es mi futura esposa.
La azafata se quedó con cara de querer matarme y en shock, Alex sólo sonreía como si fuera totalmente verdad.
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bella signora: Señora Bella
Principessa: Princesa
A presto il mio amore: Hasta pronto mi amor
Buonanotte amore mio:Buenas noches mi amor
Principessa, siete pronti:Princesa ¿Estas lista?
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Diganme si le va gustando:(
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III. Bienvenida a Italia.
Después de varios minutos, llamaron a la asistenta de vuelo y ella se marchó.
-Bella, no estés incómoda,esa mujer siempre esta coqueteandome.
-Esta bien...
Fue pasando las horas, el silencio estaba presente y mis ojos cada vez se cerraban más.
Lo último que pude notar es como los brazos de Alexandro Kranevitter me envolvían.
Me despierto y lo primero que noto es que estoy sola. La luz es débil y la calefacción estaba algo alta,justo para poder dormir a gusto.
Pasan algunos minutos y Alex no vuelve,así que me levanto para buscarlo.
Primero paso por varios asientos que están vacíos,hasta llegar a una puerta donde no se ve que hay detrás.
Paso la puerta y me encuentro en varios asientos a personas durmiendo y entre todos ellos otros con auriculares.
Después de darle varias vueltas al avión y no saber donde ir, vuelvo al asiento donde me desperté.
Llego y lo primero que me encuentro es a Alex con las manos en la cabeza algo preocupado hablando con algunas de las asistentas de vuelo.
-¡No jodan! Os dije que la trataríais como una reina. ¡Y de la nada no esta! ¡Haré que os despidan! -Replicó Alex-
-Señor Kranevitter, lo sentimos mucho...no sabíamos que la señorita se iba a mover...-Habló una chica baja con una coleta- La vamos a ir a buscar...
-¿A Quién buscan? -Por primera vez hablé -
Automáticamente Alex me envolvió en sus brazos.
-¿Dónde estabas? Me habías asustado tonta...
-Lo siento, me levanté sola y fui
a buscarte...
-Perdonen señores, si nos disculpan...
-Si vayan -Exclamó enojado Alex- Hablaré con sus superiores...
Las chicas se retiraron algo asustadas mientras que Alex y yo volvíamos a sentarnos en los asientos. Sin dejar de abrazarme, puso su sien en mi hombro.
-No vuelvas a irte así...-Habló un cansado Alex-
-Perdona... Yo es que...
-Tuve que atender una llamada importante, por eso me fui.
-No pasa nada,todo bien...
Nos quedamos en silencio. Me di cuenta de como a Alex se le cerraban los ojos. Se notaba cansado,y como no lo dejé dormir.
Sus labios aveces se movían ligeramente. Algún que otro gruñido salía de su boca.
Tenía unos bellos rasgos. Su mejilla al estar contra mi hombro,se aplastaba y le daba un aire muy tierno.
Había bajado un poco la temperatura, así que cogí una manta y nos tapé a los dos.
Despierto con una luz algo fuerte y lo primero que veo es a Alex dormir en mi hombro aún abrazándome. Faltaba poco para por fin llegar a Italia,y por eso empecé a mover a Alex.
-Buenos días hermosa -Exclamó sonriendo mientras se estiraba- ¿Cómo dormiste?
-Bien, al parecer ya vamos a llegar...
-Si, ¿estás lista?
-Si, ya quiero llegar...
Justo en ese momento, el piloto avisa de que hay que ponerse el cinturón. Alex se me adelanta y me lo pone a mi y después a él.
Bajamos del avión y como no,Alex abrazándome. Directamente fuimos a la puerta principal para salir sin coger nuestras maletas.
-No te preocupes tonta, mandé a alguien a por nuestras maletas.
Cruzamos la puerta principal del aeropuerto y lo primero que veo en un Jeep aparcado en primera fila con un hombre vestido de negro.
Alex me empuja para que siga caminando hasta ese lujoso coche.
-Buenos días señor Kranevitter. Como usted ordenó aquí tiene su Jeep.
-Muchas gracias Luca, vuelve con Dan y los demás.
-Si señor, les seguiremos por detrás. -El hombre de negro que reconocí como Luca,se va dar la vuelta para irse con -supongo- Dan y los demás pero Alex lo retiene.
-Luca, ¿Las maletas?
-Están en el coche de Dan,no se preocupe señor, las tendrá en el cuarto nada más lleguemos a la mansión. Con permiso señor.
Luca me hace una breve inclinación y se da la vuelta marchándose y perdiéndose entre otras personas.
Alex me abre la puerta de co-piloto y entro muy gustosa. A sido todo un caballero.
El motor empieza a rugir y salimos del aeropuerto algo rápido. Mi acompañante enciende la radio,pero al ver sólo canciones Italianas lo apaga.
-¿Sabes algo de italiano? -Preguntó Alex mientras miraba a la carretera-
-Siempre quise aprender, pero mi padre lo veía una tontería. -Contesté-
-Una princesa con muchos sueños...Yo podría darte todo lo que quisiera
-Que nadie me prometa amores con sueños perdidos. -Dije con desdén-
-¿Por qué? ¿Quieres aventuras nuevas, por que siempre se tratan de lo mismo?
-Llámalo como quieras...
-¿No crees en el amor?-Preguntó interesado-
-No, ¿Y tu?
-Si por que te ví a ti.
-¿De qué libro sacaste eso?
-De alguno...-Contestó riéndose mientras miraba a la carretera-
Te ha gustado, reconocelo.
-Que te den, guapo.
-Mira, vamos mejorando. Ya me quieres hasta dar, y me llamas guapo. Soy irresistible.
-No te creas mucho por favor -Son que yo quisiera,se me escapó una carcajada-
Tuvimos un viaje muy llevadero,entre carcajadas y comentarios que no venían a cuento, llegamos a una gran mansión de color beige.
Alex rápidamente se baja del coche para abrirme la puerta como el caballero que es. Me toma de la mano y camina hacía dentro.
Rápidamente y detrás de nosotros aparca un mercedes en la que baja el reconocido Luca con otros cuatro hombres.
-¡Amigo! Pensé que ya no venías -Exclamó un chico al que no conocía -
-Claro que si Chris, no os voy ha abandonar por ahora -Sonrió satisfecho Alex- Ahora si me permiten, quiero presentados a esta hermosa chica.
-Hola bonita,yo soy Chris -Habló el chico más alto de los cinco-
-Yo soy el mejor amigo de este capullo, soy Dan -Era el único rubio de los cinco-
-Yo soy Wily
- Carl
-Y por último el mayordomo Luca.
Wily era bajito pero tenía muchos músculos. Un tatuaje sobresalía sobre su brazo izquierdo y su pierna derecha.
En cambio Carl estaba libre de tatuajes pero en la oreja tenía una dilata bastante grande.
-Yo me llamo Addeline,encantada.
Después de las presentaciones, pude darme cuenta del sitio en el que estaba.
La mansión tenía una puerta muy grande de madera, llena de ventanas. Tenía una fuente en medio del jardín aparte de una cancha de tenis.
El interior era muchísimo mejor, más elegante de lo que pude imaginar. Las paredes eran de un color blanco algo apagado, y los muebles de madera muy cuidados y hermosos.
El suelo estaba tapizado por tablas de madera que daban el toque final de elegancia a la mansión.
-Bienvenida a Italia hermosa. -Susurro Alexandro a mis espaldas.-
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IV. ¡De compras!
Después de ver la casa, de poder al menos saber donde estaba el baño y mi habitación durante esta semana, me fui al salón.
Nada mas llegar encendí el televisor y me acosté.
En la televisión, al ser de cable, había canales de todos los idiomas. Aparte de la gran pantalla que había, parece que estoy en un cine.
Como persona madura que soy, me pongo a ver Bob Esponja.
-Te veo muy entretenida -Habló una voz a mis espaldas-
-Hola Dan ¿no? -Pregunté hasta que el asintió de que es era su nombre.- ¿Qué tal?
-Bien, Alex salió y no volverá hasta la noche. ¿Quiéres hacer algo? -Preguntó sentándose al lado de mis piernas, ya que estaba acostada-
-Quiero salir. ¿Podemos ir al centro comercial? Me dijeron que la ropa en Italia es hermosa.
-Por supuesto, ve a la entrada principal mientras voy a por un coche de Alex. Hoy nos toca disfrutar a nosotros-
Como un niño pequeño fue dando saltos hasta creo que sería el garaje. Subo rápidamente hasta la habitación donde me alojaría, me calcé con unas vans y fui hasta la puerta donde Dan ya me esperaba con un coche muy conocido. Pero como no, yo soy muy mala en recordar el tipo de auto. Solo sé que es un mercedes.
Entro en el coche y lo primero que hago es bajar un poco el volumen.
-No seas aburrida, la música a todo volumen mientras conduces es lo mejor de esta vida. -Dan derrapó con el coche para poder así darle la vuelta a la fuente- Ponte el cinturón. Seguridad ante todo nena.
Mientras el conduce, me pongo con mi Iphone a ver las ultimas noticias de la asociación y también para mandarle
mensajes a mi papá de que estoy bien.
-A mi amigo no le agrada que estén todo el día con el teléfono.
-¿Perdón? ¿Qué amigo?-Pregunté desconcertada-
-Hablo de Alex, odia que pasen de él con el teléfono.Se vuelve loco -Comienza a reírse-
-No lo sabía...-Guardo mi iphone- ¿Desde cuando lo conoces?
-Nos criamos juntos prácticamente -en un momento su mirada se perdió en el pasado- su madre y la mía eran muy amigas.
-Entonces debes conocerlo muy bien.
-Sí, no me queda otra cosa que aguantar a semejante capullo.
Dejo que sus palabras se queden en el aire. No es que fuera antipática, sólo que no tenía ganas de hablar.
Pongo mi cabeza en la ventana del coche y miró hacía los coches que pasan a gran velocidad.
Noto que Dan aumentó la velocidad, no le eché mucha cuenta y seguí viendo el paisaje. Hasta que el paisaje se quedó atrás y sólo se veían colores borrosos.
-Dan, baja la velocidad por favor -Exclamo preocupada, mirando a todos sitios- Podemos tener un accidente.
-Addeline, abre la guantera. -Me respondió muy serio -
-Pero...
-Ahora Addeline ¡AHORA!
Al escuchar su grito, me dió algo de miedo y hice lo que me mandó. Al abrir la guantera lo primero que sobresalía de ella eran papeles.
-Rebusca entre todos los papeles. -Me ordena Dan- Rápido
El coche estaba a una velocidad algo peligrosa, Dan está nervioso y yo estoy igual. Algo pasa pero no se el que.
Mis dedos tocan
algo duro y frío, y al sacar aquello, cuando mis ojos ven ese arma entre mis dedos ahogo un grito.
-Tranquila,es una Desert Eagle. ¿Bonita, verdad? -Al ver que no respondía, siguió hablando- Addeline, te voy a dar mi teléfono y vas a llamar a Alex. Le vas a decir que estamos en una de las calles de los almacenes y que venga rápido.
- Pero no...no entiendo -Del miedo que tengo,comencé a balbucear-
-Solo hazme caso,por lo que más quieras.
Me entrega su móvil, busco rápidamente el nombre de Alex y apreto el botón para llamar.
-¿Qué paso hijo de perra? ¿Addeline está bien? -Habló Alex-
-Alex soy Addeline...-Dan me hace un movimiento con la mano izquierda para que me dé prisa- No entiendo que pasa, sólo se que Dan quiere que te diga que estamos en una de las calles de los almacenes y que vengas rápido.
Nada más acabar la frase,escucho a Alex decir cosas en italiano que no entiendo, por último chilló algo y pude reconocer que estaba cerrando la puerta de un coche.
-Addeline, quiero que te tranquilices.
-Estoy bien, sólo ve rápido por favor -Le suplique-
-Ahora nos vemos hermosa.
Alex finalizó la llamada y pude devolverle e teléfono a Dan. Cada medio segundo Dan miraba por el retrovisor y aumentaba más la velocidad.
Comienzo a moverme inquieta, ya que la velocidad estaba haciendo que tuviera unas pequeñas cosquillas dentro de mi.
De repente, frenamos del coche y Dan sale rápidamente pegando un portazo.
/>Detrás de él salgo yo algo dolida por el frenazo.
-¡Eres un hijo de puta! ¿Qué quieres ahora? ¿¡Por qué me sigues!? -Exclamó enojado Dan-
-Quiero lo que me pertenece, y ya sabéis lo que es.
Aquel hombre fijó su vista en mi, que estaba detrás de Dan. En sus ojos pude ver el rencor que llevaba por dentro. Lo miro y parece el diablo en persona.
-Mira que hermosa dama tenemos aquí... Encantado,soy Jhon -Quiso acercarse a mi,pero Dan no le dejó-
-Ella no tiene nada que ver en todo esto Jhon.
-Dan Dan...¿Daniel? Nos conocemos, me da igual que pinte o no pinte en esto, la chica es mía.
Se escucha un gran ruido de un coche derrapando y puertas abrirse y cerrarse de golpe
-¡ASÍ QUE ERAS TU! ¡MALDITO DESGRACIADO, DEBÍ MATARTE CUANDO PUDE! -Un muy enojado Alex se acercó amenazante a Jhon -
-No no, Alexandro. Son mis reglas, apartaos. ¡Ahora!
Dan y Alex se alejaron de él. Veo como Alex respira muy fuerte y mira muy enojado a Jhon, yo me quedo quieta mirando la situación hasta que los ojos de Jhon recaen en mi otra vez.
-Quiero a la chica.
-Quella ragazza è la mia ragazza [*] -Respondió Alex dando un paso hacía delante, queriendome proteger.
-Me debes la vida chico, si no la consigo por las buenas,lo conseguiré por las malas.
Todo pasó muy rápido, tiros y más tiros sonaban por todos sitios.
Alex me cogió en brazos y me metió en el coche donde había venido él.
Después de subió a mi lado y por último Dan de piloto.
-¿Estáis heridos? -Preguntó Dan- Esos hijos de puta lo tenían planeado.
-Nosotros no ¿Y tu? -Respondió Alex-
-Solo me rozó una bala en la pierna izquierda cuando intentaba cubriros.
Me empiezo a sentir culpable nada mas termina de decir la frase. Sólo para cubrirme pudo morir.
-No te sientas culpable Addeline, esto es lo que hacen los amigos. -Me leyó la mente Dan-
-Exacto.. Para eso están los amigos -Sonrió Alex-
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Quella ragazza è la mia ragazza: Esa chica,es mi chica.
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V. Esto no puede estar pasando.
Cuando llegamos a la mansión de Alex,me bajo y me dirijo al salón. Detrás mía vienen Alex y Dan con la cabeza baja.
-Ahora me vais a explicar que pasa. -Me di la vuelta y los enfrenté -
-Addeline esto es un asunto que tengo que manejar yo... -Empieza hablando Alex -
-Tengo todo el derecho a saberlo cuando mi vida ahí fuera estaba en peligro. -Puntualicé-
-Addeline no te metas en esto. -Habló Dan-
-¡Claro que me voy a meter! ¡Por culpa de ustedes que a saber de que trabajan, estuve apunto de morir de un maldito balazo! ¿¡Qué se creen!? ¡Seguro sois unos mafiosos de mierda que le deben dinero a ese hombre!
Nada más terminar aquella frase, a Alex se le cambió la cara y se abalanzó a mi,agarrándome del cuello y levantándome del suelo. Al no tener la respiración necesaria empecé a gemir de dolor.
-Te lo avisaré una vez Addeline, esta es mi casa y son mis reglas, estarás aquí el tiempo que a mi me salga de los huevos,si digo que te calles te callas, si te digo que te vayas te vas. ¿SABES QUE PASA? ¡Que sí, soy un mafioso de mierda! Así que ya sabes, no me toques los huevos y no te pegaré un tiro en la cabeza,zorra.
Viene Dan y separa a Alex de mi cuerpo. Del miedo y de la impotencia empiezo a llorar y mi cuerpo cae en el suelo sin responderme.
Dan se lleva a Alex a empujones, ya que este último no se quería ir de aquí. Lloro sin consuelo alguno.
Me levanto y me miro a un espejo del salón.
Tengo unas ojeras super grandes, los ojos rojos y el maquillaje corrido. Sin poder mirarme más, subo las escaleras hasta la que sería mi habitación.
Me pongo mi pijama que consta de una camiseta corta y un pantalón de pijama corto y me meto en la grande cama,donde al segundo, caigo en los brazos de morfeo.
Narra Alexandro
Dan me agarra y me saca del salón donde seguro dejé a Addeline llorando y con miedo.
Tengo problemas de ira, yo lo sé y Dan también, es algo que me da y no puedo hacer mucho. Vengo algo nervioso por culpa de Jhon, y ahora Addeline se pone a gritarme como si le diera igual que fuera mafioso...
Al recordar como me gritó, le pego a la pared un puñetazo y así hasta que me relajo. Dan me mira y no habla,sabe que si habla y dice algo que no me guste pagaré toda la rabia con él.
Me quito la camiseta tirándola al suelo y me camino hasta el gimnasio,donde sin ponerme los guantes de boxeo, comienzo a pegarle al saco.
Soy mafioso porque mi padre lo era, él me metió en este mundo.
Manejo una de las mafias más grandes de Italia, y a eso le añado que tengo unos cuantos locales donde se práctica peleas ilegales.
Si fuí a esa fiesta benéfica es porque tuve que huir, y que mejor aparentando que era un niñato rico.
-Pegándole a ese saco no vas a mejorar la situación, Alexandro. -Me regañó Dan-
-Cállate Dan. -Le respondo algo cansado -
-Addeline
se marchó a su cuarto, no se como sigue aquí.
-Sabe que la buscaría. - Le sonreí -
-Alexandro esa chica no se merece toda esta mierda, lo sabes.
-Me empezó a gritar, sabes como me pongo...- Me defendí -
-Me importa un carajo como te pongas o no, sólo una cosa te diré. Addeline te gusta, y como sigas así lo único que vas a hacer es espantarla.
-Nadie pidió tu opinión. Marchate.
Dan se marcha sin decir ni una palabra más.
Por un momento paro de darle puñetazos al saco de boxeo.
Rápidamente voy a ponerme la camiseta que minutos antes tiré, cojo las llaves de mi Ferrari rojo y salgo derrapando hacia la carretera.
Narra Addeline
A la mañana siguiente, me levanto y voy al baño donde hago mis necesidades.
Me meto en la ducha y la lluvia artificial cae sobre mi.
Después de salir de la ducha, me pongo unos jeans algo apretados con una sudadera de la universidad de Oxford. Me pongo unas vans y bajo a desayunar.
Me pregunto como puedo estar tranquila en la casa de Alex, que es mafioso. Pero yo misma me respondo: Sólo será una semana.
Nada entrar por la puerta de la cocina, Luca me tiene preparado el desayuno, le agradezco y comienzo a comer.
-Escuché la pelea que tuvo con
el señor, no se lo tenga en cuenta por favor. -Se sentó enfrente mía - Es algo testarudo aveces, pero es una bellísima persona.
-Dentro de una semana me iré, y me olvidaré de todo esto. ¿Para que molestarme en perdonarle si no lo volveré a ver?
-Una vez que te acercas, nunca querrás alejarte, es lo que me pasó a mi. Conozco a Alex desde que era pequeño, cuando murió su padre, el era un muchacho al igual que yo. Él es una buena persona, sólo está rodeada de escoria. Espero que sepas darte cuenta.
Luca se levanta y se va de la cocina dejándome sola, y dándole vueltas a la cabeza, como no.
Se escucha la puerta abrirse y un grito de 'Llegué a casa'. La curiosidad me mató. Me levanto y a paso lento voy a la entrada.
Cuando llego, lo primero que hago es maldecirme por ser tan curiosa. Me doy la vuelta para irme pero Alex me agarra del brazo.
-Addeline quiero que me perdones por lo que pasó ayer. Nunca quise hacerte daño, te lo prometo. Tengo ataques de ira y aveces me vuelvo loco...Perdona por esas palabras tan feas que te dije.
El miedo me consumía por dentro, mis ojos no paraban de mirar hacia otros sitios hasta que llegaron a sus manos.
-¿Qué te pasó en la mano? - Le pregunté directamente -
-Ayer me volví loco, y de única forma que me relajo es descargando mi rabia.
-No me digas que te peleaste con alguien...-Di pasos hacía atrás -
-¡No! Fui al gimnasio y de me olvidó ponerme los guantes..
Me quedo callada aún mirando sus nudillos algo rojos, él se levanta y sale por la puerta hasta llegar a su coche.
Al entrar por la puerta de la casa, veo que en sus brazos tiene una caja grande que me entrega.
- Espero que te guste..
-No hacia falta Alex...
Abro la caja y un cachorro asoma su nariz para olerme.
-No puede ser...
Me siento en el suelo y saco al cachorro de la caja, este comienza a darme besos como si su vida dependiera de ello.
-Será nuestro hijo -comienza a reírse Alex sentándose a mi lado-
El cachorro después de llenarme de babas, se acerca a Alex para hacerle lo mismo pero Alex pone mala cara.
-¿Cómo vas a llamar a nuestro hijo?
-Roan -Le respondí -
Al decir el nombre del cachorro, Roan se abalanzó a Alex tomándolo por sorpresa.
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VI. Entre risas.
Roan estuvo toda la mañana jugando con Alex y conmigo.
Era un cachorro muy inquieto y sobretodo muy gracioso.
Cuando Alex fue a comprarlo,aprovechó para comprarle lo principal, como podía ser la cama,la comida y uno o dos juguetes.
Mientras Roan mordía una pelota,me levanto para así poder hacer el almuerzo.
Me dirijo hacia la cocina donde Luca, está preparando algo.
-¿Los señores ya tienen hambre?-Pregunta sin darse la vuelta-
-Sí, venía para hacer el almuerzo, pero ya que lo hiciste tu, te ayudaré a poner la mesa.
-No señorita,ni se moleste.
Después de haber estado como media hora insistiendo, entendí que Luca no iba a cambiar de opinión y como no lo dejé estar.
Luca preparó una sopa exquisita, jamás en mi vida la había probado,seguramente sería italiana.
La comida con Alex fue divertida, hablábamos de cosas sin sentido y nos reíamos sin necesidad de fingirlo.
Decidimos salir al jardín con Roan para así jugar a la pelota con nuestra nueva mascota.
-Roan,ven aquí chico -Lo llama Alex-
Alex me tira la pelota y Roan comienza a correr cuando Alex intenta quitársela.
-Maldito perro, ¡hazme caso!
Alex en una de esas carreras que se pega detrás de Roan, tropezó y cae al césped,donde recientemente habían regado.
Eso causa que Alex se haya llenado de barro.
Comienzo a reírme con muchísimas ganas, se ha llenado la cara entera y tiene unos cuantos hierbajos colgando del pelo.
-Asi que te ríes de mi -Vino hacia mi amenazante-
-Por supuesto que no Alex,yo te respeto muchísimo -Digo aún riendo-
Alex comienza a correr detrás mia, y yo por miedo o por querer jugar un rato salgo corriendo.
-¡No seas mala gatita!¡Te voy a atrapar igual!
-¡Eso quisieras tú!
Alex salta y cae encima de mi,haciendo que yo caiga al suelo y como no me manche también.
-No sabía que querías un abrazo -Le abrazo fuertemente para restregarle el barro-
-¡Addeline no hagas eso!-intenta apartarse pero no le dejo- Adde sé buena, por favor
-No,es lo mínimo que te mereces.
Al responder eso,Alex comienza a hacerme cosquillas, provocando que dé más vueltas en el barro.
-¡Por tu culpa no voy a poder entrar en la casa Alex!
-Eso tiene claramente una solución.
Alex me carga como una princesa,y comienza a caminar hasta la entrada. Roan nos seguía detrás con su aullido de cachorro.
-Vamos a ir a ducharnos como personas normales que somos. -exclamó Alex-
-Tu poco tienes de normal, guapo.
-Al menos has reconocido que soy guapo, con eso me vale.
Me lleva hasta su habitación y cierra la puerta detrás de él y me deja en la silla del escritorio.
-Me ducharé primero Addeline. -Alex comenzó a sacarse la ropa-
-Eso lo podrías hacer en el baño como las personas normales.
-Tu misma dijiste que yo no era normal.
-Tienes razón... Oye, yo podría ir a otro cuarto de baño,digo, como las personas normales.
-Da la casualidad de que tu no eres normal, al igual que yo, eso conlleva a que te duchas aquí. -Al terminar la frase,entró al baño y cerró la puerta-
Su cuarto es muy espacioso,tiene un
gran escritorio con su iMac y una cama enorme con unas sábanas azules. También había una puerta que está entre abierta, donde se puede ver el vestidor.
Me levanto de la silla del escritorio y curioseo por la habitación. Tiene unos libros clásicos en una pequeña repisa.
Escuché un aullido y me acordé del pobre Roan que Alex había dejado fuera. Le abro la puerta al pequeño cachorro y este sale disparado hacía la cama.
Al ser tan pequeño no llega y comienzo a reír.
-Me gusta tu sonrisa.
-Perdón no escuché como salias -Lo miro y rápidamente me cubro la cara- Ponte algo más, por favor.
-Creía que me ibas a rogar que me quitara la toalla de mi cintura - se acerca a mi- Te he dejado el albornoz para ti, no tardes.
Eso último me lo susurró al oído, y como no yo huyendo de todo me metí en el baño como un Ferrari.
El baño era muy espacioso, tampoco le dí mucha atención y me deshice de mi ropa sucia, poniéndola en donde supongo que se echaba la ropa sucia ya que la de Alex estaba acomodada allí.
Regulé la temperatura del agua y me metí bajo la lluvia artificial. Es hermosa esa sensación.
Cojo el champú que utiliza Alex,no me podía creer lo bien que olía. Me echo jabón en mi cuerpo y me enjuago tomando mi tiempo.
Al salir me pongo el albornoz que había dejado Alex para mi y me miro al espejo.
Justo al lado del espejo estaba el iPhone de Alex cargando, que comienza a sonar.
-Addeline necesito mi
celular ¿puedo pasar? -Pregunta Alex -
-Si claro,entra.
Alex entra aún con la toalla en su cintura y sin nada más. Instantáneamente aparto la mirada concentrándome en el lavamanos. Alex entra como si nada y coje su celular,cosa que me sorprende porque no se va,se queda a atender la llamada aquí mismo.
-Hola, habla Alexandro.- Suelta un suspiro y al parecer no deja hablar a la otra persona - Mira Stan, me da igual lo que hagan, quiero que sigan el plan como lo planeamos, sin joderme a cada rato. -Se queda callado durante unos minutos- Me da igual Stan, hablamos más tarde, llámame si sabes algo más, si, vale, adiós bro.
Bloquea su celular y me mira desde el espejo.
-Estas hermosa. ¿Sabes qué?
-¿Qué?
-Ven aquí.
Alex me pasa su mano por mis hombros y coje su móvil, poniendo la cámara.
-Nos vamos a hacer una foto para recordar este fabuloso día.
Me cubrí un poco la cara ya que me veía un poco fea en el espejo.
Él antes de tirar la foto empieza a poner caras raras, al parecer no se decide por una.
-Alex si quieres las foto que sea ya, decidete con tu fea cara -Le digo mirándole a los ojos-
-Tu lo has querido.
Toma la foto justo en el momento donde Alex, pasa toda su lengua en mi frente.
-Si que sabes bien, princessa -me estrechó en sus brazos - Me acostumbraría a esto...
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VII. El intruso
Llevó tres días en esta gran mansión, Alex y yo cada día nos llevamos mejor. Si me dijeran de irme, rechazaría la oferta.
Alex es un hombre muy detallista, siempre piensa en mi antes que en el. El día de ayer, Alex se pasó toda la tarde en el gimnasio. Por lo que me dijo al estar yo aquí el se había descuidado por el estar conmigo.
No me sentó mal que me dijera eso, es normal que quiera seguir con su vida normal.
Me levanté de la cama de sábanas celestes y me acerqué al balcón.
Era tarde,seríann las dos de la mañana pasadas.
Algo que me encanta de esta mansión, es el paisaje que tiene. Mi balcón justo daba enfrente de un hermoso bosque,y aún que aveces me daba miedo mirar por el balcón, lo seguía haciendo.
Salí de la habitación para ir a la cocina a por un vaso de agua.
Cuando mis pies descalzos tocaron el suelo de mármol, automáticamente me arrepentí de no haber cogido unos zapatos.
Todas las luces estaban apagadas, pero aún así se pudo ver, así que no me paré en encender las luces.
Bajé las escaleras algo más lenta de lo normal. Cuando toqué el último escalón, se escuchó un gran estruendo en el salón.
Asustada, miré hacia todos los lados para ver si había alguien. Al no encontrar a nadie, mi curiosidad me ganó y caminé hasta el salón.
Nada más pasar por las puertas corredizas, algo me agarró por la cintura y me tapó la boca, haciendo así que mi grito no se llegara a producir.
-Mira preciosa, te vas a estar quieta ¿vale? Si no te volaré la cabeza. -murmuró el imbécil que me tenía agarrada-
El
sujeto me obligó a andar hacía la ventana del salón, queriendo salir de la casa.
-Yo que tu no haría eso, capullo -Alguien gritó desde las puertas corredizas -
El intruso se paró de golpe haciendo que yo lo hiciera también.
-Un paso más y le vuelo la cabeza a esta princesa -Amenazó el sujeto-
El sujeto puso una cosa fría en mi cabeza, automáticamente a ver de lo que se trataba, se me empezaron a caer las lágrimas.
-No seas más capullo, sabes que no saldrás con vida de aquí, yo que tu la soltaría y así no seré tan cruel contigo.- Dijo un muy seguro Alex -
-Alexandro Kranevitter -sonrie el intruso diciendo el nombre- Te devolveré a la chica, cuando me canse de ella. Quizá no te la devuelva viva, pero prometo al menos traerte su cabeza.
-Estas acabando con mi paciencia estúpido.
-Cierto, me tengo que ir ya. Vamos preciosa -Me empujó hacia la ventana-
Se escuchó unos cuantos golpes,y de repente un disparo.
-Cojan a Addeline, yo me ocuparé de este cabrón.
Unos brazos me alzan y comienzo a patalear.
-¡Alexandro! ¡Por favor no! ¡No me dejes sola! -Exclamé al borde de un ataque de ansiedad -
Alex al escuchar eso, vino hacia a mi y me alzó con sus brazos.
-Esta bien preciosa, pero no te asustes con lo que vas a ver.
•••
Bajamos por unas escaleras algo estrechas. Las paredes no estaban pintadas, todo era puro ladrillo con cemento.
Alex aun me sostenía en sus brazos. Otros dos hombres llevaban al imbécil que entró arrastras.
-Dejenlo en la primera habitación que vean. -Ordena Alexandro-
Los
dos hombres le hacen caso y entran en una habitación donde la humedad es visible.
Otro hombre al que no pude apreciar al bajar,entra en la habitación dejando en una mesa una mochila de deporte.
Alex me baja de sus brazos y me señala una silla al lado de la mesa.
-Addeline esto que vas a apreciar, no puede salir de aquí. Si acepté en traerte fue porque estas asustada. Pero con esto te asustarás más.
Asiento y Alex mira la bolsa de deporte.
