
La historia de Melinda
Si eres como Cass, mi hermana, seguramente has soñado con conocer a algún personaje de una película o de un libro pero, ¡Vamos! Es tan cursi. ¿Cómo es que mi vida, después de años de normalidad, se convirtió en una serie de libros para adolescentes curis? Mira, no lo entiendo, de pronto el chico popular me quería (Diooos, tan típico de los noventa) y al día siguiente, mi vida parecía una película Disney. Así que, tal vez aún no lo entiendes, pero sabes que quieres conocer mi historia, de todas maneras.
¿Amor eterno a los diecisiete? No gracias.
=================
Típicas historias que Cassie adora
-Tus libros son estúpidos. -Le afirmo, sin duda alguna, devolviendo un libro con una chica sentada a un lado de un chico en su biblioteca.
Ella rueda los ojos. -Corrección, tu eres la estúpida.
Le hago una mueca. -Son solo libros, Cas, no es la gran cosa. -Bufo-. No te ofendas.
Ella sonríe, como si guardara el mejor secreto de todos, -Los libros son más que eso, pero nunca lo sabrás porque prefieres Twitter que leer.
-También otras redes sociales. -Me defiendo.
Ella levanta sutilmente las cejas. -Te reto, hazlo. -Me ordena-. Lee uno de mis libros, cualquiera que te llame la atención.
Aprieto los labios. -No quiero nada como Harry Potter, está sobrevalorado.
Ella niega, con mucha paciencia. -Tan solo has visto las películas.
-Y sin duda no quiero leer los libros. -Confirmo. Odio Harry Potter-. Tampoco nada estúpido de romance, dame algo bueno.
Ella frunce el ceño, quizás ahora si está perdiendo la paciencia. -Bueno, si tienes la mente tan cerrada nunca leerás lo que el autor quiere que leas.
-No te entiendo.
Cas pasea sus dedos sobre los libros como si le dieran la mejor sensación. -El autor quiere que sueñes, que te enamores y que sufras con su personaje.
-Y que lo hagas millonario.
Cas toma un libro, con una mariposa en la portada. -Algunos autores escriben por eso, por el dinero, otros lo hacen por el amor que conlleva escribir libros.
No le respondo, ella se lo toma todo tan poético.
-Hay tanto en los libros, incluso los malos libros tienen algo de bueno en ellos, algo que los hace no tan malos, porque no hay libros terribles solo géneros y ojos que divagan.
No puedo evitar soltar una carcajada. -Bueno, ¡Bien! Leeré cualquiera, dame uno corto.
Ella sonríe, lista para buscar entre sus libros ordenados por colores y tamaños. -Este. -Señala, entregándome uno con el rostro de una chica cuyos ojos son verdes y una sonrisa misteriosa.
-Bien. -Lo tomo, me despido de ella con un guiño y hago mi camino a mi habitación, dejando el libro en mi mesa de noche.
Ni crea que lo leeré hoy.
No en mi cumpleaños.
Rio al ver como el rostro de la chica sigue estático, como si me estuviera juzgando por no leer su libro. Ruedo los ojos y lo tomo, leyendo el primer capítulo:
"Él era el mar, yo era un pequeño bote sin rumbo
Teníamos todo en la nada
Era un don nadie con muchas compañías
Era el bosque, en su océano
Era lo imposible"
Ay no Dios, mátame.
¿Cómo pretende Cas que lea todo esto? Ya, ya. Lo tengo. Chico malo, pero hay una chica buena y blah, blah, amor, sexo, felices por siempre.
Dios, todo un cliché barato.
Si yo fuera un personaje de un libro sería el mejor personaje de todos los personajes alguna vez escritos. Sería diferente a todas esas estúpidas chicas enamorándose de esos chicos malos.
Como sea, fingiré que lo leí y así le cierro la boca a Cass.
=================
#1
All the broken hearts in the world still beat
Let's not make it harder than it has to be
Ohh, it's all the same thing
Girls chase boys chase girls
| Ingrid Michaelson - Girls Chase Boys |
=================
Populares y marginados (1)
- ¡Melinda! -Cass me despierta lanzando una almohada a mi espalda-. Levántate, Dios, eres tan lenta y torpe.
Eso no suena a una Cass típica.
- ¡Maldita floja! -Se queja-. Tengo que ir con Ashley, corre.
Abro los ojos y veo a una pequeña niña de dieciséis con tacones, falda corta y vestida tan zorra como se puede. Me levanto de golpe de la cama. - ¿Cass?
Ella me ve como un bicho raro. -Eres tan rara, apresúrate, sabes que odio cuando entramos juntas a la escuela.
¿Qué le pasa? -Cassie, eso siempre ocurre, hablas como tonta.
Ella mueve su cabello sobre su hombro, - ¿Disculpa? Yo no soy tonta, ni rara, tengo una reputación que mantener, mueve tu feo y plano trasero.
Cass se aleja de mi habitación moviendo su pequeño trasero aun de adolescente y hago una mueca de asco. ¿Qué diablos le pasa? Veo mi habitación y ha cambiado un poco desde... ¿Ayer? ¿He perdido la memoria o algo?
Voy a mi armario dispuesta a vestirme con mis viejos jeans negros y una camiseta blanca. Un atuendo normal y aceptable pero cuando abro las puertas, veo únicamente suéteres de colores oscuros y abajo, muchas botas altas.
¿Qué?
-Melinda, amor. -Mamá se asoma a la puerta-. Tu hermana está enfadada de nuevo, ¿podrías apresurarte?
Apresurarme. Claro. Sí.
Tomo un suéter verde musgo, tomo unos jeans rotos y unas botas. La verdad, se ve muy grunge o algo.
Voy al baño y tomo una ducha rápida, me aseguro de no hacer molestar a la grandiosa (y muy rara) Cass. ¿Qué le pasa a esa mocosa? Ayer estaba toda dulce por
mi cumpleaños y hoy lleva cuarenta kilos de maquillaje. Solo su cara pesa más que su cuerpo.
Aliso mi cabello mientras lo seco y bajo las escaleras rápidamente. Cassie hace una cara y me entrega las llaves del auto. Al salir, encuentro un jeep negro. Me quedo a mitad del camino, ¿Ese es nuestro auto? ¿Es acaso un regalo de cumpleaños?
- ¡Maldita sea, Melinda, corre!
Asiento. No sé, pero ese tono de Cassie me da miedo.
Nos metemos al auto y conduzco hasta la escuela. Ni bien he frenado y ella corre lejos de mí. Realmente le avergüenzo.
Oh bueno.
Salgo y tomo mi mochila, que sigue siendo una vieja bolsa negra cruzada. Bueno, hoy todo ha cambiado un poco. Salgo del jeep y no sé cómo asegurarlo para que nadie se entre y lo robe. Decido fingir que lo he dejado asegurado y camino hacia la escuela, con desconfianza de lo que sea que pueda encontrar adentro.
¿Me he muerto? ¿Por qué todos están levemente cambiados?
Veo a Cassie de lejos con un grupo de clones rubias y ríen. Ruedo los ojos. ¿Por qué actúa como la versión mala, de la muy mala Mean Girls 2?
Sigo concentrada viendo hacia Cassie cuando me toman del brazo y me llevan contra mi voluntad a otro pasillo. -Melinda, llegas tarde.
Una chica de cabello corto y verde me dice. Nunca en mi vida he visto a esta chica. - ¿A dónde?
Ella niega. -Hoy es tu post-cumpleaños, hemos hecho algo para ti.
- ¿Gracias? -La chica no me suelta, y antes de darme cuenta, estoy saliendo de la escuela por la parte trasera.
- ¡Feliz cumpleaños!
-Gritan un grupo de chicos algo raros.
Un chico tiene cabello rubio oscuro, largo y sin peinar. Otro tiene gafas y una camiseta de un pingüino. Dos chicas más, una muy flaca y la otra no. ¿Es un club de perdedores o algo?
Todos hacen fila para darme un abrazo y me quedo estática con cara de ¿Por qué me abrazan?
- ¿Qué te regalaron? -Pregunta la flaca.
Aclaro mi garganta. -Em, si... mamá me dio algo de ropa -Ahora recuerdo que no encontré la ropa que mamá me dio ayer-. Y Cassie me dio un libro.
Todos ríen. Lo juro. Están riendo como si hubiera contado un gran chiste. El chico rubio dice: - ¿Cassie? ¿Libros?
Asiento, no sé porque pero quiero defenderla a pesar que hoy fue una tonta. -Em, sí, ella lee y mucho.
AJAJAJAJAJAJA. Es lo que escucho por otros dos minutos.
-Bien, no es tan gracioso. -Uy, no tengo idea quienes son, me molestan un poco-. Como sea, ¿Qué hacen aquí?
- ¿De qué hablas? -Pregunta la chica de cabello verde.
Los señalo. - ¿Por qué, porque me desean feliz cumpleaños?
El rubio vuelve a hablar: -Somos amigos, M, eso lo que hacemos.
¿Amigos? Sí, claro. -Em, ¿Gracias?
La otra chica, la que tiene el cabello rizado y no es delgada en absoluto, me toma la mano y dice: -Te queremos, hemos sido amigos desde hace seis años y eres la chica que nos defiende, te mereces más que esta rara celebración pero sabes que tan pronto como consigamos los boletos, celebraremos como se debe.
¿Seis años? - ¿Cómo me llamo? -Les pregunto.
Me ven extraño, luego repiten
en coro: -Melinda Line.
Bien, ellos si me conocen y yo no. ¿Esto es una broma de cumpleaños?
-Melinda, te traje algo. -El chico con camiseta de pingüino me da una pequeña caja, la abro y veo un pequeño collar con un unicornio colgando. Por alguna razón, me hace sonreír. Siento que ellos no fingen, que en alguna realidad hay una Melinda Line sonriendo también porque tiene amigos y que aparentemente, la quieren.
-Gracias.
La chica flaca se acerca y me abraza. -Yo también te traje algo. -Me da una bolsa pequeña rosa-. Es algo muy especial.
La abro y tiene un anillo con los colores del arco iris en tonos pastel y es muy lindo. Es algo que la Cass de otra realidad usaría y algo que para mí, sería muy llamativo pero dado a las circunstancias que ahora soy rara, puedo usarlo.
-Gracias, es lindo.
Ellos ríen. -Es cuatripernito.
Mi labio superior se sube cuando digo: - ¿Ah?
-Cuatripernito, Melinda. -El chico rubio "trata" de recordarme-. Cuadriplemente perfecto y bonito.
-Aah, ya. -Nop, no entiendo su jerga. Son raros-. Bueno si, sus regalos son cuatriper...súper cool. -Afirmo con suficiencia, como si los quisiera convencer de que acabo de inventar una palabra.
Efectivamente, asienten entre ellos y sonríen repitiendo la palabra.
Escucho un celular sonar con la canción de Barbie Girl, volteo a verlos esperando a que contesten pero nadie se mueve, solo siguen viéndome. ¿Tengo la canción de Barbie Girl en mi teléfono?
Comienzo a revisar mi mochila y lo encuentro. - ¿Hola?
Es Cassie. - ¿Dónde estás? Mamá dice que olvidaste tu almuerzo y ahora yo tengo que darte dinero.
-Ah. -No sé qué responder-. No te preocupes, comeré algo por ahí.
-Bien.
Y mi dulce, dulce hermanita me cuelga.
Es un amor.
----------------------------------------------------------------------------
¡Gracias por leer! Gracias por sus votos y sus opiniones :)
=================
Populares y marginados (2)
Después de haber seguido con las clases, y seguido la corriente a estos chicos, era hora del almuerzo. Tenía mucha hambre pero recordé que no tenía almuerzo y posiblemente no tenía dinero.
Creo que debo ir con Cassie a pedirle dinero.
Salgo al pasillo y los demás chicos siguen detrás de mí.
¡Ah, sí! Nueva información.
La de cabello verde es Monique, el rubio es Dante, el de los pingüinos es Rob, la flaca es Mandy, y finalmente, la de cabello rizado es Nathalie.
-Melinda, ¿A dónde vas? -Pregunta Rob.
Señalo detrás de mí. -Debo pedirle dinero a Cass.
Niegan, como si les acabara de decir: ¡Hey, chicos! ¿Quieren que los depile con cera?
-No puedes. -Mandy niega, nerviosa-. Estará con Ashley, Jane y Zac.
-Em, solo conozco una Ashley y esa es Ashley Simpson, ¿La han escuchado? Es buena. -Sigo hablando mientras trato de alejarme de ellos pero siguen murmurando cosas para que no vaya con Cass, quien seguramente está en la cafetería-. Y Jane, suena a Jane algo... la que escribió un libro, ¿Quién era la otro?
-Otro. -Rob me corrige. Gracias Rob.
-Oigan. -Me detengo antes de entrar a la cafetería-. Necesito comer y necesito dinero de mi hermana, todo estará bien, gracias.
Camino y veo a mi pequeña hermana coqueteando con un chico de cabello negro, se ve joven, posiblemente es de la edad de Cassie. Bueno, lamento arruinar su coqueteo.
- ¡Cassie! -La llamo estando cerca de su mesa, cuando
lo hago, sus compañeros de mesa me voltean a ver al mismo tiempo. Pareciera que fueran a matarme o algo. Hay dos chicas rubias, luego hay dos chicos-. Cassie, yo... -No entiendo por qué de pronto me siento intimidada. Todos ellos parecen modelos de alguna fragancia para adolescentes que te prometen ser cool. Cass jamás se había juntado con chicas como estas y ni siquiera sabía que existían chicas como estas en la escuela.
Cassie me fulmina con la mirada. Finge que no me ha visto pero los demás siguen observándome cuando me acerco a su mesa. -Cassie, necesito dinero.
Una rubia le susurra algo a otra. -Te dije que te lo daría antes. -Dice entre dientes.
Suspiro. -Por favor.
-Aww. -Se burla una de las nuevas amigas de mi hermana-. No tiene dinero, ¿Por qué será?
Los demás ríen un poco, Cass saca algo de dinero de su pequeño bolso (¿Un bolso en la escuela?) y me lo da.
Corrección. Me lo tira y lo atrapo con agilidad.
-Gracias... -Agradezco con un tono sarcástico.
Antes de alejarme de ellos, una rubia dice: -Es tan fea, ¿Segura es tu hermana?
Me detengo de golpe. Veo que los chicos me hacen señas para que me aleje de esas brujas pero no puedo hacerlo. ¿Quién se cree que es?
- ¿Disculpa? -Me doy la vuelta-. Me gustaría verte sin todo ese maquillaje.
Ella sonríe, algo ofendida, saca su pecho y dice: -Tengo muchas cualidades que te gustaría ver.
Vuelven a reír. Cass ríe algo apenada.
Ruedo los ojos. -Sí, bueno eso no parece en mis planes muñeca Barbie.
Ella sonríe. -Las Barbies son hermosas.
La chica a su lado sonríe para complacerla. Ugh. Las odio y no las conozco. -Sí, bueno... también son falsas, plásticas, vacías, inútiles, para inmaduros, llenas de pinturas, sin bragas y pechos artificiales ¡Como tú!
Y ahora sí, me voy.
Salgo de la cafetería y los chicos me aplauden. Bueno, me está gustando esta realidad.
Hola, me encantaría saber que opinan! Subiré cada lunes, miércoles y viernes!!!
=================
Populares y marginados (3)
Voy a casa sin esperar a Cassie porque envió un texto que decía:
Te odio. Eres tan cruel con Jane, ¿Qué te hizo? Ugh. Bien, iré a casa pero NO CONTIGO.
Invité a los chicos a casa (Si hemos sido amigos por mucho tiempo significa que pueden ir a casa) pero dijeron que estaban ocupados.
Así que ahí estaba yo, tratando de hacer algebra cuando la puerta se abre y una Cass muy falsa entre delante de una Jane muy mala, un chico de cabello rubio sucio y otro chico de cabello negro. Los mismo del almuerzo, creo. Falta una chica de todas maneras.
Bien, Jane no puede hacerme nada en mi casa, así que me quedo en el sofá con mis libros a un lado.
Cassie me ve y suspira enojada. -Creo que tendremos que subir a mi habitación.
El chico de cabello negro ve el trasero de mi hermana y me pongo en modo de defensa.
-Oigan, no, no, no. Ya me voy. -Recojo todo rápidamente-. Ustedes quédense aquí, mamá vendrá pronto, Cass.
-Bien.
Ellos se sientan en la sala y este otro chico, de cabello rubio me mira. ¿Qué mira? Ruedo los ojos cuando no me quita los ojos de la cara. ¿Tengo algo malo?
Da igual.
Me voy a mi habitación y dejo los libros en el escritorio. Me dejo caer en la cama y cierro los ojos unos minutos, después escucho unos pasos fuera de la habitación.
Maldita Cassie y sus hormonas tratando de perder su virginidad mientras tomo una siesta.
Me paro de un salto y abro la puerta, lista para detenerla pero en su lugar, veo a este chico rubio otra vez. - ¿Te perdiste? -Pregunto seria.
No
me agrada.
-Ah, no. -Sonríe, mostrando unos dientes de comercial-. En realidad buscaba el baño.
Me encojo de hombros. -Hay uno abajo.
Se rasca el cuello, dejando ver que sus brazos están bien marcados. Dentro de mí, una yo diminuta asiente con aprobación y lujuria pero este tipo de chicos no valen la pena. -Sí, Jane y Cass se han estado maquillando ahí, están probando unas nuevas sombras que...
Cierro la puerta de mi habitación antes de que siga hablando de mierda de chicas falsas.
Puede que haya sido grosero pero se sintió bien hacer eso. Llama a la puerta segundos después, simplemente por el hecho de que considero que esto es un sueño o algo, decido joder un poco. - ¿Quién es? -Finjo una voz amigable.
-Em, yo... otra vez.
- ¿A quién busca? -Soy tan rara, pero me estoy divirtiendo con el bobo.
-A ti. -Ruedo los ojos y le abro la puerta-. Gracias. -Agradece y trata de ver detrás de mí.
- ¿Se te ofrece algo? ¿No tenías un baño que visitar?
Sonríe. -Sí, lo siento... es solo que no he estado aquí antes, bueno... tú sabes, he estado aquí pero solamente abajo, no he subido.
-Me das ganas de cerrar la puerta de nuevo, ¿Qué haces hablando conmigo después de todo?
Lame sus labios y baja su vista.
El chico es guapo. Tiene el cabello rubio, un cuerpo muy lindo y ojos con lindas pestañas. Es tan jodidamente ardiente pero sé que tipo de chico es. Yo lo vi reírse de mí con las bromas de Jane, no vale la pena.
-Lo lamento, yo..., me refiero a lo de Jane por la mañana, eso está mal.
- ¿No? -Wow, que observador-. ¿Enserio?
Se molesta un poco con mi sarcasmo, que se acostumbre. -Lo lamento, es en serio.
-Bien, gracias, ya puedes irte. -Trato de cerrar la puerta de nuevo pero la detiene con su mano.
-Por favor, Melinda. -Acabo de darme cuenta que no se su nombre.
-Si tuvieras un nombre, ¿Cuál sería?
Frunce el ceño. - ¿Qué?
-Si. -Le digo-. Si tuvieras un nombre... es decir, ¿Cómo te gustaría que te llame?
Se relaja. -Dime, ¿Zac?
Él es Zac. Bien, vamos progresando.
-Bien, Zac, puedes moverte fuera de mi habitación, gracias, adiós.
Me mira, con ojos planos. Es decir, no tengo idea que quiere decirme o que piensa de mí. ¿Por qué está aquí? No es como si él fuera a juntarse conmigo y definitivamente no es como si nos juntemos o algo, todos huyeron de ese grupo por una razón y esa razón probablemente es porque él es igual de malo que todos los amigos de Cass.
-Melinda. -Pide, para que no cierre la puerta.
Por debajo de las escaleras escuchamos: - ¡Zac! -Jane lo está llamando.
-Adiós Zac.
Vuelvo a cerrar la puerta.
=================
Populares y marginados (4)
Pensé que cuando despertaría a la mañana siguiente, mi vida regresaría a ser la misma de antes. Cassie sería una chica dulce con amigos que me agradan y yo seguiría siendo la chica independiente de la escuela.
En su lugar, Cass me tira un zapato en la frente.
- ¿¡Cassie!? -Me levanto de la cama y la miro enojada-. ¿Cuál es tu problema?
- ¡Tu! -Grita y sale como una Drama Queen.
Estúpida niña boba.
Me alisté como siempre y traté de buscar los regalos de mis padres pero no los encontré, solo habían unas bolsas con leggins y unos discos de bandas que jamás había escuchado.
Creo que los suéteres serán de nuevo, una opción.
Tomo esta vez uno rojo algo largo y unos leggins negros. Esta vez, tomo unas botas marrones y recojo mi cabello en una trenza. Bien, me veo algo decente.
Llegando a la escuela, Cassie saca sus piernas de espagueti fuera del Jeep (Que gracias a Santa Claus no se lo robaron ayer) y entro a la escuela esperando a encontrarme con algunos de la pandilla raros, en su lugar, me topo con Jane.
Uy. Asquito. -Hola. -Sonríe.
-Adiós. -Me hago a un lado para caminar pero me toma del brazo.
-No, no, no. -Me hace a un lado del corredor-. Tú vas a hablar conmigo.
- ¿Qué quieres?
Ella, sin vacilar, suelta: -A Zac, ¿Bien?
Bufo. - ¿Eso me importa? Adiós...
Ella me jala de nuevo. -Me-fea, escucha. -Vaya, insultos de prescolar. Es tan inteligente como una tostada-. Él es mi novio y ayer, los escuché hablar, ¿De que
hablaron?
-De tus dientes amarillos. -Miento-. Y de cuándo será tu funeral, cosas normales.
Ella niega, muy molesta. -No lo estas entendiendo, ¿Te gusta?
Comienzo a reírme a carcajadas. - ¿Qué si me gusta? No, absolutamente no. Es tan cabeza hueca como tú y como Cass, todos ustedes son patéticos a pesar que digan que mi grupo y yo lo somos, ustedes son los bobos. -Afirmo, aun riendo-. No puedo sentir nada por un tonto.
Jane estaba a punto de insultarme, pero su cara cambia y sonríe detrás de mí.
Ah, no. No me digan que acabo de insultar al chico que está detrás de mí.
Jane saluda. -Hola, Zac. -Camina hacia él y me doy la vuelta para verlos-. Disculpa, Mel, ¿Qué decías de Zac?
Por alguna razón, por alguna maldita razón extraña, me siento mal. Zac es un chico que acabo de conocer según mi memoria, pero se ve ofendido y se ve triste. ¿Éramos amigos en secreto? Odio no poder recordar algo de esta nueva vida y odio que esto no sea un sueño. Es como una mala película, ¿Por qué todo lo típico de las películas y los libros me está sucediendo?
Zac ve a Jane. -Vamos. -Susurra y se aleja.
Se alejan y sigo sintiéndome culpable.
En las siguientes clases sigo pensando en lo mala que fui con Zac. No sé si se merecía que dijera esas cosas de él. Pude simplemente decir que él no me gusta y dejar todo normal pero tuve que decir todas esas cosas.
Me siento tan mal.
En mi siguiente clase, veo que Zac está sentando al fondo, dibujando algo en su cuaderno. Me alegro de no ver a ninguno de sus amigos
cerca. Me acerco a él y aun no me ha notado.
- ¿Zac? -Pregunto.
Levanta su vista, con rigidez y desprecio. Sip. Lo jodí. - ¿Qué quieres?
Me siento a su lado. -Lamento lo que dije.
-Bien, ya te puedes ir.
Woah, que amable. -Lo siento de nuevo, mi intención no era insultarte, en realidad, quería insultar a Jane.
Asiente. -Bien por ti, vete.
¿Por qué sigo aquí? Es un tonto. -Bien.
Tomo asiento lejos de él y trato de prestar atención pero sigo enojada. Me disculpé, le dije la verdad y no le importo. Es un idiota después de todo.
Un idiota.
***
Rob y Mandy trataban de hacerme reír pero yo seguía con la mirada perdida. Ellos hablaban de series y cosas que no entendía, así que fingí estar escuchando música.
Monique se sienta a mi lado y quita un audífono de mi oreja. -A ver, Melinda, ¿Qué te sucede?
Niego. -Nada.
Los demás se quedan callados y todos me miran. - ¿Qué te pasa? -Dante pregunta haciendo una mueca.
Suspiro. -Ofendí a alguien, yo... pensé que decir todo eso me haría sentir bien pero no, no lo hace.
- ¿Quién? -Rob pregunta.
-Zac.
Ellos se quedan callados de nuevo. Me gustaría que dejaran de quedarse en silencio tan seguido, como si supieran cosas que yo no. Bueno, en realidad, eso sucede.
- ¿Zac Morrison? -Supongo que ese es su apellido.
Asiento. -Sip, el novio de Jane, el amigo de mi hermana... ese Zac.
Dante pregunta: - ¿Se enojó?
-No lo sé, se veía dolido. No entiendo porque, nosotros no nos llevamos bien con ellos, ¿No?
De nuevo. El maldito silencio.
-En realidad, no sé pero, ¿No crees que tenga algo que ver lo de hace unos meses? -Mandy me recuerda.
Ja. Si, Mandy, lo recuerdo. - ¿Qué dices?
-Si. -Ella asiente-. Eso de que un día ustedes hablaron por mucho tiempo y... pensamos que sentía algo por ti.
Me quedo callada ahora.
-Luego comenzó a salir con Jane. -Monique agrega.
¿Puede ser eso posible? ¡Claro que no! En la vida real ese tipo de chicos, chicos como Zac Morrison solo se acuestan con las chicas lindas y fáciles, no se enamoran y no sienten nada por las marginadas como aparentemente soy. Zac no parece un chico dulce pero aparentemente, lo es.
- ¿Qué debo hacer, entonces?
-Habla con él. -Responde Dante.
Dante no parece un chico que va a muchas citas pero su nombre suena de alguien intelectual, así que tomo su consejo.
=================
Populares y marginados (5)
Al salir de la escuela, me encuentro "accidentalmente" con Zac antes que se suba a su auto.
- ¡Zac! ¡Zac! -Le pido para que se detenga, doy un mal paso y caigo en el pavimento cubriendo mi cara con las manos.
Zac se inclina y me ayuda a levantarme. - ¿Estas bien?
-Sí, estoy bien. -No estoy bien-. ¿Puedes hablar conmigo?
Suspira. -Melinda, por favor, déjalo así.
No. -No, quiero que hablemos sin presiones de estigmas sociales.
Muerde su labio inferior pensando y asiente. -Bien, vamos a comer algo.
Me subo a su auto que parece muy moderno y muy limpio para un chico. Me siento nerviosa estando en el auto con un desconocido pero es como, cada acción que tomo, se siente presionada por algo o alguien. Quizás este ha sido el sueño más largo que he tenido.
- ¿A dónde vamos? -Pregunto-. ¿Me vas a asesinar o algo?
Sonríe. -No, a veces quiero hacerlo pero hoy no será tu día.
-Que amable, gracias Zac.
Sigue conduciendo hasta un McDonald's. Bueno, al menos es comida que si me gusta. Bajamos y el lugar está vacío, hay algunas personas pero nada de multitudes como estoy acostumbrada cada vez que voy a comprar algo de comida rápida.
Ordeno una Big Mac y una Coca-Cola, Zac ordena lo mismo y un postre.
Nos sentamos y comemos en silencio hasta que decido que ha llegado de hablar o callar para siempre.
-Lamento lo que escuchaste, es solo que... se siente como si acabara de conocer a Jane y tan solo en pocas horas, ella es una gran molestia.
Sonríe. -Algunas
veces.
Tomo mi hamburguesa y le doy una gran mordida. - ¿Algunas veces? ¿Cómo puedes estar con una chica como ella? Tú te ves más mejor.
Zac sonríe. - ¿Más mejor? -Sip, sé que no se dice así pero al menos, lo hice sonreír-. Gracias.
-Tú eres mejor que ella y que Cass y que sus amigos, no hace falta conocer todo de ellos para saber que son unos bobos.
Niega y come una papa.
Hago lo mismo y sigo comiendo. Tal vez no le gusta que hable mal de sus amigos, bueno, tiene razón. -Tienes algo.
Arrugo la frente. - ¿Qué?
Estira su mano y ¡Oh Dios, no! Esto es tan cursi. Limpia una mancha de salsa con su mano. Seguro esperaba que le sonriera tímidamente pero en su lugar, lo veo con cara de ¿Enserio?
- ¿Qué? -Pregunta a la defensiva.
- ¿Acabas de limpiar la mancha en mi cara? -Rio-. Eso no es tierno, es asqueroso, ¿Cómo puedes tocar mis babas?
Sonríe ampliamente. -Cuando lo pones así, me da asco.
- ¡Es cierto! Es asqueroso, ¿Por qué las chicas se derriten con eso?
Zac me mira, complacido de mi comportamiento. -No lo sé, tú eres una chica, tú deberías decirme.
-Aun no soy una chica. -Bromeo-. Espera a que deje de usar un sostén deportivo y seré una chica.
Zac casi se ahoga con mi comentario. - ¡Jesús, Melinda! Eres tan...
-Inteligente, creativa, buena persona, amable. -Numero con mis dedos-. Dime cuando me detenga.
-No pares. -Sonríe, limpiándose la boca con una servilleta.
-Ya, hablando enserio y dejando mis pechos a un lado
o... al frente, como quieras. -Zac niega sonriendo-. Lo lamento, no pensé que me agradaras pero no sé, tienes algo que hace que me trague el orgullo y quiera disculparme, mereces disculpas y te las doy.
Extiende su mano para que la tome. -Trato, te perdono.
-Gracias. -Apretamos las manos y nos soltamos rápidamente.
-Tienes grasa en las manos. -Lo molesto y Zac niega, rodando los ojos.
No sé si la vieja Melinda se llevaba así con Zac pero por ahora, este chico me agrada y no es tan malo como pensé.
Zac me llevó a casa y veo que Cassie hizo caso en regresarse con el Jeep. La vieja Cassie sabía conducir así que supuse que ella también lo sabía.
Zac se baja del auto y me acompaña a la puerta. -Nos vemos. -Le digo, esperando que esto se convierta en una buena amistad. Si voy a seguir en este sueño, que sea al lado de un chico ardiente.
-Si. -Zac toma mi mano y frunzo el ceño.
¿Qué exactamente está pasando?
-Melinda, debo decirte algo. -Um, ¿Qué?
-Dime. -Lo obligo a que siga.
Él toma mi otra mano y estoy segura que nos vemos ridículos. -Melinda, desde que conocí a Cass y te conocí a ti, yo he sentido tantas cosas por ti. -Confiesa, con sus ojos clavados en los míos-. Me gustas mucho, me gustas demasiado y Jane no significa nada para mí, quiero estar contigo.
Parpadeo varias veces, no le respondo así que Zac continúa con su confesión; -Quiero estar contigo y no me importa que diga la gente, sé que soy popular y sé que tú no lo eres pero quiero estar contigo, quiero que me
des una oportunidad.
-Zac. -Trato que se detenga con su recitación de amor. No. ¿De qué habla?
-Melinda, sé que te gusto.
Oh por Dios, no. -Escucha, Zac, me gustas pero no me gustas, gustas.
Zac niega, sin escuchar nada de lo que he dicho. -Melinda, te amo.
AY NO.
NO. ÉL NO ME AMA.
¿Qué es esto? ¡Quiero bajarme! ¿Dónde renuncio a esta vida?
¿Me ama? ¿Qué hemos hecho para que me amé?
¿Qué le sucede a este chico y que le sucede a esta vida?
-Zac, yo no te amo. -Me deslizo fuera de su agarre pero él se acerca.
-Yo te amo. -Toma mi mejilla-. Y no importa lo que digan de mí, quiero estar contigo.
En ese momento, se inclina para besarme y me hago hacia atrás, alejándome de él. Me inclino tanto que caigo hacia atrás junto con él y su gran cuerpo que me aplasta.
- ¡muévete! -Le pido
Se para rápido y me da la mano. -Lo lamento, no quería empujarte.
- ¡No me empujaste! ¡Estaba huyendo de ti! - ¿Qué le pasa? Sé que es guapo pero literalmente lo conozco desde hace menos de 48 horas y no siento una gran conexión como para que me dé un beso y diga todas esas cursilerías.
- ¿No quieres besarme?
En ese preciso instante, Cass abre la puerta y nos encuentra muy cerca y tomados de la mano con la que antes Zac me había ayudado a ponerme de pie. - ¿Melinda?
La veo y me alejo de Zac. -Hola, Cass.
Niega, luego mira a Zac con asco. - ¿Engañas a Jane? ¿Con mi hermana?
-Oye. -Decimos ambos. Bueno, por lo menos me defiende.
- ¡Que sucio eres, Zac! -Me mira-. Eres tan zorra.
Seeeh, yo soy la zorrita. -No hicimos nada.
- ¡Le diré a Jane!
Suspiro. Es tan dramática en esta versión. -Cassie, relájate, no hicimos nada.
Ella niega y cierra la puerta de golpe. -Debo irme. -Me despido de Zac. Eso fue tan incómodo.
- ¡Cassie! -La llamo pero ella me ignora.
Ruedo los ojos y subo a mi habitación furiosa. ¿Qué sucede? ¿Por qué todas estas cosas me están sucediendo tan rápido?
Estoy tan cansada, física y mentalmente.
Veo mi cama, se ve tan cómoda. Me lanzo sobre ella y cierro los ojos sin desvestirme o preocuparme por los zapatos.
Y lentamente, caigo dormida.
=================
#2
Right, right when I'm near,
It's like you disappear
Where'd you go? Mr. Houdini, you're a freakshow.
=================
Humanos y no humanos. (1)
#2: Humanos y no humanos.
A la mañana siguiente, me despierto -gracias a Dios- con el sonido del despertador y no con los objetos que Cass decida lanzarme hoy.
Abro mis ojos y la habitación sigue del mismo color, el mismo tamaño. Supongo que aún no he despertado del verdadero sueño. ¿Puedo soñar que estoy soñando y estar consciente de ello?
Me encojo de hombros. Como sea, decido bajar antes que Cassie comience a gritarme y... ¡Zac! Trató de besarme, ¿Qué haré cuando lo mire?
Tomo una ducha rápida, cepillo mis dientes, voy a mi armario dispuesta a tomar otro suéter y ¡Bam! No más suéteres. Solo vestidos, blusas muy pálidas para mi gusto y sandalias junto con converse. ¿Qué está pasando?
Tomo una camiseta purpura, unos jeans blancos y unas sandalias. Me visto y trato de pensar en eso. Cada vez pareciera que esto no es un sueño, pero entonces, ¿Es una broma?
Bajo a desayunar y por gracia de Dios, Cassie aún no me ha gritado. -Buenos días. -Saludo a mi padre quien bebe de su café.
Él me saluda de vuelta y le dice a mi madre: - ¿Sabías que hubo otro asesinato? -Le pregunta-. Ayer encontraron tres cuerpos cerca de la carretera.
Mamá me sirve un plato con huevos revueltos y tostadas, al mismo tiempo que se estremece por la noticia. -Eso es terrible, Melinda, hazme favor de no regresar tarde.
-No lo haré. -Prometo-, ¿Qué ha pasado últimamente?
Papá responde: -Un asesino en serie, eso quieren creer pero presiento que hay mucho más que eso.
-
¿A qué te refieres? -Le pregunto.
Papá hace a un lado su comida y afirma: -Ellos no pueden ocultar las noticias cuando muestran fotografías, esas imágenes son sangrientas y no está relacionado con sectas o nada parecido, es algo diferente.
- ¿Diferente? -Papá mira mucha ley del orden y Criminal Minds.
Cassie baja en ese momento, saludando detrás de mí. - ¡Buenos días, familia!
Ella se sienta a mi lado y casi me caigo de la silla por la sorpresa. ¿Qué es esto? - ¿Qué te pasó? -Señalo su cara.
Está cubierta de sombra negra, tiene los labios pintados de rojo oscuro y el cabello cortado desigual. Nada parecido a quien era ayer.
- ¿Qué me pasó de qué? -Me mira molesta.
Veo a mis padres y siguen en lo suyo, ¿Enserio no se dan cuenta que su hija es ahora hija de Marilyn Manson? -Cassie... tu cara.
-Gracias, la próxima vez escogeré mi genética.
Ruedo los ojos. -Tu maquillaje.
Papá se acerca y golpea detrás de mi cabeza suavemente. - ¡Oye! ¿Por qué me golpeaste?
Papá ríe. -Desde que Cass bajó solo pronuncias dos palabras.
Mamá ríe y Cass también. Aclaro mi garganta. - ¿Eres gótica?
Cassie me sonríe, tratando de tener paciencia conmigo. -No, hermana, soy yo... Cassie.
Cassie es Cassie. Nuevas noticias.
-Es hora de que ustedes se vayan. -Mamá nos quita los platos de comida y me quejo, aun así, no me lo devuelve.
Iniciaré una petición a Obama para que nos de media hora de desayuno y que el desayuno sea gratis.
Obama parece del tipo que puede hacer
eso.
-Padres, si quieren hacer sus suciedades tranquilas, solo tienen que pedirlo.
Mi boca cae hasta mis pies (es broma, no cae, obviamente) Cassie jamás había hablado, pensado, insinuado nada sexual y mucho menos, de nuestros padres.
Sin embargo, ellos solamente ríen.
¿Qué pasa? Dios, no. No.
-Vámonos cara de culo, llegamos siempre tarde. -Cassie me dice y sigo viéndola con la boca abierta al igual que mis ojos.
Ella me toma de la mano y aun así, la miro sorprendida. Llego al auto y sigo con la boca abierta.
- ¿Mantienes tu boca así cuando se la chupas a Dante?
SANTO DIOS, NECESITO LLEVARLA AL CONVENTO AHORA. - ¡Cassie Margarita Clooney Pitt! ¿Qué te sucede?
Cassie sonríe. -Ese no es mi nombre, aunque ser una Clooney o Pitt seria genial, ¿No?
Me abrazo a mí misma sin saber que decirle a mi pequeña hermanita que hace una semana veía My Little Pony. Esto está mal, amigos. Muy mal.
- ¿Quién eres, monstruo? -Cassie sigue manejando y riéndose de mis preguntas.
-Te abdujeron. -Sugiero.
Ella solo murmura: -Si, eso pasó.
-Eres gótica, eres una depravada sexual, ¿Qué más eres, Cassie Margarita, que más? -La tomo del brazo y lo sacudo fingiendo llorar.
Cassie detiene el auto de golpe. -Bien, escucha... suficiente. -Me mira cansada de mí-. Tú has estado actuando toda rara desde el desayuno y no es gracioso, no sé qué fumas, no sé qué diablos te sucede pero tienes que calmarte.
Aun no lo creo. Esas palabras salieron de la pequeña y santa boca de Cassie, mi hermanita. Prefiero a la Cassie Barbie. -Cassie Margarita.
Cassie me da una bofetada. - ¡Margarita no es mi nombre!, ¿Bien? ¡Es Margaret!
-Auu. -Me quejo sobando mi mejilla.
Cassie niega y sigue conduciendo. -Estas tan loca, ¿Qué te pasa? Es como si, desde tu cumpleaños cambiaste.
-Espera. -Mi cumpleaños...-. ¿Qué pasó ayer, afuera de casa?
Lo piensa. -Debes ser más específica.
Le recuerdo: - ¿Me viste ayer con alguien?
Ríe. - ¿Te estabas enrollando con alguien? Dios, que sucia.
-No... digo, no, ¡No! -No me enrollé con Zac-. ¿No recuerdas nada?
Cassie me mira desesperada. -A ver, Melinda, ayer tú y tu estúpido trasero con acné estaban en la sala todo el maldito tiempo, luego, ambas subimos a la habitación y fin. Casi no hablabas, si a eso te refieres.
Como si hubiera una cámara frente a mí, hago una cara de perdición. El fin está cerca.
-Ahora lo recuerdo. -Miento pero al parecer, lo que sea que haya pasado ayer, no pasó.
- ¿Qué tal está Zac? -Espero que por lo menos, él esté bien y que las cosas vayan mejor.
Sin embargo, Cassie responde: - ¿Quién?
=================
Humanos y no humanos (2)
Llego a la escuela, y una vez más, todo luce distinto. Las personas han perdido su usual brillo y todo se observa más opaco. Incluso el mismo cielo está nublado.
-Bien, Bobby, nos vemos. - ¿Acaba de llamarme Bobby?
Cassie se aleja y me deja sola. Sigo sin saber a quién saludar o a quien ignorar, recuerdo que hoy es viernes y que debo ir a la clase de inglés.
Camino hacia mi usual aula y me siento lejos de la pizarra. No me gusta estar tan cerca aunque los maestros siempre preguntan a quienes se sientan atrás.
- ¿Se lo guardas a alguien? - ¿Mandy?
- ¡Mandy! -La saludo-. Siéntate.
Mandy asiente, con una sonrisa extraña. Como si no me conociera. - ¿Mandy?
-Hola. -Sonríe, pero voltea su rostro.
¿Ya no somos amigas?
Mi mirada se va a la puerta y entra Monique, saluda a Mandy pero no a mí. ¿Qué está mal con ellas?
Me concentro en mi escritorio como si tuviera algo magnifico escrito en él, hasta que finalmente llega el profesor y me relajo. Cassie mencionó a Dante pero Monique y Mandy ya no son mis amigas. ¿Por qué? ¿Qué más ha cambiado?
El profesor es diferente al señor Thompson, él era más joven y no parecía tan serio. Entra seguido de este señor, un chico con un abrigo negro y el cabello largo, pero hacia a un lado. Tiene cabello oscuro pero no logro distinguir si es marrón o rojo realmente oscuro. Sus ojos son azules, realmente brillantes y también lindos. A diferencia de Zac, este chico es más delgado y no parece tener músculos.
-Bueno, buenos días
a todos, vamos a comenzar con el tema que dije que seguiría la vez pasada, sin embargo, este chico a mi lado es nuevo y se ha transferido. -Le hace una seña para que se coloque en el medio-. Puedes presentarte ahora.
Él asiente, mira sobre todos nosotros y sin ver hacia algún punto fijo, afirma: -Mi nombre es Dean Hill, vengo de Texas.
No parece tener acento texano.
-Bueno, eso es todo lo que necesitan saber del señor Hill, ahora puede tomar asiento donde quiera.
El chico camina hacia el escritorio frente a mí y se sienta. A los demás no les parece interesante así que siguen en lo suyo, pero por alguna razón, sigo viéndolo. Su cabello es raro, como, marrón color chocolate con leche pero brilla como si tuviera pequeños destellos.
Hay algo en él.
La clase sigue y se supone que debo tomar apuntes pero no dejo de ver la espalda del chico, tratando de ver sobre su hombro que escribe o que hace. Desde que se sentó, tomó un cuaderno y no ha dejado de escribir, incluso cuando el profesor no está hablando.
Sin darme cuenta, el chico se volteó rápidamente, como si hubiera sentido mis ojos sobre él.
Lo miro sin saber que decirle o hacer. ¿Debo sonreírle? ¿Debo asegurarle que no soy ninguna acosadora?
- ¿Tienes sacapuntas? -Pregunta.
Veo a mi escritorio y no tengo nada, solamente un cuaderno en blanco y una pluma. Muevo mi cabeza negando.
-Bien. -Se da la vuelta y suelto el aire que había estado conteniendo desde que se volteó.
Tomo mi bolso y busco por un sacapuntas. Quiero poder darle el sacapuntas.
Lo encuentro.
- ¡Aquí! -Lo levanto como esa imagen del Rey León.
Y... todos me miran ahora.
Abro mi boca pero no tengo respuesta para darles. -Perdón, solamente recordé algo.
Me siento tan avergonzada. Debería controlarme más seguido.
Siguen con la clase y me inclino hacia adelante para darle el sacapuntas. Gira su cabeza levemente y sonríe. -Gracias Melinda.
¿Melinda? ¿Cómo sabe mi nombre?
Eso mismo me pregunté el resto de la clase y cuando terminó, colocó el sacapuntas en mi escritorio, sin decir nada, y se fue. Me tomó unos segundo reaccionar y tomar el sacapuntas. Lo meto en mi bolsillo y corro detrás del chico que al parecer sabe mejor a donde va que yo.
- ¡Espera!
¿Cuál era su nombre?