-Bien, empezemos. -Se acerca a la mochila y saca un ¿martillo?- Dime tu nombre capullo. -Exigió al intruso-
-Capullo
-¡MEK! Respuesta equivocada -Con el martillo le da en los dedos de la mano izquierda, quebrándolos -
El sujeto empieza a gritar y a quejarse.
-Dime cual es tu nombre. -volvió a preguntar Alex-
-Evan -Responde aún quejándose por sus dedos-
-¿Que buscabas aquí, Evan? -Pregunta Alex dando vueltas alrededor de Evan-
-Follar contigo te aseguro que no -Rió Evan-
-¡MEK! No aprendes capullo. -Alex le da con el martillo en las rodillas con fuerza dislocándolas -
Evan empieza a gritar maldiciendo a Alex.
-Amigo mío, estas acabando con mi paciencia. Dime lo que quiero saber y te dejaré.
-Alexandro Kranevitter ¿dejando ir a alguien? Esta guarra te hace más blando -Evan comienza a reírse-
Alex me mira y rápidamente se acerca a mi, mejor dicho a la bolsa de deporte, de donde saca una pistola.
-Dime lo que sabes -Le apunta Alex- Acabemos con esto ya.
-Solo le diré algo a Addeline. -Me mira Evan- Acercate, no te puedo morder...aún.
-Addeline no te muevas. Y tu capullo suelta lo que tengas que soltar.
-Todo el mundo esta buscando a Addeline, deberías tener más seguridad o te quedarás sin esposa.
-¿Qué estas hablando Evan? -Preguntó Alex-
-Su nombre empieza por J, y acaba en hon
-No me hagas reír, ese tío es un gilipollas que no entiende que el rey soy yo.
-Alexandro,Alexandro... ¿Serás igual de ingenuo que tu padre?
Alex al escuchar eso, se abalanzó a Evan tirando la silla donde este último estaba. Comenzó a pegarle como si un saco de boxeo fuera.
- ¡Alex por favor! ¡Alex! -Me levanté para intentar agarrarlo y que deje de pegarle- ¡Lo vas a matar! ¡Alex por lo que más quieras!
Alexandro me hizo caso y se alejó de Evan. Comenzó a dar vueltas alrededor de un Evan magullado y desangrándose.
-Verás a tu jefe en el infierno.
Agarró la silla donde Evan estaba agarrado y la puso de pie.
-¿Tus últimas palabras capullo?
-Que te follen Alexandro Kranevitter
Alex le pegó un tiro en la pierna izquierda
-Conmigo no se juega desgraciado, todo el mundo lo sabe.
-Yo si jugué contigo Alexandro.
Le volvió a tirar otro tiro pero en la pierna derecha.
-Me estoy cansando de ti Evan, no dices nada interesante.
-Matame de una vez entonces. -Respondió Evan-
Le pegó dos tiros, uno en el brazo derecho y otro en el brazo izquierdo.
-Prefiero verte morirte desangrado.
-Como murió tu padre ¿Verdad? Tu padre murió desangrandose en una casa de mala muerte, y así es como morirás tu.
-Saludame a mi padre en el infierno capullo.
Y un último disparó sonó, justo dándole en el centro de la cabeza de Evan.
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VIII. Ayuda
El cuerpo sin vida de Evan seguía enfrente mía. Las lágrimas no tardaron en salir. Alex seguía parado enfrente del cadáver, mirándolo, observándolo.
Alex se acerca a mi con unos ojos llenos de arrepentimiento y me alza con sus brazos, subiendo así las estrechas escaleras de ladrillo y cemento.
Avanza hasta llegar al salón donde un grupo de hombres están sentados alrededor de la diminuta mesa de cristal.
Alex se sienta en el sillón vacío que queda, dejándome en sus piernas.
-¿Cómo cojones pudo entrar con la seguridad que hay? -Empezó hablando Alexandro-
-Creemos que manipuló las cámaras. -Siguió un hombre con gafas- Alexandro sabes que esto nunca había ocurrido
-Sé que no había ocurrido nunca, Norman. Pero por eso quiero saber que ocurrió. -Respondió Alexandro- Ahora chicos, no es mi vida la que esta en riesgo, es la de Addeline.
-Que por cierto no debería estar aquí, Alexandro -Habló Chris- Addeline no te queremos asustar.
-N-no se p-preocupen por m-mi -Tartamudeé-
-Si dejé que estuviera aquí fue para que no se quedara sola -Murmuró Alexandro -
Toda la sala quedó en silencio. Unos a otros mirándose buscando alguna solución.
-Tenemos que llamar a alguien, nosotros solos no vamos a poder con la guerra que esta empezando con Jhon -Exclamó Dan-
-No me gusta pedir ayuda a nadie, lo sabes Dan -Respondió frustrado Alex-
-Tu mismo has dicho que no era tu vida la que estaba en juego, es la de Addeline.
-Tienes razón Dan. Dejenme un minuto que piense lo que vamos a hacer.
Una vez más, la sala quedó en
un silencio absoluto.
Mis ojos no descansaban, miré hacia un lado y después hacia el otro.
Había como 30 hombres esperando las órdenes de Alexandro.
Algunos de ellos tenían algunos tipos de pistolas en sus brazos cosa que me ponía más nerviosa aún.
-Habrán cuatro hombres en la entrada, otros cuatro dando vueltas en la casa. Otros dos en cada entrada y salida, contando el piso de abajo. Addeline dormirá conmigo, en la puerta se pondrán dos hombres. Los demás vigilan la casa. No quiero que Addeline este sola jamás ¿Entendieron? -Habló rápidamente Alexandro- Mañana en la mañana llamaré a Eugen, no me queda de otra.
Los hombres empezaron a murmurar y a mirar a Alexandro con una cara algo rara que no pude descifrar.
-Dejen de murmurar y ponganse en los sitios que dije para eso os pago. -Exclamó enfadado Alexandro-
Al decir eso los hombres fueron dispersándose por la casa, algunos de ellos se fue afuera y otros continuaron en la sala.
-Espero que no te moleste dormir conmigo,Addeline.
Alexandro volvió a alzarme con sus brazos y comenzó a subir las escaleras.
Me pregunto como puede estar alzándome como si no pesara nada.
Al llegar a una puerta, Alexandro me baja y saca de su bolsillo trasero del pantalón, una pequeña llave.
Abre la puerta y deja que primero pase yo.
-Ponte cómoda, son las 4 de la mañana quizás aún podríamos dormir un rato.
Alex comenzó a desvestirse, quedándose con un sólo bóxer.
-Tengo que ir a por mi pijama..-Comenté algo
tímida -
-No te preocupes, ya será mañana.
Rebusca en su armario algo de ropa y me lanza una camiseta de mangas cortas con un pantalón de deporte.
-¿No era que a las mujeres les gusta dormir con la ropa de su novio?
-Pero tu no eres mi novio -Respondí extrañada-
-Por ahora cariño, por ahora.. -Me respondió con una sonrisa-
Entro en su gran baño para poder cambiarme. Al ponérmelo me miro al espejo.
Tengo unas ojeras muy grandes, parece que tengo años de más. La ropa de Alex me da calor, huele a él y es lo que más me gusta.
Salgo del cuarto de baño y me encuentro a Alexandro sentado en el principio de la cama pegado a su móvil, buscando o revisando su móvil.
-¿Te queda bien? -Preguntó sin mirarme-
-Solo algo grande, pero está bien. -Respondí metiéndome en la cama-
-¿Te encuentras bien?-me miró a los ojos- No fue bonito lo que tuviste que presenciar.
-Dentro de cinco días me iré, esto quedará en el olvido -Respondí mirando un punto fijo-
-Siento decepcionarte Addeline. Pero me temo que no podrás salir de aquí en un largo tiempo.
Algo dentro de mi se rompió. Yo sólo quería volver a casa con mi trabajo y con mi vida perfecta.
Alexandro se acomoda a mi lado dándome la espalda.
-Entiendo que estés enojada, pero sólo me preocupo por ti.
-Que te quede bien claro -Recalqué- No voy a tener más remedio que quedarme aquí, vale. Pero no seré una puta más en tu lista ¿Entendiste? No quiero que me toques, y que hablemos lo justo y necesario.
-Nena...aquí las órdenes las doy yo ¿Entiendes tu?
-No soy ninguna perra para acatar tus órdenes. Si quieres decidir por alguien que sea por tus lame culos.
Alex se levanta de golpe abriendo la puerta con mucha fuerza.
Al abrir la puerta, entró Roan.
Mi pequeño cachorro estaba llorando detrás de la puerta porque nadie le abría.
-El tiempo que me quede aquí, lo pasaré contigo pequeño.
Roan se acomodó a mi lado, debajo de las mantas.
Y así me dormí.
Narra Alexandro
Salí de la habitación hiperventilando del enfado que tenía encima.
No sólo me recordaron a mi padre hoy, si no que también Addeline tuvo un vómito verbal de mierda.
Me dirijo al gimnasio donde podré descargar toda la mierda que tengo encima.
Me jode que Addeline me trate como un delincuente. Vale a lo mejor si lo soy, pero sólo lo hago para protegerla.
Es una niñata caprichosa, su padre le habrá dado de todo.
Si supieras Addeline, de lo que me estoy acordando de tus muertos..
Empiezo a pegarle al saco de boxeo sin guantes como siempre hago cuando estoy enfadado.
Me sorprende que con lo que a presenciado hoy esté tan tranquila.
La primera vez que maté a alguien estuve semanas recordando su cara.
Me estoy haciendo los nudillos mierda, pero aún así continuo pegándole al saco.
No se cuanto tiempo llevo pegándole al saco, sólo sé que ha amanecido y que mis nudillos están llenos de
sangre.
-Es hora de que hagas la llamada Alexandro. -Me dice Dan desde la puerta del gimnasio -
Paro de pegarle al saco de boxeo y me acerco a Dan.
-Tienes los nudillos un poco rojos -Dijo Dan sarcástico - Llamaré a Chris para que te cure eso.
Dan da media vuelta y se va a buscar a Chris.
Me paso una toalla por mi cuello y mi cara llenos de sudor.
La toalla se mancha un poco de mi sangre pero no le tomó importancia y voy a mi cuarto a ducharme.
Al llegar a la puerta me encuentro a dos de mis guardias vigilando la puerta. Me asienten con la cabeza y dejan que pase.
Cuando entro un olor a Addeline me golpea la nariz. Me acerco un poco a la cama y la veo.
Tiene los labios entre-abiertos,le subo la manta que al moverse en la noche se le a bajado y la observo un rato más.
Roan comienza a gruñirme para que deje a su dueña en paz, yo sólo lo acaricio y este me muerde.
-Eres un capullo, yo te traje aquí.
Sólo recibo de su parte otro gruñido.
Después de ducharme, entro a mi oficina donde Dan y Chris me esperan.
-Hermano, te voy a curar eso.
Dejó que Chris me cure los nudillos mientras miro algunas de las entregas de droga que se tuvieron que hacer y no se hicieron.
-¿Por qué cojones sale aquí la entrega de Jhon? Supuestamente no se hizo.
-Hablé con nuestros chicos, ellos aseguran haberla hecho. No se que pasa pero aquí algo falla Alexandro -Exclamó Dan-
-Pasame el teléfono, es hora.-Le pedí a Dan-
Dan me deja el teléfono en la mesa y se retira con Chris, dejándome sólo.
Miro los números con desconfianza.
Eugen era uno de los traficantes más prestigiados de España, tuvimos algún que otro negocio. Siempre fue cortés y amigable conmigo. Pero aún no tenía confianza con él.
Marco los números correspondientes y espero a que coja la llamada.
-¿Hola? -habló una voz a través del teléfono -
-¿Hablo con Eugen Velasco? -Pregunté extrañado-
-El mismo, ¿con quien tengo el placer de hablar? -Pude distinguir como sonreía -
-Alex Kranevitter.
=================
IX. El invitado especial
Narra Addeline
Abro mis ojos y lo primero que puedo apreciar es a mi cachorro durmiendo aún.
El cuarto sigue vacío desde que Alexandro se fue.
No es mi culpa que tenga enemigos de mierda y que me quieran matar. Imbécil. Se cree que iba a ser una zorra más de su lista.
Una canción que creo que estaba en español, comenzó a sonar por toda la casa. Despertando así a mi cachorro que me lamió la cara.
La curiosidad por ver quien puso esa canción me ganó.
Salgo por la puerta y los dos guardias estaban riendo, al verme a mi se vuelven a poner serios.
-¿A dónde va señorita? -me pregunta uno-
-Iré a ver quien puso esa canción.
Sin esperar una respuesta, me doy la media vuelta y bajo las escaleras.
Al llegar al salón me encuentro una escena muy cómica.
Un hombre al que no conozco, esta subido encima de la pequeña mesa de cristal -que no entiendo como puede aguantar el peso- bailando y cantando la canción.
Alrededor hay hombres riendo y tirando dinero como si aquel hombre fuera un stripper.
- DALE,POSA ¡ SELFIE ! -Cantó el hombre de la mesa-
Mi risa se escuchó por toda la casa, llamando la atención de toda la gente de la sala. El hombre al decir selfie, se paró en la mesa haciéndose la mujer.
El hombre al verme como reía, se bajó de la mesa y hizo un gesto con la mano que hizo que pararan la música.
-Hola
bella dama ¿Quién eres? -Me cogió mi mano derecha y dejó un beso en esta-
-Addeline Wetsh -Dije aún sonriendo-
-Perdona si la música te despertó, mis hombres querían divertirse después de 3 horas en avión. -Se quedó callado durante unos segundos - Perdona mi impertinencia, soy Eugen Velasco, de España.
-Encantada de conocerte Eugen -Le sonreí- ¿Por qué tus hombres te tiraban dinero?
-Es que soy su puto personal -Comencé a reírme y él a darse cuenta de su error rectificó - Acabamos de llegar y querían a unas putas, pero yo no conozco Italia, así que me ofrecí para bailar un rato
Los hombres empezaron a gritar como nenazas.
-Callense mierda,ahora vuelvo a la tarima.-Dijo un gracioso Eugen-
Escuchamos unos pasos algo fuertes de lo normal. Toda la sala estaba en silencio observando la puerta para ver quien era.
Y por esa puerta apareció Alexandro.
-Perdona Eugen por no haberte recibido -Se disculpó Alexandro-
-Nos estuvimos divirtiendo, no te preocupes -Comentó Eugen riéndose -
-Claro, poniendo la música a todo volumen y que cojan un micrófono que suena en toda la casa para cantar es divertirse. -Exclamo Alexandro frustrado -
-No te enojes Alexi, sólo buscábamos diversión. Ella se divirtió ¿verdad Addeline? -Me preguntó Eugen y yo sólo asentí -
-Bueno no importa.
Tenemos que hablar de negocios, acompañame a mi oficina por favor. -Le pidió Alexandro-
Eugen se despidió de mi y siguió a Alexandro hasta su oficina. Sin nada más que hacer, me subí a la habitación para ducharme.
Narra Alexandro
El camino hasta mi oficina fue silencioso.
Eugen era una persona muy cómica y a mi eso aveces me ponía nervioso.
No entiendo porqué tuvo que bajar Addeline.
-Acomodate Eugen -Le pedí- ¿Quieres beber algo?
-Un poco de agua estaría bien. La tarima cansa mucho.
Le sirvo un poco de agua en un vaso mientras que yo me sirvo un poco de whiskey
-¿No es demasiado temprano como para beber whiskey? -Me preguntó extrañado -
-No, no te preocupes. -Le contesté sentándome en mi cómoda silla.-
Saque unos cuantos papeles que estaban en los cajones de mi escritorio.
-Si te llamé y te pedí que vinieras rápido fue porque me están jodiendo vivo. -Empecé-
-Pude imaginármelo, y por eso estoy aquí. Me preocupé y nada más terminar la llamada, mandé a que prepararan el avión.
-Sí, tardaste sólo cuatro horas en venir. Muchas gracias por eso -Le agradecí-
-Ahora cuéntame que pasa -Me pidió-
-Conoces a Jhon Becó ¿Verdad?
-¿El dueño del pub?
-Sí -Le asentí - Cada mes me compra varias toneladas de drogas. Marihuana, cocaína...Tu sabes -Me asintió - Este último mes, estaba prevista esa entrega. Mis hombres aseguran que entregaron esa mercancía, pero Jhon Becó lo niega. Dice que nos pagó pero que nosotros no le dimos ni un gramo.
-Ve al grano Alexandro.
-Dan fue de compras con Addeline. No llegaron a ir a comprar.
-¿Dan murió? -Preguntó alarmado -
-¡No por dios! Persiguieron a Dan y a Addeline.
-Prosigue -Me pidió-
-Quiere a la chica. Comenzó una guerra conmigo por ella.
- ¿Por Addeline? - Me preguntó -
Asentí y se quedó callado durante unos segundos mirando fijamente uno de los papeles donde decía que la entrega si se había hecho.
-¿Qué tengo que hacer? -Me preguntó- Y... ¿Que recibo a cambio?
-No había pensado en que darte por tu ayuda..
-Viviremos aquí. Mis hombres y yo. Y cuando esto acabe, quiero que te vengas a España conmigo.
-Eso sonó muy gay Eugen -comencé a reírme- No seas capullo.
-Sé que llevas este negocio por tu padre, y yo quiero alejarte de esta mierda.
El padre de Eugen y el mío eran muy amigos. Se conocían desde jóvenes y siempre habían estado juntos. Eugen y yo también nos conocemos desde pequeños, pero él se marchó a España cuando teníamos trece años. Hace exactamente siete años. Hicimos varios negocios el allí y yo aquí. De mi punto de vista es normal que haya pedido toda confianza con él.
-No te lo pienses más amigo mio. En Ceuta estaremos bien.
-Esta bien.
Se levantó y me tendió la mano. Acababa de aceptar un trato que a lo mejor no era bueno, pero lo único que yo quería era salir vivo de esto y tener una vida normal y corriente.
Esto de ser mafioso ya me estaba cansando. Es verdad que más mujeres te caen como si fuera polvo, pero las mujeres de verdad ni se acercaban por miedo.
Después el dinero no era honrado, y eso aveces me molestaba.
Y lo peor aún, ser mafioso hacia que mi lado de violento aumentará más.
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X.Roan
Narra Addeline
Después de un baño muy relajante donde me tiré casi una hora reflexionando estaba tranquila y con fuerzas para continuar en esta mierda de situación.
Me puse unos pantalones que se pegaban a mis piernas y una camiseta algo holgada.
Salgo por la puerta y me dirijo al cuarto que estoy compartiendo con Alexandro, ya que mi pequeño cachorro está allí.
Al llegar los guardias como siempre me miran de arriba a abajo y me dejan pasar.
Agarro a Roan y vuelvo a salir por la puerta sin prestar atención a aquellos hombres que se hacen llamar guardias.
-Que bonito cachorro. ¿Es tuyo? -Me sorprendió Eugen-
-Si, se llama Roan
Eugen se acerca a mi y empieza a acariciar a Roan.
-Como es posible que el perro me gruña a mi, y no a ti. -Reconocí a Alexandro detrás de Eugen-
-Porque tu no te puedes considerar humano. Tu eres como un perro pero con distinta raza. -Atacó un Eugen riéndose -
-Serás imbécil Eugen -Por primera vez Alexandro rió con ganas- A ver si vas a ser tu al que le gustan los perros.
Alexandro comenzó a reírse mientras salía corriendo por las escaleras seguido de Eugen que iba tras él.
Bajo las escaleras viendo como Alex y Eugen pelean con unos
paragüas como si fueran espadas.
Sin tomar mucha cuenta en eso, camino hasta la puerta principal abriéndola.
-¿Dónde crees que vas? -Escuché como Alex se estaba acercando-
Me sentí pequeña. Como cuando mi madre me cerraba la puerta con llave para que no saliera al jardín a jugar.
-Quería ir a darle una vuelta a Roan -Lo enfrenté -Llevo cuatro días sin salir de esta casa. -Protesté -
Alexandro le hizo un gesto a Eugen que estaba tras él, este último volvió a hacer otro gesto a otro hombre que apareció de la nada.
En menos de cinco minutos había en la puerta cuatro todoterrenos llenos de hombres de Eugen y Alex.
-¿Quieres ir sola o quieres que vayamos nosotros? -Me preguntó Alex-
-¿¡SOLA!? ¿¡A ESO LE LLAMAS SALIR SOLA!? -Le señalé los cuatro coches-
-Addeline no me toques los cojones -Exclamó algo fuerte para mi gusto- O te vas o te quedas. Sin ellos no sales. Tu sabrás.
Enojada, muy enojada cogí una correa de perro que Alexandro le había comprado a Roan y me subí en el primer coche que pillé, poniendo al cachorro entre mis piernas.
Automáticamente, los hombres se subieron a los coches correspondientes. En el coche donde me subí, acabé con dos grandullones uno a cada lado, un copiloto y de piloto pude identificar a Chris.
-¿Dónde quieres ir
Addeline? - Me consultó Chris.
-Al primer parque que veas.
Chris comenzó a conducir el auto y al segundo tres coches más le seguían.
Estuvimos casi quince minutos en el coche hasta llegar a un bosque.
-Addeline aquí es mejor para Roan -Me dijo Chris -
Bajo del coche y como sombras, los hombres también lo hicieron.
Dejé a Roan suelto para que pudiera correr libremente ante mis ojos por el bosque.
Comencé a caminar detrás de Roan jugando con él.
-Señorita no se aleje -Me pidió un chico que no reconocí-
Roan se paró de golpe y comenzó a mirar a ambos lados atento. Comenzó a ladrar y salió disparado hacia alguna dirección.
Comencé a correr detrás de mi cachorro.
-¡ROAN! ¡Vuelve aquí! -El perro siguió como si nada-
Los grandullones también comenzaron a correr detrás mia y del perro.
Después de correr durante uno o dos minutos sin parar, mi pequeño travieso se paró de golpe haciéndome parar a mi también.
-¿Qué tal estas Addeline? Hace tiempo que no te veo...Te esconden muy bien.
Pude reconocer esa cara y esa voz por el que nos persiguió cuando íbamos a ir al centro comercial.
Por reflejos di pasos atrás mirándolo sin pestañear.
-Addeline no te escondas, no soy malo -Sonrió con unos dientes amarillentos-
Entra en la furgoneta conmigo y haz esto más fácil.
Eché un vistazo detrás de él. Había dos grandes furgonetas donde no paraban de salir unos hombres grandullones.
-Estas un poco flipado si piensas que voy a subir contigo capullo -Le contesté de mala gana y cogí a Roan-Si me permite, tengo mejores cosas que hacer que perder mi tiempo con un gilipollas como tú.
Pude escuchar a mis espaldas como Jhon estaba riendo, y también pude escuchar como unos disparos salían disparados a mi dirección.
Justo habían llegado los grandullones de Alex y Eugen, que al instante comenzaron a disparar para defenderme.
-¡Addeline vámonos! -Chris me agarró haciendo que se me cayera Roan de mis brazos-
Por instinto, me solté del agarre de Chris para ir tras mi cachorro que por el miedo de las balas salió disparado.
Cuando pude agarrarlo se escucharon varios disparos muy cerca de mi.
Chris me agarró el brazo con fuerza para sacarme de esa guerra de disparos.
Me empujó a uno de los coches que seguían aparcados como si nada y salió derrapando del bosque.
-¿Addeline estás bien? -Me preguntó Chris.
Quise responder pero las palabras no salían de mi garganta.
Miré hacia abajo donde mi cachorro temblaba, pero también vi una gran mancha roja que cubrió todo mi abdomen
Me levanté la camiseta dejando mi abdomen libre de telas.
Había recibido un disparo.
Chris miró por el espejo y me vió el abdomen lleno de sangre.
-¡No me jodas! ¡No me jodas joder! Addeline no cierres los ojos, quedate conmigo ¿vale? Ya vamos a llegar, no te vayas por favor -Me suplicó
Seguía sin poder hablar, las palabras no salían de mi garganta.
Quería decirle que estaba bien, que sólo era un rasguño pero las palabras no llegaban.
Miré hacia abajo y vi a mi cachorro.
Estaba temblando y lloraba acercándose a mi dándome pequeños besos.
Había dado mi vida por salvar a un perro. Irónico ¿Verdad?
Los ojos cada vez me pesaban más. Podía ver a un Chris sacudiéndome y gritandome pero no lo podía sentir,no lo podía escuchar.
Y todo se volvió negro.
FlashBack
Estos últimos dos días mi papá estaba muy triste. No salía de su oficina y si salía era para ver como yo estaba.
Siempre le preguntaba por mi mamá, él siempre evitaba el tema y se volvía a ir a la oficina.
Hoy, Sara me vistió con un vestido totalmente negro y me hizo dos pequeñas coletas.
Podía notar que Sara también esta triste. Sara es la mujer que hace unos platos de comida que están para chuparse los dedos.
Siempre se lo decía y ella se reía.
Mi papá me coge de la mano y me mete en un coche negro.
Como siempre hago, me pongo el cinturón y veo el hermoso paisaje.
Al llegar, mi papá me coge en brazos y comienza a andar entre paredes algo grandes llenas de flores.
Llegamos a una pared muy grande donde hay más flores que en las demás.
Hay mucha gente llorando y mirando las flores
¿Les pone triste ver flores de colores?
-A mamá le encantan esa flores - Le dije a mi padre.
A mi papá se le empezaron a caer gotas de la ojos, mordiéndose el labio para no llorar. Había heredado eso de él, mamá lo decía.
-Mamá no va a volver a venir princesa -Sollorizó mi papá -
-¿Se fue? ¿Nos abandonó? -Pregunté bajándome de sus brazos-
-Princesa, tu mamá se convirtió en un ángel. Está allí arriba -Me señaló el cielo-
-Pero yo quiero que esté aquí, conmigo.
-Algún día hermosa, algún día volveremos a estar los tres juntos.
Me acerqué a mi papá agarrándome a su pierna derecha, y lloré. Lloré por mi mamá que se convirtió en un hermoso ángel.
-Mamá tu y yo seremos los ángeles más hermosos del cielo,te lo prometo.
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XI. Conclusiones
Narra Alexandro
Pasamos toda a tarde jugando a la xbox, le gané y le volví a ganar a Dan. Este enojado salió del salón para dirigirse a la cocina.
-¿Quieren una cerveza? -Gritó Dan desde la cocina-
-Trae cuatro capullo -Volvió a gritar Carl-
Nos quedamos callados viendo como Eugen intentaba sabotear el partido con Dan, ya que este último se levantó a por las bebidas.
-Putos, ¿Por qué creéis que... -No llegó a terminar la pregunta- ¿Qué coño haces Eugen?
Eugen tenía la mirada en la televisión aún saboteando el partido. Cuando escuchó la voz de Dan se levantó cagando leches y corrió escaleras arriba. Dan nos lanzó las cervezas y la atrapamos en el aire.
- ¡Que sepas que gané el partido cabrón! -Gritó subiendo las escaleras-
Dan es una persona muy madura. Pero como un capullo fue trás él.
-Y pensaba yo que eras maduro Dan -Exclamé negando con la cabeza-
Los chicos comenzaron a reír cuando vieron a Eugen empapado de agua y trás él, Dan con un cubo azul.
-Me dijo que tenía sed -Exclamó riendo Dan -
-Eres un capullo, no puedo ni entrar a un baño ¡sin que este tío se meta!
-Me
estas dejando como un gay imbécil - un muy enojado Dan se sentó a mi izquierda
-Ya,basta. Cambiemos de tema -Propuso Carl
Eugen se sentó a mi derecha aún mirando a Dan con cara de perros.
-Cuando venía para acá, os iba a preguntar algo -Empezó Dan
-¿Y? - Le ayudó Wily-
-¿Por qué creéis que Jhon va detrás de Addeline? -Preguntó Dan
Nos quedamos en silencio mirándonos unos a otros. Era una pregunta bastante difícil.
Es verdad que desde antes me andaba buscando pero a mi no a ninguna mujer de mi alrededor.
-Yo pienso que se a obsesionado con ella. Seamos sinceros, está buena. -Miré mal a Carl y esté trago en seco-
-Lo más seguro es que necesite una buena follada -Comenzó a reír Wily-
El único que no reía era Eugen.
-¿Eugen qué pasa? -Le pregunté -
-No es por asustaros chicos. Pero yo creo que detrás hay mucho más de lo que sabemos. Es mucha casualidad que el pedido de droga por sorpresa no se hiciera, justo cuando Alexandro trajo a Addeline.
Nos quedamos todos en silencio para que Eugen siguiera.
-De una forma, Jhon Becó se enteró de que traías a Addeline. No sé como, pero lo
supo. Este quiere a Addeline para prostituirla, lo sabemos. Pero... ¿Por qué no otra mujer? Aquí hay gato encerrado ¿No creéis?
-Tienes toda la razón del mundo..-Comentó Dan pensativo-
Escuchamos un motor y unos cuantos derrapes que no eran normal. Nos levantamos de golpe y cogimos nuestras armas saliendo por la puerta principal.
-¡Alex! ¡Alex!
Alguien me llamaba y pude ver como Chris salía del asiento de piloto para abrir la puerta trasera.
Cuando abrió la puerta mi ojos se abrieron como platos. Me pase las manos por los ojos y seguía viendo lo mismo.
Una Addeline llena de sangre, y en sus brazos a Roan quejándose porque su dueña no se despertaba.
Aparte a todos de un empujón y me abalancé a coger a Addeline para subirla a la habitación.
-Ahora me vas a contar que cojones a pasado. -Le susurré enojado a Chris- Llamen a Ed ¡Rápido!
Eugen, Dan y Wily seguían en el mismo sitio viendo como yo me llevaba a Addeline hasta la habitación.
Al llegar empujé a los guardias y dejé a Addeline en la cama. Le quité la camiseta y pude ver el agujero de una bala en su abdomen lleno de sangre.
-Joder ¡Joder! -Le pateé a mi escritorio - ¡Esto no puede estar pasando!
-Señor Kranevitter, si pudiera dejarme a solas con la nueva paciente
-Me pidió Ed-
-Claro Ed...Si necesitas algo no más grita,estaré detrás de la puerta. Cuidala por favor.
Me retiré y cerré la puerta.
Eugen y Chris venían corriendo hacía a mi con una cara descompuesta.
-¿Esta bien? - me preguntó Eugen y negue con la cabeza -
-Vamos a mi oficina.
Comencé a andar hasta mi oficina con Eugen y Chris detrás. Al llegar hago que pasen primero y al pasar cierro la puerta.
-Chris -Le presioné para que comenzará a hablar-
Este tragó saliva y se sentó en uno de los sillones que estaban enfrente del balcón.
-Todo iba bien hasta que Roan comenzó a correr como si la vida le dependiera de ello. Todos seguimos al perro, sobretodo Addeline -negó con la cabeza- Addeline fue más rápida que nosotros y llegó antes, cuando llegamos nosotros sólo pudimos ver como Jhon sonreía y comenzaron los disparos. -Cerró los ojos - La agarré para llevármela al coche y así huir, pero Roan se le cayó de los brazos y ella fue a por él. Creo que hay fue cuando la dispararon. -Abrió los ojos- Al llegar al coche le pregunté que si estaba bien. No me respondía y mire por el espejo. Sólo pude ver una mancha de sangre y comencé a gritarle. Después de eso se le cerraron los ojos.
Nos quedamos en silencio mirando a Chris.
La furia me crecía por dentro, la adrenalina cada vez era mayor por matar a aquel hijo de puta.
-Lo hizo por salvar a un puto perro -Negó Eugen- Que locura
-Esta mujer es mi puta ruina -Sin darme cuenta estaba pateándole a uno de los sillones vacíos - ¿¡NO VA A PODER SALIR NUNCA SOLA O QUÉ!? ¡MALDITO HIJO DE PUTA!
-Alex calmate -me pidió Eugen - Al parecer este cabrón nos tiene muy vigilados
-¿¡No me jodas!? ¿¡Ahora te das cuenta!?
-Calmate Alex, peleando conmigo no se va a salvar Addeline. ¿Como viste su herida?
-Mal, sangraba mucho -Miré mis pies- Esto no puede estar pasando...
-Alexandro -Me llamó Chris- Creo que hay un traidor.
-¿Cómo?
-Addeline me pidió que la llevara al primer parque que encontrase. Yo por seguridad la quise llevar a un bosque donde no pasa nadie. A los quince minutos de estar allí fue cuando ocurrió.
-Y quince minutos es lo que se tarda de aquí al bosque -Concluí yo-
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¡Hola señoritas y señoritos!
Nunca hice una nota, y en realidad es poco lo que tengo que decir.
¡En estos dos últimos días a subido muchísimo las visitas!
Sólo quería agradecer.
Y aún que seamos poquitos, por algo se empieza ♥
Muchas gracias ♥
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XII. La Pelea.
Narra Alexandro
Después de una charla con todos los guardias que tanto Eugen como yo contratamos, me paseé por la mansión hasta llegar al cuarto que compartía con Addeline.
Eduardo -un médico de confianza que contratamos - desde que entró a la habitación no había salido.
Todos estábamos preocupados por Addeline. Roan no paraba de ladrarle a la puerta para que le abrieran y Dan se lo tuvo que llevar.
Ninguno queríamos molestar a Eduardo por si estaba haciéndole una pequeña operación, y por eso nos apartamos de la puerta.
La puerta que estaba enfrente mía se abrió dejando ver a un Eduardo muy cansado y con ojeras.
Este me abrazó y negó con la cabeza.
-Hice lo que pude Alex, no sé si sobrevivirá -Siguió negando con la cabeza- La bala le dió en el estómago, perdió mucha sangre. Que viva es un milagro.
Cerré mis ojos. Cerré mis puños con mucha fuerza. Quise pegarle a la pared pero Eduardo me agarró la mano a tiempo.
-Es una broma capullo, esta en perfectas condiciones. Bueno,no tanto. -Suelta una carcajada y me palmea el hombro -Me han pagado por hacerte la broma, lo siento amigo.
-Hijo de puta -suspiré- ¿Cómo está?
-Bien, en realidad mejor de lo que pensé. Pero sigue siendo un disparo. Tiene que estar en reposo hasta que la herida se vaya cerrando. También tendrás
que comprar unos calmantes.
Asentí con la cabeza y Eduardo se retiró dejándome sólo en el pasillo. Entro en la habitación y me encuentro una Addeline pálida y con los ojos cerrados.
Saco mi celular y llamó a Dan.
-Imbécil, manda a la Ruth a que cambie y bañe a Addeline, faltará poco para que se despierte.
-A sus órdenes señor capullo -Suelta una carcajada -¿Te gustó la broma?
-Fuiste tu desgraciado -Sonreí - Que sea la última vez o sabrás las consecuencias de tocarme los huevos.
-Relaja los puños campeón -Escuché murmullos detrás - Jefe, esta noche tenemos una fiesta en la casa, ve preparándote para la fiesta de tu vida.
Colgé la llamada sin querer saber nada mas. Me acerco a Addeline que sigue con los ojos cerrados.
Tiene algunos arañazos en la cara ya curados. Está pálida, totalmente normal por la sangre que perdió.
Empezó a abrir los ojos poco a poco y me alejé un poco para que no se asustara.
-¿Dónde estoy? -Habló con una voz rasposa
-Addeline no te muevas. Estas en casa. Recibiste un tiro en el abdomen -Me acerqué- ¿Quiéres algo?
-Agua -Me pidió con algo de esfuerzo- quiero ver a Roan.
Salí corriendo por la puerta para buscar un vaso de agua y al maldito cachorro.
-¿Despertó? -Me chilló Eugen desde el salón -
-¡Sí! ¡Lleva a Roan a la habitación -Le grité subiendo las escaleras-
Addeline se bebió el vaso de agua de un sorbo. Eugen tocó en la puerta y entró con Roan en brazos. El cachorro saltó de los brazos de Eugen para irse con su dueña.
-Addeline
-La llamé- ¿Puedes decirnos que pasó?
-No sé -se quedó pensando unos minutos - Solo recuerdo como el hombre que nos persiguió a Dan y a mi sonreía.
-Bueno sólo descansa Addeline. -Dí media vuelta para irme
-Alex, me gustaría llamar a mi padre -Me pidió-
Yo sólo asentí dándole mi teléfono y saliendo por la puerta.
Narra Addeline
Eugen sólo me sonrió y susurró un 'Cuidate' y salió tras Alex.
Desbloquee el móvil de Alex. No tenía patrón ni contraseña pero tampoco es que tuviera muchas cosas.
Marqué el número de mi padre, soltaron varios pitidos hasta que mi padre lo cogió.
-¿Hola? Habla Rand Smith -hizo una breve pausa- ¿Con quién hablo?
-Papá soy yo -Solté un gran suspiro- ¿Cómo estas?
-¡Addeline! Bien ¿y tu princesa mia? ¿Te están tratando bien? Ya falta poco para que vuelvas.
-Papá al parecer me tendré que quedar más tiempo aquí del previsto -Se me hizo un nudo en la garganta- Me tratan como una princesa, por eso no te preocupes.
Y era verdad. Alex me trataba como una princesa SÓLO cuando estaba de buen humor y no era tan infantil.
-¿Cómo va la asociación? -Le pregunté
-
-Alice no para de preguntar por ti. Todos te echamos de menos -escuché como soltaba un suspiro - La asociación va muy bien. Se sigue investigando tu sabes hija.
-Esta bien papá, debo irme.
-Adiós hermosa, te amo.
-Y yo también papá.
✖✖✖✖✖✖✖✖✖✖✖✖✖✖
Me pasé toda la tarde durmiendo hasta que se empezó a escuchar mucho jaleo. Una chica llamada Ruth me ayudó a ducharme y a vestirme para después volver a acostarme.
Estoy cansada de ver tantas películas y tantas series. Me duele un poco del abdomen y viendo esa mierda no hace que me entretenga.
Alexandro no vino en toda la tarde para ver como estaba. Ni se preocupó por mi.
Nadie pasó por esa puerta para saber como estoy, a excepción de Ruth que vino a ayudarme.
Me puse unas unas all stars que estaban a mi derecha y salí por la puerta.
Seguían los guardias y me jodieron un poco con que no tenía que salir.
Les mentí un poco y les dije que tenía que ir al baño de mi antigua habitación por cosas de mujeres.
Baje por las escaleras parándome ya que me comenzaba a doler el abdomen. Cada paso que daba se escuchaba más ruido.Al llegar fui a la cocina a por un vaso de agua y con él fui al salón.
Muchas chicas ligeras de ropa se encontraban encima de alguno de los amigos de Alex, mientras que este jugaba al póquer con una mujer en sus piernas.
-¡Addeline! ¿Que haces aquí? -Me preguntó Dan acercándose -
-Solo paseaba, me cansé de estar en el cuarto -Le contesté sacándole una sonrisa-
-¡Bienvenida a la fiesta! -Me abrazó- Deberías estar descansando, como se entere Alexandro de que estas aquí...
-No te preocupes, soy bastante mayor -Susurré algo molesta-
Nos quedamos callados mirando como la gente bebía, fumaba y metía mano a las fulanas.
-¡Quita maldito chucho!
Mi cabeza giró hasta el sitio donde estaba la mujer en las piernas de Alex. Me acerqué para coger a mi cachorro y así llevármelo
-No vuelvas a dejar a tu maldito chucho suelto, criada -Me gritó la mujer-
-¿¡Pero que te pasa imbécil!? Vuelve a llamar chucho a mi perro y te la verás conmigo.
La música paró y todo el mundo nos observaba a mi y a la puta.
-Chu-cho -Me dijo con burla-
Toda mi paciencia se fue a la mierda.
No sólo tenía que soportar a un inmaduro de mierda que no sabía lo que quería en la vida, si no que también tenía que aguantar a las putas que traía a la casa.
Me abalancé a ella agarrándole de los pelos. Me subí encima de ella y comencé a darle puñetazos mientras ella intentaba arañarme.
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XIII. Rubia.
Narra Addeline
Mis manos agarraron el pelo de la mujer arrancando así un mechón de pelo rubio. Mi contrincante se limitaba a intentar arañarme con sus uñas en mis brazos.
Le di un golpe que fue directo a su nariz, haciendo que se formara una mancha de sangre bastante grande en su cara.
Ella como venganza me propinó una patada con su rodilla derecha a mi abdomen dolorido.
Sentí como me separaban de ella de golpe, pero antes de que eso ocurriera le lancé una patada a su boca que hizo que empezara a sangrar.
-¡Addeline ya basta! -Alex agarró a la rubia poniéndola detrás suya- ¿¡En que coño estabas pensando!? ¿¡Te volviste loca!?
Forcejeé para intentar liberarme de los brazos del tipo que me agarraba.
-Tranquila tigresa, no estas en condiciones -Murmuró con burla Eugen-
La rubia empezó a pegarle a Alex para que le dejara pasar ante mi
-¡SUJETAME SI NO QUIERES QUE LA TERMINE DE REMATAR!
Todo lo que estaba a mi alrededor se esfumó dejando a la rubia en mi punto de mira.
-¿¡REMATARME!? ¿¡QUE TE PASA PERRA!? ¿NO TE LLEVARON A PASEAR HOY? -Seguí intentando escabullirme pero sólo hacia que Eugen aumentara el agarre-
-¿Y TU MALDITA ZORRA? ¿¡CON CUANTOS TE HAS ACOSTADO YA!? Estas paredes son de papel,zorra. Por hay van contando que la chupas muy bien. -Dijo burlándose -
Mi
paciencia se agotó. Doblé mi codo dándole un codazo en el estómago a Eugen que rápidamente se lo agarró.
Avancé hasta la rubia pasando por el lado de Alex rápidamente y la cogí de los pelos.
-¿Asi que estas paredes son de papel no,bonita? -Hablé cínicamente -
Alex intento agarrarme pero le propiné una patada en sus partes íntimas, haciendo así que se cayera al lado de Eugen quejándose.
Avancé hasta la mesa pequeña del salón.
-Quiero que repitas esto ¿Esta bien? -No me respondió y proseguí- 'Soy una rubia que le gusta meterse en asuntos que no son míos, aparte de que soy una grandísima puta' -Le apreté el agarre del pelo- ¡Repi ntelo!
-Eres un puta. -Contestó con burla-
Baje su cabeza hasta la mesa haciendo que se diera un gran golpe
-Repitelo, la próxima vez no seré tan generosa.
-Eres una maldita zorra.
Le eché la cabeza abajo haciendo que su cabeza chocara una vez más con la mesa con la diferencia de que ella comenzó a sangrar.
La solté y cayó en el suelo. Comencé a darle patadas en el abdomen hasta que me cansé.
-Esto es lo mínimo que te mereces zorra -Le escupí- Que sea la última vez que te veo en esta casa mientras yo este.
Eugen y Alex se levantaron del suelo aún doloridos y me agarró uno de ellos y otro fue a coger a la rubia.
-Addeline vamos
a la habitación -Me susurró-
Yo sólo asentí y Eugen empezó a tirar de mi para subir a las escaleras.
Desde la planta de arriba se podía escuchar como la zorra esa le lloraba a Alex. Sonreí cínicamente. Se lo merecía.
Al llegar a la habitación Eugen me dejó pasar primero por la puerta y cerró la puerta detrás de él.
-¿Qué cojones te pasa Addeline? Lo que hiciste abajo no tiene sentido alguno. -Me regañó frustrado -
-¿Qué pasa? ¿Sólo os podéis divertir vosotros? -Le dije caminando de un lado hacia otro -
-No Addeline, pero acabas de pegar a una mujer que no te hizo nada -Gritó-
-¿¡Qué coño te pasa a ti también!? ¡Ella también me pegó, yo sólo me defendí! ¡Me dijo que era una puta criada! ¿¡A ELLA NO LE DICES NADA!? -Chillé tirando una lámpara al suelo-
-Primero, rejalate. Segundo, ¡la has dejado destrozada! ¡No me sorprende que tenga que hacerse varias operaciones para arreglarse la cara-Comentó con enfado-
-Largate
-¿Qué?
-¡Que te vayas! ¡Joder!
Eugen se fue no antes de darme una mirada llena de tristeza.
Me regañan por salir, me regañan por defenderme. ¿¡Que les pasa!?
Se escuchó un gran golpe en la puerta. Al darme la vuelta encontré un Alexandro con los ojos algo oscuros y que si las miradas matasen, yo estaría bajo tierra.
-Lo que has echo no tiene perdón -No le dejé que terminara-
-¡Ah! Que ser un puto mafioso de mierda que va matando a gente para hacerse el chulo, si tiene perdón. ¡Que te jodan!
Alexandro se abalanzó
a mi golpeándome contra la pared por el movimiento
-A mi no me vuelvas a hablar asi en tu maldita vida ¿¡Oíste!? -Susurró entre dientes- Eres una niñata que le han dado todo en esta vida, pero conmigo no nena. Conmigo te equivocaste. Si estas en esta maldita casa es porque me ofrecieron muchísimo dinero por ti. Sólo eras un juego para mi. ¿Creías que eras importante? Yo nunca seré de una sola mujer estúpida. ¿Pero sabes lo que te digo? Fine del gioco bambina [*]
Mi mano derecha fue a parar a su mejilla izquierda. Alexandro ni se inmutó y sólo soltó una carcajada alejándose de mi.
-Eres un hijo de puta.
-Antes no te quejabas -Dijo con burla -
-Largate
Alexandro de dió la vuelta para irse sin morar atrás y cogió el pomo de la puerta.
-Prepara tus cosas nena, mañana irás donde mereces; Un prostíbulo.
Sin mirar hacía atrás, abrió la puerta y salió de la habitación dejándome sola.
Me acerqué a la puerta y la aseguré para que nadie entrara.
Sólo era un juego, está bien. Yo sólo seré un juego para ti mal nacido, pero me las vas a pagar.
Miré por toda la habitación buscando algo para poderme escapar. Rebusqué por cajones de Alexandro donde sólo había ropa.
Ninguna arma por esta mierda de habitación.
Me agaché para mirar debajo de la cama, donde sólo encontré una caja.
Abrí la caja y encontré lo que tanto necesitaba. Una Desert Eagle dorada muy parecida a la que Dan utilizó el día que John nos persiguió.
Fui al baño y me miré al espejo. Tenía sangre en la blusa. Sé de sobra que se me abrió la herida.
Me asomé a la pequeña ventana que daba al exterior.
Estaba en el segundo piso, pero tenía que hacer lo imposible para poder largarme de aquí.
▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪
Fine del gioco bambina: Se acabó el juego, nena
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¡Somos #150 en acción!
Es mucho, yo lo sé.
¡Pero no puedo evitar emocionarme!
¡Muchas gracias!
¡Me encanta la nueva portada! *-*
Muchas gracias por la portada LaliAlvarez8 ♥
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XIV. Mi oportunidad
Narra Addeline
Me desinfecte la herida dejándola al aire sin cubrirmela. Busqué entre toda la habitación una mochila o una bolsa para así poder guardar mis objetos más preciados.
Sólo pude encontrar una vieja bolsa de deporte negra, pero que igualmente me servía.
Comencé a meter lo más esencial para poder sobrevivir algunos días en la calle, algo de ropa y algunas cosas más.
Quizás Alexandro no quiera que salga de la habitación, pero si tengo que escaparme tengo que coger algo de comida y por supuesto a Roan que había desaparecido.
Al salir por la puerta seguían los grandullones tapando las esquinas de la puerta.
-Señorita hemos recibido órdenes de que no puede salir de aquí -Me dijo el castaño -
-Solo iré a coger unas cosas a mi antigua habitación, prometo que estaré en menos de cinco minutos aquí -Le prometí -
Los grandullones sólo asintieron y me dejaron marchar.
Baje sigilosamente por las escaleras para así poder llegar a la cocina más rápido.
Nada más llegar abrí la nevera sacando cosas y también de la despensa sacando algo de comida preparada.
Ahora faltaba Roan.
Escondí la bolsa llena de comida debajo de las escaleras para así poderla coger después.
Caminé hasta el salón
donde estaban todos sentados.
-¿Dónde esta mi perro? -Fui al grano-
Todos me miraron menos Alexandro que seguía mirando la televisión como si no existiera.
-Lo maté -Soltó Alex aún mirando la televisión
-¿Qué hiciste que maldito hijo de puta? -Me abalancé a él pero fueron rápidos esta vez y me agarraron -
-Llevenla al cuarto, no la soporto más -Dijo Alexandro con desdén -
Eugen y un chico más que desconocía tiraron de mi hasta las escaleras.
-Puedo subir sola,gracias.
Me soltaron y cuando subí las escaleras ellos se dieron la media vuelta para irse.
Aproveché y baje para coger la bolsa de comida.
Al ver a los dos grandullones tuve una idea.
Guarde la bolsa dentro de una habitación y me acerqué a ellos.
-Quiero a mi perro ¿Pueden traermelo?
-No podemos movernos de aquí -Respondió rudamente el rubio-
-Por favor, se va a morir si no le doy el medicamento -Comencé a llorar- No sé donde está y hace veinte horas que no tomó el medicamento. -Seguí insistiendo- Os prometo que no le diré a Alexandro, por favor.
Los grandullones al parecer les di pena y salieron corriendo a buscar al perro.
Rápidamente fui al cuarto donde guardé la bolsa de comida y entre en mi habitación escondiéndola
debajo de la cama.
Sólo me faltaba Roan y me iré de aquí.
A los cinco minutos mi pequeño cachorro entró por la puerta, uno de los grandullones me guiñó un ojo y cerró la puerta. Imbéciles
Roan se acercó a mi algo apenado. Sabe que aquí duraremos poco. Lo metí a bañar y así pase la tarde, jugando con mi bebé y alistando mi pequeña maleta.
Tengo un grave problema. Mi teléfono y tarjeta de crédito se lo quedó Alexandro porque decía que Jhon podía rastrearlos y encontrarme.
Con el poco dinero que tengo, necesito alquilar un sitio para poder dormir y en la mañana llamar a mi padre para que me mande dinero para así poder volver a California.
Esto se complicaba. Ni si quiera sé como salir de aquí.
Seguí rebuscando por los cajones y encontré una grabadora. Esto podía servirme.
Entré al cuarto de baño y empecé a grabar. Después de eso empecé a chillar como si me estuviera matando.
-¿Señorita está bien? -Gritó uno de los grandullones-
-Si, sólo me iba a caer de la bañera. ¡Lo siento!
El grandullón se fue cerrando la puerta y me quedé sola.
Esto iba a salir bien, yo lo sabía.
Tocaron en la puerta y rápidamente escondí a Roan en el cuarto de baño. Susurré un 'Pasa' y entró Eugen mirando al suelo.
-No tenía ni idea de que Alexandro mató a tu perro Addeline -Me mira cabizbajo-
-No importa, mañana me iré de aquí. Me mandará a un prostíbulo. Es el lugar que merezco según él.
-No es un mal tío, sólo espero que algún día lo perdones.
-Eso quisiera él.
Para mi esta muerto
Eugen sólo asintió y salió sin decir nada más.
Cerré la puerta con pestillo. Y me acosté en la gran cama. Faltaba poco para largase de aquí.
Son las cinco de la mañana. Comienza mi plan.
Guarde a mi pequeño cachorro enrollándolo en una pequeña manta en la bolsa deportiva.
Me vestí con una sudadera y unos pantalones deportivos y de zapatos me puse unas deportivas para hacer el menor ruido posible.
Comprobé que el pestillo de la habitación estaba cerrado y me adentré al cuarto de baño asegurando la puerta. Coloqué la grabadora en el váter y cogí la bolsa ya preparada.
Pesaba mucho pero aún así no me quejé y salí de la habitación no sin antes darle al Play en la grabadora.
Mis chillidos falsos comenzaron a sonar y poco después unos golpes en la puerta de la habitación.
Salí por la ventana del cuarto de baño subiéndome al techo de la mansión.
Miro hacia todos lados y veo como todos los guardias se adentran a la casa para saber que pasa en mi habitación. Estúpidos.
Cuando compruebo que no hay más,camino por el techo de la casa hasta encontrar un árbol que da justo al balcón de mi antigua habitación.
Me subo al árbol y comienzo a bajar.
Nada más tocar el suelo, toqueteo mis bolsillos traseros y sacó la Desert Eagle y comienzo a correr hasta el muro que me separa de la libertad.
-¡SE A ESCAPADO! ¡BUSQUENLA INÚTILES! -Escucho el grito de Alexandro-
Que te jodan imbécil.
Llego a la entrada de la mansión que consiste en una puerta electrónica. Subo poco a poco ya que es algo alta.
Comienzo a bajarla con cuidado.
-¡ADDELINE!
Me vieron, me vieron, me vieron...
Salté lo que me faltaba por bajar de la puerta provocando que me doblara el tobillo.
Empecé a correr como si mi vida dependiera de ello.
Sólo podía escuchar mi nombre cada vez más cerca.
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XV. Inesperado
Delante de mi aparece un hermoso bosque, llenos de árboles pero sobretodo muy oscuro. Sin pensármelo tres veces me adentre a él.
Mi herida del abdomen, duele mucho y soy consciente de que comenzó a sangrar desde que bajé de mal manera en la puerta eléctrica.
Sigo corriendo sin importarme el cansancio.
La bolsa pesa mucho y hace que mi cuerpo cada paso se hunda más.
No puedo permitir que me cojan, no de nuevo. Está bien que haya pagado mucho dinero por pasar una simple semana conmigo.
Pero me arrebató todo.
Si tuviera mi móvil en menos de veinticuatro horas estaría en California, riéndome de lo que me está pasando.
Me subo a un árbol para así despistar a los grandullones que me vienen persiguiendo desde que escapé.
Al principio me costó mucho por la herida, pero la desesperación hace mucho cuando estas en situaciones como esta.
Pasan algunos minutos y se va escuchando pasos. Me tenso inmediatamente.
Veo como se acercan y automáticamente escondo mi cara entre mis rodillas.
-¡Maldita sea! Alexandro nos va a matar -Alguien habla justo debajo mía-
-Se volvió loco -Uno que viene detrás suya se para- Volvamos, la chica ya se largó. No entiendo como puede ser tan rápida.
Los dos grandullones vuelven por donde habían venido y me permito respirar con tranquilidad.
Doy vueltas por esta ciudad tan grande. No sé donde estoy, totalmente perdida.
Mi ropa es un asco, está llena de barro y tiene algunos agujeros causados por las ramas de los árboles.
Nada
más salí del bosque saqué al pobre Roan de la bolsa. Este sólo me miró con la cabezita confundido y comenzó a andar.
Me siento en un parque para descansar sólo unos minutos. Roan comienza a dar vueltas por el banco queriendo seguir caminando.
El parque está oscuro, pero aún así no le temo.
Sé que es de madrugada, sólo hay gente borracha y algunos pandilleros dando vueltas por la calle de los que me alejaba por seguridad.
Se escuchan pasos y me tenso al momento.
Es imposible que Alexandro haya podido encontrarme tan rápido.
Pero sólo aparecen dos chicas algo pasadas de alcohol.
-¿Estas pérdida?-Pregunta una chica -
Se veía simpática, y yo sólo quería encontrar un sitio para dormir sin complicaciones.
-Si...Soy nueva en la ciudad, intento buscar un hotel barato -Le respondí-
-Puedes venir a nuestro apartamento, justo nos acabamos de mudar -Habla la otra chica algo mejor que la otra-
-No las conozco...
-Yo soy Angie Whost y la fea esta se llama Leonor Lattes -Se presenta con dos besos- Somos primas.
Angie tenía el pelo negro y alta mientras que Leonor era morena y baja.
-No lo pienses más y vente con nosotras. No es por nada, pero está apuntó de llover. -Eleonor agarra mi mano tirando de ella- No es por nada, pero va a llover dentro de poco y no me quiero mojar.
-¿Cuál es tu nombre? -Pregunta mirándome Angie-
-Addeline Wetsh -Respondo sonriendo - ¿Cómo es que hablan inglés?
-¡Nena por dios! Somos de New York, vinimos aquí a estudiar en
una universidad bilingüe. Dan las clases en inglés. Casi toda esta ciudad habla inglés -Dijo con Burla Leonor-
-¿En que ciudad estamos? -Pregunté desconcertada -
-Porto Fino hermosa -Sonrie Angie agarrándome del brazo- Es hora de marcharse.
Comienzan a caminar agarrándome de los brazos para que no pueda escapar. Roan no hecha cuenta de las chicas y me sigue sin rechistar.
Después de un rato caminando, llegamos a un edificio algo viejo pero muy bonito. Es de color beige con sin balcón pero con grandes ventanas.
Leonor abre la puerta del portal dejando ver a un hombre de unos cuarenta años casi dormido.
-Buenas noches señoritas -Saluda él-
-Buenas noches Bruno -Y se despidieron-
Cuando entramos en el ascensor es cuando se dieron cuenta de que un pequeño perro me seguía.
-¿De quién es este perro? -Pregunta Angie agarrando a Roan
-Es mio, se llama Roan -Lo acaricio y este sólo me lame-
-¡También se puede quedar! -Una entusiasmada Leonor sale del ascensor saltando-
Abre la puerta del apartamento que consta de tres habitaciones con un baño, un pequeño salón y una cocina abierta.
-Es pequeña, pero para los cuatro esta bien -Calcula Angie abriendo los brazos- Bienvenida a nuestra dulce casa Addeline. Si deseas puedes quedarte a vivir aquí pagando un pequeño alquiler, pero bueno ya se hablará mañana.
Angie se da media vuelta y se mete en una habitación y cierra de un golpe la puerta.
-Te enseñaré tu habitación -Vuelve a agarrar mi mano para tirarme hasta el cuarto-
No era muy grande,
pero era muy acogedor. Tiene un pequeño escritorio de cristal y una cama doble con sábanas blancas. Tiene un armario de dos puertas y dos cajones con rallas blancas y moradas.
-Es la ventana más grande del apartamento. A nosotras dos no nos gusta mucho las ventanas tan grandes, por eso dejamos esta libre -Explica Leonor-
-Muchas gracias, son muy amables -Le miré agradecida -
-No te preocupes por eso. Si nos acercamos a ti es por que te vimos sangrando y llevas un poco rota la ropa, sólo nos preocupamos -Se sincera- Ya nos contarás el porqué estas sangrando en el abdomen y espero que no sea por un novio. Angie y yo le tenemos trauma a eso. Algún día te contaremos -Habla tan rápidamente que apenas pude enterarme de la mitad -
-Esta bien -Respondo y dejo mi pequeña bolsa encima de la cama-
-Buenas noches Addeline, si necesitas algo estaremos en las habitaciones de enfrente.
Se despide con la mano y cierra la puerta dejándome sola en la habitación.
Me desnudo y me pongo el pijama calentito que logré coger. Roan ya está encima de la cama esperándome para dormir conmigo.
Me hago una coleta peinandome con mis dedos y me acomodo en la cama tapándome con las sábanas.
Roan me lame la cara y baja hasta quedar por debajo de las sábanas.
Fue un día muy duro, sólo espero que un poco de tranquilidad llegue a mi vida.
Los ojos me pesaban, mi cuerpo palpitaba por el sobre esfuerzo de hoy y quedé totalmente dormida
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¡Cambié la sipnosis!
No estaba muy elaborada y ni aún me convence.
Pero por ahora la dejaré así hasta nuevo aviso.
Veo que hay muchas visitas, pero pocos votos.
Si llegamos a diez votos subiré un capítulo mañana mismo.
¡También quiero comentarios por favor!
#136 en Acción
¡Muchas gracias!
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XVI. ¡Trabajo!
Narra Addeline
Estuve toda la mañana lavando ropa y hablando con las chicas.
Me habían alquilado la habitación por poco dinero, ya que sabían que yo no tenía mucho.
También quieren que su jefe me contrate como camarera en su pequeña cafetería - bar. Y aunque no fuera el mejor trabajo del mundo,necesitaba el poco dinero que me proporcionaba.
Después de insistirle al pobre hombre, me concedió el trabajo al menos hasta que consiguiera algo de dinero.
La cafetería - bar constaba de una barra y seis mesas, no había más.
Pero el problema es que iba mucha gente, sobretodo adolescentes.
Me puse el uniforme que constaba de una camiseta negra con el logotipo y unos leggins.
Pasé toda la tarde sirviendo mesas de un lado para otro, con algunas miradas obscenas y sobretodo algún que otro atrevido.
Estamos a punto de cerrar.
Leonor limpiaba las mesas con un trapo mientras Angie lavaba platos y cucharas en el fregadero.
Entran un grupo de cinco chicos al bar y se sientan en la última mesa.
Me dirijo hacia ellos para avisarles de que estábamos apunto de cerrar.
-Perdone señores -Dejan de hablar y me prestan atención - Estábamos
a punto de cerrar, si prefieren vengan mañana. El horario es de -No me dejan acabar -
-Somos amigos del dueño, deja de tocar los huevos -Exclama uno mirándome -
-Me importan tres mierdas si sois amigos del dueño o no. Si os digo que os largeis os largais ¿Entienden? -Comento con burla-
Angie se acerca a la mesa supongo que para tranquilizar las cosas.
-¿Qué quieren? -Comenta con enfado-
-Estamos esperando a un amigo -Responde el mismo que habló antes-
-Sólo les pondré una ronda. Son las once y media, a las doce se cierra hayáis terminado o no -Angie suelta con enojo y ellos sólo asienten- Addeline, anotan lo que quieran.
Angie se da media vuelta dejándome aturdida y enfrente de estos bastardos.
Tienen un aire a chico malo, lo único que transmiten es desconfianza.
-Queremos tres cervezas y otros tres batidos -Me pidió el único rubio -
Yo solo anoté y me di media vuelta para darle el papel a Angie para que los sirva.
Se escucha un silbido y no dudo de que son ellos.
-No les hagas ni caso -Suelta Angie mientras sirve las cervezas- Siempre suelen venir a esta hora, siempre se van antes de las doce no te preocupes.
Yo solo asiento y cuando esta el pedido preparado se los llevo a la mesa sirviéndolo.
-Así que te llamas Addeline -Murmura uno acercándose
-
-Yo que tu me alejaría imbécil -Suelto de golpe-
Se quedan sorprendidos por mi forma de contestarle. Yo solo me doy media vuelta y me meto en el baño para quitarme el uniforme.
Al salir veo que en la mesa hay un chico más y no le doy más atención.
Me dirijo a Leonor que está sentada en una de las mesas con su teléfono.
-¿Qué haces? -Pregunto sentándome enfrente -
-Intento buscar una cosa -Me sonríe y deja el móvil de lado-
Charlamos sobre alguna que otra cosa Escuchamos como las sillas se arrastran y pasan los cinco chicos para salir del bar.