- ¡Tu! -Le grito y como iba corriendo, cuando se detuvo, me golpeo contra su espalda.
Él ríe, extiende su mano y ya estoy comenzando a cansarme de golpearme y caerme frente a chicos. - ¿Qué sucede?
Me sacudo el pantalón. - ¡Tú me llamaste Melinda! -Lo acuso. Al parecer, él es el acosador.
-Ese es tu nombre. -Afirma, como si fuera algo básico que el mundo debería saber.
-Tú sabes mi nombre. -Niego, ¿Es mi acosador?
Sonríe, relajándome. -Tranquila, no soy un secuestrado, solamente escuché tu nombre en la lista de asistencia pero tú no respondiste, el profesor te señaló detrás de mí y solo supuse que ese era tu nombre.
¿Eso en realidad pasó mientras veía su espalda?
-Ah. -Me siento como una tonta-. Perdón, por correr y todo eso.
Se encoje de hombros. -Está
bien, fue gracioso.
-No lo fue, me lastimé. -Señalo al techo-. Eres tan alto como una lombriz.
Me observa y pregunta divertido: - ¿Una lombriz?
-Si, como una lombriz subida en una jirafa. -Bromas de altos-. Oh, espero no haberte ofendido.
Sonríe. -Está bien, no me ofendes. Eres una novata en esto de las bromas contra mi altura.
¿Novata? -Puedo trabajar en mi sentido del humor cuando trabajes en tu actitud.
Sonríe. -Eres creativa.
De alguna manera, me siento cómoda hablando con este chico. Me agrada el hecho que sea nuevo pero, realmente nuevo por aquí. Que no sea alguien que acabo de conocer pero que en realidad ya conocía, como Zac.
Zac.
¿Lo veré en la cafetería? ¿Y si me desconoce como Mandy y Monique?
-Eres nuevo. -Afirmo, porque es lo primero que mi boca suelta con tantas ideas.
-Lo soy. -Se recuesta en un casillero-. ¿Quieres ofrecerte a ser mi guía?
Niego. -No, tengo cosas que hacer.
Levanta su ceja, de alguna manera, retándome.
- ¿Qué? Es cierto, tengo que ir a clases.
El chico sonríe divertido. -Tienes periodo libre.
¿Tengo periodo libre? - ¿Tengo periodo libre?
Asiente.
Esperen de nuevo, ¿Cómo lo sabe? - ¿Cómo lo sabes?
-Tenemos las mismas clases, o al menos, eso me dijeron cuando me asigné y dijeron que tal vez podías ayudarme a adaptarme o algo parecido.
¿Por qué me cuesta creerle?
-No te creo.
Levanta sus brazos en señal de derrota. -Bien, no te preocupes, iré a pasar por la escuela.
-
¿Cuál era tu nombre? -Lo detengo.
Me mira complacido. -Dean, Dean Hill.
Asiento. -Bien, Dean Hill, esta es la cuestión. -Recuerdo la noticia que papá estaba platicando por la mañana-.Hay asesinatos por la ciudad y cuando hay periodo libre no hay muchas personas afuera, eso te pone en riesgo y si desapareces o te pasa algo, yo seré la última persona con la que estuviste, eso solo significa que iré a la cárcel por ti, ¿Ves el dilema?
Sonríe mostrando sus dientes. -Tranquila, no queremos que vayas a la cárcel.
-No. -Le digo haciendo una seña para que me siga-. No queremos eso.
Dean me sigue hasta el salón de música antiguo. Antes se usaba pero ahora hay otro más grande, ahora tienen este de bodega y a veces vengo aquí cuando quiero simplemente vagar por internet con mi teléfono.
-Lindo lugar, ¿No te da miedo que esté tan oscuro? -Pregunta Dean, apenas lo puedo ver pero no importa. Al final del cuarto hay un interruptor, y enciende una luz verde que ilumina un poco más.
Me encojo de hombros como costumbre, aunque no puede verme. -No me dan miedo muchas cosas.
Dean ríe, - ¿Las películas de miedo?
-Dean, en estos últimos minutos que llevamos de conocernos, deberías conocerme mejor. -Trato de caminar sin tropezar pero me he golpeado un par de veces con unas sillas-. Las películas de miedo no sirven, solo son películas con largas pausas y fuertes sonidos.
Dean coloca su brazo frente a mí para que me detenga. -Déjame encenderla.
Me cruzo de brazos. -Bien, pero ten cuidado, puedes tropezar.
Sin
embargo, no lo hace. Está oscuro y tiene como veinte sillas frente a él pero Dean camina a través de ellas y no se golpea ni una sola vez. Enciende la luz y parece como si viéramos a través de una cámara con visión nocturna.
-Vaya, si tienes un lindo y cómodo lugar para relajarte. -Se burla de mi espacio personal pero es el único en donde nadie te puede molestar, claro, para entrar tienes que tener cuidado que nadie te vea.
-Es mi lugar y te lo estoy compartiendo, se agradecido.
Dean sonríe y se sienta en el suelo. - ¿Qué hacemos ahora?
-No lo sé, ¿Por qué te mudaste? -Me siento frente a él.
-Bueno, la verdad es algo más por mi mamá, ella estaba enferma y aquí hay mejores servicios médicos.
Asiento, ambos cruzamos las piernas. - ¿Qué hay de tu familia? ¿Tienes hermanos?
Niega. -Hijo único. -Me señala-. ¿Tienes hermanos?
-Una hermana que es toda una mente sucia.
Ríe por mi declaración. - ¿Es mayor?
-Menor. -Me estremezco al pensar en Cassie y todo lo que ha dicho. Es una niña buena, lo juro pero ahora es diferente-. Es una mocosa sucia y sexual.
- ¿Podrías presentármela? -Me sugiere en broma.
-No. -Finjo estar molesta-. Además, no parece tu tipo porque ahora es gótica.
- ¿Por qué crees que no me gustan las góticas?
- ¿Te gustan las góticas?
Mira hacia el techo pensando, finalmente se encoje de hombros. - ¿Cuál es tu tipo? -Es mi turno de responder.
¿Tengo un tipo? -Supongo que no tengo tipo, ni siquiera he pensado en chicos.
- ¿Nadie en tu vida?
¿Zac cuenta cómo alguien? No lo he visto, Cass no sabe de él. Nada. ¿Acaso no existe?
-Había un chico en algún momento pero realmente no me gustaba, me parecía atractivo pero nada más.
- ¿Te parezco atractivo, Melinda Line?
Me sonrojo. Soy un tomate. Soy el centro rojo en la bandera de Japón. Soy un frijol rojo. Soy la nariz del reno de santa. Estoy tan roja y tan caliente. No, no caliente como, ardiendo pero, mis mejillas queman. - ¿Qué? -Mi voz sale chillona.
¿Por qué Dean puede ponerme nerviosa?
- ¿Te parezco atractivo? -Vuelve a preguntar.
Suspiro. -Esa no es la cuestión, aquí el problema es que yo te parezco atractiva y eso no es algo común.
Ríe de lado. - ¿Quién dijo que me pareces atractiva?
- ¿No te parezco atractiva? - ¿Esto es coquetear?
Muerde su labio rosado y hace una mueca, como aprobando mi comentario. OH DIOS. ¿LE PAREZCO ATRACTIVA?
-Tienes lo tuyo. -Finalmente confiesa.
-Sí, claro que lo tengo.
Dean es atractivo, es tan elegante. Tiene algo en su rostro, tan fresco y hermoso. ¿Por qué en mi vida normal no puedo conectar con chicos como lo he hecho últimamente?
Mi teléfono vibra y veo en la pantalla "Dante"
Aparentemente, dante y yo seguimos siendo amigos, lo cual es bueno. - ¿Hola?
- ¿Melinda, donde estás?
-Estoy... en la escuela.
-Duh, eso es obvio, ¿Dónde?
- ¿Por qué? -Pregunto. No quiero decirle que estoy aquí, en este lugar, y alejarme de Dean. Quiero seguir hablando con él.
-Solo preguntaba, estábamos planeando en escaparnos de la escuela.
- ¿Planeábamos? ¿Quiénes?
-Ya sabes, los chicos y yo, ¿Quieres venir?
Veo a Dean que juega con el borde de su abrigo. -No, será en otra ocasión.
Termino la llamada y Dean me sonríe.
=================
Humanos y no humanos (3)
Cuando la escuela terminó, efectivamente tenía todas las clases con Dean. Habíamos estado hablando cada vez que podíamos y no sé si finalmente le gusto a un chico pero al parecer, esto podría resultar mejor de lo que pensé.
Dean dijo que me vería mañana, me acompañó a mi auto y se alejó. Mientras que espero por Cassie, ella envía un texto al mismo tiempo que Dean pasa en su auto. UN MALDITO AUDI.
El mensaje decía algo como que me vería más tarde. Dios, Cassie no sabe nada de los asesinatos aparentemente.
No puedo discutir con esa chica así que salgo del estacionamiento y al llegar al primer semáforo, estoy tres autos detrás de Dean. Cuando la luz cambia a verde, el avanza pero se desvía por un camino sin pavimento. ¿Qué está haciendo?
Los carros de atrás comienzan a sonar sus autos para que me mueva. ¿Y si Dean se pierde? ¿Y si algo está mal?
Por ese camino no hay más que un feo bosque y... ¡El asesino! ¡Dean puede estar en peligro!
Avanzo, siguiendo el camino que sus llantas han marcado. Mi jeep si es un todo terreno pero su Audi no, ¿Cómo se le ocurre conducir a través de aquí con un auto como ese?
Lo sigo pero es difícil ya que acelera de vez en cuando sin darme la oportunidad de alcanzarlo.
Después de seguirlo, me doy cuenta que él no está perdido y que nada va mal. Que soy una tonta por pensar en todo eso. Quiero dar la vuelta pero me detengo cuando su auto lo hace, atravesó de unos árboles.
Él baja y toma un cuaderno. Creo que no ha visto mi auto aun.
Dean se sienta debajo de un árbol, y comienza a dibujar o escribir algo.
Decido que es buen momento para darme la vuelta, cuando algo sucede.
Algo fuera de todo lo común y corriente.
Dean acecha a un pequeño conejo. Sus ojos tienen las pupilas dilatadas y su rostro es pálido. Observo la escena con terror de lo que parece que pasará.
Y sí. Dean salta sobre el conejo, lo muerde y sangre sale por su boca.
Involuntariamente, mi boca se abrió y se quedó así hasta que Dean levanta su rostro de golpe y ve mi auto.
Oh no.
Presiono la reversa pero no pasa nada, el auto no funciona. Sigo presionándola con más fuerza y no me muevo. Dean camina hacia mí con sangre en la cara y se coloca a la ventana de mi lado opuesto.
Estoy temblando y sudando. Dean hizo algo horrible con ese pobre conejo y estoy segura que puede hacerme cosas peores. Se ve tan extraño.
El maldito auto no se mueve.
- ¡Melinda! -Golpea la ventana-. Abre la puerta.
Comienzo a llorar. ¿Qué más harías tú? - ¡Melinda!
Dean rompe la ventana con su puño y abre la puerta. Lo hace como si fuera romper una hoja de papel y sentarse sobre plumas. Dean entra al auto y me observa, regresando el color a su rostro.
-Melinda, tranquila. -Se ve casi tan asustado como yo, por alguna razón-. Melinda, no te haré daño.
- ¡Eso dicen siempre! -Grito desesperada.
Dean levanta las manos y se queda así hasta que comienzo a calmarme. - ¿Ya?
Niego, con desprecio. - ¿Qué le hiciste a ese pobre conejo?
Dean maldice en voz baja.
-No debiste seguirme.
- ¿Qué eres? -Le pregunto enojada, nerviosa, miedosa y todo lo que se pueda ser ahora mismo-. ¿Por qué hiciste eso? ¿Por qué siempre llevas ese cuaderno? ¿Por qué no me has hecho daño?
Sus ojos penetran los míos. Él está viendo algo en mí que yo no puedo, él sigue observándome y baja su mirada. -No te merezco.
- ¿Qué? -Limpio mis lágrimas-. ¡Dean dime lo que sucede!
Dean niega. -No te haré daño y es lo único que debes saber.
- ¿Cómo quieres que te vea en la escuela?
Dean toma mi mano y trato de liberarme de él pero sigue tomándola con fuerza. -Melinda, debes entender que no te haré daño.
Muerdo mi labio, indispuesta a creerle.
-No a ti. -Susurra muy bajo.
Niego, no puedo creerle pero me doy cuenta que su mano está muy fría, él no me presiona la mano pero no la retiro.
- ¿Qué diablos eres? -Sus ojos se ven diferentes, como más oscuros.
Dean suelta mi mano finalmente y limpia la sangre de su cara con el dorso de su mano. -No debes saberlo.
Esto es ridículo. - ¿Eres un caníbal o un asesino? ¿Eres quien mata a esas personas? -No sé porque pregunté eso, pero esperaba que su reacción fuera de enojo por tales acusaciones, en su lugar, se queda callado-. ¿Eres un asesino?
Mierda. ¿Que estoy haciendo en el auto de un asesino caníbal, monstruo o lo que sea que Dean sea?
- ¡No! -Finalmente habla-. Es supervivencia.
- ¿Supervivencia?
¿Qué está pasando? ¡Está completamente loco!
-Melinda, si te lo digo jamás me creerás y jamás podría dejarte libre.
Bien, ¡Al diablo con Dean! Comienzo a empujarlo fuera del auto. No lo quiero cerca de mí. - ¡Vete! -Lo empujó con mis piernas también-. Vete, sal del auto y no me hables nunca más.
Dean resiste mis patadas y empujones, hasta que finalmente cede. Se baja del auto dejando los cristales regados. Las manchas de sangre de sus manos y la puerta abierta.
Tan pronto como se alejó, cierro la puerta y le ruego a Dios que el auto encienda. Finalmente lo hace y salgo del lugar como si una pandilla de zombis me persiguiera.
Al llegar a casa tuve que explicar que el auto estaba así por que trataron de robarme y por supuesto, mis padres se molestaron. Cassie solo se reía de mí.
Yo no podía dejar de repetir esa escena con el conejo en mi mente. ¿Qué diablos fue eso?
Él dijo que no era asesinato, era supervivencia o algo como eso. ¿Es un asesino loco? Puede que lo sea.
Tengo miedo, pero no realmente de Dean a pesar que debería asustarme él. Me asusta el hecho que Dean sea diferente y me asusta más que cuando dijo que no me lastimaría, le creí.
Le creo.
Hola!!! Me gustaría saber sus opiniones!!!
=================
Humanos y no humanos (4)
Al siguiente día, me alegré de no tener escuela. Era sábado y podía hacer lo que quisiera todo el día. Bueno, en realidad, pasé la mayor parte del día buscando situaciones y condiciones como las de Dean.
Decido que internet no me está dando lo suficiente, es mejor ir a la biblioteca. Cassie se llevó el Jeep y dijo que la sangre le daba su toque rudo. Cassie está loca.
Tomo un taxi y miento diciendo que iré a casa de una amiga.
La biblioteca estaba llena de temas interesantes, ¿Quién diría que los libros podían ser mejor que la televisión? Tomo un par de libros y comienzo a leer historias de asesinos en serie.
Dean no parece un asesino en serie. Según esto, son antisociales o son manipuladores. Dean no parece antisocial, en realidad, nos llevamos bien hasta que mató a colitas. (El pobre conejo merecía un nombre, no me juzgues)
Luego leo de sectas y cosas así. En realidad, Dean solo mordió al conejo. ¿Es como una cosa sexual? ¿Dónde hacen cosas para provocar placer?
Pero Dean solo se lo comió.
Esto es más complicado de lo que pensé.
Sigo leyendo y encuentro acerca de mitos antiguos. Esto es ridículo, prefiero creer que él es un maldito asesino que un ogro o un...
Siento alguien detrás de mí.
No quiero voltear porque no me había dado cuenta de que tan oscuro está aquí. Supongo que nadie viene a la biblioteca los sábados. Siento que me observan y decido cerrar el libro en caso que alguien viera lo que estoy leyendo.
Suficiente. Me armo de valor y volteo, pero no hay nadie.
Es tarde y debo regresar si no quiero que me vuelvan a regañas.
Tomo mis cosas, los libros y los devuelvo. Salgo de ahí y a pesar que está un poco oscuro, no tengo tiempo para esperar un taxi.
Mientras camino de nuevo siento que me observan. Giro y me encuentro con Dean, serio y con las manos en los bolsillos. - ¿Qué haces aquí? -Pregunto.
Se encoge de hombros. -Estaba caminando por aquí y te vi, ¿Te molesto?
- ¿Si me molestas? -Comienzo a alterarme-. ¿Que no te acuerdas de lo que te dije ayer?
- ¿Que te parezco atractivo? -Pregunta descaradamente.
Zapateo en el suelo. Sé que parezco inmadura haciéndolo pero no puedo creer que finja que nada pasó. - ¡No! Tu... Te vi, ¿Bien?
Él camina más cerca de mí. - ¿Me viste? -Pregunta arrogante-. ¿Te gusta lo que viste?
Bufo. - ¡No finjas! Dijiste que no podrías dejarme ir si...
-Sí, sé lo que dije. -Me calla-. Pero también dije que no te lastimaría, ¿Porque no crees esa parte?
- ¡Porque no!
Me doy la vuelta y camino a paso acelerado pero me toma del brazo y me gira con fuerza. -Melinda, tienes que creerme, te pido que no me dejes así. Viste algo que no deberías pero jamás, yo jamás te haría daño.
Dejo caer los hombros. Lastimosamente, si le creo. -Bien, ¿Qué quieres de mí?
Dean me observa, toma mi rostro entre sus manos. -Lo que tú quieras darme.
Espera, espera, espera. Dean es como, alguien no tan bueno ¿y ahora me está diciendo estas cursilerías?
-Dean. -Salgo de sus manos-. ¿De qué estás
hablando?
Él mira hacia ambos lados. -Tenemos una conexión, y puedo ver que estamos destinados a estar juntos.
Mal momento, pero suelto una carcajada.
Dean arruga su frente. -Melinda, puedo ver...
Sigo riéndome. - ¿Que? -Pregunto burlona-. ¿El futuro?
- ¡Si! -Responda molesto-. Puedo vernos, será algo complicado y no es posible pero contigo, siento más de lo que alguna vez he sentido.
Niego. -Dean, bien, mira..., no te conozco. No sé absolutamente nada de ti más de lo que tú me has dicho pero no te conozco realmente.
En ese momento, me doy la vuelta y sigo caminando.
-Melinda, hablo enserio. -Toma mi mano y una vez más, me detiene-. Nosotros no hacemos esto, nosotros no... Yo no debí haberte dejado ir porque nos pone en riesgo pero lo hice porque te amaré.
¿Me amarás? -Bien, Dean, escucha. -Tiro de mi mano-. No debes decir esas cosas o asustaras a las chicas.
- ¡No quiero a nadie más!
Sigo caminando.
- ¡Estamos destinados a estar juntos!
¿Que está mal con este chico? Ahora si me da miedo. - ¿Que te crees? Dean, ¡Por Dios! Nos acabamos de conocer, no somos ni siquiera amigos aun y dices todo eso, ¿Que sucede?
Dean suspira. -Soy diferente.
Por supuesto que lo es. - ¿Así que eres asesino?
- ¡Melinda, no! No lo soy, lo hago porque necesito comer.
Ruedo los ojos. -Come pizza entonces, no pobres animales tiernos como colitas.
- ¿Quién? -Pregunta.
-Nada, olvídalo. -Una vez más, me doy la vuelta.
Dean
grita: - ¡Vampiro!
Y de nuevo, giro. - ¿Que dijiste?
- ¡Vampiro! -Revela-. Es lo que soy, Melinda, ¿Querías saberlo? Ya lo sabes. Soy un vampiro.
Lo veo por unos siete segundos en silencio y luego comienzo a reírme en su cara. -Dean, no, no lo eres. -Niego, riendo-. Seguro crees que tengo algo por los vampiros pero no, solo estas malditamente loco.
Salgo de ahí corriendo.
Escucho que sigue llamándome pero lo ignoro, al llegar a casa, antes de abrir la puerta, una mano me detiene.
Dean.
Quiero gritar pero él cubre mi boca antes de que lo haga. -Tranquila.
¿Qué le pasa? -Suéltame. -Murmuro entre su palma.
-Shh. -Me calla y me lleva a un lado de la casa-. Mira esto.
Toma un pequeño cuchillo afilado de su bolsillo derecho y entro en pánico. Trato de gritar o correr pero tiene tanta fuerza que me ha dejado inmovilizada entre sus brazos. -Toma el cuchillo y me lo clavas.
Con gusto. Lo tomo y lo clavo en su brazo, esperaba que me soltara por el dolor o que hubiera sangre pero era como clavarlo en un pastel. Nada sucede.
Dean me libera y saca el cuchillo de su piel, dejando una marca pero nada de sangre. - ¿Me crees ahora?
Lo empujo. -Vete de aquí, demonio.
Dean casi ni se mueve.
- ¡Vete, sal de aquí!
-Melinda, no soy ningún demonio.
- ¡Los vampiros no existen!
Dean me toma de la cintura y me acerca a su boca, tiene una mirada intensa. Mueve su rostro a mi cuello y pienso que me matará, sin embargo, me besa. Es un beso muy suave.
Se separa y sonríe. -Eres mi destino.
Doy un paso lejos de él. -Dean, no.
- ¿No me quieres?
- ¡No! - ¿Porque todo es tan cursi y cliché?-. No funciona así en la vida... Real.
¿Es esto la vida real?
Dean se arrodilla como si fuera a pedirme matrimonio. -Dame una oportunidad.
Arrugo la nariz. Esto parece del tipo de películas que miraba para dormir. -Em, si, ¡Escucho que alguien me llama! Oh, que lo lamento, debo irme.
Entro corriendo a casa y suspiro.
Cassie y mis padres están en la sala, entro y decido que quedarme con ellos será lo mejor que haya hecho en todo el día.
Mamá dice: -Mira, Melinda, están dando Crepúsculo.
-Ah, no gracias.
Mejor me voy a dormir, pero antes, cierro bien las ventanas y la puerta.
No comprendo nada. Nada. Cassie cambia de personalidad cada dos días, dos chicos guapos se me declararon en un margen de cuatro días,
¿Porque?
No entiendo. Es como si mi vida fuera una serie de novelas baratas.
Novelas.
¿Novelas?
¡Novelas!
Lo último que hice en mi cumpleaños fue leer un libro de Cassie y supuestamente la chica cantaba una canción que su mamá decía que era mágica, y para revertirlo, tenía que cantar la canción dos veces más. Fácil, lo hago y...
No recuerdo la canción.
Esperen. Esto es absurdo. ¿Por una canción estoy así?
Tal vez no fue la canción, tal vez fue el libro en sí. Cassie ya lo había leído, ¿Le habrá sucedido lo mismo?
Es hora de descansar. Mañana podré seguir con todo este misterio. Mientras tanto, me aseguro de nuevo que la ventana esté cerrada, así no me preocupare de nuevo por Dean.
Regreso a mi cama, rogando al hada de los dientes, el bebé de año nuevo y a todos los personajes mágicos que recuerdo, que para el día de mañana... despierte en mi vida normal.
=================
#3
I've been falling out of control
I think of you wherever I go
Oh, what did you do?
=================
El chico de al lado (1)
#3: El chico de al lado.
Me despierto con un sonido proveniente de la cocina. Oh mi Dios, ¡Dean viene a matarme!
Peor aún, me viene a secuestrar para que sea su esclava hasta el fin de los tiempos. - ¡Melinda! -Grita mamá, pero no de manera aterrada, más como "Melinda, ¿Por qué siempre eres tan floja?"
Abro mis ojos y mi habitación luce como antes de dar todos estos giros raros. ¡Gracias Hadas de los sueños!
-Enseguida voy. -Me siento con humor. Estoy feliz de que todo haya vuelto a la normalidad. Fue extraño lo que me ha estado sucediendo, pero está bien, ahora ¡Estoy de vuelta! Sigo siendo un torpe solitaria con migajas en su cabello esponjado.
Aliso mi cabello y no me preocupo por cambiarme mis pijamas, simplemente bajo ya que hoy es domingo. Bostezo mientras camino hacia la cocina y
¿Zac? - ¿Zac?
Está ahí, parado ayudando a mi papá con algo sobre la mesa.
Mi mamá sonríe. -Zac está ayudando a arreglar el reloj de tu padre.
Cassie baja las escaleras. -Uh, no sabía que teníamos visitas.
Zac simplemente roda sus ojos y ni siquiera me saluda. Bien, ¿Qué pasa ahora?
Rayos. Es obvio que pedirle un deseo a la hada del pis saludable no funcionó, tal vez porque no existe.
-Mamá, tengo hambre. -Pido comida. Comer es lo único que hago bien.
-Bien, hay waffles recién hechos.
Tomo uno y me siento en la mesa, frente a Zac. Zac, sin embargo, aún no me nota. Está ocupado con mi padre.
Cassie se inclina y susurra: -Ten cuidado con Zacary, tiene
liendres.
Me hace reír el comentario de mi hermana y agradezco a Frosty, el regordete hombre de nieve, ya que mi hermanita no es una gótica.
- ¿No comerás nada? -Pregunta mamá a Cassie.
Cassie mira hacia Zac y luego a mi madre. -Prefiero ir arriba, a escuchar gatos vomitando en mi computadora que estar aquí.
Zac suspira, como, muy estresado.
Mamá se acerca a él y le pide perdón: -Por favor, no le hagas caso a Cassie, puede ser algo inmadura.
Zac se encoje de hombros. -Da igual, no es problema.
Mis padres sonríen y luego de unos minutos, Zac termina con el reloj de mi padre.
-Gracias, Zac. -Papá estrecha su mano con la de él, agradeciéndole.
Zac se despide con un "Adiós" y sale por la puerta del frente.
Vaya. Realmente soy invisible para él.
- ¿Zac me odia o algo? -Les pregunto.
Ellos ríen, mamá afirma: -Por supuesto que no, cariño, pero Cassie y él tienen algo de historia así que supongo que no se lleva bien contigo porque te pusiste del lado de Cassie después de su rompimiento, pero ya se le pasará.
¿Rompimiento? - ¿Quién terminó con quién?
Mis padres asumieron que sabía la respuesta, pero aun así, contestan: -Creemos que fue Cassie, Zac lo lleva mejor que ella.
OH MI DIOS.
¿CASSIE Y ZAC? - ¿Cómo que ellos estuvieron juntos?
Mis pobres progenitores, me observan como si su hija fuera un alíen. Claro, lo soy para estos padres de Melinda. -Bueno, sí. -Papá entrecierra sus ojos-. Salieron por un tiempo, ¿No?
Aclaro mi garganta. Tengo nauseas por alguna razón. -Sí, creo que yo... Em, nunca entendí si era serio o algo.
Mamá comenta con una pequeña sonrisa: -Era de esperarse, hemos sido sus vecinos desde que ustedes tenían como seis o siete años, y él siempre jugaba con ustedes.
¿Zac es mi vecino? - ¿Enserio? Eso de, ¿Creías que terminarían saliendo?
Mamá se sienta al lado de mi padre, con una taza de té para ella y un vaso de leche para mí, lo tomo y comienzo a beber un poco. -En realidad, pensé que él saldría contigo pero tú preferiste a Dante.
Estaba tan tranquila, tomando mi leche que cuando escuché que Dante es mi novio o algo así, lo derrame en la mesa.
Me cubro la boca avergonzada. -Lo siento, ¿Dónde están las toallas de papel?
-Melinda, ¿Estas bien? -Papá pregunta molesto-. ¿Por qué actúas tan raro?
Me muevo rápido buscando algo con que limpiar. Dios, ¿Acabo de escupirles a mis padres?
¿Cómo Dante puede ser algo mío? Entiendo que en alguna realidad había posibilidad de que me gustara alguien como Dean o Zac pero, ¿Dante? No creas que soy toda chica superficial pero lo único bonito de Dante era su personalidad y pues, ¿Cómo?
Maldición, odio esta realidad.
Cambio, ¿Dónde cambio?
Tomo las toallas y limpio la mesa, luego limpio un par de gotitas que mamá tenía en su blusa. Ew. Soy tan asquerosa.
-Perdón de nuevo.
Mis padres sonríen y luego ríen. -Algo malo sucedió en tu embarazo, eres tan alocadas, Melinda
Dejo caer mi cara en la mesa. -Eso es algo a lo que puedes apostar.
=================
El chico de al lado (2)
Después del almuerzo, las cosas no estaban tan alejadas de mi antigua vida. En realidad, Cassie era un poco más descarada pero nada de bromas sexuales o frases de chica mimada. Cassie era más Cassie de lo que alguna vez fue. Papá y mamá no cambiaban jamás en las pocas "Vidas" que me ha tocado el honor, nótese mi sarcasmo, de experimentar.
Lo único que cambiaba era mi condición. Raro.
Decido tomar mi iPod y salir a escuchar algo de música en el pórtico. Cuando salgo, veo que Zac está recostado en un árbol frente a su aparente casa. Antes de que Zac fuera mi vecino, en mi otra vida, vivía una mujer con tres gatos que usaban zapatos y ella solía hablar con ellos por las noches, tenía un nieto que dicen que era vendedor de drogas y un hijo que jamás tenía empleo. Rara familia, diría.
Zac estaba durmiendo o eso parecía. No le presté atención, sin embargo, unos chicos pasaron jugando con globos de agua y lanzaron uno por accidente el abdomen de Zac. Los chicos salen corriendo y él se despierta de golpe.
No puedo evitarlo, encuentro la escena graciosa. Él me mira pero no me sonríe, en realidad, niega. - ¿Te parece gracioso?
Frunzo el ceño. -Oye, yo no hice eso.
- ¿Ah, no?
- ¡No! -Me defiendo colocando de pie.
Zac sacude algo de agua con sus manos.
-Oye, no es harina, sacudiendo no se secará.
Zac levanta sus brazos. -Si eres tan inteligente, ¿Por qué siempre andas tropezando y golpeándote por todos los lugares?
Idiota. -Yo no me golpeo,
los objetos piden ser tocados por mí.
Zac frunce el ceño. -Estás loca.
Aplaudo. -Gracias por notarlo tan tarde, Zac, gracias.
Zac relaja su frente y ya no tiene la misma expresión molesta que hace un par de segundos. -Eres rara.
Ruedo los ojos y guardo mi iPod. -Bueno, tú tampoco eres perfecto señor, no saludo a una dueña de la casa en donde estaba sentado cómodamente.
Levanta una de sus cejas. -Pensé que no querías que te hablara.
¿Le pedí eso?
Camino unos pasos hacia él. - ¿Cuándo te pedí eso?
Hace cuentas dirigiendo sus ojos al cielo. -Bueno, veamos. -Cuenta con sus dedos-. Cassie y yo terminamos como hace tres semanas, y tú, pues un día después me gritaste, me insultaste y olvidaste completamente el hecho que éramos buenos amigos.
Suena a que fui una perra. -Lo siento.
Se muestra confundido. - ¿Realmente lo sientes?
Inclino un poco la cabeza. -Supongo, no debí insultarte si éramos amigos, ¿No?
Muestra una pequeña sonrisa. -No.
Señalo a la mancha de agua. -Tienes agua, ¿Por qué no te secas?
Zac observa mi casa y luego me mira, duda antes de decir algo, pero finalmente me pregunta: - ¿Me acompañas?
- ¿A secarte? -Retiro el flequillo de mi cara-. ¿Quieres que te desvista mientras tus secas tu camiseta?
Zac ríe. -Melinda, ese es un comentario ingenioso y tentador, pero no. -Señala con un dedo su casa-. Han pasado semanas desde que jugamos Wii Sports, ¿Quieres que recuperemos nuestra amistad?
¿A la Cassie de esta vida le molestará? -Em, supongo que está bien.
-Bien,
ven aquí.
Camino al frente y Zac, sorprendentemente, me rodea con uno de sus brazos. -Te extrañé, Melinda.
Me permito relajarme bajo su brazo. -Y aunque no lo creas, te extrañé también.
Y aquí es donde ustedes dicen "Awww" porque a pesar que, ¡Dios, soy una cursi! Zac ha sido agradable en lo poco que lo conozco.
Su casa es casi igual a la mía, con diferencia que se ve más ordenada. Hay algunas fotografías y muchos jarrones. Es agradable el ambiente familiar que desprende. -Linda casa.
Zac me deja ir. -Bueno, no ha cambiado desde la última vez que viniste.
-Nah, tengo memoria a diminuto plazo, no recuerdo nada.
Sonríe, y enfrente de mí, se quita la camiseta. Oh por dios, ¿Qué hace? -Zaaac, ¿Qué ha-haces?
Zac vuelve a verme extraño. - ¿Quitarme la ropa húmeda?
- ¿Enfrente de mis ojos? -Señalo mi cara-. Tengo la vista pura y virgen, no quiero que la ensucies.
Zac niega sonriendo y tira su camiseta a mi casa. -No es como si nunca me hubieras visto así, boba.
Oh. - ¿Te desvistes frente a mi todo el tiempo? -Dios, suena a que soy otra persona pero, oh, en realidad soy otra persona.
Zac toma una sudadera que estaba dentro de un pequeño armario. -En realidad, tú también lo has hecho.
Me sonrojo completamente. - ¿Hacemos eso todo el tiempo?
Se encoje de hombros. -Melinda, no nos hablamos desde hace tres semanas pero parece que no recuerdas que tú y yo solíamos nadar sin nada arriba cuando éramos pequeños y luego, verte en ropa interior no era nada raro. -Se acomoda el cabello después
de vestirse con la sudadera-. Somos vecinos desde hace mucho tiempo y conozco mucho de ti, sé tanto como te gusta que sé... en cambio, con Cassie, era diferente. Supongo que por eso caí con ella.
¿Diferente? - ¿Te parece más linda?
Zac toma mi mano y me mueve a su cocina. -Sabes que no las comparo, pero tú has sido como mi hermana y ella ha sido más distante, aun así, me gustaba.
- ¿Te gustaba?
Rueda los ojos. - ¿Podemos dejar de hablar de eso?
Suspiro. -Bien, bien. -Aclaro mi garganta-. Lo siento.
Toma una caja transparente de plástico llena de galletas redondas con cubierta rosa y me la da para que la abra y tome una. La tomo pero solo con un destornillador podría abrirla. Tiro de ella tan fuerte que todas las galletas saltan por toda su cocina.
Cierro los ojos. Soy tan torpe realmente. -Zac, lamento tirar tus galletas.
Zac se inclina a tomar algunas. -Está bien, no es la gran cosa, ayúdame a limpiar.
Me siento tan mal. -Lo siento, prometo comprarte como, veinte paquetes de galletas.
Recojo todas las galletas que puedo, Zac toma mi brazo y me levanta del suelo. -Oye, Melinda, tranquila... solo son galletas.
Mis ojos se mueven a su mano sosteniendo mi brazo, luego a sus ojos. Sus ojos son lindos, él es lindo y él es tan dulce. -Gracias.
Sonríe de lado y toma las galletas que ya había recogido. -Eres torpe pero eres mi mejor amiga.
Y también la hermana de tu ex.
Se abre la puerta y una señora con el mismo tono de cabello de Zac entra con algunas bolsas blancas y sonríe cuando nos ve. Zac
corre a ayudarla y supongo que es su mamá.
- ¡Melinda! -Dejan las bolsas en la mesa mientras que la señora me abraza-. Es tan bueno verte por aquí de nuevo.
Sonrió. -Sí, extrañaba a Zac.
Ella sonríe. - ¿Te quedaras a cenar?
No sé qué responderle, ¿Debería? Digo, podría molestar a Cassie. Creo que por eso ella se miraba tan irritada con Zac. -Bueno, en realidad tengo que hacer un par de cosas, pero muchas gracias.
-No te preocupes, será en otra ocasión.
Asiento. Espero no cambiar de vida para esa "otra ocasión"
-Mamá, Melinda y yo iremos a jugar Wii arriba, ¿Bien?
Ella le da un beso en la mejilla, luego me toma y me besa la mejilla ruidosamente. -Por supuesto, me agrada que sigan llevándose bien.
Zac ríe y me toma de la mano. Supongo que para la otra Melinda, la amiga de Zac, es normal todo esto. Que su mamá la ame, que Zac la tome de la mano y que la abrace. Incluso que se desvista frente a ella, pero para mí, no lo es. En realidad, se siente bien y me gusta pero todo parece tan falso, tan prefabricado.
Subimos hasta una habitación con sofás negros y una televisión de pantalla plana, que tiene conectada una consola Wii. Zac comienza a buscar el juego mientras paseo por la habitación. Zac se ve feliz al lado de su familia, parece un buen chico. ¿Por qué terminaría con Cassie?
Luego, veo un panda hecho de arcilla, es tan pequeño como mi pulgar. Lo tomo y sonrío. -Este es lindo.
Zac lo mira y abre sus ojos. -Melinda, eso lo vomitó el perro, suéltalo.
Lo dejo rápidamente en su
lugar haciendo una mueca de asco, ¿Por qué tiene un panda vomitado de decoración? - ¡Qué asco!
Zac suelta grandes carcajadas. - ¡Debiste ver tu cara! -Niega, doblándose de la risa-. ¿Estás en drogas, o algo así? Ese panda lo hiciste tú como, hace dos años y me lo diste.
Toma aire, tranquilizándose. -Eres un tonto.
-Eres tan rara. -Me da mi control-. Vamos a jugar, perdedora.
Lo empujo. -Bueno, perder no está en mi currículo, ¿Sabes?
-Claro que sí.
En realidad, no había olvidado como jugar con la Wii. Hice pedazos a Zac, era mejor de lo que pensé o él era realmente malo. En todo caso, ¡Gané!
-Bien, plebeyo, ¿Quién traga mi polvo? -Comienzo a dar un pequeño baile.
Zac me empuja y caigo al suelo.
Zac, eventualmente, comienza a reírse.
- ¡Eres un tonto! -Me estiro, tomo una de sus piernas y le hago cosquillas detrás de la rodilla.
Zac se cae a mi lado y me empuja. - ¡Basta, boba!
Mojo mi dedo índice y lo introduzco en su oído. -Tú eres un mal perdedor.
Zac se mueve lejos de mí. -Melinda eres tan asquerosa.
Hago una burbuja de saliva, cuando se revienta afirmo: -Por supuesto que lo soy, me gusta ser así.
Zac me extiende su mano para que me levante. -Te extrañaba tanto, Mel.
Suelto una pequeña risa. Me siento cómoda estando a su lado. Es extraño, siento que soy la mayor estúpida del mundo teniendo este momento con Zac, sintiéndome tan bien con su compañía. Siento que estoy en alguna película asquerosa, cursi, de esas que las llamo "Películas de ciclo menstrual" es ridículo, no sabía que la vida "real" pueda ser tan cursi.
-Ser tu vecino es una buena cosa.
Levanto mi mano para que la choque. -Pienso que ser tu vecina es algo maravilloso para ti, tienes tanta suerte de ser amigo de esta bella chica.
Zac pone los ojos en blanco pero choca mi mano.
Antes de bajar las manos, Zac cierra los dedos y nuestros puños quedan en el aire. Nos miramos sin desviar la mirada, luego recuerdo que mi hermana salió con este chico y esto no debería estar sucediendo.
-Debo irme. -Aseguro.
Zac suelta mi mano. -Sí, creo que sí.
Le sonrío. -Nos vemos.
Aprieta mi mejilla con ternura, pellizcándola un poco. -Nos vemos.
=================
El chico de al lado (3)
Cass no dejó de preguntarme acerca de ayer. Quería saber en dónde estaba. Pensé en decirle que estaba con Zac pero preferí mentir, le dije que salí a caminar.
Cassie me observaba y estaba segura que no se creyó lo que le dije pero no importa, prefiero que no lo sepa.
Era lunes y era día de escuela. Estaba emocionada por ver a Zac de nuevo, pero nerviosa al mismo tiempo. Es regla universal no sentir nada, nada, absolutamente nada por los ex de tus mejores amigas, primas y/o hermanas. Es regla básica.
Pero, ¿Estaba sintiendo algo por Zac?
Cassie, como siempre, se baja del auto y dice que me verá después.
Entro a la escuela, buscando a Zac con la mirada, hasta que finalmente me rodea con su brazo.
Esperen. Este no es Zac.
Levanto mi vista y es Dante pero es como, un dante versión pulido y renovado. Lleva el cabello arreglado, no tiene ni un solo grano en la frente y sus dientes están completamente rectos. - ¿Dante?
Dante me besa la mejilla. Ok, ¿Qué rayos? -Hola, Melinda.
Suelto una risa incomoda. -Hola
Toma mi cabello con la mano del brazo que está sobre mí. - ¿Qué tal tu fin de semana sin tu papi?
¿Sin mí qué? -Em, no sé quién es mi papi.
Ew. Dante sonríe, en realidad, se ve atractivo con sus mejoras faciales pero parece que su personalidad es diferente. Me lleva a mi casillero y finalmente quita su brazo de mí. Se recuesta en los casilleros a un lado del mío y toma su teléfono, me toma una fotografía.
- ¿Qué haces?
-Hashtag sexy. -Repite mientras escribe-. Diablos,
Melinda, eres jodidamente ardiente.
Em, no. Me gusta el marginado Dante. -Ah, gracias.
-Hashtag mi nena. -Jesús, ten piedad.
Él baja su teléfono y saluda a alguien detrás de mí. -Hola, Monique.
¿Monique? Giro y veo a una Monique versión Barbie girl. Lleva su cabello verde, pero está largo y alisado. Lleva sombra en los ojos y no tiene ojeras. Um, bueno. Todos se ven más atractivos.
-Hola, Melinda. -Me saluda, sonriendo.
De vuelta a amigas. -Hola, Monique.
Ella se coloca frente a Dante. - ¿Vamos a ir?
-Sip, Melinda ya aceptó. -Dante cierra mi casillero de golpe una vez que tomé todos mis libros-. ¿Lista?
Muerdo mi labio. - ¿Qué vamos a hacer? He estado planificando tantas cosas que lo olvide.
Ellos suspiran decepcionados, luego Dante toma mi mano y susurra cerca de mi oído. -Vamos a la playa y definitivamente usaras el bikini que te compré.
La última vez que usé un bikini fue cuando mamá me llevó a Cancún de tres años. Eso fue, sí, cuando no tenía control de mi misma.
-Que bien.
Caminamos por un pasillo y finalmente veo a Zac con un grupo de chicos hablando de algo en donde ríen y sonríen. - ¡Hola, Zac!
Zac me mira y se ve sorprendido. ¿De nuevo? Aun así, levanta la mano nerviosa y me saluda.
-Ay, nena, no saludes a ese idiota. -Dante me empuja para que camine más rápido.
- ¿Por qué no? - ¿Lo llamó idiota? -. Es mi amigo.
Monique ríe. -En realidad, solo te agrada por lastima, han crecido juntos pero ahora es un perdedor que va a concursos de matemáticas y solo tienes que ser amable porque es tu vecino.
-Y fue novio de Cass.
Me molesta que digan todas esas cosas, Zac es un chico genial, muy divertido y le agrado. - ¿Por qué dicen todas esas cosas?
Dante rueda los ojos. - ¿De qué hablas? Tu misma dijiste todo eso.
¿Lo hice? -Sí, te quejas siempre de él y de cómo tus padres lo tienen siempre cerca, ellos lo adoran pero a ti siempre te pareció un idiota y un fracasado.
Eso no es cierto. -Supongo que también dije eso.
-Obviamente. -Dante besa de nuevo mi mejilla.
¿Por qué diría todas esas cosas de mi supuesto amigo?
Hola, he estado ocupada por la universidad. Como sea, espero les guste la historia. Quiero saber sus opiniones :) Gracias por leer!!!
=================
El chico de al lado (4)
Al terminar la escuela, Dante insistía en que debía acompañarlos a la playa, yo le dije que era un mal día, sin embargo no me dejó que lo convenciera.
Y ahora estoy en una van de camino a la playa con un Monique depilada y con un Dante reluciente. Me gustaban más antes.
Al llegar, Dante me tomó de la cintura y se inclinó para besarme. Me hice hacia atrás rápidamente. - ¡Espera! -Lo detuve.
Él se enojó. -No te he besado en todo el día, ven aquí.
Ew, no. -Em, Dante, no ahora, tengo algo en la boca.
Sonríe como tonto. -Sí, una deliciosa lengua, ven aquí.