Uno de ellos me guiña un ojo.
-¡Te esperamos a fuera! -Gritó el rubio a alguien-
Me levanto para quitar los trastes de la mesa sucia y alguien sale del baño de los hombres.
-¿Qué haces aquí? -Alguien apreta tanto mi mano que se me caen al suelo todos los vasos- ¿¡Qué coño haces aquí!?
-Sueltala -Angie corre a mi ayuda y empuja a Alexandro lejos de mi- ¿¡Qué coño te pasa!? ¡La vuelves a tocar y llamo a la policía!
El pecho de Alexandro sube y baja con rapidez. Sus ojos están oscuros y sus labios apretados. Tiene los puños cerrados y me mira con decisión.
-Ella
se viene conmigo -Intenta agarrarme pero me escabullo-
-¡No voy a ningún sitio contigo imbécil!
-Addeline no me toques los cojones. Te vienes y punto -Viene rápido hacia mi y me agarra de los pelos-
Angie y Leonor gritan de la impresión. Yo empiezo a llorar mientras que este me arrastra hasta la puerta.
-Ey bro -Habla un chico que le esperaba afuera- No seas imbécil y sueltala.
-Esta perra fue la que se escapó de mi casa Kev -Me tira más del pelo y hace que llore aún más
-Jamas hay que tratar a una dama así -Kev se acerca a Alexandro y hace que me suelte- Chica, ve hacia dentro y coge un taxi para volver a tu casa.
Alexandro de nuevo se abalanza a mi pero Kev lo coge por los hombros obligándolo a meterse en un coche. Yo solo comienzo a correr de nuevo a la cafetería.
Leonor y Angie lloran en las sillas y nada más me ven me abrazan.
-Lo siento tanto Addeline -Solloriza Leonor- ¿Estas bien?
-¿Conoces a ese bastardo? -Pregunta preocupada Angie
-Es una larga historia -Digo suspirando
Después de calmarnos un poco, y de prometer que les contaría la historia otro día cogimos un taxi para volver a casa.
Nada más entrar por la puerta sin dar las buenas noches, entro en mi cuarto y cierro la puerta de un golpe.
Me tumbo en la cama y lágrimas inundan mi cara.
Alexandro no parará de buscarme hasta que logre su cometido: Llevarme a un puticlub y convertirme en una puta.
No sé qué pude hacer en el otro mundo para merecerme esta mierda que me esta pasando.
Intenté llamar a mi padre pero no me cogía el teléfono.
Estaba triste, preocupada y asustada, sobretodo muy asustada.
Alexandro era capaz de todo, yo misma vi como le pegaba cuatro tiros a un hombre para que tuviera una muerte lenta y dolorosa. ¿Por qué le gustaba que la gente sufriera?
Se dice que siempre se tiene una razón para ser como es. Pero ¿qué razones habrían para que fuera tan cruel?
Él es un hombre muy inteligente, apuesto pero muy astuto.
Sólo me quería para lo que me quería, para venderme como si fuera un objeto.
¿De verdad iba a permitir eso?
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XVII. Reencuentro.
Narra Addeline
Ha pasado una semana desde la última vez que vi a Alexandro en el lugar donde trabajo.
No volvió a aparecer por la cafetería ni sus amigos tampoco.
Me he limitado a trabajar y a comprarme ropa. Casi toda la ropa que traje está en casa de Alexandro quien supongo que la habrá quemado.
Mi padre no coge el teléfono, llamé a su oficina y nada, siempre me decían lo mismo: Esta en un viaje muy importante.
Con las chicas me va genial, son muy cuidadosas y divertidas. Nada comparado con mis amigas de California.
Me encuentro en mi habitación del pequeño piso que comparto con Leonor y Angie.
Ellas salieron porque al parecer esta noche sería 'especial' para las tres.
Quisieron saber quien era Alexandro, pero siempre evitaba el tema para no tener que responder.
Ya es tarde, son casi la siete de la tarde, el cielo ya se esta oscureciendo dejando ver el fondo del paisaje de mi ventana amarillento.
-¡Ya estamos en casa! -La voz de Angie retumba en todo el piso-
Me levanto de la cama y salgo de la puerta de mi habitación, dejando ver a una Leonor y Angie llena de bolsas por todos sitios.
-¡SORPRESA! -Gritan juntas- ¡Esta noche nos vamos de carreras!
El concepto de carreras no me gustaba mucho, principalmente lo que había en esas bolsas era ropa oscura y de cuero.
-¿Vendrás? Dime que sí
-Me insiste Angie - Prometo que estaremos antes de las tres de la mañana aquí.
-No me fío de ti -Dije de broma-
Esta solo me pega un pequeño puñetazo en mi hombro izquierdo y comienza a reír
-¡Es hora de prepararnos Lady's!
Después de casi tres horas de preparación, quede con el pelo liso y un poquito más maquillada de lo normal. De ropa llevo unos pantalones pegados rajados con una camiseta blanca y con una chaqueta de cuero negra. Complementándolo con unas botas negras.
Las chicas llevaban casi lo mismo que yo, sólo que ellas llevaban sudadera negra.
Nos montamos en un taxi y Angie le dice una calle que no había escuchado en la vida.
Después de casi quince minutos de camino, el taxi se para en una calle algo oscura llena de almacenes.
-Es un sitio peligroso para señoritas como ustedes -Habla el Taxista - Si quieren las vuelvo de nuevo.
-No se preocupe, vendrán a por nosotras ahora. Muchas gracias por sus servicios.
Leonor le paga y este sale a todo gas de la calle dejándonos totalmente solas.
-Hay que caminar un poco más, sigamos chicas.
Seguimos caminando por la larga y ancha calle hasta llegar al final, donde vamos por el camino de la izquierda.
Cada paso que dábamos se escuchaba con mas fuerza 'Hey Mama'
Al doblar una esquina, nos encontramos con filas y filas llenas de coches costosos.
-No sabéis como me pone que estemos aquí -Suelta maravillada Angie
-Tranquila
leona, que ya somos dos -Le sigue Leonor-
Comenzamos a maquinar pasando entre las filas de coches hasta que vemos a una mujer algo ligera de ropa tirar el sujetador al suelo. Vimos como al momento dos coches salían disparados.
-¡Mira ese coche! -Suelta Leonor- Ese por supuesto es mi coche.
-¡Sigue soñando zorra! -Bromea Angie-
Se empiezan a reír y comienzan a correr hasta la gradas provisionales que hay para poder ver la carrera.
-¡Mira como derrapa ese! -Hablo sorprendida-
-Al final si te gustó venir -Rie Angie -
Vemos como la carrera termina. Acaba ganando el coche negro. No puedo diferenciar que marca de coche es,pero se ve muy caro.
Del coche blanco, que fue el que perdió sale un enojado hombre golpeando su propio coche.
-¡Fue trampa hijo de puta! ¡Maldito seas! -Grita al que está adentro del coche negro -
Del coche negro sale un chico de espaldas y comienza a pelear con el del coche blanco.
.
Angie y Leonor tiran de mi para que vayamos al ring improvisado que hizo la gente para ver cómo los dos personajes peleaban.
Logramos colocarnos primeras, por mi parte algo asustada ya que no quería recibir ningún golpe
-No me hagas perder el tiempo Joel..Perdiste, ahora supéralo y dame lo prometido.
-¡No te voy a dar nada imbécil! -Dice enojado el tal Joel-
El chico del coche negro se da media vuelta pasándose las manos con frustración, y lo reconocí.
Era Alexandro Kranevitter. Mi corazón comienza a bombardear sangre con más rapidez.
-No
me toques los huevos hijo de puta -Suelta Alexandro pasándose la mano por la cara de nuevo
-¿Crees que miento imbécil? Eres igual que tu padre, por eso mi padre lo mató -Suelta Joel con crueldad.
Me fijo en Joel y veo cómo toca algo en su cintura y me imagino lo peor.
Avanzó a estar en medio del círculo improvisado.
Joel me mira con confusión mientras que Alexandro me quiere matar con la mirada.
-Alexandro vámonos ¿vale? Por favor -Agarro su mano derecha pero este quita su brazo con fuerza- Alexandro por favor, después te explico -Noto como mis lágrimas caen-
-Hagale caso a tu puta, Alexandro. Vaya a ser que está noche no te de el placer que necesitas -Suelta Joel con burla-
-Callate imbécil, nadie dijo que hablaras -Respondo dándole la espalda a Alexandro- Él -Señalo a mis espaldas- No necesita a ninguna puta para que le de placer, no como tú. -Sonrío irónica - Seguro que todas las putas te rechazan aunque les pagues millones, porque mi amor -Me acerco a él - Hay que estar ciega para follar contigo.
-Esta pequeña zorra tiene garras ¿no? -Sonríe con burla- Eres tú la que estás deseando meterte en mi cama cariño, puedes reconocerlo. -Se levanta la camiseta dejando ver sus abdominales- Porque esto nena, es lo más excitante que vas a ver en tu vida.
Me doy la vuelta sin responderle, dispuesta a agarrar la mano de Alexandro y salir como si nada.
Él me había salvado de John varias veces, él o sus grandullones. Era lo mismo porque él pagaba, era hora de hacerlo yo.
Al darme la vuelta veo como Alexandro esta rojo de la rabia y tiene una vena algo más visible que las otras, también tiene los ojos oscuros y entrecerrados y por último sus manos agarradas en puños.
Después de eso solo veo como Alexandro me aparta con delicadeza y se abalanza a Joel.
Esto se complica.
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¡Hola hermosas y hermosos!
Espero que os guste el capítulo, esto se complica muchísimo.
Sólo quería deciros que..
¡¡Somos #127 en acción!!
Muchas gracias
Estáis haciendo que esta novela se esté dando a conocer, y no sabéis cuán agradecida estoy.
¡Y por eso, pido que VOTEN y COMENTEN por favor!
Quiero que esta historia la lea más gente, y por supuesto también quiero que me ayuden a mejorar día a día.
Estoy muy sentimental, ya lo sé :(
Gracias‼♥
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XVIII. Noche larga
Narra Addeline
Alexandro se encontraba encima de Joel, agarrándolo del cuello mientras que este último intentaba apartarlo con sus manos y piernas.
-Vuelve a decirle eso hijo de puta -Dice Alex con mucha rabia mientras le metía un puñetazo en el ojo derecho-
La gente solo murmuraba y hablaba sin querer meterse para parar la pelea, hasta que aparecen Dan y Chris dándole pequeños empujones a la gente para poder pasar
-¡Addeline! -Chris se acerca a mi y me protege con su espalda - No querrás ver lo que va a pasar ahora.
Dan se sube en la espalda de Alex obligándolo a parar. Alexandro se levanta de golpe y empieza a intentar pegarle golpes a Dan para que bajara y así continuar pegándole a Joel
-¡MALDITO IMBÉCIL! ¡NO ESTOY PARA TUS JUEGOS DEMONIO HIJO DE PUTA! -Grita Alexandro cayendo de espaldas para así poder librarse de Dan
Dan se queda dolorido en el suelo sin poder levantarse. Alexandro como si fuera un robot se levanta y se abalanza de nuevo a un Joel inconsciente.
Me escapo de los brazos de Chris, que me había abrazado porque sabía mis intenciones y me puse delante del casi muerto Joel.
-Alex, vamos a casa ... -Le pedí
Alexandro no me escuchaba, tenía los ojos de un negro puro, no brillaban y ni si quiera pestañeaba.
Los puños los tenía apretados con fuerza,
con una pequeña vena en los brazos y en cuello más visibles que las demás.
Chris grita que me aparte pero no puedo hacerlo, va a matar a Joel como no logre pararle.
-Apartate si no quieres cobrar tu también -Susurra Alexandro-
-¡No jodas Alexandro! ¡Esto no es un juego joder! ¡Lo vas a matar! -Grité
Mi cabeza se voltea para la izquierda cuando Alexandro me pega una cachetada.
Automáticamente cubro la zona afectada con mi mano mientras las lágrimas sobresalían de mis ojos.
-Cuando te conocí creía que eras diferente, pero eres aún peor. Crees tener todo el control -Alzé los brazos- Pero sólo controlas a la gente que trabaja para ti. Los demás también merecemos vivir. YO merezco vivir. Me tratas bien, me cuidas pero después me gritas y me golpeas. Eres un imbécil y vas a estar solo lo que te resta de vida porque así TU LO QUIERES. -Me encogí de hombros - Intenté ayudarte, pero tu rabia te ciega. Esta será la última vez que te dirija la palabra. Quizás te engañaron y te hicieron daño, pero yo no tengo porque pagarlo.
Me acerco a mis amigas, sólo con un asentimiento de cabeza comenzamos a caminar. La gente deja que pasemos como fuéramos famosas o algo.
-¿VISTE IMBÉCIL? ALEJAS A TODO EL MUNDO QUE TE QUIERE POR TU SED DE VENGANZA -Se escucha la voz de Dan- Tío, sabes que somos amigos desde pequeños y que siempre te he querido cómo un hermano. Es hora de que
te des cuenta de que no eres el mismo. ¡Nunca golpeaste a una mujer antes! Y no voy a dejar que lo vuelvas a hacer mientras esté yo delante. Cuando cambies de pensar, cuando pienses lo sucedido y te arrepientas, estaré como un hermano que fuí para ti tío. Pero no me pidas que siga a tu lado cuando te estés comportando como un capullo.
Por la sorpresa, las chicas y yo nos quedamos paradas mirado y escuchando a lo lejos. Alexandro no responde y sigue mirando con la rabia contenida a Joel. Dan se giran enojado y cuando me ve se acerca
Chris se acerca a Alexandro y le da unas palmadas en el hombro, cuando Alexandro lo mira este niega con la cabeza dejando a un Alexandro furioso.
-Chicas, nosotros os llevamos a casa -Dan afirma sin preguntarnos- Adde, lo siento por..
-Prefiero no recordarlo -Ellos sólo asienten y comienzan a caminar hasta un coche rojo.
Chris y Dan nos abren las puertas y entramos, quedándonos Angie, Leonor y yo. Mientras que de piloto esta Dan y de copiloto Chris.
Comienzan a hablar sobre cualquier tontería, pero yo no les presto atención
A los quince minutos aproximadamente llegamos a nuestro piso, donde Leonor y Angie invitan a los amigos de Alex.
-¿Vivis con Alexandro? -Pregunta Leonor ya sentada en el sofá sirviendo un poco de wisky-
-Sí, hoy no podemos ir a dormir allá. Sería un suicidio -Chris ríe-
-Ya ves, Alexandro no está nada bien -Suelta negando Dan-
-¿Pero
que pasó? -Interviene Angie-
-Joel es el hijo de Jhon, Addeline. -mis ojos se abren de golpe. Asiento para que Dan pueda seguir - Al parecer las cosas se complicaron.. Y la única forma que encuentra Alexandro es peleándose.
-Aparte de que Joel es el hijo del hombre que asesinó al padre de Alexandro -Suelta sin querer Chris-
Dan rápidamente le da un golpe el cabeza para que se callara, pero logró terminar antes la frase.
-No digan que les dijimos -Pide un apenado Chris
-Fuiste tu maldito desgraciado -Lo culpó Dan-
-No se preocupen. -Leonor se levanta y empieza a dar vueltas por la mesa- Vosotros ibais mucho al bar donde mi prima y yo trabajamos. ¿Por qué?
-El dueño le debe dinero a Alexandro. Sólo vamos a cobrar lo que nos prometió. Aveces también vamos porque es un lugar muy alejado, donde nadie pasa para hablar de negocios.
-Sigo sin entender como pueden ser amigos de ese demonio -Dice Angie -
-Después de todo, Alexandro es un buen tipo -se quedó pensando - Yo vivía en la calle, mis padres eran drogadictos y un día cuando volví de casa no había nadie. Me habían abandonado. Conocí a Alex y me acogió como un hermano convenciendo a su padre. Era un buen hombre ese maldito.
-¿Te acuerdas que nos pegaba cuando jugábamos con las armas con su corbata? -Recuerda Dan-
-Si -Chris suelta una carcajada
acompañando a Dan- Ese capullo te podía matar hasta con un anillo.
Estuvimos toda la noche hablando de gilipolleces, el wisky había subido a sus sistemas, ya que yo no había bebido. Dan y Chris hacían un intento de bailar dembow mientras que Angie y Leonor observaban un florero que creían que era un cuadro de Picasso. También decían que Roan era un extraterrestre y venía a matarlos. En fin...
-Venga a dormir... -Los mandé a callar-
Chris y Dan como bebés se acostaron dos de los tres sofás que había, mientras que Angie y Leonor iban hasta sus habitaciones tambaleándose.
Tapé a Chris y a Dan con mantas. Era una noche muy fría, además de que comenzó a llover pasadas las dos de la mañana.
Observo el reloj. La cinco de la mañana pasadas.
Camino hasta mi habitación y me acuesto en mi cama de doble plazas. Automáticamente cierro mis ojos y mientras Roan se acomoda a mi lado, quedo dormida.
Me despierto sobresaltada por unos golpes en la puerta principal. Sin pensármelo me levanto y corro hacia la puerta. Roan me sigue y se pone detrás mía.
Dan y Chris siguen durmiendo como si nada, así que cojo una salten como arma.
Miro por la mirilla para intentar ver que hay detrás de la puerta. Pero sólo veo una cosa: oscuridad.
Abro la puerta encontrando un desastroso Alexandro.
Tiene el labio partido mientras que los puños los tiene ensangrentados. La camiseta la lleva rajada y en algunos lugares con sangre.
-Addeline yo lo siento... -Su aliento huele a alcohol-
-Vamos a la habitación..
Le ayudo a pasar hasta la habitación, donde Roan se tira encima de Alex haciéndolo caer en la cama.
-Addeline lo siento... No era yo -Volvia una vez y otra vez a susurrar
Fui al cuarto de baño a por el botiquín.
Iba a ser una noche muy larga
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Hola bebés ‼
Sólo quería preguntaros una cosa.
¿Le veis futuro a esta historia?
Estos días lo estuve pensando...
Y bueno, como no la estoy pasando muy bien...
Ruego que me respondáis: (
Besitos ✖
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XIX. La verdad.
Narra Addeline
Alexandro se tumba en la cama como si fuera suya -después de haberse dado una pequeña ducha - mientras que se quita los zapatos y la camiseta empapada de agua.
-¿No tendrás una camiseta por hay verdad? -Pide echándose las manos a la cabeza-
-Solo te podría prestar una mía que utilizo para dormir
-Esa me valdrá
Me acerco al armario y después de unos segundos buscándola se la tiro y él la coge al vuelo.
-Me gustaría hablar contigo -Aún se le arrastraban las palabras de lo borracho que estaba
-Estas ebrio, no serviría de nada
-Estaré todo lo borracho que tu quieras, pero quiero ser sincero por una vez desde que me conociste.
No hablé y sólo asentí. El sólo se acomodó la camiseta y se sienta en la cama con la mirada por los suelos.
-Si estaba en la fiesta esa fue porque tenía que escapar de unos mafiosos que estaban detrás mía. -Se tapa los ojos con las manos- Vi que podría ser muy buena idea de escape que vinieras conmigo, así no me reconocerían y eso hice. Te llevé conmigo para que nos confundieran con un matrimonio feliz y enamorado.
-Pero... ¿Tu cara es tan fácil de olvidar? -Pregunto y el sólo suelta una pequeña carcajada
-Ellos nunca me habían visto. Sólo sabían
lo principal de mi. Con esos tíos tenia una entrega para esa noche, pero me eché hacia atrás ya que las drogas iban para un instituto -Sonrie- Aveces mi humildad por los pobres niños no tiene remedio.
-¿Para un instituto? -Solté un sonido de sorpresa
-No es un instituto como tú piensas. Son niños que han tenido dificultades en sus vidas y se han vuelto problemáticos, como yo. El director metía droga en la comida para mantenerlos tranquilos, por eso me escapé esa misma noche.
-Entonces ellos no te vieron... -Resumo
-Yo sólo había hablado con el director por teléfono, me ofrecían mucho dinero -Vuelve a agachar la cabeza - Pero nada más le pregunté a Dan para que era cancele la mercancía.
-Fue muy noble de tu parte.
-Lo fue, pero me hicieron la jugada. No te utilicé si es lo que estas pensando, yo solo quería escapar sano y salvo y volver a Italia. No me quedaba otra alternativa que traerte conmigo.
-Esta bien... Pero sigo sin entender muchas cosas -Me siento en el suelo tapizado acariciando a Roan-
-Cuando ya estabas en la casa, tenía pensado que pasaras la semana y después te fueras como si nada, pero se metió Jhon -Suelta un bufido de frustración - Este gilipollas se dedica a traficar a mujeres, tomándolas como si fueran prostitutas.
Al parecer tu le interesaste.
Automáticamente mi cara se volvió un poema. Vale entiendo que sea guapa y que tenga más de un pretendiente. Pero ¿un viejo? Estaba alucinando si piensa que me acostaría con él. No por dios. NO
-Pensé que sólo era un nuevo juego suyo para molestarme -El prosiguió - Hasta que hablé con él. Esta obsesionado.
-Ve al grano, es que no estoy entendiendo nada -Me levanto y comienzo a caminar en círculos - Puede que se haya obsesionado conmigo, no digo que no. Pero yo ahora no tuve noticias de él después del disparo.
-Cuando te escapaste, él creyó que habías vuelto a California, y está allí.
- ¿Qué? -Lo miré incrédula - ¿Y ahora que coño hago?
-Dejarte proteger
-¿Por ti? -Le interrumpí- ¿El tipo que me trata bien pero que aveces me golpea porque le sale de los huevos? Estas de broma. -Me encogí de hombros soltando una carcajada -
-Habia un traidor en la casa...
-¿Y? -Le volví a interrumpir - ¿Eso te da el derecho a golpearme cuando te sale de la polla? ¡Estas muy confundido si piensas que soy una de tus putas que se calla todo!
-¡Dejame terminar Addeline Wetsh! - grita frustrado - Nunca te iba a mandar a un prostíbulo ¿En serio pensabas eso? ¡Si te traté así es para ganar tiempo joder!
style="text-align:left;">-¿Ganar tiempo? -Pregunto confundida -
-Si te trataba mal, Jhon iba a esperar a que te abandonara para secuestrarte. Cosa que yo no iba a permitir. ¡Pero te escapaste! ¡No sabes lo que tuve que hacer para encontrarte!
-¡El día que me viste en el bar me agarraste de los pelos imbécil!
-¡Fue porque estaba el traidor entre ellos! ¿Porque crees que fui a esa mierda de cafetería Addeline? ¡Te creía más lista!
Mi corazón deja de latir. Miro confunda a Alexandro. Este esta respirando muy fuerte. Su pecho sube y baja con velocidad. Algunas gotas caen de su pelo mojado mientras se levanta y avanza hasta mi.
-Perdón, no te quise gritar -Acaricia mis brazos - Nunca te haría daño Addeline. Hoy perdí los papeles con Joel y pagué contigo la bronca, lo siento de verdad.
-¿Por qué peleabas con Joel? -Pregunto mirando como sus manos suben y bajan acariciando mi brazo
-Él no se lleva muy bien con su padre. Me dijo que si le ganaba la carrera me iba a decir donde estabas. No me lo pensé dos veces.
-¿Estas diciendo que hiciste todo esto para defenderme? ¿Para cuidarme?
-Algo así. Pero ahora Joel estará muy enojado y se querrá vengar de mi. Tus amigas están en peligro, Dan, Chris todo el mundo está en peligro.
-No es tu culpa -Lo miro - Tu no tienes la culpa de que ese desgraciado este loco. Jamas pensé que estabas haciendo todo esto para defenderme. No me lo imaginaba -Di un paso hacia atrás poniéndome las menos en la cabeza - Tuve que hacer miles de cosas para poder escapar de tu casa esa noche, y resulta que ese era el lugar más seguro de todos.
-Si te trataba mal no era porque yo quería Addeline. Era para tu protección aunque no te lo creas. Pero aveces eras muy insoportable -Se aleja de mí poniéndose las manos en el pelo- La chica a la que golpeaste se llama Yiyianna. Es hija de uno de mis socios, ella siempre quiso que nos casáramos, sé que no te cayó bien. Cuando el padre de enteró de lo que ocurrió me quería matar.
-¿Te vas a casar con ella? Cuando la vi estaba en tus piernas.
No pude evitar que algo de enojo salieran de esas palabras. La rubia estúpida era la típica popular que le hacía la vida imposible a los demás.
-Estuve a poco, es más, vivió conmigo en la mansión.
-Ah, muy bien, todo muy normal. Si si -Solté con sarcasmo-
-El padre me ofreció seguridad de alta gama y no sé si podré rechazarlo. -Suelta un suspiro largo mientras se sienta en la cama -
-¡Ja! Estas de broma hombre.
Pero cuando lo miré a los ojos, supe que lo decía con toda la sinceridad del mundo.
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XX. Lo peor aún no llegó
Narra Addeline
Estuve toda la noche dando vueltas en la cama. Ya está amaneciendo y sigue lloviendo. Cada cierto tiempo suena un gran estruendo y se ilumina la casa entera.
Nunca me gustaron las tormentas y mucho menos los rayos, pero desde que murió mi madre lo afrontaba sola.
Alexandro se fue a dormir al tercer sofá que había en el salón. Con la excusa de que llovía mucho y seguía un poco borracho se quedó a dormir.
Cuando mis pies tocan el suelo frío, maldigo a mi perro por haber roto mis zapatos de estar por casa.
Cojo ropa limpia y voy a paso rápido hasta el único cuarto de baño del piso.
Sigue siendo muy temprano, todos bebieron menos yo. Tenía que aprovechar de alguna forma eso.
Estuve debajo del agua artificial durante mucho tiempo. Mis dedos están algo arrugados pero no me importa. Me pongo unos jeans apretados con una camiseta holgada y salgo del pequeño cuarto de baño.
Paso por el salón para dirigirme a la puerta. Todo el mundo sigue durmiendo como si nada.
Cojo la correa de Roan y un paraguas ya que no había dejado de llover. Cierro la puerta tras mi cachorro. Este saltando y moviendo la cola se acerca al ascensor.
Lo dejo suelto y comienzo a caminar hasta un supermercado que había cerca con mi paragüas en mano.
Mi acompañante está de aquí para haya buscando algún que otro sitio
para poder hacer sus necesidades. Por supuesto que habría que bañarle después de este paseo.
No puedo explicarme como me metí en este lío. Ahora tenía a dos personas detrás mía. Joel y Jhon. Padre e hijo. ¿Quién diría que iban a compartir el trabajo?
Al menos uniste a esos dos, mira el lado positivo -habla mi conciencia.
¿Qué tiene de positivo? Me están buscando para prostituirme y en el mejor de los casos para matarme. No era por ser aguafiestas, pero prefiero morirme antes de que me prostituyan.
Palpo mis bolsillos y me maldigo mentalmente por haber olvidado el teléfono en casa.
Aún así traía un poco de dinero para poder entrar al supermercado.
Dejo a Roan amarrado y entro al supermercado. Cojo algo para que podamos desayunar y doy unas cuantas vueltas por el supermercado para comprar crema para mi pelo. Me dirijo a la caja y pago.
No estoy muy bien de dinero, nunca en la vida me había faltado para comida. Mi padre siempre -aunque casi nunca estaba en casa - intentaba darme de todo, y jamás falló con eso.
Para mi cumpleaños número 17, me regaló un fiat super star L. Adoraba ese coche. Recuerdo que me levanté y nada más mirar por la ventana vi mi coche con un gran moño rodeándolo.
Desato a Roan y comienzo a caminar para poder llegar a casa.
Son cerca de las nueve de la mañana, supongo que estarán ya despiertos.
Observo
el paisaje. Aún no había mucha gente, y algunas tiendas aún estaban cerradas. Los coches apenas circulaban y sólo unos pocos que tenían que trabajar un domingo iban de un lado hacia otro. La lluvia ciega un poco mi visión.
Un coche llama mi atención.
Un Ranger Rover con los cristales tapizados de negro estaba aparcado en la cera de enfrente.
No le presté mucha más atención y seguí caminando.
Al llegar al edificio vuelvo a mirar y el Ranger Rover que había dejado atrás estaba enfrente.
Solté a mi cachorro muy mojado y lo miré.
-Eres un perro listo. Ve.
Roan al parecer me entendió y salió corriendo para la puerta del edificio que ahora estaba abierta.
Yo lo único que pude hacer es seguir caminando con un pequeño paragüas en mi mano derecha y con la bolsa en la otra.
No iba a poner en riesgo a mis amigos por mi culpa.
Narra Alexandro
Me levanto escuchando ladridos. No le presto atención y me dirijo al baño.
Me miro al espejo hago muecas.
¿Por qué estaré tan bueno?
Tengo barba desde hace dos días. La cuchilla me daña la piel y lo suelo hacer cada tres o cuatro días.
Salgo
del cuarto de baño y noto la camiseta que tengo.
Vuelvo al baño a mirarme al espejo.
Tengo la camiseta que utilizaba Addeline para dormir. Recuerdo cuando le dije que era horrible.
Ella sólo me contestó que era de su mejor amigo y que lo echaba de menos.
Huele a ella.
Me acerco a su habitación y toco antes de entrar.
No hay nadie.
Después de dar varias vueltas por el departamento y de darme cuenta de que ni el perro de Addeline ni ella está, despierto a Dan y a Chris entre gritos.
-¡Algunos intentan dormir pedazo de imbécil! -Dan tapa su cara con una almohada improvisada echa con su chaqueta
-¡Addeline ni su perro están animal! -Grito tirándolo al suelo
-¡Habrá ido a sacar al perro gilipollas! ¡Callense de una vez! -Chris se hace bola y suelta un bufido-
-¡LEVANTENSE AHORA MISMO O NO COBRAN!
-Ni que cobráramos cabron -Dan se vuelve a acostar
-Vale muy bien -Me siento en la mesa mientras los veo - Nada de pizza cuando os salga de la polla, de fiestas y de comprarse coches por comprar.
-Eso se puede aguantar amigo -Chris me mira con un solo ojo-
-Pero la cosa más importante. NO PUTAS.
Dan
y Chris se levantan de un soplido y empiezan a meterse en todas las habitaciones buscando a Addeline.
No había rastro de ella.
-¿Por qué tantos gritos?
Una chica que pude reconocer como amiga de Addeline salió del cuarto. Llevaba un shorts algo cortos y una camiseta de tirantes.
A mis queridísimos amigos se les caía la baba.
-Buscábamos a Addeline -Suelta Dan levantándose del suelo, ya que se había caído - ¿No hace mucho frío para que estés así Angie?
-Siempre duermo así -Ella se encoje de hombros- Addeline a esta hora siempre va a pasear al perro.
Se escuchan aullidos desde la puerta.
Angie corre hacia la puerta y entra Roan mojado y lleno de barro
-Mierda -Dan se acerca al perro
-¿DÓNDE ESTA EL PUTO TELÉFONO DE ADDELINE? -Pregunto frustrado
Otra chica aparece en la habitación con el teléfono de Addeline en sus manos.
-Lo encontré en su cuarto -Suelta como si nada.
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¡Hola hermosas!
¡Llegamos a 1K!
Y además somos #32 en acción.
Cuando vi estuve apunto de llorar ! Okno
Les pido poooooor favor que me dejen un voto! Y sobretodo que añadan esta historia a vuestra lista de lectura!
Muchas gracias por darle una oportunidad a esta historia.
Me gustaría saber de vosotras.
¿De dónde sois?
Yo vivo en España para quien le interese.
Besitos♥
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XXI. Dios mio
Narra Alexandro
He llamado a todos, buscado debajo de las piedras y Addeline no aparece.
Angie y Leonor no quisieron salir de la casa por si casualidad Adde volvía.
En cambio Dan, Chris y yo hemos estado dando vueltas por toda la ciudad en coche.
Es como si se la hubiera tragado la tierra.
Intenté varias veces llamar al teléfono de Jhon, pero no llegaba a dar llamada.
Observo la tienda de cachorros donde compré a Roan. Es la quinta vez que paso por aquí.
Mi teléfono empieza a vibrar en el bolsillo trasero de mis pantalones. Rápidamente lo cojo y aceptó la llamada sin ver quien es.
-Habla Alexandro Kranevitter.
-Capullo, me han llamado y me han dicho que vieron a Addeline caminar por el parque central. -Reconozco inmediatamente a Dan-
-¿Estás de camino?
-Sí, pero me pilla algo lejos. Estaré allí en diez -Deja de hablar soltando un bufido -¡HIJO DE PUTA! LE LLEGAS A DAR A MI NENA Y TE METO TU MIERDA DE COCHE POR EL CULO.
-Dan. Sigo. Aquí.
-Ahora hablamos grandullón. Creo que tardaré un poco más. Tengo que repartir ostias. -Se escuchó como salía
de coche- ¡VEN AQUÍ MAMÓN DE MIERDA! ¡DIME QUE ME JODAN A LA CARA PEDAZO DE MARICÓN !
Sin querer escucharlo más corté la llamada.
Sigo sin entender la obsesión que John tiene con Addeline. Estuve pensando y lo más seguro es que quiera pedirle una grande suma de dinero a Rand Smith, padre de Addeline. Pero a Jhon le sobra el dinero, ese es problema.
Dejo el coche en doble fila y me adentro en el parque.
Todo son árboles y matorrales. Sólo con un pequeño camino que hace más ameno el paseo.
Por los laterales hay pequeños asientos de metal para poder relajarse viendo el paisaje.
Camino sin mirar hacia atrás mirando a cada lado por si encuentro a Addeline
-¡ALEXANDRO!
Alguien grita mi nombre y corro hacia la voz.
-Arriba.
Mis ojos miran hacia donde dice la voz y encuentro a una Addeline llena de barro y con pequeñas cortadas.
Está subida en un árbol algo grande y intenta bajar pero el agua hace que se resbale.
La agarro antes de que caiga.
Miro sus pequeños pies. No lleva zapatos.
-Iremos al coche. Ahora me cuentas ¿vale?
Ella sólo asiente y entierra su rostro en mi cuello.
Camino con Addeline en brazos hasta el coche. La dejo en el asiento de copiloto poniéndole el cinturón.
Doy media vuelta al coche sentándome en el asiento de piloto. Miro a Addeline para que comience a hablar.
-Yo sólo fuí a pasear a Roan y a comprar algo para que podamos desayunar todos. Cuando
me di cuenta un coche Ranger Rover me seguía de muy cerca. Sé que si entraba a la casa ellos sabrían donde vivía
-Ya saben donde vives Addeline -La interrumpo furioso - ¿No te das cuenta de lo que has echo? ¿Quieres dejar de ser una niñata? Esto no es un juego Addeline.
-¡No llegaron a hacerme nada! -Me grita
-¡AHORA! ¡NO TE HICIERON NADA AHORA! -Chillo frustrado
Ella deja de mirarme y voltea la cara.
-Llevame a mi casa.
-Addeline..
-¡Que me lleves a mi casa!
Narra Addeline
Observo a mi acompañante. Tiene los nudillos blancos de apretar tan fuerte el volante. Mientras que sus ojos miran con furia a la carretera.
-Quiero que entiendas que todos nos preocupamos...
-Preocupate por tu futura esposa, yo no quiero saber nada de tus preocupaciones -Hablo con burla
-Addeline..
-No te quiero escuchar.
Siento como se tensa más a mi lado. Yo sigo ignorándole hasta que llegamos a mi edificio.
Salgo del coche sin esperarlo. Al subir al ascensor él entra antes de que las puertas se cierren.
-Dan y Chris siguen buscandote. Eugen también estará dando vueltas por la ciudad.
Me hace gracia que para intentar que baje un poco la tensión
quiera sacar otro tema.
Sigo sin contestarle y cuando se abren las puertas del ascensor salgo disparada hacia la entrada del piso.
Golpeo mis nudillos y una Leonor con los ojos rojos abre saliendo un Roan ya limpio detrás de ella.
-¡Addeline! ¡Por Dios! ¡Estas bien!
Me abraza con fuerza y le correspondo.
-Estoy bien, no se preocupen.
Entro al departamento y Angie de acerca a mi con lágrimas en los ojos.
-No nos vuelvas a hacer esto por favor.. -,Susurra abrazándome
-Yo... Sólo iré a mi cuarto. Ahora vuelvo.
Me escabullí de los brazos de Angie y entro en mi habitación pegando un pequeño portazo.
Pongo el seguro a la puerta.
Y me permito llorar.
Llorar porque no se como llevar esta situación, porque yo no era así, lloro porque extraño a mi madre, porque tengo miedo y nadie se da cuenta.
Algunos gemidos de dolor se escapan de mi boca, y temo porque me hayan escuchado.
Me siento en el suelo haciéndome una bola.
Mi pequeño cachorro araña la puerta en un intento para que le abra.
¿Nunca habéis sentido un dolor en el pecho que te mata por dentro? Es como si estuvieras al borde de un precipicio con gente persiguiéndote para matarte. ¿Caes o te arriesgas?
Estoy
atrapada en un mundo donde a nadie le gustaría ser participe. Ya no quiero discutir. ¿Para que seguir? Estoy cansada de luchar por algo que a lo mejor no vale la pena.
Mi vida. ¿De verdad vale la pena?
Me desvivía sólo para que unos cuantos niños sonrieran. Y lo recordé.
Ellos no eligieron tener esa enfermedad.
Pero yo tampoco elegí estar en esta situación.
La decisión de vivir es algo que ellos no tienen y que yo si.
Pegan la puerta pero las ganas de abrir son nulas.
-Addeline abre por favor -Reconozco la voz de Alexandro
-Pequeña, por favor.
Mi padre me llamaba así.
Abro la puerta. Alexandro pasa cerrando la puerta detrás de él.
-Eres muy fuerte Addeline. -Se acerca a mi- Nunca pensé en decirte esto pero...No puedo evitarlo viéndote así. Si yo estuviera en tus zapatos ahora mismo, creo que me suicidaría. No sólo tienes que aguantar a un puto loco que está detrás tuya. También tienes que aguantar a un gruñón como yo.-Sonríe
-Yo...
-Dejame terminar Addeline. -Me pide- No soy la mejor persona del mundo, tampoco busqué serlo. En realidad me siento culpable de que estés en esta mierda de situación.
-Nadie tiene la culpa de nada. -Mi voz suena algo ronca -Digamos que fue el destino quien quiso que yo estuviera aquí.
-No sabes cuanto agradezco al destino de eso. -Me abraza y junta nuestras frentes
Tiene los labios separados y los ojos algo rojos.
-Me gustas Addeline. No sé que me hiciste. Me tienes loco.
-¿Cómo que loco? -Pregunto soltando una pequeña risa.
-Loco por abrazarte, loco por cuidarte, de protegerte pero sobretodo loco por besarte. -Pasa sus manos por mi cintura dejándolas descansar ahí-
-¿Y porqué no lo haces? -Pregunté acercándome mucho más a él
Alex sonríe y se acerca a mis labios. Uniéndolos en un beso lento y llenos de sentimientos.
Su agarre en mi cintura se aprieta un poco, aprovecho para pasar mis manos por su cuello.
Siento como Alexandro sonríe en nuestro beso.
Mi estómago se ha convertido en un zoológico.
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¡No me hacéis caso!
Voy a shorar
¡Espero que os haya gustado el primer beso de Addeline y Alexandro!
Ya sabéis, podéis comentar y votar↙
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XXII.De vuelta
Narra Addeline
Alexandro se alejó de mi dejando antes una pequeña mordida en mi labio inferior.
Sus brazos siguieron envueltos en mi cintura, y después de mirarme a la ojos chocó su frente con la mía.
-Habrá más de un hombre que se quiera cagar en mi solo por estar cerca de ti. Es algo que no puedo evitar.
-¿Pueden seguir envidiandote no crees?
-Suerte la mía de haberte encontrado. -Me robó un pequeño beso - No sabes las ganas que tenía de esto
-¿Por qué esperaste tanto? -Pregunté alejándome un poco de él, cosa que él no permitió -
-No me quería aferrar a algo, por si lo pierdo - Hizo una breve pausa- evitar el dolor.
-Muy filósofo de tu parte Alexandro Kranevitter -Bromeé
-Es lo que tiene ser un sexy galán como yo -Me acercó más a él
-¿Y yo que soy? -Me acerqué a sus labios
-La sexy mujer que me acompaña en mis batallas -Juntó sus labios con los míos.
Nuestro beso fue interrumpido por mis carcajadas causadas por las manos de Alexandro en mi abdomen.
Me alejé de él saliendo por la única salida de la habitación.
/>Alex salió detrás mía para así cogerme, pero al ver la cara de sus amigos se quedó en el sitio.
-¿Qué a pasado? -Preguntó Alexandro acercándose a Dan y Chris
-Tenemos que salir cagando leches de aquí -Contesta un Chris malhumorado -
-¿Por qué? -Pregunté sentándome al lado de Angie
-Jhon nos localizó -Respondió Dan cruzándose de brazos. - Tenemos que irnos de Italia Alexandro
-Joder joder ¡JODER! -Alexandro comenzó a andar de un lado hacia otro - ¿Sabe que estamos aquí?
-Me acaba de llamar Carl, tu coche tenía un localizador. Al parecer lo pusieron anoche cuando estuviste en algún bar. -Chris cogió su chaqueta y se la puso - Chicas vayan haciendo las maletas, ustedes se vienen con nosotros.
-¿Bromeas? -Dijo levantándose Leonor - ¿Y nuestro trabajo? ¿Piso?
-Eso ahora da igual Leonor, sólo haz lo que te piden -Pide Dan - Addeline tu también por favor. No nos hagan esto más difícil.
Leonor y Angie se acercan a mi rodeandome. Cada una me cogió una mano y me miraron los ojos.
-¿Es necesario hacer esto Addeline? -Preguntaron a la vez - ¿Corremos peligro?
-Lo siento chicas -Se me quebró un poco la voz, pero aún así aguante las ganas de llorar - Todo esto es mi culpa. Sólo hagan las maletas y cuando no corran peligro no volverán
a saber de mi.
Ellas sólo asintieron y se fueron a sus cuartos para alistar sus cosas.
En realidad todo esto es mi culpa. Si no hubiera aceptado la invitación para quedarme esa noche en este piso, ahora mismo ellas no estarían en peligro.
Algo en mi interior se removió
La culpa invadía mi cuerpo. Me alejé de Alexandro y sus amigos para ir a preparar por tercera vez una maleta.
Narra Alexandro
Esto se había convertido en un gran problema.
Ahora Leonor y Angie también corrían peligro sólo porque eran cercanas a Adde.
Después de llamar a Eugen para que preparara el avión privado para volver a California, metimos en el coche de Dan todas las maletas.
No nos podíamos permitir volver a la mansión por si nos esperaba una emboscada así que directamente nos fuimos al aeropuerto para volar hasta la ciudad natal de Addeline.
Directamente nada más llegar nos metimos en el avión mientras que unos muchachos metían las maletas.
A los diez minutos de estar esperando la cabeza de Eugen se pudo ver entrando al avión.
Su cara no era la mejor, algo ocurría.
-Alexandro, tenemos que hablar -Directamente fue a mi asiento -
-Habla aquí, no hay nada que ocultar
Todo el mundo estaba enterado de lo que ocurría, menos Leonor y Angie que supongo que Addeline le explicaría después.
-Se
trata sobre Yiyianna -Dijo entre dientes- Esta mañana vino a buscarte y te quiso esperar.
-¿Y que pasa? -Pregunté
Se escucharon unos gritos y me temí lo peor.
Yiyianna entró en el avión con sus tacones de aguja negros corriendo hacia mi.
-Que estaba cuando me llamaste, y quiso venir. -Concluyó Eugen -
Yiyianna se sentó en mis piernas. La cara de Addeline cambió totalmente. Ella estaba a mi lado, cuando Yiyianna se sentó ella automáticamente fue a sentarse cerca de Leonor y Angie
-¿Puedes creer que no querían meter mis maletas? -Se quejó Yiyiana
-Que hayas traído ocho maletas no es normal -Le respondió Eugen
E
ugen se alejó de nosotros y se fue a sentarse con Addeline. Los asientos eran de dos y era la única que estaba sola.
Estos dos se pusieron a hablar como si nada.
Una sensación muy rara se apoderó de mí.
Aparté a Yiyianna de mis piernas que por supuesto esta comenzó a quejarse y me acerqué a Addeline y Eugen.
El avión justo estaba despegando pero me dió igual.
Al llegar me senté al lado de los dos.
Me senté encima de los abrochadores del cinturón pero también me dió igual.
-Eugen, ¿sabes algo? - En mi voz se pudo notar un poco de enojó, pero aún así proseguí - No sólo me has metido a la loca de Yiyianna aquí, si no que ahora te sientas con Addeline.
-Ey tío, no era mi intención traerla. Y si me senté aquí fue para no dejarla sola. -Me respondió Eugen tajante.
-Bien, te vas a levantar y vas a ir donde Yiyianna. Te vas a inventar que Addeline se siente mal y que voy a estar con ella todo el viaje. ¿Entendido?
Addeline se mantuvo callada. Soltó varios bufidos pero aún así no dijo nada al respecto.
Eugen sin decir ninguna palabra más se levantó y a paso lento fue hasta los asientos que antes compartía con Yiyianna.
-Perdoname Addeline, yo no quería...
-Será tu futura esposa, no me des explicaciones a mi. -Me interrumpió
-Oye preciosa -Levanté su mentón -Estoy muy seguro de con quién quiero estar, y te prometo que Yiyianna no está en mis planes.
Addeline me sonrió y se acercó a mis labios.
Estaba esperando ese beso con ansias hasta que la voz de Yiyianna hizo que Addeline se detuviera.
-¡YA ESTÁ ESA PERRA ROBANDO NOVIOS! ¡SÓLO SIRVE PARA CHUPARLA! ¡MALDITA ZORRA! ¡EUGEN SUELTAME, IRÉ LA REVENTARÉ Y VOLVERÉ!
Este viaje no será uno normal.
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XXIII.Imposible de soportar.
Narra Addeline
Hice un intento para levantarme pero automáticamente Alexandro posó sus manos en mis hombros haciendo que me volviera a sentar.
-Ahora no Adde, por favor -Me pidió mientras que se levantaba
Yiyianna seguía gritando y diciendo cosas sin sentido alguno. Angie y Leonor se levantaron para intentar tranquilizarla.
Yiyianna como buena persona que era, sólo las empujó acercándose a Alexandro con sus tacones de aguja.
-¡Tirala con el paracaídas! ¡No la quiero ver aquí! -Le rogaba a Alexandro.
Este sólo negó con su cabeza y le hizo sentarse con él. Eugen se acercó a mi para sentarse conmigo.
Alexandro me volvió a dejar sola.
-No se lo tengas en cuenta, Yiyi aveces puede ser muy... -Se quedó unos segundos callado - insistente
-Insistente no, pesada. Muy pesada -Recalqué
-Eso mismo. -Miró por encima de los asientos para poder ver a Alexandro y a Yiyianna peleando - ¿Qué vas a hacer nada más llegues a tu ciudad natal?
-Visitar a mi padre. Intento llamarlo y siempre me dicen que está de viaje. No les creo una mierda. -Respondí tajante
-¿Cómo se llama tu padre Addeline? - Preguntó curioso - En realidad apenas te conozco -Me dedicó una breve sonrisa
-Rand Smith -Me acomodé
en el asiento - Yo utilizo el apellido de mi madre, que era Wetsh.
-¿Por qué? -Preguntó mirándome a los ojos- Se supone que el primer apellido es el del padre.
-Addeline Wetsh Smith. -Resumí- Me puse el apellido de mi madre para recordarla siempre. -Hice una breve pausa- La gente solo se acercaba a mi porque mi padre era famoso y rico. Cambiandome de apellido la gente dejaba de molestar.
-Quisiste mucho a tu madre, ¿verdad? -Miré sus ojos -
No me importa decir cuánto amo a mi madre, hace muchos años que superé su muerte. No fue fácil para nadie. Mi padre se levantaba sólo para irse a trabajar. Apenas me prestaba atención. No le culpo. Cada uno tiene una forma de superar las cosas, mi padre se concentró en su trabajo y apartó a los demás.
No puedo mentir, mi padre me dió de todo. Siempre pensaba en mi, aunque se pasaba la vida viajando siempre que volvía me traía una bola de cristal de la ciudad a la que iba.
Mi cuarto estaba repleto. Cuando era pequeña y mi padre estaba viajando, cogía una bola de cristal y me imaginaba con mis padres.
Muchas noches lloraba por no tenerla, otras sólo pensaba en como sería si ella estuviera a mi lado.
-La amo más que a mi vida, Eugen. Mi madre era una persona muy comprensiva. -Suspiré - Yo era pequeña cuando ella murió, pero logró marcarme tanto que aunque pase los años
el dolor no se va -Los ojos me pinchaban
Eché mi cabeza hacia arriba. Miraba el techo del avión, así no se me caerían las lágrimas.
-Sigue siendo tu madre, Addeline. -Soltó un silbido - Como está jodiendo a Alexandro
Sabía que se refería a Yiyianna. Yo solo le agradecí en silencio de que haya cambiado de tema y me limité a ver las nubes pasar a toda velocidad.
Narra Alexandro
Tuve que dejar sola a Adde. Yiyianna no paraba de insultarla y lo último que quería era que una de las dos acabara en el hospital.
Ignoraba a Yiyianna y sólo miraba a Addeline como hablaba con Eugen.
Hizo varias muecas hasta que dejaron de hablar.
Addeline miraba por la ventana mientras que Eugen estaba con su teléfono.
-¿Puedes dejar de ignorarme cariño? -La molesta voz de Yiyianna se encontraba a milímetros de mi
-Quiero dormir Yiyianna -Me excuse - Ve a ver una película o simplemente vete a la mierda, pero no me jodas más -Susurré ya harto -
Al fin me hizo caso y se calló. Se cruzó de brazos mientras susurraba maldiciones en italiano. Le dejé de escuchar mientras miraba mi móvil entretenido.
Entré a mi galería de fotos y salió la que me hice con Addeline en mi baño. Sonreí nada más verla.
La puse de fondo de pantalla y también de foto de perfil de Whatsapp.
Mis ojos quisieron encontrar los suyos.
Ella me miraba con su ceño fruncido. Le saqué la lengua y ella me sonrió de vuelta.
-¿Puedes dejar de tontear con zorras? -Yiyianna se encontraba
mirándome -
-Dejate de joder Yiyianna. -Le contesté y volví a mirar mi celular.
Sentí como Yiyianna se levantaba supongo para ir al baño. Suspire aliviado de no tenerla al lado.
Aveces era imposible aguantarla. Su padre la quería mucho, pero por darle todo se volvió una mal criada. Si no es que nació así.
Levanté mi mirada y pude ver como Angie y Leonor hablaban animadamente. Se nota que estaban enojadas con Addeline por todo lo que estaba ocurriendo.
Ella no tenía la culpa de que un psicópata fuera tras ella.
Se escucharon algunos chillidos de Yiyianna que no pude identificar que decía.
-¿¡PERO QUE TE PASA!? - Identifiqué la voz de Addeline - ¡No te hice nada! ¿¡A que viene esto!?
Me levanté como si fuera mi vida en ello y me acerqué hasta los asientos de Addeline y Eugen.
Yiyianna se encontraba allí con sus tacones en mano.
-Yiyianna ve a tu asiento -Le ordené
- ¡TIENES DE FOTO DE PERFIL EN WHATSAPP A ESTA ZORRA! ¿Y QUIERES QUE ME VAYA A MI ASIENTO? - Me chilló
Justo cuando iba a agarrar sus manos para que soltara los tacones, se abalanzó contra Addeline dándole con los tacones en la boca, haciéndola sangrar.
Addeline se levantó para defenderse pero nada más miré a Eugen esta la cogió por la cintura alejándola de Yiyianna.
-¡NO! ¡ESTA VEZ SI QUE NO! ¡ELLA EMPEZÓ! ¡YO TERMINARÉ! -Addeline empezó a patalear como una niña pequeña
Yo sujetaba a Yiyianna que lo único que hizo fue acercarse más a mi
-¡Alexandro deberías despedir a esta criada! -Chilló Yiyianna
- En el primer vuelo que haya para Italia te irás Yiyianna -Le susurré cansado
-¿¡POR QUÉ ELLA NO Y YO SÍ!? ERES MUY INJUSTO ALEX
-¿¡Quieres dejar de chillar Yiyianna!? -Habló Eugen Harto - Tengo tus chillidos en la cabeza -Soltó un bufido
Yiyianna se alejó de mi. Addeline seguía en los brazos de Eugen con la respiración algo rápida. Cuando dejo libre a Adde, ella se acercó a mí abrazándome.
Cuando Yiyianna estaba por sentarse, dijo algo que nos dejó helados.
-Veremos si volveré a Italia -Susurró con malicia Yiyianna
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XXIV. California
Narra Addeline
El avión se quedó en silencio. Angie y Leonor miraban a Yiyianna con asco mientras que está última se miraba las uñas con recelo.
Eugen se retiró murmurando un leve 'Iré al baño' y se marchó.
Observé a Alexandro. Se le notaba muy enojado. Tenía los puños cerrados con fuerza mientras que mordía su labio inferior nerviosamente.
-Maldita sea -Alexandro murmuró para él, pero pude escucharlo.
Alexandro se fue de nuevo de mi lado para acercarse a Yiyianna. Mi estómago dió un vuelco. Observé como Alex miraba a la rubia enojado, pero fue inevitable sentir celos.
Los ignoré y me volví a sentar en mi asiento.
Miré a través de la ventana. No tenía celular y no tenía ganas de ver ninguna película.
Sentí que alguien se sentaba a mi derecha, pero lo seguí ignorando.
-Te queríamos pedir perdón, Addeline. -Pude reconocer la voz de Angie y rápidamente volteé para mirarla - Sabemos que no tienes la culpa de nada, en realidad tenemos un poco de miedo por eso nos alejamos de ti. Fue un error.
Tenía los ojos arrepentidos. Leonor no estaba con ella. Esta se encontraba hablando animadamente con Chris.
-No pasa nada Angie, lo entiendo
y comprendo. -Hice una breve pausa - Siendo sincera, yo también me alejaría estando en tu situación. No te preocupes.
-Ante todo quiero que sepas que eres una chica magnífica y que tanto Leonor como yo te adoramos. -Me agarró la mano - Seremos tus amigas quieras o no -Decidió-
Me abrazó con fuerza. Y le correspondí dándole las gracias. Ella se levantó -guiñandome un ojo- y volvió a su asiento. A su lado se encontraba un Dan medio dormido.
Pasé todo el vuelo sola. Eugen se fue al minibar y se quedó bebiendo whiskey mientras observaba su celular entretenido.
Alexandro siguió con Yiyianna conversando.
Dan,Angie,Chris y Leonor jugaron al parchís para entretenerse.
-¡No jodas Chris! ¡Te has contado cuatro de más! -Suspiró Dan
-¡Que mentira más barata! ¡Callate que te toca! -Chris golpeó a Dan
Comenzaron a pelearse diciéndose cosas muy feas.
Alexandro gritó que se callaran y estos hicieron caso.
Cuando por fin el avión dejó de volar, fui la primera en salir por la puerta. Estaba agobiada y no ayudaba mucho ver cómo Yiyianna se restregaba con Alexandro.
Eugen me siguió de cerca y abrió la puerta del todoterreno, me subí y el lo hizo después.
El coche tenía 8 asientos, tres en la parte de atrás, tres en la del medio
y dos delante.
Eugen y yo nos subimos en la parte de atrás subiéndose con nosotros Dan.
En la parte del medio se encontraban Chris, Angie y Leonor.
Alexandro conducía y su copiloto era Yiyianna.
-Compré una casa para poder estar juntos sin problemas. -Comentó Alexandro.
-A mi me dejas en mi apartamento, por favor -Pedí, Dan negó con la cabeza-
-Me niego a que Addeline esté sola en su apartamento -Siguió Dan
-Sería totalmente un suicidio -Opinó Eugen
-Me da igual lo que piensen. -Exclamé harta - Quiero volver a mi casa, con Roan y vivir lo posiblemente en paz
-Addeline no te vamos a hacer caso, olvidalo. -Finalizó la discusión Alexandro.
Suspire cansada.
Extrañaba mi pequeño apartamento. Allí podía estar tranquila sin tener que aguantar las riñas de nadie ni la hipocresía de Yiyianna.
-Yo opino que deberían dejarle ir a su departamento -Nos sorprendió Yiyianna - Así no tendré que aguantarla -Arruinó todo -
Me mantuve callada y Dan me agradeció entre susurros. Lo único que quería ella era empezar una discusión y no le iba a dar la satisfacción.
-Alexandro, antes de todo querría ir a la oficina de mi padre. -Rogué- Dejenme allí y después iré para la casa.
-Yo la acompañaré -Se
ofreció Eugen -
Alexandro sólo asintió mordiéndose el labio inferior.
Después de darle la dirección nos dejó en el edificio donde mi padre se pasaba la vida trabajando.
-Te mandaré la ubicación de la casa por Whatsapp, Eugen -Dijo Alexandro- Addeline te tendrás que comprar un celular nuevo, no te preocupes que yo me encargo.
Asentí y Alexandro aceleró perdiéndose por las calles de California.
-Hora de visitar a tu padre -Soltó con burla Eugen
Le pegué un pequeño golpe en su hombro izquierdo mientras caminabamos hacia la entrada.
El edifico no había cambiado en nada. Se encontraba igual que cuando me fui.
Lo único que había cambiado era la secretaría que estaba muy entretenida mirando sus uñas.
Nos acercamos y ella sin mirarnos habló
-¿Que quieren? -Soltó con arrogancia
-Buscamos a Rand Smith -Respondí
-Lo lamento mucho -Ni si quiera nos miró - El señor Smith se encuentra en una reunión muy importante. Aparte el denegó que vinieran alumnos de la Universidad de periodismo para hacerle una entrevista.
-Soy su hija -Susurré ya cansada
-No eres la primera que me dice eso -Suspiró con cansancio también - ¿Serían tan amables de iros por donde habéis venido? Gracias.
Sin darnos tiempo a responder ella fijó su mirada al ordenador donde se podía ver que estaba en Facebook
Cerré mis puños. Eugen me miraba sin saber que hacer ni que decir. Sólo susurré un simple 'dejamelo a mí'
-A mi padre no le gustaría enterarse de que su secretaria se pasa la vida en el Facebook -Solté enojada- O le llama y le dice que su hija Addeline Westh Smith esta aquí o sintiéndolo mucho, tendrá que trabajar de limpiadora de mierda.
-¿Addeline Westh? -Su arrogancia era palpable - Gracias por darme otro motivo más para no avisarle.
-Mira imbécil, deja de tocarme la moral y coge ese pequeño teléfono y marca a mi padre. Estas tardando -Murmuré con impaciencia
Ella siguió mirando sus uñas como si nada. Me cansé y cogí la mano de Eugen adentrándonos por el ascensor. La chica al verlo llamó a seguridad pero fue demasiado tarde, las puertas del ascensor se cerraron.
La sala de reuniones y el despacho de mi padre se encontraban en la última planta.
Después de que la puerta metálica se abriera, tiré de Eugen mientras corriamos al despacho de mi padre.
{Maratón 2|3}
La siguiente la subiré a la noche ♥
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XXV.Jodidamente estúpido.
Narra Addeline
Al entrar en la oficina de mi padre, empujé a Eugen metiéndolo en este y cerré la puerta con seguro.
-¿No crees que la estas liando muchísimo? -Bromeó Eugen
-Mi padre después dirá que son juegos míos -Le guiñé el ojo
-¿Pensaste en que pueden llamar a la policía? -Preguntó mirándome. Yo solo asentí y se llevó las manos a la cabeza. - Addeline no podemos estar en los informes de la policía. Alexandro me matará
Eugen comenzó a dar vueltas en círculo mientras yo observaba la puerta con gente chillando detrás.
-Mi padre vendrá ya, no te preocupes -Intenté tranquilizarlo.
Eugen se sentó en un sofá de cuero que estaba en una parte de la oficina.
Me acerqué a la mesa de mi padre repleta de documentos.
Observé por encima algunos documentos. Todos realmente de cuentas.
Suspiré.
¿Por qué mi padre tardaba tanto?
La puerta de cristal se hizo añicos. Un hombre muy musculoso entró detrás con un hacha.
-Está de camino la policía. -Nos avisó - Pongan esto más fácil y pegense a la pared.
Comencé a reírme a no poder más. El musculoso me
miró confundido mientras que Eugen me miraba con miedo.
-Busco a Rand Smith. -Lo miré enojada - Soy su maldita hija.
-¿Addeline? -Escuché una voz a las espaldas del grandullón
Mi padre empujó al musculoso y corrió a mis brazos. Lo abracé y me enterré en su hombro.
-Hija mía... Te extrañé tanto -Si no conociera a mi padre, diría que está llorando
-¿Por qué siempre que llamaba me decían que estabas de viaje? ¿Por qué no querían dejarme pasar? No me creían que era tu hija papá -Me quejé - Esa jodida secretaria que tienes me quiso echar del edificio.
Mi padre hizo un gesto y en la sala sólo quedamos Eugen, mi padre y yo.
Esté hizo otro gesto y comenzó a caminar hasta una puerta que había en la oficina.
Entro dejándonos pasar a Eugen y a mi. Cerró la puerta con seguro.
-Sientense por favor -Habló mi padre sentándose
Estábamos en una sala con una mesa larga y lena de sillas. También había una pantalla táctil y un ventanal que daba la magnífica vista de California.
-Pequeña. -Llamó mi atención - Me han amenazado. Mis abogados pensaron y me obligaron a decirle a todo el mundo que estaba de viaje. -Suspiró- Intenté llamarte al móvil muchísimas veces. Siempre me decía que estaba apagado o fuera de cobertura.
-Perdón por entrometerme -Habló Eugen- ¿Quién lo amenazó? ¿Qué decía en la amenaza?
-No sé quién pudo amenazarme. Yo no suelo tener enemigos ni nada. Sólo me dedico a mi trabajo y a poco más. -Hizo una breve pausa- Al principio pensé que era una broma, hasta que me mandaron fotos tuyas, Addeline.
Mi mundo se detuvo. Eugen se levantó de golpe sacando su móvil con nerviosismo.