Suspiro. - ¿Puedes solo dejar de ser tan sexual?
Dante, de nuevo, no se lo toma en serio. -Puedo ser tan sexual como me lo pidas.
Niego, rodando los ojos. -Vamos al mar.
Por supuesto, no llevo mi bikini. En realidad, llevo unos shorts blancos y una camiseta amarilla. Monique lleva un lindo traje de baño blanco de una pieza y Dante anda por ahí presumiendo su casi-absolutamente-invisible-marcado abdomen.
Me siento a la orilla de la playa mientras que Dante habla con unos chicos que no conozco. Monique lee su revista, al levantar la mirada de mis piernas, veo que Jane camina con la cabeza hacia abajo. Bien, esto no luce nada como Jane.
- ¡Jane! -Monique la llama.
Veo que ella duda, finalmente se acerca. Lleva una camiseta aún más suelta que la mía, unos shorts de mezclilla y su cabello luce seco. Me mira y rápidamente baja la mirada.
-Jane, ven, siéntate. -Monique tiene un tono falso en
su voz.
Jane cierra los ojos, buscando un escape en su subconsciente y finalmente se sienta a un lado.
- ¿Cómo estás? -Monique le pregunta.
Ella duda. -Bien, supongo.
Monique sonríe, muy falsamente si me dejas comentar. -Oye, linda Jane, ¿Qué haces aquí?
Se encoje de hombros. -Me invitaron y...
- ¿Quién? -Monique sigue sonriendo cínicamente-. No es como si tuvieras tantos amigos, ¿Verdad? Mira, en nombre de la hermana de mi mejor amiga, te advierto que te mantengas alejada de su ex, Zac.
Jane junta sus cejas y está a punto de hablar, pero Monique la interrumpe: -Escucha, sabemos que tienes algo por Zac, debes solo controlar tus hormonas, no puedes estar con él después de lo que nos hiciste.
Ella se muerde el labio. Parece que está a punto de llorar.
Monique, sin embargo, sigue: -Vamos, Jane, deja de pretender ser tan buena niña, no seas una ridícula.
Jane baja su rostro y parpadea varias veces. Bien, la vieja Jane era molesta pero no me gusta ver como Monique la hace más y más pequeña con sus palabras.
-Solo vete, Jane. -Interrumpo a Monique.
Ella me mira, asiente y se levanta tan rápido como se aleja.
Monique me mira levantando una ceja. - ¿Por qué la dejaste ir? Tenía tanto que decirle.
Hago a un lado mi cabello. - ¿No la viste? Estaba a punto de llorar.
- ¿Y? -Monique se deja caer en la arena-. ¿Acaso no recuerdas lo que te hizo? Descubrió que a Zac le gustabas tú mientras estaba con Cassie, ella tuvo una plática con él o algo, creo que eran amigos
y luego vino y nos lo dijo, seguramente quería destruir su relación para que pudiera acostarse con él.
¿Qué? -Espera, ¿Le gusté a Zac mientras estaba con Cassie?
Monique suspira. -No, fue más como... tú siempre le gustaste pero a ti siempre te gustó Dante, así que él como que se conformó con Cassie. -Se sienta de nuevo sobre la toalla roja-. Mira, no digo que Cassie no sea suficiente pero esas cosas las dijo Jane, ella dijo que aparentemente Zac solo se conformó con Cassie porque quería estar contigo, no lo sé, esa chica está llena de mierda.
- ¿Y supongo que a mí nunca me gustó Zac?
- ¿Zac? -Rueda los ojos-. Zac es un perdedor, por eso él y Jane se llevan bien, ¿Qué no te das cuenta? Nosotros somos más conocidos, somos populares mientras que Jane es una extra en el club de drama y Zac es un nerd, así funcionan las cosas.
-Pero, ¿Cassie?
Ella sonríe. -Cassie es un alma libre, la verdad, Cassie encaja con todos. Es por eso que ella, siendo la hermana de una de las chicas más populares, no le importó salir con su vecino.
-Zac es más como, ya sabes, luce como en esas películas donde tu vecino es guapo.
Monique se encoje de hombros. -Sí, el chico es guapo pero es un raro, siempre habla de cosas aburridas y siempre ha sido un niño de mamá. -Me señala-. Tú lo has dicho.
Vaya, cuanta mierda he dicho de Zac.
- ¡Bebé! -Dante me llama-. Vamos a caminar.
Ay Dios, sácame del mundo ahora. -Ya voy.
Monique ríe y camino hacia dante. Él me toma de la mano y caminamos por la orilla
de la playa, cuando nos alejamos de la multitud, se inclina y susurra: - ¿Alguna vez fantaseaste con hacerlo en la playa?
Em, ¿Qué diablos?
Lo empujo. -Dante, no. -Arrugo mi nariz-. No te me insinúes como un preadolescente hormonal.
Ríe. -Bebé, insinuarme es mi pasatiempo.
Le sonrío con los labios apretados. -Bien, linda caminata, vamos a regresar con Monique.
Él niega. -Planeamos venir a la playa, para hacerlo aquí.
Oh. Nausea, voy a vomitar. -Em, si... supongo que en ese momento no estaba en mi periodo.
-No estás en tu periodo.
Niego. - ¿Controlas mi periodo? -Eso es asqueroso-. ¿Qué rayos?
Señala mis shorts. -Son blancos, boba, nunca usas nada blanco cuando andas toda sangrienta.
Sangrienta. -Eres tan dulce, ahora sé porque soy tu novia. -Sarcásticamente comento.
Dante rueda los ojos. -Vamos, detrás de las rocas nadie nos molestará.
- ¡No! -Le grito-. ¡No quiero y no me puedes obligar!
Dante sonríe, me toma de la cintura. -No mientas, siempre te has hecho la dura conmigo pero lo quieres tanto como yo.
Dante me asusta. Siento que podría hacerme daño hasta que:
- ¿Melinda, todo bien?
Jane está parada detrás de nosotros. Dante me suelta. -Vete de aquí, rara.
-Jane, hola. -La saludo sonriente, agradecida que esté aquí.
Dante tiene su mano en mi espalda, como un tipo de amenaza. Jane observa la escena y ve que mi mirada es de desesperación. -Oye, lamento molestarte pero te quería dar lo que encontré la vez pasada, ¿Recuerdas?
¿Qué
olvidé? - ¿Recuerdas? -Pregunta marcando la última vocal. Oh, esto es una técnica de escape.
-Ah, sí. -Me alejo de Dante-. Creo que te veré en la escuela, tengo que ir por lo mío.
Dante no se despide, solo camina con dirección a la multitud. Una vez que está suficientemente lejos, la veo y agradezco soltando unas lágrimas. -Gracias.
Ella sonríe tímida. -Está bien, vi toda la cosa y como le decías que no, ese chico está loco.
-Sí.
Jane se ve tímida, supongo que piensa que la odio o algo como eso. -Jane. -Me mira-. No sé qué ha pasado entre nosotras realmente, ya sabes, los chisme y todo pero espero que si alguna vez te hice daño, me perdones.
Ella sonríe sorprendida, con una muy pequeña sonrisa. -Gracias Melinda, eso es dulce.
Asiento.
Jane me hace una seña para que la siga. -Ven, con unos amigos estábamos detrás de las rocas, quizás quieras tomar algo antes de irte.
Le sonrío. -Gracias, ¡Claro!
Detrás de las rocas, había un grupo de chicos sentados en círculo alrededor de una manta de picnic. Tenían comida y todos reían por algo que acababan de decir, entre uno de los chicos, estaba Zac.
-Vaya, ¿Qué hace madame popular por aquí? -Zac pregunta burlándose.
Niego. Jane contesta por m': -Chicos, la chica ha sido intervenida por la sabiduría de la humildad, vamos a ser amables con ella.
Todos asienten. Está jugando monopolio y se mira divertido, les digo que solo veré y ellos hacen comentarios graciosos cada vez que alguien se mueve.
-Es tarde. -Jane señala detrás de ella. El
sol se está ocultando y realmente se ve hermoso.
Oh, olvidé que vine con Dante y Monique. Seguro no querían regresarme a casa.
- ¿Pasa algo? -Pregunta Zac cuando ve mi rostro preocupado.
Muerdo mi labio. -En realidad, vine con el idiota de mi novio y mi supuesta mejor amiga, pero tuvimos una pelea así que no puedo irme de regreso con ellos.
Los demás se sorprenden, aparentemente del hecho que acabo de llamar a mis secuaces populares, idiotas.
Zac se encoje de hombros. -Vives al lado, puedo llevarte.
-Claro, gracias.
Nos despedimos de todos, caminamos al auto de Zac y al pasar por el lugar en donde Dante dejó la Van, ellos ya no estaban ahí. Vaya, la vieja Melinda sabe cómo elegir sus conquistar.
En el auto de Zac, estaba callada. Estar bajo el sol te da muchas ganas de dormir, Zac coloca un álbum con una caratula blanca y escuchamos una música muy calmada. Me presiono en la ventana y observo como el cielo va cambiando de color.
- ¿Te peleaste con Dante? -Me pregunta.
Asiento. -En realidad, el chico es un menso, quería que hiciéramos el bum, bum, pow, pow, en la playa.
Zac ríe. -Linda forma de decir sexo.
Me encojo de hombros. -Te dije que soy santa y pura, no digo esas cosas.
Zac sin quitar los ojos del camino, pregunta: - ¿Enserio te pidió eso?
-Sí y le dije que no, pero fue como si no le importará, solo quería hacerlo.
Veo que Zac aprieta la mandíbula. Tal vez quiere decir algo pero no quiere decirlo al mismo tiempo. - ¿Te hizo daño?
-No, en realidad, estaba
muy asustada pero en ese momento, Jane llegó y me sacó de todo eso.
Agradezco mentalmente a Jane por eso. -Me alegra.
Seguimos en silencio hasta que la otra canción termina, luego le pregunto: - ¿Te gusta Jane?
Niega. -Somos amigos pero no lo sé, los populares hicieron el rumor que ella y yo teníamos algo y Cassie me lo preguntaba casi siempre.
De nuevo, en silencio hasta la otra canción. -Nunca entendí porque te gustaba Dante.
-Yo menos, créeme.
Zac me mira con los ojos entrecerrados. - ¿No te gusta más?
Cierro los ojos. -Probablemente nunca debió gustarme, es tan tonto y no sé porque ellos son mis amigos, son tan... no lo sé.
Zac sonríe satisfecho. - ¿Sabes? Has cambiado y eso es bueno.
-No Zac. -Abro los ojos-. Esta soy yo realmente.
Después de tres canciones más, llegamos a casa. Él estacionó el auto a mitad de su casa y mitad de la mía.
-Entonces, nos vemos mañana. -Le digo.
Antes de bajarme, me toma de la mano. -Melinda. -Apaga el motor del auto-. Por favor, no dejes que Dante te lastime. No lo hagas.
Sonrío suavemente. -Tranquilo, no permitiré que nadie me haga daño.
Zac me da un abrazo sorpresivo y después de un segundo, me relajo entre sus brazos. -Y si alguien te hace daño, yo le haré el doble.
Aprieto su cuerpo contra el mío. -Gracias, Zac.
Nos despegamos pero Zac deja su mano en mi rostro. -Te quiero, Melinda.
Mi corazón se acelera y, ¿Qué está pasando?
- ¡Melinda!
Fuera del auto, Cassie grita mi nombre. Está en la puerta y me fulmina con sus ojos abiertos. Me despego, le hago una seña a Zac para dejarle saber que estaré bien y bajo del auto.
-Cassie...
Ella niega molesta. -Eres una zorra, ¿Te acostabas con Zac cuando éramos novios, no?
- ¿Qué? -Dios, está a punto de sacarme hasta las pestañas-. No, ¡No!
Ella tira de mi brazo y me sienta en una banca de madera en el pórtico. - ¡Dante me dijo lo que sucedió hoy!
- ¿Qué mentira te dijo?
Ella respira pesadamente. -Que tú le dijiste que te gustaba Zac y luego te fuiste con la idiota de Jane.
- ¡Cassie eso jamás pasó!
En ese momento, Zac baja del auto. -Cass, detente.
Mi hermana lo señala. - ¡Eres un idiota! -Me mira-. Ambos lo son.
Y así, entra a la casa tirando la puerta con fuerza.
Mis ojos se llenan de lágrimas. Dante es un maldito cobarde rencoroso. Zac me mira con lastima y odio que me miren con lástima.
Entro a la casa, soltando las lágrimas, subo a mi habitación y me tiro a mi cama a llorar.
Yo no hice nada de eso.
Cass me odia.
Zac me quiere.
Aprieto mi rostro contra la almohada. No me gusta que mi vida se altere cada dos días, pero cada vez parece peor y no me gusta para nada esta situación. Jamás le haría daño a Cass, y jamás nos habíamos peleado de esta manera. ¿Qué clase de pesadilla es esto?
Sigo llorando y me quedo dormida.
Gracias por la paciencia!!!
¿Alguna opinion?
Creo que subiré capitulos todos los días esta semana, ¿que piensan?
=================
#4
I might just go crazy,
'Cause you're my best friend's baby,
But you got me thinking maybe, just maybe,
I don't know what to do!
=================
El novio de mi mejor amiga (1)
#4: El novio de mi mejor amiga.
Despiertaaa
Aprieto los ojos y niego.
-Despierta, despierta.
Ugh. ¿Puede Cassie solo callarse por una vez en su vida? Y, ¿Por qué siempre se preocupa de cuánto duermo?
-Vamos, de nuevo, atrasas a toda la población. -Esperen, esa voz no es de Cass.
Abro los ojos y me encuentro con Mandy. Mi amiga de hace, em, ¿Dos vidas atrás?
Un momento, ¿Volví a cambiar de vida? Ay no, no otra vez.
-Vamos, tenemos que irnos.
Me tapo la cara con la almohada. - ¿Qué haces aquí, Mandy?
Bueno, a recolectar nueva información. Ella, sin embargo, me empuja. - ¿Cómo que, qué hago aquí? Siempre te llevo a la escuela.
Ah. -Hoy no quiero ir. Me duele la cabeza.
Mandy se tira encima de mí y a pesar de ser delgada, pesa mucho. -Vamos, floja, te quiero pero mi novio está esperándonos.
-Tu novio puede esperarme unos cuantos días más.
Mandy ríe. -Mira, como la súper mejor amiga que soy, ya preparé tu atuendo para hoy, tu mamá nos empacó unos panqueques para que comas, llevo tu cepillo dental en mi bolso y solo falta que levantes tu culo de tu cama.
Mandy suena a mi tipo de amigas. - ¿Hiciste todo eso?
Ella me quita la almohada de la cara. -Claro que sí, sacrificios que hacen las mejores amigas, ahora mueve tu cuerpo deforme y vístete.
Finalmente me levanto, tomo la ropa.
-Melinda, mejor toma la ducha primero, apestas. -Lo dice bromeando. Bien, por lo menos nada de drama.
Aun.
-Claro, voy a la ducha.
~~~
Después de la ducha y de vestirme, Mandy me esperaba en la primera planta. Mamá me da un beso de despedida y me pregunto dónde estará Cassie.
Mandy me saca fuera de mi casa y veo un auto negro polarizado. Se ve muy bonito, me gusta esto de los autos y de cómo siempre son buenos autos en cada vida.
-Vamos.
Supongo que su novio conduce, así que ella irá adelante. Abro la puerta trasera y entro. Digo "buenos días" para ser amable, el chico voltea.
OH-MI-DIOS. ¿Dean?
- ¿Dean?
Él sonríe confundido. -Por supuesto que soy yo, ¿A quién esperabas?
¿Aún es un vampiro? -Em, bueno... ¿Te cortaste el cabello?
Mandy ríe. -Déjala, no es muy coherente por las mañanas.
Así que Dean es el novio de Mandy. Bueno, no sé cómo sentirme al respecto. En realidad, siento que todo esto es una broma por mi cumpleaños y como no he parado de seguir la corriente, ellos tienen que seguir con la broma. Pero... cuando le clavé el cuchillo a Dean, bueno, al Vampiro Dean fue tan raro.
Esperen, ¿vampiros? ¿Chicos considerándome bonita? Sip, definitivamente estoy drogada, muerta o en alguna situación intermedia entre las drogas y la muerte.
Finalmente veo la escuela y cierro los ojos. Estoy mareada, lo juro. No entiendo que estoy pagando. Todo esto es un circo. Vivo situación del tipo de las películas que mamá mira y del tipo de los libros que Cassie lee. Es ridículo.
Nos detenemos y Dean se inclina para besar a Mandy. Por alguna razón, bajo la mirada para evitar ver eso.
¿Enserio
me siento mal al ver como Dean besa a Mandy?
-Bueno, vamos. -Mandy, Dean y yo nos bajamos del auto.
Tomo mi bolsa y la cuelgo sin ganas en mi hombro. Mandy y Dean caminan hacia la escuela tomados de la mano. Retiro de nuevo la mirada.
Uy, odio sentirme así.
Una chica me saluda y la saludo de vuelta, no tengo idea quien es. Espero encontrarme con Zac esta vez. Supongo que de alguna manera, nuestras vidas están entrelazadas.
Lo que no entiendo de toda esta situación es porque me mezclo con personas que jamás he conocido en mi vida. No conocía a Jane, tampoco a Dean o a Zac. Mandy no existía en mi vida. Las únicas personas reales siguen siendo mis padres, algunos profesores, y Cassie. Quien no he visto hoy.
No entiendo nada. Estoy pensando en ir con un psicólogo pero me mandaría al manicomio, eso no es bueno.
Tal vez alguien que lea las manos podrá decirme que sucede.
Dean y Mandy se detienen en la entrada, se despiden con un beso. Mandy me dice que me verá en el almuerzo y yo asiento. Dean me hace una seña para que lo siga.
- ¿A dónde vamos? -Pregunto.
Dean entrecierra sus ojos. - ¿Cómo que a dónde vamos? Tenemos clase, ¿No?
Ah. -Sí, perdóname, estoy muy distraída últimamente.
Dean sonríe. -Lo he notado, ¿Qué te cuentas cachorro?
¿Me llamó cachorro? - ¿Por qué me llamas cachorro?
Dean camina a mi lado, aparentemente me sigue a mi casillero o quizás nuestros casilleros están cerca uno del otro. -Te llamo cachorro desde siempre, en realidad estas muy distraída o muy borracha.
-No bebo.
Dean suelta una carcajada. - ¿No bebes? Melinda, beber es lo único que haces, el año pasado en año nuevo, Mandy yo tuvimos que cargarte hasta el auto. -Niega sonriendo-. Lo único bueno que pasó esa noche fue descubrir que usabas tus boxers de piolín.
¿Qué? - ¿Quién te crees que eres para ver mi ropa interior?
Dean rueda sus ojos. -Cachorro, llevas falda la mayoría del tiempo, ver tu ropa interior es algo común en este barrio.
Dios, ¿Soy una Zorra? - ¿Soy una zorra?
-No. -Contesta divertido-. Pero eres un tanto alocada, siempre andas subiéndote a las mesas y haces que nos saques de los lugares.
-Ah, sí. -No puedo creer que en verdad haga ese tipo de cosas-. Creo que he redirigido mi vida desde hoy.
-Eso es bueno.
Llegamos a mi casillero y como lo pensé, el casillero de Dean está a mi lado. Ambos tomamos nuestros libros y caminamos a la clase de biología juntos.
-Así que, ¿Qué te cuentas?
Necesito que Dean me diga algo. No sé qué pasa en esta vida, necesito información.
-Nada nuevo, lo mismo de siempre.
Vaya, eso me dice tanto. Dean es tan útil como un bebé recién nacido. Sin ánimos de ofender a los bebes recién nacidos.
- ¿Qué hay de ti? -Pregunta.
Me encojo de hombros. -Nada, igual que tú.
Dean niega sonriendo. -Vamos, cachorro, no queremos llegar tarde.
Gracias por leer, algun comentario? :D
=================
El novio de mi mejor amiga (2)
Al llegar a clase de biología, entramos al mismo tiempo que la profesora Johns. Dije buenos días, pero ella me miró enojada como si la hubiera ofendido.
Me siento al lado de Dean y noto que las personas me miran mucho, como si estuvieran esperando que hiciera algo. Es raro.
La profesora empieza su clase y Dean me pasa un papelito sobre la mesa. Estamos en esas mesas para dos personas.
Leo: "¿No comentaras nada de su blusa?
¿Se supone que lo haga?
Veo la blusa de la pobre mujer y está abierta de un botón. Creo que si otro se le abre, se le verá el sostén.
Dean escribe de nuevo:
"Finalmente nos hace striptease, ¿No?"
Me hace reír, pero me siento mal. Muchos se ven apenados, ella no se ha dado cuenta. Levanto la mano y la señora Johns suspira. - ¿Si, señorita Line?
La clase me ve, con sonrisas preparadas. Supongo que soy como la payasa de la clase.
Me ponen nerviosa.
- ¿Puedo ir al baño?
Ella niega. -No se puede, acaba de entrar.
Siguen viéndome con miradas expectantes. -Realmente necesito ir al baño, escuché de un caso en donde una chica explotó porque no la dejaron ir al baño, a la maestra la condenaron con la pena de muerte.
Ella se ve molesta, algunos siguen serios y otros sueltan pequeñas risas.
-Y creo que podría estar dando a luz o algo. -Me salgo del asiento-. Así que con su permiso o no, iré al baño.
Y así, camino fuera del aula.
La señora Johns dice: -Señorita Line, regrese a su asiento.
Finalmente
salgo y me quedo fuera del pasillo. Escucho como se escusa con la clase, me mira y cuando está a punto de gritarme, le digo: -Su blusa.
Se cruza de brazos. - ¿Te volverás a burlar de mi blusa?
- ¡No! -Señalo los botones abiertos-. Tiene la blusa abierta y no quiero decirlo frente a todos, podría sentirse mal.
Ella se da cuenta, rápidamente se cierra los botones y me mira diferente. - ¿Así que no harás uno de tus comentarios?
Niego con la boca apretada.
Ella asiente. - ¿Así que no querías ir al baño?
-No realmente.
Le toma unos segundos, luego me agradece: -Sigue así y no serás mi alumna menos preferida.
Sonrío. -Claro, estoy segura que me adora.
Ella niega. -No, no lo hago señorita Line, créame.
Entra al aula, cuento hasta cincuenta y luego regreso. Algunos me sonríen con aprobación.
-Estás loca. -Susurra Dean.
Le guiño y él sonríe.
~~~
En el almuerzo, bebía lentamente mi Pepsi. -Me duele la cabeza. -Me quejo.
Mandy hace una mueca. - ¿Por qué?
-No sé. -Me hundo en la mesa.
Mandy me da palmaditas en la espalda. -Pobre, bebé.
Dean ríe. -No es un bebé, es un cachorro.
Coloco mi brazo sobre la mesa y recuesto mi cabeza en él. -Tal vez tengo un tumor o algo, ¿Sería raro si lo nombro?
-Para nada. -Dean me contesta-. ¿Cómo llamarías a tu tumor?
-George. -Mandy propone.
Niego. -Se siente más como un Matthew.
-Matthew, el tumor. -Dean me señala con su tenedor-. Suena a que es un tumor muy elegante.
Sonrío.
-No deberíamos hablar de esto, deberíamos hablar de, em, ¿Pollitos?
Mandy sonríe. -Enserio, Melinda, ¿Qué te pasa?
-Hablo cosas al azar cuando me duele la cabeza, estoy pensando en ir con un doctor.
-No esta enferma, solo bebes mucho.
Veo a Mandy quien come su ensalada. -No tengo problemas alcohólicos, se los puedo asegurar.
- ¿Enserio?
-Enserio. -No me gusta el alcohol, jamás he considerado tomar. Sabe feo y para olvidar, existe la música. Tal vez a la vieja Melinda le gustaba beber pero a mí no, tengo ganas de probarles que soy una nueva Melinda, literalmente, pero no tengo ganas de salir. En realidad, quiero quedarme en casa.
-Bueno, pruébalo hoy. -Dean habla mientras mastica un nacho-. Vamos a la casa de Martin.
¿Quién es Martin? - ¿Vamos a la casa de Ricky Martin?
Mandy golpea su frente con su mano.
Dean comenta: -Cachorro, solo asegúrate de estar lista a las seis.
Levanto mi pulgar, muy cansada para hablar.
Mandy y Dean hablan de cosas cursis como por, diez minutos y yo suspiro. Se ven bien juntos, parece que fueran colores que combinan o como si Dean fuera queso y ella jamón. Simplemente encajan. Es ridículo, en la vida pasada, Dean y yo nos llevábamos tan bien hasta que me dijo que era vampiro. Claro, ahora no es vampiro, es solo un chico enamorado de mi asignada mejor amiga.
¿De eso se trata?
¿Estoy atraída por Dean?
Dean es lindo, parece que nos llevamos bien y probablemente también es mi amigo pero salir con el novio de tu amiga no es una opción cuando una vida
atrás, tu hermana se molestó por estar con su ex.
Enserio, si alguien me escuchara hablar de todo esto, me abrirían a la mitad para estudiar mi cerebro.
Cuando las clases terminaron, ellos me dejan en casa y me preocupa el hecho que en todo lo que lleva del día, no he hablado con Cassie. Espero encontrarla cuando llegue.
Entro y la veo. - ¡Cassie! -La saludo, sin embargo, ella hace una cara de molestia.
- ¿Todo bien?
Cassie suspira. - ¿Ahora qué quieres, Melinda?
-Hablar contigo.
Cassie me mira de pies a cabeza, se da la vuelta y sube a su habitación. ¿Ahora qué le pasa?
Encuentro a mamá en la cocina, preparando algo para comer. Ella me sonríe y pregunta que tal mi día. Me encojo de hombros y respondo que todo normal.
-Mamá, Dean y Mandy quieren que vaya a una fiesta o algo, ¿Está bien?
Ella deja de mover el pollo en la sartén. Se gira para verme mientras que tomo una banana y la pelo. - ¿Acabas de pedirme permiso?
-Sip. -Muerdo la banana. Tengo mucha hambre.
Ella parpadea. -Em, bien, sí, puedes ir.
Hablo con la banana aun en la boca. - ¿Por qué actúas raro también?
-Nunca pides permiso, solo te vas y mandas un texto diciendo que estas bien.
¿Puedo hacer eso? -Ah, bueno. -Trago-. Eres mi mamá, mereces tan solo un poco de respeto.
Sonríe más tranquila. - ¿Quién más actúa raro?
- ¿Ah? -Vuelvo a morder la banana.
-Dijiste que también estaba actuando raro, ¿Quién más?
Señalo al techo. -Tu hija no deseada, Cassie.
Mamá me
mira, de nuevo, con su mirada extraña. Ya me estoy acostumbrando a que me miren como si tuviera barba de colores. - ¿Cassie?
-Sip, está toda amargada.
Mamá sigue cocinando. -Siempre ha sido así, ustedes pelean todo el tiempo.
¿Peleo con Cass todo el tiempo? -Debe ser una broma.
Mamá niega riendo. -Para nada, nunca se han llevado muy bien, solo se hablan cuando tienen que hacerlo. Es triste, la verdad.
Lo es.
-Oye, ¿Por qué es así?
-La molestas mucho, Melinda. -Me recuerda-. Siempre te burlas de todo lo que hace.
Eso es horrible. - ¿Por qué lo hago?
Mamá no se molesta en verme a los ojos cuando dice: -Siempre has sido así.
Oh. -Bueno, ¿Crees que Cassie pueda ir a la fiesta?
Ahora si se voltea. - ¿Quieres llevártela?
Muevo mi cabeza de arriba hacia abajo. -Debo arreglar nuestra hermandad, somos hermanas y deberíamos estar juntas. -Muerdo lo último de la banana-. Ya sabes, algún día mataré a alguien y necesitaré que alguien me ayude con el cuerpo.
Mamá sonríe, supongo que está acostumbrada a mis comentarios. -Bueno, puede ir si quiere, algo que no veo posible.
-Tu optimismo merece un premio Novel.
Ella niega, vuelve a cocinar y dejo a un lado la cascara de la banana. Me dirijo a la habitación de Cassie, pero antes de llamar a su puerta, escucho:
-Te lo digo enserio, Danielle, mi hermana es tan rara. Ella llegó y dijo que quería hablar, ¿Desde cuándo quiere hablar? Lo único que hace es molestarme y burlarse, es una idiota. Desearía que se fuera de la
casa de una sola vez.
Auch. Eso sí me dolió.
Realmente me odia. Mi pequeña hermana, ella piensa que soy una idiota y ahora sí es mi culpa. Aparentemente la he estado molestando mucho y seguro está harta de mí.
Espero a que termine de hablar, y llamo a la puerta. - ¿Mamá?
-No. Soy yo. -Digo.
Ella se queda callada. -Entra. -Abro la puerta y me mira seria-. ¿Qué quieres? -Pregunta.
Le sonrío, mostrándole que vengo en paz. - ¿Quieres venir a una fiesta conmigo?
-No. -Responde rápidamente, sin dudarlo.
Arrugo la frente. - ¿No quieres?
-Jamás, contigo. -Se levanta de su cama y comienza a sacarme de su habitación-. Probablemente me tirarías una soda encima o me empujarías a una piscina.
- ¡Yo jamás te haría eso!
Antes de cerrar la puerta en mi cara, dice: - ¿A no? Eso es exactamente lo que me hiciste en mi cumpleaños y en navidad.
¿Enserio le hice eso? -Cass...
Y tira la puerta en mi cara.
Coloco mi frente en su puerta. - ¿Y si hacemos un muñeco? -Canto como Anna canta en Frozen.
Ella grita: - ¡Sabes que odio Frozen!
Uy, ¿Odia Frozen? ¿Qué clase de persona malvada es? ¿Quién odia Frozen? -Bien, Cassie, me odias lo entiendo. -Le digo aun con la frente en la puerta-. Pero eres mi hermana y posiblemente fui una malvada, fui cruel y una zorra, me odias y tienes derecho pero eres mi hermana y jamás olvidaré cuando naciste y mis ojos se llenaron de lágrimas. -No me contesta-. Bueno, eso es mentira, era muy pequeña como para distinguir si eras una bolita de puré o si eras un ser humano pero te quiero, aunque no lo creas, eres mi hermana y aunque me odies, yo daría la vida por ti.
Y Cassie abre la puerta, caigo a sus pies y me golpeo con ella. - ¿Qué quieres? -Pregunta, sin molestarse en disculparse o preguntar si estoy bien.
Me siento en el suelo, viendo hacia arriba. -Quiero que dejes de odiarme y vengar a esa fiesta conmigo.
Ella suspira. -Mira, si me haces una broma...
- ¡No! -Me levanto rápidamente-. Te juro, te prometo por la vida de todos los hamsters del mundo que no lo haré, no te jugaré ninguna broma. Nada.
Ella niega. -Mira, aprecio el intento pero hoy tengo demasiada tarea.
No puedo permitirle que siga odiándome. -Bien, ¿Podemos almorzar mañana juntas?
Ella se ve aun insegura. No confía en mí y eso me mata. -Bueno, pero sin tus amigos, ellos no me agradan.
Extiendo mi mano para que la estreche. -Trato.
Ruedo los ojos pero aprieta mi mano. -Trato, ahora vete.
Salgo de la habitación sonriendo. ¡Cassie ya no me odia!
=================
El novio de mi mejor amiga (3)
No iría a la fiesta con Cass pero Mandy se aseguró de que fuera a la fiesta con ellos. Llegaron a las seis y quince minutos, ya estaba lista con un vestido y unos leggins para evitar que Dean volviera a ver mi ropa interior.
Por alguna razón, mi ropa interior era de dibujos animados.
-Me gusta tu vestido, Mel, ¿Dónde lo compraste?
Lo veo y no tengo la menor idea. -Unos ratoncitos lo hicieron para mí, ¿No es adorable?
Mandy rueda los ojos pero Dean sonríe.
- ¿Así que siempre vamos a fiestas en día de escuela? -Hoy es martes, eso significa que a nuestros padres no les importamos en absoluto. Mamá dijo que jamás pido permiso, eso es raro. Mis padres no son estrictos pero quieren que me tome la escuela enserio.
-Bebé, te ves hermosa hoy. -Dean coloca su mano en la pierna de Mandy y me muerdo el labio.
Mandy sonríe y besa la mejilla de Dean. -Tú te ves sexy.
-Espero que hayan habitaciones vacías esta vez. -Dean susurra con voz ronca.
Oh, ¡Qué asco! -Oigan, no pagué por una porno. -Bromeo.
Ellos ríen. -Cállate, amas las porno.
Nop, definitivamente no lo hago. -Ustedes parecen más de ese tipo.
Vuelven a reír. -Solo enciendan la radio. -Les pido.
Mandy enciende la radio justo como lo pedí y suena una canción pop, de esas que si conozco. Comienzo a cantarla y ellos me miran sorprendidos. - ¿No puedo cantarla?
-No esas canciones cursis. -Mandy afirma.
-No con esa voz de fumadora. -Dean suelta.
Ruedo los ojos y me inclino
para subir el volumen. La canción es tan cursi pero no me importa, es pegadiza. Segundos después, ellos están cantándola también.
Seguimos cantando canciones comerciales hasta que llegamos a una casa con la música tan alta que opaca la radio. Nos estacionamos a un lado y bajamos.
Dean toma a Mandy de la mano y yo lo sigo. ¿Siempre soy la tercera en discordia? ¿Así se dice, no?
Ellos comienzan a besarse una vez que están dentro y algunas personas me saludan y me hacen cumplidos, pero nadie me ofrece platicar como personas decentes.
Bien, veo un sofá. Creo que mi trasero estará cómodo ahí.
La música de verano seguía sonando, las personas seguían llegando y yo estaba aburrida. Seguía jugando en mi teléfono y Dean sigue besando a Mandy.
Ellos se susurran cosas y me molestan. ¿Cómo pueden ser tan felices?
-Hola, Mel. -Dante se sienta a mi lado. Ahora se ve como alguna vez lo conocí.
Se siente extraño estar a su lado cuando hace un día estaba todo sexoso conmigo. -Hola. -Saludo con precaución.
Ríe. - ¿Todo bien? Esta nerviosa.
Bueno, tal vez no es un tonto ahora. -No, solo estoy aburrida.
-Sí, ¿Por qué no estas bebiendo?
Bufo. -Así que soy una borracha después de todo.
Dante sonríe. -Solo un poco.
Niego. -Esto es ridículo, no volveré a tomar.
Dante niega, rascando su cuello. -Dijiste eso la semana pasada y luego, vomitaste sobre mí.
-Dante, eso es asqueroso, ¿Por qué me lo recuerdas?
Se encoje de hombros. -Me gusta recordar a todas las personas que han
vomitado sobre mí.
Mandy ríe escandalosamente y Dean besa su cuello, justo como lo hizo conmigo hace unas noches, cuando era vampiro.
-Aun te gusta, ¿No?
Lo miro con los ojos abiertos, él coloca su mano sobre mi hombro. -Tranquila, he guardado tu secreto desde que me lo dijiste.
Me hundo en el sofá. -Dante, si tuvieras que escribir un libro sobre mí y Dean, ¿Cómo sería la sinopsis?
Dante se hunde en el sofá también. -Primero, me sorprende que sepas que es una sinopsis, segundo, diría que a ti te gustó desde hace tres años, cuando él se mudó y bueno, Mandy es tu mejor amiga desde la primaria así que... sería algo como, "Chica que ama al chico equivocado"
Hago pucheros. -Así que Mandy lo obtuvo.
-Sip, y tú jamás se lo has dicho.
Tomo un poco de mi cabello y empiezo a trenzarlo. -No vale la pena, es solo un chico.
Él niega, sonriendo y viendo hacia el suelo. -Para ti, no es solo un chico. -sube su pierna a mi regazo. Supongo que somos amigos cercanos-. ¿No te acuerdas que en su primer aniversario lloraste en mi casa?
Ah... -Creo que lo hago.
-Y siempre me cuentas de cómo sueñas que un día terminen pero también tienes miedo porque Mandy es tu amiga.
Dean y Mandy se alejan y suben las escaleras. Supongo que irán a consumar su amor.
Aprieto los ojos, y siento lágrimas. ¿Por qué me siento así? A penas conozco a Dean pero él es tan... ¿Alguna vez has conocido a alguien y deseado que el mundo te dé una oportunidad de que sean cercanos? Dean y yo conectamos tan fácilmente.
Dante hace una mueca y acaricia mi espalda. -No llores.
Ahora entiendo porque la vieja Melinda bebe. Esto. Esas imágenes de ellos besándose, es algo que quiero olvidar.
Muchas gracias por leer!!! :D no se olviden de comentar para saber si quieren más capitulos!!! LOS AMO!
=================
El novio de mi mejor amiga (4)
Nos fuimos de la fiesta pero algo salió mal. Mandy bajó y me dijo: -Vámonos.
Le pregunté qué pasaba y dijo que Dean y ella tuvieron una pelea. Quise saber porque pero no quiso responderme,
Y espera, fue más incómodo cuando me tuve que sentar adelante y Mandy atrás. Ella no quería estar con Dean pero él era su único transporte. Raro.
Mandy dijo que se quedaría conmigo y supuse que eso también era normal para nosotras. Me despedí pero ella no lo hizo.
Mandy saludó a mis padres y nos encerramos en la habitación. -Así que, ¿Qué pasó?
Ella toma una almohada y la abraza. -Bueno, estábamos a punto de hacerlo pero él se detuvo y dijo, "Mandy, no podemos" y yo le pregunté qué porque no, sabes, somos novios desde hace dos años y eso está normal, sin embargo dijo que aún no era el tiempo correcto.
Asiento y me siento a su lado. - ¿Terminaran?
Ella niega, ofendida por mi pregunta. -Tenemos peleas todo el tiempo, lo sabes, no terminaré con él por eso. Lo amo.
Lo ama. -Bueno, seguro todo estará mejor mañana.
Llaman a la puerta, Cassie pregunta: - ¿Puedo pasar?
Abro y Mandy suelta: - ¿Aun vives con ese nomo, no recogen la basura los martes?
Cassie me mira y niega. -Olvídalo, quería preguntarte por lo de mañana.
Cassie sale de la habitación y yo lo hago también. Mandy fue muy cruel. -Cass, perdón pero eso no lo dije yo.
Ella suspira. - ¿Ves porque odio a tus amigos? Saben que me molestas
y por eso creen que tienen el derecho de hacerlo.
-Mira, lamento lo que dijo pero lo que ella diga no debería importarte, no quiero que cancelemos lo de mañana.
-Bien, buenas noches.
Le respondo buenas noches y entro. Mandy está pintándose las uñas de los pies. -Mandy, no tenías que ser tan grosera.
Ella ríe. -Vamos, mel, esa broma es de las tuyas y de las clásicas.
Niego. -Bueno, deberíamos dormir.
-Terminaré de pintarme las uñas, buenas noches bebé.
Cierro los ojos y el olor a esmalte se siente muy fuerte. Mandy era agradable por la mañana pero veo que es tan buena persona como la antigua Melinda.
~~~
Desperté porque Mandy estaba hablando por celular. No me moví, fingí seguir durmiendo y escuché como decía una gran cantidad de cursilerías. Supongo que ya está feliz con Dean.
Ruedo los ojos. Me hubiera agradado que estuvieran peleados por más tiempo.
Mandy habló toda la madrugada con Dean y tuve que fingir que estaba durmiendo, mientras escuchaba sus estupideces.
Okay, Melinda, ¿Por qué tan celosa?
Mandy termina la llamada a las cuatro de la mañana y pude dormir un poco más por lo menos.
Unas horas más tarde, el despertador nos despertó a ambas. Ella estaba lista para moverme pero fingí estar despertando y la empujé fuera de la cama.
- ¡Melinda! -Grita molesta.
Abro los ojos. - ¿Qué pasa?
Me golpea el brazo. -Acabas de tirarme de la cama.
- ¡Lo siento! -Bostezo-. No estoy acostumbrada a tener estorbos en mi cama.
Golpea mi cabeza. -Tonta.
Sonrío.
Ella pide prestado uno de mis vestidos y la dejo. No me gustan mucho y prefiero los jeans. Tomamos turnos para la ducha y nos maquillamos al mismo tiempo.
Esto es raro, nunca había tenido mejores amigas antes. En realidad, no tenía amigos antes de que mi vida se convirtiera en esto. Hablaba con muchas personas pero jamás me invitaban a comer y no me molestaba, regresaba a casa y Cassie era mi única amiga.
Pero por lo menos, ahora que he tenido diferente tipo de amigos, sé que no es tan malo ser sociable.
Los humanos no son tan raros después de todo.
-Así que, ¿Cómo vamos a la escuela?
Ella sonríe resplandeciendo. -Dean y yo ya nos arreglamos, así que como siempre, vendrá por nosotras.
Antes de irme, escribo una nota para Cassie y la dejo debajo de su puerta. Le digo que nos iremos juntas de la escuela. Después de subirme al auto con Dean y Mandy (mientras que se babeaban con San Bernardos) Cassie me envió un texto:
"Nos vemos, te espero"
Le envió una cara feliz y luego, un popo sonriente. ¿Cómo era la vida antes de los emoticones?
Así que, en la escuela no sucedió gran cosa. La verdad, solo recibí más clases aburridas. Dean y Mandy iban a tener una cita hoy. Iban a ver una nueva película de superhéroes o algo así, todo el tiempo que los tenía enfrente, se besaban y se decían cosas románticas.
Por un momento, vomité, pero me resistí.
Les dije que me iría con Cassie, a ellos les dio igual. Odio su amor. Son tan melosos y me dan nauseas la mayor parte del tiempo.
Dean y yo recibimos un par de clases juntos y todo el tiempo me reía con él, casi me sacan de una clase pero me controlé.
Así que Cassie estaba dentro del Jeep escuchando a Bieber. Arrugo la nariz, ¿Bieber aun es famoso? -Fiebre de Bieber. -Digo, una vez entro.
Ella suspira. -No te burles de nuevo.
-No lo haré, tranquila.
Cassie niega, supongo que para ella esto de salir juntas no es común. -Bueno, sé que quieres ir a comer pero está esta película que acaba de estrenarse y quizás quieras, como sea.
¿Películas? -Em, Cass no sé si sea buena idea. -Puede que me topé con Mandy y Dean en el cine. No quiero encontrarlo revolcándose-. Tal vez podemos...
Un momento.
Ella se queda esperando a que siga hablando. Le hago una seña al volante. -Cass, vamos a esa película.
Antes de entrar a comprar los boletos, Cass quería comprar unos dulces. Vimos una dulcería donde también vendían globos, peluches, cajas de chocolates y más estupideces estilo San Valentín.
Tomo una decoración de papel rojo, que cuelga del techo. - ¿Quién tiene una tienda así? Es estúpida.
Mi intención era romper el papel, pero cuando tiro de ella, cae una vara del techo y empuja una estantería llena de cartas de amor.
Cassie me mira con los ojos abiertos, los empleados se acercan y le grito: - ¡Corre!
Cassie y yo corremos lejos del lugar. Me hubiera gustado quedarme y pagar por los daños pero no tengo dinero.
Al terminar de correr, Cassie no deja de reír. - ¡Eres tan tonta!
No puedo evitarlo, me río con ella.
¿Qué les parece? ¿Piensan que Melinda está un poquito loca? :D
Gracias por leer!
=================
El novio de mi mejor amiga (5)
Compramos los boletos y los dulces en otra tienda. Aún falta una hora para la película así que vamos y comemos papas fritas antes de entrar. Mientras que comemos, por alguna razón, le digo a Cassie que acepté venir porque una mórbida parte de mi quería arruinar la cita de mis amigos. Ella dijo que se me notaba mi enamoramiento por Dean, hablamos de otras cosas pero al final dijo que me ayudaría.
Me agrada volver a conectar con mi hermana.
Entramos al cine y nos sentamos al fondo. Por obra de magia, casualmente Dean y Mandy entraron a la misma sala. No hay mucha gente por eso se sentaron unas siete filas de n ostras. Está tan oscuro que estoy segura que no se puede ver.
La película empieza y ellos ya se están besando, Cass susurra: - ¿Hacen eso todo el tiempo?
-Todo el maldito tiempo.
Ella niega. -Déjame tirarles palomitas y nos agachamos, ¿Bien?
-Bien.
Cass le tira palomitas y ellos se despegan. Me tapo la boca con la mano para evitar reírme fuerte.
Nos sentamos con cuidado y de nuevo se están besando. Cass me pregunta si lo hacemos de nuevo pero niego. No vale la pena.
Ellos están enamorado y no debería sentirme así, no debería sentir esto. Dean es alguien que prácticamente lo acabo de conocer pero, hay algo por él. Algo que quiero.
La película terminó, salimos antes que ellos y nos quedamos afuera. Cass hablaba de la película pero yo estaba triste, estaba muy triste.
-Lo lamento, Melinda. -Cass finalmente muestra sentimientos benévolos por mí-. Lamento
que hayamos estado en la misma película con esos dos besándose.
Suspiro. -Está bien, no importa. - ¿Por qué estoy tan triste? -. Digo, ella es mi mejor amiga y no hay nada que pueda hacer, ellos se aman.
Cass suspira, mira detrás de mi hombro y sus ojos se abren.
No. No. No. Díganme que no está pasando lo que siempre PASA CUANDO HABLAS DE ALGO QUE NO QUIERES CONFESAR.
Dean y Mandy me miran con diferentes gestos. Mandy tiene la boca abierta, Dean me mira confundido.
-Mandy, escucha. -Camino hacia ella, pero niega-. Mandy, mira no es lo que crees.
Ella me mira en shock, luego baja su mirada a su mano con la de Dean y la quita como si sostuviera la de un extraño. -Ustedes han pasado tanto tiempo juntos, no lo puedo creer.
Dean niega. -Mandy, nosotros solo somos amigos.
Me señala con ambas manos. - ¡A ella le gustas!
Dean me mira y suspira. -Pero, Mandy, yo te amo.
Se cubre el rostro con las manos. -Esto es tan humillante, ¿Cómo pude ser tan tonta?
- ¡Mandy! -Ella sale corriendo y ambos la llamamos.
Cass dice que irá por el auto y odio que me deje sola.
Dean me mira, está molesto y se deja caer en una banca. - ¿Por qué lo hiciste?
- ¡Eso no tenían que escucharlo! -Le reclamo de vuelta.
Dean niega. - ¿Sabes que es lo peor de todo esto? -Se pone de pie de golpe y me sobresalto-. Que lo peor no es que Mandy esté molesta, ni que a ti te guste, lo peor es que... ¡Es que tú también me gustas!
Santa madre de dios. - ¿Yo te gusto?
Frota sus manos contra su cara. -Lo haces, ¿Bien? ¡Me gustas!
Exhalo tratando de calmarme. -Lamento eso, pero puedo prometerle que jamás hicimos nada.
Dean asiente, es mejor que me vaya. Antes de seguir con mi camino, me toma de la mano. - ¿Quieres que vuelva con ella?
Trago saliva. -No es lo que yo quiera, es que así debe ser.
Dean toma mi rostro entre sus manos. -Quizás así es como debe ser.
Está tan cerca de mí que podría besarlo. Si tan solo...
- ¡Oigan! -Una anciana nos separa-. Hay niños por aquí, no tengan escenas intensas frente a ellos.
Okay, eso fue raro. -Debo irme.
No me importa si Mandy es o no mi mejor amiga. Estas cosas no deberían pasar. No debería gustarte el novio de tu mejor amiga y definitivamente no debería gustarte un chico que no sabes si es real.
Cass estaba en el auto, cuando me vio, lo encendió y regresamos a casa.
No preguntó nada y estaba agradecida con ella por eso. No quería hablar. Esto era ridículo.
Sentí tanto cuando Dean estaba a punto de besarme, lo sentí.
Sentí tanto cuando Zac estaba a punto de besarme.
¿Cómo diablos me puedo estar enamorado de dos chicos de dos distintas realidades?
Y comienzo a entender el patrón. Mañana, tendré otra vida. Cassie cambiará, si no me equivoco, es el turno de Zac.
Tengo miedo, ahora sí, de lo desconocido.
Literal.
¿Qué piensen que pasará con Melinda? ¿En que "tipica historia" se va a meter ahora? :D Gracias por leer!!
=================
#5
So baby don't let me waste no more time on you
I don't know why
I would die
If I kept you in my life
=================
El típico chico odioso (1)
#5: El típico chico odioso.
No.
Ya no era necesario que me despertaran para que yo sepa que en el momento en que abra los ojos, será otra vida.
Y así es.
Mi habitación esta vez era morada.
Llaman a la puerta y espero a que sea Cass, en su lugar, alguien se sienta en mi cama. -Despierta.
¿Un chico? - ¡Aaaah! -Grito empujándolo fuera de la cama.
Salgo tropezando de la cama y me pego hasta la pared. - ¿Quién eres?
El chico se levanta del suelo y niega. - ¿Cuál es tu maldito problema?
Mamá entra corriendo. - ¿Qué está pasando?
Señalo al chico. -Eso pasa.
Mamá niega, relajándose. -Melinda, no seas grosera.
¿Ah? ¡Este chico se sentó en mi cama y a mamá no le importa! -Pero, ¿Qué hace aquí?
Él se soba el brazo, lo observo y...
No. - ¿Qué hago aquí? Ya es hora de irnos, tonta.
Maldición. ¡Cassie es un hombre!
Y lo/la veo. Es literalmente Cassie con cejas más grandes, más alto y bueno... hombre.
- ¿Eres mi hermano?
Mamá se va negando, él suspira. -No idiota, soy tu maldita conciencia. -Toma una almohada y me la lanza-. Ahora, si mueves tu culo te lo agradecería.
Arrugo la nariz. - ¿Eres un hombre?
Señala sobre el labio superior. -Tú también pareces, por tu bigote.
Abro mi boca ofendida. Así que esto es tener un hermano. - ¿Cómo te llamas?
Suspira exageradamente. - ¡Caleb! Maldición, Melinda, eres tan putamente estúpida.
Bueno, ya me ha insultado
suficiente. - ¡Vete de aquí, Caleb! -Le ordeno.
Sonríe. -Esa eres tú.
¿Qué diablos es esto? Esto es una broma. Esto es una maldita broma.
¿Ahora tengo un hermano? ¿Un hermano que maldice y es un tonto?
Ay, no. Ya morí.
***
Tengo la misma expresión de pánico desde que mi hermano me despertó. Lo veo y no puedo creerlo. Esto es jodidamente extraño. - ¿Puedo llamarte Cassie? -Le pregunto.
Me saca el dedo medio. - ¿Puedo llamarte cerdo?
Idiota. -No, no puedes.
Ríe. Escuchamos una bocina y me empuja el brazo. -Vamos, nos esperan.
Suspiro. - ¿Quién?
-Hermana, calma tus rarezas, deja de pretender que tu vida dio un giro inesperado.
Bueno, Cassie/Caleb, eso exactamente está sucediendo.
-Vamos, apresúrate. -Dios, no me da un respiro ni para tomar mí abrigo.
Caminamos hasta un auto azul, él entra al lado de adelante y yo al de atrás.
Y ahí está de nuevo. Zac.
-Hola, Zac. -Saludo.
Él, sin embargo, me mira con asco. - ¿Desde cuándo te di permiso para hablarme?
- ¿Necesito permiso? -Pregunto.
Bufa y enciende el auto. -Todos necesitan permiso, nena.
¿Nena? -No me digas así.
Zac le dice a Caleb: - ¿Qué le pasa hoy? -Me mira por el retrovisor-. Hey, nena, ¿Comiste un poco de agallas hoy?
Idiota 2.0. -En realidad, tengo agallas, ¿Bien?
-Sí, claro. -Zac habla mientras que Caleb textea-. Siempre eres toda callada y patética.
-Lo único patético aquí es tu cara. -No sé porque estoy tan molesta.
Bueno, tal vez ya me harté de la vida. No me gusta despertarme y cambiar de realidad y definitivamente no me gusta que las únicas personas que jamás se alternaban, ahora están cambiando. Cassie es un chico y uno muy maleducado.
-Ohhh. -Caleb sigue echando leña al fuego.
Zac bufa. -Y tu trasero, ¿No te da pena ir por ahí con un trasero tan feo?
-Mi trasero es tan feo y lleno de mierda como tú. -Le respondo irritada.
Caleb suelta una carcajada. -Hermana, hoy tienes algo que me agrada.
Zac dice: -Bueno, hoy pareces una niña mimada.
-Me vale una mierda. -Me cruzo de brazos y exhalo fuertemente.
Mi hermano ríe de nuevo. -Ya no la molestes, desde la mañana está actuando raro.
Zac dice con tono burlesco: -Aww, ¿Dante no te dio beso de buenas noches?
Dante. ¿Por qué siempre termino con él de alguna forma? -Cállate.
Mi hermano sigue texteando.
-Vamos, Mel, todos sabemos que Dante tiene algo por ti. Son tal para cual.
-Cierra la boca, Zac. -Le pido. Estoy tan irritable hoy.
Pero Zac no cierra la maldita boca. - ¿Por qué te enojas conmigo?
Suspiro. -Digamos que eres un idiota y no dejas de fastidiarme, ¿Haces eso con todos?
Se encoje de hombros. -Solo con los perdedores.
-Bien, al diablo. -Me reacomodo-. Detén el auto.
Él ríe. -Claro.
- ¡Detén el maldito auto ahora!
Ambos se miran y luego a mí. Caleb trata de tranquilizarme: -Mel, él solo está bromeando, siempre lo hace.
Estoy tan molesta que quiero llorar. - ¡No me importa lo que siempre haga, detén el jodido auto!
Zac se detiene en una calle. -Melinda, ¿Qué harás?
Abro la puerta y me bajo. Enseguida, ambos se bajan y comienzan a gritar mi nombre para que eme detenga y regrese con ellos.
Levanto mi dedo medio y se los muestro.
Mientras más avanzo, más quiero llorar. - ¿A dónde vas? -Caleb me alcanza-. Melinda, tranquilízate.
No puedo evitarlo, estoy tan molesta que lloro. Al principio parecía interesante esto de tener otras vidas pero ahora siento que jamás regresaré a mi estúpida vida normal. Mi hermana es un hombre. Zac es un idiota. En cada realidad, hago algo mal.
Como siempre.
-Tranquila. -Caleb me abraza.
Es raro. No es como abrazar a Cassie pero aun así, siento la hermandad entre nosotros. Dejo que me abrace. -Vamos al auto, ¿Bien?
Asiento, tal vez es un idiota pero no es un mal hermano.
Regreso al auto y Zac me sigue con sus ojos. Sigo llorando en silencio y él ya no dice nada. Cuando llegamos, ellos bajan rápido y escucho cuando Caleb le advierte: -Deja de molestarla, ¿Bien? La has molestado siempre y ya no lo aguantó.
Bajo del auto sin verlos.
Me siento sola. Pequeña. Atrapada en algo que no tiene nombre.
Estoy sola en esto.
_________________________
Hola :) ¿Como estan?
¿Que piensan de todo esto? Gracias por votar y comentar!! :D
=================
El típico chico odioso (2)
Mientras leía un libro en la biblioteca a la hora del almuerzo (Descubrí que en esta vida no tengo amigos) me di cuenta que alguien estaba a mi lado.
Zac de nuevo.
Niego y sigo con mi libro. Antes de toda esta mierda, no me gustaba leer pero me estoy perdiendo en esta historia y es grandioso como me aleja de mi vida. Por un momento, todo está bien.
Zac se sienta a mi lado. -Melinda, perdón.
-Ya, no importa. -No quito mis ojos del libro-. ¿Puedes irte? Quiero estar sola.
Toma el libro y ve la portada. -Esto suena a basura.
Se lo quito de las manos. -Pues es lo que yo estoy leyendo, no lo que tú estás leyendo así que tal vez podrías irte y buscar algo mejor que hacer.
Zac suspira. - ¿Por qué actúas tan raro?
Me giro completamente molesta. - ¿Con raro te refieres a que me defiendo? Probablemente antes me molestabas y todo eso pero ya no, Zac, ya no. Estoy cansada de no tener control sobre mi vida y si actuar raro significa defenderme pues prefiero ser una rara.
Zac asiente. -Eso está bien.
-Vete, Zac.
Él niega. -Melinda, por favor, no te enojes conmigo.
Y de nuevo, estallo en lágrimas.
Estoy llorando por lo ridículo que es todo esto. Zac no sabe qué hacer, finalmente me abraza y lloro con él.
- ¿Qué te pasa? -Pregunta, tratando de descubrir porque he estado tan emocional.
Me despego de él y niego tratando de sonreír. -Es lo mismo que quiero saber.
Zac hace una mueca. -Oye, tengo una idea, después de la escuela podemos ir y tomar
algo, ¿Quieres?
Me cubro la cara con las manos. -Bien.
Zac acaricia mi espalda y suspira.
Después de la escuela, fuimos a una heladería cerca de la escuela. Caleb dijo que iría a comer con unos amigos. Éramos solo nosotros entonces.
Zac me hablaba de un partido de futbol y yo fingía prestarle atención. No puedo sacarme de la cabeza todo lo que me ha sucedido. ¿Alguna vez se detendrá?
- ¡Vaya, que sorpresa! -Jane entra con unas chicas a su lado.
Em, parece que la Jane mala ha vuelto. No puedo lidiar con esto hoy.
-Oh, Zac. -Me mira extraño-. ¿Sales con tu reserva?
¿Su reserva? -Jane, vete.
Jane finge una risa. -Vamos, Zac, ¿Cómo estas Melinda?
No le contesto.
-Ah, vamos. -Ella toca mi hombro-. ¿Te dijo Zac lo que verdaderamente siente por ti?
Zac se tensa en su silla. -Jane.
- ¿Enserio tuviste una crisis en la mañana? Él nos contó todo, nos dijo que eres tan rara y una ridícula. -Ella sonríe inocentemente-. Palabras de tu cita, no mías.
Zac baja la mirada.
En serio dijo eso.
-También nos dijo que él piensa que a ti te gusta y de cómo jamás saldría contigo pero, mira cómo cambia de opinión tan rápido.
Zac solo dice entre dientes: -Jane, lárgate de aquí.
- ¡No! -Canta alegre-. Mira, Melinda, él nos dijo que solo te habla porque su mejor amigo es tu hermano y que eres una perdedora. No entiendo porque te trajo aquí si nunca quiere que lo vean contigo, eres como la solitaria, ¿No? Él nos dijo que arruinas su reputación.
No puedo soportarlo. Zac se ve avergonzado. Él dijo esa mierda.
Me levanto y quito la mano le Jane.
Ella canturrea: -Oh, el bebé se ofendió.
Mierda. Esto es una mierda.
Me giro y le grito: - ¡Vete a la mierda, Jane! Esta mierda, esto que haces es una estupidez, solo lo haces porque seguro te gusta el marica que estaba sentado frente a mí, pues ¿Sabes? Vete a la mierda junto con él!
Y salgo del lugar.
Segundos después, lloro de camino a casa.
Regresé a casa con lágrimas secas en mi mejilla. Caleb (aun no me acostumbro a pensar que es mi hermano) y mamá estaban comiendo.
Antes de escabullirme de ellos, me miran y me piden que me siente con ellos. Suspiro, esperando que ya no se me vea la cara de tristeza.
Cuando me acerco, mamá se levanta: -¿Melinda? ¿Que te pasó?
Me aseguro de tranquilizarme antes de estallar en lagrimas. -No importa.
Mamá hace una mueca, me mira y dice que irá por mi comida. Caleb me mira raro, duda si hablarme o no. -¿Que te hizo Zac?
Me encojo de hombros. -Nada, simplemente es un idiota y pensé que no lo seria conmigo.
Caleb sigue viéndome. Supongo que él (o ella) sigue siendo el menor pero por alguna razón, siento que Caleb puede protegerme. No es tan malo tener un hermano después de todo.
-Le dije que no te molestara. -Niega para si mismo.
Trago saliva cuando mamá entra. -No importa.
Asi que... tengo sueño, y quiero pizza. ¿Que opinan? Gracia por leer y comentar :D
=================
El típico chico odioso (3)
Al siguiente día, me sentía mejor. Ya no estaba enojada con el mundo y no sentía que fuera a llorar. Eso era bueno.
Me había despertado sin la necesidad de un susto, un zapato o un despertador. Me movía en silencio porque aún era temprano y nadie salía de sus camas.
Cuando ya era hora de irnos, Caleb me miró preocupado. Había olvidado el hecho que él era el chofer. Decido colocarme mis audífonos y escuchar algo de música durante el pequeño viaje.
Cuando entro al auto, Zac me mira preocupado pero como nunca cruzo la mirada con él, se olvida de mí rápidamente.
Al llegar a la escuela, Caleb se despidió de mí y yo de él pero Zac hizo como que su zapato era algo mucho más interesante.
De camino a mi clase, Jane y yo nos cruzamos y se volteó molesta. Seguro por lo que dije ayer.
De nuevo, me sentía pequeña y sola. Me molestaba saber que en esta vida no tenía nada de amigos. Supuestamente Dante y yo lo somos pero no me lo he topado por ningún lugar.
A la hora del almuerzo, preferí pasar por los pasillos y si alguien preguntaba, diría que buscaba a un maestro porque me sentía mal. Aunque jamás pensé que cuando cruzara el siguiente pasillo, me encontraría con una pelea de chicos.
Me detengo antes que me vean y estaba a punto de irme pero escucho una voz. Mi hermano.
Hay tres tipos frente a él y mi hermano está acorralado.
Zac sale de alguna parte detrás de mí: - ¡Aléjense! -Les ordena, empuja a uno y Caleb está tenso.
Yo no sé qué hacer.
No sabía
que hacer hasta que un chico me dice: -Mira como golpeó a tu hermano.
Y lo golpea justo en las costillas.
Bien. Vi la escena y en ese momento no pensé en Cassie, porque ella básicamente no existe aquí pero pensé en Caleb. Él es mi hermano y él me había abrazado cuando salí llorando. Él sigue siendo mi hermano y cuando un idiota lo golpea, eso no me hace feliz.
Y de nuevo, me vuelvo Hulk. - ¿Cuál es tu maldito problema, idiota? -Le grito al tipo que golpeó a mi hermano.
Él ríe. -Ya te puedes ir.
- ¿Ah sí? -Empuño mi mano y golpeo su cara-. ¡Tú te puedes ir!
Él se toca el rostro y sus otros amigos se ríen. Zac me mira tenso. Empujó al chico. - ¿Cuál es tu problema?
Él niega. -No hagas eso o tu hermano lo pagará.
- ¡Golpéame! -Le ordenó-. Si eres un matón, puedes serlo también conmigo.
Sonríe. Él me toma de los hombros y en ese momento, Caleb y Zac comienzan a gritar: - ¡Suéltala!
Aun no me hace daño pero presiento que algo va mal. -No te metas conmigo, nena.
Y así, me empuja hacia atrás. Zac y Caleb tratan de tomar al chico pero los otros dos retienen a cada uno.
Yo lo veo y no permitiré que sigan jugando conmigo. Me pongo de pie y mientras sonríe, pateo su entrepierna.
- ¡Mierda! -Grita.
Ahí es cuando Zac y Caleb aprovechan a alejarse de los otros y me toman de cada brazo sacándome de ahí.
Me llevan hasta el pasillo de entrada. -Melinda, eso fue arriesgado. -Caleb asegura.
Trago saliva. -Es un idiota y
te estaba golpeando.
Zac pregunta: - ¿Estas bien?
Asiento. -Solo me empujó.
Luego, ellos comienzan a reír y me felicitan por ese golpe. Caleb dice que buscará un permiso para irse antes y pedirá que nos vayamos nosotros porque soy su hermana y siempre nos vamos con Zac.
Caleb se va, Zac y yo nos quedamos solos.
-Golpeas bien. -Afirma.
Sonrío un poco. -Lo sé.
Zac suspira. -Melinda, lo que dijo Jane... Lamento eso, yo admito que lo dije pero eso fue meses atrás, últimamente tu y yo bromeamos y...
-Dijiste que perdí la cabeza cuando iba en tu auto.
-Si. -Se ve arrepentido-. Lo hice y lo lamento.
Asiento. -No importa, ya pasará.
Literal.
Zac toma mi mano. -Eres una de las mejores chicas que he conocido, haces que me divierta a tu lado y eres genial.
Quito mi mano lentamente. -No hagas esto Zac, no vales la pena.
-Melinda...
- ¡No! -Sus ojos y los míos están atrapados. Zac es alguien que jamás pensé conocer, hay algo fuerte que me atrae y no hablo físicamente-. No puedes ser así, no puedes hablar de mí un día y al siguiente decir que soy divertida y toda esa mierda, ¡No puedes!
Zac niega hacia el piso, levanta su rostro lo acerca y me besa.
Me está besando.
Está pasando finalmente.
Se aclaran la garganta y Caleb nos mira en silencio. Limpio mi boca y evitó la mirada de Zac.
-Vamos. -Caleb aparentemente, obtuvo nuestro permiso.
***
Cuando Zac nos dejó en casa, pidió hablar conmigo un segundo. Caleb murmuró
algo que sólo él escuchó y se bajó del auto caminando a casa. Zac me pide que me pase al frente. Lo hago y me acomodo.
-Melinda, perdón por el beso.
Se está disculpando por el beso. -No, está bien, no fue la gran cosa.
Zac hace su cabello hacia atrás con los dedos. -Melinda, estuvo mal y te pido que no se lo digas a nadie.
Un momento, ¿De qué habla? - ¿Porque no debería?
Zac exhala fuertemente. -Melinda, Jane es mi novia desde hace unas semanas atrás.
Claro. Era de suponerse. -Que bien, espero que te llegue mi tarjeta de felicitaciones y tu membresía del club de herpes.
-Melinda.
Me giro para verlo a la cara. - ¡No! Deja de jugar o tratar de jugar con mis sentimientos, ¡Tienes una novia y me besas! Finges que te importo y luego me tratas como un error, deja de ser tan cruel y crece de una jodida vez.
-Dios, te amo. -Susurra asustado.
Em, ¿Qué? - ¿No escuchaste lo que te dije?
-Si pero, yo estoy enamorado de ti.
-Y de Jane. -Completo.
Niega riendo. -No, pero es toda tu culpa.
Levanto mis brazos. - ¿Mi culpa?
- ¡Casi no me hablabas y cuando lo hacías, era solo para hablar de Caleb! Te molestaba todos los días porque esperaba que llegáramos a tener más confianza pero nunca me hablabas y eso que nos conocemos desde hace muchos años atrás.
Aclaro mi garganta. -Bien, escucha. -Coloco mi mano en el agarrador-. Seguro que en las películas románticas y en las novelas dirían algo como, "Zac, yo también te amo" pero creo que la gente debería
comenzar a escribir libros en donde el abusador entiende que ser cruel y estúpido no es una buena manera de demostrar su cariño, me has ofendido más veces en dos días que toda la gente que he conocido, eso no es romántico y si yo te acepto, si te doy un beso o admito que me siento igual, eso sería patético.
Ahora sí, salgo del auto.
No me siento perfectamente bien pero me siento bien. Zac no es tan lindo en esta vida como lo ha sido en otras y por el momento, solo quiero estar en casa y hablar con mi hermano hasta que el reloj marque las doce y viva otra vida, alejada de Zac, una vez más.
- ¿Todo bien? -Pregunta Caleb.
Niego. -Tu mejor amigo es un idiota.
Asiente. -Lo sé, pero a ti te gusta.
Me siento a su lado en el sofá. -No, ya no más.
Caleb coloca una mano en mi espalda. -Melinda, has estado muy triste y enojada últimamente, ¿Qué te pasa?
Me encojo de hombros. -No lo sé, siento como si fuera más pequeña y nada en esta vida me pertenece, como que no tengo el control de nada.
Caleb suspira. -Todos nos hemos sentido así pero no significa que sea verdad, Mel.
Hago una mueca. -Caleb, ¿Por qué me gusta Zac?
Sonríe. -No lo sé, pero no eres la única.
-Jane. -Jane es su nueva novia y aparentemente, Zac y Jane siempre se entrelazan-. Ella está con él.
Asiente. -Sí y cuando vi que se estaban besando, pensé en decirte pero pensé que Zac terminaría con ella o algo.
Niego a la nada. -Los chicos malos no cambian, los chicos en general no cambian, solo te acostumbras a ellos pero jamás
cambiaran por ti.
Caleb suspira de nuevo. -No entiendo porque te sientes así últimamente, Melinda, de lo único que hablabas hace unos días era de gatos y de pastelitos.
-Muchas cosas cambian en un día.
Caleb me da un empujón suave. - ¿Quieres ordenar pizza?
-No gracias. -Jamás había rechazado pizza, entonces ahora saben que estoy mal-. No tengo mucha hambre.
-Melinda... no te entristezcas por un chico y menos por alguien que no vale la pena.
Sonrío, pero de nuevo, la débil de mí derrama unas lágrimas. -Estaré bien, solo déjame sentir esto.
Caleb asiente.
Subo a mi habitación y comienzo a llorar de nuevo.
Me duele lo que Zac me hizo. Me duele tanto que Jane sea su novia y que la prefiera a ella. Estas cosas terminan bien, terminan con el "'por siempre" y "felices para siempre"
No terminan con la chica abrazada a su oso de felpa, rechazando pizza y llorando mientras ve Peppa Pig.
Y ni siquiera estoy en mi periodo.
Por la noche, decido en quedarme despierta. Encontré en internet una lista de canciones "tristes"
Me siento tan perdida ahora.
Mañana, de nuevo, tendré una vida alternativa. Con personas que tengo que redescubrir, con palabras que jamás dije, con personas que no me conocen realmente.
Tomo una hoja de papel y un bolígrafo rosa.
Escribo:
Querido mundo, esto es lo que Melinda ha vivido hasta ahora:
Primero, me enamoré de Zac... bueno, no me gustaba tanto. Yo era una marginada con un lindo grupo de raros.
Me gustó estar con ellos, creo que fue lo mejor hasta ahora.
Zac no era tan malo como creí, Jane era una perra y mi hermana era tan perra como Jane.
Un círculo de perras.
Como sea, Zac me confesó su amor y como era nueva en todo esto, supongo que asustarme fue una reacción justificada. Ahora me arrepiento.
En realidad, me arrepiento de no haberme quedado en esa vida.
Pensé seriamente que todo era un sueño o una broma de mi familia.
Pero Lugo, conocí a Dean.
Dean el vampiro.
No entiendo porque pareciera que vivo historias de adolescentes o historias que las mismas adolescentes escriben con sus actores o cantante favoritos.
Dean era diferente a Zac. Con Dean hay algo.
Me atrajo desde el momento en que lo vi. Dean, en ese momento, su único defecto era que era un vampiro mata colitas.
Colitas. Que en paz descanse.
Luego, de nuevo con Zac.
Era mi vecino y también el ex de Cassie.
Zac de nuevo era tierno conmigo y me gustaba estar con él.
Incluso pensé en que me gustaba.
Cass se enojó conmigo y ¡Ah! Dante y Monique eran como la versión de Jane.
Jane era buena. Raro.
Luego, el novio de mi mejor amiga Mandy.
También lo jodí.
Cassie me odiaba.
Zac no existía ahí.
Y ahora.
Zac es un idiota.
Jane es una idiota.
Cassie tiene pene.
Cassie se llama Caleb.
Y aun no entiendo nada.
Y justo, a las once con cincuenta nueve minutos,
Melinda Line calló en un profundo sueño.
=================
#6
I've been waiting for the sun to rise where you are
So I can tell you you're a superstar
I've been waiting for our words to be in line
So I can let you know that baby, you're the rest of my life
=================
La estrella de rock (1)
-Mel, despierta, tenemos que darnos prisa.
No. Hoy es sábado. No tenemos que darnos prisa.
- ¡Mel!
Un momento, esa voz... - ¡Cassie! -Me levanto de un salto y la abrazo. En realidad, estoy abrazando su cabeza-. Cassie, te he extrañado tanto, me alegra tanto que no tengas partes masculinas.
Ella me empuja. -Melinda, ¿Qué hablas?
Sonrío alegre. -Nada olvídalo.
¿Regresé a mi vida? - ¿Qué haremos hoy? ¡Dime!
Rueda los ojos. -Concierto, Duh.
¿Concierto? - ¿De quién?
Bufa. -No te entiendo, Mel, jamás lo he hecho.
Yo le sonrío. - ¿Sabes? No importa, iremos a donde sea que haya que ir.
Ella suspira. -Por fin, por fin veré al amor de mi vida.
Sonrío. - ¿A qué hora era el concierto?
Ella me muestra la lengua. -Las siete de la noche, Duh.
Genial. No importa si es Justin Bieber, me alegra que Cass ya no sea un chico. No era lo mismo.
-Dean Hill, finalmente te veré.
¿Dean qué? - ¡No! -Grito-. ¡No!
Cassie ríe. -Por supuesto que sí, le tomó un tiempo venir a la ciudad pero vale la pena, su nuevo álbum está genial.
No.
-Pero, Cass. - ¿Qué le digo? Ay no.
Trago saliva. -Cass, nada. -Ella ríe-. Tú y yo hemos planeado esta noche como nunca.
-Ah, ja, ja. -Obviamente, no estoy feliz.
Cass se va saltando fuera de mi habitación.
No otra vez.
Bien. Concierto. Dean es el cantante. Bien, lo tengo.
Necesito pretender que todo estará bien hasta que
este fin de semana termine y tal vez, vuelva finalmente a mi vieja vida.
De nuevo, la misma rutina. Tomo una ducha, cepillo mi cabello, uso unos jeans negros y una blusa roja. Mis botas y una bufanda porque hace frio.
Bajo y mis padres escuchan como Cassie parlotea de Dean.
- ¡Es tan lindo! Dicen que dona millones a la caridad cada año.
Yo me siento en silencio y ella sigue dando datos.
-También entrenó karate y aprendió a caminar a los dos años, es tan adorable.
- ¿Pueden matarme ahora? -Digo mientras que Cassie sigue hablando de cómo Dean hizo un dueto con una chica la semana pasada.
Ellos sonríen. -Solo si hacemos un pacto suicida. -Papá bromea.
Cassie lleva una camiseta con la cara de Dean, arrugo la nariz ante eso. - ¡Cass! -La detengo-. Mira, probablemente pienses que soy fanática de Dean pero no realmente, ¿Por qué no admiras a personas más grandes con Platón o Aristóteles?
Ella ríe. - ¿Admirar a quien hizo los platos y quien inventó la aristocracia? Para nada.
Vaya. Es tan estúpida. -Cass, ellos son filósofos.
Sonríe pestañando. -Dean también es filósofo, las letras de sus canciones son tan tiernas y profundas.
- ¿Qué tipo de género es Dean?
Ella numera con sus dedos. -Su primer álbum fue pop y rock, su segundo álbum fue catalogado como pop, rock, punk, rock suave y otro que no recuerdo, ahora es más pop, indie, bubblegum pop, indie rock, indie pop...
Cass jamás se callará.
Mamá me susurra al oído. -Ya no le preguntes más cosas de Dean.
Estoy de acuerdo.
Ella sigue hablando cuando su teléfono vibra. Lee lo que sea que acaba de recibir y grita emocionada.
- ¡Oh mi Dios! ¡Dean está aquí!
-Vaya, que bien. -Miro detrás de mí como si estuviera aquí-. Buenos días, Dean, un placer.
Ella me fulmina con la mirada. - ¡Me refiero a la ciudad! Está aquí, dice que estará todo el día practicando para nosotras, sus fans. Mi Dios, es tan dulce, lo amo.
No puedo evitarlo y me río de Cassie. Ella sigue viendo algo en su teléfono y suspiro.
-Hijas, falta mucho para el concierto, ¿Creen que puedan ir a la tienda a comprar unas sodas y una pizza en el camino?
Yo asiento, pero Cass se altera. - ¡Mamá! -Chilla-. Por supuesto que no, tenemos que estar ahí una hora antes del concierto, tengo que arreglarme y eso es otra hora, tengo que asegurarme que mi intestino esté bien para el concierto y debo descansar la voz porque voy a gritar, ¿Cómo se te ocurre pedirme que salga cuando pueden atropellarme y jamás veré a Dean?
Jesús, esto es ser una fanática alocada.
-Bien, mamá. -Me levanto-. Yo iré a la tienda mientras Cass sigue enloqueciendo por un chico, como siempre.
Ella me da dinero y las llaves del auto. -Ten cuidado.
-Oh, espero que me pase algo así no aguanto a Cass hablando de ese muchacho toda la noche.
Ella sonríe. -No te tardes.
-No lo haré.
Hummm... Dean canta ;)
¿Team Zac o Team Dean?
=================
La estrella de rock (2)
De camino a la tienda, solo reía recordando todo lo que Cassie me había hablado de Dean. Crea que ella conoce mucho más a este Dean que yo. La verdadera pregunta es cómo nos cruzaríamos.
Supongo que de esto se trata hasta ahora, conocernos una y otra vez hasta que se agoten existencias de Dean's y Zac's
Tengo la esperanza que solo termine esta vez, volveré a mi antigua vida aunque eso parece no muy probable
Lo sé, entiendo que tu tal vez estés molesto conmigo porque no lo estoy disfrutando, en mi lugar ya hubieras ahogado a los pobres chicos con tu lengua, pero yo no soy así. Creo que el amor existe pero no creo que a mis cortos diecisiete años encontraré al amor de mi vida. Tal vez jamás lo haga.
No es que ahora no haya encontrada nada bueno con todo esto, en realidad, me he divertido un poco y si sobrevivo de todo esto, me reiré cuando sea una anciana y se me caiga la dentadura por las carcajadas.
Pero bueno, ahora tengo que comprar comida. (¡Comida!)
Entro y hace un poco de frío aquí. Jamás entenderé porque en verano las tiendas no hacen funcionar correctamente sus ventiladores mientras que hoy, que hace un poco de frio, nos quieren congelar.
Sé que mamá quiere que compre específicamente pizza y soda pero unos chocolates no me harían mal.
Deliciosos chocolates.
Tomo un par y camino por la tienda solo para perder el tiempo, no tengo ganas de regresar a casa mientras que Cassie sea fan de Dean.
Dean.
¿Dean? - ¿Dean?
Él está parado frente las galletas. Levanta su
rostro por inercia y abre sus ojos. Seguramente, como la gran celebridad que es, no quiere ser reconocido pero a diferencia de medio planeta, yo no soy su admiradora.
-Em, no. -Aclara su garganta-. Dean es mi hermano... gemelo, ¿Sabes?
Sonrío. -Oye, tranquilo, yo no soy tu fan.
Se alivia. -Bueno, eso no debería tranquilizarme tanto como ahora. ¿Cómo te llamas?
Me encojo de hombros. -Bueno, se supone que darás un concierto, y mi nombre es Melinda.
Es extraño. Si alguien me viera pensaría que estoy loca por no emocionarme. Seguramente para el resto del mundo él es como Beyonce o algo así, pero para mí es el viejo y confiable Dean Hill.
Dean parece notar mi tranquilidad. -Sí, el concierto se dará más tarde, quería relajarme pero, ¿no eres mi fan?
Niego con una sonrisa orgullosa. -No hay nada de ti que me impresione.
Dean entrecierra los ojos. -Eso es mórbidamente reconfortante.
Sonrío, me gusta hablar con Dean en todas las vidas. - ¿Qué haces aquí, Dean Hill?
Señala las galletas. -Tenía hambre pero en el hotel todo es tan elabotado y me escapé, posiblemente me maten al regresar pero necesitaba comer comida chatarra.
Suspiro. -Bueno, si no fueras famoso te invitaría a comer pizza.
Dean levanta su ceja, tomándolo como un reto. -Creo que para ti no lo soy.
Dean se acerca y me empiezan los nervios. El lame sus labios y por precaución para que mis ovarios no exploten, desvío la mirada. -Bueno, no quiero meterte en problemas y además, mi casa seria todo un peligro para ti, mi hermana
Cassie está loca por ti.
-Oye, no tienes que decir que tienes una hermana para admitir que estás loca por mí.
Suelto una gran carcajada. -Oye, no miento. Está loca por ti, dice que te casaras con ella y todo eso.
Niega sonriendo. -Le debo matrimonio a miles de chicas.
Dean me había acompañado después de la tienda a comprar la pizza y todo eso, caminando. Dean bajaba el rostro para que nadie lo reconociera pero a diferencia de nuestra familia, por aquí todos estaban con un pie en la tumba. Como que, ya están muy grandes.
Así que estábamos entrando a mi casa, y grité: -Mamá, traje tu pizza y de paso al repartidor. -Coloco la pizza en la mesa cerca de la puerta.
Dean sonrío. -Gracias.
Cassie me mira y; - ¡Aaaaaaaaaaaaaah!
Oh mi dios. Olvidé completamente a Cassie. - ¡Dean, es Dean!
Empujo a Dean fuera de la casa. -Huye, antes que te muerda.
Cassie corrió hacia él. - ¡Dean!
La empujo adentro con mi palma en su frente mientras ella sonríe y grita agitada. Mamá nos mira y toma a Cassie por la cintura. -Vete. -Mamá me ayuda a escapar.
Dean me mira sin saber qué hacer y tal vez, con un poco de miedo. -Al auto, sube. -Le digo.
Él mira el Jeep y se apresura. -Vamos, vamos.
Al subirnos estamos riendo y respirando por la boca, buscando aire después de todo eso.
-Te dije que estaba loca.
Dean niega. - ¿Tu apellido es Line?
Asiento mientras manejo sin rumbo. -Lo es, ¿Por qué?
Dean ríe como si recordara algo muy gracioso. -Tu hermana es Cass Line, ella me escribe en Twitter como, cien veces cada hora.
Sonrío. -Espero que le respondas.
-Lo hago, algunas veces, otras solo leo.
Niego sonriendo. -Dean, debería ir a dejarte, ¿Dónde te quedas?
Dean no me responde, cuando giro para verlo él me observa. Me está observando, su sonrisa es una sonrisa involuntaria, probablemente no sabe que está feliz.
¿Está feliz?
-No quiero regresar aun.
Trago saliva. - ¿Qué quieres hacer?
Peina su cabello con sus dedos. -Quiero hacer lo que sea que tú quieres que haga.
Veo la oportunidad y la tomo. - ¿Me darías un millón o algo?
Ríe. -Con gusto, si me das un beso.
Suelto una carcajada. -Trabajaré por ese millón, en ese caso.
Dean enciende la radio, baja su ventana y suspira. -Y yo trabajaré por ese beso.
Muchas gracias por leer!!! Casi llegamos a las 400 lecturas! :D ¿Que creen que pasará? Los quiero
=================
La estrella de rock (3)
Llegamos a una tienda de yogurt de helado en donde puedes agregarle todos los ingredientes que quieras.
-Espero te guste el yogurt de helado.
Dean sonríe. -Me encanta.
Bajamos y caminamos al lugar. No hay nadie, la tienda está vacía y las empleadas se ven sumamente aburridas.
-Llegamos, somos el alma de la fiesta.
Dean sonríe. -Me gusta estar alejado de las multitudes.
Dean es famoso y seguramente está siempre rodeado de personas y chicas gritando obscenidades, pero espero que le guste nuestro pequeño escape.
Dean y yo caminamos y tomamos un vasito. Yo tomo del de vainilla mientras que él se decide por el melocotón. Comienzo a llenar el vaso con todos los ingredientes excepto granola. Ew.
- ¿No le pondrás granola?
- ¡Para nada! -Afirmo mientras vierto chocolate blanco derretido.
Dean ve mi postre divertido. -Eso se ve asqueroso.
Me encojo de hombros. -Es la mejor combinación pero nunca lo sabrás porque has elegido solo oreo y marshallows.
-Me gusta así.
Asiento. Pagamos y nos sentamos en una de las mesas de aluminio. Mastico un poco de todo mientras que él juega con su yogurt. -Gracias. -Me agradece.
Subo mis ojos hasta los suyos. - ¿Por qué?
Lleva la cuchara transparente a sus labios. -No lo sé, desde que todo esto empezó, ya nadie me trata igual.
Lo escucho con atención.
-Contigo es diferente, no te emocionas y no te preocupas por el hecho de que tal vez deberías tomarte una foto como prueba.
Me encojo de
hombros. -Nada que agradecer, eres agradable.
Dean sonríe de lado. Se ve tan guapo bajo la luz barata de este llegar. Él es guapo y él es quien, he comenzado a entender, ocupa un lugar en mis pensamientos.
- ¿Tienes novio? -Me pregunta.
-Tengo nueve, ¿Por qué? -Respondo bromeando.
Dean niega. -Melinda, me hubiera gustado conocerte en otras circunstancias.
- ¿En otras circunstancias?
Asiente, jugando con su servilleta de papel. -En donde podría invitarte a una cita.
Me muerdo el labio.
-No te gustaría salir conmigo, como mucho y no comparto la corteza de m pizza, usualmente me distraigo con cachorros y con las cosas brillantes.
Dean sonríe, como en esos anuncios de personas reencontrándose.
Anuncios románticos.
-Dean, deberíamos regresar.
Dean extiende su mano y toma la mía. -Sé que es tonto pero, después del concierto, me gustaría que vinieras al hotel.
Frunzo el ceño porque suena a una insinuación, Dean rápidamente se corrige: -Cena, Melinda. Solo eso.
Asiento.
Ahora, ¿Cómo escaparé de Cass?
-Suena como un buen plan pero no tengo idea de cómo deshacerme de mi hermana ya viste como reaccionó y si sabe que me acabas de invitar a una cena, pedirá estar ahí.
Dean se encoje de hombros. -Entonces creo que deberás mentirle.
Sonrío. -Yo no miento, soy una buena niña.
Dean lame sus labios de nuevo y sonríe mostrando parte de sus dientes. Vuelve a morder su labio inferior, y sugiere con una sonrisa perversa: -Se mala para mí.
Lo observo y niego sonriendo. -Y así es como Dean Hill obtiene a las chicas, damas y caballeros.
Dean suelta una carcajada. -Eres dura, tienes cierta personalidad que me gusta.
Levanto mis cejas. - ¿No piensas que soy muy... no lo sé?
Dean sonríe mostrando su fila de dientes rectos. Apuesto a que tuvo ortodoncia o hizo un pacto para ser tan perfecto por todas partes. -Creo que eres linda, también creo que no eres fácil de impresionar y creo que me agradas mucho.
Guiño. -Así que ahora tú me admiras, eso es genial.
Dean toma mi mano. - ¿Estas segura que no quieres una fotografía conmigo? Podrías enmarcarla y besarla hasta el amanecer.
Tentador. -Creo que estoy bien, ¿Sabes?
Dean toma un mechón de mi cabello. - ¿Dónde se encuentran las chicas como tú?
Sonrío por eso. Es agradable que sea tan dulce conmigo. En la secundaria todos los chicos son unos idiotas, siempre hablan de sexo (probablemente son vírgenes y miran mucha porno) también hablan del trasero de las chicas, de los senos de las chicas, de que tan ardientes son... etc. Es decir, no soy ardiente. No estoy ni cerca de serlo.
Tengo senos, pero realmente no tengo senos. Mi trasero está bien. No pequeño pero solo normal. Mi cara está bien también. Todo está bien pero no soy algo que sobresale. Como sea, no quiero una cita en esta edad.
¡Nada perdura a los diecisiete! Nada.
Todo es siempre lo mismo. Todas esas relaciones de secundaria se acaban antes de que te des cuenta. Es estúpido salir con alguien pensando que es el amor de tu vida.
Así que sí, lamento si amas a alguien a los 16 pero es probable que ames a alguien diferente en diez años.
-Creo que ahora si debemos irnos. -Le informo.
Dean se coloca de pie. -Lo que digas.
Y otra vez, sonrío.
Ehh perdon por tardarme, tenía examenes... :D
=================
La estrella de rock (4)
Había dejado a Dean hasta su hotel, aunque fue un poco complicado. Había varias fanáticas y tuvimos que ingresar por atrás, luego regresé y mis padres junto con Cassie tenían muchas preguntas.
Cassie no dejaba de reclamarme por el hecho que traje a su novio ficticio a casa por tan solo unos segundos.
-Lo lamento, Cass, pero si te hubieras controlado...
Ella ríe molesta. -Me controlé, no lloré y no le pedí matrimonio, aunque debí. -Bufa-. Ni siquiera me dejaste tomarle una fotografía, te lo llevaste sin pruebas que mi bebé estaba en mi casa. ¡Nadie en Twitter me cree!
Ruedo los ojos. -Cass, date prisa, ese concierto está a punto de empezar y tenemos que estar ahí rápido.