-Prosiga, por favor. -Habló Eugen - Si no le importa, en la llamada está un amigo mio detective -inventó -
Mi padre sólo asintió confundido y me miró.
-En las imágenes aparecías llena de sangre -Se le quebró un poco la voz- Estabas en un bosque encima de un árbol. Me pensé lo peor -Negó con la cabeza- Después recibí un mensaje en el móvil.
Mi padre sacó su iPhone dejándolo encima de la mesa desbloqueado. Eugen lo leyó en voz alta para que así Alexandro pudiera escuchar.
'La venganza se devuelve siempre en frío
Los años pasan, mi dolor sigue intacto
Me quitaste lo mejor que tuve en esta vida
Ahora seré yo, quien te quite lo más preciado'.
Cuidate las espaldas, Rand Smith
Mi corazón comenzó a latir más rápido. Miré perpleja a mi padre buscando respuestas en su mirada.
-¿Qué venganza papá? -Pregunté con un hilo de voz
Él solo de levantó y apartó un cuadro dejando ver su caja fuerte.
Puso el código
y rápidamente está se abrió.
No había nada, sólo un sobre.
-En esta carta tienes todas las respuestas que necesitas. -Me miró apenado- Siento mucho no tener las agallas de decírtelo yo.
Alguien tocó la puerta preguntando por mí padre. El rápidamente se disculpó despidiéndose también de mi y se fue.
Todo el camino en el taxi estuve callada. Miré una y otra vez el sobre. Sólo ponía un breve Addeline con letra que desconocía.
Al llegar a la casa ni me fijé en la decoración.
Roan no paraba de saltar en busca de mi atención, no le hice mucho caso y nada más saber cuál era mi habitación entre en esta cerrando con seguro.
Me senté en una pequeña silla que daba a un escritorio y abrí la carta.
Se veía vieja, pero aún así la letra no estaba corrida y se podía leer bien.
Si estás leyendo esto, es porque estás en peligro por mi culpa.
Quiero que sepas que ante todo quise protegerte, pero una madre aveces no es tan fuerte.
Rand Smith no es tu padre, Addeline.
Son palabras muy duras y muy difíciles de digerir, pero quiero explicarme.
Antes de que tu nacieras, yo estaba con otro hombre que sólo me engañaba y pegaba.
Pude escapar de sus manos y conocí a Rand, él sin pensárselo me ayudó los 9 meses de embarazo.
Me encanta como cogía tus manos cuando eras pequeña y te llenaba de besos.
Me
enamoré de él cuando tú por primera vez le dijiste 'papá'
Gracias a ti es que me enamoré de él.
Rand te ama como si fueras su hija, eso ni lo dudes. Siempre estará para cuidarte.
El hombre con el que estuve antes de que nacieras, no era muy buena persona Addeline. Maltrataba y pegaba a las mujeres, quiso matarme varias veces pero siempre aparecía Rand con la policía para salvarme.
Quiero pedirte perdón por lo que estás pasando. No es nada fácil y lamento mucho que sea por mi culpa.
También tomaré esta carta como una despedida, Addeline.
Siempre fuiste la hija que desde pequeña quise tener.
Cuando Rand encendía la chimenea se te ponían las mejillas rojas, era adorable verte así.
Todas las noches me acercaba a tu cuarto para poder verte dormir, eres tan bella. Siempre abrazabas a un osito que Rand te regaló cuando naciste.
Estoy orgullosa de ti Addeline. De la valentía que tienes en el corazón pero sobretodo la humildad que hay en tus ojos.
Eres un vivo retrato de tu abuela, pequeña mía.
No me odies, por favor. Nunca me perdoné ocultarte lo de tu verdadero padre.
Tampoco te enfades con Rand, yo le pedí que se mantuviera callado.
Hija, mis minutos viva ahora mismo están contados. Pero sé cuales serán mis últimas palabras.
La humildad es parte de esta vida Addeline,
Y tú tienes suerte de llevarla en esos ojos tan hermosos que tienes.
Me habría gustado verte de mayor, en tu traje de novia y diciendo un simple 'si quiero'
Te esperaré en el cielo, pero te espero dentro de muchísimos más años. Seremos los ángeles mas hermosos del cielo, pero sobretodo tu, pequeña
Disfruta de tu vida mi cielo.
No olvides de que tu madre murió por ti, pero tampoco olvides de que daría la vida una y otra vez por verte sonreír.
Te ama con todo su ser, Wendy Westh.
{Maratón 3|3}
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XXVI. Rota
Narra Addeline
Leía una y otra vez la carta. Seguía sin poder creerlo.
Rand me mintió todo este tiempo.
Mi corazón se estrujó haciendo que soltara un gemido de dolor.
¿Y todas esas veces que venía a recogerme al instituto? Él estaba orgulloso de que yo fuera su hija.
La bilis estaba en mi garganta. Solté otro grito de dolor.
Mi padre era un maltratador. Pegaba a mi madre. Mi madre me tuvo a duras penas.
Chillé tirando todo lo que había en el escritorio. Sin estar satisfecha tiré las lámparas que estaban en las mesas de noche.
Mi madre sufrió por mi culpa, por estar embarazada tuvo que huir de ese mal nacido.
Cogí el escritorio y lo tiré.
Mis lágrimas caían al suelo sin consuelo alguno. Mis mejillas estaban encharcadas mientras que más gotas bajaban.
Miré al espejo que había en la habitación.
Y me vi.
Mi rostro estaba inundado de lágrimas, el poco maquillaje que llevaba estaba corrido. Miré con más atención el espejo y pude ver como un hombre golpeaba hasta matar a mi madre.
Sin poder verlo más golpeé el espejo con mis
puños quebrándolo. Pequeños trozos de cristal se incrustaron en mis puños y pies, pero aún así no paré de golpear.
Todo era mi culpa, no debería haber nacido.
«Te mintieron Addeline, sólo fuiste un juego.»
Quité todas las sábanas del colchón manchándolo de sangre.
«Eres una inutil, por eso tu padre pegaba a tu madre; para que no nacieras.«
Otro grito desgarrador salió de mis labios.
Llena de furia golpeé todo lo que encontraba.
No escuchaba nada, sólo las cosas quebrarse.
«Mirate, lo mejor que puedes hacer es suicidarte. Ya ni Rand te quiere.»
Mis ojos observaron un pequeño cristal en el que sobresalía una punta. Lo cogí y me senté en el suelo mirándolo con atención.
¿De verdad valía la pena que me suicidara?
«Sólo estorbas. Mira lo que le hiciste a Leonor y Angie. Las pusiste en peligro. Es tu culpa.»
El pequeño cristal desgarró mi muñeca izquierda.
Las lágrimas no paraban de salir de mis ojos. Notaba como mi pelo se pegaba a mi cara.
Pude escuchar como gritaban detrás de la puerta. No
presté atención y seguí mirando el cristal que estaba incrustado en mi brazo izquierdo.
Lo arranqué y vi mi reflejo en él.
Estaba destruida.
-Mamá. -Susurré con la voz ronca- Lo siento -Grité- ¡Todo esto es mi culpa! ¡Yo fui la culpable de que sufrieras!
Golpeé la pared. Los cristales clavados se incrustaron más.
-Es mi culpa -Sollorize- Perdoname, mamá. Lo siento tanto...
Puse mi espalda en la pared y me deslicé al suelo. Del dolor que sentía me abracé a mi misma.
Manchaba mi camiseta más de sangre, pero no me importó.
Observé la ventana. Me reflejaba en ella.
Pude ver cómo un hombre me miraba con diversión mientras le pegaba un tiro a mi madre.
Me levanté de golpe y mis puños traspasaron la ventana rompiéndola en miles de pedazos.
Miré mis brazos. Observé la carta de mi madre tirada en el suelo.
Un gritó volvió a salir de mi garganta acompañándolo un sollozo después.
Después de eso vi como la puerta caía.
Narra Alexandro
Al llegar a la casa que compré, todos se volvieron locos por elegir la mejor habitación.
Era
una casa bastante grande que estaba a las afueras de la ciudad, pero aún así era perfecta para nosotros.
Yiyianna no paraba de decir que compartiría habitación conmigo, hasta que Dan la convenció para que no fuera así.
Ya era la hora del almuerzo y ni Eugen ni Addeline volvían.
No sabía que a su padre lo estaban amenazando. Y mucho menos que tenían fotos de ella.
Aspiré preocupado mirando como Leonor y Angie preparaban el almuerzo. Yiyianna se encontraba a mi lado haciéndose las uñas.
-Estoy seguro de que cocináis de cine -Comentó Chris sentándose a mi otro lado - Esta noche os prepararé yo mi especialidad.
-Su especialidad es cagarla -Dijo Dan pasando por detrás nuestra
Las chicas comenzaron a reírse mientras Dan y Chris se ponían a pelear.
Alguien tocó la puerta y fui a abrir.
Eugen entró primero y después una Addeline algo devastada. La observé y no pude ver ese brillo en los ojos que siempre tenían.
Algo iba mal.
Ella sonrió dejando ver su dentadura mientras escuchaba como Dan y Chris hacían su show.
-¿Cuál será mi habitación? -Addeline llamó la atención de todos.
-Subes y a la izquierda, la última puerta -Contestó Leonor por todos
-Esta bien. No tengo hambre, no hagan comida para mi. -Suspiró- Dormiré un poco.
Después de despedirse matamos a preguntas a Eugen. Pero este decía que no sabía absolutamente nada.
Nos sentamos en la mesa redonda para comer. Leonor y Angie sirvieron un plato de pasta a cada uno.
-¿Qué vamos a hacer? -Preguntó Angie mientras ponía de comer a Roan
-Esperar -Respondí tajante
Comíamos hablando de cualquier gilipollez. En un momento todos nos callamos y pudimos escuchar un estruendo.
-Mierda. -Susurré - Addeline.
-¡JODER! ¡ADDELINE! -Dan saltó de la silla y comenzó a subir las escaleras con rapidez
No paraban de escucharse estruendos. Cosas cayéndose y algún que otro cristal.
Me imaginé lo peor y comencé a golpear la puerta con fuerza
-Lo siento -Addeline gritó - ¡Todo esto es mi culpa! ¡Yo fui la culpable de que sufrieras!
Una sensación muy mala se apoderó de mí.
Observé a Dan. Este estaba algo asustado.
Dan cambio el lugar y comenzó a golpear la puerta conmigo.
-Está rota -Murmuró Eugen
-¿Qué hablas idiota? -Preguntó Chris acorralándolo con la pared
-Su padre le entregó un sobre. Lo habrá leído y..
No le deje terminar y comencé a golpear con más fuerza la puerta.
-¡Addeline! ¡Abre la maldita puerta! -Grité mientras golpeaba la puerta con todas mis fuerzas.
-Es inutil Alexandro -Murmuró con miedo Angie.
Ya no se escuchaba ningún ruido. Todo era silencio.
Me pude calmar.
A lo mejor Addeline ya se había calmado y ahora sólo hacia falta que se desahogara.
Se escuchó un gran estruendo, más grande que los demás.
Sin pensármelo dos veces, tiré la puerta abajo.
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XXVII.Ataque
Narra Addeline
La puerta cayó con fuerza al suelo. Me deslizé hasta llegar al suelo sin dejar de mirar la cara de Dan y Alexandro.
-¿Qué pasa? ¿Por qué no pasáis hacía adentro Alexandro? -Pude reconocer la voz de Angie
Alexandro dió un paso y yo automáticamente recogí mis piernas poniéndolas en mi pecho.
Los ojos de Angie observaron la habitación con curiosidad. Al ver sangre en el suelo de su boca se escapó un jadeo. Cuando su mirada recayó en mi, soltó un grito de sorpresa.
Angie corrió a mi lado pero Dan la cogió de la cintura para que no se acercara.
-¡SE VA A MORIR! ¡ESTÁ SANGRANDO! -Gritó Angie llorando
Alexandro quiso acercarse a mi. Lo miré llena de rabia.
-N-no te acerques -Tartamudee-
Él dejó de caminar.
Leonor se encontraba llorando en los brazos de Chris. Eugen estaba en la entrada de la habitación apoyado en la pared.
-¿Qué paso Addeline? -Me susurró Dan
-T-todo es culpa mía -Susurré levantándome
-¿Qué es culpa tuya? -Dijo Alexandro mirándome.
La mirada de
Alexandro reflejaba dolor y lástima. Mi corazón dió un vuelco.
«Eres un cáncer Addeline. Todo el mundo que está cerca de ti, muere»
-¡VAYANSE! -Grité llena de furia-
-Ey nena-Habló Eugen acercándose - No tienes culpa de la muerte de tu madre.
Solté un gemido mientras que más lágrimas caían de mis ojos.
«Miente. Tú eres la única responsable y culpable»
Observé como mi pequeño perro se acercaba a mi. Sé posó en mis piernas dándome pequeños besos.
Alexandro aprovechó el momento para acercarse a mi. Me abrazó con fuerza desde la cintura mientras dejaba un leve beso en mi frente.
-Estamos aquí contigo, no estás sola -Susurró en mi oído
-S-soy un c-cáncer en v-vuestra vida. M-moriréis si estáis c-cerca de mí. -Tartamudee con lágrimas en los ojos.
Leonor y Angie se acercaron a mi rodeandome con sus brazos. Dan y Chris se unieron después al abrazo. Por último Eugen se acercó a mí dejando un beso en mi mejilla mientras agarraba una de mis manos.
-¿Addeline? -Me llamó Eugen- Mirame.
Lo miré. Me miraba con tristeza. Tenía los ojos aguados. Apretó con más fuerza mi mano.
-Tienes
la suerte de tener esa humildad en tus ojos.
Rompí a llorar. Leonor y Angie aumentaron su agarre mientras lloraban conmigo.
Y así, destrozada y rota, me quedé dormida.
Narra Alexandro
Después de llevar a Addeline a mi habitación, Leonor y Angie se ofrecieron para desinfectar sus heridas.
Dan, Chris y Eugen me acompañaron al piso de abajo donde se encontraba Yiyianna hablando por teléfono.
-¿Qué paso con la loca esa? -Dice Yiyi sin mirarnos
-No estamos para tus putas bromas -Suelta Dan enojado
-No son bromas. ¿Se murió al fin? -Pregunta Yiyianna con burla-
-Si no fueras una mujer te rompería la cara -Gritó Eugen sorprendiéndonos-
-Calmense. Vamos a la cocina -Ordené
Ellos me hicieron caso y comenzaron a caminar hasta la cocina.
-Yiyianna, mañana mismo saldrás de vuelta a Italia. -Dije lo más frío que pude
-Eso habrá que verlo -Me miró de arriba a abajo con burla, mientras se levantaba-
Bufé mirándola con asco. Ella caminó hasta las escaleras y comenzó a subir por ellas.
Me adentré a la cocina donde los chicos me esperaban sentados en la mesa.
-¿Qué coño pasó con Addeline? -Suelta frustrado Chris mientras
me sentaba-
-Tuvo un ataque de locura, es obvio - Dijó Dan-
-¿Por qué le dijiste eso Eugen? -Pregunté con curiosidad.
-No sé, sólo me vino a la cabeza. Al parecer se calmó por eso.. -Contestó
-Tenemos que librarnos de Yiyianna -Chris se levanta y comienza a dar vueltas por la cocina- Todo esto se nos está yendo de las manos. No podemos con todo lo que se nos viene encima.
-Ahora tenemos dos detrás. Dos ejércitos - Suspiré- Tenemos que hacer algo...
-¿Qué podemos hacer? -Preguntó Eugen pegando un golpe- No es sólo la vida de nosotros, es la vida de esas tres chicas. Podemos protegernos las espaldas ¿Pero ellas? No tienen ni puta idea de peleas. ¡No saben defenderse!
-Podríamos llamar a Carl y Wily. Y no olvides a Yiyianna -Susurré-
-¡Pero seríamos seis contra cien! -Chilló Eugen- Deberíamos escondernos como cucarachas -Bromea con sarcasmo-
-Calmate tío -Intenta calmarlo Dan- Pensemos.
Todos nos quedamos en silencio. Escuchamos como algunas pisadas se acercaban a nosotros. Leonor y Angie se sentaron justo enfrente mía.
-Addeline no se despertó -Informó Leonor- Ya tiene todo curado. Nos costó mucho la herida de su brazo izquierdo, pero está bien.
-Se volvió
loca -Opinó Angie tapándose los ojos con las manos- Deberíamos descansar, todo esto se volvió muy pesado.
Todos asentimos sin decir ninguna palabra. Nos levantamos a la vez y comenzamos a caminar cada uno a su habitación.
El cuarto de Yiyianna se mantenía cerrado. Suspiré y me adentré al mio.
Addeline dormía de espaldas a mi. Tenía las manos vendadas y respiraba lento.
Me quité toda la ropa quedando sólo en bóxer y me acosté tapándome con el edredón.
Abracé a Addeline sin apretar mucho y me acerqué a ella.
Mis ojos se cerraron inmediatamente.
▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪
Me levanté sobresaltado. Un golpe sordo se escuchó en el piso de abajo.
Addeline no se dió cuenta y siguió durmiendo como si nada.
Al salir al pasillo de las habitaciones, los chicos salían con cara de interrogación.
-¿Escucharon eso? -Susurró Eugen
-Todo esto es muy incómodo. Estamos en bóxer todos. -Suelta Chris - Estamos hechos unos gays.
-Dejate de joder capullo. -Dan le pegó un pequeño puñetazo a Chris.
Este se quejó pero lo ignoró.Comenzamos a bajar en fila. Todo era silencioso. Estábamos apunto de bajar el último escalón.
-¡AGANCHENSE! -Gritó desesperado Eugen
Todos nos agachamos y los disparos no tardaron en llegar.
-¡Las chicas! -Chilló Dan- Hay que ir a por ellas.
-¡HAY QUE LARGARSE DE AQUÍ! -Gritó Chris -
Las balas no paraban de pasar por encima nuestra. En cualquier momento podrían abrir la puerta y matarnos.
Escuchamos como se abrió una puerta a nuestras espaldas.
Se me heló la sangre.
-¿Qué ocurre Alexandro?
Estábamos más muertos que vivos.
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XXVIII. Huida
¡Nota importante abajo!
Narra Alexandro
Angie salió de su habitación con su simple pijama. Nos miraba extrañada. Al parecer no se dió cuenta de las balas que salían disparadas.
-¿Qué es ese ruido? -Volvió a preguntar Angie
-¡Angie agachate! -Gritó Dan-
Angie soltó un chillido mientras caía al suelo.
-¿Estás bien? -Intentó levantarse Dan-
-Sí. Tenemos que irnos de aquí-Dijo Angie-
Las balas dejaron de pasar por nuestras cabezas. Esta era nuestra oportunidad.
-¡Dan! ¡Chris! Que uno vaya a por ropa, otro por las armas y tu Eugen ven conmigo a por las chicas.- Ordené a gritos-
Nos levantamos de golpe y cada uno fue a lo suyo. Eugen levantó a Leonor mientras que yo iba a por Yiyianna y Addeline.
Las chicas estaban vistiéndose a toda prisa. Sólo faltaba Addeline.
-Alex -Me llamó Dan- ¡Toma!
En mis manos cayó un revolver. Lo guardé en mis pantalones que recién me había puesto y caminé hasta mi habitación donde estaba Addeline.
Todos los demás estaban detrás mía. Entraron a la habitación conmigo y cerraron con seguro la puerta.
-¡Addeline despierta! -Grité moviéndola
-
-Es inutil Alex. Ayer fue un día muy pesado para ella. A ti también te pasó y estuviste dos días - Susurró Dan-
-¡No tenemos tiempo! -Grité frustrado-
Las balas de nuevo estaban sonando en el piso de abajo. Esta vez algo más cerca de nosotros.
-¡Alexandro tenemos que irnos! -Gritó Chris mientras habría la ventana- Voy a bajar primero, después baja tu Leonor -Chilló saltando-
Addeline seguía sin despertar. La cogí con mis brazos. Ya todos habían bajado, sólo quedábamos nosotros.
Escuché un ruido, la puerta de abajo había sido derribada.
-¡Eugen! ¡Ponte debajo por si Addeline resbala de mi espalda! -Grité-
Él entendió y se puso abajo. Puse a Addeline en mi espalda y agarré sus manos con mi mano izquierda.
Maldita sea, Addeline tenía el sueño muy profundo.
Salté por la ventana quedando en el tejado. Podía ver cómo en la entrada había más de cinco coches.
Bajé con cuidado el árbol que se encontraba enfrente de mi habitación. Al llegar al suelo Eugen cogió a Addeline.
-¡CORRAMOS! -Gritó Dan mientras comenzaba a correr-
-Eugen si te cansas de llevarla puedo hacerla yo - Hablé-
Este asintió y siguió corriendo como alma lleva el diablo.
Algunos disparos
empezaron a sonar muy cerca de nosotros.
Chris gritó y me temí lo peor.
Seguimos adentrándonos en el bosque que estaba enfrente de la casa.
Por seguridad había dejado el Ranger Rover escondido por aquí cerca.
Me sorprende que hayan tardado menos de veinticuatro horas en encontrarnos.
Esto se complicaba.
Cuando llegamos al Ranger Rover abrí la puerta con rapidez. Dan y Chris con una Addeline dormida se sentaron en la parte de atrás. Eugen, Leonor y Angie en medio y Yiyianna estaba a mi lado.
El coche vibró debajo de nosotros y pisé el acelerador causando que derrapara.
-¿Chris todo bien? -Pregunté mientras el coche volaba por la carretera -
-Me dió una bala en el hombro pero estoy bien, no te preocupes hermano. -Intentó tranquilizarme-
-¿Todos estáis bien? - Miré a todos
-Pon la calefacción, hace mucho frío Alexandro -Pidió Leonor
Encendí la calefacción. Leonor al instante suspiró y se pegó más a su sudadera.
No nos había dado tiempo de coger nada. Tres o cuatro armas y un poco de ropa. Nos habían cogido totalmente desprevenidos.
Chris se quitó su sudadera. Quejándose por su hombro pero igualmente de la quitó. Se la ofreció a Leonor y está la miró con cara confundida.
-No
es la hora tórtolos de mierda -Susurró Yiyianna- Estamos apunto de morir y vosotros haciendo los payasos.
-Callate Yiyianna -Gritó Chris-
Leonor aceptó la sudadera y se la puso tiritando.
Nos quedamos todos en silencio. Yiyianna soltaba alguna que otra maldicion entre susurros.
Addeline seguía sin despertar. Chris estaba sangrando.
Todo se había vuelto una puta locura.
Un coche se pegó a mi lado izquierdo, metiéndose en el otro carril. Habíamos llegado a la ciudad.
-Mete fondo -Me tentó Dan- Hay que sacar las pistolas. Chicas agachense ¡Rápido!
Todo fue muy rápido. Teníamos un coche a nuestra izquierda golpeando el coche para que saliéramos del carril. Teníamos otros dos detrás.
-¡Comiencen a disparar! -Gritó Eugen-
Eugen bajó el cristal y comenzó a disparar.
El coche era brindado pero aún así, si disparaban constantemente en el mismo sitio el cristal se podría quebrar.
Dan y Chris encambio subieron a una pequeña ventana que estaba en el techo y comenzaron a disparar desde allí.
Me metí por algún que otro callejón para poderlos despistar, pero eran muy rápidos.
Dan y Chris se pudieron librar del coche que estaba a
nuestra izquierda, mientras que Eugen reventó una de las ruedas del coche que nos seguía desde atrás. Eso causó que perdiera el control y se chocara con una farola.
Pude escuchar como Leonor y Angie lloraban. Yiyianna en cambio miraba a la ventana como si nada.
¿Cómo una persona puede ser así?
Volví a acelerar para intentar librarnos del último coche. Dan consiguió disparar al conductor justo en la cabeza haciendo que el último coche perdiera el control.
Volví a acelerar. Teníamos que deshacernos de este coche.
Derrapé el coche dejándolo inmóvil. Rápidamente bajé y todos me siguieron. Agarré a Addeline abrazándola. Estaba realmente helada.
Chris estaba sin camiseta, este se pegaba a Leonor para ganar algo de calor.
Angie seguía llorando mientras caminaba por las calles más pobres de California.
Eugen y Dan eran los encargados de coger las pocas cosas que pudimos guardar.
En el Ranger Rover guardé un poco de dinero por seguridad. Por si teníamos alguna que otra emergencia, también más armas y por supuesto algo de ropa.
-Tenemos que deshacernos del coche -Susurró Dan-
-Dejalo Dan, no tiene nada con que puedan encontrarnos. -Dijo a Eugen mientras caminaba al lado de Yiyianna
Seguimos caminando por las calles hasta que pudimos llegar al centro de California.
-¿Dónde podemos ir? -Susurró con la voz rota Angie -
-¿Alguien sabe la dirección de la casa del padre de Addeline? -Pregunté frustrado-
-Rand Smith -Susurró Eugen - Sería en el primer sitio que nos buscarían. No es buena idea. Además lo pondríamos en peligro. Adde no nos lo perdonaría.
-Entonces tenemos que encontrar algún sitio donde poder aún que sea descansar en paz. -Solté un suspiro-
Eugen asintió y comenzó a caminar por una larga calle.
Eramos ocho personas totalmente perdidas.
¡Holaa!
Llegamos a 2k
Quien lo diría.
Espero que os haya gustado el capítulo. Al principio no iba a ser así, por eso lo tuve que volver a escribir totalmente entero.
Me gustaría explicaros algo.
Cuando una persona conoce una noticia no muy agradable, tiene un ataque de pánico o se culpa de ello.
Al menos en mi, fue así.
Después de que te desahogues, estas tan cansado mentalmente que tu cuerpo lo único que quiere es dormir para no recordar.
Por eso Addeline sigue dormida como si nada. Su mente la protege de si misma.
Espero que más o menos me haya explicado bien.
¡Besoss!
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XXIX. Lugar seguro
Narra Alexandro
Llevábamos varios kilómetros recorridos. Addeline seguía sin despertar, a cada rato alguno de nosotros la cogía para seguir avanzando.
Estábamos lejos del centro de la ciudad, pero aún seguíamos corriendo peligro. Chris, el que fue disparado en el hombro izquierdo, pudo sacarse la bala con ayuda de Eugen.
Este aún seguía sangrando, pero de su boca no salió ninguna queja, era el que nos animaba a que siguiéramos avanzando.
-Estoy agotada -Murmuró Leonor mientras se sentaba en un banco- ¿Dónde vamos a ir al final?
-Tenemos que buscar un lugar seguro, Leonor -Habló Chris sentándose a su lado-
-Lleváis dos horas diciéndonos lo mismo -Se quejó Angie-
Nos miramos unos a otros. Estábamos todos en silencio. Addeline esta vez estaba en los brazos de Dan. Al no despertarse, seguía con su pijama que consistía en una camiseta de tirantes y unos shorts. Tuvimos que ponerle una sudadera, era una noche bastante fría.
-¿Dónde está Roan? -Exclamó Leonor levantándose de golpe-
-La última vez que lo vi, dormía con Addeline -Susurré-
-¡Se quedó allí Alexandro! ¡Hay que ir a por él! -Gritó Angie-
-Sería muy peligroso -Cerré mis ojos- Esta vez no podemos hacer nada.
-Addeline
nos matará -Chris comenzó a dar vueltas en círculos-
-¿Y si el perro nos siguió? -Dijo Dan esperanzado-
-No seas idiota, íbamos en coche. Tiene que ser un super perro como para hacer eso.
Todos observamos a la dormida Addeline. Fue mi culpa, no me acordé en ningún momento del maldito perro.
-Hagamos algo -Propuse- Esta noche descansaremos en cualquier sitio, mañana por la mañana iremos a la casa. Podremos coger la ropa que se quedó allí y así podremos comprobar si está Roan o no.
-¿Y si lo han matado? -Leonor chasqueó la lengua-
-Pues que se joda el perro, la dueña y todo el mundo -Habló por primera vez Yiyianna- Es un maldito perro, se puede comprar otro.
-Pero... -Angie comenzó a hablar pero Yiyianna la interrumpió-
-Pero nada niña. Si murió muerto está. Que hubiera sido mas listo -Yiyianna sonrió con malicia-
-Eres una pésima persona Yiyianna -Leonor se acercó a ella- Todo te importa una mierda, ¡reconoce que solo estas aquí para molestarnos!
-Estoy aquí para joderos la existencia -Respondió con una carcajada-
-Basta -Intentó calmar la situación Chris- Sigamos caminando, mañana volveremos.
Me acerqué a Dan y envolví con mis brazos a Addeline, alzándola.
Comenzamos a caminar hasta adentrarnos en un gran parque. Todo estaba rodeado de máquinas infantiles. Había un gran tobogán rojo. Donde Chris corrió y se tiró. Dan y Angie les siguió tirándose mientras reían.
-Malditos infantiles de mierda -Escuché como maldecia Yiyianna-
Yiyianna no era mala, era una persona muy difícil de soportar. Ella estaba acostumbrada a este mundo. Acostumbrada a que cada mes un psicópata le siga para intentar matarla o hasta violarla. El padre la quería mucho, siempre le daba todos los caprichos y a lo mejor eso fue lo que falló en la educación de Yiyianna.
También era verdad que era muy posesiva. Desde mi punto de vista es totalmente normal. Su madre murió en el parto, al único que tiene es a su padre.Ella quería tener a alguien mas que no fuera su padre, y ese alguien era yo.
Y eso era un gran problema. No estaba enamorado de Addeline, pero si me gustaba y mucho. Al principio no fue fácil para ninguno de los dos, yo tenía a gente detrás que me quería matar y ella...Ella en estos momentos estaba totalmente destruida.
Nos encontrábamos enfrente de un hotel no muy grande. Entramos y reservamos solo una habitación.
Una habitación tenía varias camas, como mucho -Dijo la mujer- tenía cinco.
Quisimos una sola habitación por si daba la casualidad de que nos encontraban. Estaríamos todos juntos y podríamos escapar sin tener que llamar a nadie.
Al
entrar en la habitación, inmediatamente las chicas se fueron a dormir. Nosotros pensamos en quedarnos toda la noche haciendo guardia y así planear algo para que mañana pudiéramos ir libremente a por Roan.
-Ellas se podrían quedar aquí mientras que nosotros vamos a por el maldito perro -Opinó Chris
-No flipes amigo. ¿Y si vienen a por ellas? ¿Con qué coño se defenderían? -Se burló Eugen
-Le podemos dejar un revolver -Chris chasqueó la lengua- Mala idea, mejor no.
-Yiyianna sabe disparar. Su padre es un maldito mafioso. ¿Por qué no? -Eugen se levantó y comenzó a caminar alrededor de la mesa donde estábamos sentados- Nosotros podemos ir y volver rápido mientras ella se queda con el arma. Si tiene que disparar ella lo hará.
-No seas imbécil. Claro que Yiyianna disparará, pero a la cabeza de Leonor, Angie o Addeline. -Bufó Dan-
-Lo mejor es que vayamos todos -Reconocí la voz de Addeline a mis espaldas-
-¡Addeline! ¡Has desperado! -Dan se levantó y fue a abrazarla- Tienes el sueño muy profundo, no te enteraste de nada.
-En realidad es la primera vez que me pasa -Addeline hizo una pequeña mueca- Jamás en mi vida pensé que pudiera pasar esto -Negó con la cabeza- Descansen chicos, mañana será un largo día...