Ella me mira de manera picara. -Ahora si te gusta Dean.
-No. -La detengo de esos pensamientos-. En realidad, creo que iré a otro lugar después del concierto.
Cass me mira como si le estuviera ocultando algo, lo cual hago, luego sonríe y comienza a gritar. - ¡Oh mi Dios! ¡Te invitó después del concierto!
¿Cómo sabe eso? -No.
Ella ríe. -Melinda, no me mientas, he leído las suficientes fanfictions como para saber que él lo hizo. Oh Dios, tu vida es como un cuento de hadas, te envidio tanto.
Me alegra que no me haya pedido que la llevara o se haya enojado conmigo. - ¿Estás de acuerdo?
- ¡Por supuesto! -Me abraza-. Una vez leí una historia en donde Dean se enamoraba de la hermana de la novia, así que todo puede resultar bien al final.
Está loca. -Bueno, no será mi novio y espero que no tenga
tan malos gustos como para enamorarse de ti.
Cassie se ríe de mi broma. -Ja, que graciosa. -Señala mi cara-. Además, nos parecemos así que prácticamente está enamorado de ti.
-Cass, no está enamorado de mí y no está enamorado de ti, deberías dejar de fantasear un poco.
Cass sale de mi habitación. - ¡jamás!
Solamente ruedo los ojos y río.
***
El concierto ya había empezado y esperaba que Dean pudiera verme por alguna razón pero estábamos en la decimonovena fila y no creo que pueda verme tras tantos carteles y tantas chicas gritándole por su atención.
La verdad, canta bien. Me gustan sus canciones y cuando regrese a casa, seguro descargaré su álbum.
Luego se detiene después de la última canción y sonríe. -Muchas gracias por estar aquí hoy, no hay nada que me haga más feliz que todas ustedes. -Cass grita junto con las demás-. Ahora, esto es algo que jamás he hecho pero siempre hay una primera vez para todo, ¿No? Me gustaría cantar una canción nueva, que ustedes jamás han escuchado. -Más gritos-. Bien, espero que les guste, se llama "Sueña conmigo"
Dean le hace una seña a su equipo y toma su guitarra. Se sienta en un banco alto y comienza a cantar:
Conocí a una chica, ¿Qué te puedo decir?
Escuchará esta canción y espero que sepa,
Que así, como así
Tengo algo por ella.
Hay distintas maneras de sentir el amor
A largo plazo
O en un instante, amor.
¿Qué te puedo decir?
¿Qué te puedo pedir?
¿Sabes quién soy?
¿Soñaras conmigo hoy?
Ven conmigo, seamos solo tu y yo
Llama a mi puerta, acepta mi invitación
Estas ahí puedo sentir tu amor
Quiero que me quieras, estoy perdiendo la razón
Sueña conmigo, linda.
Me vuelves loco, linda.
Sé mi noche.
Se mi dia.
Sea lo que seas, quédate conmigo.
Tiene vida, tienes mi vida
Estoy loco
Solo sueña conmigo hoy.
Dean termina de cantar y las demás chicas gritan, sin embargo, yo estoy en estado de shock.
¿Dean escribió una canción para mí?
Definitivamente acepto su invitación.
________________________________________
Holaaaaaaaaa :D
Cambié la portada, creo que me gusta esta más :D Refleja mucho todo lo que la pobre Melinda vive!
Dean la super estrella *_*
¿Que piensan de Dean? :D Gracias por leer y por votar!!
=================
La estrella de rock (5)
Después del concierto, un guardia me dijo que Dean había pedido que me buscara. Cassie estaba a punto de explotar, mientras que yo pensaba en una solución, Cass dijo que regresaría a casa y me cubriría pero que necesitaba un autógrafo con su nombre y que firmara todo lo que pueda.
Sonreí.
El guardia me escoltó mientras algunas chicas se iban, otras se abrazaban y se tomaban fotografías.
Entramos por un pasillo negro y estrecho, cubierto de cortinas negras. Llegamos a un salón más grande y Dean me sonríe. -Pensé que te habías ido.
Niego. - ¿Cómo sabias donde estaba?
-Bueno. -Toma un sorbo de agua-. Solo le pedí a Jake que trajera a la chica más linda.
Ruedo los ojos. -Aun no me tienes.
Dean lame sus labios antes de dar otro sorbo y decir: -Pronto lo haré.
Volteo a ver el lugar en donde hay varias personas con auriculares y micrófonos corriendo de un lado a otro. Los músicos bajan sus instrumentos y su equipo empieza a guardar todo.
-Melinda, ¿Te gustó la canción nueva?
-Para mí todas son nuevas. -Confieso.
Él sonríe. -Ya sabes, donde hablo de ti.
Asiento, nerviosa. -Sí, estuvo bien.
Dean toma una toalla y limpia su frente. -Sabes, tenemos una cena pendiente pero necesito tomar una ducha primero y arreglarme mejor, ¿Me acompañas?
De nuevo, asiento y lo sigo como si estuviera hipnotizada.
En el hotel, me dijo que esperara en el sofá mientras se duchaba y se vestía. Es algo tarde para una cena pero supongo que no será tan malo comer
como a media noche.
Escucho que la ducha se cierra y es extraño estar sentada a unos metros de distancia de un chico desnudo. Jamás me lo hubiera imaginado.
Minutos después, me llama: - ¿Melinda?
Estaba distraída con el florero, así que cuando volteo a verlo, me encuentro con Dean envuelto en una toalla justo en la cintura.
Me cubro los ojos rápidamente. - ¡Tapate!
Dean ríe y camina hacia mí. - ¿Te pone nerviosa?
Me levanto de un salto y me alejo de él. -En realidad, es incómodo, ve a vestirte exhibicionista.
Dean levanta su ceja y toma la toalla en posición justa para quitársela.
- ¡Dean! -Me cubro los ojos-. Te demandaré si lo haces, no quiero, no, no, no.
Dean no para de reírse. -Abre los ojos.
Niego, aun con mis manos en la cara.
Dean toma mis manos y las quita de mis ojos, luego besa mi nariz y eso provoca que abra los ojos. Cuando lo hago, me encuentro con algo que no esperaba. Está vestido de abajo.
Tiene unos shorts rojos y no está desnudo. Abro la boca molesta porque caí en su trampa y comienzo a golpear su pecho, que aún está un poco húmedo.
Dean ríe y toma mis brazos, quedando tan cerca de él como para besarlo o escupirle directo a los ojos. Sin embargo, prefiero el beso.
Veo su pecho y me gusta como se ve. No es tan musculoso como Zac pero ha estado haciendo ejercicio, y eso lo agradezco.
- ¿Te gusta la vista? -Pregunta divertido.
Vuelvo mi mirada a su rostro. Tiene pequeñas pecas alrededor de su nariz, algo que no había notado. Su nariz es tan...
nariz. Se ve bien. Dean acerca su boca a la mía. -Déjame besarte.
Sonrío y doy un paso hacia atrás. -Para nada chico superestrella, conmigo las cosas no son así.
Dean suelta mis brazos y sonríe. -Eres tan fascinante.
Juro que jamás me había sentido así. Le da una sonrisa tímida y se sonrojó cuando me vio. El maldito Dean Hill me provoca algo.
Algo que aún no puedo definir.
Aclaro mi garganta. -Ahora, ¿Dónde exactamente cenaremos a media noche?
Señala la mesa detrás de nosotros. -Aquí, si está bien para ti.
Asiento. -Suena genial.
Habíamos comido pizza. Lo sé, no te imaginarias que una chica común y corriente, pero un tanto fabulosa, comería pizza con un chico súper famoso a media noche.
Bueno, en la vida real no ocurre pero en esta cosa que vivo, si sucede.
-La pizza estuvo deliciosa, mis felicitaciones al chef. -Bromeo luego de mi última rebanada.
Dean limpia su boca con una servilleta. -Lo sé, extraño comer todo esto.
Me dejo caer en mi lado del sofá. -Dean, ¿Te gusta esta vida?
Le toma varios segundos responderme. -Mira, esto fue espontaneo, fue algo que soñé cuando era pequeño pero jamás pensé que llegaría a tener tanto... y tener nada al final.
- ¿De qué hablas?
Se encoje de hombros. -Casi no veo a mi familia, no puedo salir sin que un gran grupo de personas me acose, los medios siempre andan inventando cosas de mí, no puedo ser completamente yo mismo con nadie porque todos buscan hundirte de cierta forma, y bueno, las citas. -Sonríe de manera triste-.
Mi novia, la única y ultima que he tenido fue cuando tenía trece y por supuesto, solo nos besamos un par de veces, nada serio. Jamás he tenido la oportunidad de enamorarme porque la mayoría de las chicas que conozco, son de este mundo también, todas son tan falsas, tan aburridas, tan obsesionadas con la perfección.
Dean termina viendo hacia el suelo. Jamás me puse a pensar que la vida de todos los famosos pueda ser peor que la mía. Claro, ellos tienen millones y tienen miles de personas que los aman, pero también suelen ser presionados para aparentar lo que no son.
Me acomodo en mi asiento y rodeo a Dean con mi brazo. -Eres un buen chico, algún día encontraras a alguien tan buena como tú.
Dean gira su rostro y nos vemos de frente. -Creo que ya la encontré.
Santa Banana. - ¿Qué?
Dean toma mi rostro. -Sé que esto no durará más que unas horas, pero Melinda, tienes algo que me hace querer parar el tiempo y quedarme a tu lado todo el tiempo.
Suspiro. -Dean, me he sentido así.
- ¿Conmigo?
Oh. Buena pregunta. Sonrío suavemente. -Por ahora, sí.
Me muevo más cerca de él y lo beso.
Dean toma mi rostro con fuerza y me acerca más a él. Lo beso suave pero después, ambos aumentamos la intensidad y en un dos por tres, él está sobre mí y yo estoy totalmente acostada en el sofá.
-Espera. -Le digo.
Esto no debería llegar a tercera base o segunda, tal vez ya estábamos en la segunda pero es mejor quedarse en la banca.
Dean se separa respira ruidosamente. -Eso fue genial.
Sonrío, peinando mi cabello. -Estoy de acuerdo.
Sé que tengo que regresar a casa antes que mis padres se preocupen pero, ¿Cómo lo haré? Cass se llevó el auto y no puedo pedirle a Dean que me lleve.
-Creo que debo irme. -Le comunico.
Dean suspira. -Sí, ¿Necesitas un taxi?
¡Sí! -Eso es una buena idea, gracias.
Dean toma mi mano. -Gracias por aceptar.
-Bueno, me debes como un millón de dólares. -Sonríe-. ¡Ah! ¿Podrías darme un autógrafo para Cassie?
Asiente. Toma un bloc de notas que estaba en una mesita pequeña y un bolígrafo. Escribe:
"Para Cassie Line, la chica más guapa, divertida y dulce"
Hace su firma a un lado y me lo entrega.
-Gracias, estará feliz con ese mensaje por el resto de su vida.
Dean asiente. -Bueno, llamaré para que vengan por ti. -Nos ponemos de pie y me abraza-. Eres increíble, Melinda, que nadie te diga lo contrario.
Lo abrazo con más fuerza. -Fue lindo verte de nuevo.
- ¿De nuevo? -Se separara y pregunta con duda.
Niego tratando de arreglar mi error. -Ya sabes, por lo de la mañana.
Toma mi rostro y me da un pequeño beso. -Nos vemos.
Aún falta un día antes que todo esto cambie, pero jamás había sucedido así. Como que todo está perfecto, normalmente hay problemas pero, no lo sé, es como esas películas en donde aún falta media hora y todo ya está arreglado y te preguntas que problema se acerca.
Lo peor de todo esto, es que no quiero despedirme de Dean una vez más.
___________________________________--
Holaaaaaaaaaa!!!
Veo personas que son #TeamZac y otras #TeamDean , ¿Quién es su favorito?
Gracias por leer, nos vemos!
=================
La estrella de rock (6)
A la mañana siguiente, era domingo. Tenía mucho miedo de despertar en una vida diferente. Por alguna razón, quería quedarme un poco más en esta. Sé que aún falta este día pero después, ¿Qué?
Como sea, escucho como Cassie ríe exageradamente. Decido que bajaré a ver si la chica está viendo videos del concierto o algo. Quizás solo está en twitter acosando al pobre Dean.
Cuando bajo, veo a Dean con Cassie.
Oh mi Dios. - ¿Dean?
Mamá se ve alegre, está feliz de tener una celebridad en casa. -Hola, Melinda.
¿Qué hace aquí? - ¿Visita sorpresa?
Dean suspira. -En realidad, te traje el desayuno. -Sonríe-. Bueno, les traje el desayuno a ti y a tu familia.
Dean sonríe y papá entra. -Oye, muchacho, ven a ver esto.
Y papá ya está enseñando su viejo automóvil empolvado.
Cassie corre hacia mí. -Dios, no entiendo cómo puede estar enamorado de ti si luces como un desastre, lo juro.
Oh. Estoy en pijama.
-Es porque soy hermosa. -Contesto orgullosa.
Cassie me toma del brazo. -Ven, vamos a arreglarte un poco para que Dean no salga corriendo.
Cassie estaba alisando mi cabello mientras leía tweets por internet. Algunas personas hablaban de una misteriosa chica que pasó la noche con Dean.
Cassie y yo reímos.
Luego Cass deja por un largo tiempo la plancha de alisado en mi cabello. Me muevo para que no me arranque mi cabello pero tiene un gesto triste y asustado.
- ¿Cass?
Ella cierra su computadora rápidamente. Esta chica está ocultando
algo.
- ¿Qué pasa, Cass?
Cass niega, deja la plancha en la mesa y trata de mantenerme sentada. La hago a un lado y abro su computadora. Como supuse, su clave es Dean Hill. Sale un artículo de una página web diciendo:
"La octava de Dean Hill"
Frunzo el ceño y sigo leyendo.
"Dean, bien conocido por su talento y por sus conquistas, se le vio salir del lugar con una bella muchacha. Ella, aún no ha sido identificada pero seguramente fue otra aventura de una sola noche"
Bajo y veo fotos de Dean con varias chicas.
Dos semanas atrás.
Tres semanas atrás.
Cuatro semanas atrás.
Dios...
- ¿Tu sabias esto?
A ver, ¿Qué pensé? ¿Qué Dean el famoso iba ser tan dulce como fingió ayer?
- ¡Cass! -Ella se mira triste, pero yo estoy rota. Mis lágrimas no se guardan-. ¿Sabías que era otra de Dean?
Ella niega. -No, esto... esto es nuevo, ha habido rumores pero yo no leo de sus relaciones porque no me interesa.
Alguien llama a mi puerta y Cass limpia mis lágrimas. Ella abre la puerta y Dean está sonriendo con un plato de seis panqueques en fila. Cass me mira y asiento porque necesito hablar con Dean.
Es tan ridículo.
Apenas conozco a este chico pero cada vez que lo hago, me decepciono. No lo conozco en absoluto.
- ¿Melinda? -Me mira triste y creo que aún no se ha dado cuenta que es por él.
Señalo a la pantalla. - ¿Soy tu octava?
Dean se aclara la garganta. -Eso no...
- ¿No es cierto? -Le pregunto, cansada de ser mentida.
Dean suspira. -Melinda, eso fue antes de conocerte.
Asiento,
a punto de llorar y con una sonrisa sarcástica. - ¿Y ahora vivirás por siempre en esta ciudad, renunciaras a tu fama, dejaras de ver otras chicas? ¿Eso pasará?
No me contesta.
-Dean, no te amo y no vales la pena, es más, das pena.
Empujo el plato de panqueque con jarabe sobre él y salgo de mi habitación. Bajo las escaleras y Cass trata de detenerme pero sigo de largo hasta la puerta del frente.
Tomo mi bicicleta y conduzco tan rápido como puedo, tratando de no matar a nadie por mis lágrimas.
Me dejo caer después de casi una hora en un parque lejano.
Cierro los ojos mientras presiono mí frente a mis rodillas y lloro.
De nuevo, me siento así.
Sola.
Pequeña.
Mentida.
No lo entiendo. No entiendo porque tengo que vivir vidas aparentemente perfectas y luego todo cae con fuerza. No entiendo porque jamás puede haber un "final feliz"
No entiendo nada.
Esto ya no me parece que es un sueño o que estoy drogada. Esto es real.
Yo me he enamorado múltiples veces de dos chicos diferentes en muchas vidas. ¿Cómo eso tiene sentido?
Tal vez si no hubiera conocido a Dean antes no me hubiera dolido tanto esto.
Tal vez quiero que Mandy, Dante, Monique o incluso Jane vengan y me abrasen.
Tal vez quiero que todos salgan y digan que fue una maldita broma.
Pero no lo es.
Trato de calmarme y toco mi cabello. A Cassie aún le faltó alisar una parte. Suspiro y me pongo de pie. Al final de la calle veo una librera.
¡Puedo buscar el libro!
Tomo mi bicicleta y corro hasta allá. Pregunto por el libro
y la chica de cabello morado se encoje de hombros y dice con una voz aburrida: Los libros están en orden alfabético, búscalo por su nombre.
¡Rayos! No recuerdo el nombre.
Comienzo a ver por los colores y recuerdo que era algo azul en la espina. Encuentro uno muy parecido, lo saco y ¡Eureka! Este es.
Busco la página de la canción, la leo y leo en donde dice que debo cantarla al revés.
Primero lo hago por oraciones.
Digo las oraciones en orden pero de abajo para arriba.
No pasa nada.
Luego, las palabras. Parezco una estúpida haciéndolo pero cuando termino, sigo en esta vida.
Suspiro.
Último intento. Leo las palabras literalmente hacia atrás. Suena como si estuviera hablando otro idioma y esta vez me tardo más.
Lo hago de nuevo.
No pasa nada.
Nada.
¡Maldición!
¿Y si solo me volví loca?
¿Y si es un sueño?
Bueno, esto no es un sueño en absoluto. Es una maldita pesadilla.
Leo el libro entero para buscar respuestas pero todo habla de una estúpida historia de amor juvenil.
Me siento en una silla vieja de madera y no despego mis ojos de esta cosa.
Leo el final, en donde la última frase está en cursiva.
"Las historias más lindas, tienen finales inesperados"
¿Qué?
Eso es lo más estúpido.
La chica de cabello morado está a un lado de mí. -Ya vamos a cerrar, ¿Lo compraras o no?
¿Tan rápido pasó el día?
Al regresar a casa, tuve que explicarles a mis padres porque Dean estaba todo manchado de jarabe. Ellos, eventualmente, lo comprendieron.
Después de cepillarme los dientes, vi como Cassie despegaba los posters de su habitación. Bueno, eso es ser leal.
Regreso a mi habitación y cierro los ojos. No sé porque me molesto. Mañana será otra historia estúpida en donde tengo otro final malo y estúpido.
Veo mi reloj y cuento los minutos.
Uno.
Dos.
Tres.
Cuatro.
Cinco.
Estoy tan cansada en este punto.
Seis.
¿Qué pasará mañana?
Siete
=================
#7
Mini bars, expensive cars, hotel rooms, and new tattoos
And the good champagne, and private planes, but they don't mean anything
'Cause the truth is out, I realize that without you here life is just a lie
=================
Chicos, autos y mucho dinero (1)
Chicos, autos y mucho dinero.
Sabía que iba a ocurrir una vez que abriera los ojos.
Bueno... pensé que sabía.
Estoy dormida en lo que parece una habitación de hotel, como cuatro veces más grande que mi habitación. Una gran ventana y un sol tan radiante que entra por esta. Silencio. Eso también lo noto. Mis sabanas son suaves y mi cama es mucho más grande.
Bien... ¿Qué rayos?
Llaman a la puerta y espero a que mamá o Cassie se identifiquen, sin embargo, abren la puerta y una señora con algo de cabello gris me mira y sonríe. -Buenos días señorita Line, ¿Le gustaría que le ayudé a prepararse?
Um, ¿Qué pasa? Aclaro mi garganta para que mi voz no suene ronca. -Em, quiero tomar una ducha por favor.
Ella asiente. -Por supuesto, le prepararé la ducha y sus cosas enseguida.
Suspiro. Ella sale de la habitación y no puedo evitarlo, me siento tan curiosa por todo. Esta cosa es enorme y todo se ve tan elegante y costoso. Me coloco unas muy cómodas pantuflas rosa y camino con cuidado, como si temiera que hasta el suelo podría quebrarse.
En la esquina hay una mesa pequeña de vidrio y algunas flores. Se ve lindo. Camino por la habitación y veo una pequeña estantería. Tiene varias fotos de mi familia vestida totalmente elegante y otras más en donde soy un bebe adorable.
Veo por la ventana y ¡Jesús! ¿Es eso una piscina privada? Se ve tan hermosa y tan limpia. Definitivamente
nadaré ahí.
Toco todo con mis dedos y me detengo en unas puertas de madera. Esto seguramente es el armario. Lo abro y aunque me toma un poco de esfuerzo, lo logro y esto es tan loco.
Este armario es del tamaño de mi habitación anterior y tiene la ropa organizada por colores. Se ve hermoso y también se ve como esas tiendas súper caras para chicas.
- ¿Señorita Line? -Pregunta de nuevo la mujer-. No deseo interrumpirla pero su baño está listo, le dejaré su uniforme planchado sobre la cama.
¿Uniforme? - ¿Mi uniforme?
Ella asiente, con un poco de temor porque siente que ha hecho algo mal. -Por supuesto, siempre como lo pide.
Le doy una sonrisa. -Gracias.
Ella me devuelve la sonrisa pero ahora, se ve más tranquila. -También su desayuno estará listo cuando haya terminado, ¿Desea sus panqueques integrales como siempre?
Ew. Panqueques integrales. -Em, ¿Tenemos tocino?
Ella levanta la ceja. - ¿Quiere tocino?
Me encojo de hombros. -Sí y tal vez algo de leche fría, si se puede.
Ella asiente, de una manera extraña. Tal vez se sorprende de que la Melinda aparentemente adinerada pida tocino y leche. -Claro, claro.
-Oye. -La detengo-. ¿Ya desayunaste?
No sabe si responderme, sin embargo termina respondiendo: -Pues, sí.
- ¿Qué desayunaste?
Ella inclina un poco su rostro. -Bueno, café y un poco de pan.
- ¿No quieres nada más? -Ella se ve como una buena persona, quizás no la he tratado bien antes, si saben a qué me refiero.
Ella sonríe. -No, estoy bien.
Me
acerco y tomo su mano. -Ve a prepararte algo, o que te lo preparen, no importa. Hazlo, te lo mereces.
Sonríe. -Eso es muy amable.
Le digo que iré a tomar esa ducha. Al salir al pasillo, me encuentro con un largo, largo pasillo.
Supongo que el baño es el último, con la puerta abierta.
Entro con cuidado y me asomo para ver si no había nadie. No quiero interrumpir a ninguna persona si está en el escusado o algo. Es irrespetuoso.
Mi toalla está en una mesa, la ducha está a temperatura perfecta.
Sonrío. Merezco esta vida
Después de colocarme el estúpido uniforme en el cual me veo rara, peino mi cabello y bajo. Esperaba encontrarme con papá o mamá pero solo están dos empleadas esperándome.
Ellas me saludan y las saludo de vuelta.
La señora de la mañana me indica que el auto está listo para cuando decida ir al colegio.
-Oye, ¿Dónde está Cass? -Le pregunto.
Ella frunze el ceño. - ¿De qué habla, señorita Line?
Señorita Line, suena raro. -No lo sé, no estaba por ningún lado, ¿Dónde está?
Ella sonríe condescendiente. -Bueno, eso debe ser porque está en Inglaterra.
¿Inglaterra? - ¿Y qué diablos hace ahí?
Todas se sorprenden por la palabra y luego ríen un poco. -Estudiando, suponemos.
Niego. - ¿Internado?
-Así es, ¿Se siente bien?
Suspiro. -Sí, estoy bien. -Tomo el tocino y lo como en pocos mordiscos-. ¿Cómo me voy a la escuela?
Ella señala hacia afuera, en donde hay un lindo jardín. -Robert, como siempre, la llevará.
Robert. -Gracias
por el desayuno, está delicioso.
Bebo rápidamente mi leche, limpio mi cara con el dorso de mi mano y salgo. Afuera, un hermoso Cadillac blanco está afuera.
-Es hermoso.
Un chico se coloca a mi lado y ríe. -Gracias.
Volteo a verlo y me encuentro con Zac. Está todo despeinado y con una camisa manchada de algo que parece tierra.
Lo veo confundida. - ¿Qué? -Pregunta.
Ruedo los ojos.
Subo al auto y por primera vez en mi vida, iré a una escuela privada.
***
La escuela era grande... bueno, colegio. Todo era tan aburrido y todos se miraban exactamente igual. Entro por la puerta con terror de los robots que me rodean, o bien, los uniformados.
-Linda, que bueno que estas aquí. -Jane me toma del brazo y me apresura el paso.
Jane de nuevo.
-Hola. -Digo desinteresada.
¿Qué hacía Zac afuera de mi casa? O mansión.
-Dios, ¿Cómo te ha ido después de lo del viernes?
¿Qué pasó el viernes?
-Juro que Monique no podría ser más cruel, ¿Nos vamos el jueves, no?
¿A dónde? - ¿Ir?
-Por supuesto, bebé. -Me lleva al baño de chicas-. Mi cumpleaños, distraída. -Ella me suelta una vez ahí-. Viena nos espera.
¿Viena?
Trago saliva. -Jane, ¿Tienes alguna idea de que clase me toca ahora?
Ella sonríe, toma un lápiz labial de su falda y suspira. -Bueno, supongo que la misma que has tenido siempre y... ¡Oh mi Dios! Melinda, soy tan estúpida, olvidé completamente que tu clase es con Dante.
Oh. Aparentemente ella me malinterpretó.
Jane olía su cabello. -Dios, tienes que contarme todo lo que hablen.
Claro. -Jane, ¿Qué puedo hacer si me toca esa clase con Dante?
Jane sonríe. -Jamás de los jamases me habías pedido un consejo, bueno, supongo que como es Arte será fácil moverte un par de lugares.
Arte. Fácil.
Ella mira su teléfono celular. -Bueno, hora de irnos a clase.
=================
Chicos, autos y mucho dinero (2)
Arte era una clase rara. Los escritorios, o mejor dicho, las mesas estaban ubicadas de manera desordenadas. Tenía tantas ganas de colocarlos todos en fila o algo. Dante estaba sentado al fondo hablando con dos chicas a la vez. La verdad, no podía importarme menos pero supongo que sentarme a su lado no será buena idea por algo que supuestamente sucedió el viernes. Como sea, tomo asiento en la otra esquina. Minutos después, Rob se sienta a mi lado.
Rob, el chico de los pingüinos. Dime que no lo has olvidado.
Toma asiento y me observa nervioso, parece que quiere decirme algo pero no tiene valor. Así que digo: -Hola, Rob.
Rob aclara su garganta. Es un chico tierno. Es alto, no tan delgado pero no es gordo. Tiene mejillas rosadas y ojos de cachorro. Adorable.
Él me sonríe y luego, su sonrisa cae.
- ¿Rob?
Aclara su garganta. -No me insultes por favor.
¿Insultarlo? -Oye, no lo haré.
Rob respira raro, muy rápido o muy lento. No lo sé. - ¿Todo bien? -Pregunto para tranquilizarlo.
Él clara su garganta. - ¿Por qué me hablas?
Río. - ¿Por qué no debería?
Me mira molesto. -Digamos que me has dicho todos los insultos posibles.
Odio a la Melinda de esta vida. -Em, lo siento. - ¿Qué le dije?-. Supongo que he sido mala, lo lamento de verdad.
Dante de pronto está detrás de mí. -Hola, Melinda.
¿Estoy en malos o buenos términos con él? -Hola.
Dante toma el hombro de Rob. - ¿Te gusta mi chica?
¿Su chica de nuevo? Vamos, esto es aburrido.
¿Por qué no puedo ser novia de algún atleta o algo? Sin ofender, Dante.
Rob niega rápido. -No, no, yo no le estaba hablando... yo... eh.
-Solo cállate, idiota. -Lo detiene, de la manera más grosera-. Bebé, ¿Cómo estás?
Dante toma mi barbilla y la retiro.
Le hace una seña a Rob para que se quite de su silla y él toma asiento. - ¿Te gustó lo del viernes?
Bufo. -No lo sé, Dante, ¿Te gustó a ti?
Soy buena con esto de hablar de cosas que no tienes la menor idea. -Bueno, me gustó ver tu ropa interior.
¿Vio mi ropa interior?
- ¿Te gusta mi ropa interior? -Le pregunto molesta-. Tómala, puedes usarla cuando quieras.
Niega, con una sonrisa de suficiencia. -Mel, escucha, sé que dejé que te alocaras pero hiciste algo realmente estúpido.
Ruedo los ojos. -He hecho cosas más estúpidas que enseñar mi ropa interior a unos idiotas adolescentes.
Él sonríe. -Dime, te escucho.
Bien, supongo que así se comportaba la vieja yo. Hay algo extraño en Dante, como que quiero golpearlo. -Como, posiblemente pensar que eras un buen partido o algo.
Se coloca de pie. -Tus pechos son un buen partido.
Oh, no lo dijo.
- ¡Dante! -Me coloco de pie-. Eres un idiota.
Y le doy una bofetada. Eso se sintió bien.
Justo en ese momento, una mujer con demasiado Botox entra y me mira. Ella grita cosas como detención y blah blah.
Agh.
En detención, me dijeron que me iban a suspender. Cuando pregunté si era por lo de Dante, me informaron que fue por un video que circula en Facebook.
Ellos me dan la computadora para que lo vea.
Veo como una versión diferente de mí, salta sobre un sofá mientras varias personas gritan mi nombre y graban con sus teléfonos. Me dejo caer en el sofá y toda mi ropa interior verde se ve el video.
Luego, tomo la cara de un chico y lo beso.
Luego, comienzo a quitarme la blusa que parece de este mismo uniforme, finalmente, Dante llega y baila descordinadamente conmigo.
Es un asco de video viral.
-Nos apena hacerlo pero lleva el uniforme del colegio y tenemos que hacer esto.
Suspiro. -Bien, como sea. -Digo.
La verdad, estoy apenada por lo que acabo de ver.
Llaman a casa, el Cadillac blanco ahora es negro y me recoje el chofer. Es raro que ni papá ni mamá hayan estado aquí.
Al llegar a esta casa, la señora de la mañana dice que mis padres se retrasaron en su viaje y vendrán hasta la otra semana.
¿Qué vuelo se retrasa una semana?
Después de ver algo de televisión y de comer todo lo que pude, me aburrí.
Cassie no estaba en el país. Mis padres no están tampoco.
Nadie está conmigo.
La puerta se abre y Zac entra sin camisa, con sudor y tierra en la cara. También con sangre en la mano.
Nos miramos en silencio, sin saber que decir. Esperen... ¡Es Zac! Se supone que las historias son de amor o algo así. Así que Zac es mi respuesta.
Ya casí se acaban mis vacaciones D: pero bueno, ¿Como están? :D gracias por leer
=================
Chicos, autos y mucho dinero (3)
La puerta se abre y Zac entra sin camisa, con sudor y tierra en la cara. También con sangre en la mano.
Nos miramos en silencio, sin saber que decir. Esperen... ¡Es Zac! Se supone que las historias son de amor o algo así. Así que Zac es mi respuesta.
- ¿Estas bien? -Pregunto, viendo la sangre.
Asiente. -Vine para que mi madre me ayudara.
¿Su madre? - ¿Tu madre?
Asiente, creo que no le gusta hablar conmigo porque responde entre dientes. -Sí, la mujer que me dio vida, la que siempre te está sirviendo tus caprichos.
Oooh. La señora amigable. - ¿Caprichos?
Rueda los ojos. -No finjas que eres amable con ella.
Él camina a algún lugar fuera de la cocina y lo sigo.
-Oye, no soy mala con ella.
-No, por supuesto que no. -Niega. Empuja una puerta y veo que es un muy diminuto baño-. Solo eres un manjar de alegría.
Su sangre cae por el lavabo y salpica todo el lavabo blanco. -Oye, espera. -Lo detengo. Apago el agua y está a punto de reclamarme, pero explico-: El agua solo hace que la sangre corra más rápido, ten. -Tomo la toalla y envuelvo su mano.
Salgo del baño y le hago una seña para que me siga.
Después de regresar del colegio, exploré el lugar y me di cuenta que en el baño que está en este nivel, pero el grande, tiene un botiquín.
Zac me sigue sin decir una palabra. Yo tomo el botiquín y le digo que se siente en un sofá. Esta casa es tan espaciosa y tan grande que creo que ya hemos perdido como, diez minutos y probablemente su mano se caerá o
algo.
Bromeo.
Quito la toalla, tomo un poco de agua oxigenada en una gasa y limpio la herida. Zac observa todo lo que hago. Luego, tomo alcohol y rápidamente aleja la mano.
Río. -No seas llorón, dame tu mano.
Rueda los ojos. -No sabes cuánto duele.
Dejo las cosas a un lado, tomo una revista que estaba en una de las mesas cerca del sofá, rasgo una hoja y la paso rápidamente sobre mi mano. Se hace una pequeña herida, tomo el alcohol y vierto un poco sobre la cortada.
Claro, arde pero no dejo que Zac lo note.
-Estás loca.
Sonríe. -Eso es verdad, ahora dame tu mano.
Zac me da su mano y se siente diferente. Está más dura pero sigue teniendo cierta suavidad. Es extraño y complejo.
Aplico el alcohol con cuidado y él se queja. Luego que ya terminé, limpio todo y vendo su mano.
-Gracias. -Murmura de una forma extraña.
- ¿De nada? - ¿Eso fue un agradecimiento?
Zac toca su torso desnudo. - ¡Diablos! ¡Ya ensucié el sofá!
Me encojo de hombros y me siento a su lado. - ¿Y?
Creo que Zac me observa como por una eternidad, con sus ojos entreabiertos y preguntándose quien soy.
Eso mismo estoy tratando de descubrir.
-Melinda, ¿Qué quieres?
Suelto una carcajada. - ¿Crees que hago todo esto porque quiero algo?
-Bueno, has sido amable con mamá por la mañana y ahora conmigo, tú no eres así.
Ruedo los ojos y me hundo en el sofá. - ¿Sabes? No sabes cómo ser agradecido.
Zac deja sus codos sobre sus rodillas haciendo que su espalda se arquee frente
a mí. No sabía que tenía varios lunares en la espalda, pero regados, como una constelación.
Sin poder evitarlo, llevo mi dedo hasta uno de ellos y lo toco. Zac se endereza rápidamente y me mira.
-Perdón, solo quise tocar tus lunares.
Zac me mira las piernas. Uy, pícaro, ¿Qué miras?
Bien, Melinda. Concéntrate.
-Tus heridas. -Señala mis piernas. Así que eso estaba viendo.
Asiento. -Las veo.
Antes no tenía marcas en las piernas, pero ahora tengo varias líneas por debajo de las rodillas.
-Esa fue la última vez que me trataste bien.
Coloca su dedo sobre una cicatriz y traza la línea como un niño pequeño siguiendo el patrón de una letra.
Me estremezco bajo su delicado toque.
- ¿Por qué no soy amable contigo? -Pregunto-. Ya sabes, según tú.
Toca la otra línea y la traza. -Ese día te caíste y te golpeaste, te ayudé y todo. Te curé y cuando tu novio te vio, comenzaste a decir que yo era el simple jardinero y que te daba asco el simple hecho de tocarme.
Oh por Dios. -Eso es horrible, Zac, lo lamento.
Zac se encoje de hombros. -Eres así, no puedo cambiarte.
Niego y Zac deja de tocarme. -No, no debería ser así. Debería ser amable y debería dejar de ser tan estúpida.
- ¿Te golpeaste la cabeza? -Pregunta incrédulo.
-No.
- ¿Te drogaste?
-No.
- ¿Tienes algún problema cerebral?
Lo empujo. -Vaya, que amable.
Zac sonríe por primera vez. -Así que ahora eres diferente.
-Sí, prometo que no seré una horrible persona.
Zac
ríe, se vuelve a colocar con la espalda arqueada y no sé si es una invitación para que lo toque.
Bueno, tomaré eso como un sí.
Mi dedo se dirige al pequeño punto de su espalda y Zac lo nota, pero esta vez no se mueve.
Dejo que mi dedo trace una línea imaginaria sobre su espalda hasta el otro lunar.
Y lo hago con el siguiente, sintiendo como su piel es tan suave.
Para el siguiente, no pude evitarlo. Toda mi palma estaba acariciando su espalda y esto es probablemente lo más raro de todo el mundo pero no puedo parar.
Zac se acomoda y mi mano aún está en su espalda, él me observa.
Solo me observa.
Tomo su mejilla y limpio una pequeña mancha con mi otra mano. Mi mano derecha deja de trazar líneas imaginarias y sube hasta su hombro, bajando por su brazo tan duro como las chicas siempre sueñan con tocar.
Acaricio su rostro. Zac es tan bello.
-Quisiera poder besarte. -Confiesa.
Sonrío, alegre que coincidimos en secretos. -Hazlo.
Zac mueve delicadamente su cabeza negando. -No puedo y lo sabes.
Veo sus labios y los toco. -Zac, si tú quieres besarme y yo quiero besarte, no entiendo porque no podemos.
Antes que me detenga con alguna estúpida escusa, mis labios tocan los suyos y si quieren detalles sucios diré que me comí su labio inferior satisfactoriamente.
Nos separamos y no puedo dejar de tocarlo. Todo.
Sus brazos.
Sus hombros.
Su rostro.
-Eres perfecto. -Admito.
Zac ríe. -Esa eres tú, la señorita perfección.
Ruedo los ojos. -Zac, no soy perfecta. Mi cabello está
frisado, mis uñas se quiebran fácilmente, mi nariz es rara, mis pestañas son pequeñas.
Zac toma mi rostro. -Esas cosas que crees que son tus defectos, no los son.
Zac vuelve a besarme y lo dejo. Él sostiene mi cintura y me coloco en su regazo. Esta escena parece tan porno pero estoy segura que no llegaremos ahí.
Excepto que estamos subiendo las escaleras.
Y estamos entrando a mi habitación.
Y estamos besándonos en la cama
Y ahora lo detengo. -Zac. -Le pido-. Esto está pasando muy rápido.
Zac sonríe. -Tienes razón, lo siento.
Lo abrazo y nos quedamos tendidos en la cama. -Quiero que me perdones, por ser mala. -Le doy un beso en la mano.
Zac acaricia mi cabello. - ¿Sabes? Cuando vine aquí, tenía quince y ayudaba un poco a mi mamá y tú me gustabas tanto. Siempre lo has hecho pero hoy, cuando dijiste todo eso y cuando me curaste, hiciste que mis sentimientos solo salieran.
Me recuesto sobre mi brazo para poder ver su rostro. -Créeme, tú me gustas desde hace un par de vidas.
Zac se toma eso como romántico y ríe,
Le pido a Zac que se quede, no importa si está despeinado o con algo de tierra en su pantalón.
No quiero que se aleje ningún segundo más.
- ¿Qué le dirás a tus padres?
Ellos vendrán la próxima semana, dejemos que la Melinda millonaria lidie con esto. -Ya veré.
Zac besa mi frente. - ¿Y a Dante?
Me cubro el rostro. -Dante puede, irse a la popo.
- ¿Irse a la popo? -Repite divertido.
-No maldigo. -Afirmo.
Zac besa mmi nariz. -Sí, claro.
Bueno. Esto es como, demasiado cursi así que pueden vomitar si quieren. Pero esto también es extraño, no sabía que estar enamorada podía sentirse así. Tan felizmente feliz.
¿Estoy enamorada de alguien que no existe?
¡OH NO! AHORA SOY COMO CASSIE.
Ella se enamora de personajes ficticios todo el maldito tiempo. Que un hombre con látigos, que uno caído del cielo, otro que es un semi-Dios y hasta de un panadero. Que altas sus expectativas.
Pero, ¿De qué hablo? ¡Me estoy enamorando de Zac!
Esta es como la típica historia de ricos y pobres. Que patético.
Sin embargo, Zac vuelve a empezar la sesión de besos y retiro lo anterior. No es patético.
Es agradable.
=================
Chicos, autos y mucho dinero (4)
Me desperté y era tarde, como casi al atardecer. Zac dormía a mi lado pacíficamente y con el cabello algo desordenado.
Su rostro estaba limpio y tenía una camiseta puesta, yo tenía una manta sobre mí. Supongo que se despertó en algún momento.
Me muevo y Zac se despierta con mis movimientos.
Aclara su voz. -Hola.
Sonrío, tan emocionada y tan... no lo sé. Siento como cada nervio de mi cuerpo está despierto. -Hola.
Zac toma mi mandíbula entre sus dedos. - ¿Qué hora es?
Me encojo de hombros. -No lo sé, ¿Las siete?
Abre sus ojos sorprendido. - ¿Tanto dormimos?
-Si, después que te tatuaras mi nombre en tu abdomen.
Zac, alarmado se levanta la camiseta y descubre que lo engañé. Me río de él.
-Eres tan bromista.
Me levanto, peinando mi cabello y bostezando. -Vamos, tengo hambre.
Zac se levanta a regañadientes, toma mi mano y bajamos así hasta la cocina.
La mamá de Zac (que aún no conozco su nombre) nos mira entrar y se sorprende. Luego, ve nuestras manos y vuelve a sorprenderse y finalmente mira la mano lastimada de su hijo y se sorprende aún más.
Pobre mujer.
-Em, ¿Señorita Line?
Suelto la mano de su hijo. -Hola, em... Zac me estaba ayudando en ciertas cosas.
Zac se ríe y lo fulmino con la mirada. Seguramente está mal pensando todo ya que hemos estado en mi habitación por más de tres horas.
-No, es solo que... ¿Está bien?
-No, mamá. -Zac interrumpe la conversación-. Melinda perdió la memoria, le dije que somos novios
y me estoy aprovechando de su estado.
Ella niega molesta pero a mí me hace reír.
Llaman a la puerta y la señora amigable estaba a punto de levantarse pero la detengo, le digo que yo iré. Me mira raro pero no me detiene. Voy a la puerta, la abro confiando que no habrá nadie malo más allá de la madera y en ese momento, Dante me toma por la cintura y comienza a besar mi cuello.
- ¡Suéltame! -Lo empujo pero me retiene con fuerza.
Huele a demasiado alcohol y a sucio. Es asqueroso.
- ¡Déjame! -Grito pero me da la vuelta, me saca de la casa y me tira a una esquina llena de rosales. Me lastimas las espinas pero estoy más preocupada por Dante que por unas rosas.
Él cubre mi boca. -Me lo debes.
Comienza a subir mi falta y trato de morder su dedo para que me suelte. Estoy temiendo lo peor.
Cierro los ojos cuando siento como toca mi ropa interior.
Y cae a mi lado.
Me hago hacia atrás gateando aleves y lloro. Zac me levanta y su madre llama a Robert, el chofer para que detenga a Dante. No sé exactamente qué pasó pero estoy agradecida con todos ellos.
Zac me abraza y sigo llorando. He sido tocada contra mi voluntad por alguien que no quiero, por alguien extraño. ¿Cuál es su problema?
Zac me aleja de la escena y me entra a la casa, nos sentamos en el sofá y me besa la coronilla.
Sigo llorando porque se sintió horrible. Sentí sus dedos fríos sobre mis piernas y como se paseaba sobre mis muslos. No quiero que suene poético porque no lo fue. Fue un asco.
Zac me abraza más fuerte, como si luchara contra dragones que quieren separarnos y yo cierro los ojos.
Media hora después, en la cocina estaba bebiendo un té.
La madre de Zac, que se llama Ellen, me había ayudado a vestirme. Ella se aseguró que no tuviera moretones. Limpió mis heridas y me abrazó. Me hizo extrañar tanto a mis padres.
Al bajar, Zac nos había preparado té y me cubrió con una manta. Yo no había hablado casi nada. No tenía mucho que decir.
Ellen dijo que iría a dormir pero cualquier cosa, que la llamara. Le da un último abrazo y se fue.
Zac se sentó a mi lado y pregunté qué había sucedido.
Dijo que ellos escucharon mis gritos ahogados y cuando estuvieron presentes, Ellen golpeó a Dante con una pala en la cabeza y luego llamaron a seguridad (No sabía que teníamos seguridad) para que se encargaran de él.
Zac dijo que yo tenía que denunciarlo. Dije que lo haría pero después.
¿La policía si quiera me tomaría enserio? Seguro dirían que fue mi culpa. Siempre cometen la estupidez de pensar que es la culpa de la víctima. Y no lo es. Gracias a Dios no llegó a más.
Ah. Esto es un asco.
Un asco total.
- ¿Zac?
Toma mi mano y la calienta con las suyas. - ¿Si?
- ¿Te quedarías conmigo a dormir?
Zac besa mi boca. -Por supuesto.
=================
Chicos, autos y mucho dinero (5)
- ¿Melinda? -Alguien con una voz muy chillona me llama.
Abro los ojos y encuentro a Jane con las manos en la boca y toda limpia y pulcra.
- ¿Qué? -Me quejo. ¿Qué le pasa para gritar así?
Luego siento peso sobre mí.
Oh.
- ¡Duermes con tu jardinero!
Zac se mueve y es obvio que está despertando. Suspiro, me salgo rápido de la cama y tomo a Jane de los hombros. -Sí, pero no es solo mi Jardinero. -Hago énfasis en la última palabra-. Es de quien estoy enamorada.
Su mandíbula cae y sigue elevando la voz. -Eso es tan asqueroso, ¿Cómo puedes? Dante es un tonto pero podrías conseguir cualquier cosa mejor que él.
Zac se clara la garganta.
Jane lo señala. - ¡Deja de aprovecharte de mi amiga! ¿No te da vergüenza ser el jardinero y pretender estar a su altura?
- ¡Jane! -No puedo permitir que le siga hablando así-. ¿Cuál es tu problema? Él trabaja y eso lo hace superior a ti y a mí, él no es un mantenido, se esfuerza y hace lo que hace para progresar.
Jane ríe. -La escuela se enterará.
- ¿Por ti? Vaya que buena amiga eres.
Ruedo los ojos y ella me señala. - ¡Yo te da permiso para que salieras con Dante tres días después que terminamos!
¿En serio salí con el ex de mí supuesta mejor amiga tres días después?
- ¡Yo dejé que arruinaras mi fiesta de cumpleaños pasada cuando te subiste a la motocicleta y obtuviste toda la atención!
Ella sigue recordando cosas que no puedo admitir que sean mi culpa.
- ¡Yo he
hecho tanto por ti, Melinda! Y tú ahora dices que no soy una buena amiga, bueno tal vez me cansé de ser tu esclava y tú sombra, tal vez estoy harta que hagas lo que hagas siempre va a ser perfecto.
-Jane...
- ¡No! -Sus ojos se llenan de lágrimas-. Esta es mi oportunidad para hundirte y rescatar la popularidad que solía tener antes que llegaras.
Resoplo. -Jane, cálmate.
-Olvídalo, duerme con tus sirvientes, se una puta... me das asco.
Y Jane se va.
Volteo a ver a Zac y me observa. Pensé que iba a consolarme o decirme algo como: "No la escuches" pero en su lugar, se levanta y comienza a caminar fuera de la habitación.
- ¡Zac! -Lo detengo.
¿Qué le pasa a él?
-Melinda, no puedo. -Admite sin verme a los ojos.
Camino hacia él y me coloco enfrente. - ¿Qué no puedes?
-Todo esto, no puedo pretender que el resultado será positivo para ti y para mí. -Me señala-. Te irás a la universidad en un año, yo seguiré aquí y tu amiga tiene razón. Yo soy solo un jardinero.
Niego pero no me deja hablar.
-Tú tienes todo, ¡Todo! Yo tengo que trabajar duro para conseguir el uno por ciento de lo que tú tienes por el hecho de nacer en un hogar millonario. No es fácil, Melinda. No puedo estar con alguien como tú.
No otra vez.
-Zac... por favor.
-Melinda, Dante no es tu mejor opción pero tampoco yo lo soy.
Y Zac me hace a un lado. Alejándose de nuevo.
Comienzo a cansarme de esta rutina.
- ¡Zac! -Grito su nombre pero ya se fue.
Siempre se va.
Llegué a la escuela.
Asistí a mis clases.
Jane me mataba con la mirada.
Dante huía de mí.
Fui a la biblioteca, tomé un libro de romance y lloré cada vez que los personajes se reían.
La felicidad es efímera.
Lloré cuando lloraban.
La tristeza es permanente.
Regresé a casa.
Zac no estaba.
Mis padres tampoco.
Me acosté a dormir, tomé una píldora antes para no despertarme con nada.
Esto era monótono.
Aburrido.
Cansado.
Necesito que todo esto se detenga.
Antes de caer rendida en sueño, me prometo a mí misma que en la próxima vida, no me re-enamoraré de Deán o de Zac, si es que el patrón se altera.
Simplemente me alejaré de esos personajes ficticios.
El amor apesta.
_________________________
¿Que piensan de todo esto? GRACIAS POR LEER!!! :D
=================
#8
Hold me, be the way you told me
Whisper something so sweet
This could be the night
Wrong feels so right
=================
Alguien prohibido (1)
#8: Alguien prohibiddo.
Buenos días, solecito.
Era una canción que mamá solía cantarme cuando no quería despertarme. No sé si es realmente una canción o ella la inventó, creo que jamás me tomé el tiempo de investigarla.
Bueno, esa canción decía algo como: "Eres el sol, si no te despiertas, las plantas no crecerán, las naciones dormirán, despierta solecito, déjame enamorarme de ti"
Quisiera que mamá me cantara esa canción una vez más.
-Buenos días. -Cassie me abraza y... ¡Cassie está de nuevo aquí!
Me levanto y la tomo entre mis piernas y la rodeo con mis piernas. Es realmente delgada así que es como abrazar a un rollo de papel gastado o algo así.
-Bueno, eso es mucho amor. Quítate. -Me empuja.
Yo sonrío. - ¿Qué días es hoy?
Bufa. -Estás loca, pero te ignoraré como suelo hacerlo. -Me lanza un suéter-. Deberías arreglarte un poco, recuerda que la tía Diane viene con el bebé y su hija.
¿Tía Diane? - ¿Quién e la tía Diane? -Le pregunto. No recuerdo que alguna vez en la vida mí mamá o papá hayan mencionado a una tía Diane.
Ella suspira. -Sí, yo tampoco la conozco pero recuerda que se quedan por una semana y son de Canadá, solo espero que la chica no sea fresa o presumida, será una molestia.
Me levanto y hago mi cama. Extrañaba mi acogedora cama. - ¿Y el bebé?
-Sip, un adorable bebé. -Cass odia a los bebés. A mí me gustan.
Asiento, tratado de recolectar toda la información.
Cassie se va y yo decido
que es hora de tomar una ducha rápida y arreglarme tan rápido como pueda.
Y lo logré. En menos de media hora estaba vestida y limpia. No era mi mejor atuendo pero al menos, me veo presentable.
Tengo algo de miedo ya que al llegar a la escuela, seguro Dean estará ahí y tendré que evitarlo hasta que los dos días se vayan volando con el viento. Quizás así se romperá el patrón, quizás si esta vez me alejo completamente de ellos, mañana despertaré y mi vida volverá a su normalidad.
Estaba desayunando cuando llaman a la puerta. Seguro es tía Diane con sus hijos. Lidiar con otra chica será difícil, supongo. Solo espero que no sea Jane, eso sería muy malo.
Cuando mamá abre la puerta y deja que entren, veo a la tía Diane. Es algo joven, o parece joven, tiene una gran sonrisa, un lindo cabello, ojos claros y un diminuto bebé entre sus brazos.
Aunque parece que es una niña
Espero a que la chica entre pero no lo hace, me acerco a saludar y Cassie se coloca a mi lado.
-Esta princesa es Marie. -Presenta a su hija.
Esperen, ¿No era al revés?
-Y aquí está su primo.
Chan. Chan. Chan. Vaya, claro que sí.
ES DEAN. -Dean. -Termina la oración cuando él entra. Se ve diferente, más canadiense.
Oh por Dios. ¿Tengo que enamorarme de mi primo? NO.
-Hola, todo un gusto en conocerlos. -Digo antes que nos presentemos uno por uno-. Soy Melinda, mi hermana es Cassie, siéntanse en casa mientras nosotras tenemos que prepararnos para ir a la escuela, nos vemos.
Arrastro a Cassie a mi
habitación. Ella me mira extraño y la siento en mi cama, cerrando con seguro la puerta. - ¡Enciérrame en el armario! -Le ordeno.
Ella ríe. - ¿Qué te pasa?
-Cassie. -Me siento a su lado-. ¿Qué tanto crees en lo que digo?
-No mucho. -Responde como la típica hermana.
Suspiro. -Cass, escucha... conozco a Dean.
Ella asiente sin dudar en nada. -Bien, supongo que en Facebook o algo, yo jamás lo había conocido.
Niego frenéticamente. -Cassie, no fue por Facebook.
- ¿Twitter? -Pregunta-. Twitter es un buen lugar para contactar personas también.
- ¡Cassie! -Hago que regrese su atención a mí-. Dean fue... nosotros... yo.
¿Qué le digo? ¿Dean fue un vampiro y luego me enamoré de él porque era un famoso mujeriego y el novio de mi mejor amiga, espera, ahora soy su prima?
-Dean fue mi algo.
Ella sonríe. - ¿Tu primo?
- ¡No! - ¿Cómo le explico?-. Cass, si te digo que y me tengo que enamorar de Dean para que la vida siga, ¿Me creerías?
Ella arruga su nariz. - ¿Qué diablos?
-Cass, tienes que encerrarme. -Tomo cinta adhesiva, la tiro en su regazo y coloco mis manos para que sean pegadas-. Debes cubrirme los ojos también y los labios, definitivamente no besaré a mi primo.
Ella hace a un lado la cinta. -A ver, ¿Te gusta Dean?
Eso es difícil de responder. -Si pero antes que fuéramos primos.
Ella ríe. -Siempre ha sido nuestro primo.
- ¡No! -Le grito, lo más bajo posible-. Antes era un vampiro.
Cas niega. -Melinda,
no hay tiempo para esto.
Tiro de mi cabello desesperada. -Mira, confía en mí cuando te digo que yo ya lo conozco y eventualmente él y yo vamos a enamorarnos y no quiero.
- ¿Por qué no quieres? -Cuestiona curiosa.
¿No es obvio? - ¿Cómo que porque no? ¡Es mi primo! Eso es incesto.
Ella ríe. -No, creo que eso es cuando un papá y su hija o algo así, ustedes son parientes no familia.
-Es lo mismo. -Replico.
-No. -Se coloca de pie, tomando el pomo-. Parientes es por el apellido, familia es con quien creciste y si se besan o no, eso no importará porque básicamente se acaban de conocer.
-Casimir. -Le pido-. Detente, enciérrame por dos días.
Ella niega con una sonrisa incrédula. - ¿Y qué harás el resto de la semana?
Que mi futura Melinda se encargue. -Ya veré.
Cass suspira. -Creo que ves demasiadas películas, pero esta vez no te haré caso y me iré lentamente de aquí.
Bien. Puedo hacer esto.
Cass se fue y cerró la puerta, decidí salir mientras ellos probablemente se acomodaban o algo. Abro la puerta y me topo con Dean. Nuestros hombros se chocaron y nos volteamos a ver.
Dean sonríe. - ¿Estas bien?
Sonrío nerviosa. Tengo que salir de aquí. -Estoy bien. -Levanto mis pulgares-. Primo, estoy bien, ¿Estas bien, primo?
Él sonríe divertido. -Estoy bien.
- ¡Genial, primo! -primo. Es mi primo-. Adiós, primo, tengo que ir a hacer cosas que las primas hacen.
Él ríe. -Estás emocionada porque seamos primos, puedo ver.
-Ja. -Finjo reír mientras camino hacia atrás.
Él se acerca y me toma del brazo. -Cuidado.
Veo hacia atrás y las escaleras están a poca distancia. Vaya, ahora me salvó la vida. -Gracias.
Su brazo aun sostiene el mío. -GRACIAS, PRIMO. -No sé porque grité tanto.
Dean ríe. -Está bien, eso es lo que los primos hacen, ¿No?
Asiento, doy la vuelta y bajo corriendo las escaleras. Tomo mis cosas y me oculto en el auto hasta que Cass llega y conduce lejos del fruto prohibido.
Esto va a ser difícil.
=================
Alguien prohibido (2)
En la escuela las cosas eran relativamente normales. No vi a ninguno de la pandilla original así que supuse que volví a ser una solitaria.
No podía funcionar correctamente. Solo pensaba en Dean y en como tendré que soportar sus miradas de chico lindo y sus sonrisas de lado. Esto es tan injusto.
¿Saben que es más injusto? Lidiar con dos chicos a la vez.
No es como si no me gustaría estar con Zac ahora mismo pero agradezco a los fantasmas de la navidad pasada que no los tengo al mismo tiempo.
Es raro también como mi mente se bloquea cuando estoy con Dean y viceversa, como que la madre naturaleza o quien me hizo este hechizo no quiere que piense en el otro chico.
Cass me espera fuera de la escuela o eso era lo que yo pensaba. Cass es más popular que yo en esta vida así que la señorita fue al cine con un par de amigas mientras que yo espero a que mamá envíe un taxi o algo.
La llamé y me dijo que no preocupara.
Pero cuando todos comienzan a irse, me preocupo.
Y, sorpresa, sorpresa. -Melinda, hola. -Dean está parada a un lado. Creo que no me había dado cuenta que ahí estaba.
Suspiro. -Mamá te envió, ¿No?
Dean sonríe. -Claro, tu hermana se fue, ¿No?
Pequeña sin vergüenza. -Ah, sí... no importa.
Dean toma mi hombro. -Vamos.
Como si tuviera veneno o acido en su mano, me alejo rápidamente. Casi como cuando huyo de las cosquillas. Odio las cosquillas tanto como odio el incesto.
Dean frunce el ceño. - ¿Algo mal?
Sonrío para tranquilizarlo.
-No, solo estoy algo tensa.
Dean hace a un lado su cabello y señala el auto de mamá. -Ven, vamos a casa.
¿A casa? ¡Mi casa! No la tuya. Ugh. -Bien.
En el auto propuse quedarme en silencio. Dean cambiaba cada estación y comenzaba a desesperarme. ¿Por qué no deja una maldita canción y ya? -Basta. -Le pido sin ganas.
Dean me mira. - ¿Te molesta?
Mi frente descansa en el vidrio de la ventana. -Un poco, sí.
Se encoje de hombros mientras toca el volante con el ritmo de la canción. -Así que, ¿Qué haces para divertirte?
-No mucho. -Tengo que ser indiferente, tal vez un poco cortante.
Dean, aun así, lo sigue intentando: - ¿Qué te gusta hacer?
Ruedo los ojos. -Un poco de todo.
Dean ahoga una pequeña risa. -Apuesto que eso le gusta a los chicos.
Oh Jesús, ya está mal pensando. - ¡No! -Mi voz sale chillona-. Dios, eres asqueroso.
Dean suelta grandes carcajadas. -Bueno, a tu novio entonces.
¿Mi novio? ¡Mi novio!
-Ah, por supuesto que le gusta. -Confieso, mejor dicho, miento.
Dean se queda con la mirada al camino pero gira un poco su rostro cuando me pregunta: - ¿Tienes novio?
Por supuesto que no. -Por supuesto que sí.
No quedamos en silencio y supuse que esto era todo lo que tendríamos hasta llegar a casa, pero después de unos minutos, sigue preguntando: - ¿Cómo es tu novio? Ya sabes, ¿Cuál es tu tipo?
Lo veo y suspiro. Jamás había pensado en mí tipo pero es lamentable pensar que él es mi tipo. Dean tiene este rostro fresco y tan relajado, no intimida
pero te hace sentir bienvenido. Tiene una linda sonrisa y unos lindos hoyuelos, también me gusta su cabello. Su aroma, huele como a cereza por alguna razón y me gusta demasiado su personalidad, tal vez no ha sido el mismo en las vidas anteriores pero siempre tiene un toque de humor.
- ¿Melinda?
Agito mi cabeza. -Ah, bueno... él es lindo y romántico.
-Feo. -Agrega.
Arrugo mi frente. - ¿Qué?
-Sí. -Afirma sonriente, algo confiado de sí mismo-. Dijiste lindo y romántico, básicamente podría estar fuera de forma y esos son sus mejores atributos, su personalidad.
Ruedo los ojos.
-Por supuesto que no es feo, es guapo y mucho.
Dean voltea a verme, con sus ojos abiertos y una diminuta sonrisa irresistible. - ¿Más guapo que yo?
Santa Sandia. -Em, yo... no lo sé.
- ¿No sabes si tu novio es tan guapo como yo?
Ruedo los ojos. -No, hablo de ti... tu eres familia no puedo verte atractivo.
Se encoje de hombros al mismo tiempo que ríe. -Si puedes, no es como si fuéramos hermanos.
¿Se me está insinuando?
Bajo la ventanilla porque comienza a hacer calor. -Dean, como sea... Zac es guapo como muy guapo.
- ¿Zac? - ¿Dije Zac? -. ¿Ese es su nombre?
Suspiro. -Sip.
Asiente. - ¿Lo conoceré?
-No. -Respondo sin titubear-. No vives el tiempo suficiente para conocerlo.
- ¿Vivo?
Claro, él no entiende. -Bueno, estarás aquí.
- ¿Dónde está él? -Pregunta.
Eso mismo quisiera saber ahora mismo. -Supongo que por ahí.
-Vaya, sabes cómo matar una conversación. -Dean niega con su cabeza, pero no bromeando. Se le ve molesto.
No me gusta sentir que fue mi culpa pero tampoco puedo hacer nada más. Tengo que aguantar hasta que todo cambie de nuevo. Solo espero que la siguiente vida no sea de mí con Zac, mi gemelo o algo loco como eso.
~ ~ ~
Dean y Cassie se llevaban bien.
En realidad, estaban jugando monopoly ahora mismo. Puedo ver como la camisa de Dean está levemente arrugada por el borde y se muestra su cadera, la cual no puedo dejar de ver con pensamientos pecaminosos.
Sacudo mi cabeza. No es algo que debería pensar.
Voy con mi madre, quien está lavando los platos y me paro a un lado de ella.
- ¿Cómo exactamente soy familiar de Dean?
Mamá, sin dejar la laboriosa tarea de quitar espagueti del plato, responde: -Bueno, mi hermano Joseph se casó con Marie, y ellos terminaron, luego él conoció a Diane, pero ella ya tenía un hijo.
-Dean. -Por supuesto que él no iba a ser mi primo real. Por supuesto.
-Sí, ¿Por qué?
Me encojo de hombros. -No nos parecemos.
Mamá me salpica gotas de agua en el rostro y decido que es hora de irme.
=================
Alguien prohibido (3)
En mi habitación, estaba escuchando música y haciendo un poco de tarea. No me gusta la idea que Dean sea mi primo y no me gusta pensar que eventualmente tendremos un momento romántico.
Cass entra a mi habitación y me tira una naranja a la cabeza. Me quejo pero ella me informa que la cena está lista.
A ver, ¿Por qué una naranja?
Cassie debe dejar de tirarme cosas.
Bajo y todos están listos para comer. La tía Diane está felizmente hablando de algunas cosas canadienses como arboles de maple o algo así. Dean es el único al lado de la única silla vacía.
Genial.
-Hola. -Le digo.
Dean me pasa un vaso de vidrio con Coca-Cola y le agradezco.
Comí tranquila y en silencio, hasta que Dean habló. -Cass, ¿Tú conoces a Zac?
Miegda... (Eso es francés para mierda)
(Eso probablemente no es verdad)
Cassie junta sus cejas. - ¿Quién?
Dean me señala con su tenedor tirando una hoja de espinaca en mi ojo. Él lo ignora. - ¿El novio de Melinda?
Mamá y papá me voltean a ver. Cass niega. - ¿Quién es Zac, Melinda?
Papá repite con voz fastidiada. -Sí, Melinda, ¿Quién es Zac?
Tiro la hoja de espinaca fuera de la mesas y tomo mi vaso de Coca-Cola para evitar responder algo que es mentira.
Dean sonríe. - ¿Existe?
Bueno, eso también me gustaría saber. -No... yo, quizás estaba jugando contigo, Dean.
Mis padres se encojen de hombros pero Cassie ríe.
Dean me pasa la sal y toca mi mano a propósito, ¿Qué está haciendo?
La mano de Dean se va hasta mi espalda y la sube, hasta mi cuello desnudo en donde su toque me erizó la piel. Me levanto de golpe de la mesa, haciendo que todo se mueva de su lugar y los vasos se caigan. Dean me mira extraño, pero lo fulmino con la mirada. Mis padres comienzan a regañarme pero me alejo, fuera de la casa.
Estoy afuera, tirada en el pasto. Observo las estrellas y trato de contarlas, pero justo cuando pienso que he acabado, aparecen más.
- ¿Melinda?
Dean se sienta a mi lado. -Hola. -Le digo.
Él mira hacia el cielo. -Has estado aquí mucho tiempo, ¿Segura que estas bien?
Me encojo de hombros. Es algo incómodo hacerlo cuando estas acostada, pero aun así él captó el gesto.
Dean se acuesta a mi lado. -Eres graciosa.
Ruedo los ojos. -Soy más que graciosa, soy un regalo de navidad, soy un milagro, soy una bendición. -Afirmo-. Soy la estrella más brillante de todas.
Dean ríe suavemente. -Sigues siendo graciosa.
-Podría contarte un chiste. -Le sugiero.
Dean hace "mhm". Yo le digo: - ¿Qué comen los pandas fantasmas?
Él espera. Es un chiste lindo, espero que se ría. -No lo sé.
- ¡Bam-Boo! -Completo, haciendo énfasis en el Boo.
Dean se golpea la frente burlándose de mi chiste. -Eres terrible.
-Espera, tengo uno mejor. -Aclaro mi garganta-. ¿Qué es verde y huele a pintura?
Dean piensa. -Podría ser un aguacate que calló en un bote de pintura, o quizás Hulk después de pintar su casa, ¿Qué es?
- ¡La pintura verde! -Celebro.
Dean
vuelve a golpear su frente ruidosamente. -Terrible.
-Es bueno, es humor limpio.
Dean suelta aire por su nariz, como una especie de risa. -Tengo uno mejor, ¿Por qué el gallo cruzó la calle?
Frunzo el ceño. -Creo que es la gallina.
-No, no. -Me corrige-. Es el gallo, ¿Por qué lo hizo?
- ¿Para cruzar al otro lado? -Pregunto.
Niega. -Nop, para encontrarse con la gallina.
Ahora yo golpeo mi frente, pero lo hago muy duro y realmente me golpeo. -Auch.
Ahora Dean sí ríe.
Me acomodo y me quedo sentada. -Dean, ¿Quién eres?
No sé porque la pregunta. Simplemente me gustaría que Zac y él vinieran con un manual de instrucciones. ¿Por qué estos dos chicos? Ambos son guapos. Ambos son tiernos. Ambos serian perfectos para cualquier chica.
-Soy tu primo. -Murmura con algo de tristeza. Quizás, después de todo, si le gusto.
Por supuesto que le gusto. Eso es obvio porque así es como ha estado funcionado siempre.
-Y yo soy tu prima. -Repito, recordando las veces que hemos estado juntos.
Suspira y dice con una sonrisa juguetona. -Y mi mamá es tu tía, y tu hermana es mi otra prima, y tu papá es mi tío...
-Ya entendí. -Le muestro la lengua.
Él se sienta frente a mí, cruza las piernas. - ¿No te gustaría hacer algo loco?
- ¿Cómo qué?
Se encoje de hombros. -No sé, robar una tienda.
-Ilegal. -Le recuerdo.
Señala a la calle. -Huir de aquí.
Aprieto mis labios negando. -Sería doloroso para mi familia no tenerme, como
dije antes, soy un rayo de sol para sus vidas.
Dean muerde su mejilla para no reír. - ¿Ir de fiesta?
-Soy pro-dormir. -Admito-. Prefiero dormir que ir a pretender que sé bailar.
Dean entrecierra los ojos. -Te apuesto tres pétalos de esta flor. -Toma una pequeña flor amarilla-. A que definitivamente sabes bailar.
-Bueno... puedo hacer Twerking si eso es a lo que te refieres. -Dean me observa y abre sus ojos-. Oh por Dios, Dean... no me digas que me estas imaginando haciendo Twerking.
Él se para de un salto. -Creo que sí. -Dean se inclina un poco y trata de mover su trasero. No puedo evitarlo pero suelto grandes carcajadas.
Él deja de moverse y también se ríe conmigo. -Vamos, Melinda, dime que quieres hacer y hagámoslo.
Extiende su mano hacia mí. Primero dudo, pero luego la tomo. -Quiero hacer cosas de las cuales me arrepienta.
Dean asiente. -Me gusta esa idea.
Dean había tomado mi bicicleta y yo la de Cass. Conducíamos en medio de la noche, lado a lado, cantando canciones de los noventa y riendo por ser tan tontos. Dejamos las bicicletas cerca del centro de la ciudad, sabíamos que alguien se las podía robar pero no lo pensamos bien en ese momento. Él, en un momento, tomó mi mano.
Caminábamos a través de las personas, de las risas, de la música y de los bailes en la calle. Dean sonreía y me dedicaba miradas.
Llegamos a la fuente que estaba ubicada justo en el medio. Una canción sonaba en el fondo, el comenzó a girarme. Ambos bailábamos como si fuera la última vez que pudiéramos
hacerlo.
-Eres genial. -Me dice.
Suspiro de felicidad. Luego, suspiro de tristeza.
Dean toma mis dos manos y las mueve de manera graciosa.
-Jamás olvidaré esta noche. -Confieso.
No lo haré. Él me hace sentir viva, me hace sentir perdida en las estrellas pero al mismo tiempo, encontrada en el inmenso universo.
-Yo tampoco.
Un grupo de personas bailan a nuestro alrededor, como un festival de música. Es tarde, pero estas personas no tienen relojes ni calendarios. Solo música.
Dean me toma por la cintura y me da una vuelta, elevándome del suelo. -Me gustas. -Dice.
Muerdo mi labio.
-Y no te veré más. -Se refiere a irse, regresar a Canadá. Si supiera que nos veremos de nuevo.
Le cubro la boca. - ¿Podemos solo bailar?
Dean asiente con una sonrisa. Seguimos bailando, saltando y sonriendo. Hace un año, jamás me hubiera imaginado esto. Bailar, en medio de la noche, en el centro con un grupo de personas que jamás volveré a ver, con un chico que apenas lo estoy volviendo a conocer... viviendo.
Esto es lo que se siente vivir.
Dean toma mi mejilla. -Es hora de regresar, cenicienta.
Asiento. -Gracias.
Toma mi otra mejilla y juro que en cualquier segundo puede besarme. - ¿Por qué?
Me encojo de hombros.
Gracias por ayudarme a vivir.
Gracias por no besarme.
Gracias por hacerme sentir.
Gracias por todo, Dean.
-Dean. -Sus ojos son hermosos, me pierdo en ellos y tiro los mapas que me ofrecen-. Dean, no somos primos realmente, tu sangre y la mía jamás se cruzan...
Él sonríe. -Se a lo que te refieres, desde que te vi no te puedo quitar los ojos de encima.
Siento el rubor en mis mejillas. -Me lo han dicho antes.
Él baja una de sus manos a mi mentón y lo levanta suavemente. No sé en qué momento las canciones se hicieron más lentas. - ¿Ah sí? -Dean explora mi rostro-. ¿Te han dicho también que eres muy divertida?
Asiento. Quiero demostrar confianza, pero me estoy derritiendo como chocolate. Un chocolate en verano. Un chocolate en verano, en el horno, a máxima temperatura. Así de derretida estoy.
- ¿Te han dicho que tus labios son tan apetecibles?
Suelto una risa tonta. -Bueno, si dijeran eso me asustarían.
Dean acerca su rostro. -Eres tan bella.
Ruedo los ojos. -Solo sigues alimentando mi ego, Dean, eso es algo un tanto peligroso para alguien que sabe que soy una princesa y...
Y Dean me besa.
Y yo lo beso.
Y colorín colorado, este cuento apenas ha empezado...
=================
Alguien prohibido (4)
Dean y yo regresamos. Nuestros padres estaban dormidos y nosotros nos besamos por última vez antes de entrar a mi habitación.
Dean me hacía sentirme mareada.
Estoy siendo tan tonta. Prácticamente me estoy enamorando de alguien que no puedo tener.
*
A la mañana siguiente me había quedado en mi cama. Sé que es jueves y que debo ir a la escuela pero no tengo muchas ganas de ir. Me aburro ahí más de lo normal. En esta vida no tengo amigos y eso es patético.
Mi madre entra a la habitación cuando ve que es tarde. -Melinda, tienes que ir.
Suspiro. -Mami, no quiero.
Ella rueda los ojos. -No me digas mami, no puedes faltar.
-Em, sí. -Señalo mi cama-. Mira y aprende.
Mamá me fulmina con la mirada. -Melinda, ve a la escuela.
Suspiro. -Mujer, entiende, en la escuela no pasa nada bueno y si falto hoy, no pasará nada.
Ella se sienta a un lado. - ¿Algo va mal en la escuela?
Hago una mueca. -Es aburrido.
-Melinda Line, levanta tu trasero y ve a la escuela.
Mamá sale y me quedo en la cama. No quiero ir, realmente me aburre estar ahí, preferiría quedarme aquí y dormir. -Hola. -Dean está en el marco de la puerta.
Le sonrío. Recuerdo todo lo que vivimos hoy. -Hola.
Él se sienta en la orilla de la cama. - ¿No iras?
-No quiero. -Admito.
Dean me da una sonrisa traviesa. -Tengo un plan.
*
Cass se había ido conduciendo cuando le dije que no iría. Ella no peleó conmigo. Mamá pensó
que ya me había ido y colocó la música de Sinatra a todo volumen. Dean y yo nos quedamos fuera de la cocina viéndola con las mejillas succionadas.
- ¡Niños! -Nos regaña-. Melinda, ¿Qué haces aun aquí?
-Te dije que no iría.
Ella gruñe. Literal. Oh no, ¡Mamá es un camello!
Espera, ¿Los camellos gruñen?
-Melinda toma tus cosas y corre a la escuela o patearé tu trasero tan fuerte que llegaras volando hasta ahí.
Río. -Vaya, mamá. Que dulce eres.
-Melinda... -La estoy desesperando.
-Después no te quejes que te dé una foto mía con la leyenda "Soy tu mejor regalo" en el día de las madres.
Mi mamá frunce el ceño. -Melinda, deja de hacerte la graciosa...
-En realidad, sin mí, el día de las madres no sería importante. Claro, tienes a Cass pero entre tú y yo, sabemos que soy tu preferida.
- ¡Melinda! -Mamá grita-. Ve. A. La. Escuela.
Silbo. -Claro, mami, con ese tono siempre.
Dean dice frente a mamá, como lo planeamos. -Puedo llevarla.
Sonrió. -Gracias Dean.
Mamá niega y dice; -Te amo pero me das más jaquecas que Donald Trump.
Oh, eso es grave.
*
- ¿Te gusta Justin Bieber? -Le pregunto a Dean.
Él no me había llevado a la escuela. Estábamos desayunando en la sombra de un árbol, cerca del centro. Estar tan cerca de ese lugar y de Dean hace que me recuerde de anoche y de nuestro beso.
- ¿Si me gusta Justin Bieber? -Repite.
Asiento. - ¿Acaso no es él como un orgullo nacional canadiense?
Dean
ríe. -Bueno, sí pero no es el único canadiense famoso.
Pienso en los canadienses famosos. Estoy segura que hay muchos pero no puedo recordar ninguno ahora mismo. -Nop, creo que no es cierto.
Dean ríe.
- ¿Estás seguro que eres canadiense?
Dean sonríe. -Estoy seguro de mi nacionalidad, sí.
-Dean, no hueles a maple, no eres canadiense realmente.
Él frunce el ceño. -Melinda, tu no hueles a hamburguesas y hot dogs pero nadie te está cuestionando.
- ¡Oye! -Me quejo-. Solo porque soy americana no significa que huela a eso.
- ¿Y tú pasión por el béisbol? -Me ignora-. ¿Por qué no hay cosas de béisbol en tu habitación?
Ruedo los ojos. -Bueno, ¿Dónde está tu palo de hockey?
-En mi habitación. -Se defiende-. ¿Y cuál es tu mascota? ¿Un chihuahua?
-Esos son mexicanos. -Corrijo-. Oh, ¡Dejaste a tu alce en mi casa mal estacionado!
Dean niega sonriendo. -Americanos orgullosos.
-Canadienses amigables.
Y ambos reímos.
El tiempo con Dean siempre es maravilloso. Me hace reír tanto.
- ¿Cuántas personas has besado? -Me pregunta.
Lo pienso. Recuerdo haber besado a alguien en quinto grado pero fue como, medio segundo. Y olía a queso. -Dos.
- ¿Dos conmigo o sin mí?
Zac y él. Eso es todo. -Dos contigo.
Asiente. -Yo he besado a tres, contigo cuatro.
-Bueno, tienes experiencia.
Levanta su ceja. -Más de la que piensas.
Me dejo caer en el pasto y cierro los ojos. El viento es suave y me gusta la calma que hay en este momento. Dean limpia algo de grama de mi cabello.
- ¿Te gusta alguien? -Pregunta.
Bueno, eso es obvio, ¿No? -Em, ¿De qué hablas?
Sonríe de lado. Dean tiene una hermosa sonrisa que cuando hace eso, de sonreír del lado izquierdo, un pequeño hoyuelo se le forma. -Bueno, me besaste pero eso no significa que te guste.
Pienso en Zac. -Creo que sí.
Ahora, no sé si me gusta Zac más que me gusta Dean. No hay comparación entre ellos. Trata de comparar a Zac Efron con Ryan Gosling y veras que no hay un resultado exacto.
=================
Alguien prohibido (5)
Cuando regresamos a casa, mi madre, Cassie y un panqueque quemado nos observan con el ceño fruncido.
Trago saliva.
-¿Dónde estaban?
Respiro lentamente. Mamá es la mejor detectora de mentiras del mundo, una vez, el FBI la llamó para interrogar a un asesino. Bueno, no es cierto pero deberían.
-En la escuela.
Dean se queda pegado a mi lado.
Ella niega, Cassie rueda los ojos. -Melinda, Cass me dijo la verdad. -Señala a Dean-. Tu madre preguntó por ti todo el día, ¿A dónde fueron?
Él se encoje de hombros. -Solo queríamos pasear, quería conocer la ciudad.
Se queda en silencio. Toca el hombro de Cassie y le susurra algo, ella asiente y sube a su habitación. Nos hace una seña para que nos sentemos y ruedo los ojos.
Solo fue un día de no ir a estudiar, ¿Es tan malo?
Mamá toma un vaso con agua y lo bebe, lentamente, mientras esperamos su discurso.
-Chicos. -Finalmente habla-. ¿Qué estaban haciendo?
Dean se apresura a responder: -Bien, lo lamento. Fue mi idea, Melinda solo accedió porque le rogué.
Mamá coloca las manos en la mesa y se sienta recta, mientras trata de buscar las palabras correctas en la madera. -Chicos, no mientan. -Levanta la mirada-. Ayer llegaron tarde, escuché risas... ¿Qué estaban haciendo?
Me siento acorralada. -Solo queríamos divertirnos, casi me voy a la universidad y no he tenido diversión en mucho tiempo.
Ella suspira. -Pero hay millones de chicos más.
Dean y yo soltamos un "¿Qué?" al mismo
tiempo.
Ella aclara su garganta. -Les guste o no, son primos, no pueden... no deberían considerarse como una cita.
Me siento tan molesta que podría simplemente gritarle, pero me controlo. Dean nos defiende: -No somos primos de sangre.
Mamá cierra los ojos. -A la gente no le importa, siempre serán primos.
Inhalo negando. - ¿Desde cuándo te importa lo que diga la gente? Además, Dean no se va a quedar aquí para siempre, solo estamos divirtiéndonos.
Mamá me mira con la mirada fría como el hielo del refrigerador. - ¿Y si te embarazas?
¡Oh mi Dios! - ¡Madre! -Le grito-. Dean y yo, solo hemos salido y eso es lo único que haremos.
Dean se voltea repentinamente. - ¿Solo eso haremos?
Por su expresión diría que está reclamándome. -Sí. -Frunzo el ceño-. ¿Qué creías?
Mamá observa la escena.
-Bueno, hemos avanzado rápidamente.
¿Enserio? -Dean, no... yo no quería que pensaras que tú y yo...
De pronto, me doy cuenta que mamá está contemplando esta conversación. Me levanto.
-Madre, quizás la próxima vez que decidas invitar a un "primo" asegúrate que no sea tan guapo como Dean, -me volteo a él-, y tú, solo porque seas guapo no significa que soy una zorra para acostarme contigo en el segundo día.
Corro a mi habitación hirviendo en furia.
Mamá dudando de mi capacidad intelectual me molesta pero que Dean haya pretendido que me acostaría con él... ¿Cómo puede pensar eso? A ver, somos primero pero eso pasó a segundo plano cuando nuestros ADN's nunca se tocaron. Y lo besé pero eso era todo lo que tenía planeado.
Si no me acosté con él en las otras vidas, definitivamente no será en esta.
Mientras escuchaba música, me decidí en hacer una lista con las canciones que mejor representen lo que he vivido hasta ahora.
Me toma un par de horas, pero cuando termino, está anocheciendo. Es raro como una persona que no me conoce escribió canciones que se aplican tanto a mi vida.
No, es raro aun como hay canciones que se apliquen a la vida de una chica que cambia de vida cada dos días.
Sé que si duermo ahora, mañana despertaré en otra vida en donde tendré que lidiar con un Zac nuevo.
Me aseguro de escribir los nombres de las canciones en la pared, detrás de mí diploma de primaria para que cuando todo vuelva a cambiar, no las olvide.
Cierro los ojos y cuento hasta cuarenta y cuatro, en el cuarenta y cinco, ya estoy cayendo en el sueño.
_______________________________
Aun falta pero despues de este, las cosas cambian un poco, o tal vez mucho ;)
Un saludo especial a: Victoooo21 Gracias por tu apoyo!!! :D
=================
#9
See I can't wake up I'm living a nightmare
That keeps playing over again
Locked in a room so hung up on you
And you're cool with just being friends
=================
Solo amigos
Como ya se me hizo costumbre, abro los ojos sabiendo que todo ha cambiado. Mamá ya no está cabreada conmigo por besar a un no-primo, Dean no está, Cassie no es una chismosa (Tal vez sí) y es turno de Zac.
Trato de peinar mi cabello con mis dedos y bostezo.
Lo mismo de siempre. Ducha. Desayuno. Cepillarme los dientes. Ropa.
Quizás, no en ese orden.
Cassie se va con una chica que no conozco y dice que me verá después. Mamá se despide con un beso en la mejilla y supongo que es mi turno de caminar.
Tomo mis cosas, y salgo. Sin embargo, un auto me sigue.
Siento ansiedad, quiero gritarle que se detenga pero acelera y queda delante de mí. Zac me hace una seña para que me acerque.
Su rostro es como volver a casa. Le sonrío.
-Hola. -Saluda-. ¿Qué te pasa, linda, se te olvida que yo te llevo a la escuela?
¿Me llamó linda? ¿Me lleva a la escuela? ¿Somos novios? Me tranquilizo y camino a la puerta del copiloto. -Em, estoy distraída.
Entro y en lugar de un beso en la mejilla o en los labios, me da un par de golpecitos en el hombro. -Vamos entonces.
El auto se pone en marcha y lo observo, se gira y eleva una ceja. - ¿Qué?
Me encojo de hombros. -Em, no lo sé... ¿Cómo estás?
Suelta una risa. -Estas tan rara hoy, ¿Estas bien, linda?
Linda. -Sí, estoy bien.
Zac abre su boca y no deja de parlotear acerca de un equipo de algún deporte, de chicas, de autos, de comida, de tantas cosas menos de nosotros.
Llegamos a la escuela y se gira.
Antes de desbloquear las puertas, me toma del brazo. Me mira con los ojos abiertos y luego, frunce el ceño. - ¿Te maquillaste?
Por supuesto que lo hice. -Sí.
Suelta una larga carcajada. - ¿Por qué?
Paso mi mano por mi cabello. - ¿Por qué no?
Vuelva a reír y termina con un silbido. -Jamás usas maquillaje, linda, te ves...
- ¿Bien? -Pregunto.
Zac abre su puerta. -Rara.
Trago saliva. Eso no lo esperaba.
Cuando entramos, Zac toma su teléfono y comienza a teclear. Trato de preguntarle si lo veré más tarde pero asiente y no sé si fue a mí o a quien sea que esté hablando.
Zac se aleja y se despide agitando su mano vagamente. Frunzo el ceño porque no tengo idea que le pasa. No es como si estuviera molesto conmigo, es diferente, es como si no le importara.
Puedo vivir con eso, pero si no le importo, ¿Qué clase de cliché es este?
Veo que Jane camina hacia mí.
¿Es la Jane mala o la buena?
Sonríe y hace su cabello a un lado. -Hola, ¿Qué tal?
Me encojo de hombros.
Ella lo tomo como respuesta. -Así que, ¿Vas a ir?
No tengo idea a donde se supone que debo ir. - ¿Dónde?
Camina a mi lado y la sigo. Espero que tengamos clase juntas. -A la "fiesta" -Dibuja comillas con sus dedos.
- ¿Por qué haces así? -La imito.
Ella suelta una risa. -Dicen que es una fiesta pero es en una casa pequeña, nada loco.
Me quedo callada. ¿Le digo que sí o que no? - ¿Se supone que iré?
Jane me toma del brazo para que camine más rápido. -Dijiste que
lo harías pero, ya sabes, aun sigues necia con invitar a Zac.
- ¿Por qué?
Jane rueda los ojos. -Vamos, todo mundo sabe que te gusta menos él. -Me da un golpecito con su codo-. Además, tienes que confirmar si iras o no, así podemos trabajar en tu transformación.
Jane me suelta y entra a un salón. La sigo y me siento a su lado. Supongo que aquí me toca también porque no pregunta que hago ahí.
-Mi transformación. -Lo digo como si ya supiera a que se refiere, y no como una pregunta. No quiero que piense que de pronto, tengo amnesia.
Asiente, toma un mechón de su cabello y lo retuerce entre sus dedos. -Donde se supone que Zac dejará de verte como su pequeña hermana.
Oh. Ahora todo tiene sentido.
Lo has visto, ¿No? Esas ridículas escenas en donde la chica nerd se quita las gafas y se cambia el peinado. De pronto, es la más ardiente. Por arte de magia, tiene pechos más grandes. Por obra de las gafas, su trasero ya no es tan flácido. Obtiene todas las miradas incluyendo la del chico de sus sueños.
Uh, no se quien está escogiendo las historias para mi vida pero esta apesta. Es tan gastada como los calcetines de Cass. Cass no compra calcetines excepto en navidad, tiene pocos pares y los usa a diario. Se los quita, los lava y los seca. Están tan ratos y feos que temo por su reputación, pero hasta ahora, nadie sabe de sus calcetines excepto tú y yo así que no digas nada, ¿Bien?
- ¿Crees que funcione? -Le pregunto.
Jane toma una goma de mascar y se la mete en la boca. -Espero que sí.
***
Siempre me pregunté qué tan real eran las películas de adolescentes con las vidas de los adolescentes normales cuando era pequeña.
Recuerdo haber visto algunas y en todas, incluí una fiesta. Un chico. Una chica.
Siempre.
En la vida real, no es tan forzado todo. Hay fiestas, siempre las hay pero no es como lo ves siempre en la televisión. No siempre hay montones de botellas en las mesas. No siempre están los adolescentes besándose en cualquier rincón. No siempre hay drogas. Solo música, bebidas y gente que no tiene nada mejor que hacer.
Jane tenía razón. Aparentemente, me gusta Zac. Bueno, ya saben, en esta vida. Todos saben de mi enamoramiento por él, menos él. Las chicas en el baño murmuraban de lo rara que me veía con maquillaje y como posiblemente es un intento fallido de conquistar a Zac. Los chicos, bueno algunos, trataron de coquetear conmigo pero alguien murmuró que yo estaba con Zac.
Así que aparentemente Zac es ciego.