-¿Te
duele los brazos? -Pregunté mirándola-
-Un poco, pero no os preocupéis. Esto en dos o tres días estará mas que curado -Respondió con una sonrisa-
-No quiero volver a verte en esa situación Addeline -Eugen la cogió de la mano y la abrazó- Nos asustaste a todos.
-Lo siento. A veces también me gusta ser el centro de atención -Bromeó ella-
Soltamos una breve carcajada mientras que caminábamos hasta las camas. Leonor y Angie dormían juntas mientras que Yiyianna tenía la cama para ella sola. Chris y Dan se despidió de nosotros decidiendo que dormirían juntos.
-Duerme tu con Addeline -Propuso Eugen- Mañana será un largo día, tenemos que estar descansados.
-Esta bien -Accedí- Hay una cama libre por si quieres dormir.
Enlacé mi mano izquierda con la mano derecha de Addeline y tiré de ella para llegar a la cama que seguía libre. Ella se quitó la sudadera que tuvimos que ponerle por el frío que hacía y se tapó con los edredones.
Me acomodé en la cama pegando mi torso a la espalda de Addeline. Esta al principio estaba tensa pero cuando comencé a acariciarle su vientre se relajó.
-No puedo dormir Alexandro -Se quejó- Estuve durmiendo todo el día.
-Dormiste como mucho ocho horas Adde -Le acaricié con mis dedos su vientre- Mañana iremos a por Roan.
-Eso espero, si no tu y yo tendremos problemas -Bromeó
-Por supuesto. No olvides que es mi hijo. -La abracé con mas fuerza-
-Nuestro hijo -Enlazó nuestras manos-
Fue la primera vez en muchísimo tiempo que dormía bien. A pesar de la situación en la que nos encontrábamos estar al lado de Addeline me aliviaba por completo.
¡Que puta que es Yiyianna por Dios!
Que la mateeeen
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Noticia.
Creo que merecéis una leve explicación.
Llevo meses detrás de una chica que había publicado un libro. Más de uno la conoceréis pero prefiero no mencionar el nombre.
Cuando por fin pude hacer que leyera aúnque sea el primer capítulo me dijo esto:
«No está mal. Pero ni creas que esto tiene algún futuro, no tienes experiencia ninguna. No sirves para escribir, buscate otro hobbie»
A mi eso me sentó como una patada en el culo.
Sé que no es la mejor historia, ni tampoco buscaba un futuro con esto.
Yo escribía porque me encanta, es algo que realmente me apasiona.
Intentaba escribir lo mejor que podía. Para que entendierais todo y así os gustara.
Realmente no sé lo que haré con la historia.
La mandé a borrador. No sé lo que hacer.
Sé cuanto molesta que te quiten una historia que más o menos te gusta, lo sé.
Por eso no sé que hacer, por vosotras.
Vuelvo a pedir perdón por todo está mierda que estoy liando.
Sólo soy una escritora que no está pasando por su mejor momento.
Espero que me perdonéis.
Jamás quise que ocurriera esto.
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XXX. Raro
Narra Addeline
Fue una mañana muy movida. No teníamos coche y había muchas cosas que llevar. Esto se convirtió en un gran problema por lo que teníamos dos opciones.
Robar un coche o ir hasta mi casa para coger el mío.
Es verdad que Alexandro podría comprarse otro con un chasqueo de dedos, pero no teníamos tiempo. Todo iba en nuestra contra.
Por eso todos decidimos en ir a coger mi coche. No era muy grande, máximo para cinco personas, pero tendríamos que conformarnos.
Lo bueno de mi coche es que es espacioso, y tiene un buen maletero. No era ninguna furgoneta ni tampoco costó mucho dinero, pero para poder salir de California estaba más que bien.
Cuando fui a coger mi coche, Rand no estaba.
No tenía ganas de verlo. Sé que el intentó cuidarme ante todo, pero lo único que yo estaba haciendo en su vida era molestar.
En el coche algunos tuvieron que subirse en otros, pero eso importó lo más mínimo.
Yo me encontraba de copiloto de Alexandro. Este conducía sin apartar los ojos de la carretera.
Angie estaba subida en Dan, mientras que Leonor en Chris.
Eugen y Yiyianna se encontraban sentados sin nadie encima. Tenían la suerte.
-Ahora
cuando salgamos del coche, quiero que cada una llevéis una arma -Ordenó Alexandro-
-¿Pero por qué? Estáis vosotros -Se quejó Leonor-
-No jodan y hagan caso -Refunfuñó Eugen-
Leonor le hizo una mueca de desagrado a Eugen, pero a este no le importó y siguió mirando por la ventana como si nada.
-Cuando salgamos de California compraré un coche como Dios manda. -Se quejó Dan-
-No jodan, es mi bebé -Lo miré y le enseñé mi dedo corazón -
-¡Que grosera! -Dan imitó la voz de una mujer. Todos reímos -
Estuvimos casi una hora en el coche. Ya se hacía incómodo estar tan apretados.
Alexandro paró mucho antes de llegar a la casa por seguridad.
Nos dió un arma a cada uno de nosotros y comenzó a andar. Él no hablaba, estaba concentrado en llegar y salir con vida de la casa.
Todo estaba desierto, no había ningún coche que circulase por la carrera ni tampoco voces.
-Pisen donde pise yo ¿vale? -Murmuró irritado Alexandro-
Todos seguimos sus pasos. Yiyianna hizo un berrinche por estar al lado de Alexandro, hasta que al final lo consiguió.
La casa se podía ver de lejos. Estaba totalmente desierta, al menos lo que permitía ver los árboles.
-Addeline ya que eres experta en subir
a los árboles, sube a ver si ves algo -Soltó con burla Yiyianna
No quise entrar en su juego y sin rechistar me subí al árbol más grande que pude ver.
Al principio me costó mucho, mis manos aún no estaban para nada recuperadas. Pero después de varios minutos y mucha fuerza de voluntad, pude hacerlo.
Ningún coche estaba alrededor, las ventanas todas estaban cerradas, tal y como las dejamos. La puerta estaba derrumbada en el suelo.
-No hay nada -Grité para que me escucharan -
-Tirate Addeline, estoy abajo. Te cogeré -Gritó Dan-
Si me costó subir me va a costar el tiple bajar. Así que pensándolo dos veces me tiré.
Mi espalda tocó algo duro pero sabía que no era el suelo.
-Gracias Dan -Le agradecí y este me bajó -
-Sigamos -Ordenó Alexandro a gritos -
Todos seguimos sin rechistar. Se podía ver desde lo lejos lo enfadado que estaba Alexandro.
Al llegar a la casa decidimos no entrar por la puerta porque era muy obvio. Así que entramos por la ventana por donde salimos la última vez.
Dan fue esta vez el que me ayudó a subir. Mis heridas se habían abierto y estaba sangrando, pero aún así nadie paró.
Al llegar a la habitación, todos observamos lo destrozada que estaba. Toda la ropa estaba tirada por el suelo mientras que había cristales esparcidos por toda ella.
La
puerta estaba tirada en el suelo manchadas de pisotones.
-Lleven su arma y siempre en alto, busquen a Roan y sus cosas más preciadas ¡Rápido! -Nada más terminar de decir eso, Alexandro salió de la habitación -
Yo lo único que quería encontrar era la carta de mi madre. Fui a la habitación donde por última vez la vi.
Esta era la única que estaba cerrada, todas estaban por los suelos.
Miré el pomo y lo abrí con cuidado, con un arma en mi mano derecha.
La luz estaba apagada y la persiana de la habitación echada abajo. Todos los cristales estaban tirados por el suelo. Tal y como la dejé. Encendí la luz y deseé no haberlo hecho.
Un nombre lleno de sangre sujetaba la carta de mi madre en su cabeza con una chincheta. Estaba enganchado a la pared como si fuera Jesús. Ahogué un grito de horror.
-¿Todo bien Addeline?-Escuché a Dan a mis espaldas - Ostia, menudo regalo más bonito.
-Madre mía... -Llevé mis manos a mi cabeza, la pistola se me había caído- Esto no puede estar pasando..
-Tranquila, veamos que hay por aquí -Dan entró en la habitación y comenzó a buscar
Todo el suelo estaba manchada de sangre del pobre hombre. Nunca en mi vida lo había visto, pero tuvo un final de mierda.
Dan seguía buscando algún indicio para saber quién hizo todo esto.
Lo único que encontró fue un sobre muy elegante con mi nombre puesto en él.
Al salir de la habitación mis ojos buscaron un punto para mirar. Estuve mirando el punto varios minutos.
Hasta que Alexandro se puso delante.
-Roan está bien. Sólo tiene manchas de sangre -Me dijo- ¿Estas bien?
Al ver que no le hacía caso, entró en la habitación donde Dan seguía buscando.
-¿Encontraste algo? -Escuché que Alexandro le preguntaba a Dan-
Se escucharon varios susurros, pero de nuevo mis ojos volvían a buscar un punto fijo.
Habían matado a ese hombre por mi culpa.
Tenía de nuevo una carta con mi nombre y temo que sea de mi padre biológico para amenazarme.
También puede ser de Jhon pero realmente lo dudo, el no sabía que estaba en California.
Ni veinticuatro horas tardaron en encontrarnos.
¿Qué podríamos hacer?
Quiero daros las gracias por todo el apoyo que he recibido.
A algunas personas es normal que no les guste este tipo de historias, y yo soy alguien que comprende y entiende eso.
Lo que hizo la chica sé que no estuvo bien, pero bueno ¡la vida sigue!
También quería decir que esta historia no se alargará mucho. Habrá como 50 a 60 capítulos.
Tampoco sé si haré segunda temporada, porque el final que tengo en mente no le gustará a más de una.
Sólo espero que más o menos os haya gustado lo que llevo escrito.
Y pido perdón de corazón por haber montado el espectáculo que monté ayer.
Pero realmente estaba muy mal.
Gracias de nuevo a las chicas que me han dado todo su apoyo.
Sobretodo a mi sister, que estuvo toda la noche animándome para que siguiera
Realmente le debo todo esto a ella♥
También quería contaros una anécdota. ¡Ayer conocí a Dan! Si, nuestro hermoso Dan.
Es un chico que se llama Dani y se parece mucho a él por la forma de hablar y por lo salido que es.
Fue bastante chistoso.
De nuevo muchas gracias por todo, en un futuro haré otra historia y espero que me acompañéis también en esa.
¡Muchas gracias en serio! ♥
Si queréis podríamos hacer un grupo de Whatsapp, sólo si queréis.
¡Si somos más de Diez lo haré!
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XXXI. Papá
«Cuando conocí a tu madre quise cambiar. En los ojos de tu madre había coraje pero también comprensión.
Nadie se quería acercar a mi, todos creían que era un diablo salido del infierno.
Quizás no se equivocaron.
Tu madre me daba ánimos para que yo cambiara, pero realmente no pude hacerlo por una razón: Tú.
Sabía desde que me enteré de tu existencia que me quitarías a mi amada mujer.
Y lo lograste.
Tu madre murió por tu culpa amada hija mía.
Pensé que en ese coche estabas tú con él maldito Rand.
Maté a la única mujer que había amado por tu culpa.
No creas que podrás escapar de mi.
Me llamaban el demonio.
No te escaparás de mis garras.
Pagarás lo que no pudo pagar tu madre»
No paraba de recordar una y otra vez las palabras que mi padre escribió en esa horrible carta.
Alexandro por precaución no quiso que la leyera sola.
Después de leerla salí de la habitación dejándo a Alexandro sólo y la carta tirada en el suelo.
Sé que el no tenía la culpa de nada, sólo me hizo conocer una vida que jamás pensé que fuera la mía.
Decidimos entre todos salir de la ciudad hasta que las cosas se calmasen.
Tendríamos que ir con mi pequeño coche pero ninguno tenía quejas.
Dan aseguró que comprará una furgoneta nada más vea un concesionario.
Esta vez quería ir atrás, así que en vez de ponerme a pelear con Yiyianna por ver quien se ponía delante me fui directamente
a los asientos de atrás con Roan en mis brazos.
Tuvimos que juntarnos muchísimo más, ya que mi cachorro no paraba de moverse de un lado a otro.
-Somos unas sardinas bien sexys atrapados en una lata -Bromeó Dan debajo de Angie-
-Vayamos a comprar un Ranger Rover. ¡Ese cacharro si que vale! -Siguió bromeando Chris-
-Callense, es mi hermoso bebé -Contesté pegándole un pequeño puño a Chris-
-¡Que violentas estamos hoy! -Gritó Chris intentando alejarse de mi-
-Violento me voy a poner como no dejes de moverte -Murmuró Eugen-
-¡Relax! Estamos con señoritas, no seas maleducado -Dan imitó a una persona mayor-
-¡Me tienes hasta los huevos con tus bromas Dan! ¡Esto es serio! -Gritó Eugen muy enojado -
El ambiente se volvió muy tenso. Dan y Eugen se miraban mal el uno al otro. Mientras que Chris intentaba apaciguar las aguas.
-Ya en serio, paren idiotas. -Chris agarró las manos de Dan- Están asustando a nuestras amigas.
Dan forzado se libró de Chris con un pequeño empujón.
Suspiró frustrado y agarró con fuerza la cintura de Leonor que estaba encima.
-¿Dónde vamos? -Preguntó Yiyianna-
-Lejos de California-Respondió tajante Alexandro-
-¡A mi no me trates así! -Se quejó Yiyianna-
-¡No te quiero escuchar! -Alexandro golpeó con fuerza el volante- Estoy hasta los huevos de todos vosotros. Si prefieren bajense y mueran. ¡Yo ya no os protejo más!
-¡Ey bro! Tranquilo ¿si? -Intentó calmarlo Dan-
-Tranquilo ¡no! No paráis de quejaros. ¡YO TAMBIÉN ESTOY HARTO! ¿VALE?
Al ver que nadie respondía,Alexandro
suspiró de nuevo y aumentó la velocidad.
-Entiendo que estemos todos muy tensos y asustados -Comencé a hablar- Pero Alexandro tiene razón, no paramos de quejarnos.
-¡Dejate de joder puta!-Exclamó Yiyianna - Nadie te quiere escuchar
-¡No le hables así! -Me defendió Angie- ¡A la única que no aguantamos es a ti!
-¡Callate zorra! -Yiyianna se levantó del asiento intentando coger los pelos de Angie-
Alexandro frenó de golpe saliéndose de la carretera. Salió del coche y lo golpeó con fuerza.
Me baje con rapidez y los demás me siguieron.
-¡Ey Bro! ¿Tranquilo si? -Se acercó Dan a él - No te preocupes que todo saldrá bien.
-¡NO ME JODAS DAN! ¡ESTOY HASTA LOS HUEVOS DE TODO EL MUNDO! Os dejaría aquí tirados, como mierdas ¡Maldita sea!
Alexandro pateó la rueda del coche con fuerza. Dan lo agarró por detrás para intentar pararlo.
-¿Te vas a tranquilizar? -Le susurró Chris- No te preocupes que voy a conducir yo ¿vale?
Metieron a Alex en el coche. Dan se puso al lado de él para evitar que hiciera alguna tontería.
Todos comenzaron a meterse en el coche. La última fui yo.
Apenas quedaba espacio, así que tuve que sentarme encima de Eugen.
-Addeline -Me llamó Alexandro- Ven aquí.
Con tal de no discutir hice lo que me pidió. Me senté en sus piernas y el automáticamente me rodeó con sus brazos.
-Perdoname pequeña, no quería que presenciaras esto. -Me susurró al oído - Nada de esto es tu culpa. Eres la única persona por la que estoy aquí.
-Te comprendo ¿vale? No te preocupes -Le susurré abrazándole -
Él puso su cabeza en mi cuello. Su agarre aumentó.
-¡Deja a mi novio maldita zorra! -Gritó Yiyianna-
Note como Alexandro se tensó debajo de mi. Lo abracé con fuerza para intentar calmarlo.
-Yiyianna no estamos para gilipolleces ¿vale? -Susurré-
-Maldita zorra... -Oí como Yiyianna me maldecía -
Todo el coche siguió en silencio. Chris conducía mientras Yiyiana me seguía maldiciendo. Dan estaba al lado de Alexandro mientras Angie estaba en sus piernas.
Eugen dormía en el hombro de Leonor.
Un móvil sonó y nos miramos los unos a los otros.
Alexandro se levantó como pudo y cogió su teléfono.
Su iPhone reflejó un número que por la cara de Alexandro pude comprobar que no lo conocía.
-Lo voy a coger. Callense todos, lo pondré en altavoz. -Dijo alto y claro-
Todos asentimos y este aceptó la llamada
-¿Pensabas que te ibas a librar de mi, Alexandro? -Habló alguien a través del teléfono -
-¿Jhon? -Preguntó Alexandro confuso -
-El mismo. Así que... Ahora estáis en un coche ¿No? -Soltó una pequeña risa- Ni creas que os podréis librar de mi. ¿Está Addeline por hay? Es para que le digas que pronto estará entre mis brazos.
-Eso quisieras tu capullo -Soltó Alexandro - ¿Qué coño quieres?
-Ya sabes lo que quiero. -Hizo un pequeño ruido - Quiero a Addeline Westh. ¿Sabes que tu padre es muy simpático, Addeline? Te tiene mucho rencor, más bien te odia. ¿Qué se siente a que no te quiera nadie?
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XXXII.Patético
Después de la llamada, Alexandro comenzó a gritar y a decir barbaridades.
Jhon por su parte no volvió a decir nada. Colgó la llamada sin esperar respuesta alguna.
En mi opinión llamó a Alexandro para ponerle nervioso.
Ya no nos encontramos en California. Decidimos descansar un poco en un pequeño hotel en un pueblo minúsculo.
El hotel estaba algo escondido, eso nos favoreció. Apenas pudimos dormir en toda la noche. El miedo de que nos encontrarán era devastador.
El hotel contaba solo con dos pisos. Tenía escaleras de emergencia, que fue lo que nos decidió a entrar.
De nuevo nos encontrábamos en el coche. Alexandro conducía ya más tranquilo pero no hablaba.
-¿Revisaste el coche Eugen? -Por primera vez, Alexandro habló -
-Sí. No había nada ¿Por qué? -Eugen hizo una especie de mueca-
-Nos encontraron -Respondió. Al ver nuestra cara siguió hablando - Miren el coche que está detrás de los dos coches. El azúl. Piensan que cogiendo un coche que utiliza todo el mundo no me voy a dar cuenta. Estúpidos
-¿Qué vamos a hacer? -Pregunto Leonor alterada-
-Ponganse los cinturones -Alexandro ignoró a Leonor - Eugen tu que estas en medio, agarra a Addeline. Este coche solo tiene tres cinturones atrás.
-Entendido -Sentí como Eugen me envolvía en sus brazos-
Alexandro aceleró y comenzó a dar vueltas sin sentido alguno.
Estuvimos a punto de tener un accidente varias veces. Ya que mucha
velocidad y giro no es buena idea.
Afortunadamente, Alex frenaba con rapidez y con la ayuda de la palanca, haciendo así que el giro quedara perfecto.
En uno de esos giros, vino un coche embolado hasta nosotros. Haciendo que Alexandro no pudiera frenar bien. El coche salió de la carretera y pegó con una farola.
Eugen aumentó el agarre y no salí disparada para el cristal.
Comenzamos a salir del coche al instante.
-¿Están bien?-Pregunté -
-Sí solo algunos rasguños -Respondió Angie limpiando la sangre que comenzaba a salir en su cuello-
-¡No es el momento de charla! ¡Hay que irse! -Gritó Eugen-
Observé el lugar el coche que nos golpeó había desaparecido.
¿Si venían a por nosotros, porque no salen?
-¡ES UNA TRAMPA! ¡NO CAMINEN! -Grité con todas mis fuerzas -
Ya estaban algo avanzados, a mi me dejaron atrás.
Al pararse, empezó a salir muchas personas con armas apuntándolos.
Quise caminar hacía ellos, pero una mano en mi cuello me lo impidió.
-Tienes la inteligencia de tu padre,Addeline. -Pude reconocer la voz de Jhon- ¿Me extrañaste?
-Ni creas que te diré que sí -Me burlé de él- Vienes a por mi. ¿Por qué matarlos a ellos? Que poco inteligente eres.
-Tengo un trato. Tu por todos ellos. -Respondió dejándome helada - ¡Denle un arma a Eugen!-
Miré con sorpresa a Eugen. Este se acercó a un hombre y le entregó un arma.
Observé a Alexandro
cual estaba apunto de explotar.
Codeé el abdomen de Jhon librándome de él y corrí hasta Alexandro.
Lo abracé con fuerza. Él al principio tardó un poco en corresponderme pero después me abrazó con fuerza.
-No te alteres ¿vale? No me va a pasar nada, pero igualmente esta ya no es tu guerra hermoso. No te miento si te digo que eres lo mejor que podría haberme pasado. -Hice una breve pausa- No quiero que te sientas culpable por todo esto. Nada es tu culpa. Me has defendido cuando no tenías porqué hacerlo. Gracias Alexandro Kranevitte por haberme comprado en esa maldita subasta. -Susurré-
Unos brazos me separaron con brusquedad de Alexandro. Este iba a pegarle al chico pero le sonreí y se quedó al lado de Dan.
-¡Niñata estúpida!
Jhon se acercaba a mi con cara de querer matarme.
Mi cara automáticamente fue girada con brusquedad a la derecha de la cachetada que me dio.
Sentí como Leonor y Angie gritaban y hasta pude escuchar como Alexandro respiraba con fuerza.
-¿Qué se siente a que una mujer pueda dejarte en el suelo? -Pregunté con burla-
Mi cara esta vez fue girada a la izquierda.
Vi como Dan agarraba a Alexandro con fuerza.
Jhon atrajo hacía mi a Eugen. Este miraba el suelo sin poder observarme a los ojos.
-Eres un hijo de puta -Susurré-
-Eugen agarrala que nos vamos -Ordenó Jhon-
El hombre que me sujetaba me libró de su agarre para poder cogerme Eugen.
Los lame culos de Jhon seguían apuntando a mis amigos.
-¡Ey! Ya me tienes a mi. A ellos puedes dejarlos -Grité-
Jhon me miró y sonrió.
-¿Qué te hace pensar que voy a hacer lo que una niñata me diga?
Sonreí y codeé a Eugen. Este cayó al suelo y cogí la pistola que sobresalía de su bolsillo.
-Qué a mi no me tendrás -Dijé enfrentándolo. Me apunte a la cabeza-
-No serías capaz. -Susurró nervioso-
-¿Te vas a arriesgar? ¿Que diría mi padre si apareces con mi cadáver? ¿Nada bonito verdad? -Sonreí -
Jhon padeció y hizo un gesto con la mano. Inmediatamente los que apuntaban a mis amigos, se dispersaron.
-¿Me permites despedirme? -Pregunté con burla- Ah perdón, que se hace lo que me da gana. Gracias.
-Maldita zorra -Escuché como murmuraba Jhon-
Pegué un disparo al cielo.
-¿Es serio? -Pregunté incrédula- Eres patético Jhon
-Me cansé de tus juegos. ¡Cojanla!
Varios cuerpos empezaron a moverse. Tiré el arma a los pies de Alexandro en el momento que unos brazos fuertes me envolvían. Gemí de dolor pero a ellos no les importó
-¡Vayanse de aquí! ¡Maldita sea! ¡Corran de una puta vez! -Grité-
Empecé a forcejear con el hombre que me tenía cogida. Sólo ganaba más dolor pero no me importaba.
Leonor y Angie lloraban. Alexandro,Dan y Chris sabía que buscaban alguna solución para salvarme. Negué la cabeza y me entendieron.
-Gracias por todo lo que habéis hecho por mí. Estaré eternamente agradecida. -Susurré-
Alexandro comenzó caminar con el arma que pocos minutos antes había tirado. Dan y Chris empujaban a las chicas para que caminaran.
Las personas que más me habían ayudado se estaban marchando.
Inconscientemente sentí como mis lágrimas manchaban el suelo mojándolo.
-Que emotivo ¿Verdad Eugen? -Jhon preguntó y Eugen sólo rodó los ojos- ¿Qué se siente a que no te quiera nadie? ¿Crees que si de verdad les importaras harían lo mismo?
Yo solo sonreí burlandome de él.
Sólo se podía vera gran espalda de Alexandro caminando. A su alrededor caminaban los demás. No aparté la mirada hasta que vi que no se podía ver más.
Se habían ido.
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XXXIII. Cárcel
Narra Addeline
Mis ojos se abrieron de golpe. Sólo veía oscuridad. No veía absolutamente nada más.
Me encontraba tirada en el suelo, con el pelo enredado y la cara llena de barro.
Tenía algunos rasguños que pude notar al pasarme las manos por los brazos por el frío que tenía.
Me levanté con la esperanza de encontrar alguna salida. Pegándome a las paredes para así encontrar algún camino.
Nada. Sólo paredes.
Grité frustrada y me senté en un rincón. Las lágrimas bajaban por mis mejillas hasta caer hasta el sucio suelo.
Nunca tendría que haber dejado que se fueran. Podría haber encontrado alguna manera para escapar. Pero fui totalmente estúpida y los dejé pasar.
Extrañaba las muecas que hacía Alexandro cada vez que decían un comentario que no le gustaba. Echaba de menos la manera de reír que tenía Leonor. Necesitaba esas charlas de Angie que hacían que las horas se convirtieran en segundos.
Lloré con más fuerza.
No me había dado cuenta, pero esos idiotas habían hecho mi vida mucho mejor.
Las maneras de Chris de hacernos reír, hasta el carácter tan gracioso que tenía Dan.
Y lo había perdido todo.
Había perdido amigos que jamás podré tener de nuevo pero sobretodo perdí al único hombre que me había hecho sentir
especial.
Se escucharon varios susurros pero no presté atención.
Se encendieron las luces asustandome y pude contemplar la habitación.
No había nada,ni una simple cama. Todo eran paredes grisáceas por la humedad y el suelo lleno de barro.
El suelo se abrió asomándose una cabeza.
Al principio creía que era Jhon, pero se trataba de Eugen.
-Te traigo la comida -Me sonrió y se acercó a mí para darme la bandeja-
La 'comida' consistía en un trozo de pan con agua.
-Muy considerado -Solté incrédula-
-No es mi culpa que estés aquí, Addeline -Me miró y intento agarrarme la mano-
-¡Que hipócrita que eres maldita sea! ¡Fallaste a tus amigos! ¡Dañaste a Alexandro! -Grité empujándolo -
-¡No hice nada de lo que dices! ¡Los protegí! ¡Era tu cabeza o la de todos! ¡ERES TU LA EGOÍSTA! -Gritó cogiéndome de los hombros-
Lo miré a los ojos y le escupí. Este se pasó la mano para sacarse mi escupitajo de su cara.
-Te vas a arrepentir de lo que acabas de hacer -Me amenazó-
-No estés tan seguro de eso -Lo miré con desdén - Largate. No te quiero ver.
Este se fue después de matarme con su mirada.
Volví a sentarme en el suelo. La luz la había dejado encendida y aproveché para buscar algo con lo que entretenerme.
Encontré una pequeña piedra que pintaba en el suelo sucio.
Aproveché para pintar en un rincón un uno.
Estaré mucho tiempo aquí. Algo tendría que decirme cuánto llevo.
Me pasé toda la tarde dibujando en las paredes. Por un momento me acordé como mi madre
me regañaba por pintar en ellas.
Varías horas después se volvió a abrir la puerta. Un chico que no había visto en mi vida entró en mi misma habitación.
-Al fin te puedo conocer,Addeline -Habló el chico-
Era moreno y tenía para mi parecer muchos músculos. Lo observé por varios segundos.
-¿Quién eres? -Me levanté y le enfrenté- Si eres uno de los lame culos de la persona que se hace llamar mi padre o Jhon vete de aquí.
-¿Te vale con que te diga que no soy un lame culos como tú dices? -Respondió divertido-
-¿Te hace gracia que este en una puta cárcel? -Susurré-
-Siempre hay que mirar el lado bueno de las cosas. -Se sentó en una esquina quedando enfrente de mi- Soy Mike
-¿Qué hay de bueno en esta mierda? -Me senté igual-
-Que me has conocido -Sonrío-
No podía negar que tenía una linda sonrisa. Sin querer me empecé a reír con él.
-Lástima que seas un lame culos de alguno de esos capullos, si no, me caerías bien. -Le guiñé un ojo-
-Se puede decir que no estoy aquí porque quiera. Más bien por obligación -Dijo tajante,al ver que no hablaba siguió hablando- Fue muy valiente de tu parte dejar que tus amigos se marcharán condenándote.
-No eres como ellos. ¿Por qué me tratas bien?-Pregunté sorprendida -
-No mereces que te traten mal Addeline. Al menos mi respeto lo tienes totalmente -Suspiró- No todo el mundo da su vida por sus amigos ni mucho menos por un perro.
-¿Cómo sabes eso? -Me levanté alarmada-
-Tranquilizate. Eres el chisme de todos. Nos dejaste con la boca abierta cuando hiciste eso -Rió- Nadie te odia Addeline. Si estás aquí es porque Jhon y Henry lo quieren así. A nosotros sólo nos pagan.
-¿Henry es mi padre?-Susurré-
-Exactamente. Es un demente -Opinó-
-Es gilipollas, eso es lo que es -Notaba como mi sangre hervía -
-Tranquila, eso lo sabemos todos. Más de uno no te quiere aquí Addeline -Susurró tan bajo que apenas pude escucharlo -
-¿Por qué no me ayudan a salir? -Salté esperanzada-
Si tenía ayuda es muy probable que pudiera salir viva y coleando de esta mierda de cárcel. Volvería a ver a Alexandro y nos iríamos muy lejos.
-No es tan fácil Addeline -Me sorprendió su manera de hablar, tan fría - Hay personas como yo,que tienen corazón y que no te quieren aquí, pero hay otra que es la mayoría que lo único que quiere es dinero. Y eso equivale a hacerte la vida imposible.
-Esto es demasiado para mi-Susurré pero la voz se me quebró -
Comencé a dar vueltas por la pequeña habitación. La mirada de Mike me seguía en todos los pasos que daba.
-Quizás Henry se compadezca de ti y te deje escapar -Intentó calmarme, pero las lágrimas no paraban de salir de mis ojos-
-¡Ese hijo de puta me arrebató a mi madre! ¡Por mi culpa! ¿¡Lo puedes creer!? ¿¡Y aún así quieres que me calme!? ¡Fui yo quien destrozó la vida de mi madre! ¡Yo tendría que haber muerto en ese puto accidente Mike! ¡No quiero que se compadezca de mi! ¡Prefiero que me mate!
-Lo siento Addeline. -Susurró marchándose -
Y una vez más,me encontraba totalmente sola.
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Misión Inesperada
Esto como pudieron ver no es ningún capítulo. Pero quería informarles de algo.
Pronto esta novela va a acabar y inicié un nuevo proyecto.
Se llama Misión Inesperada y me gustaría que me dieran una oportunidad y la leyeran.
Por aquí dejaré el principio de todo.
M
La podéis encontrar en mi perfil
Misión Inesperada
Después de cinco años entrenandome sin parar para ser una agente del FBI, lo había conseguido.
Muy contenta con el trabajo que hice en estos cinco años, a mis diecinueve hice mi primer viaje.
Me iría a un lujoso crucero que pasaría por todo el atlántico.