Jane había alisado mi cabello, había aplicado un labial oscuro en mis labios, me dio un vestido azul y corto, tenía tacones y varios brazaletes. Me pintó la cara con varios productos de maquillaje, y esos eran solo para que no se me vieran los barritos de la frente y las ojeras.
(Porque, sí, no soy perfecta como las chicas de los clichés)
Jane me obligó a depilarme las cejas, las piernas, las axilas e incluso los brazos. No tenía muchos bellos pero ella aseguró que si Zac me tocaba, se podían sentir.
Zac no iba a tocar mis axilas, pero le hice caso.
Ella me prestó su sostén.
Es como, muy raro. Normalmente uso sostenes deportivos porque definitivamente no tengo nada de frente, pero ese mágico sostén hizo que dos pequeños pechos aparecieran por arte de magia. Y por el relleno que traen.
Ella arregló mis uñas, y se aseguró que no llevara labial en los dientes. Cuando terminamos, sonríe satisfecha.
-Fue como jugar a las Barbies. -Aplaude-. Ahora, no te encorves, toma agua o lo que quieras con una pajita para que no se caiga el labial, saca el trasero y sonríe.
Bostezo y asiento. Siento comezón debajo de mi ojo y cuando estoy a punto de tocar mi rostro, ella grita: - ¡No! Se correrá el maquillaje.
Bufa.
La tomo de los hombros. -Tranquila, no sé qué se supone que deba conseguir con todo esto pero te lo agradezco.
Jane ríe y comienza a alisar su cabello. -Tienes que conseguir al chico.
Conseguir al chico. Bien, lo tengo.
-Y si puedes, róbale un beso.
Sonrío. Recuerdo sus besos. -Lo intentaré.
Ella me mira y niega. -Hay algo en ti hoy, eres menos tímida pero... no sé, tienes algo.
Toco mi corazón y muestro un rostro dramático. -Es el amor fluyendo por mis venas.
Jane rueda sus ojos y sigue con lo suyo.
***
Jane estaba totalmente equivocada.
Esta cosa no era una pequeña reunión, era una fiesta en una jodida mansión. La gente estaba vomitando en los arbustos. Las chicas mostraban de más. Los chicos fumaban y reían. Jane no podía dejar de ver a un chico moreno cerca de una fuente.
La empujo suavemente. -Ahora habla con
él.
Sonríe. -Gracias. -Me abraza rápidamente-. Suerte.
Siempre me gustó imaginar cosas.
Me gustaba pretender que yo era Alicia en el país de las maravillas. Que caía y caía. Que mi vestido se hacía más y más pequeño y que un conejo me hablaba.
Creo que es por eso que me he tomado tan enserio lo que ha estado sucediendo. Además, no tengo opción. Algunas veces, las cosas que digo, se sienten forzadas. Como si estuviera siguiendo un libreto. Pero otras veces, lo que digo es de verdad. Las cosas que siento, son reales.
Veo a Zac sentado en un sofá, con una chica a su lado. Jamás he visto a la chica pero me hace fruncir el ceño. Zac sonríe y mueve sus dedos, nervioso. La chica ríe y asiente condescendientemente.
Espero a que ella se mueva para poder ir con él, pero antes que él se aleje o ella, Zac se inclina y la besa.
Mi garganta se cierra y mis pulmones dejan de respirar. Zac toma su mejilla y besa más rápido los labios de la chica.
Mi vista se nubla.
Zac, el Zac de aquí, no tiene idea de lo que ya hemos vivido. Pero yo sí. Sé cada cosa y cada vida, me siento engañada.
Zac no es mi novio, lo entiendo.
Verlo besar a otra chica, no lo entiendo.
La chica se toca los labios y limpia el labial de su mentón. Asco. Ella le susurra algo y él asiente, se levanta y la chica se aleja. Zac saca su teléfono y empieza a escribir algo en él.
Segundos después, mi teléfono vibra.
Zac: Holaaaa, ¿Ya llegaste?
Dios, ni siquiera nota que estoy frente a él.
Yo: Si.
Zac:
¿Dónde estás, linda?
Linda. Linda. Linda. Linda. Linda. Linda. Linda. Linda. Linda. Linda. Linda. Linda. Linda. Linda. Linda. Linda. Linda. Linda. Linda. Linda. Linda. Linda.
¿Por qué me llama así si está besando a otra chica?
Yo: No sé, paseando por el lugar. ¿Dónde estás?
Zac: Estoy aquí.
Levanto mi vista y él sigue tecleando, así que espero.
Zac: ¿Nos vemos en unos minutos cerca de la entrada?
Me tardo más de lo que debería.
Yo: ¿Tu qué haces ahora?
Zac se tarda.
Zac: Estoy charlando con los chicos.
Me mintió.
Yo: Nos vemos ahí.
Zac: Okay
Veo como la chica regresa y rodea a Zac con sus tentáculos. Él le da un beso en la cara llena de maquillaje (como la mía, ¡ups!) y ella entierra sus asquerosas garras en el cabello de Zac. Ellos susurran estupideces entre ellos y luego, se coloca de pie (El miserable, mentiroso, baboso y perdedor de Zac), le da un último beso a la arpilla y se disculpa.
Ella le sonríe pero cuando él se aleja, ella rueda los ojos y se deja caer en el sofá.
Quiero quedarme a ver que más hace esa chica. Si de pronto, comienza a besar a otro, si se saca el relleno y descubro que es hombre pero Zac llama a mi teléfono.
Contesto.
- ¿Linda? -Habla alzando la voz sobre la música-. ¿Dónde estás?
Trago saliva llena de veneno. -En el baño.
-Ven a la entrada, te espero.
Cuelgo sin despedirme y camino a la entrada justo como él ordenó a mi pequeño corazón
machucado.
Zac está sentado en un escalón de concreto a un lado de la entrada. Luce bien. Lleva vaqueros y una camisa blanca. A la luz de la noche se ve mejor que en la oscuridad de la fiesta.
-Hola. -Me siento a un lado de él.
Zac sonríe. -Hey... -Y frunce el ceño.
Luego abre los ojos.
Luego baja la vista por mi cuerpo.
Frunce el ceño viendo los zapatos.
- ¿Terminaste?
Sacude su cabeza. -Perdón, es que... yo, em. -Aclara su garganta-. Te ves tan diferente.
Me encojo de hombros. -Diferente es bueno.
Zac lucha contra sus instintos masculinos para no ver el escote, pero lo hace. Por un microscópico segundo.
Nos quedamos callado con las cabezas bajas. Presiento que Zac quiere decir algo pero no tiene el valor.
- ¿Por qué me llamas linda? -Cuestiono.
Zac alza una ceja y gira su rostro para confrontarme. -Lo hago desde siempre. -Rasca su mandíbula-. Por tu nombre. Mel lo dicen todos.
Ah.
MEL - LINDA
-Ah.
Me siento estúpida. Pensé que lo decía porque quizás pensaba que yo era linda. Porque quizás, pensé que cuando me viera toda maquillada y con un vestido, diría algo como "Eres tan hermosa" y me besaría. Pero no. Dijo que me miraba diferente. Eso es todo.
- ¿No te gusta que te llame así? -Me pregunta.
Sigo con la gran idea de cuan estúpida soy. -Llámame como quieras.
Zac se queda callado.
Se para y me mira. -Oye, necesito decirte algo. -Levanto mis ojos y espero-. Hay una chica, Lía.
Lía.
-Aja. -No quiero que me hable de Lía.
Zac toma mi mano. -Ella me gusta, Melinda.
Me encojo de hombros. -Ajá.
Aprieta los labios. Sé que mi actitud lo está molestando pero no me interesa. Quiero irme de aquí. Quiero que llueva y que el agua limpié mi cara y mis lágrimas. Quiero deshacerme de este vestido y quemarlo junto con la sensación que Zac me tiene lastima.
-Linda, ella me gusta mucho. -Explica-. Hemos estado saliendo un par de veces y quiero pedirle que sea mi novia.
Tomo una respiración larga. - ¿Y eso me interesa porque...?
Zac explota. Suelta mi mano y levanta las suyas al aire. - ¡Detente, Melinda! ¿Por qué siempre actúas así?
- ¿Cómo? -Me levanto también y gracias a estos tacones casi estoy a su altura.
Zac tira de su cabello. -Como, quieres toda mi atención... yo no puedo ser... mira, me agradas. Siempre me has agradado. Crecimos juntos pero ya no...
- ¿Qué? -Mi voz suena fuerte, dura y controlada.
Pero estoy siendo débil. Mi corazón se está agrietando.
Zac suspira. -Melinda, sé que te gusto. -Ahora si lo sabe-. Pero yo no te veo así.
Crac. Crac.
¿Por qué duele más que las otras veces?
-Yo te quiero pero solo eres mi amiga, siempre lo serás.
Siempre. -Da igual. -Crac.
Zac toma mi mano de nuevo pero se la quito. -Melinda, realmente me gusta esta chica y sé que tú has pretendido que no me quieres pero, es que, ya todos lo saben. Las chicas piensan que estoy saliendo contigo desde hace años y no es así.
Trago saliva con dolor.
-Zac, no me importa.
Tira de mi brazo. -Melinda, no te enojes.
Ruedo los ojos. -Da igual.
Niega molesto. - ¿Por qué no lo dices? Solo di que es cierto, que te gusto y así las cosas no serán tan incomodas.
No voy a llorar. No voy a llorar. No voy a llorar. - ¿Para qué? Para que todos digan que tenías razón, ¿No? La chica que se viste mal está enamorada tontamente de su amigo, vaya que lastima. -Lo empujo-. Zac, quizás me gustas o quizás no, no importa. No importa porque me maquillaron y me arreglé por casi dos horas para que por lo menos me dijeras algo bueno, algo que un amigo le diría a su amiga, no como un chico a otra chica, pero lo único que has hecho es decirme que me veo rara y que soy patética porque me gustas.
No lloré. -Melinda, lamento que te sientas así. -Toma mi mejilla-. Pero con todo este maquillaje, no pareces tú.
- ¡Vete a la mierda! -Deshago una pequeña trenza que llevaba al lado-. La chica que estaba besándote hace un rato tenía incluso más maquillaje que yo pero... pero está bien no, porque ella es perfecta para ti.
Zac se queda callado.
-Estoy segura. - No voy a llorar-. Estoy segura que tenemos una historia, que tú no eres un chico malo pero, después de esto, por favor aléjate.
Me quito los zapatos y no me preocupo por recogerlos. Camino descalza hasta la calle, en donde espero a Jane quien lleva un vestido manchado de salsa y una sonrisa con el labial corrido.
***
De regreso en casa, me oculté entre las sabanas y abrazaba una almohada. Me sentía sola y triste. Como siempre, cansada. Tenía ganas de volver a ver a Zac pero esta vez, me hizo sentirme tan sola y tan mal. No como antes.
¿Y si desde ahora todo comienza a salir mal?
¿Y si jamás volverá a sentir algo por mí?
Llaman a la puerta y Zac está parado ahí. Me hace recordar a la primera vez que hablamos. A la manera en que me sonreía y me hacía reír.
Hace una mueca. -Lamento eso.
Me encojo de hombros. -No importa, no es la gran cosa.
Estira sus brazos y me toma entre ellos. -Eres mi mejor amiga, Melinda, no es como si pudiera olvidarme de ti tan fácilmente.
Pero no me quieres.
Probablemente ni siquiera existes.
-Zac. -Me separo-. Está bien, solo... deberías irte.
Sus ojos buscan los míos. Él muerde su labio y sé que quiere decirme algo pero no lo hace, baja la vista y suspira. -Te quiero, Melinda, realmente te quiero.
Sus palabras mueven algo dentro de mí. Algo muy fuerte.
Yo también te quiero, Zac.
___________________________________________
Hola de nuevo, primero... ya casí se acaba la historia
Segundo, Gracias por leer!!! (Por cierto, casi llegamos a los 1,000 lectores!!!)
Quiero saber si les gusta más Dean o Zac? Veamos quien gana...
Tercero, este capítulo fue largo porque (Chan, chan, chaaan...) algo pasará mañana!!!
=================
#10
Last night I lay in bed so blue
Cause I realized the truth, they can't love me like you
=================
Triángulos amorosos (1)
Me despierto sintiéndome extraña. Tengo la sensación que algo está mal, o diferente. Sé que Zac en esta vida es solo mi amigo y quizás así es como debería de ser. He visto muchas películas en donde los chicos están enamorados de las mejores amigas y viceversa pero tal vez con nosotros no es así. La mañana está oscura, nublada y siento algo de frío.
Antes que todos despierten, yo ya estoy lista. ¿Qué día es hoy?
No recuerdo si ayer fue viernes o sábado. Solo sé que por alguna razón, me desperté más temprano que de costumbre y me alisté. También sé que aún falta todo un día para pasar a la siguiente vida, en donde Dean va a ser mi romance prohibido o algo así.
Cass baja y me sonríe. -Hola, solecito.
Ruedo los ojos. -Cass.
Ella niega con una sonrisa en su rostro. - ¿Te despertaste de mal humor?
Ella toma una taza de café y arrugo la nariz por el olor. -Cass, ¿Qué día es hoy?
Se acomoda el cabello. -Em, sí mis cálculos no van mal hoy es un asqueroso lunes.
Lunes. ¿Tan rápido?
- ¿Ya decidiste? -Cass pregunta.
¿De qué habla? - ¿Decidir qué?
Cass se levanta, toma un largo trago de café y deja la taza a un lado del lavaplatos. -Lo del baile.
¿Tenemos un baile?
-No... no, ¿Tú?
Bufa. -Pues tengo un año para pensar todavía, así que... -Se aleja y toma su abrigo-. ¿Nos vamos?
Agradezco que me ofrezca irme con ella. No quiero hablar con Zac ahora mismo. Creo que debería ubicarme primero. No sé de qué baile está
hablando, no tengo idea de porque me tengo que decidir o qué. Seguramente Zac irá con Lía y yo no iré.
Llevo los ojos cerrados todo el camino.
Hoy es un día en donde particularmente me siento sin humor. Siento que estoy tan gris como el día. No tengo intenciones de hacer nada divertido ni de sonreír. No tengo ganas de nada.
Alguien debería darme un descanso. Sé que soy un retorcido personaje en la historia de alguien. Así me siento, que juegan conmigo. No es justo.
Voy de un lado para el otro. Jugando a la casita con Zac y luego con Dean.
Tan solo quiero que todo esto acabe.
Lo más gracioso es que ni Zac ni Dean son reales. Ellos están ahí pero desaparecen cada dos días. Eso no es normal. Eso es extraño y quizás yo tampoco soy real.
Desde que era pequeña siempre me preguntaba eso. Si había alguien jugando con nosotros. Si nosotros no éramos más que una burbuja de recuerdo en nosotros del futuro.
No sé cómo se puede ser tan joven y pensar todo eso pero yo lo hacía, siempre me pregunté como la vida podía funcionar de cierta manera. Como hay algunas veces en donde te preguntas, "¿Y si...?" si tu no hubieras nacido, miles de millones de cosas fueran diferentes. Si tu no hubieras hablado con determina persona, las cosas serían diferentes. Cada cosa que hemos hecho parece tener un resultado que nos guía a otro más grande. ¿Cómo funciona eso? ¿Cómo puedes determinar un gran evento por una decisión tan pequeña?
Si yo no hubiera leído ese libro de Cass, ¿Hubiera pasado todo esto?
No es como si no me he
divertido. Lo he hecho, también me he involucrado mucho. Ese es un problema.
Ahora siento que Dean puede ser real como Zac. Que ambos juegan una parte importante en mi vida. ¿Por qué?
¿Realmente existen?
Seguro que ya estas harto de mí cuestionando la existencia de ellos pero qué más puedo hacer sí jamás saldré de esto. Vivo una y otra vez clichés que no terminan bien. Jamás terminan bien.
¿Dónde está mi epilogo?
¿Dónde está el momento en donde comprendo porque se me fue entregada esa mano de cartas?
Cass se miraba tan normal saludando a un par de personas fuera de la escuela. Ella jamás ha cuestionado su existencia a pesar que en algún momento fue hombre. En algún momento, ella no existió. ¿Cómo lo hace?
¿Y si todas las personas viven una historia ahora mismo y yo soy nada más un personaje secundario?
-Hola. -Zac me saluda.
Le sonrío sin ganas.
- ¿Te pasa algo? -Me pregunta.
Trago saliva, bajando el rostro. -Em, solo cansada por la fiesta de ayer.
Estoy segura que la fiesta fue un viernes o un día de escuela, no un domingo.
Zac estira su brazo y toca mi hombro. - ¿Fuiste a una fiesta ayer?
¿Qué? -Zac, tú estabas ahí.
Suelta una gran carcajada. -Nop, yo no voy a fiestas. Yo no sabía que ibas sin mí, sé que has ido con...
- ¡Finalmente te encuentro! -Una voz muy conocida resuena detrás de mí y me levantan por detrás.
¿Te has visto en un espejo? Apuesto a que sí, pero nunca te has visto en el reflejo de tus ojos. Ya sabes, cuando estás tan cerca del espejo
que puedes ver el reflejo en tu reflejo. Eso es lo más extraño del mundo. Como si fueras parte de un universo paralelo sin forma y sin fin. Así me siento ahora mismo.
Dean me baja y frunzo el ceño. - ¿Dean?
Él ríe. -Sí, te había buscado...
Zac lo interrumpe. -Oye, ¿fuiste a una fiesta ayer con ella?
Dean me mira, luego a él y de regreso a mí. -Zacary, nadie hace fiestas los domingos.
A ver, no sé si me entienden pero estos dos chicos que jamás se cruzaban están frente a mí ahora. Ellos discuten como si fuera algo normal hablar entre ellos, o bueno, discutir. Nadie se ha detenido para tomar una fotografía aunque yo quiero hacerlo. DEAN Y ZAC ESTÁN AQUÍ.
No hay razón para eso. Sé que aún faltaba un día con Zac pero aparentemente, me salté ese día y ahora los tengo a ambos aquí.
-Era broma. -Hago que se detengan.
Zac encoje sus hombros y Dean me rodea con su brazo. -Así que, ¿Te gustaría ir conmigo al baile de graduación?
¿¡Baile de graduación?! Faltaba mucho para eso.
-Hey. -Zac le quita la mano de mi hombro-. Dijiste que no lo harías así.
Frunzo el ceño. - ¿De qué hablan?
Zac suspira. -Tienes que decidir, Melinda.
-Sí, -Dean se inclina-, aunque ya sabemos que me escogerás.
¿Hablan enserio? -Chicos... esperen.
Ambos me voltean a ver.
-No sé con quién debo ir.
Zac da un paso al frente. -Melinda, hemos sido amigos desde el jardín de infantes, sabes que yo te trataría mejor que Dean.
Dean rueda los ojos. -Vaya, que gran amigo.
Zac lo confronta con la barbilla levantada. - ¡Te dije que me gustaba y te le declaraste!
Dean lo empuja. -Melinda me quiere a mí, ¿No es así?
Parpadeo varias veces. ¿Esto está pasando realmente?
-Emm... -No tenía por qué escoger, porque jamás estaban juntos ambos chicos-. Yo...
Dean me toma la mano. -Melinda, sabes que yo soy el indicado para ti.
Zac toma mi otra mano. -Dean solo te conoció hace tres años, yo soy tu verdadero amor.
Arrebato mis manos lejos de ellos. - ¿Pueden calmarse? Esto no es una telenovela, no voy a escoger entre ustedes dos. -Señalo a Dean-. Se supone que eres mi amigo, ¿No? -Asiente-. Entonces no me presiones.
Señala a Zac. -él también te está presionando.
Zac levanta una ceja. -Sí, Zac, no me presiones. No puedo escoger entre ustedes dos.
- ¿Por qué? -Preguntan ambos al mismo tiempo.
Porque ambos son guapos.
Porque ambos son geniales.
Porque estoy enamorada de ambos.
- ¿Porque no?
Me doy la vuelta y corro de mi romeo y de mi Noah, y sí, estoy refiriéndome a dramas del cine y de Shakespeare.
No es como si tenga que ponerlos en una balanza y ver quien es mejor que quien. Es que, no hay comparación. No puedo.
Voy a explotar si trato de decidir.
Además, ¿De qué sirve decidir? Probablemente veré a uno de ellos en otra vida.
________________________________________
Drama, drama, drama... por cierto, despues de esta historia... algo pasará. Gracias por leer y comentar!! :D
=================
Triangulos amorosos (2)
Al final de las clases, (y de huir de ellos), me encuentro con Dean. Él levanta una mano para saludarme y se acerca corriendo. Me besa la mejilla y me hace temblar las rodillas.
-Lamento lo de la mañana.
Asiento, tratando de no verlo a los ojos. No quiero que piense que estoy derritiéndome por él aunque sí es cierto, pero también me derrito por Zac.
-Está bien.
Dean toma mi mano. -No, no está bien. -Suspira-. Es obvio que ambos te queremos y es obvio que tú no nos quieres de esa manera.
Él suelta mi mano y se aleja. Segundos después, Zac se acerca con su sonrisa de comercial. -Hola, Mel.
Le sonrío. -Hola Zac.
Señala a Dean. -Así que... ¿Irás con él?
Ruedo los ojos y me alejo, Zac me toma de los hombros y me da la vuelta.
-Lo lamento. -Se disculpa-. Es que realmente quiero ir contigo pero, si tú no quieres, está bien. -Suspira-. Siempre me has visto como tu hermano o algo y no quiero que sea así, tú me gustas, Melinda.
Dean nos observa desde el otro lado.
Hay Dios, ayúdame.
Suspiro y tomo del brazo a Zac, lo llevo un poco más cerca de Dean y lo suelto. -Bien, la cosa es que ustedes quieren ir al baile conmigo, ¿No?
Ambos asienten.
-Pero solo me han dicho cosas como que hemos sido amigos por cierto tiempo y... siento que me presionan.
Ambos niegan y comienzan a discutir de nuevo.
- ¡Chicos! -Los detengo-. Escuchen... esto es difícil y no tengo idea porque ambos me quieren o porque no simplemente buscan
a una chica diferente.
Dean da un paso al frente y me toma de la mejilla. -Porque nadie se compara a ti, Melinda, eres hermosa y eres tan divertida.
Zac rueda los ojos y yo me hago hacia atrás. -Bien pues honestamente, no sé qué haré y quizás no quiera ir con nadie.
Hacen una mueca de disgusto pero ya no reprochan nada. Eso es bueno.
- ¿Cuándo es el baile? -Pregunto.
Zac frunce el ceño confundido por mi pregunta. -Em, el viernes, ¿No lo recuerdas?
Ya no estaré aquí el viernes. -Ah, sí... lo recuerdo.
Ambos asienten. Dean se encoje de hombros y suspira. -Bien, entonces Zacary, quizás ya no tenemos que seguir con esta pelea.
Zac sonríe. -No, amigo, no me gusta pelear contigo.
Muerdo mis mejillas para no soltar una carcajada. -Quizás ustedes deberían ir juntos. -Cubro mi boca con sorpresa-. Oh Dios, quizás ustedes están destinados a estar juntos y solo me usaban como pretexto.
Ruedan los ojos pero ríen.
Es extraño. Y raro. Y malo.
Veo a Dean y siento esto dentro de mí. Esto que pienso que él podría ser el chico que me lleve en aventuras nocturnas y que recite poesía italiana. Él podría ser quien se hiciera un tatuaje en mi honor y quien me observaría con pasión y sin titubeos.
Pero Zac.
Zac podría ser el chico que me llevaría en su auto descapotable por el atardecer, parar en la playa y besarnos lenta y suavemente. Él podría ser el consentido de mis padres y podría llenarme de rosas y amor.
Ambos son como, todo lo que una chica quiere. Ambos son tan guapos y tan dulces.
Y
yo soy Melinda.
Una chica rara, que por alguna razón, tiene dos pretendientes ardientes.
Quizás debo ser monja o algo así.
~~~
Llaman a la puerta después de la escuela. Cass dijo que iría por un helado y que pronto regresaría. Me levanto y abro la puerta. Zac está parado nervioso y sonriendo tímidamente.
-Hola, Zacarías. -Sonrío.
Zac niega. -Sabes que me llamo Zacary.
Me encojo de hombros y lo dejo pasar. Él entra y se sienta directo en el sofá. -Así que, ¿Quieres que salgamos mañana?
¿Es una cita? - ¿A dónde?
Bosteza. -No sé, si quieres podemos ir de compras o algo como eso, algo como de chicas.
Me siento a su lado y sonrío. -Así que enserio te gusta Dean.
Rueda los ojos. -No, pero pensaba que quizás quieras buscar algo para el baile y todo eso, solo quiero acompañarte aunque no vayas conmigo.
Quiero ir contigo.
-No te sientas presionada o culpable, Mel. -Hace hacia atrás su cabello con su mano y me cuesta respirar-. Ve con Dean si así lo sientes, ve con quien quieras, es el baile de graduación y mereces ser feliz.
Inmediatamente, lo abrazo. Él me rodea con sus brazos y besa mi frente. Mi corazón late de manera diferente cuando me tiene así de cerca. -Es difícil decirte que no.
Zac sonríe y muestra ese hoyuelo. Jodido hermoso hoyuelo. -Entonces no lo hagas.
Tomo aire profundamente. -Es que juro que no entiendo cómo me metí en todo esto.
Zac se hunde en el sofá. -Yo sí sé cómo me metí en todo
esto, hace tres años te dije que jamás había besado a nadie, entonces sin nada de preguntas o dudas, te acercaste y me besaste.
¿Yo hice eso?
-Y desde ese día no te puedo sacar de mi cabeza. -Veo que su rostro muestra incomodidad cuando lo admite. Seguramente está enamorado de Melinda, la Melinda que ya conoce.
Conozco a Zac por un par de semanas, pero aparentemente la Melinda de esta vida ya lo conocía y provocó que se enamorara de ella. Si eso es cierto, ¿No sería injusto? Yo no soy yo, ¿Me entiendes?
Bueno, sí soy yo pero yo no he sido su amiga de toda la vida. Él quizás me ame, quizás lo haga pero no ahora. No puede amar a alguien que no es real.
Y yo tampoco podré amarlo porque no es real.
-Entonces... ¿Por qué no... ya sabes, hiciste algo al respecto?
Zac baja la mirada. -Bueno, lo quise, yo... iba a hacerlo pero después de las vacaciones de verano, Dean llegó a nuestras vidas.
Lo veo atentamente. Hay toda una vida a su lado, y al lado de Dean que no conozco. Es como, una película. Solo he visto un poco de ella pero los demás en esta vida ya la saben de memoria.
Me siento abrumada.
En ese momento Cassie entra y nos observa. Seguro piensa que ya decidí. Que escogí a Zac para ir al baile.
Hago una seña para hacerle saber que no, que no he decidido.
-Entonces, ¿Nos vemos mañana? -Zac se levanta y asiento. Él sale y cierro los ojos.
¿Qué está pasando?
~ ~ ~
Dean me encuentra en la mañana,
me saluda y le sonrío. Solo espero que no me hable de...
-El baile. -Dice y suspiro-. Melinda, tranquila no es por eso directamente.
Hago una mueca de aburrimiento y me sonríe. -No quiero hablar de eso.
Dean toma un mechón de mi cabello y lo suelta. -No es por eso directamente, es por otra cosa.
Asiento para que siga hablando.
-Así que sabes que es el viernes, ¿No? Bueno, la cosa es que los de último año, ósea nosotros, queremos un baile realmente decente si sabes a lo que me refiero.
-Nop.
Dean coloca la espalda en un casillero y sube una pierna, recostándose como todo un chico malo. -El baile de graduación va a ser bueno pero no va a haber alcohol y tenemos estos códigos de vestimenta.
Arrugo la nariz. -Se supone que eso es bueno, somos menores.
Dean sonríe de lado y ¡Maldición! Es tan sexy. Oh, oh. ¿Dije sexy? -Melinda, dulce, dulce y pequeña inocente Melinda, la mayoría bebe desde hace diez años.
Arrugo de nuevo la nariz. -Ve al grano Dean.
Se separa del casillero. -Se ha organizado una fiesta secreta en una bodega, va a ser como un pre-baile. Casi nadie va a venir a la escuela el viernes porque seguramente van a estar borrachos y eso, entonces... creo que no quieres ir al baile conmigo y lo entiendo pero, ¿Quieres ir a esa estúpida fiesta conmigo?
Algo en su invitación me hizo sonreír. -Suena bien.
Abre sus ojos y levanta sus cejas. - ¿Enserio?
Sacudo los hombros hacía arriba. -Sí, ¿Por qué no?
Dean sonríe y besa mi mejilla. En ese mismo momento unas chicas, más jóvenes que nosotros nos observan y directamente a mí, me asesinan con sus ojos mal delineados.
-Las pequeñas nuevas me odian, aparentemente.
Dean se voltea a verlas y ellas sonríen hacia él. Dean regresa su mirada a mí. -Es tu culpa, tus mejores amigos han sido los chicos más ardientes en toda la escuela como, por siempre.
Bufo. -Si claro.
Dean y yo comenzamos a caminar a clase, él rodea mis hombros con su brazo y cada vez más me doy cuenta de cuantas miradas celosas me observan. Si la mayoría de las chicas pudiera, me empujarían lejos de Dean ahora mismo.
-Oh, amo las amenazas por vía visual en las mañanas.
Dean revuelve mi fleco y ríe.
_____________________________________________
You got that James Dean daydream look in your eyes...
Holaaaa!!! Parece que ahora sí Melinda tiene que decidir ;)
¿Quien será? Tal vez Dante...
=================
Triángulos amorosos (3)
- ¿Aceptaste ir al baile con Dean? -Zac pregunta a la salida de la escuela.
Le doy una mirada molesta. -Pensé que dijiste que era mi decisión. -Me detengo frente a él-. Además, no... no lo hice.
Acepté ir a una fiesta con él en donde seguramente ya no estaré y jamás sabré si alguien se emborrachó o no.
-Él dijo que saldría contigo y que aceptaste.
Dios, son tan infantiles. -Pues te mintió, solo iremos a una fiesta que será el jueves.
Frunce el ceño. - ¿Enserio? Digo, pensé que no te gustaban las fiestas.
-Zac, no importa, ¿Bien? -Exhalo fuertemente-. Solo, si quieres ven también, iremos los tres.
Zac toma mi brazo y caminamos hasta su auto. -No, no quiero ir... no importa.
Entramos al auto y él conduce en silencio.
Zac y yo no hablamos mucho, seguramente estaba celoso. O molesto. O ambas cosas.
Dean me enviaba varios mensajes. Cosas graciosas y nada relacionado al amor o algo así. Creo que ya comienzo a entender un poco, quizás Dean se siente atraído por mí. Quizás quiere salir conmigo y besarme. Quizás quiere besarme mucho.
Pero Zac quiere algo más. Zac está molesto con Dean por confundirme y Zac quiere estar conmigo, como, realmente estar conmigo.
Dean podría estar enamorado de mí.
Pero algo dentro de mí me hace pensar que quizás Zac me ama.
Y no sé qué pensar de todo eso.
~ ~ ~
No quiero aburrirte con los detalles así que esto es lo que pasó:
· Zac
y yo fuimos a varias tiendas de ropa y me enamoré de tantos vestidos que simplemente no podía decidir.
· Olvidé que no soy la mejor usando vestido.
· Me siento con las piernas abiertas.
· Eso no me detuvo de comprar un vestido.
· Zac piensa que me veo hermosa con ese vestido.
· Me sonrojé
· Ah... sí, después del segundo día en donde todo volvería a cambiar, ¿Adivina que sucedió? ¡NADA! Sigo en esta vida.
· Aquí.
· Con Dean y Zac.
· Juntos.
Eso es un resumen de lo que ha pasado en las últimas 72 horas de mi vida. Zac, después de acompañare a comprar vestidos, se veía triste y me hizo prometerle que aceptaría la invitación de Dean. Que Dean me merece.
AAAAAHH y luego, Dean, un día antes de la fiesta a dónde íbamos a ir me dijo que debería ir con Zac.
Así que ahora quieren que vaya con el otro.
Digamos que mi vida es como esas comedias que las actuaciones son pésimas y los chistes son reciclados. Sí, mi vida es una comedia. Una en donde nadie se ríe. Ni siquiera yo.
Pero bueno, de alguna forma, es jueves y llegué a sobrevivir al acoso de Dean y Zac. Lo único bueno de todo fue poder convencer a Zac que nos acompañará a la fiesta.
No tengo idea si aún puedo decidir y no sé si quiero decidir.
ESTO. ES. ESTRESANTE.
Zac, Dean y yo estábamos ahora mismo en la fiesta. Justo como Dean había dicho, varias personas ya estaban emborrachándose. Zac por alguna razón llevaba una mochila algo pequeña
con él, no le pregunté y él tampoco lo mencionó.
Dean me observa y susurra en mi oído. -Eres muy hermosa.
Sonrío y lo volteo a ver. Dean me corta la respiración.
- ¿Quieres bailar?
Reconozco esta canción. Es como del 2007 y algo pop, no sé, tiene ciertos toques románticos que supongo es la razón por la cual hay varias parejas bailando lento y cerca.
Zac parece no notar cuando me pongo de pie y sigo a Dean. Dean toma mi cintura y me acerca a él.
Ya he bailado con él antes pero esto es diferente. Me siento liviana y me siento tan bien.
Dean besa mi mejilla. -Jamás pensé que podría sentirme así por una chica. -Su rostro está tan cerca de mí-. Me vuelves loco, Melinda... hay algo en ti que me hace pensar que... no sé, esa mierda de las películas y todo eso que nos hace vomitar, quizás existe.
Sus palabras son hermosas pero me dan miedo.
Dean acaricia mi mejilla. -Esto suene demasiado honesto pero, cuando estoy contigo, mi mundo es mejor y yo... solo quiero darte un beso.
Bajo la mirada. No sé qué hacer.
Quiero besarlo.
Puedo besarlo.
Pero Zac puede vernos y sé que no quiero que Zac nos mire. Dean entrecierra los ojos y sonríe, pero no luce tan feliz. -Melinda, perdón por eso, no quiero que sientas que tienes que hacerlo.
-Dean. -Tomo su mano-. Estoy muy confundida.
Dean me abraza. -No te preocupes, nunca jamás.
Me río entre su abrazo y detrás, veo como una chica nos observa algo triste.
Bueno, esto es interesante.
Estoy segura que en algún momento
dudé si yo era un personaje secundario de otra historia, pero aquí está la cuestión. De alguna manera, todos somos personajes de muchas historias. Podemos ser como algunos que solo aparecen caminando por la calle o, por ejemplo, para esta chica puedo ser quien evita que Dean la note. Quizás esta chica ama a Dean y quizás piensa que soy su novia.
Quizás ella debe estar con Dean.
Me despego de él y lo miro con una sonrisa cómplice.
- ¿Qué? -Pregunta algo temeroso.
-Así que, hay una chica detrás de ti y pienso que quizás deberías bailar con ella.
Dean me mira por un segundo y luego sonríe. -Estas algo loca, Melinda.
Le doy un beso en la mejilla y lo vuelvo a abrazar. -Solo hazlo, bebé.
Levanta su ceja divertido y me tira un beso, se gira y creo que reconoce a la chica en un instante. Ella abre los ojos cuando él comienza a preguntarle si quiere bailar con ella. Se sonroja y lo sigue a otro lado de la habitación.
Me siento a un lado de Zac y me río. Él frunce el ceño y lo empujo suavemente con el brazo.
Comenzamos a hablar de cosas sin importancia y finalmente, confieso que odio las fiestas.
Suelta una carcajada. -Yo también.
Me recuesto en su hombro y me siento bien haciéndolo, digo: -Deberíamos solo, huir de aquí.
Zac me observa y creo que sé lo que está pensando.
*
Zac me había tomado de la mano y habíamos escapado de la fiesta. La verdad no tenía muchas ganas de quedarme, pero sí tenía ganas de quedarme con Zac.
Últimamente he
estado muy confundida.
Era Zac o era Dean, pero tenía que decidirme por mi bien.
Y después de decidirme, ¿Qué pasará?
¿Seguiré viviendo vidas hasta que vuelva con la persona que elegí?
Zac me lleva fuera en la calle, en donde el viento sopla con delicadeza y la gente está preparándose para dormir. Las luces anuncian la llegada de la medianoche y la mano de Zac, me guía más allá de mis límites.
- ¿A dónde vamos? -Pregunto, emocionada.
Él sonríe. -Tranquila, tendremos nuestro baile lento.
Río. - ¿De qué hablas?
Señala un parque que está cerrado, es algo pequeño pero por dentro se ve hermoso. Tiene cascadas de luces alrededor y me encantaría estar ahí.
-Zac, está cerrado.
Él se ríe. -Saltaremos los obstáculos.
Sonrío. Esto es emocionante. La aventura que estamos viviendo.
Zac me ayuda a subirme a una pequeña pared de ladrillo, luego con algo de dificultad entro. Espero por Zac y el salta cayendo de pie.
De su mochila saca una bocina negra. De esas pequeñas. Sonrío negando.
Él toma mi mano y la sostiene mientras se las arregla para conectar su teléfono con el cable auxiliar.
No sé porque, pero todo esto me parece un gesto muy tierno. Estoy emocionada y estoy ansiosa.
Tengo miedo por alguna razón.
Zac finalmente deja la bocina y la canción suave y lenta se escucha. Es tipo de los ochenta y no podría estar más complacida con su elección.
Zac me toma de ambas manos y me mira directo a los ojos.
Se me hace difícil respirar. Estoy con él y estamos juntos. Estoy
feliz y mi corazón no deja de latir con fuerza.
-Melinda, ¿Bailarías conmigo?
Estoy demasiada nerviosa como para responder, así que solo asiento. Zac me rodea por la cintura y su mejilla se posa junto con la mía. Cierro mis ojos sintiendo el frío viento en mi rostro.
-Sé que tu corazón está confundido. -Zac susurra.
-Zac. -Trato de detenerlo.
Él, no me deja. -Melinda, escucha. Sé que estas confundida y eso está bien pero solo quiero pedirte, que sea lo que sea, pase lo que pase, jamás olvides esta noche.
Me despego, tomo con una de mis manos su rostro. -Jamás podré olvidarte, Zac,
Zac y yo nos miramos por lo que pareció toda un vida. Una vida que no tenía un final congruente y que posiblemente no tendría siquiera un final.
Zac y yo, sea como sea, jamás acabaríamos juntos. Jamás habría un "fin" en letras grandes, mucho menos un "vivieron felices para siempre"
Zac quizás no existía en mi realidad.
-Melinda, espero que Dean te haga feliz.
Sonrío. -Y yo espero que tú seas feliz.
Zac me abraza, enterrando su rostro en mi cuello.
El chico siente mucho por mí y yo también por él. Siento que a su lado estoy bien.
Completa.
-Zac.
Me despego. Él me mira y espera a que hable.
-Quiero a Dean. -Confieso. Zac parpadea varias veces y se nota incomodo, sin embargo, tomo su barbilla y fuerzo a que me vea-. Lo quiero, hemos vivido ciertas cosas que jamás se irán de mí, él me hace reír todo el tiempo y me hace pensar que entre nosotros hay una conexión indudable pero él no es Zac, osea tú.
Los ojos de Zac se abren de sorpresa.
-Quiero a Dean, pero estoy enamorada de ti.
Zac sonríe y me abraza.
Siento algo extraño dentro de mí, veo mi reloj de muñeca y reacciono. Faltan ocho minutos para las doce.
Para la nueva vida.
-Zac. -Le pido-. Bésame.
Zac sonríe. - ¿Solo así?
Asiento frenéticamente. -Tienes que hacerlo, hazlo.
Sus labios los he probado, pero si tendré que volver a hacer todo de nuevo, quiero un último beso.
Zac toma mi cintura, me acerca y nos besamos.
Y fue un beso tan malditamente delicioso.
Sigo besándolo hasta que mi cuerpo se siente débil.
En un dos por tres estoy en el suelo
Y esta historia termina.
Otra vez.
___________________________________
Chan chan chan... ¿Qué pasará mañana?
=================
Toda historia...
Toda historia, tiene un fin...
Estaba lloviendo.
Hace mucho tiempo que no llueve, pero hoy estaba lloviendo. Quizás esta vez me enamoraría de un hombre lobo o tal vez de un superhéroe. Todo era posible.
De alguna manera, me hacía sentirme calmada y he decidido que hoy no me despertaré. A ver, si ayer parecía ser viernes, eso significa que hoy es sábado, mejor para mí. No hay escuela.
Dejo que mis ojos se vuelvan a cerrar cuando comienzo a escuchar susurros. Oh, tal vez si estoy loca después de todo.
Siento algo extraño en mi pecho, no sé qué es pero se siente diferente. Ayer besé a Zac y lo escogí pero ahora tendré que vivir una realidad alterna una vez más. En la vida pasada Dean y Zac estaban por primera vez juntos, y ahora aquí, no sé qué pueda pasar.
No es que no me guste Dean pero sentiré como algún tipo de traición si no estoy con Zac.
Me siento tan estúpida. Dean y Zac no existen, solo son como... personajes literarios traídos a la vida no tan real.
Sigo escuchando los susurros y ruedo los ojos sin abrirlos (se puede) suspiro y escucho un: ¡Feliz cumpleaños!
Abro los ojos de golpe.
Papá, mamá y Cassie me miran sonrientes. Mamá lleva un pequeño pastel de cumpleaños, papá lleva un gorro ridículo y Cass sonríe mientras toma una fotografía.
Limpio mis ojos y trato de aclararlos. Esto va mal. ¿Ya pasó un año? ¿Tengo dieciocho?
Mis padres me abrazan y yo sigo en estado
de shock. No estoy entendiendo nada.
- ¿Qué pasa? -Cassie ríe cuando pregunta-. ¿La vejez te fundió el cerebro?
- ¿Qué día es hoy? -Pregunto, aun tratando de entender todo.
Mamá contesta: - ¡Tu cumpleaños! -Ella besa mi frente-. Pero aun tienes escuela, así que vístete y cuando regreses todo estará listo para tu cena familiar.
¿Cena familiar? Esto se parece tanta a... - ¿Volví? -Pregunto casi con un grito.
Veo a mis padres quienes no saben que responder, veo a Cassie quien sigue siendo tan Cassie como la recuerdo. Veo a todos y no puedo creerlo. ¡Volví!
Me cubro la boca emocionada. - ¡Estoy de vuelta!
Papá niega sonriendo. -Jamás entenderé que pasa por tu mente, Melinda pero aun así te amo.
Me lanzo sobre él y lo abrazo. Mis padres no cambiaron mucho en las vidas o sueños, o lo que sea, pero los amo y los quiero tal y como son ahora. Veo a Cassie y la atraigo hacia mí con fuerza. Amo tanto a mi hermana que jamás me quejaré de nuevo de ella. Todos sus errores y molestias son lo que la hace ella y nadie más.
Jamás me había dado cuenta cuanto amaba a mi familia. Cuanto me desesperaba y cuanto pensaba que eran molestos, pero en realidad, ya no importa. Los quiero tanto y me hicieron mucha falta. Mi familia es lo único estable y seguro que he tenido y cuando las cosas comenzaron a cambiar, esa seguridad se estaba desvaneciendo.
Ellos me abrazan y quiero llorar. Los amo.
Se separan y tomo mi pequeño pastel. Ellos salen de la habitación y lo dejo a un lado de mi escritorio.
Esto es extraño pero se siente
bien estar de vuelta.
Pruebo un poco de la cubierta con mi dedo y busco rápidamente mi ropa. Siempre he ordenado mi habitación de dos formas, las cosas que uso y las que casi nunca uso. Hoy decido dejar mis jeans y voy por los vestidos. No importa si la gente me ve diferente, me siento diferente y eso es lo que importa.
Tomo mi ducha rápidamente, cepillo mis dientes, me aseguro que mi cabello esté bien peinado y bajo las escaleras.
Siento un tipo de emoción dentro de mí, como si algo realmente bueno va a suceder. Pero claro, ya está sucediendo.
El auto ya no es el Jeep, eso también es extraño pero bueno, ese viejo Nissan también es funcional.
Cassie me habla de un show que vio anoche y también habla de los koalas. Ella ama a esos animales, y la dejo. Normalmente le pedía que se callara pero ahora pienso que es interesante y además, es mi hermana, debo tratarla bien.