Piscinas, barra libre, espectáculos...
Pero espera...¿También disparos?
Me encantaría que la leyeran y me dieran su opinión.
¡Gracias!
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XXXIV. Henry
Narra Addeline
Los días pasaban como si fueran años. Sólo llevaba dos días aquí y parece como si llevara años.
Nadie más que Eugen venía. Este me traía la comida y se iba. No antes sin repugnarme con su mirada.
No volví a saber de Mike. A veces se escuchaban varios susurros pero a los minutos después se convertía en un total silencio.
Hacía bastante frío, pero aún así ni me trajeron una manta y muchísimo menos una cama.
La comida que traía Eugen apenas la tomaba, un simple baso de agua es lo que bebía.
Mi estómago sonaba muchas veces, pero me negaba rotundamente a comerme el pequeño trozo de pan rancio que cada día se presentaba en la misma bandeja.
Nunca paré de pensar en Alexandro, en mi pobre cachorro, en el grupo de amigos que tenía... Pensé hasta en Rand Smith.
Realmente era mi padre. De sangre o no, él me había cuidado todo este tiempo sin pedir nada a cambio. Cuando mi madre falleció siguió cuidando de mi.
Es algo que le estaré agradecida toda vida.
De Henry no sabía absolutamente nada. Ni de Jhon tampoco.
Querían que estuviera aquí pero no querían venir a visitarme. Irónico ¿verdad?
Como cada día la puerta que salía del suelo se abrió.
Esta vez no era Eugen.
Mis ojos brillaron de esperanza al ver a Mike.
-¡Ufff! Te ves destrozada Addeline -Intentó bromear-
-¿Qué haces aquí?
-Quiero que te mantengas tranquila Addeline. Tu padre esta aquí y te está esperando en el despacho.
Mi cuerpo comenzó a temblar automáticamente. Mike intentó acercarse a mi pero huí de él rápidamente.
-Addeline no me hagas esto -Suspiró cansado - Me estas poniendo en un compromiso.
-No quiero ir -Dije decidida-
-No estas en condiciones de exigir.
Tenía toda la razón del mundo. Sabía, desde muy al fondo de mi,que si exigía cosas, a Henry no le temblaría el pulso para matar a su propia hija.
Me acerqué a Mike y este me puso de espaldas y me ató las manos.
-Lo siento Addeline,son órdenes-Se disculpó-
Yo solo asentí y este me ayudó a bajar por las escaleras algo inclinadas para mi gusto.
Observé mi alrededor y intuí que estábamos en una cabaña.
Mike tiró de mi y volvió a ayudarme para bajar otras escaleras menos inclinadas.
Observé una ventana. Un bosque rodeaba la cabaña. Un bosque con un gran manto blanco.
Quise quedarme admirando el paisaje pero los empujones de Mike me lo impidieron.
Este tiró de mi hasta quedar en una gran puerta corredera. Mike golpeó suavemente la puerta y una voz algo grave para mi gusto murmuro un breve «pase».
Mike volvió a tirar de mi. Entramos en una gran habitación llena de estanterías de libros. Admiré el lugar sin prestarle atención a nada más.
Si no estuviera en esta situación, adoraría estar en un sitio como este.
-Igualita a tu madre -Murmuró la voz grave- Amaba mirar los libros
Mi mirada se fue para el dueño de aquella voz.
Un hombre de treinta o como mucho cuarenta, lleno de tatuajes por todos sus brazos.
-Si hija mía. Soy yo.
Henry abrió los brazos esperando una cálida bienvenida de mi parte. Al ver que no me moví de mi sitio, este bajo sus brazos y me miró con decepción.
-¿No me quieres saludar? -Preguntó con tristeza obviamente fingida - Que mierda de educación que te dió tu pequeña zorra de madre.
-Mi madre me educó muy bien -Sonreí- Me enseñó que no tengo que saludar a la escoria.
-El mismo carácter de mierda que tu madre. -Sonrió
burlón -
Este hizo un pequeño gesto y Mike me desató las manos. Segundos después salió por la misma puerta que minutos antes había cerrado.
-Espero que te esté gustando tu estancia aquí. Me esmere mucho en conseguirte lo que mereces. -Rodó los ojos- Y dejando la cháchara... ¿Cómo está Rand? La última vez que lo vi estaba bastante asustado.
-Él no tiene nada que ver con esto. Dejalo en paz.-Escupí entre dientes -
-Aquí soy yo el que decide quien entra y quien no. ¿Entendiste, pequeña bastarda? - Gritó enojado-
Me mantuve callada intentando aguantar la mirada.
Era un hombre que imponía bastante,para que negarlo.
-¿Y...Alexandro? Tengo entendido que...habéis hecho buenas migas -Sonrió sentándose en su silla -
-A ver si me entiendes tu a mi -Dije ya cansada de ser la víctima- Me tienes aquí encerrada como si fuera un peligro para la humanidad. ¿Y me hablas de otras personas? ¿Tienes problemas de salud mental?
Tenía en cuenta de que me había pasado. Y no me sorprendió que mi cara fuera girada con fuerza.
Henry me miraba hiperventilando pero no me importó.
-A demás de problemas mentales también tienes problemas de ira. ¿Qué tienes,todo el pack completo de desgracias? -Susurré burlona-
Mi cuerpo cayó al suelo. Mi mejilla izquierda me ardía. Minutos después pude notar como un pequeño hilo de sangre salía de ella.
-Eres una perra, como la puta de tu madre. -Dijo entre dientes-
-No era una perra ni muchísimo menos una puta -La defendí- Otra cosa es que fuera lista al cambiar la escoria por oro.
Note como su bota negra de militar avanzaba a rápidos pasos hacía mi. Golpeó mi abdomen una y otra vez hasta que vió que me dejé de mover.
-Te vas arrepentir de todas y cada una de tus mierda palabras. No me conoces Addeline. Reza para que no te mate mañana.
Una vez más golpeó mi abdomen, después mi cabeza y todo se volvió negro.
Si tenía que morir lo haría. Soy consciente de mis actos y sé que las palabras que le dije le dolieron.
También sabía que unos cuantos golpes no apaciguarían su rabia.
Este hombre era un cazador,y desgraciadamente yo era su presa.
Pero... ¿Realmente me daré por vencida?
Mi madre luchó para darme una vida lejos de este hombre. ¿De verdad le iba a fallar?
Y lo que más importa. ¿Abandonaría a Alexandro?
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Lloro
Ayer, por casualidad vi que la historia estaba en el puesto 14!
Ay, shorare de la emoción!
Os pido que si no habéis votado, que lo hagáis!
Estáis haciendo que tenga muchísimas más ganas de escribir de las que nunca tuve!
También vengo a informaros de algo.
No sé si habrá segunda temporada.
¿A vosotros os gustaría?
Pido por favor que me contestéis!
Muchas gracias por todo.
Por los votos y por vuestro apoyo 💕
Sois geniales
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XXXV. Mike
De nuevo me encontraba en la misma habitación donde llevaba varios días atrás. Aún podía observarse los garabatos que hice al primer día de llegar aquí. Habría pasado varias horas desde que me tiraron de nuevo.
Intenté buscar de nuevo alguna que otra salida, casi rompiéndome las uñas arañando sin parar las paredes. Pero seguía aquí, totalmente sola y sin ninguna salida.
No volví a escuchar murmullos y mucho menos los gritos de Henry. Todo era un absoluto silencio que daba hasta miedo.
Como siempre hacía, me senté en el rincón a dibujar cosas sin sentido alguno. La piedra a la que había bautizado como tiza, ya era muy pequeña y apenas podía escribir bien.
Eugen no pasó a dejarme la comida como siempre hacía, y eso hacía que me sintiera un poco más abandonada de lo que ya estaba.
Mi ropa continuaba llena de barro, ni si quiera pudieron darme algo para no pasar frío. Había veces en las que al estar encerrada, me entraba tanto agobio que tenía hasta calor. Después recuerdo que me pasaré el resto de mi vida aquí y se me pasa.
La puerta que en realidad no es una puerta, vuelve a abrirse una vez más. La cabeza de Mike llena de sangre entraron cerrando la puerta de un golpe.
-¿Qué paso? -Pregunté alarmada al verlo lleno de golpes- Te ves realmente mal
-No estamos para bromas Addeline -Dijo sentándose encima de la trampilla- Tenemos que larganos de aquí.
-¿Qué?
-Mi padre te quiere matar -Gritó-
-¿Padre? -Me levanté-
-¡Henry es mi padre! ¿Vale? -Gritó frustrado - Ahora... ¿¡Me vas a escuchar!?
Mi cuerpo se congeló. Mis ojos no dejaban de observar a Mike que respiraba con dificultad. Este no quitaba sus ojos de los míos.
-Henry es mi padre -Susurró-
Al ver que me alejaba cada vez más volvió a hablar.
-Addeline no es algo de lo que esté orgulloso.
Asentí para que él siguiera hablando.
-Mi madre era prostituta -Tragó con dificultad- Se quedó embarazada y a los meses de nacer yo, ella murió por causas de salud.
-Pero tu eres mayor que yo... -Se me quebró la voz -
-Henry le ponía los cuernos a tu madre, Addeline. Es fácil de entender -Rodó los ojos - Escuchame, ese tío es un hijo de puta que te quiere matar. Tuve que pelear con Eugen para que me dejase pasar.
-¿Por qué estas aquí? -Susurré-
-Cuando murió mi madre, fue mi abuela la que se encargó de mi -Cerró los ojos - Si estoy aquí es para protegerla. -Hizo una breve pausa- Henry tuvo que buscarme cuando le faltaron hombres. Desgraciadamente caí en la trampa y aquí me ves.
-¿Por qué? ¿Por qué no me lo dijiste antes? ¿Por qué ahora quieres ayudarme a salir de aquí? -Grité-
-¡Porque ahora te veo como mi hermana! ¡Tengo esa sensación de querer
protegerte que no me deja vivir! -Chilló
Nos quedamos en silencio varios minutos. El no quitaba la mirada de mi ni yo de él.
Era mi hermano. Cerré los ojos con fuerza.
Tenía que largarme de aquí. Encontrar a Alexandro y vivir una vida con la que siempre soñé.
-Entiendo... Comprende que esto es algo nuevo para mí -Susurré-
-No pido que me aceptes ahora... Yo solo quiero que confíes en mí.
Me quedé en silencio y él aprovechó el momento para cambiar de tema.
-Cuando logremos escapar te prometo que te explicaré absolutamente todo. Pero ahora mismo no tenemos tiempo.
-¿Qué tenemos que hacer para irnos de aquí? -Me senté a su lado -
-Ni Jhon ni Henry se encuentran aquí en estos instantes. Sólo está Eugen con unos cuantos tíos más. -Cogió una bocanada de aire- Hay algunos quieren que sigas tu vida ya que saben que Henry es un capullo. Otros no.
Asentí y este sólo siguió hablando.
-Nos van a ayudar a escapar. Nos tendremos que ir muy lejos, bastante -Advirtió - Los capullos siguen confiando en mi. -Sacó de su bolsillo trasero un polvo blanco- Les pondré esto en la bebida, esta noche. Esta noche todo se acabará.
-No entiendo...
-Al ponerle esto en la bebida todos se dormirán. Nos da bastante tiempo para coger un avión y salir cagando leches de aquí. -Explicó-
-¿Tan fácil? -Pregunté incrédula- ¿Por qué no me ayudaste antes?
-Tenia que prepararlo todo. Tuve que buscar el coche,el dinero y el momento perfecto. -Se levantó-
-Esta bien,quedamos en eso.. -Bufé- ¿Me puedes hacer un favor?
Este asintió y seguí hablando.
-Quisiera cambiarme de ropa -Expliqué- ¿Te importaría si...?
-No te preocupes que te traigo algo de mi ropa - Me interrumpió- De esto ninguna palabra a nadie ¿Vale?
-Claro, ahora cuando te vayas llamaré a mi mejor amigo Pepito y le contaré -Hablé con sarcasmo-
-Dejate de sarcasmo. Ahora vuelvo. No te muevas de aquí -Intentó bromear-
La trampilla se abrió para después volver a cerrarse.
No podía mentir. Esto era una gran oportunidad para volver a ver a Alexandro.
¿Era el destino?
Sé que no podía confiar completamente en Mike,lo conocía en apenas tres días y de la nada se volvió mi hermano. Pero.. ¿Qué era peor, pasar toda mi vida aquí o arriesgarme?
Siempre presumía de lo valiente que era, de lo segura y de lo fácil que era tomar una decisión para mi.
Pero si aceptaba el plan de huida de Mike sólo ganaba si salía bien. En cambio si no lo hacía, moriría.
La trampilla se abrió dejando ver de nuevo la cabeza de Mike.
Dejo a su lado una sudadera de color blanca con unos pantalones de deporte.
-¿Con eso te basta princesa? -Bromeó- Sólo pude encontrar el en mi pequeño armario de mierda.
Entro de nuevo a la habitación cerrando la puerta.
-Nos iremos de noche. Hará frío así que abrigate lo que mas puedas. -Suspiró- Igualmente estaré buscando por mi armario alguna que otra chaqueta para los dos. Pero no te preocupes, que el coche es de lo mejor que pude encontrar -Sonrió-
-Muchas gracias por todo...Mike
-Ni me las des, hermanita.
Y la trampilla se volvió a cerrar.
Creo que el capítulo siguiente es el final 😻
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XXXVI. Extra
Lean la nota que está en negrita, es muy importante.
Aquí les dejo el capítulo😶
Los labios de Alexandro se apoderan de los míos. Su agarre en mi cintura aumentan momento en el que aprovecho para tirar de su camisa acercándola más a mi. Baja sus grandes manos hasta mi culo alzandome.
Sus brazos tensos por mi peso me hace ver que está caminando para algún lugar.
Una de mis manos ataca su pelo tirando de él. Alexandro sólo gruñe en respuesta.
Mi espalda cae con suavidad algo realmente cómodo, pero eso no me para. Le quito su camisa tirándola en algún lugar que supongo que es la habitación. Él aprovecha para sacarme la blusa. Me admira con el sujetador de encaje que me había comprado hace días atrás. Alexandro no duda en quitármelo dejando mis pechos al aire.
-No sabes cuanto te extrañé -Murmura en mi oído
Muerde el lóbulo de mi oreja izquierda haciéndome estremecer. Beso su cuello con ferocidad queriendo ir más abajo. Alexandro agarra mi mentón impidiéndomelo.
-Quiero que esto no se te olvide en la vida principessa -Susurró en mis labios- Vas a sentir cada toque, cada beso con intensidad.
Sus manos bajaron hasta mis pechos manoseandolos. Un gemido salió de mis labios sin poder evitarlo.
-Alexandro..-Intenté hablar-
-Shh -Me cayó- Tranquila.
La ereccion de Alexandro era totalmente visible. Esta estaba justo en mi estómago dándome más ganas.
Sus manos bajan
hasta mi cintura donde mis jeans siguen intactos. Él me desabrocha el botón y me hace un breve gesto para que levante el culo. Lo hago y mis jeans apretados se pierde por la habitación.
Sólo nos separa los jeans de él, y mi ropa interior.
Sus labios bajan hasta mis pechos haciendo que me estremezca con cada beso. Su lengua pasa por todos ellos poniéndolos más duros.
Intento desabrochar el botón de su jean fracasando en el intento. Alexandro aparta mis manos haciéndolo el quitándolo.
Su bóxer de color negro entra en mi campo de visión. Su erección más grande de lo que pensaba se restriega por mi parte baja.
Gimo en respuesta haciendo reir a Alexandro. Este sigue entretenido en mis pechos algo ya adoloridos.
-Alexandro no puedo más -Gemí
Una de las manos de Alexandro abandonan mi pecho izquierdo y baja hasta mi vagina colándose por dentro de la ropa interior.
Alexandro toca ese punto que hace que mi espalda se arquee.
-Quiero escuchar mi nombre entre tus labios -Susurra antes de estampar sus labios en los míos.
Un dedo entra sin previo aviso en mi interior haciendo que suelte un pequeño gemido.
Su dedo se mueve de manera frenética haciendo que el calor de mi abdomen fuera a más.
Alexandro se quita los bóxer dejando ver su gran miembro. Noto como sus ojos se oscurecen acercándose a mi.
-Es hora de que despiertes, hermosa mía. -Susurró en mi oído mientras que entraba en mi-
Despierto sobresaltada,con unas ganas locas de coger a Alexandro.
Pero seguía encerrada en el mismo sitio.
Los garabatos aún me acompañan.
Ojalá falte poco para la noche...
¡Quiero hacerlo sin conocerte, no lo pienses más y vente!🎶
Me di cuenta de que no habían tenido escena de sexo
¡Aquí tienen sexo! Realmente me salió fatal, simplemente es un extra antes del final.
Siempre suelo hacer capítulos con más de mil palabras, este se quedó en quinientas más o menos.
Cambiando de tema.
¡ESTÁ DECIDIDO! HABRÁ SEGUNDA TEMPORADA.
Eso equivale a que no se si hacerla aquí mismo o crear una nueva historia.
Me gustaría que me respondierais como buena gente que sois. Por favor 🙍
Es algo que me quita el sueño por la noche.
No me regañeis por dejaros en el mejor momento del sueño,joder me costó la puta vida hacerlo.
Nunca fui buena haciendo escenas de sexo para que mentir.
Si alguna quiere ayudarme su ayuda es bien recibida.
¡QUIERO OPINIONES! LAS EXIJO
Nah, es broma
Pero realmente me gustaría.
Ay me aburro.
Callate Rocío
Puta madre.
Dentro de dos o tres días tienen la gran final.
¡¡NO ME ODIEN!! Yo os amo.
PD: Ayudenme a llegar a los 1K votos,me hace realmente ilusión.
¿Vieron lo graciosa que soy?😳
Que no se les olvide decirme si quieren la segunda temporada aqui o en otro sitio.
¡Las adoro!
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IMPORTANTE
Soy algo pesada con las notas pero es algo importante.
Estuve pensando y haré una nueva historia con la segunda parte.
Pero no sé que nombre ponerle.
Tengo pensados 3.
Y quiero que me ayuden o me den ideas.
a)Atada
b) Atrapada ‹segunda temp›
c) Encerrada
Si tenéis o pensáis algún nombre ponganlo abajo!
Gracias 😍😍😍
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XXXVII. FINAL
Narra Addeline
Las horas habían pasado. Al no saber la hora, simplemente miraba la pared contando las tablas de madera.
Eugen no se atrevió a subir o no le dejaron. Llevaba varios días sin comer. Realmente lo que traía ese traidor era pan duro con un vaso de agua. Aborrecí el agua.
Echaba de menos una cama, un pijama calentito y sobretodo un vaso de chocolate caliente.
Creo que lo primero que haré será comprar chocolate.
Se escucharon varios golpes y la trampilla se abrió de golpe.
-¡Es la hora Addeline! -Chilló Mike tirándome una pistola-
Este volvió a bajar sin decirme nada más, yo rápidamente le seguí.
Las escaleras muy inclinadas más mis nervios hizo que tropezara cayendo al suelo frío. Cerré los ojos por el golpe pero cuando los abrí, me encontré a un tío lleno de sangre.
Jadeé y me levanté.
-¡Estas perdiendo el tiempo Addeline! - Gritó Mike agarrándome de la mano y tirando de mi -
Sin poder hablar, me dejé tirar por él. Mike tenía varios cortes en los brazos, pero aún así su fuerza era increíble.
Una vena de su brazo era más visible que las demás además de que respiraba con brusquedad.
-A fuera hay un coche, quiero que vayas y te encierres en el. Tengo que ir a por el dinero y ya nos iremos ¿vale? Tranquila hermosa -Me puso el juego de llaves del coche en mi mano - Te voy a cuidar. No volverá a pasar esto.-Me dio un pequeño beso en la frente y se alejó de mi-
Abrí la puerta principal con desconfianza. Le di al botón de abrir desde el pequeño mando que Mike me dio e
inmediatamente un coche algo más alejado de los demás, encendió sus luces.
Un hermoso todoterreno azul metalizado con los cristales totalmente negros. Una primicia.
Comencé a correr con miedo por si alguien me cogía. Miré hacía atrás pero sólo hice que tropezara con algo.
No era duro, más bien era brando. Me asusté y al momento mis ojos miraron los de Eugen.
-No me digas que la zorrita se quería escapar -Escupió con rencor-
Intentó cogerme pero me levanté y me alejé de él.
-No quería ver la cara de culo que tienes -Sonreí burlona-
-Sabía que el imbécil de Mike te ayudaría a escapar. Todo por la muerta viviente de su abuela -Rodó los ojos- Volvamos a tu habitación -De nuevo intentó acercarse a mi pero saqué la pistola-
-No te muevas si no quieres que te vuele la cabeza maldito gilipollas.
De repente toda la seguridad que me faltaba, de una manera o de otra vino a mi.
-Me acuerdo cuando te conocí. No sabía que tu cabeza costara tanto. -Sonrió- Me acuerdo cuando te fuiste al bosque ese... Realmente deberías haber muerto.
-¿Fuiste tú? -Pregunté incrédula- ¡Traicionaste a tu mejor amigo!
-Mi mejor amigo prefería a una puta como tú antes que a mi. Sólo me buscaba para cuidarte o para decirme lo que tan confundido le tenía. -Suspiró sonriendo- Él te quería Addeline, pero es demasiado tarde.
-¿Demasiado tarde? -Susurré-
-Alexandro Kravenitter se va a casar. ¿Y sabes qué? No serás tú la novia.
Mi corazón se paró. Unas lágrimas incontrolables bajaron por mis mejillas
pero no cerré los ojos.
-Nunca le importaste. Sólo eras un juego. -Sonrió- Superalo.
-¡No te creo! -Grité - Me estas mintiendo - La voz se me quebró -
-Comprobémoslo -Vaciló un poco hasta sacar su móvil -
Este marcó unos números y lo puso en altavoz.
-¿Qué tal amigo? -Susurró divertido Eugen-
-¡Ya te dije que no me vuelvas a llamar maldita sea! - Gritaron-
Pude reconocer la voz de Alexandro y mi mundo se paró totalmente.
Las manos me pesaban y no tuve otra que bajar el arma haciendo sonreír con satisfacción a Eugen.
-Te llamaba porque me enteré de que te vas a casar.
-¿Y ti que te importa hijo de puta? -Gritó Alexandro-
-A mi no me importa. Pero algo me dice que a Addeline si le interesa -Soltó una carcajada-
-¿Addeline? -Escuché como susurraba- ¡Addeline! -Gritó-
Cerré los ojos y unas últimas lágrimas cayeron. Eugen se acercó a mí y sin que me diera cuenta cogió el arma. Al no dejarlo, forcejeamos. Me tiró al suelo y el se puso encima.
-¿No le vas a decir nada Addeline? -Chilló Eugen-
-¡Dejame en paz! -Grité-
Le pegué una patada en su entrepierna y rápidamente me levanté con el arma en alto.
-Te vas a arrepentir de todo lo que me has hecho pasar -Chillé con lágrimas -
La voz de Alexandro seguía gritando para saber que pasaba. Para no hacerme más daño, disparé al dispositivo móvil rompiéndolo en mil pedazos.
-¿Qué? ¿Me vas a matar? -Sonrió maliciosamente
- No sabía que eras una asesina.
-¡Tu me quisiste matar antes! -Grité-
-Y lo debería haber hecho.
-¿Por qué? ¿Por qué hiciste todo esto? -Pregunté respirando más de lo normal -
-Digamos que Alexandro tenía algo que yo quería. ¿Y que más que quitarle lo que más quería él?
-¿Me querías a mi? -Pregunté incrédula-
-No. Eres hermosa pero no para mi gusto -Soltó una carcajada-
-¿Entonces?
-Lo quería a él. Soy gay Addeline.
Un shock casi instantáneo llegó a mi.
Eugen gay. Quien lo diría.
Lo miré sin poder creermelo. Pero este siguió hablando.
-Cuando era pequeño siempre jugábamos. Creo que desde toda la vida es que estoy enamorado -Suspiró- ¿A quien no le gusta un macho como Alexandro? -Hizo una breve pausa- No me notaste que era gay porque sé como controlarme. En realidad los celos me mataban cuando dormía contigo.
-No puede ser...-Tartamudeé-
-Se enamoró de ti, y yo como cualquier mujer quería que te murieses poco a poco, sufriendo.
-¡Eso es sádico! ¡Eso no lo haría una persona normal!
-Mira a tu madre,murió por eso. -Sonrió poniéndose de pie- Tu madre era una puta más que se arrastraba por un poco de cariño.
-No digas eso de mi madre...-Chillé-
-Tu madre era una zorra que le encantaba calentar pollas.
Sin poder evitarlo más, disparé.
Eugen cayó al suelo. Un pequeño charco se formó debajo de él.
-¡Addeline tenemos que irnos!
Mike llegó hasta mi y volteó a ver el cadáver.
-Vayámonos preciosa
Mike volvió a tirar de mi hasta llegar al coche.
Rápidamente nos fuimos.
FINAAAAAAAAAAAAAAL!
¿QUÉ OS PARECIÓ?
NADIE SE ESPERABA ESTO, SEAN SINCERAS D:
AYYY QUE LA TERMINÉ😭
Emoción en mi cuerpo! Yes!
Más tarde subiré el epílogo!
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Epílogo.
Narra Addeline
Mike continuaba callado desde que entramos en el coche.
Mi cabeza sólo rememoraba el momento en donde Eugen cayó al suelo como una hoja.
Alexandro se iba a casar. En realidad sólo había sido un gran problema para él. No podía ir y simplemente aparecer como si no hubiera ocurrido nada.
Addeline tienes que entender que se va a casar.
Pero no puedo.
-Addeline... -Mike me interrumpió la pelea imaginaria - No te sientas culpable, él te hubiera matado sin sentirse culpable.
-No me siento culpable -Me sorprendí al poder hablar- Alexandro se va a casar..
-Sobre eso...-Pensó antes de decirlo - Es mejor que no nos acerquemos a ellos. Aún no Addeline, Jhon y Henry nos buscarán por debajo de las pierdas.
-¿Dónde iremos?
Él se quedó pensando durante un gran rato.
-Ellos pensaran que nos iremos del país. -Pensó- Nos quedaremos aquí. En unas varias horas llegaremos a un pueblo muy alejado donde vive mi abuela. Iremos a recogerla y nos iremos a la otra punta del país.
-¿Por qué simplemente no nos vamos en avión? -Pregunté-
-Seria en el primer sitio donde mirarían. Además tu no tienes tu pasaporte y sería un gran problema.
-Cierto...
-También tendremos que cambiarnos el nombre. -Susurró-
-¿En serio? ¿Podré ponerme el apellido Esponja? ¿Y de nombre Lilian? -Pregunté sarcástica -
-Será un nombre común. Así no llamaremos la atención.
-¿Cómo cual?
-Katherine y Luke Beker -Cloncluyó-
Quizás no fuera una historia con un final feliz. Realmente fue una gran aventura donde tuve que tomar muchas decisiones.
No me queda otra que seguir hacia delante.
Con el corazón totalmente roto, con un gran vacío en mi interior, al lado de mi hermano Mike empezaba una nueva aventura.
FIN
¡Hay segunda temporada no me peguen!
Sé que todas se creían que se iba a ir con Alexandro tal y tal.
¿Las sorprendí?
Ojalá que sí porque esperaba eso.
Bueno quería agradecerles todo el apoyo que me han aportado.
Gracias a vosotras es que la historia sigue su curso.
Realmente no quería hacer segunda temporada, porque me costa vida hacer esta.
Pero no os puedo dejar con este sorbo tan amargo.
Así que sí. ¡La haré!
Se llamará Encerrada donde ya pueden encontrarla en mi perfil.
Me tendrán que seguir porque creo que la puse en escenas mayores de 18.
Bueno también agradezco a mi sister por todo el apoyo.
Todas las escritoras o las que intentamos hacerlo solo por hobbie tenemos nuestros momentos bajos, realmente gracias a ella es que la historia sigue en pie.
También a Lena, después de todo me siguió ayudando y haciendo que esta historia siguiera adelante.
Con esto me marcho bebes.
Muchos besos.😘
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#5 En Acción!!
A sido una gran sorpresa que después de menos de 24 Horas ya seamos #5 en Acción.
Me gustaría llegar a #1 algún día 😍
Muchas gracias por las que votáis.
Y pido a la que no lo hacéis que lo hagáis.
Pronto tendréis capítulos en #Encerrada!!
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¡Ya casi llegamos a los 2K Votos!
No se pueden creer de lo orgullosa que estoy de que estemos apunto de llegar a los 2K
Además de que estuvimos cinco días consecutivos en el punto número 5 en Acción.
Estoy muuuuuy feliz!
Dentro de poco tendrán capítulo de "Encerrada"
Espero que le estén gustando.
Voten encerrada y avanzaré!
Contra más votos, más rápido
Chauuuu😘😘😘
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Cansada.
Estoy harta de los comentarios como que hice el final por hacerlo.
ESO NO FUE ASÍ.
Estuve semanas pensándolo ya que desde que empecé la novela siempre pensé en el final.
Terminó así, pero hay segunda temporada.
Realmente tenía pensado que Addeline muriera, y no va de broma.
Pero sería una mierda de final y no quería eso.
Tampoco quería tener el típico final de los dos se van juntos y escapan. NO
Esto va más haya del amor.
Esto es ACCIÓN.
Con esto os quiero decir que Addeline se puede valer por si misma y no necesita un hombre.
Os quise sorprender con el final.
Nadie se esperaba que Eugen fuera gay
O eso creí.
Por favor dejen de criticar si no saben una mierda.
Perdonen mi vocabulario pero es que estoy cansada de siempre lo mismo.
Es mi primera novela, tengo fallos y no soy muy buena escritora.
Pongo todo mi empeño en ello.
No hagan que me arrepienta de hacer algo que me gusta, por favor.
Después de todo, quería preguntarles si quieren que haga una nueva novela.
Quiero decir subo el primer capítulo y cuando termine Encerrada empezar la otra.
¿Qué opinan?
Y bueno ya aprovecho para daros las gracias.
¡¡Llegamos a estar #3 en Acción!!
Morí de la emoción.
¡Gracias!
💕💕💕💕💕
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#1 En Acción
ME MORIIIIIIIIIIII
SHORO
BAILO
ME SUICIDO
BAILO EN MI TUMBA
ME CORTO LAS MANOS
ME CORTO LA CABEZA
¡Gracias por todo!!!
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Alexandro es sexy
Bien ahora que llame vuestra hermosa atención:
Como dije hace poco quiero hacer una nueva novela.
Y pregunto: ¿Cómo la queréis?
Algunas diréis que la puedo hacer a mi gusto bla bla y bla.
Pero sinceramente pienso que pocas escritoras hacen lo que estoy haciendo ahora mismo.
Quiero que VOSOTRAS me digáis de que categoría queréis la historia
Y encantada la haré.
Las que me imaginé fueron estas categorías:
-Novela Juvenil.
-Otra de acción pero totalmente diferente a esta.
-Romance
-Cómica
¡Y las que se os ocurra!
También quiero dejar claro que empezaré con esta cuando termine la segunda temporada.
¡Espero que me ayudéis: (!
Y el capítulo ya lo escribiré esta noche para que el viernes lo tengáis. Y dejenme decirle que está súper interesante.
¡Gracias por todo!
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