Llegamos a la escuela y se siente extraño. Normalmente veía a alguien que conozco pero ahora me doy cuenta que no tengo amigos. Y eso no es una sorpresa pero siempre pensé que la gente era muy común para mi gusto, que jamás conocería a alguien tan raro o singular como yo, ahora me doy cuenta que jamás le di una oportunidad a las personas. Me gusta estar sola pero no sentirme sola. Quizás hoy es un buen día para comenzar a hacer amigos.
Cassie me abraza antes de dirigirse a su clase. Yo voy por mis libros a mi casillero y me encojo de hombros cuando el timbre suena y nadie me desea feliz cumpleaños. Creo que es cierto cuando dicen que los seres humanos somos seres sociales.
En
la primera clase, inglés, me dediqué a contestar todas las preguntas que la sustituta hacía. Sé que sonreía satisfecha cuando al final, todos levantaban sus manos también.
Se sentía correcto. No sé si alguna vez lo has pensado pero cada maestro y cada adulto fue un chico en algún momento. Fue alguien que se enamoró de alguien y que lloró por alguien. Que todos estos adultos viven por algo más que fastidiar. Creo que por alguna razón, veo las cosas de distinta manera ahora. Se siente bien.
Me siento bien.
En matemáticas, me propuse participar. Quizás sigo siendo una zoquete en mate pero está bien. Hay tiempo y libros. Sino, siempre está el internet.
Pasé las siguientes clases sonriendo y participando. Algunas personas me miraban raro, los entiendo. Hace unos semanas, o mejor dicho, ayer... ¡Como sea! Ayer era una chica diferente. Básicamente me gustaba ignorar a las personas, hacer comentarios sarcásticos y rodar los ojos cada vez que alguien reía. Era una amargada.
Ya no más.
Se siente bien estar bien y probablemente te estos hartando con tanta felicidad pero después de dar tantos giros en tan pocas semanas, es agradable tener los pies en algo común. Algo que ya conoces. Como cuando vas de viaje por mucho tiempo y si, es agradable pero cuando regresas a tu casa... es tu casa. Tu cama. Tu hogar. Nunca me cambié de ciudad, nunca salí del país mientras vivía ese tipo de sueño, pero la seguridad de tener a las mismas personas a mí alrededor... eso es el hogar. No es un lugar. No es una dirección. Es una persona. Son tus personas.
Aunque extraño
a una persona.
He estado pensando mucho en las personas que conocí. Jane, Dean, Monique, Zac, Dante, Rob, y todos los demás. ¿Qué pasa con ellos? ¿Qué fue de ellos?
Recuerdo haber leer que jamás soñaras con personas desconocidas. Que esos rostros los has visto antes. ¿Dónde están entonces?
¿Qué pasó con Zac y con Dean?
Me muerdo el labio mientras intento recordar el beso con Zac. Los besos con Zac.
Jamás consideré enamorarme antes de cumplir veinte. Cuando eres adolescente eres torpe e inútil, muy inocente y te pueden lastimar tantas veces con unas sonrisas y un chico lindo, pero ahora... no sé qué pensar.
Quizás es cierto lo que dicen. No hay edad para el amor. Quizás encontraras a tu verdadero amor a los cuarenta o tal vez, a los quince.
Quizás justo después de tu décimo séptimo cumpleaños. Como yo.
Bah, soy tan cursi. Zac no puede ser mi verdadero amor, no puede ser el único si no existe. Si es solo parte de mi imaginación.
Pero quisiera que fuera real.
Al menos para mí, lo fue y lo será.
Es hora del almuerzo y como en mi vida real no tengo amigos, voy a la biblioteca. Después de pensar en todo esto me pregunto si los libros serán tan malos como siempre he pensado.
En realidad, no sé porque pensaba eso. Los libros son fascinantes, es como si, una autora con mucho talento pone lo que tú piensas de la vida en palabras. Te ayuda. Te hace reír y llorar. Siempre critiqué a Cass por leer ridículas novelas, siempre pensé que las novelas no tenían nada de educativo o por lo menos, algo que valiera la
pena leer pero, ¿Y si me equivoqué?
Por supuesto que lo hice. Las novelas son románticas la mayoría de las veces pero no todo es miel, por lo menos no con un buen autor. He estado leyendo fragmentos de novelas y lo encuentro asombroso. Hay todo tipo de emociones y recuerdo muy bien cuando Cassie decía que los libros le han enseñado valiosas lecciones que jamás un humano ha podido. Y creo que es divertido, es como tener amigos guardados, ellos están ahí, como del tipo de personas que siempre cuentan una buena historia.
Eso es lo que los personajes de los libros son para mí ahora. Personas reales en otra dimensión. Cada vez que abres el libro, te cuentan su mejor historia. Es genial. Me estoy enamorando de la lectura.
Y sin duda, encontraré un novio literario tan atractivo como Zac en alguna novela de Cassie.
Sigo leyendo decidiendo que libro tomaré para llevarme a casa. Las novelas clásicas no parecen tan malas como siempre pensé. Dios, que equivocada estaba.
¡Al diablo la televisión!
Escucho un ruido a mi lado, seguido por un "Shh..."
Volteo y veo que una chica recoge varios libros frenéticamente. Me siento apenada por ella, pero regreso mi vista a mis libros. Luego me doy una bofetada mental.
Me levanto y voy a ayudarla, cuando nos ponemos de pie ella me sonríe y...
¿Qué rayos?
¡Es Monique!
Bueno, una versión diferente de Monique.
No lleva el cabello corto, ni verde. Lo lleva marrón, casi como el mío. Tiene el mismo rostro lindo de siempre pero se mira tímida, como... una Monique más insegura.
Ella sonríe
con pena. -Gracias.
Me encojo de hombros. -No hay problema.
Toma los libros de mi mano y le sonrío. -Soy torpe.
Ruedo los ojos divertida. -Ni me lo digas, soy la más torpe... siempre tropiezo y todo.
Ella ríe suavemente. -Ah, eh... Mérida... Mi nombre es Mérida.
¿Mérida? -Un placer, soy Melinda.
Le hago una seña para que nos sentemos en mi mesa. Ella obedece y deja sus libros junto a los míos. -Así que, Mérida, ¿No?
Expulsa una risa ahogada. -Sí, es raro no... Mi nombre es el peor de todos.
-Mérida no es tan malo. -Afirmo. Es un nombre como de... de marca de pimientos. Incluso puedo imaginarme el anuncio. "Pimientos Mérida"
-Oh, en realidad, mi nombre completo es como... un asco. -Niega riendo-. Mérida Monique H. Mitt.
M. M. M. -Eso suena genial, al menos tu apellido no es una "Línea ardiente"
Ella frunce el ceño. Suspiro. -Melinda Line, mis compañeros de la primaria me llamaban así, Hot Line.
Niega con una sonrisa.
La observo. Así que al final si se llamaba Monique, pero, ¿Cómo lo sé? - ¿Tenemos alguna clase juntas?
Ella hace una mueca cuando piensa. -Creo que quizás teníamos una clase, te he visto por los pasillos pero jamás hemos hablado.
Yo no diría jamás. -Lo sé, es raro como ves a tantas personas todos los días siempre y jamás les hablas.
Ella asiente con una mirada aprobatoria. Creo que nos llevaremos bien.
- ¿Te gusta leer? -Pregunta.
-Novata. -Admito-. Soy toda una novata en esto.
En ese momento,
un chico detrás de mí llama a Mérida. Ella lo saluda y le hace una seña para que se acerque.
¿Lo pueden creer? ¡Es Dante!
Bueno, él no ha cambiado tanto, sigue viéndose igual. La única diferencia es su cabello, se va más brillante.
-Hola. -Extiende su mano hacia mí-. Dante Moris.
Tomo su mano. -Melinda Line.
Él se sienta al lado de Monique. - ¿Qué hacen?
Monique... Mérida niega. -Hablamos, ella me ayudó con unos libros.
Dante ríe. -Eres linda cuando eres torpe.
Oooh. Esperen. Sonrío como si no pudiera evitarlo. - ¿Están juntos?
Ellos asienten. Por alguna razón, me agrada la idea de ellos estando juntos. Son totalmente adorables. Monique de cabello verde y Dante de cara asustadiza no eran compatibles en absoluto pero Mérida de cabello largo y sedoso y Dante, un chico normal... los emparejo totalmente. Soy su fan.
Soy una rara.
- ¿Tienes novio? -Ella pregunta.
Suspiro. -Algo así, me gusta alguien pero no hay nada de términos o relaciones cambiadas en Facebook.
Ellos asienten.
Dante me observa con el ceño fruncido, está viendo algo en mi rostro. Levanto mi ceja y niega, relajándose y mostrando una sonrisa. -Lo lamento, es solo que pienso que te he visto antes.
-Quizás lo he hecho, misma escuela, misma gente.
Hace una cara de pensativo. -Sí, quizás es eso.
-Bueno, ha sido divertido pero debo irme. -Les digo, antes de marcharme, me arriesgo-. Chicos, sé que es loco porque básicamente nos acabamos de conocer pero, ¿Les gustaría hacer algo más tarde? Hoy es
mi cumpleaños y ustedes probablemente tienen planes pero quizás quieran comer pizza o algo.
Mérida/Monique se levanta y asiente. - ¡Feliz cumpleaños!
Me encojo de hombros.
Dante asiente igual. -Felicidades.
Me despido y salgo, con una sonrisa en el rostro.
Habíamos estado riendo de camino a casa. Llamé a mis padres para avisarles que invité a dos amigos. Ellos, tanto como se puede, estuvieron sorprendidos. Los comprendo. Yo tampoco lo creo.
Comimos pizza y me cantaron feliz cumpleaños. Me dieron abrazos y mis regalos.
Fue una asombrosa pequeña fiesta.
Monique era divertida y como si fuera parte del destino, hablaba conmigo como si fuéramos mejores amigas. Ella me habló de su romance con Dante desde el verano pasado y de muchas cosas más. Le pregunté si alguna vez le gustaría teñirse el cabello. Me dijo que sí. Pregunte por el color.
Dijo verde.
Dante era igual de genial, y aunque en algunas vidas pasadas fue un tonto, aquí era divertido y seguro. Miraba a Monique con mucho amor. Sin duda, ellos ya encontraron el amor.
Cassie envolvió una caja a último minuto, dijo que lo abriera a media noche. Puse los ojos en blanco pero no discutí. Ella siempre quiere que todo suceda a media noche.
Cassie nació a media noche, ella piensa que todo lo mágico sucede a esa hora de la noche, o de la madrugada. Como sea.
Subo a mi habitación y dejo todo en mi cama, justo antes de bajar veo una nota purpura sobre mi cama. Tiene letra en cursiva exagerada.
Veo a mí alrededor como si alguien estuviera cerca de mí. Siento que soy observada.
Tomo la nota y leo:
"LAS COSAS EN LA VIDA, SON BUENAS"
Y eso es todo.
Un momento. Ahora lo recuerdo.
Antes de dormirme leyendo el libro, después de leer sobre la canción de la chica en el libro de Cassie... había una nota.
Era plateada y decía:
"¿QUIÉN DICE QUE ES FICCIÓN?"
Mi corazón deja de latir y luego late como siempre. ¿Fue real? Digo, algo tuvo que ser real. Monique está aquí. Dante está aquí pero, ¿En serio?
Pero, ¿Por qué ellos?
¿Por qué ellos precisamente? ¿Por qué no he encontrado a nadie más?
Le doy vuelta a la nota y con letra más pequeña dice:
Feliz cumpleaños, Melinda. Y ahora dile a las nubes y a los granos de arena que no solo los que retroceden de la luz tienen una segunda oportunidad.
Con amor... el amor.
No tengo la menor idea que es esto. Puede ser una broma de Cassie, pero, cuando las letras desaparecen del papel, una lágrima se desliza por mi mejilla. No sé porque yo. No sé porque.
Pero ocurrió.
Alguien, algo... me está dando una segunda oportunidad.
Limpio la lagrima y guardo el papel en blanco en mi escritorio. Será mi recordatorio de que la vida real no es tan mala. Que los cuentos de fantasía tienen algo de realismo, depende en cuanto quieras creer.
Depende de ti.
=================
tiene...
Habían pasado varios meses desde mi cumpleaños.
Desde que esa nota cambio mi forma de pensar.
No he encontrado a nadie más de las otras vidas, pero al menos, al segundo día no cambié de vida.
Mérida es mi amiga, una muy buena amiga. Creo que pareciera que nos conocemos desde hace mucho tiempo. Ella es increíble y me pregunto cómo sobreviví la secundaria sin una mejor amiga. Es genial llamarla y chismosear.
Cass seguía quejándose de su soltería. Ella me preguntaba como sobrevivo sin el amor, le digo que no se puede pero que tengo mucho amor de mi familia y también de mis nuevos amigos.
Dante es un buen chico, gracias a Dios no ha intentado ningún movimiento conmigo. Eso es genial.
Estamos a punto de celebrar navidad, le he pedido a mis amigos que me ayuden a decorar mi casa. Normalmente decoramos antes de diciembre, por lo que necesitamos mucha ayuda para decorar toda la casa.
Sé que las figuras de los reyes magos ya tienen nombres pero siempre me ha gustado cambiárselos. El año pasado Melchor era Marcelo y los demás eran Ricardo y Juanito. Espero no estar blasfemando.
También nombro a las vacas y ovejas. No estoy segura si en el nacimiento de Jesús hubo cerdos pero en el paquete de figuras hay hasta un pequeño perro dálmata. Seguro confundieron las figuras.
Tomo al cerdo y lo veo. -Tienes cara de... - ¿Cómo llamar a un cerdo? -. ¡Jane!
Mérida ríe escandalosamente y su risa se me contagia. Cuando paramos admito. -No es
tan gracioso.
Ella niega aun riendo. -Lo es cuando tu hermana se llama así.
Espera, ¿Qué? - ¿Qué?
-Mi hermana... se llama Jane, es gracioso. A veces es irritante pero bueno, la quiero.
- ¿Jane?
Asiente. -Sip, la extraño...
¿Está muerta? - ¿Está viva, no? -Pregunto insegura.
Ella sonríe. -Claro que sí, solo está en Millán estudiando.
Oh.
-Genial.
Ella señala a Cassie. - ¿Solo son ustedes dos, no?
Asiento colocando al dálmata cerca de José. -Sip, dos chicas.
Y en algún momento, un chico.
-Oh, eso es genial. Los hombres son asquerosos totalmente, tengo dos hermanos y no es como si fuera divertido tener que escuchar como sueltan gases y esas cosas, es estúpido. -Mérida sigue hablando pero yo dejé de escuchar cuando dijo dos hermanos. ¿Zac y Dean?
- ¿Dos hermanos?
Asiente de nuevo. -Sí, Mason, el mayor que ya está todo casado y eso.
Oh.
Por supuesto, debo dejar de ilusionarme que encontraré a Zac. Ellos están probablemente del otro lado del mundo y los vi solo por Twitter alguna vez o algo. Zac debe tener una linda y sexy novia.
Debo dejar de pensar en él. Han sido meses.
-Y Dean, el fracasado.
¿Dijo Dean? Mi mirada se clava en ella.
- ¿Dean? -Pregunto-. ¿Cuál es tu apellido?
Sonríe tranquilamente al responder: -Hill.
Por-su-pu-es-to.
Niego tontamente. No puedo creerlo. Dean es hermano de Monique.
-Él se graduó el año pasado pero no ha decidido qué hacer con su vida, lo único que ha
decidido es trabajar en la tienda de autos, donde ayuda a vender repuestos y supongo que está bien, hasta que decida que quiere hacer.
Me muerdo el labio. ¿Se graduó el año pasado? ¿Estuvo en la misma escuela?
Un momento, si él ha estado vendiendo cosas para autos eso significa que trabaja en la única tienda de cosas para autos en este pueblo y si es así, eso significa que hubo posibilidad de conocerlo en algún momento, ¿No? Papá tiene una extraña pasión por reparar autos y lo he acompañado un par de veces.
Monique chasquea sus dedos frente a mí. - ¿En qué piensas?
Me encojo de hombros. -Es solo que, creo que a papá le hace falta una pieza, del auto, me refiero.
Ella sonríe. -No te preocupes, enviaré un texto a Dean para que les dé un descuento.
*
Mis amigos me ayudaron la mayor parte con la decoración, terminaré después. De todas maneras, falta mucho tiempo para navidad. Aún no ha terminado la escuela.
Le dije a mi papá que alguien nos había conseguido un descuento para cualquier parte de un auto, él se emocionó. Posiblemente no necesite nada pero aun así, es como un niño. Jamás es suficiente.
Le comento que quiero acompañarlo. Primero ríe, luego toma mi temperatura y finalmente se encoge de hombros.
Bien, no escogí a Dean. Zac siempre será el numero uno pero, ¿Por qué estoy tan nerviosa? Quiero saber que es de Dean y quiero ver si me reconoce.
Jamás comprenderé porque específicamente Dean y Zac. ¿Qué tienen ellos de especiales?
Vaya, que pregunta. Ambos son especiales.
Ambos son chicos de película o de comerciales. Ambos son guapos, distintamente guapos pero guapos al final. Ambos son agradables.
Ambos me querían.
Sonrío al recordar todo lo que pasó. Recuerdo las cosas malas, pero recuerdo que la última historia, fue como... bonita. Siempre terminaban mal, siempre se sentía como el peor final de la historia pero cuando besé a Zac, las cosas se sentían increíbles. Besarlo era como beber con el pulgar levantado. Besarlo fue como ordenar tu casa, como muy correcto. Como si eso tenía que pasar.
Pero aún no lo entiendo. Tengo a Dante y a Monique, también sé que Jane existe, o al menos creo que es ESA Jane, también está Dean pero si Zac era el indicado para mí, ¿Por qué no lo he encontrado?
Ruedo los ojos. ¿Y si no existe? Digo, ¿Si lo vi solo en un anuncio en una revista y luego me imaginé toda una historia con él?
Muerdo mi pulgar mientras pienso. Papá habla de cosas que no presto atención. Sé que no fue exactamente un sueño, fue como poner el mundo en pausa y vivir en una dimensión paralela o algo. Ósea, Zac si existe.
¿Dónde estás Zac?
*
Entramos a la tienda. Hazte una idea, es como un Wal-Mart de piezas para autos, motocicletas, camiones, herramientas y más tonterías. Es aburrido. Es casi como llevar a Cassie a una librería y esperarla por horas o llevar a mamá a una tienda de ropa y esperar a que pregunte por cada blusa y falda que toma, si hay de otro color. Con papá es lo mismo.
Bien, Dean trabaja aquí pero no recordaba que
había como veinte chicos más.
¿Y si hoy fue su día de descanso?
Pero Monique dijo que él nos daría un descuento...
¿Cómo nos dará el descuento si no nos conoce?
De nuevo, planeo mal las cosas.
Papá comienza a preguntar por tuercas y demás cosas, yo le digo que pasearé por los pasillos. Él asiente y me deja. Está en su mundo y no le importa su hija.
Camino viendo las sierras y unas cosas puntiagudas. Sonrío mientras tomo una. Posiblemente puedo asustar a alguien si grito y agito esta sierra en el aire.
Dios, tengo serios problemas.
Dejo la sierra y tomo unas tijeras que creo que son de jardinería. Son grandes y pesadas. O podría servir para cortar un pliego de papel de navidad, en lugar de hacer una serie de cortes. Uno y ya.
Funcional.
Tomo una sierra más grande que la otra.
-Chica fuerte. -Murmuran detrás de mí.
Giro y no lo creo, ¡Dean!
Se ve exactamente igual. Su rostro tan fresco y feliz. No puedo creer que besé a alguien sin besarlo. Sus ojos siguen tan lindos como siempre, son tan grandes como los de Monique. En realidad, ella con cabello castaño si se parece a él.
En realidad, Jane también se parece a él.
Jamás me había fijado en esos detalles.
Aclaro mi garganta. -Solo estoy viendo.
Él sonríe. - ¿Dónde está tu padre?
Bien, me sorprende su pregunta. ¿Cómo sabe que vine con mi padre?
Debió ver la confusión en mi rostro porque sonríe cuando aclara: -Tranquila, te he visto antes y siempre acompañas a tu padre aburrido.
Oh. ¿Me ha visto
antes?
Sonrío. -Ah, si... -Suspiro-. Oye, por cierto, yo soy la chica que tu hermana pidió el descuento, ya sabes...
Él frunce el ceño. Como, muy asombrado. - ¿Eres tú?
Asiento con duda.
Él suelta aire muy divertido, luego ríe y niega. - ¿Desde cuándo conoces a mi hermana?
Me encojo de hombros. -Como, desde hace unos meses... ¿Por qué?
Bufa. -Te vi. -Relata-. Te he visto antes, pero bueno, no quiero sonar como un acosador o alguien raro pero... eres linda y te noté. Las chicas no vienen a estos lugares y cuando lo hacen, llevan ropa de chicos si sabes a lo que me refiero, pero de todas formas, te vi y dije: Quizás si tengo un tipo de chica después de todo.
¿Dean está hablando enserio?
-Luego, -Sigue-, te vi de nuevo y dije, esta es mi oportunidad pero jamás regresaste y ahora resulta que mi hermana te conoce.
No sé qué rayos decir. ¿Está hablando enserio? ¿Debería pensar que esto es real? ¿Acaso que el chico de la tienda de herramientas se enamore de la chica aburrida que sigue a su papá en la tienda con los pies arrastrándolos es un cliché?
No puedo hacer nada más pero sonreírle.
A veces solo debes sonreír. -Eso es dulce.
Dean me da una media sonrisa. -Dean Hill, ese es mi nombre.
Extiendo mi mano. -Melinda Line.
Las estrechamos.
-Melinda, ahora que sabes que no soy un acosador...
-Podrías serlo. -Bromeo.
Él ríe. -No lo soy, lo juro. -Aclara su garganta-. Yo, me preguntaba si te gustaría, ya sabes... ¿Salir conmigo?
/>
Lo veo a los ojos.
Creo que jamás lo vi a los ojos. Creo que jamás vi que él me miraba. ¿Sabes porque no vi todo eso? ¿Sabes porque jamás lo vi en la escuela? ¿Sabes porque jamás hablé con Monique? Porque jamás levanté el rostro. Jamás vi a las personas. Jamás pensé que verlas podría cambiar mi vida.
Lo veo a los ojos y aunque es un chico que por una muy rara razón, le tengo aprecio por las muchas o cosas pocas que vivimos, pero cuando lo veo... no es él. No estoy enamorada de él.
Aún estoy enamorada de un chico que no sé si realmente existe.
Suspiro y le doy una sonrisa a medias. -Dean, eres apuesto y también estoy segura que eres divertido y el tipo de chico que las chicas mueren por tener pero...
Hace una mueca. - ¿Novio?
Niego. -Es complicado.
Se encoje de hombros. -Bueno, al menos lo intenté. -Me guiña-. No importa, ¿Sabes? Creo que eres muy linda y acabas de llamarme apuesto, eso ayuda a mi autoestima. -Suelto una risa-. Y cuando deje de ser complicado, quizás aceptes.
-Gracias Dean.
Sonríe. -No hay de que, Melinda.
Papá me encontró minutos después, frunció el ceño cuando me vio hablando con Dean pero luego le dije que él nos ayudaría a conseguir el descuento y se le iluminó los ojos.
Papá, el nerd de las cosas de chicos.
*
Regresé a casa y tomé mi computadora, por alguna razón, sentía que tenía que hacer algo.
Solo algo.
Tenía esta historia en mi mente. Esta historia de mi vida, en donde jamás podría contarla
a nadie. En donde la gente dudará de mi salud mental, pero... ¿Y si algunas personas realmente quieren saber de mi historia?
Entro a internet y busco sitios para compartir cosas, no sé qué tipo de cosas busco específicamente pero solo vago por internet. Finalmente entro a Tumblr y escribo:
Estoy enamorada de un chico ficticio.
Después de publicarlo, varias personas comentan y comparten eso. Creo que me malinterpretaron o creen que es súper profundo. Pero solo es la verdad.
Estoy consternada.
Entro a mi carpeta de música y comienzo a escuchar toda mi música. Tengo mucha música que no escucho desde hace meses o años, comienzo a ordenar las canciones por autores y todo, luego me aburro y comienzo a buscar música por internet.
Luego se me ocurre algo.
Quizás no pueda contar mi historia de esa manera, pero quizás si pueda. De alguna manera, tomo mi computadora de nuevo y abro un documento de texto nuevo. Escribo y escribo.
Para la noche, tenía casi ciento cuarenta páginas de una historia de dos chicos, enamorados de una chica que no existe.
Sonrío.
Cass entra a mi habitación y me ve toda concentrada en las palabras que van apareciendo poco a poco en la computadora. Ella se sienta a mi lado y no me importa que esté leyendo lo que voy escribiendo. Ella frunce el ceño.
-Espera, ¿Dellian es real?
Me detengo. -Él sí, Mary no lo es.
Ella sonríe. -Pero, ¿Cómo sucedió eso?
La veo de manera sospechosa. ¿Mi hermana enserio quiere saber?
Cuando empecé a escribir esto fue porque quería contar mi historia pero no específicamente como mía. Quería poder confesarlo todo sin dar por obvio que era yo. Como tener un diario. Claro, si alguien leía esto pensaría que es solo parte de un libro, justo como mi hermana lo está haciendo ahora mismo.
Ella toma la computadora y sube hasta la primera página. -Esto... -Lee y comenta lentamente-. Esto... es... como... interesante.
Me devuelve la computadora.
- ¡No tenía idea que sabias escribir libros! Claro, te falta como, más detalles y cosas así pero no está mal, ¿Es tu primer libro?
Sonrío. ¿Enserio está sucediendo esto? ¿Enserio me siento genial porque estoy escribiendo un libro? -Lo es, solo comencé.
Ella asiente pensativa. -Es bueno, quizás puedo decirte que quites algunos símbolos de más y que agregues un poco más de drama...
-O el drama vendrá, lo juro.
Ella sonríe, se levanta y camina hasta la puerta. -Melinda, cuando lo termines, imprímelo y dámelo.
Asiento.
-Y luego, publícalo.
¿De veras? - ¿Qué?
Ella se encoge de hombros. -Es bueno... eres como, no eres profesional pero sé que me gustaría leer ese tipo de historias y suena interesante, lo leería... solo, no mates a nadie. -Sale pero regresa un segundo después-. No, olvídalo, mata a alguien... siempre que matas a alguien es mejor.
Río para mí misma una vez que Cassie se ha ido. Ella está loca pero al menos, me hizo darme cuenta de algo.
Que me gusta escribir.
Continuará...
=================
un fin...
La cosa es esta: en realidad, me gusta escribir. Mucho.
Después de terminar ese libro, Cassie me ayudó a publicarlo por mi cuenta en internet. Algunas personas lo han comprado y eso me ha dado algo de dinero extra. No creo que pueda dedicarme a escribir solo por el dinero, pero si porque me gusta. Ahora estoy escribiendo otra historia, creo que también podré publicarla por mi cuenta pero no espero la recompensa monetaria. La verdad es que una chica comentó acerca del libro y le gustó mucho, fue dulce y eso me motivó a seguir escribiendo. Es divertido ser tu quien escribe las historias y no quien solo las lee. Es genial. Cass estaba fascinada con mi libro y dijo que le gustó el giro de la trama, ahora ella me está ayudando con mi nuevo libro. Cassie dijo que siempre ha tratado de escribir pero no es buena, le dije que no debería dejar de intentarlo pero se encogió de hombros y afirmó que todos somos lectores pero no todos somos escritores. No estoy segura de eso.
Faltan tres días para que el año se acabe, no puedo creer que solo tengo un semestre más de escuela y eso es todo. Luego, la universidad. Es emocionante y terrorífico.
Estaba en una fiesta que algunos chicos habían organizado. ¡Ah! Encontré a Mandy. Bueno, en realidad, es complicado. Resulta que Cass siempre ha tenido un grupo de personas que dan tutorías a chicos de primer año de secundaria, y resulta que Mandy es amiga de Cassie. Desde hace dos años. ¿Puedes creerlo?
Yo no.
Dean ha hablado más seguido conmigo. A veces me lo encuentro en la tienda cuando acompaño a mi papá
y platicamos. Realmente me gustaría darle una oportunidad pero bueno, ya sabes la razón.
Luego está Dante y Monique. Siguen enamorados.
No puedo creer que ellos realmente son una pareja después de todo. Tampoco puedo creer como cada punto se une. Como todos están entrelazados y como jamás me di cuenta de eso. Como estaban todas estas personas en mi vida pero jamás les presté atención.
Creo que ahora veo las cosas de manera diferente.
Bueno, decía que estaba en una fiesta con mis amigos. Mandy estaba con Cassie y con otras dos chicas más. Ella no me habla mucho y no supongo que lo haga pero me alegra que esté bien.
Las personas bailaban y estaban vestidas de colores brillantes por todo lo del año nuevo.
Dante y Monique no dejaban de besarse a mi lado. Son lindos pero asquerosos también. Y estoy seguro que hay baba. Ew.
Salgo un rato y veo a las estrellas. Me siento tonta aun por esperar a Zac. ¿Es correcto? ¿Creer que realmente está este chico absolutamente perfecto para mí allá afuera?
***
Al regresar, Dante está un poco borracho pero nada fuera de lo normal. De todas formas, yo voy conduciendo. Cass dijo que se quedaría en casa de una chica llamada Jasmine.
Cass y yo siempre hemos sido unidas. Ella ha sido mi mejor amiga por mucho tiempo y sé que cuando me vaya a la universidad, la extrañaré tanto. Pero también sé que estará bien, es divertida y amigable, solo debo pedir a el Hada de los Quesos que no se enamore de un chico tonto y le rompa el corazón. Si eso pasa, tendría que regresar de la universidad de
Nueva York hasta aquí solo para golpearlo en el rostro. Agotador.
- ¡Melinda! -Dante grita desde el asiento trasero-. Melinda, ¿Quién será tu beso de media noche?
Mérida ríe por las tonterías de su novio.
-Nadie. -Contesto.
Él desabrocha su cinturón y se acerca a la parte delantera. -Tonterías, debes dejar de amar a ese chico secreto... solo, déjalo ir, como ese gas que te da después de comer mucho.
Mérida y yo nos quejamos. Él ríe.
-Hablo enserio, yo solo... trato de ayudarte. -Dante me hace rodar los ojos.
-Pequeño chico borracho, deja de hablar. -Le pido.
Monique besa su nariz. -No molestes a Mel, sabes que ella ama a un chico sin nombre, ese chico tan misterioso.
Ella suelta una pequeña risa.
Jamás les dije quién es mi chico secreto. ¿Cómo decírselos?
-Melin, lin, lin. -Canta Dante-. Hablo enserio, solo... besa a un desconocido y menda tu corazón.
-Un libro escrito por Dante. -Me burlo-. Eres tan bueno dando consejos de amor, Dante. Tan, tan bueno.
Golpea mi hombro. -Chica, es verdad.
Ruedo los ojos. -Okey,
Luego manejo en silencio. Justo cuando pienso que finalmente se ha callado, el chico sigue hablando borrachamente. -Mira, está bien estar ilusionada por alguien pero, Mel... te queda poco para ir a la universidad y necesitas besar al pasado, como... toma a alguien en la noche de año nuevo y bésalo.
Niego sin quitar mi mirada del camino. -Juro que tus concejos acaban de salvar mi vida amorosa, eres genial.
-Mira, solo dile a Dean
que quieres salir con él. -Monique levanta su ceja sospechosamente. Dante sabe lo de Dean pero no le dije a Monique.
¿Puede este chico callarse?
-Dile que te presente a su hermano... o no, creo que ya se conocen. -Dante me está desesperando-. O yo podría solo, decirle a Zac.
Piso el freno con fuerza. Dante casi sale disparado por el vidrio. - ¿Qué dijiste?
Él se queja por frenar tan rápido pero levanta las manos rindiéndose. -No quería molestar.
-No. -Lo detengo-. ¿Qué dijiste?
-Dije que podría presentarte a Zac... creo. -Repite.
Lo veo asombrada por varios segundos, luego alguien suena la bocina detrás de mí y arranco de nuevo. No puede ser verdad.
- ¿Quién es Zac? -Pregunto.
Él vuelve a colocarse el cinturón. -Mi hermano, ¿Quién más?
- ¿Tienes un hermano? -Le doy una mirada por el retrovisor.
Asiente. -Sí, es Zac... Zac Morrison.
Niego tratando de no quitar mi vista del camino. -Tu apellido es Moris, no Morrison.
- ¿Qué? -Suelta una risa-. Mel, estoy borracho pero total y seguro puedo afirmar que mi apellido es Morrison.
Monique asiente. -Lo es.
Niego. -Pero, eso dijiste cuando te conocí en la biblioteca.
Ahora Monique contesta; -Bueno, es su forma de pronunciarlo, yo también pensé que era Moris la primera vez.
Mi corazón está agitado. ¿Esto es una broma?
-Tienes... digo, ¿Dónde está?
-Uh, ahora si olvidaste al chico, ¿No? -Pregunta jugando. Ja. Si supiera-. Está... está aquí, desde navidad y se irá después,
como en una semana o algo.
¿Se irá?
No puedo dejarlo ir. No. - ¿Por qué se irá?
Mérida Monique me mira extraña. Seguro se pregunta por qué el repentino interés en el hermano de Dante. -Universidad, ha estado ahí desde hace un año... ¿O son dos? No lo sé.
- ¿Estás bien? -Mi amiga pregunta.
Asiento. Por supuesto que no estoy bien.
¿Y si no es como lo recuerdo?
¿Y si está comprometido?
¿¡Y si es gay!?
-Sí, estoy bien. Solo, recuerdo conocer a un Zac pero, quizás los confundí.
Dante pica mi hombro. - ¿Ese Zac es tu chico misterioso? Vaya, quizás un clavo sacará a otro clavo... o en este caso, un Zac sacará a otro Zac.
No quiero sacar a ningún Zac.
Quiero quedarme con un Zac.
~ ~ ~
Era año viejo, o 31 de diciembre mejor dicho. Estaba en la puerta de la casa de Dante con el pretexto de desearle feliz año nuevo a pesar que lo vería más tarde, en la fiesta en la casa de Mandy. Cass nos había invitado y habrá muchas personas.
Personas que ahora no me interesan mucho.
Dante se está demorando tanto en abrir la maldita puerta.
Quiero verlo. Necesito verlo.
Lo he pensado últimamente y si no está soltero, si es gay o si simplemente no me quiere, está bien. Solo espero que esté bien y que sea feliz. Eso es todo. Quizás jamás lo superaré completamente pero no importa. Solo quiero saber que está bien. Que si tiene novia, que sea alguien buena y amable y que lo ame mucho. Que si no me quiere, que por lo menos piense en algún momento en mí y si es gay, que
por lo menos salga del closet con libertad.
Muerdo mi labio, ansiosa.
Dante, abre la maldita puerta.
Dante finalmente abre la puerta. Le sonrío y digo que vine a desearle feliz año nuevo. Rueda sus ojos y dice que igual, nos veremos más tarde.
Luego entrecierra los ojos.
-Vienes por Zac, ¿No?
Abro mi boca para negarlo, pero luego la cierro.
Él sonríe apenado. -Mel, quería presentarte con él, créeme... está soltero y también irá a la fiesta, creo que todos irán pero se fue a comprar unas cosas para la cena de mañana y no sé cuándo volverá.
Sonrío. Claro. Por supuesto.
Asiento. -No hay problema, solo pensé que sería buena idea conocerlo.
Me da un abrazo rápido. -Mel, Zac no es el único para ti, habrá más chicos en la fiesta.
Si supiera.
-Gracias, nos vemos.
Dante cierra la puerta y escucho como se aleja. Creo que debería regresar a mi casa pero no puedo, me siento abatida. Siento que es una lucha destinada a perderla.
Si Zac estuviera realmente destinado a estar conmigo, ya nos habríamos conocido. Ya estaríamos juntos, besándonos o algo así. Pero no.
Él es el hermano de mi amigo, un amigo que he conocido por meses y jamás mencionó a su hermano.
Quizás Zac no es EL CHICO después de todo.
Me siento tan torpe por llorar, pero lo estoy haciendo. Estoy llorando en el pórtico de Dante, por un chico que no me conoce todavía, porque amo a alguien que no está en mi destino amar.
"El amor" me escribió esa nota.
¿El amor se está burlando de mí?
¿Si hubiera escogido a Dean, tampoco lo conocería?
Limpio mis lágrimas y me coloco de pie. Estoy harta de esto.
¿Saben qué? Aquí termina. Esta historia de Zac, Dean y yo.
Lo siento, pero es el final.
Es el final.
(Sigue leyendo... )
=================
°°°
And it started with a hello
Take the lead, and I will follow
I could love you for the rest of my life
Don't you ever let me go
=================
... y un epílogo.
...y un epílogo.
No vi a Zac esa noche. Él no me conoció y se fue.
He tratado de no pensar mucho en él o en la situación en general. Ahora mismo he estado pensando en la universidad. Dante, Mérida y yo fuimos aceptados en la misma universidad. Nos fuimos todos juntos al campus, desempacamos y aunque no estoy en la misma habitación que Mérida, ella está justo al lado. Eso es bueno.
Después de saludar a mi compañera de cuarto, voy con mi amiga. Ella y yo hablamos un rato antes que Dante aparezca.
-Mis chicas ya son universitarias.
Se sienta en medio de nosotras.
Sonrío por la imagen que si alguien pudiera tomarnos una fotografía, seria asombrosa. Tres amigos. Tres personas que se conocieron en una biblioteca, tres amigos con un futuro brillante.
Lo bueno de todo esto ha sido la forma en que terminó todo. Dean ha estado saliendo con una chica y me alegro por él. Después de finalmente aceptar el hecho que Zac solo fue un buen deseo, jamás consideré a Dean. No porque no piense que sería una buena idea salir con él pero no se sentía correcto tenerlo como una segunda opción. Dean merece más que eso.
Cass y Mandy han estado más unidas que nunca. Incluso, meses antes de graduarme, todos nos sentábamos juntos.
Conocí a Jane el día del cumpleaños de Monique. Ella sigue como siempre, solo que no es mala. Es genial. Me agrada.
Dante comienza a cantar una canción muy rara pero lo dejo, es divertido.
Quizás la historia no tiene que "terminar mal" quizás "El amor" quería que encontrara
algo más. Que me diera cuenta que el verdadero amor no está en un chico, que puede estar en las noches de pizza con tu familia, o cuando simplemente ríen todos juntos por algo que alguien dijo. O quizás, la vida se trata de hacer nuevos amigos. Que los amigos no tienen que ser como tú, que ser diferentes los hace más interesantes. Quizás es el amor también es sobre amar a alguien, incluso cuando no sabes que lo amas. Como amar por dentro a esa persona que fue hecha para amarte también.
En el proceso puedo decir que aprendí algunas cosas, y una de ellas fue eso. La vida, la vida cambia. Pero algunas veces, tú tienes que hacer algo para cambiarla.
Bah, ¿Yo que sé?
Soy una chica que ama los gatitos y la pizza. Quizás alguien debería hacer una pizza en forma de gatito. Quizás lloraría comiéndola pero valdría la pena.
Dante se pone de pie. Toma su teléfono y contesta.
Mérida me sonríe, como diciendo: Lo hicimos, estamos en la universidad.
Lo sé. Lo hicimos.
-Deberíamos celebrar. -Les digo-. ¡Pizza!
Ellos asienten. Por supuesto que vamos a celebrar y por supuesto que celebraremos con pizza.
Comíamos en una mesa pequeña y redonda, riendo de varias cosas a la vez, mi queso estaba tan caliente que al morder mi pedazo de pizza, el queso se estiró. En ese mismo momento, un chico saluda golpeando el hombro de Dante.
-Al fin te encontré.
Levanto mis ojos y tanto mis pulmones como mi corazón dejan de funcionar. Trato de tragar la pizza pero me ahogo. Dante me acerca mi vaso de agua y veo, Zac frunce el ceño viendo
todo lo que pasa conmigo.
Sí, ESE ZAC.
Limpio la salsa con una servilleta y mis amigos me ven raro. Ja. Estoy tan acostumbrada a esas miradas.
- ¿Estas bien? -Dante pregunta.
Asiento.
Me siento tan avergonzada que no puedo verlo a los ojos. ¿Es enserio? ¿Así lo encontraría de nuevo? ¿Conmigo atragantándome con la pizza? Esto es totalmente una broma. Una horrible broma del mundo, de Elmo, del destino o de lo que sea.
Luego me doy cuenta de lo que está pasando. ¡Es Zac!
Me disculpo mentalmente con el mundo, Elmo, el destino y con lo demás que hizo que Zac estuviera aquí. Ahora.
Dante se pone de pie. -Ya conoces a mi amor. -Mérida se para y saluda con un abrazo rápido a Zac.
Oh Dios. Esto es demasiado.
-Y ella es Melinda.
Supongo que también debo ponerme de pie, así que lo hago.
Y por primera vez, en mucho, mucho tiempo... veo al amor a los ojos.
Y Zac lo ve en los míos también.
Aclara su garganta. -Soy Zac.
Zac me mira, de una forma distinta. De una forma que puedo asegurarte que jamás me había visto nadie así. Ni siquiera Dean. Él sonríe, sigue luciendo igual, su cabello sigue tan lindo y peinado como siempre. Como siempre lo recordé.
Pensé que jamás lo tendría. No me refiero a Zac, me refiero al amor. Jamás pensé sentir algo tan fuerte, como las personas aseguraban que se sentía. Algo que jamás podrás sentir con nadie más. Una conexión, como si conocieras a esa persona, como si ya se conocieran en otra vida.
Como si estuvieran destinados a estar juntos.
Y ahora, Zac está aquí y nunca me ha gustado hacer promesas porque es difícil cumplirlas, no sabes que pasará... no sabes que traerá el futuro. Pero hoy, quiero hacer esta promesa. Quiero prometerme mentalmente, y prometerle a Zac, que jamás lo dejaré ir.
No después de nuestra historia.
Mi corazón vuelve a acelerarse, se siente bien. Se siente como el final de mi tragedia, como el desenlace que he estado esperando.
Como el comienzo de una nueva historia.
Veo la sonrisa de Zac y sonrío también. -Hola, Zac.
Fin... o algo así.
*
*
*
*
*
------------------------------------
No te olvides de comentar que te ha parecido esta historia :)
=================
Tu propia historia es el lugar más seguro
Cause your own story
Is the safest place you'll ever be
=================
¡Nota de la autora!
Holaaaaaaa!
Si estás leyendo esto es porque acabas de terminar esta historia. Antes que todo, MUCHAS GRACIAS!
No tienes idea cuanto aprecio que alguien lea las cosas que escribo!
Siempre al final me gusta hablar un poco del porqué escribí lo que escribí. Bueno, con esta... no sé! La verdad pienso que siempre trato de alejarme de los clichés de siempre y un día pensé en hacer una historia llena de clichés (Que faltaron algunos) y que la chica principal actuara diferente a como siempre. Al principio esta historia no iba a ser tan alocada pero supongo que Dean, Zac y Melinda cobraron vida propia y ellos decidieron a donde querían llevar esta historia.
Eso es todo, espero con todo el corazón que les haya gustado. Si son observadores se habrán dado cuenta que entre las "historias" hay como parrafos en ingles, esas son canciones que escuchaba mientras escribía cada capítulo. Las dejo al final de la nota para que las escuchen ;)
Antes de irme, de nuevo, gracias por leer todo esto. Son valiosos para mí y siempre los llevaré en mi corazón. Gracias a todos aquellos que se tomaron el tiempo de comentar y de, incluso, leer otras de mis historias.
En mi perfil encontrarás varias ya terminadas y se vienen muchas más, justo ayer tuve una idea fantastica para un libro :)
Gracias por siempre, Isabel :)
Ah, y no se olviden que en la vida se vale soñar!!
Canciones:
Girls Chase Boys - Ingrid Michaelson
Carousel - Melanie Martínez
What Did You Do - Gabrielle Aplin
Want U Bad - R5
Me On You - Sleeper Agent
Superstar - Broods
History - One Direction
Wrong Feels So Right - Carly Rae Jepsen
Love Me Like You - Little Mix
Why Don't You Love Me - Demi Lovato
Rewind - G.R.L
Safest Place - Echosmith
Hello - Allie X
No hay comentarios:
Publicar un comentario